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1AS ESCRITURAS
DEL
NUEVO PACTO.
TRADUCCION DEL ORIGINAL GRIEGO.
II.
AL LECTOR.
ESTA OBRA ES PROPIEDAD DE LA UNIOS BIBLICA AMERICANA.
PUBLICADA EN NUEVA YORK POR LA SOCIEDAD,
I EN LONDRES POR TRÜBNER I COMPAÑÍA.
IMPRESA EN EDIMBURGO. POR TOMAS CONSTABLE,
IMrttEson DE BU JIAJBSTAD LA BEISA.
Esta traducción del Nuevo Pacto (llamado muchas
veces el Nuevo Testamento) ha sido hecha con el escrupuloso
deseo de verter en castellano puro el significado del original
griego, de una manera tan aproximada, tan clara, tan completa
i tan uniforme como es posible.
El significado exacto del inspirado texto, como ese texto
lo expresaba & los que entendian las escrituras originales
en la época en que por primera vez se escribieron, se ha
traducido por palabras i frases correspondientes, en
cuanto ha sido hacedero, al idioma vulgar de aquellos á
quienes la versión se destina, con la menor oscuridad i
vaguedad posible.
La traducción se empezó en 1851. Se concluyó en
junio de 1857.
Todas las palabras susceptibles de traducción, han sido tra-
ducidas en el texto español ó en las notas ; medio indis-
pensable para “no omitir anunciar nada” (Hechos xx.
‘20), i para no “ quitar nada de las palabras” de Dios, con
ocultación voluntaria (Revelaciones xxii. 19).
Los nombres efe monedas, pesas, i medidas, i los de algunos
empleos, que no tienen sus exactos correspondientes en español,
se han dejado sin traducir, poniendo en notas sus equi-
valentes.
La misma palabra española ha sido uniformemente empleada,
para traducir el mismo sentido de cada palabra griega, excepto
cuando ha sido preciso variarla, por razones nacidas del
contexto, o cuando una variación haya nacido de la gran
dificultad del asunto, i de tener en cuenta, i conservar
una memoria exacta, & medida que procedía la obra, de
/
iv
AL LECTOR.
AL LECTOR
las traducciones adoptadas en sus anteriores partes. Esto
no ha podido conseguirse sino con mucho trabajo i esmero,
i Be iban anotando las varias significaciones adoptadas de
| cada palabra griega, en todos los casos en que iban ocur-
riendo, excepto cuando era excesivo su número; estas
I anotaciones se tomaban por guia, i se aumentaban con
otras nuevas, á medida que la obra adelantaba. Las
mayores dificultades se sintieron al principio, cuando
era, muchas veces, necesario conocer las diferentes pala-
bras que traductores españoles habían empleado en tra-
ducir una palabra griega en todo el Nuevo Tacto, tintes
de juzgar satisfactoriamente cuales serian las palabras
mas adaptables para reducir el número de las diferentes
( palabras españolas que se han empleado en traducir la
misma palabra griega, al menor número posible, i esco-
ger para cada sentido la mejor palabra española. Por
mucho que se aleje esta traducción de la estrecha unifor-
midad posible, es de esperar que se haya conseguido lo
bastante para darle mayor semejanza con el original, en
esta parte, que la que se encuentra en las otras traduc-
ciones españolas anteriormente publicadas.
Los títulos de los diferentes libros se han tomado de los
libros mismos ; i la palabra San, que en algunas versio-
nes se antepone á ciertos nombres, se ha suprimido,
como adición contraria á la Escritura, i que puede dar
lugar á un sentido del mismo género.
Las palabras españolas inclusas en corchetes cuadrados [ ]
son las que no tienen las correspondientes expresadas,
aunque entendidas, en un idioma como el griego, que
muchas veces expresa su sentido en formas de locución
mas breves i mas elípticas que las que pueden emplearse
en español. Observando las diferencias marcadas de
este modo entre el griego i el español, puede tal vez el
. lector, en los pasages difíciles, decidir si las palabras
adoptadas para completar el sentido, ú otras en su lugar,
son las mas á propósito. Estos corchetes sirven también
Hí
para manifestar hasta qué punto se ha extendido el tra-
ductor para que la traducción corresponda con el origi-
nal, ora palabra por palabra, ora en el sentido.
El paréntesis se ha empleado para denotar una digre-
sión, según el uso común.
Se ha dividido el texto español en sentencias i párrafos, con
arreglo al sentido, conservando la división de capítulos i
versos, para las referencias. La división entre un verso i
otro, cuando ocurre en medio de sentencia, se ha seña-
lado por un espacio mayor que el de los casos ordinarios.
Los pasages citados, 6 en que el escritor da las palabras
de otros, se distinguen por estar colocados entre comas
inversas.
Se hacen referencias á las partes de las escrituras anti-
guas que se citan en el Nuevo Pacto, i algunas veces á
los pasages que se han creido convenientes para justifi-
car las traducciones.
La palabra Septuaginta, denotada por LXX., significa
la traducción griega del Antiguo Pacto, que estaba en
uso entre los judíos en tiempo de nuestro Señor i de los
Enviados, i de ella se citan muchos pasages en el Nuevo
Pacto. Llamase así, según se cree, ó por haber sido
hecha por setenta i dos personas, ó por haber sido apro-
bada por los setenta, 6 setenta i dos miembros del San-
hedrim, ó gran consejo de los judíos.
Quiera el Dios de la Salvación, por su amor i por
amor de su querido Hijo, dignarse bendecir esta obra
para alcanzar la salvación de multitudes de hombres en
todas las partes del mundo en que se habla la lengua
española. I al Unico Digno, al Padre, Hijo i Espíritu
Santo, sean tributadas toda honra i toda alabanza por
siempre jamas.
a n.
SiW
Agosto de 1857.
TABLA DE LOS LIBROS
DEL
NUEVO PACTO,
CON LAS DATAS QUE SE SUPONEN SER MAS PROBABLES.
A.D.
La Buena Nueva según Mateo, -f en hebreo, 37 6 38
t -n vr (.en griego, 61
La. Buena Nueva según Marcos, . entre 62 i 65
La Buena Nueva según Lucas, . . . . 62 6 63
La Buena Nueva según Juan, . . . .97 6 98
Hechos de los Enviados del Señor (por Lucas.
'• D. 63 6 64
Cartas de Pablo : —
Carta á Jos Santos que estaban en Roma (i. 7) ;
escrita desde Corinto (Rom. xvi. 23 ; 1 Cor.
i. 14), ....... 53
Carta I. á la Asamblea que estaba en Corinto, i á
todos los que invocaban el nombre de Cristo
(i. 2 ) desde Efeso (cap. xvi. 8 ), . . . 57
Carta II. á la Asamblea que estaba en Corinto,
i a todos los Santos de Acaya (i. 1 ) ; desde
Macedonia (ii. 13 ; Hech. xx. 2 ), . . 57 6 58
Carta á las Asambleas de Galacia (i. 2 ), entre 52 i 57
Carta á los Santos que estaban en Efeso (i. 1 ) ;
desde Roma (vi. 20) 62 6 63
barta a los Santos que estaban en Filipos (i. 1) ;
desde Roma, . . . . . 62 6 63
Carta á los Santos qne estaban en Colosas (i. 2 ) ;
desde Roma, 62 ó 63
Carta I. a la Asamblea de los T bsa LQ yiflEygES (i.
1) ; desde Corinto (cap. iii. ; o),
52
TABLA.
A D.
Carta II. á la Asamblea de los Tesalonicenses
(i. 1) ; desde Corinto 52 6 53
Carta I. á Timoteo ; que quedó en Efeso, partido
Pablo para Macedonia (i. 3), . entre 64 i 67
Carta II. á Timoteo ; desde Roma, cuando Pablo
estaba preso allí la segunda vez (i. 8 ; iv.
6-8), entre 65 i 68
Carta á Tito ; cuando estaba en Creta (i. 5), entro 64 i 67
Carta á Filemon de Colosas (File. 2, 10 ; Col.
iv. 9, 17), i á la Asamblea que estaba en su
casa (File. 1, 2) ; desde Roma (22), . . 62 ó 63
Carta (probablemente de Pablo), á algunos Santos
Hermanos (iii. 1) ; comunmente titulada, á
los Hebreos, 63
Carta de Jaco no, á los Hermanos Cristianos do
entre las doce tribus que estaban en dispersión
(i. 1, 18 ; ii. 21), . . . . . . 60 6 61
Carta I. de Pedro ; á los Hermanos Cristianos
que estaban dispersos por el Ponto, Galacia,
Capadocia, Asia, i Bitinia (i. 1, 2 ; iv. 3, 13-
16) • • . 64
Carta II. de Pedro ; ó los mismos (iii. 1), entre 65 i 68
Carta I. de Juan ; á los que confiaban en Cristo
(v. 13), . . . _ . . . 68
Carta II. de Juan ; á una Señora Cristiana (1),
entre 69 i 98
Carta III. de Juan; á Gayo, hermano Cristiano
(o) entre 69 i 98
Carta de Judas ; á los que confiaban en Cristo (1,
20) entre 70 i 80
Revelación de Jesús Cristo á Juan, . . . 96 6 97
Al Lector . — Los paréntesis cuadrados [ ] contienen pala-
bras no expresadas, sino sobrentendidas, en el griego.
LA BUENA NUEVA* DE JESUS CRISTO,
SEGUN MATEO.
I. 1 Libro del nacimiento de Jesús Cristo, f hijo de
David, hijo de Abraham.
2 Abraham engendró á Isaac. E Isaac engendró á
Jacob. I Jacob engendró á Júdas, i á sus herma-
3 nos. I Júdas engendró de Thamar á Phares i á
Zara. I Phares engendró á Esrom. I Esrom engen-
4 dró á Aram. I Aram engendró á Aminadab. I
Aminadab engendró á Naasson. I Naasson engendró
5 á Salmón. I Salmón engendró de Rahab á Booz.
I Booz engendró de Ruth á Obed. I Obed engendró
6 áJessé. I Jessé engendró ¿David el rei. I David
el rei engendró á Salomón de la [que había sido
7 muger] J de Urías. I Salomón engendró á Roboam.
I Roboam engendró á Abia I Abia engendró á
8 Asá. I Asá engendró á Josaphat. I Josaphat en-
9 gendró á Joram. I Joram engendró á Ozías. I
Ozías engendró á Joatham. I Joatham engendró á
10 Achaz. I Achaz engendró á Ezechías. I Ezechías
engendró á Manasses. I Hanasses engendró á Amon.
11 I Amon engendró á Josías. I Josías engendró á
Jechonías, i á sus hermanos al tiempo de la transpor-
12 tacion á Babilonia. I después de la transporta-
ción á Babilonia, Jechonías engendró á Salathicl. I
13 Salathiel engendró á Zorobabel. I Zorobabel engen-
dró á Abiud. I Abiud engendró á Eliacim. I Elia-
14 cim engendró á Azor. I Azor engendró á Sadoc.
I Sadoc engendró á Achim. I Achim engendró á
15 Eliud. I Eliud engendró á Eleazar. I Eleazar
engendró á Mathan. I Mathan engendró á Jacob.
16 I Jacob engendró á Josef, el esposo de Haría, de la
cual fué engendrado Jesús, que es llamado Cristo.
17 Pues todas las generaciones desde Abraham hasta
David [son] catorce generaciones ; i desde David has-
ta la transportación á Babilonia, catorce genera-
* Buena nueva, en griego Evangelion.
t Jesús, traducido, significa Salvador. Cristo, significa Ungido.
t Los paréntesis cuadrados contienen palabras no expresadas, sino so-
brentendidas, en el griego.
A 2
2 MATEO, CAP. II.
ciones ; i desde la transportación á Babilonia hasta
el Ungido, catorce generaciones.
18 Mas la generación de Jesús Cristo filé de esta ma-
nera. Habiendo sido desposada su madre Maria con
Josef, antes que hubiesen estado juntos, se halló haber
19 concebido del Espíritu Santo. I Josef, su esposo,
siendo, [como era,] justo, i no queriendo infamarla,
20 deseó repudiarla secretamente. I habiendo él pen
sado en estas cosas, hé aquí, un mensagero 0 del Señor le
apareció en sueños, diciendo : “ Josef, hijo de David,
“ no temas recibir á Maria tu esposa ; porque lo que
“ en ella ha sido engendrado, del Espíritu Santo es.
21 “ I parirá un hi jo, i llamaras su nombre Jesús ; porque
22 “ él salvará á su pueblo de sus pecados.” I todo esto
aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por
23 el Señor mediante el profeta, que dijo : “ Hé aquí,
“ la virgen concebirá, i parirá un hijo, i llamaran su
“ nombre Emmanuel,” que traducido, es, Con noso-
24 tros Dios. I despertado Josef del sueño, hizo como
le mandó el mensagero del Señor, i recibió á su esposa.
25 I no la conoció hasta que parió ella á su hijo primo-
génito : i llamó su nombre Jesús.
II. 1 I habiendo nacido Jesús en Bethlehem de Judea,
en dias de Heródes el rei, hé aquí, unos Magosf vinie-
2 ron del Oriente á Jerusalem, diciendo: “¡Dónde
“ está el que ha nacido rei de los Judíos ? porque
“ vimos su estrella enOriente, i hemos venido á ado-
3 “ rarlo.” I oyendo [esto] el rei Heródes turbóse, i
4 toda Jerusalem con éL I habiendo convocado á
todos los príncipes de los sacerdotes, i á los escribas
del pueblo, les preguntaba donde habia de nacer el
5 Ungido. I ellos le dijeron : “ En Bethlehem de Ju-
6 “ dea ; porque así está escrito por el profeta ; ‘ I
“ ‘ tú, Bethlehem, tierra de Judá, no eres ciertamente
“ 1 la mínima entre los gobernadores de Judá ; porque
“ ‘ de tí saldrá un gobernador que apacentará á mi
7 “ 1 pueblo Israel.’ ” Entonces Heródes, habiendo
llamado en secreto á los magos, se informó de ellos
exactamente del tiempo de la aparición de la estre-
8 lia ; i enviándolos á Bethlehem, dijo : “ Id i
“ haced averiguaciones exactas acerca del niño, i
“ cuando lo halláreis, dadme aviso, para que yo tam-
* En griego, angclos. t Magos, Sabios Asiáticos.
MATEO, CAP. ni. 3
9 “ bien vaya á adorarlo.” I ellos, habiendo oido al
rei, se fueron ; i, hé aquí, que la estrella que vieron en
Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se
10 paró sobre donde estaba el niño. I cuando vieron
11 la estrella se gozaron con gozo mui grande. I
habiendo entrado en la casa, hallaron al niño, con
Maria su madre, i postrándose lo adoraron ; i abiertos
sus tesoros le ofrecieron dones, oro é incienso, i mirra.
12 E instruidos de Dios en sueños, para que no volviesen
á Heródes, se retiraron á su pais por otro camino.
13 I después que ellos se retiraron, hé aquí, un mensa-
gero del Señor aparece en sueños á Josef, diciendo :
“ Levántate, i toma contigo al niño i á su madre,
“ i huye á Egipto, i estáte allí hasta que yo te avise ;
“ porque Heródes va á buscar al niño para destruir-
14 “ lo.” I habiéndose levantado, tomó al niño i á
15 su madre consigo de noche, i se retiró á Egipto. I
estuvo allí hasta la muerte de Heródes, para que se
cumpliese lo que fué dicho por el Señor, mediante
el profeta, que dijo : “ De Egipto llamé á mi hijo.”
16 Entonces Heródes viéndose burlado de los magos,
enfurecióse mucho ; i envió [gente], i mató á todos
los niños que habia en Bethlehem, i en todos sus
confines, de dos años, i [de dos] abajo, según el
tiempo de que se habia informado exactamente
17 de los magos. Entonces fué cumplido lo que fué
18 dicho por Jeremías el profeta, que dijo : “ Voz
“ fué oida en Jtamá, plañido, lloro, i mucho lamento ;
“ Baquel llorando sus hijos, i no quiso ser consolada
“ porque no son."
19 I muerto Heródes, hé aquí, un mensagero del
20 Señor aparece en sueños á Josef en Egipto, dicien-
do : “ Levántate, i toma contigo al niño i á su ma-
“ dre, i véte á tierra de Israél ; porque son muertos
21 “ los que buscaban la vida del niño.” I habiéndose
levantado, tomó consigo al niño i á su madre, i vino
22 á tierra de Israel. I oyendo que Archelao reinaba en
J udea en lugar de Heródes su padre, temió ir allí, é,
instruido de Dios en sueños, retiróse al distrito de
23 Galilea. I vino á morar en una ciudad llamada Na-
dare t, para que se cumpliese lo que filé dicho por me-
dio de los profetas : “ Será llamado Nazareno.”
III. 1 I en aquellos dias vino Juan el Sumergidor, pro-
1
4 MATEO, CAP. IV.
2 clamando en el despoblado de Judea, i diciendo:
“ Arrepentios, porque se ha acercado el reino de los
3 “ cielos. Pues este es aquel de quien fué dicho por
“ Isaías el profeta : ‘ Voz de uno que clama en el des-
“ ‘ poblado : Preparad el camino del Señor ; haced de-
4 “ ‘ rechos sus caminos reales.’ ” I el mismo Juan lleva-
ba un vestido de pelos de camello, i un cinto de cuero
al rededor de sus lomos j i su alimento eran langostas i
6 miel silvestre. Entonces salía á él Jerusalem, i toda la
6 Judea, i todo el pais del al rededor del Jordán ; i eran
sumergidos por él en el Jordán, confesando sus peca-
7 dos. I viendo á muchos de los Fariseos, i de los Sadu-
ceos venir á su inmersión, les dijo : “ Razas de víbo-
“ ras ! ¿ quién os ha ensenado á huir de la ira que va
8 “ á venir i Haced pues frutos dignos de arrepenti-
9 “ miento ; i no penséis decir dentro de vosotros :
“ ‘ Tenemos por padre á Abraham porque os digo,
“ <l“e puede Dios levantar de estas piedras hijos á
10 “ Abraham. I ya está» puesta también la segur á
11 la raiz de los árboles ; todo árbol pues que no lleva
11 “ buen fruto se corta i se echa en el fuego. Yo, sí, os
“ sumerjo en agua en [profesión de] arrepentimi-
“ ento ; pero el que viene en pos de mí, mas fuerte
“ es que yo, cuyo calzado no soi digno de llevarlo :
“ él os sumergirá en el Espíritu Santo, i en fuego :
12 “ cuyo bieldo en su mano [está], i limpiará perfecta-
11 mente su era, i recogerá su trigo en el granero, i
“ quemará la paja en fuego inestinguible.”
13 Entonces vino Jesús de la Galilea al Jordán á Juan
14 para ser sumergido por él. I Juan se lo vedaba del
todo, diciendo : “ Yo he menester ser sumergido
15 “ por tí, i i tú vienes á mí ?" I respondiendo Jesús,
le dijo : “ Deja ahora ; porque así nos conviene cum-
16 “ plir todo lo justo.” Entonces lo- dejé. I después
que Jesús fué sumergido subió al punto del agua. I
hé aquí, se le abrieron los cielos, i vió al Espíritu de
17 Dios que bajaba como paloma, i venia sobre él. I hé
aquí una voz de los cielos, diciendo : “ Este es mi
11 Hijo el amado, en quien me he complacido.”
IV. 1 Entonces Jesús subió al despoblado, conducido
por el Espíritu, para ser tentado por el calumniador. 0
* Calumniador, en griego diabolos, do donde viene diablo.
MATEO, CAP. IV. 5
2 I después de haber ajumado cuarenta dias i cuarenta
3 noches, tuvo hambre. I acercándose á él el tenta-
dor, dijo : “ Si eres Hijo de Dios, di que estas pie-
4 “ dras se hagan panes.” I él respondiendo, dijo Es-
“ crito está, ‘ No de solo pan vivirá el hombre, sino
“ ‘ de toda palabra que sale de la boca' de Dios.’ ”
5 Entonces lo lleva el calumniador consigo á la santa
ciudad, i lo pone sobre el vuelo pequeño del lugar
6 santo. I le dice : “ Si eres Hijo de Dios, échate aba-
“ jo 1 pues está escrito, ‘ Mandará á sus mensageros
“ ‘ acerca de tí, i en [sus] manos te Llevaran, no sea
7 “ ‘ que tropiece en piedra tu pié.' ” Jesús le dijo :
“ También está escrito : ‘ No pondrás á prueba al
8 “ ‘ Señor tu Dios.’ ” De nuevo lo lleva el calumnia-
dor consigo á un monte mui alto, i le muestra todos
9 los reinos del mundo, i la gloria de ellos ; i le dice :
“ Todas estas cosas te daré á tí, si postrándote me
10 “adorares." Entonces le dice Jesús: “ Véte, Sa-
“ tanas I o porque escrito está, ‘ Al Señor tu Dios ado-
11 “ ‘ raras, i á él solo daras culto.' ” Entonces lo dejó
el calumniador ; i hé aquí, mensageros [de Dios] se
acercaron, i lo servían.
12 I cuando oyó Jesús que Juan habia sido entregado,
13 retiróse á Galilea. I habiendo dejado á Nazaret, fué
á morar en Caphamaum, que está cerca del mar, en
14 los confines de Zabulón i Nephthalim ; para que se
cumpliese lo que fué dicho por medio de Isaías el
16 profeta, que dijo : “ Tierra de Zabulón, i tierra de
“ Nephthalim, [por el] camino del mar, mas allá del
16 “ Jordán, Galilea de los gentiles ;f el pueblo sen-
“ fado en tinieblas, vió una grande luz ; i á los sen-
“ tados en región i en sombra de muerte, luz les
“ nació.”
17 Desde entonces empezó Jesús á proclamar, i decir ;
“ Arrepentios, porque el reino délos cielos se ha acer-
“ cado.”
18 laudando Jesús junto al mar de la Galilea, vió
á dos hermanos, Simón llamado Pedro, { i Andrés su
hermano, echando una red en el mar ; pues eran pes-
19 cadores. I les dijo : “ Venid en pos de mí, i os haré
20 “ pescadores de hombres.” I ellos al punto dejando
* Salaras, significa Adversario. t Gentiles, todos aquellos
que no son Judíos. * Pedro significa piedra.
6 MATEO, CAP. V.
21 las redes, lo siguieron. I pasando de allí, vid otros
dos hermanos, Jacobo el de Zebedeo, i Juan su her-
mano, en la barca, con Zebedeo su padre, preparando
— sus redes ; i los llamó, I ellos al punto dejando la
barca i a su padre, lo siguieron.
2b I dió vuelta Jesús por toda la Galilea enseñando en
las congregaciones ° de ellos, i proclamando la buena
nueva del reino, i sanando toda dolencia, i todo acha-
z4 que en el pueblo. I corrió su fama por toda la Siria ;
i le trajeron todos los enfermos, afligidos de varias
dolencias i dolores, i los endemoniados, i los lunáticos,
i los paralíticos ; i los sanó. I lo siguieron muchas
gentes de la Galilea, i Decápolis,f i Jerusalem, i
Judca, i de mas allá del Jordán.
J- 1 } í e * do las S entes > subió al monte ; i habiéndose
Á sentado el, se le acercaron sus discípulos ; i abrien-
do su boca, los enseñaba, diciendo :
3 “ Felices los pobres en espíritu, porque de ellos es el
4 reino de los cielos. Felices los que tienen pesar,
5 porque e los serán consolados. Felices los mansos,
b porque ellos heredaran la tierra. Felices los que
- “ ! ;iec ‘ cn i sed de lo justo, porque ellos serán
I hartos. Felices los misericordiosos, porque se ten-
o dra misericordia de ellos. Felices los de limpio
9 “ corazón, porque ellos verán á Dios. Felices los que
“ procuran la paz, porque ellos serán llamados hijos de
10 “ Dios. _ Felices los que padecen persecución por causa
“, e }° Just ?’ P or 9 ue de ellos es el reino de los cielos.
11 r ellees sois, cuando os improperaren i os persiguie-
ron, i dijeren toda mala palabra contra vosotros, min-
1- “ tiendo, por mi causa : gozóos i alegróos, porque
“ vuestra^ recompensa es grande en los cielos ; pues
así persiguieron á los profetas anteriores ó vosotros,
lo “ Vosotros sois la sal de la tierra ; mas si la sal
“se hiciere insípida ¿con qué será salada? no
“ v . ® i ya para nada sino para ser arrojada fuera, i
14 “ pisada por los hombres. Vosotros sois la luz del
“ mundo. Una ciudad puesta sobre un monte, no
lo “se puede esconder. Ni encienden una lámpara,
“ i la ponen debajo del modio.f sino sobre su pié]
* ; en griego sunagoge, de que viene sinagoga.
t Deedpotis, 6 Diez-ciudades,- el nombre de un distrito olNordeste de
la Palestina. { Modio, medida casi igual á dos celemines.
MATEO, CAP. V. 7
¡16 “ i alumbra á todos los que están en la casa. A
“ este modo alumbre vuestra luz delante de los
“ hombres, para que vean vuestras buenas obras, i
“ glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos.
17 “ No penséis que he venido á anular la lei ó los
“ profetas ; no he venido á anular, sino á cumplir.
18 “ Porque en verdad os digo, que hasta que pasen el
“ cielo i la tierra, no pasará de la lei una jota 0 ni un
19 “ ápice, hasta que todo se realice. Pues cualquiera
“ que quebrantare uno de estos mandamientos, [aun]
“ de los mas pequeños, i enseñare así á los hombres,
“ el mas pequeño será llamado en el reino de los cie-
“ los : i cualquiera que hiciere i enseñare, este será
20 “ llamado grande en el reino de los cielos. Porque
“ os digo, que si lo justo de vosotros no abundare
“ mas que po] de los escribas i de los Fariseos, no
“ entrareis en el reino de los cielos.
21 “ Habéis oido que fué dicho á los antiguos : ‘ No ma-
taras; i cualquiera que matare será sujeto ájui-
22 “ 1 ció.' Mas yo os digo, que todo aquel que se aíra
“ con su hermano sin causa, será sujeto á juicio ; i
“cualquiera que dijere á su hermano, ‘Simplón!’
“ será sujeto al tribunal [supremo] ; i cualquiera que
“ dijere, ‘ Fátuo !’ será sujeto [á ser arrojado] en el in-
23 “ fiemo del fuego. Por tanto, si trajeres tu don al
“ altar, i allí te acordares que tu hermano tiene al-
24 “ guna cosa contra tí, deja allí tu don delante del
“ altar, i véte, reconcilióte primero con tu hermano,
25 “ i entonces ven i ofrece tu don. Muéstrate luego
“ de huena voluntad para con tu contrario en juicio,
“ en tanto que estas con él en el camino ; no sea
“ que el contrario te entregue al juez, i el juez te
“ entregue al alguacil, i seas metido en la cárcel.
26 “ En verdad te digo, que no saldrás de allí, hasta
“ que pagues el ultimo cuadrante, f
2 1 “Habéis oido que fué dicho á los antiguos : ‘No
28 “ ‘ adulteraras mas yo os digo, que todo aquel
“ que mira á una muger para codiciarla, ya adulteró
29 “ con ella en su corazón. I si tu ojo derecho te hace
“ tropezar, sácalo i échalo de tí ; porque te es venta-
“ joso que uno de tus miembros sea destruido, i no
30 “ que todo tu cuerpo sea echado en el infiemo. 1
* Jota, la letra pequeña del alfabeto hebreo.
t Cuadrante era una moneda del valor del ochavo.
8
MATEO, CAP. V.
“si tu mano derecha te hace tropezar, córtala i
“ échala de tí ; porque te es ventajoso que uno de tus
“ miembros sea destruido, i no que todo tu cuerpo sea
“ echado en el infierno.
31 “ También fué dicho : ‘ Cualquiera que repudiare á
32 “ ‘ su muger, déle carta de divorcio.’ Mas yo os
“ <ügo, que cualquiera que repudiare á su muger, sal-
11 vo por causa de fornicación, la hace adulterar ; i
“ cualquiera que se casare con la repudiada, adul-
“ tera.
33 “ También habéis oido que filé dicho á los anti-
“ guos : ‘ No perjuraras, mas cumplirás al Señor tus
34 “ ‘juramentos.’ Mas yo os digo, que de ningún mo-
“ do juréis ; ni por el cielo, porque es trono de Dios ;
35 “ ni por la tierra, porque es tarimilla de sus piés ;
“ ni por Jerusalem, porque es ciudad del gran rei ;
36 “ni por tu cabeza jures, porque no puedes hacer un so-
37 “ lo cabello blanco ó negro. Mas sea vuestro hablar :
“ ‘ Sí, sí ; No, no i lo que es mas de esto, viene del mal.
38 “ Habéis oido que filé dicho : ‘ Ojo por ojo, i diente
39 " ‘ por diente.’ Mas yo os digo, que no resistáis al
“ mal : sino, á cualquiera que te diere bofetada en la
40 “ mejilla derecha, preséntale también la otra : i al
“ que quiere ponerte pleito, i quitarte la túnica, 0 dé-
41 “ jale también la capa. I si cualquiera te forzare á
42 “ ir cargado una milla, f vé con él dos. Dá al que
“ te pide ; i no te apartes del que te quiere nedir
“ prestado.
43 “ Habéis oido que fué dicho : ‘ Amaras á tu prójimo,
44 “ ‘ i aborrecerás á tu enemigo.’ Mas yo os digo, amad
“ á vuestros enemigos, bendecid ó, los que os maldi-
“ cen ; haced bien á los que os aborrecen, i orad por
45 “ los que os maltratan, i os persiguen ; para que os
“ hagais hijos de vuestro Padre que está en los ciclos ;
“ porque hace nacer su sol sobre malos i buenos,
46 “ i llueve sobre justos é injustos. Porque si amáreis á
“ los que os aman ¿ qué recompensa habéis [de reci-
47 “ bir] ? i no hacen aun los alcabaleros lo mismo ? I
“ si saludáreis á vuestros hermanos solamente ¿ qué
“ hacéis de mas ? ¿ no hacen así aun los alcabaleros ?
48 “ Sereis pues vosotros perfectos, como vuestro Padre
“ que está en los cielos es perfecto.
t Milla , mil pasos.
MATEO CAP. VI. 9
VI. 1 “ Guardóos de hacer vuestra limosna delante
“ de los hombres, para ser vistos de ellos ; de otra
“ manera, no habéis [de recibir] recompensa de vues-
2 “ tro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando
“ des limosna, no hagas tocar la trompeta delante
“ de tí, como los hipócritas hacen en las congrega-
“ ciones, i en las calles, para que sean glorificados
“ de los hombres. En verdad os digo, han recibido
3 “ su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no
“ sepa tu [mano] izquierda lo que hace tu derecha ;
4 “ para que tu limosna sea en oculto, i tu Padre, que
“ ve en lo oculto, te recompensará en público.
5 “I cuando ores, no seras como los hipócritas ; por-
“ que gustan de ponerse á orar de pié en las congre-
“ gaciones, i en las esquinas de las plazas, para mos-
“ trarse á los hombres. En verdad os digo que han
6 “ recibido su recompensa. Mas tú, cuando ores, en-
“ tra en tu aposento, i, cerrada tu puerta, ora á tu
“ Padre que está en lo oculto ; i tu Padre que ve en
“ lo oculto, te recompensará en público.
7 “I orando, no uséis de vanas repeticiones, como
“ los gentiles, porque piensan que por su mucho hablar
8 “ serán oidos. Pues no os asemejéis á ellos ; porque
“ sabe vuestro Padre lo que habéis menester, antes de
9 “ pedírselo vosotros. Orad pues vosotros de este
“ modo :
“ 1 Padre nuestro, que estas en los cielos ; santifíca-
lo “ ‘ do sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu
“ 1 voluntad, como en el cielo, [así] también en la
11 “ * tierra. El pan para nuestro sustento dánoslo hoi.
12 “ ‘ I perdónanos nuestras deudas, así como también
13 “ 1 nosotros perdonamos á nuestros deudores. I no nos
“ ‘ lleves á tentación ; mas líbranos del mal. Porque
“ ‘ tuyo es el reino, i la potestad, i la gloria, por los si-
“ ‘ glos. Así sea.’
14 “ Porque si perdonáis á los hombres sus ofensas, os
15 “ perdonará también vuestro Padre celestial. Pero
“ si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tam-
“ poco vuestro Padre os perdonará las vuestras.
16 “ I cuando ajuméis, no os pongáis caritristes, como
“ los hipócritas ; porque desfiguran sus rostros, para
“ mostrar á los hombres que ayunan. En verdad os
17 “ digo, que han recibido su recompensa. Mas tú,
Túnica ; el vestido Interior.
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MATEO, CAP. VI.
“ cuando ayunas, úngete la cabeza, i lávate el rostro;
“ para no mostrar á los hombres que ayunas, sino á tu
“ Padre, que está en lo oculto ; i tu Padre, que ve en
“ lo oculto, te recompensará en público.
“ No amontonéis tesoros para vosotros en la tierra,
“ donde la polilla i el orin [los] consumen, i donde
“ ladrones horadan [las casas] i hurtan. Mas amon-
“ tonad para vosotros tesoros en el cielo, donde ni
“ polilla ni orin consumen, i donde ladrones ni hora-
“ dan, ni hurtan. Porque en donde está vuestro
“ tesoro, allí estará también vuestro corazón. La
“ lámpara del cuerpo es el ojo ; si pues tu ojo fuere
“ generoso, todo tu cuerpo será iluminado : mas si tu
“ ojo fuere malo, 0 todo tu cuerpo será tenebroso. Si
“ pues la luz en tí es tinieblas, las mismas tinieblas
“ ¡ cuán grandes [serán] !
“Ninguno puede servir á dos señores; porque ó
“ aborrecerá al uno, i amará al otro ; ó se adherirá al
“ uno, i despreciará al otro. No podéis servir á Dios
“ i á las riquezas. Por causa de esto os digo, no an-
“ deis afanados por vuestra vida, [pensando] qué
“ comeréis, i qué bebereis; ni por vuestro cuerpo, de
“ qué os vestiréis. ¿ No es la vida mas que el alrmen-
“ to, i el cuerpo, que el vestido ? Mirad las aves del
“ cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
“ graneros ; i vuestro Padre celestial las alimenta.
“ i No sois vosotros mucho mas que ellas ? I ¿ quién
11 de vosotros por andar afanado puede añadir un codo
11 á su estatura 1 I acerca del vestido, ¿ por qué an-
“ dais afanados 1 Contemplad los lirios del campo,
11 como crecen ; no trabajan, ni hilan. Mas os digo,
11 que ni aun Salomón en toda su gloria se vistió como
uno de ellos. I si la yerba del campo, que hoi es, i
“ mañana se echa en el horno, Dios así la viste ; ¿ no
os [vestirá] mucho mas á vosotros, [hombres] de po-
‘café? No andéis pues afanados, diciendo, ‘¿Quéco-
1 1 meremos, ó québeberemos, óconqué nosvestiremos V
‘ Porque todas estas cosas las solicitan los gentiles ;
1 que sabe vuestro Padre celestial, que habéis menes-
1 ter de todas ellas. Mas primero buscad el reino
‘ de Dios, i lo justo de él, i todas estas cosas os serán
‘ añadidas. Por tanto, no andéis afanados para el
‘ dia de mañana ; porque el dia de mañana se afa-
* Malo, codicioso i envidioso. Véase Mat. xx. 15.
MATEO, CAP. VIL 11
“ nará por las cosas de sí mismo. Bástale su mal al
“ dia.
VIL 1 2 “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Por-
“ que con el juicio con que juzgáis, sereis juzgados ; i
“ con la medida con que medís, se os volverá á medir.
3 “ 1 1 por qué miras la mota en el ojo de tu hermano,
4 “ i no reparas en la viga que está en tu ojo ? O ¿ cómo
“ has de decir á tu hermano : ‘ Deja que yo saque la
“ 1 mota de tu ojo ;’ i, hé aquí, la viga en el tuyo ?
5 “ Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, i ento'n-
“ ces veras bien para sacar la mota del ojo de tu
“ hermano.
6 “ No deis lo santo á los perros ; ni echeis vuestras
“ perlas delante de los cerdos ; no sea que las hue-
“ lien con sus piés, i volviéndose os despedacen.
7 “ Pedid, i se os dará : buscad, i hallareis : llamad,
8 “ i se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe ; i
“ el que busca, halla ; i al que llama, se le abrirá.
9 “ ¿ Quién es el hombre de vosotros, que, si su hijo
10 “ pidiere un pan, le dé una piedra ? i que, 6Í le
11 “ pidiere un pez, le dé una serpiente ? Pues si vo-
“ sotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á
“ vuestros hijos, ¿ cuánto mas vuestro Padre, que está
“ en los cielos, dará cosas buenas á los que se las pi-
12 “ dan ? Por tanto, todas las cosas que queráis que
“ los hombres hagan con vosotros, hacedlas vosotros
“ también con ellos. Porque esta es la lei i los
“ profetas.
13 “ Entrad por la puerta angosta ; porque ancha [es]
“ la puerta, i espacioso el camino, que conduce á la
“ destrucción, i muchos son los que entran por ella.
14 “ Porque angosta [es] la puerta, i estrecho el camino
“ que conduce á la vida, i pocos son los que la hallan.
15 “I guardóos de los falsos profetas, que vienen á voso-
“ tros con vestidos de * ovejas, mas dentro son lobos
16 “arrebatadores. Por sus frutos los conoceréis. ¿ Acá-
“ so se cogen uvas de espinos, ó higos, de abrojos ?
17 “ Así todo árbol bueno lleva buenos frutos ; mas el ár-
18 “ bol malo lleva malos frutos. No puede un árbol
“ bueno llevar frutos malos, ni un árbol malo llevar
19 “ frutos buenos. Todo árbol que no lleva fruto bue-
20 “ no, se corta i se echa al fuego. Así que, por sus
“ frutos los conoceréis.
*12 MATEO, CAP. VEZ
21 “ No todo el que me dice, ‘ Señor, Señor !’ entrará,
“ en el reino de los cielos ; sino el que hace la volim-
2- “ tad de mi Padre que está, en los cielos. Muchos
“ me dirán en aquel dia : • Señor, Señor ! ¿ No profeti-
“ ‘ zamos en tu nombre, i en tu nombre lanzamos
“ ‘ demonios, i en tu nombre hicimos muchos mila-
-3 “ 1 gros ?’ X entonces les declararé yo : ‘Jamas os co-
“ 1 nocí ; apartáos de mí, los que obráis la iniquidad.’
24 “ Por tanto, cualquiera que oye estas mis palabras,
“ 1 i as cumple, lo asemejaré á un varón prudente,
25 “ que edificó su casa sobre la roca ; i bajó la lluvia’
“ i vinieron los ríos, i soplaron los vientos, i dieron
“ contra aquella casa, i no cayó ; porque liabia si-
26 “ do fundada sobre la roca. I todo el que oye es-
“ tas mis palabras, i no las cumple, se asemejará á
“ un varón fátuo, que edificó su casa sobre arena ;
27 “ i bajó la lluvia, i vinieron los ríos, i soplaron los
“ vientos, i dieron contra aquella casa, i cayó ; i fué
“ grande su caída.”
28 I aconteció, que cuando Jesús acabó [de decir] estas
palabras, quedaban atónitas las gentes de su ense-
29 fianza ; porque las enseñaba como quien tiene auto-
ridad, i no como los escribas.
t lll- 1 I habiendo bajado él del monte, lo siguieron mu-
2 chas gentes. I hé aquí, viniendo un leproso lo adora-
ba, diciendo : “ Señor, si quisieres, puedes limpiarme.”
3 Iestendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: “ Quie-
“ r °; sé limpiado.” I al punto se limpió de su lepra.
4 I le dice Jesús: “Mira que no lo digas á nadie ; pero
“ véte, muéstrate al sacerdote, i ofrece el don que
“ mandó Moisés, para [que sea] testimonio á ellos.”
5 I habiendo entrado Jesús en Capharnaum, acercó-
6 sele un centurión,® rogándole, i diciendo : “ Señor,
“ mi criado está postrado en casa, paralítico, i pade-
7 “ ciendo muchos dolores.” I le dice Jesús : “ Yo iré,
8 “ i lo sanaré.” I respondiendo el centurión dijo ;
“ Señor, no soi digno de que entres debajo de mí
“ técho ; mas solamente di una palabra, i mi criado
9 “ se curará. Porque también yo soi hombre sumiso á
“ autoridad, que tengo soldados sumisos á mí ; i digo á
“ este, 1 Vé iva; i á otro, ‘ Yen i viene ; i á mi siervo,
10 “ ‘ Haz esto i [lo] hace.” I oyendo [esto] Jesús, se
* Centurión, Capitán de cien soldados.
MATEO, CAP. VTIL 13 ■
maravilló, i dijo á los que [lo] seguían : “ En verdad
“ os digo que ni aun en Israel he hallado fé tan grande.
11 “ I os digo que muchos deOriente i de Occidente ven-
“ dran, i se reclinaran [á la mesa]® con Abraham, é
12 “ Isaac, i Jacob, en el reino de los cielos ; i los hijos
“ del reino serán echados fuera en las tinieblas exterio-
13 “ res ; allí será el llorar i el crujir de los dientes.” I
dijo Jesús al centurión : “ Véte, i según la fé aue tn-
“ viste, hágase contigo.” I se curó su criado en
aquella hora.
14 I habiendo entrado Jesús en la casa de Pedro,
15 vió á la suegra de este postrada, i con calentura. 1
tocóle la mano, i la dejó la calentura ; i se levantó, i
16 los servia. I venida la tarde, le trajeron muchos
endemoniados ; i lanzó los espíritus con una palabra,
17 i sanó todos los enfermos ; para que se cumpliese lo
que fué dicho por medio de Isaías el profeta, que
dijo ; “ El mismo tomó nuestras enfermedades, i llevó
“ [nuestras] dolencias.”.
18 I viendo Jesús muchas gentes al rededor de sí,
mandó que se fuesen á la otra parte mas allá [del
19 lago.] I acercándose un escriba, le dijo : “ Maestro,
20 “ te seguiré adonde quiera que te vayas.” I le dice
Jesús: “ Las raposas tienen madrigueras, i las aves
“ del cielo sitios donde habitar ; mas el Hijo del
21 “ hombre no tiene en donde recline la cabeza.” I
otro de sus discípulos le dijo : “ Señor, permíteme ir
22 “ primero i enterrar á mi padre.” Mas Jesús le dijo :
“ Sígueme, i deja á los muertos el enterrar á sus
“ muertos.”
23 I habiendo él entrado en la barca, lo siguieron sus
24 discípulos. I, hé aquí, se levantó una gran tormenta
en la mar, de modo que las ondas cubrían la barca ;
25 mas él dormía- I acercándose sus discípulos lo
despertaron, diciendo : “ ¡ Señor, sálvanos, que pere-
26 “ cemos !” I les dice : “ ¿ Por qué os acobardáis,
“ [hombres] de poca fé ?” Entonces, habiéndose le-
vantado, reprendió á los 'vientos i la mar ; i sobre-
27 vino una gran bonanza. I los hombres se maravi-
llaron, diciendo : “ ¿ Quién es este ? pues aun los
“ vientos i la mar le obedecen.”
28 I habiendo él pasado á la otra parte mas allá [del
lago], al pais de los Gergesenos, lo encontraron dos
* En e3ta posición era costumbre ponerse á la mesa.
14
MATEO, CAP. IX.
endemoniados, que salían de los sepulcros, tan
fieros que nadie podía pasar por aquel camino.
29 I hé aquí, clamaron, diciendo : “ ¡ Qué tenemos
“ que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios f ¿Has veni-
80 “ do acá á hacernos padecer antes de tiempo f” I lé-
josde ellos hahia una piara de muchos cerdos, pacien-
31 do. I los demonios le rogaban, diciendo : “ Si nos
“ lanzas [de aquí], permítenos ir ála piara de cerdos.”
32 I les dijo : “ Idos.” I habiendo ellos salido, se fue-
ron á la piara de cerdos ; i, hé aquí, toda la piara de
cerdos bajó, corriendo impetuosamente, por el der-
33 Tumbadero á la mar; i murieron en las aguas. I
los porqueros huyeron ; i habiéndose ido á la ciudad,
dieron aviso de todo, i de lo que habia acerca de los
34 endemoniados. I, hé aquí, toda la ciudad salió al
encuentro de Jesús ; i al verlo, le rogaron que pasase
de sus confines.
IX. 1 I habiendo entrado en la barca atravesó [el lago],
2 i vino á su propia ciudad. I hé aquí, le trajeron un
paralítico, postrado en mía camilla. I viendo Jesús
la fé de ellos, dijo al paralítico : “ Ten buen ánimo,
3 “ hijo, perdonados te son tus pecados.” I, hé aquí,
algunos de los escribas dijeron dentro de sí ; “ Este
4 “ blasfema.”t I viendo Jesús los pensamientos de
ellos, dijo ; “ ¿ Por qué pensáis mal vosotros en vues-
5 “ tros corazones ? ¿Pues qué cosa es mas fácil, el decir :
“ 1 Perdonados te son los pecados ó el decir : ‘ Le-
6 “ 1 vántate i anda ?’ Mas para que sepáis, que el Hijo
“ del hombre tiene autoridad en la tierra para per-
“ donar pecados entonces dice al paralítico : “ Le-
7 “ vántate, llévate tu camilla, i véte á tu casa.” I
8 habiéndose levantado, fuése á su casa. I viéndolo
las gentes, se maravillaron, i glorificaron á Dios que
habia dado tal autoridad á los hombres.
9 I pasando Jesús de allí, vio á un hombre sentado
en el despacho de los alcabaleros, llamado Mateo, i le
dijo : “.Sígueme.” I poniéndose en pié, lo siguió.
10 I aconteció que mientras él estaba recostado [á la
mesa] en la casa, hé aquí, también vinieron muchos
alcabaleros i pecadores, i se recostaron [á la mesa]
11 con Jesús i con sus discípulos. I viéndolo los Fa-
riseos, dijeron á sus discípulos : “ ¿ Por qué come
* Blasfemar, es hablar mal contra Dios 6 los hombres.
MATEO, CAP. IX. 15
“ vuestro maestro con ios alcabaleros, i con los pe-
12 “ cadores 1" I oyéndolo Jesús, les dijo : “ No los
“ que están robustos, sino los que están enfermos,
13 “ han menester de médico. Mas id, i aprended qué
“ es [esto] : ‘ Quiero misericordia, i no [solamente] sa-
“ ‘ orificio porque no he venido á llamar justos,
“ sino pecadores á arrepentimiento.”
14 Entonces se acercan á él los discípulos de Juan,
diciendo Por qué ayunamos mucho nosotros i los
15 “ Fariseos, i tus discípulos no ayunan ?” I Jesús les
dijo : “ i Pueden tener pesar los compañeros de boda
“ del esposo mientras está con ellos el esposo ? Mas
“ vendían dias en que les será quitado el esposo, i en-
16 “ tonces ayunaran. I no echa nadie un remiendo de
“ paño nuevo á un vestido viejo ; porque el remien-
“ do desgarra [una parte] del vestido, i se hace peor
17 “ la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos ;
“ de otra manera, se rompen los odres, i el vino se
“ derrama, i se pierden los odres. Mas echan vino
“ nuevo en odres nuevos, i [así] ambas cosas se con-
“ servan juntamente.”
18 Hablándoles él de estas cosas, hé aquí, un prin-
cipe vino i lo adoraba, diciendo : “ Mi hija acaba
“ de morir ; mas ven, impon tu mano sobre ella,
19 “ i vivirá.” I levantándose Jesús, lo siguió con sus
discípulos.
20 I, hé aquí, una muger que padecía de un flujo de
sangre doce años habia, acercándose por detras, tocó
21 la franja de su vestido. Porque decia dentro de sí :
22 “ Si solamente tocare sn vestido, seré salva.” I vol-
viéndose Jesús, i viéndola, dijo : “ Ten buen ánimo,
“ hija ; tu fé te ha salvado.” I la muger fué salva
desde aquella hora.
23 . 1 habiendo entrado J esus en la casa del prin-
cipe i visto los tañedores de flautas, i la gente que
24 alborotaba, les dijo : “ Eetiráos ; porque la doncella
“ no ha muerto, sino que está durmiendo.” I se
25 reian de él. I cuando fué echada fuera la gente,
entró, i la tomó por la mano ; i se levantó la don-
26 celia. I corrió la fama de esto por toda aquella
tierra.
27 I pasando J esus de allí, lo siguieron dos ciegos, cía.
mando, i diciendo : “ Ten misericordia de nosotros,
28 “ Hiio de David.” I cuando hubo entrado en la
16 MATEO, CAP. X.
casa, se acercaron á él los ciegos ; i Jesús les dijo :
“ ¿ Teneis fé en que puedo hacer esto ?" Le dicen :
29 “ Sí Señor.” Entonces les tocó los ojos, diciendo :
30 “ Según vuestra fé, [así] os sea hecho.” Ifueron abier-
tos sus ojos. I les encargó Jesús estrechamente, di-
31 ciendo : “ Mirad que nadie lo sepa.” Mas ellos,
habiendo salido, hicieron pública la fama de él por
toda aquella tierra.
32 I mientras salian ellos, hé aquí, le trajeron un hom-
33 bre mudo, endemoniado. I lanzado el demonio, ha-
bló el mudo. I se maravillaron las gentes, dicien-
34 do : “ Jamas ha aparecido tal cosa en Israel.” Mas
los.Fariseos decían : “ En virtud del príncipe de los
“ demonios lanza los demonios."
35 I Jesús dió vuelta por todas las ciudades i las aldeas,
enseñando en sus congregaciones, i proclamando la
buena nueva del reino, i sanando toda dolencia i to-
3G do achaque en el pueblo. I viendo las gentes, se com-
padeció de ellas ; porque desfallecían, i estaban abati-
37 das, como ovejas que no tienen pastor. Entonces
dice á sus discípulos : “ La mies, sí, [es] mucha, mas
38 “ los trabajadores, pocos. Por tanto suplicad al Señor
“ de la mies, para que envie trabajadores á su mies.”
X. 1 I habiendo llamado á sí á sus doce discípulos, les
dió autoridad sobre espíritus inmundos, de modo
que los lanzasen, i sanasen toda dolencia i todo
2 achaque. I los nombres de los doce enviados 0 son
estos : el primero, Simón, llamado Pedro, i Andrés
su hermano ; Jacobo, el de Zebedeo, i Juan su her-
3 mano ; Felipe i Bartolomé ; Tomas i Mateo el alca-
balero ; Jacobo, el de Alfeo, i Lebeo, por sobrenombre
4 Tadeo ; Simón, el Cananeo, i Judas Iscariote,!
que también lo entregó.
5 A estos doce envió Jesús, habiéndoles mandado,
diciendo ;
“ No toméis el camino de los gentiles, ni en-
6 “ treis en ciudad de Samaritanos. Mas id antes á
7 “ las ovejas perdidas de la casa de Israel. I yendo
“ proclamad i decid : 1 Se ha acercado el reino de los
8 “ ‘ cielos.’ Sanad enfermos, limpiad leprosos, resuci-
“ tad muertos, lanzad demonios ; dad como don, [lo
* Enviado, en griego apostólos . i Iscariote, un hombre de Kerioth.
MATEO, CAP. X 17
9 “ que] como don habéis recibido. No os proveáis de
10 “ oro, ni plata, ni cobre, para vuestros cintos ; no
“ de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni
“ calzado, ni báculo ; porque el trabajador es digno
“ de su alimento.
11 “ I en cualquiera ciudad ó aldea en que entráreis,
“ averiguad quien en ella es digno, i permaneced
12 “ con él hasta que salgáis de [ella]. I entrando en la
13 “ casa, saludádla. I si la casa fuere digna, venga
“ vuestra paz sobre ella ; mas si no fuere digna, vuél-
14 “ vase vuestra paz á vosotros. I caso que alguno
“ no os recibiere, ni escuchare vuestras palabras, sali-
“ endo de esa casa ó ciudad, sacudid el polvo de
15 “ vuestros piés. En verdad os digo que para la tierra
“ de Sodoma i Gomorra será mas tolerable el dia del
“ juicio, que para aquella ciudad.
1G “ Hé aquí, yo os envió como ovejas en medio de
“ lobos ; por tanto sed prudentes como serpientes, i
17 “ sencillos como palomas. I guardáos de los hombres ;
“ pues os entregaran á tribunales, i os azotaran en
18 “ sus congregaciones ; I por mi causa sereis con-
“ ducidos ante gobernadores también i reyes, para
19 “ [que deis] testimonio á ellos i á los gentiles. Mas
“ cuando os entregaren, no andéis afanados por
“ cómo ó qué hablareis, porque os será dado en
20 “ aquella hora lo que habéis de hablar ; porque no
” sois vosotros los que habíais, sino el Espíritu de
21 “ vuestro Padre que habla en vosotros. I se entre-
“ garan á la muerte hermano á hermano, i padre á
“ hijo ; é hijos se levantaran contra padres, i los
22 “ haran morir. I sereis aborrecidos de todos por
“ causa de mi nombre : mas el que perseverare hasta
23 “ el fin, él se salvará. I cuando os persigan en esta
“ ciudad, huid á la otra ; porque en verdad os digo,
que no acabareis las ciudades de Israel, antes que
“ venga el Hijo del hombre.
24 “ Un discípulo no es mas que [su] maestro, ni un
20 “ siervo mas que su señor. Bástale al discípulo ser
“ como su maestro, i al siervo como su señor. Si al
padre de familias han llamado Beelzebú ¿ cuánto
26 “ mas á los de su casa ? Por tanto no los temáis : por-
“ que nada hai encubierto, que no haya de ser descubi-
21 “ erto ; ni oculto, que no haya de saberse. Lo que os
“ digo en tinieblas, decidlo en la luz ; i lo que oís
B
18 MATEO, CAP. X. XI.
28 “ al oído, proclamadlo sobre los terrados. I no te-
“ mais á los que matan el cuerpo, mas no pueden
“ matar el alma ; pero temed antes al que puede
“ destruir á ambos alma i cuerpo en el infierno.
29 “ i No se venden dos pajarillos por dos cuartos ? i ni
“ uno de ellos caerá, en tierra sin [la voluntad de]
30 “ vuestro Padre. I de vosotros, aun los cabellos de la
31 “ cabeza están contados todos. Por tanto no temáis ;
“ valéis vosotros mas que muchos pajarillos.
32 “ Así pues, á cualquiera que me confesare delante
“ de los hombres, yo también lo confesaré delante de
33 “ mi Padre que está en los cielos. Mas á cualquiera
“ que me negare delante de los hombres, yo también
“ lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
34 11 No penséis que he venido á echar paz en la tierra ;
35 “ no he venido á echar paz, sino espada. Pues he
“ venido á poner á un hombre contra su padre, i á
“ una hija contra su madre, i á una nuera contra su
36 “ suegra : i los enemigos del hombre [serán] los de
37 “ su casa. Quien ama á padre ó á madre mas que á
“ mí, no es digno de mí ; i quien ama á hijo ó á
38 “ hija mas que á mí, no es digno de mí ; i quien no
“ carga con su cruz, i sigue en pos de mí, no es dig-
39 “ no de mí. Quien hubiere hallado su vida, la per-
“ derá ; i quien hubiere perdido su vida por causa de
“ mí, la hallará.
40 “ Quien á vosotros recibe, á mí me recibe ; i quien
“ á mí me recibe, recibe á aquel que me ha en-
41 “ viado. Quien recibe á un profeta en nombre de
“ profeta, recibirá recompensa de profeta ; i quien
“ recibe á un justo en nombre de justo, recibirá re-
42 “ compensa de justo. I cualquiera que diére de be-
“ ber á uno de estos pequeñuelos un vaso de [agua]
“ fría solamente, en nombre de discípulo, en verdad
“ os digo, que no perderá su recompensa.”
XI. 1 I aconteció, que cuando Jesús acabó de dar man-
damientos á sus doce discípulos, pasó de allí para en-
señar i hacer la proclamación en las ciudades de ellos.
2 I habiendo oido Juan en la prisión las obras del
3 Ungido, envió dos de sus discípulos á decirle : “¿Eres
“ tú el que ha de venir, ó hemos de esperar á otro ?”
4 I respondiendo Jesús les dijo : “ Id i contad á Juan,
MATEO, CAP. XI. 19
6 “ lo que ois i veis. Los ciegos reciben la vista, i los
“ cojos andan ; los leprosos son limpiados, i los sordos
“ oyen ; los muertos son resucitados, i se anuncian
6 “ buenas nuevas á los pobres. I feliz es cualquiera
“ que no hallare ocasión de tropiezo en mí.”
7 Yéndose estos, empezó Jesús á decir á las gentes
acerca de Juan : “ ¿Qué salisteis á ver al despoblado ?
8 “ ¿ una caña agitada por el viento ? Mas ¿ qué saliste-
“ is á ver 1 ¿ á un hombre vestido de ropas delicadas ?
“ Hé aquí, los que gastan cosas delicadas en las
9 “ casas de los reyes están. Mas ¿ qué salisteis á ver ?
10 “ á un profeta 1 Sí, os digo ; i mas que profeta. Pues
“ este es acerca do quion está escrito : 1 Hé aquí,
“ ‘ yo envió mi mensagero ante tu faz, el cual pre-
11 “ ‘ parará tu camino delante de tí.’ En verdad
“ os digo, que no se ha levantado entre los nacidos
“ de mugeres uno mayor que Juan el Sumergidor ;
“ mas el menor en el reino de los cielos, es mayor
12 “ que él. I desde los dias de Juan el Sumergidor
“ hasta ahora, el reino de los cielos se toma por
13 “ violencia, i violentos lo arrebatan. Porque todos
14 “ los profetas, i la lei, hasta Juan, profetizaron ; i
“ si queréis recibir[lo], el mismo es Elias que iba á
15 “ venir. El que tiene oidos para oir, oiga.
16 “ Mas ¿ á quién asemejaré esta generación ? Seme-
“ jante es á muchachos sentados en las plazas, que
17 “ dan voces á sus compañeros, i dicen : ‘ Os hemos
“ 1 tocado la flauta, i no habéis bailado; hemos plañi-
18 “ 1 do, i no habéis hecho duelo.’ Porque ha venido
“ J uan sin comer ni beber, i dicen : ‘ Tiene un demo-
19 ‘ “ nio.’ Ha venido el Hijo del hombre, comiendo i
“ bebiendo, i dicen : 1 Hé aquí, un gloton i un bebedor
“ 1 de vino, un amigo de alcabaleros i de pecadores.’ I
“ [sin embargo] la sabiduría ha sido justificada por
“ sus hijos.”
20 Entonces empezó á reconvenir á las ciudades en
que se habían hecho los mas de sus milagros, porque
no se arrepintieron.
21 “¡Ai de tí Corozain ! ¡Ai de tí Bethsaida ! porque
“ si en Tiro i en Sidon se hubiesen hecho los mila-
“ gros que se han hecho en vosotras, mucho tiempo
“ há que se hubieran arrepentido en saco i en ceniza.
22 “ Ademas os digo, que para Tiro i Sidon será mas
23 “ tolerable el día del juicio, que para vosotras. I tú,
20 MATEO, GAP. XII.
“ Capharnaum, que hasta el cielo has sido ensalzada,
“ seras ahajada hasta el hades porque si en Sodo-
“ ma se hubiesen hecho los milagros que se han hecho
24 “ en tí, hubiera permanecido hasta este dia. Ade-
11 mas os digo, que para la tierra de Sodoma será mas
“ tolerable el dia del juicio que para tí.”
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo : “ A
“ tí te alabo, Padre, Señor del cielo i de la tierra,
“ porque has encubierto estas cosas á sabios i pru-
26 “ dentes, i las has descubierto á pequeñuelos. Sí,
“ Padre, porque así fué tu beneplácito.
27 “ Todas las cosas me han sido entregadas por mi
“ Padre ; i nadie conoce al Hijo, sino el Padre ; ni
“ conoce alguno al Padre, sino el Hijo, i á quien al
28 “ Hijo pluguiere descubrirlo. Venid á mí todos los
“ que estáis trabajados i cargados, i yo haré que des-
29 “ canséis. Llevad mi yugo sobre vosotros, i apren-
“ ded de mí ; porque soi manso i humilde de cora-
“ zon ; i hallareis descanso para vuestras almas.
30 “ Porque mi yugo es suave, i ligera mi carga.”
XII. 1 En aquel tiempo fué Jesús en el dia de reposo
por los sembrados ; i sus discípulos tuvieron hambre,
2 i empezaron á coger espigas, i comer. I viéndolo los
Fariseos, le dijeron : “ Hé aquí, tus discípulos hacen
3 “ lo que no es lícito hacer en un dia de reposo.” I él
les dijo : “ ¿ No habéis leido lo que hizo David, cuan-
4 “ do tuvo hambre él, i los que con él estaban ? ¿ Co-
“ mo entré en la casa de Dios, i comió los panes puestos
“ en la presencia [de Dios], que no le era lícito comer
“ á él, ni á los que con él estaban, sino á solos los sa-
5 “ cerdotes 1 ¡O no habéis leido en la lei, que, en el
“ dia de reposo, los sacerdotes en el lugar santo profa-
6 “ nan el dia de reposo, i no son culpables ? I os di-
“ go que uno mayor que el lugar santo está aquí.
7 “ I si hubierais sabido qué es [esto] : ‘ Quiero miseri-
“ ‘ cordia, i no [solamente] sacrificio : ’ no hubierais
8 “ condenado á los que no son culpables. Porque el
“ Hijo del hombre es Señor aun del dia de reposo.”
9 I habiendo pasado de allí, entró en la congrega-
* Hades significa el lugar donde están las almas de los muertos, sea
de los buenos en gozo, sea de los malos en tormento, — Luc. xvi. 23-30 :
mas algunas veces significa solamente el lugar donde están las almas
de los malos ; (5, por metáfora, el lugar ínfimo, — Mat. xvi. 18.
MATEO, CAP. XH 21
10 cion de ellos. I hé aquí había [allí] un hombre que
tenia una mano seca. I para acusarlo, le pregunta,
ron, diciendo : “ ¡ Es lícito sanar en el dia de reposo ?”
11 I él les dijo : “ ¿ Qué hombre habrá de vosotros, que
“ tenga una sola oveja, i si esta cayere en un foso en el
12 “ dia de reposo, no la agarre i la saque ? ¿ Puescuán-
“ to mas vale un hombre que una oveja ? así que es
13 “ lícito hacer bien en el dia de reposo.” Entonces
dice al hombre : “ Estiende tu mano." I la esten-
dió ; i le fué restituida sana como la otra.
14 I los Fariseos, habiendo salido, consultaron entre sí
15 contra él, para destruirlo. I Jesús sabiéndolo, retiróse
10 de allí ; i losiguieron muchos, i los sanó á todos ; i les
17 encargó que no le diesen á conocer. Para que se
cumpliese lo que fué dicho por medio de Isaías el pro-
18 feta, que dijo : “ Hé aquí mi siervo, que he escogido ;
“ mi amado, en quien se ha complacido mi alma ;
“ pondré sobre él mi espíritu, i anunciará lo recto
19 “ á los gentiles. No contenderá, ni voceará, ni
20 “ oirá alguno su voz en las plazas. La caña cascada
“ no la quebrará, i la mecha que humea, no la apaga-
21 “ rá, hasta que saque á victoria lo recto. I en su
“ nombre esperaran los gentiles.”
22 Entonces le fué traído un endemoniado, ciego i mu-
do, i lo sanó, de modo que el ciego i mudo habló i
23 vió. I todas las gentes estaban pasmadas, i decian :
24 “ i Acaso es este el Hijo de David ?” Mas los Fariseos,
oyéndolo, dijeron : “ Este no lanza los demonios sin o
25 “ por Beelzebú, príncipe de los demonios.” I sabien-
do J esus los pensamientos de ellos, díjoles : “ Todo rei-
“ no dividido contra sí mismo, será desolado ; i ningu-
“ na ciudad ó casa dividida contra sí misma, se
26 “ establecerá. I si Satanes lanza á Satanas, contra sí
“ mismo está dividido ; ¿ cómo pues se establecerá su
27 “ reino ? I si yo por Beelzebú lanzo los demonios,
“ ¿ vuestros hijos, por quién los lanzan ? Por esta
28 “ causa ellos serán vuestros jueces. Mas si yo por el
“ Espíritu de Dios lanzo los demonios, síguese que el
29 “ reino de Dios ya ha llegado á vosotros. O ¿ cómo
“ puede alguno entrar en la casa del fuerte, i saquear
“ sus muebles, si primero no atare al fuerte ? i en-
30 “ tonces saqueará su casa. El que no es conmigo,
“ contra mí es ; i el que no recoge conmigo, esparce.
31 “ Por causa de esto, os digo : Todo pecado, i toda
n 2
22
MATEO, CAP. XII.
“ infamación se perdonará á los hombres ; mas la in-
“ famacion del Espíritu no se perdonará á los liom-
32 “ bres. I á cualquiera que dijere una palabra contra
“ el Hijo del hombre, se le perdonará ; mas á cual-
“ quiera que [la] dijere contra el Espíritu Santo,
“ no se le perdonará, ni en este siglo, ni en el que va
33 11 á venir. O haced el árbol bueno, i su fruto bueno,
“ <5 haced el árbol malo, i su fruto malo ; porque por
34 “ el fruto se conoce el árbol. ¡ Hazas de víboras ! ¿ c6-
“ mo podéis hablar cosas buenas, siendo malos f por-
“ que de la abundancia del corazón habla la boca.
35 “ El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca
11 buenas cosas ; i el hombre malo del mal tesoro,
36 “ saca malas cosas. I os digo, que acerca de toda pa-
“ labra ociosa que hablaren los hombres, han de
37 “ dar cuenta en el dia del juicio. Porque por tus pala-
“ bras seras justificado, i por tus palabras seras con-
“ denado.”
38 Entonces respondieron algunos de los escribas i
Fariseos, diciendo : “ Maestro, queremos ver señal
39 “ de tí” Mas él respondiendo les dijo : “ Una genera-
“ cion mala i adúltera solicita una señal ; i señal no
40 “ se le dará, sino la señal de Joñas el profeta. Por-
“ que así como Joñas estuvo en el vientre del gran pez
“ tres dias i tres noches ; así estará el Hijo del hom-
“ bre en el corazón de la tierra tres dias i tres noches.
41 “ Hombres de Nínive resucitaran en el juicio con
“ esta generación i la condenaran, porque se arrepin-
11 tieron por causa de lo proclamado por Joñas ; i
42 “ mirad ! [hai] mas que Joñas aquí ! Una reina del
“ Mediodía resucitará en el juicio con esta generación,
“ i la condenará ; porque vino de los estremos de la
“ tierra para oir la sabiduría de Salomón, i mirad !
“ [hai] mas que Salomón aquí !
43 “ Mas cuando el espíritu inmundo ha salido del
“ hombre, transita por lugares sin agua, buscando des-
44 “ canso, i no lo halla. Entonces dice : ‘ Me volveré á
“ ' mi casa, de donde salí i habiendo venido, hállala
45 “ desocupada, barrida, i adornada. Entonces va, i
“ lleva consigo otros siete espíritus, mas malos que él
“ mismo, i entrando moran allí ; i lo postrero de
“ aquel hombre se hace peor que lo primero. Así
“ también será con esta mala generación.”
46 I hablando él todavia á las gentes, lié aquí, su
MATEO, CAP. XHI. 23
madre i sus hermanos estaban fuera, que procuraban
47 hablarle. I alguno le dijo : “ Hé aquí, tu madre
“ i tus hermanos están fuera, que procuran ha-
48 “ blarte.” Mas él respondiendo dijo al que le habló :
“ ¿ Quién es mi madre, i quienes son mis hermanos 1”
49 I habiendo estendido su mano hácia sus discípulos,
50 dijo : “ Hé aquí mi madre, i mis hermanos. Porque
“ cualquiera que hiciere la voluntad de mi Padre que
“ está en los cielos, el mismo es mi hermano, i mi
“ hermana, i mi madre.”
XIII. 1 I en aquel dia habiendo salido Jesús de la casa,
2 sentóse junto á la mar. I se juntaron con él muchas
gentes, así que habiendo entrado en la barca, se
sentó ; i toda la gente estaba en pié sobre la ribera.
3 I les habló muchas cosas en símiles, diciendo :
4 “ Hé aquí, un sembrador salió á sembrar. I mien-
“ tras sembraba, algunos [granos] cayeron junto al ca-
5 “ mino, i vinieron las aves i se los comieron. Otros
“ cayeron sobre sitios pedregosos, donde no tenían
“ mucha tierra ; i nacieron luego por causa de no tener
6 “ profundidad la tierra. I salido el sol, se quemaron,
7 “ i por causa de no tener raiz se secaron. Otros caye-
“ ron sobre espinos, i crecieron los espinos, i los aho-
8 “ garon. I otros cayeron sobre buena tierra, i dieron
9 “ fruto ; uno ciento, otro sesenta, i otro treinta. El
“ que tiene oidos para oir, oiga.”
10 í acercándose los discípulos, le dijeron : “¿Porqué
11 “ les hablas en símiles ?” I él respondiendo les di-
jo : “ Porque á vosotros os es dado saber los secretos
“ del reino de los cielos ; mas á ellos no les es dado.
12 “ Porque al que tiene, se le dará, i abundará ; mas
“ al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
13 “ Por causa de esto les hablo en símiles, porque vien-
14 “ do no ven, i oyendo no oyen, ni entienden ; i se
“ cumple en ellos la profecía de Isaías, la cual dice :
■ “ ‘ De oido oiréis, i no entendereis ; i viendo vereis, i
15 “ 1 no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se
“ ‘ ha engrosado, i han oido con sus oidos pesada-
“ ‘ mente, i han cerrado sus ojos; no sea que vean
“ ‘ con los ojos, i oigan con los oidos, i entiendan con
16 “ 1 el corazón, i se conviertan, i los sane.’ Mas felices
“ vuestros ojos, porque ven ; i vuestros oidos, porque
17 “ oyen. Pues en verdad os digo que muchos profetas
24 MATEO, CAP. XIII.
“ i justos desearon ver las cosas que veis, i no las
“ vieron ; i oir las cosas que ois, i no las oyeron.
18 “ Vosotros pues escuchad el símil del sembrador.
19 “A cualquiera que oye la palabra del reino, i no la
“ entiende, viene el malo, i arrebata lo sembrado
“ en su corazón. Este es el que recibió simiente
20 “ junto al camino. I el que recibió simiente sobre
“ sitios pedregosos, este es el que oye la palabra, i al
21 “ punto la recibe con gozo ; mas no tiene en sí raiz,
“ sino es para poco tiempo ; i, sobreviniendo la tri-
“ bulacion ó persecución por causa de la palabra, al
22 “ punto baila ocasión de tropiezo. I el que recibió si -
“ miente entre espinos, este es el que oye la palabra,
“ mas el afan de este siglo, i el engaño de las rique-
23 “ zas abogan la palabra, i bácese infructuosa. I el
“ que recibió simiente sobre la tierra buena, este es el
“ que oye la palabra, i la entiende ; el cual verdade-
“ ramente da fruto ; i lleva, uno ciento, otro sesen-
“ ta, i otro treinta.”
24 Otro símil les propuso, diciendo : “El remo de los
“ cielos es semejante á un hombre que siembra buena
25 “ simiente en su campo. I mientras dormían los
“ hombres, vino su enemigo, i sembró zizafía en me-
26 “ dio del trigo, i se fue. I cuando la yerba [del tri-
“ go] brotó, i llevó fruto, entonces apareció también
27 “la zizaña. I acercándose los siervos del padre de
“ familias, le dijeron : ‘ Señor, ¿ no sembraste buena
“ ‘ simiente en tu campo ? ¿ de dónde pues tiene la zi-
28 “ ‘ zana. V I él les dijo : ‘ Un enemigo ba hecho esto.'
“ I l° s siervos le dijeron : ‘ ¿ Quieres pues que nos va-
29 “ 1 yamos i la cojamos ?’ I él dijo : ‘ No ; no sea que
“ * cogiendo la zizafía, arranquéis juntamente con ella
30 “ * el trigo. Dejad á ambos crecer juntos basta la
“ ‘ siega ; i al tiempo de la siega diré á los segadores :
“ ‘ Coged primero la zizaña, i atadla en manojos para
“ ‘ quemarla ; mas el trigo recogedlo en mi granero/ ”
31 Otro símil les propuso, diciendo : “ El reino de los
“ cielos es semejante á un grano de mostaza, que to-
32 “ mó un hombre i sembró en su campo ; la cual es,
“ sí, la menor de todas las simientes ; mas cuando ha
“ crecido, es mayor que las bortabzas, i se hace un
“ árbol, de modo que las aves del cielo vienen i ha-
“ cen su habitación en sus ramas.”
33 En otro símil les habló : “ Semejante es el reino de
MATEO, CAP. Xm. 25
“ los cielos á la levadura que tomó una muger,i es-
“ condió en tres satos 0 de harina, basta que todo filé
“ fermentado.”
34 Todas estas cosas habló Jesús en símiles á las gen-
35 tes, i sin símil no les hablaba ; para que se cumplie-
se lo que fué dicho por medio del profeta, que dijo :
“ Abriré en símiles mi boca ; proferiré cosas escondi-
“ das desde la fundación del mundo.”
36 Entonces, habiendo despedido á las gentes, Jesús en-
tró en la casa ; i acercáronse á él sus discípulos, dicien-
do : “ Esplícanos el símil de la zizaña del campo.”
37 I él respondiendo les dijo : “El que siembra la buena
38 “ simiente es el Hijo del hombre ; el campo es el
“ mundo ; la buena simiente son los hijos del reino ;
89 “la zizaña son los hijos del malo ; el enemigo que
“ la sembró es el calumniador ; la siega es la con-
“ clusion del siglo ; los segadores son mensageros [de
40 “ Dios]. Pues así como se coge la zizaña, i se que-
“ ma al fuego, así será en la conclusión de este siglo.
41 “ Enviará el Hijo del hombre sus mensageros, i coge-
“ ran de su reino todo lo que es ocasión de tropiezo,
42 “ i á los que cometen la iniquidad, i los echaran en
“ el horno del fuego. Allí será el llorar i el crujir de
43 “los dientes. Entonces los justos resplandecerán co-
“ mo el sol en el reino de su Padre. El que tiene
“ oidos para oir, oiga.
44 “ De nuevo, semejante es el reino de los cielos á
“ un tesoro escondido en el campo, que habiéndolo
“ hallado un hombre, lo escondió ; i de gozo se fué, i
“ vendió todo lo que tenia, i compró aquel campo.
45 “ De nuevo, semejante es el reino de los cielos á un
46 “ mercader, que busca buenas perlas, i quien, habien-
“ do hallado una perla de gran precio, se fué, i vendió
“ todo lo que tenia, i la compró.
47 “ De nuevo, semejante es el reino de los cielos á
“ una red barredera, que fué echada en la mar, i recogió
48 “ [peces] de todo género : la cual, cuando se llenó, la
“ sacaron á la ribera, i habiéndose sentado, recogieron
“ los buenos en vasijas, mas echaron fuera los malos.
49 “ Así será en la conclusión del siglo : saldrán los men-
“ sageros [de Dios], i separaran á los malos de entre los
60 “ justos, i los echaran en el homo del fuego : allí
“ será el llorar i el crujir de los dientes.”
* Sato, medida igual ú dos ó tres celemines.
26 MATEO, CAP. XIV.
61 Jesús les dice : “ ¿ Habéis entendido todas estas co
“ sas ?” Dícenle : “ Sí Señor.”
52 I él les dijo : “ Por causa de esto todo escriba que
“ ha sido hecho discípulo en el reino de los cielos,
“ semejante es á un padre de familias, que saca de su
“ tesoro cosas nuevas i antiguas.”
63 I aconteció que cuando Jesús acabó estos símiles,
64 pasó de allí. I habiendo entrado en su patria, los
enseñaba en la congregación de ellos, de modo que
quedaban atónitos, i decían : “ ¿ Do dónde á este esta
55 “ sabiduría i estos milagros ? ¿ No es este el hijo del
“carpintero? ¿ No se llama su madre Maria ? ¿I sus
56 “ hermanos, Jacobo, i Joses, i Simón, i Júdas ? ¿I sus
“ hermanas, no están todas con nosotros ? ¿De dón-
67 “ de pues [vienen] á este todas estas cosas 1 " I ha-
llaban ocasión de tropiezo en él. I Jesús les dijo:
“ Un profeta no es sin honra, sino en su patria, i en
58 “ su casa.” I no hizo allí muchos milagros por causa
de la falta de fé de ellos.
XIV. 1 En aquel tiempo Heródes el Tetrarca® oyó la
2 fama de Jesús, i dijo á sus criados: “ Este es Juan
“ el Sumergidor ; él ha resucitado de entre los muer-
“ tos, i por causa de esto [el poder de hacer] milagros
3 “ obra en él.” Porque Heródes, habiendo prendido
á Juan, lo ató, i puso en la cárcel, por causa de Hero-
4 días, la muger de Felipe su hermano. Porque Juan
5 le decía : “Note es lícito tenerla.” I quiso matarlo,
pero temió á la gente ; porque lo tenían por un pro-
6 feta. I cuando se celebraba la fiesta del nacimi-
ento de Heródes, la hija de Herodías bailó en medio
7 [de los convidados], i agradó á Heródes. De donde
[vino] que conjuramento declarase que le daría cual-
8 quiera cosa que pidiese. I ella, prevenida antes por
su madre, dijo : “ Dame aqui, en un plato, la cabeza
9 “ de Juan el Sumergidor.” I se entristeció el rei ; mas
por causa de los juramentos, i de los que estaban re-
10 costados con él [á la mesa], mandó que se le diese. I
11 envió á degollar á Juan en la cárcel. I fué traída
su cabeza en un plato, i dada á la doncella ; i la
* Tclrarca, ó gobernador de una cuarta parte , era el título de ciertos
gobernadores en el imperio romano.
MATEO, CAP. XIV. 27
12 llevó á su madre. I acercándose sus discípulos cogie-
ron el cuerpo, i lo enterraron, i fueron á dar aviso á
Jesús.
13 I habiéndolo oido Jesús, retiróse de allí aparte en
una barca á un lugar despoblado. I cuando lo oye-
ron las gentes, lo siguieron de las ciudades por tierra.
14 I al salir Jesús vió un gran gentío, i se compadeció
de ellos i sanó á sus enfermos.
15 I venida la tarde, se acercaron á él sus discípulos,
diciendo : “ El lugar es despoblado, i la hora ha
“ pasado ya ; despide las gentes para que se vayan
16 “ á las aldeas, i se compren vituallas.” I Ies dijo
Jesús : “ No tienen que irse ; dadles vosotros de
17 comer.” I ellos le dicen. “ No tenemos aquí sino cin-
1 8 “ co panes, i dos peces.” I él dijo : “Traédmelos acá.”
19 1 mandó que las gentes se reclinasen sobre la yer-
ba, i tomó los cinco panes i los dos peces, i miran-
do hácia el cielo, bendijo [á Dios] ; i partió i dió los
panes á los discípulos, i los discípulos á las gentes.
20 I comieron todos, i se hartaron ; i cogieron los peda-
21 zos que sobraron, doce cestas llenas. I los que comi.
eron, fueron como unos cinco mil varones, fuera de
las mugeres i niños.
22 I luego Jesús obligó á sus discípulos á entrar en
la barca, é ir antes que él á la parte mas allá [del
23 lago], mientras que despedia las gentes. I habiéndo-
las despedido, subió aparte al monte á orar. I ve-
24 nida la noche, estaba allí solo. I la barca ya estaba
en medio de la mar, combatida de las ondas ; porque
25 el viento era contrario. I á la cuarta vela de la noche
26 Jesús fué á ellos, andando sobre la mar. I los dis-
cípulos habiéndolo visto andando sobre la mar, se
timbaron, diciendo : “ Es una aparición i clamaron
27 de temor. Mas al punto les habló Jesús, diciendo:
28 “ Tened buen ánimo ; yo soi ; no temáis.” I re-
spondiéndole Pedro, dijo : “ Señor, si eres tú, mándame
29 “ ir á tí sobre las aguas.” I él dijo : “Ven.” I bajó
Pedro de la barca, i anduvo sobre las aguas para
30 ir á Jesús. Mas viendo que el viento era fuerte,
temió ; i habiendo empezado á hundirse, clamó di-
31 ciendo : “ Señor, sálvame.” I al punto Jesús, esten-
diendo la mano, lo asió, i le dijo : “ Hombre de poca
32 “ fé, ¿por qué has dudado ?” I cuando hubieron entra-
33 do en la barca, calmó el viento. I los que [estaban]
28
MATEO, CAP. XV.
en la barca vinieron i lo adoraron, diciendo : “ Ver.
“ daderamente Hijo de Dios eres.”
34 I habiendo atravesado [el lago], fueron á la tierra
85 de Gennesaret. I habiéndolo conocido los varones
de aquel lugar, enviaron [aviso] por todo aquel pais
36 de alrededor ; i le trajeron todos los enfermos ; i le
rogaban que íes dejase solamente tocar la franja de
su vestido ; i cuantos [la] tocaron se salvaron.
XV. 1 Entonces se acercaron á Jesús los escribas i Farise-
2 os de Jerusalem, diciendo : “ ¿ Por qué traspasan tus
“ discípulos el precepto dado por los ancianos ? pues
8 “ no so lavan las manos cuando comen pan.” I él
respondiéndoles dijo : “ ¿Por qué traspasáis también
“ vosotros el mandamiento de Dios por causa de vues-
4 “tro precepto ? Pues Dios mandó, diciendo : ‘ Honra
“ ‘ á tu padre i á tu madre i, ‘ EÍ que dijere mal de
6 “ 1 padre ó madre, muera de muerte.’ Mas voso-
“ tros decis : ‘ Cualquiera que dijere al padre ó á la
“ madre, ‘ Don [para Dios es] todo aquello con que
“ ‘ tú pudieras ser socorrido por mí, no ha de hon-
6 “ ‘ rar [con socorro] á su padre ó á su madre i
“ habéis invalidado el mandamiento de Dios por causa
7 “ de vuestro precepto. Hipócritas ! bien profetizó
8 “ acerca de vosotros Isaías, diciendo : 1 Este pueblo
“ ‘ se acerca á mí de boca, i con los labios me honra,
9 “ 1 mas el corazón de ellos está lejos de mí. Mas en
“ 1 vano me dan culto, enseñando doctrinas [que son]
“ 1 mandamientos de hombres.’ ”
10 I habiendo llamado á [sí] á las gentes, les dijo :
11 “ Escuchad i entended. No lo que entra en la boca
“ profana al hombre ; mas lo que sale de la boca,
“ esto profana al hombre.”
12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron :
“ ¿ Sabes que los Fariseos, cuando oyeron [tu] palabra,
13 “ hallaron tropiezo en ella ?” Mas él respondiendo
dijo : “ Toda planta que no ha plantado mi Padre
14 “ celestial, será arrancada de raiz. Dejadlos ; ciegos
“ guias son de ciegos ; i si un ciego guiare á [otro] cie-
“ go, entrambos caeran en mi foso.”
15 I respondiendo Pedro, le dijo : “ Esplícanos este
16 “ símil.” I Jesús dijo : “ ¿ Hasta ahora estáis vosotros
17 “ también sin entendimiento ? ¿ No comprendéis
“ aun, que todo lo que entra en la boca, va al vientre,
MATEO, CAP. XV. 29
18 “ i se echa fuera en lugar secreto ? Mas las cosas que
“ salen de la boca, del corazón salen ; i estas pro-
19 “ fanan al hombre. Porque del corazón salen ma-
“ los pensamientos, homicidios, adulterios, fomicacio-
20 “ nes, hurtos, falsos testimonios, infamaciones. Estas
“ cosas son las que profanan al hombre ; mas el
“ comer sin lavarse las manos, no profana al hombre.”
21 I saliendo de allí Jesús, retiróse al distrito de
22 Tiro i de Sidon. I hé aquí, una muger Cananea de
estos confines salió i clamó á él, diciendo : “ ¡ Ten mi-
“ sericordia de mí, Señor, Hijo de David ! mi hija
23 “ está mui afligida de un demonio.” Mas él no le
respondió palabra. I acercándose sus discípulos, le
rogaban i decían : “ Despídela, porque clama detras
24 “ de nosotros.” I él respondiendo, dijo : “ No he si-
“ do enviado sino á las ovejas perdidas de la casa de
25 “ Israel.” Mas ella, habiendo venido, lo adoraba, di-
26 ciendo Señor, socórreme.” I él respondiendo dijo :
“ No es bueno tomar el pan de los hijos, i echarlo á
27 “ los perrillos.” I ella dijo : “ Sí Señor ; pues los
“ perrillos comen de las migajas que caen de la
28 “ mesa de sus señores." Entonces respondiendo Jesús,
le dijo : “ O muger! grande es tu fé; hágase con-
“ tigo como quieres.” I fué curada su hija desde
aquella hora.
29 I habiendo pasado de allí, vino Jesús junto á la mar
30 de Galilea ; i subió al monte, i sentóse allí. I se acer-
caron á él muchas gentes, que tenian consigo cojos,
ciegos, mudos, mancos, i otros muchos [enfermos] ; i
31 los pusieron junto á los piés de Jesús, i los sanó ; de
modo que se maravillaron las gentes, viendo á los
mudos hablar, á los mancos ser sanos, á los cojos an ■
dar, i á los ciegos ver ; i glorificaron al Dios de Israel
32 I Jesús, habiendo líamado'á [sí] á sus discípulos,
“ dijo : Me compadezco de la gente, porque ya [hace]
“ tres dias que permanecen conmigo, i no tienen que
“ comer ; i despedirlos en ayunas, no quiero ; no sea
33 “ que desfallezcan en el camino.” I le dicen sus dis-
cípulos : “ ¿ De dónde nos [han de venir] en despobla-
34 “ do, tantos panes que hartemos á tanto gentío ?’ I
les dice Jesús ¡“¿Cuántos panes teneis ?” I ellos dije-
35 ron : “ Siete, i unos pocos pececillos,” I mandó á Ías
c
30 MATEO, CAP. XVI.
36 gentes que se recostasen sobre la tierra. I tomó los
siete panes i los peces, i dió gracias, i [los] partió, i dió
87 á sus discípulos, i los discípulos á la gente. I comieron
todos, i se hartaron ; i tomaron los pedazos que so-
38 braron, siete espuertas llenas. I los que comieron
eran cuatro mil varones, hiera de mugeres i niños.
39 I habiendo despedido á las gentes, entró en la bar-
ca, i fué á los confines do Magdala.
XVI. 1 I se acercaron á [él] los Fariseos i Saduceos,
i, tentándolo, rogaron que les mostrase una señal
2 del cielo. I él respondiendo les dijo : “ Venida la
“ tarde, decís : ‘ [Hará] buen tiempo, porque el cielo
3 “ * está arrebolado i á la mañana : ‘ Hoi [habrá]
“ ‘ tempestad, porque el cielo está triste i arrebolado.’
“ Hipócritas ! sabéis discernir el aspecto del cielo,
“ mas ¿ las señales de los tiempos no las podéis [dis-
4 “ cernir ?] Una generación mala i adúltera solicita
“ una señal ; i señal no se le dará, sino la de Joñas el
“ profeta.” I dejándolos se fué.
6 I habiendo ido sus discípulos á la parte mas allá
6 [del lago], se habían olvidado de tomar pan. I Jesús
les dijo : “ Mirad, i guardóos de la levadura de los
7 “ Fariseos i Saduceos.” I ellos discurrían dentro de
sí, diciendo: “ [Es] porque no hemos tomado panes.”
8 I Jesús, sabiéndolo, les dijo : “¿Por qué discurrís den-
“ tro de vosotros, hombres de poca fé, que no habéis
9 “ tomado panes 1 ¿ No comprendéis aun, ni os acor-
“ dais de los cinco panes para los cinco mil, i cuan-
10 “ tas cestas [de pedazos] recogisteis ? ¿ Ni de los siete
“ panes para los ouatro mil, i cuantas espuertas [de pe-
11 “ dazos] recogisteis f ¿ Cómo no comprendéis que no
“ con respecto á pan os dije que os guardaseis de la
12 “ levadura de los Fariseos i Saduceos 1 " Entonces
entendieron que no dijo que se guardasen de la leva-
dura del pan, sino de la doctrina de los Fariseos i Sa-
duceos.
13 I habiendo entrado Jesús en el distrito de Cesárea de
Filipo, preguntaba á sus discípulos, diciendo : “¿Quién
“ dicen los hombres que soi yo, el Hijo del hom-
14 “ bre ?” I ellos dijeron : “ Unos, que Juan el Sumer-
“ gidor ; otros, que Elias, i otros que Jeremías, ó uno
15 “ de los profetas ” Díceles : “ Mas vosotros, ¿ quién
MATEO, CAP. XVI. XVH. 31
16 “ decis que soi yo ?” I respondiendo Simón Pedro,
17 dijo : “ Tu eres el Ungido, el Hijo del Dios vivo.” I
respondiendo Jesús, le dijo : “ Feliz eres, Simón, hijo
“ de Joñas; porque no te [lo] ha descubierto carne i
18 “ sangre, sino mi Padre que está en los cielos. I yo
“ también te digo, que tú eres Pedro, i sobre esta pie-
“ dra edificaré mi asamblea i las puertas del hades
19 “ no prevalecerán contra ella. I á tí te daré las llaves
“ del reino de los cielos ; i todo lo que atares sobre
“ la tierra, será atado en los cielos ; i todo lo que de-
“ satares sobre la tierra, será desatado en los cielos.”
20 Entonces encargó á sus discípulos que á nadie di-
jesen, que él era el Ungido.
21 Desde entonces empezó Jesús á mostrar á sus discí-
pulos que era necesario que se fuese él á Jerusalem, i
que padeciese muchas cosas de los ancianos, i de los
príncipes de los sacerdotes, i de los escribas ; i que
22 fuese muerto, i resucitase al tercer dia. I tomándolo
á [sí] Pedro, empezó á reprenderlo, diciendo : “ [Ten-
“ ga Dios] compasión de tí, Señor ; no te acontecerá
23 “eso.” I él habiéndose vuelto, dijo á Pedro: “Quí-
“ tateme de delante, adversario ;f tú eres un tropiezo
“ para mí ; porque no tienes tu pensamiento en las
24 “ cosas de Dios, sino en las de los hombres.” Enton-
ces Jesús dijo á sus discípulos : “ Si alguno quiere
“ venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, i cargue con
25 “ su cruz, i sígame. Porque cualquiera que quisiere
“ salvar su vida, la perderá ; i cualquiera que perdiere
26 “ su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿ qué
“ aprovecha á un hombre el ganar todo el mundo,
“ si perdiere su vida ? O ¿ qué dará un hombre en cam-
27 “ bio de su vida ? Porque el Hijo del hombre va á ve-
“ nir en la gloria de su Padre con sus mensageros, i
“ entonces recompensará á cada uno según su pro-
28 “ ceder. En verdad os digo, que hai algunos de los
“ que están aquí, que no gustaran la muerte, hasta
“ que vean al Hijo del hombre venir en su reino.”
XV II. 1 I después de seis dias llevó Jesús consigo á Pe-
dro, i á Jacoho, i á Juan su hermano, i subió con ellos
* En el griego ccciesta, que es la misma palabra que iglaia, i significa
asamblea.
t En el griego satanas.
32 MATEO, CAP. XVII.
2 aparte á rm monte alto. I se transfiguró en presen-
cia de ellos ; i resplandeció su rostro como el sol, i
3 sus vestidos se hicieron blancos como la luz. I lié aquí,
4 les aparecieron Moisés i Elias, hablando con él. I to-
mando Pedro la palabra, dijo á Jesús ; “ Señor, bue-
“ no es estarnos aquí ; si quieres, hagamos aquí tres
“ pabellones, uno paTa tí, i otro para Moisés, i otro
5 “ para Elias.” Estando aun hablando él, hé aquí,
una nube brillante los cubrió ; i, hé aquí, una voz
de la nube, que decía : “ Este es mi Hijo amado,
6 “ en quien me he complacido : á él escuchad.” I
oyéndola los discípulos, se postraron de cara, i te-
7 mieron muchísimo. I acercándose Jesús los tocó, i
8 dijo : “ Levantóos, i no temáis.” I alzando ellos los
ojos, ó nadie vieron, sino solo ó Jesús.
9 I mientras bajaban ellos del monte, mandóles Je-
sús, diciendo '■ “ No digáis á nadie la visión, hasta
“ que el Hijo del hombre resucite de entre los muer-
“ tos.”
10 I sus discípulos le preguntaron, diciendo : “ ¿ Por
“ qué pues dicen los escribas que Elias debe venir
11 “ primero 1" I respondiendo Jesús les dijo : “ Elias,
“ sí, ha de venir primero, i restablecerá todas, las
12 “ cosas. Mas os digo, que Elias ya ha venido, i no
“ lo conocieron, sino que hicieron con él todo lo que
“ quisieron. A este modo también el Hijo del hom-
13 “ bre va á padecer por ellos.” Entonces entendie-
ron los discípulos que les habia hablado acerca de
Juan el Sumergidor.
14 I habiendo venido ellos al gentio, acercósele un
15 hombre, i se arodilló ante él, diciendo : “ Señor, ten
“ misericordia de mi hijo, porque es lunático, i padece
“ mucho ; pues muchas veces cae en el fuego, i mu-
16 “ chas en el agua ; I lo traje á tus discípulos, i
17 “ no pudieron sanarlo.” I respondiendo Jesús, dijo :
“ ¡ O generación sin fé i perversa ! ¿hasta cuando
< ‘ estaré con vosotros ? ¿ hasta cuando os sufriré ? Traéd-
18 “ meló acá." I reprendió Jesús al demonio, que salió
del mancebo, i este fué sano desde aquella hora.
19 Entonces se acercaron los discípulos á Jesús aparte,
i dijeron : “ ¿Porqué causa no lo pudimos lanzar no-
20 “ sotros ?” I les dijo Jesús : “ Por causa de vuestra
“ falta de fé. Porque, en verdad, os digo, que si tu-
“ viereis fé como un grano de mostaza, diréis á este
MATEO CAP. XVHI. 33
“ monte : ‘ Pasa de aquí allá i pasará ; i nada 03
21 “ será imposible. Mas esta especie no sale sino por
“ oración i ayuno.”
22 I mientras estaban ellos en la Galilea, díjoles Jesús :
“ El Hijo del hombre, va á ser entregado en manos de
23 “ los hombres ; i lo mataran, i, al tercer dia, resuci-
“ tará.” I se entristecieron muchísimo.
24 I habiendo venido ellos á Capharnaum, se acercaron
á Pedro los que cobraban los didracmas, 0 i dijeron :
“ ¿ No paga [el tributo de] los didracmas vuestro maes-
25 “ tro ?" Dijo : “ Sí.” I cuando hubo entrado en la
casa, se lo anticipó Jesús, diciendo : “ ¿ Qué te pa-
“ rece, Simón 1 Los reyes de la tierra ¿ de quienes co-
11 bran tributos ó censo ? ¿ de sus hijos, ó de los estra-
26 “ ños ?” Dícele Pedro : “ De los estraños.” Le dijo
27 Jesús : “ En tal caso, francos son los hijos. Mas para
“ que no les seamos tropiezo, vé á la mar, i echa un
“ anzuelo, i el primer pez que salga, cógelo ; i abri-
“ éndole la boca, hallaras un estater ;f tómalo i dá-
“ selo por mí i por tí.”
XVHI. 1 En aquella hora se acercaron los discípulos
á Jesús diciendo : “ ¿ Quién es el mayor en el. reino
2 “ de los cielos !” I Jesús llamó á [sí] á un niño, i lo
3 puso en medio de ellos, i dijo : “ Ln verdad os digo,
“ que si no os volviereis é hiciereis semejantes á los
4 11 niños, no entrareis en el reino de los cielos. Cual-
“ quiera pues que se humillare hasta asemejarse á este
5 “ niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. I cual-
“ quiera que recibiere en mi nombre, á uno que se ase-
6 “ meja al tal niño, á mí me recibe. I cualquiera que
“ hiciere tropezar á uno de estos pequeñuelos que con-
“ fian en mí, seria ventajoso para él que le colgasen
“ del cuello una piedra de molino de [las que mueve]
11 el asno, i que lo hundiesen en lo profundo de la mar.
7 “ ¡ Ai del mundo por razón de las causas de tropie-
“ zo ! Porque necesario es que las causas de tropiezo
“ vengan ; mas, ¡ ai de aquel hombre por medio de
“ quien viene la causa de tropiezo !
8 ” I si tu mano ó tu pié te hace tropezar, córtalos i
• Didracma, 6 doble-dracma. La dracma valia cerca de un real de
plata i un tercio.
t Estater, equivalente á cuatro dracmas 6 cinco reales de plata.
34
MATEO, CAP. XVITL
“ échalos de tí ; mejor es para tí entrar en la vida cojo
“ ó manco, que, teniendo dos manos ó dos pies, ser
9 “ echado en el fuego eterno. I si tu ojo te hace tro-
“ pezar, sácalo i échalo de tí ; mejor es para tí entrar
“ en la vida con un solo ojo, que, teniendo dos ojos,
“ ser echado en el infierno del fuego.
10 “ Mirad que no despreciéis á uno de estos pequeñue-
“ los ; porque os digo, que los mensageros [de Dios]
“ para ellos en los cielos, ven siempre la faz de mi
11 “ Padre que está en los cielos. Porque el Hijo del hom-
“ bre vino á salvar lo perdido.
12 “ ¿ Qué os parece f Si tuviese algún hombre cien
“ ovejas, i una de ellas se descarriase ; ¿ no dejaría las
11 noventa i nueve, é iría á los montes á buscar la que
13 “ anda descamada ? I si aconteciese que la hallase,
“ en verdad os digo, que se gozará mas con ella, que
“ con las noventa i nueve que no se han descarria-
14 “do. Así, no es la voluntad de vuestro Padre quo
“ está en los cielos, que perezca uno de estos pe-
“ queñuelos.
15 “ I si tu hermano pecare contra tí, véte i reprén-
“ délo entre tí i él solo. Si te escuchare, habrás gana-
16 “ do á tu hermano. Mas si no escuchare, lleva aun
“ contigo uno ó dos, para que por boca de dos ó de
17 “ tres testigos conste toda palabra. I si no los escu-
“ chare, díselo á la asamblea ; i si tampoco escu-
“ chare á la asamblea, sea para tí como el gentil i el
18 “ alcabalero. En verdad os digo, que todas las co-
“ sas que atáreis sobre la tierra, serán atadas en el
“ cielo ; i todas las cosas que desatáreis sobre la tier-
“ ra, serán desatadas en el cielo.
19 “ También os digo, que si dos de vosotros convi-
“ nieren sobre la tierra acerca de cualquiera cosa que
“ pidieren, [esa] les será hecha por mi Padre que está
20 “ en los cielos. Porque donde están dos 6 tres con-
“ gTegados en mi nombre, allí estoi en medio de
“ ellos." _
21 Entonces acercándose á. él Pedro, dijo : “ Señor,
“ ¿ cuántas veces pecará mi hermano contra mi, i lo
22 “ perdonaré yo 1 ¿ hasta siete veces ?” Jesús le dice:
“ No te digo yo, hasta siete, sino hasta setenta veces
23 “ siete. Por causa de esto el reino de los cielos es
“ semejante á un rei, que quiso tomar cuentas á
24 “ sus siervos. 1 habiendo él empezado á tomarlas, le
MATEO, CAP. XIX. 35
“ fué presentado uno que le debia diez mil talcn-
25 “ tos.° Mas no teniendo él con que pagarlos, su señor
“ mandó que fuesen vendidos, él, i su muger, i sus hij os,
“ i todo lo quo tenia ; i que [la deuda] fuese pagada.
26 “ Así pues el siervo, habiéndose postrado, le rendía ho-
“ menage, diciendo : ‘ Señor, ten paciencia conmigo,
27 ‘“i todo te lo pagaré.’ I se movió á compasión el
“ señor de aquel siervo, i lo soltó, i le perdonó la deu-
28 “ da. Mas habiendo salido aquel siervo, halló á uno
“ de sus consiervos que le debia cien denarios;f i,
“ cogiéndolo, lo ahogaba, diciendo : ‘ Págame lo que
29 “ ‘ me debes.' Así pues habiéndose postrado á sus
“ piés su consiervo, le rogaba, diciendo : 1 Ten paci-
30 “ ‘ encia conmigo, i te lo pagaré todo.’ Mas él no qui-
“ so, sino fuése í metiólo en la cárcel hasta que pagase
31 “ lo debido. I al ver sus consiervos lo que acontecía,
“ se entristecieron muchísimo ; i fueron á contar á su
32 “ señor todo lo acontecido. Entonces lo llamó
“ su señor á [sí], i le dijo : ‘ Siervo malo, toda aquella
“ ‘ deuda te perdoné, porque me lo rogaste ; ¿ no
33 “ < debías tú también tener misericordia de tu con-
34 “ 1 siervo, como yo también la tuve de tí ?’ I airóse su
“ señor, i entrególo á los carceleros, hasta que pagase
35 “ todo lo que le era debido. Así también hará con
“ vosotros mi Padre celestial, si cada uno de vosotros
“ no perdonare de corazón á su hermano sus ofensas.”
XIX. 1 I aconteció que cuando Jesús hubo acabado [de
decir] estas palabras, partió de la Galilea, i vino á los
confines de la Judea, á la parte mas allá del Jor-
2 dan. I lo siguieron muchas gentes ; i los sanó allá
3 I se acercaron á él los Fariseos, tentándolo, i dicién-
dole : “ ¿ Es lícito á un hombre repudiar á su muger por
4 “ cualquiera causa?” I él respondiendo les dijo: “¿No
“ habéis leido que el que [los] hizo en el principio,
5 “ un macho i una hembra los hizo, i dijo : ‘ Por
“ 1 causa de esto dejará un hombre á [su] padre i á [su]
“ ‘ madre, i se unirá á su muger, i serán los dos en una
6 “ 1 sola carne?’ Así que ya no son dos, sino una sola
“ carne. Lo que Dios pues ha j untado, no lo separe el
* El talento mayor hebreo valia cerca de treinta i dos mil reales de
vellón. Ex. xxxviii. 24, 25.
t El denario era una moneda romana de plata, que pasaba por de
igual valor que el draetna griego, 6 un real de plata i un tercia
36 MATEO, CAP. XIX.
7 “hombre.” Dícenle: “¿Por qué pues mandó Moisés
“ dar [á la muger] carta de divorcio, i repudiarla ?”
8 “ Díceles : “Mirando á la dureza de vuestro corazón,
“ os permitió Moisés repudiar á vuestras mugeres ;
9 “ mas en el principio no filé hecho así. I os digo
“ que cualquiera que repudiare á su muger, sino por
“ fornicación, i se casare con otra, adultera ; i el que se
10 “ casare con la repudiada, adultera.” Dícenle sus
discípulos : “ Si tal es la condición del hombre con [su]
11 “ muger, no es ventajoso casarse.” I él les dijo : “ No
“ admiten todos esta palabra, sino [aquellos solos] á
12 “ quienes es dado. Porque hai varones incasables, que
“ nacieron tales del vientre de su madre ; i hai unos
“ incasables, que fueron hechos tales por los hombres ;
“ i hai unos incasables, que se han hecho tales á sí mis-
“ mos por causa del reino de los cielos. El que
“ puede admitir [aquella palabra], admítala.”
13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que
les impusiese las manos, i orase. Mas los discípulos
14 los reprendieron. I dijo Jesús : “Dejad álos niños, i
“ no les vedeis venir á mí, porque de los que se les
15 “ asemejan es el reino de los ciclos.” I habiéndoles
impuesto las manos, se fué de allí.
16 I, hé aquí, acercósele uno, i díjole : “ Maestro bueno,
“ ¿ qué cosa buena haré para que tenga la vida eter-
17 “ na ?” I le dijo : “ ¿ Por qué me llamas bueno ?
“ Nadie es bueno sino uno solo, Dios. Mas si quieres
18 “ entrar en la vida, guarda los mandamientos.” Dí-
cele : “¿Cuáles?” I dijo Jesús: “‘No mataras; No
“ ‘ adulteraras ; No hurtaras ; No daras falso testi-
19 “ 1 monio ; Honra á tu padre i á [tu] madre i,
20 “ 1 Amaras á tu prójimo como á tí mismo.’ ” Dícele
el mancebo : “ Todas estas cosas he guardado desde
21 “mi juventud. ¿ Qué me falta aun ?” Díjole Jesús:
“ Si quieres ser perfecto, véte, vende lo que tienes, i dá-
“ selo á los pobres; i tendrás tesoro en el cielo; i ven,
22 “ sígueme.” I habiendo oido el mancebo [sus] pala-
bras, fuése entristecido ; porque tenia muchas po-
sesiones.
23 I dijo Jesús á sus discípulos : “En verdad os digo,
“ que difícilmente entrará un rico en el reino de los
24 “ cielos. I también os digo, mas fácil es que un ca-
“ mello pase por el ojo de una aguja, que entre un
MATEO, CAP. XX. 37
25 “ rico en el reino de Dios.” I cuando oyeron [esto]
sus discípulos, quedaban mui atónitos, diciendo :
26 “ ¿ Quién puede pues salvarse ?” I mirándolos]
Jesús, les dijo : “ Para los hombres esto es imposible,
“ mas para Dios todas las cosas son posibles.”
27 Entonces, respondiendo Pedro, le dijo : “ Hé aquí,
“ nosotros liemos dejado todas las cosas, i te hemos
28 “ seguido ; ¿ qué pues tendremos nosotros ?” I les
dijo Jesús : “ En verdad os digo, que vosotros que me
“ habéis seguido, en el [estado'de] renacimiento, cuan-
“ do el Hijo del hombre se sentará sobre el trono de
" su gloria, vosotros también os sentareis sobre doce
29 “ tronos, i juzgareis á las doce tribus de Israel. I
“ cualquiera que hubiere dejado casas, ó hermanos,
“ ó hermanas, ó padre, ó madre, ó muger, ó hijos, ó
“ campos, por causa de mi nombre, recibirá cien
“ veces mas, i heredará la vida eterna.
30 “ Mas muchos primeros serán postreros, i postreros,
“ primeros.
XX. 1 “ Porque el reino de los cielos es semejante á un
“ padre de familias, que salió por la mañana á alqui-
2 “ lar trabajadores para su viña. I habiendo convenido
“ con los trabajadores en un denariopor dia, enviólos
3 “ á su viña. I salid cerca de la hora de tercia, i vió
4 “ otros que estaban en la plaza ociosos. I les dijo :
“ ‘ Idos también vosotros á la viña, i lo que fuere justo
5 ‘‘os daré.’ I ellos se fueron. De nuevo salió cerca
“ de la hora de sexta, i [de la] de nona, é hizo lo
6 “ mismo. I cerca de la hora undécima salió, i
“ halló otros que estaban ociosos; i les dijo : ‘¿ Por
7 “ ‘ qué os estáis aquí todo el dia ociosos ?’ Dícenle :
“ ‘ Porque nadie nos ha alquilado.’ Díjoles : ‘ Idos
“ ‘ también vosotros á la viña, i lo que fuere justo re-
8 “ ‘ cibireis.’ I venida la tarde, dijo el dueño de la
“ viña á su mayordomo : ‘ Llama á los trabajadores,
“ ‘ i págales la recompensa, empezando desde los pos-
9 “ ‘ treros hasta los primeros.’ I cuando vinieron los
“ que [habían ido] cerca de la hora undécima, reci-
10 “ bieron cada uno un denario. I cuando vinieron los
“ primeros, pensaron que recibirían mas ; i recibieron
11 “ también ellos cada uno un denario. I habiéndolo
“ recibido, murmuraban contra el padre de familias,
12 “ diciendo : ‘ Estos postreros han trabajado una hora
“ ‘ sola, i los has hecho iguales á nosotros, que hemos
02
88 MATEO, CAP. XX.
13 “ 1 llevado el peso del dia, i el calor.’ I respondiendo
“ Él, dijo á uno de ellos : ‘ Amigo, no te hago injusti-
“ ‘ cia ; ¿ no has convenido conmigo en un denario ?
14 “ ‘ Toma lo que es tuyo, i véte ; i quiero dar á
15 “ 1 este postrero tanto como á tí. ¿ No me es lícito
“ 1 hacer lo que quiero de mis [bienes] ? ¿ Es tu ojo
16 “ ‘ malo, 0 porque yo soi bueno ?’f De esta manera,
“ serán los postreros primeros, i los primeros postre-
“ ros ; porque muchos son los llamados, mas pocos
“ los escogidos.”
17 I subiendo Jesús á Jerusalem, llevó consigo á los
18 doce discípulos aparte en el camino, i les dijo : “ H6
“ aquí, subimos á Jerusalem, i el Hijo del hombre será
“ entregado á los príncipes de los sacerdotes i á los
19 “ escribas ; i lo condenaran á muerte ; i lo entrega-
“ ran á los gentiles para que se burlen de [él,] i [lo]
“ azoten, i [lo] crucifiquen ; i al tercer dia resucitará.”
20 Entonces se acercó á él la madre de los hijos de
Zebedeo con sus hijos, adorándolo, i pidiéndole alguna
21 cosa. I él le dijo : “¿Qué quieres?" Dícele [ella] : Di
“ que estos mis dos hijos se sienten, uno á tu derecha,
22 “ i otro á [tu] izquierda, en tu reino." I respondien-
do Jesús, dijo: “No sabéis lo que pedis. ¿Podéis
« beber el cáliz que yo voi á beber, i experimentar la
“ inmersión que yo lie de experimentar 1 " Dícenle :
23 “Podemos.” lies dijo: “ Sí, mi cáliz bebereis, i la in-
“ mersion que yo he deexperimentar, experimentareis;
“ mas el sentarse á mi derecha, i á mi izquierda, no
“ me toca darlo sino [á aquellos] á quienes está pre-
" parado por mi Padre.”
24 I cuando los diez oyeron [esto], se indignaron con
25 motivo de los dos hermanos. Mas Jesús los llamó á
[sí], i dijo : “ Sabéis que los príncipes de los gentiles
“ se enseñorean sobre ellos, i que los grandes ejer-
26 “ cen autoridad sobre ellos. Mas no será así entre
“ vosotros ; sino cualquiera que quisiere entre voso-
27 “ tros hacerse grande, sea vuestro servidor ; i cual-
“ quiera que quisiere entre vosotros ser primero, sea
28 “ vuestro siervo ; así como el Hijo del hombre no
“ vino para ser servido, sino para servir, i para dar
“ su vida en rescate á favor de muchos.”
t O benévolo.
MATEO, CAP. XXL 39
29 X, saliendo ellos de Jericó, lo siguió un gran gentio.
30 I, hé aquí, dos ciegos sentados junto al camino, ha-
biendo oido que Jesús pasaba, clamaron diciendo :
“ Ten misericordia de nosotros, ¡ Señor i ¡ Hijo de
31 “ David !” Mas la gente los reprendió, para que
callasen ; pero ellos clamaban mas, diciendo : “ Ten
“ misericordia de nosotros, ¡ Señor ! ¡Hijo de David !”
32 X paróse Jesús, i los llamó, i dijo : “¿ Qué queréis
33 “ que os haga 1 " Dícenle : “ Señor, que se abran
34 “ nuestros ojos.” I Jesús, movido á compasión, tocó-
les los ojos ; i estos al punto recibieron la vista. I
lo siguieron.
XXI. 1 I cuando se acercaron á Jerusalem, i vinieron á
Bethphage, junto al Monte de los Olivos, entonces
2 Jesús envió á dos disoípulos, diciéndoles: “Idála
“ aldea que está en frente de vosotros, i al punto ha-
“ liareis una asna atada, i un pollino con ella, desatad-
3 “ los, i traédmelos. I si alguno os dijere algo, decidle :
“ 1 El Señor los ha menester i al punto los enviará.”
4 I todo esto aconteció, para que se cumpliese lo que
6 fué dicho por medio del profeta, que dijo : “ Decid á
“ I a Hija de Sion : ‘ Hé aquí, tu rei viene á tí, manso,
“ ‘ i montado sobre una asna, i un pollino, hijo de
“ 1 asna.'”
6 I fueron los discípulos, é hicieron como les mandó
7 Jesús ; i trajeron la asna, i el po llin o, i sobre ellos
8 pusieron sus vestidos ; i se sentó sobre ellos. I las
mas de las gentes tendieron sus vestidos en el camino ;
i otras cortaban ramos de los árboles, i [los] tendían
9 en el camino. I las gentes que iban delante, i las
que seguian, clamaban diciendo : “ ¡ Hosanna 0 al Hijo
“ de David ! ¡ Bendito el que viene en nombre del
“ Señor ! ¡ Hosanna, en las alturas !”
10 I habiendo él entrado en Jerusalem, se conmovió
11 toda la ciudad, diciendo : “ ¿ Quién es este ?” I de-
cían las gentes : “ Este es Jesús, el profeta, que es de
“• Nazaret de la Galilea.”
X2 I entró Jesús en el lugar santo de Dios, i echó fuera
á todos los que vendían i compraban en él, i derribó
las mesas de los cambistas, i las sillas de los que ven-
* Voz hebrea que significa. Salva aquí.
* Codicioso i envidioso.
40 MATEO, CAP. XXI.
13 dian las palomas; I les dijo: ‘‘Escrito está : ‘Mi
“ ‘ casa será llamada casa de oración mas vosotros
“ la habéis hecho guarida de ladrones.”
14 I se acercaron á él ciegos i cojos en el lugar santo,
i los sané. . . . , •
16 Mas cuando los principes de los sacerdotes ^ los es-
cribas vieron las maravillas que hizo, i á los niños cla-
mando en el lugar santo, i diciendo : “ ¡ Hosanna al
16 ‘‘Hijo de David!” se indignaron, i le dijeron:
“ ¿ Oyes lo que estos dicen ?” I les dijo Jesús : “ Sí.
“ ¿ No habéis jamas leido : ‘De la boca de los pe-
“ ‘ queñuelos, i de los que maman, has preparado ala-
17 “ ‘ banza ?” I los dejó, i salió fuera de la ciudad
á Bethania, i pasó la noche allí.
18 I por la mañana, subiendo de nuevo á la ciudad,
19 tuvo hambre. I viendo una sola higuera sobre el
camino, vino á ella, i no halló nada en ella sino hojas
solamente. I le dijo : “ No nazca mas de tí fruto
20 “jamas." I luego se secó la higuera. I cuando [lo]
vieron los discípulos, se maravillaron, diciendo : ‘ “¡Có-
21 “ mo se secó luego la higuera !” I respondiendo
Jesús, les dijo : “ En verdad os digo, que si tuviéreis
“ fé, i no dudáreis, no solamente haréis esto de la
“ higuera, sino también si dijereis á este monte : 1 Quí-
22 “ ‘ tate, i échate á la mar será hecho. I todas las
“ cosas que pidiéreis en la oración, teniendo fó, las re-
“ cibireis.”
23 1 habiendo él entrado en el lugar santo, los prínci-
pes de los sacerdotes i los ancianos del pueblo se
acercaron á él mientras enseñaba, diciendo : “ ¿ Con
“ qué autoridad haces estas cosas ? i ¿ quién te dió
24 “ esta autoridad?" I respondiendo Jesús, les dijo :
“ Yo también os preguntaré á vosotros una sola cosa ;
“ i si me la dijereis, yo también os diré con qué auto-
25 “ ridad hago estas cosas. La inmersión de Juan,
« ¿ de dónde era ? ¿ del cielo, ó de los hombres ?” I
ellos discurrían entre sí, diciendo : “ Si dijéremos,
“ ‘ Del cielo,’ nos dirá : ‘ ¿ Por qué pues no confiasteis
26 “‘en él?’ Mas si dijéremos, ‘De los hombres;’
“ tememos la gente ; porque todos tienen á Juan por
27 “ profeta.” I respondiendo á Jesús, dijeron : “No
“ sabemos.” El también les dijo : “ Ni yo os digo
28 “ con qué autoridad hago estas cosas. Mas ¿ qué os
MATEO, CAP. XXI. 41
« parece ? Un hombre tenia dos hijos ; i acercándose
“ al primero, dijo : ‘ Hijo, vé, trabaja hoi en mi
29 “ ‘ viña.’ I respondiendo él, dijo : ‘No quiero mas
30 “ después, mudó de parecer pesaroso, i fué. I acer-
“ cándose al segundo, dijo lo mismo. I él respondien-
31 “ do dijo : ‘ Yo [irél, señor i no fué. ¿ Cuál de los
“ dos hizo la voluntad de [su] padre ?” Dícenle : “ El
“ primero.” Díceles Jesús : “ En verdad os digo que
“ los alcabaleros i las rameras están entrando en el
32 “ reino de Dios antes que vosotros. Porque vino
“ Juan á vosotros en camino de lo justo, i no confiasteis
' “ en él ; mas los alcabaleros i las rameras confiaron
“ en él : pero vosotros, habiendo visto [esto], nomu-
“ dasteis de parecer pesarosos después, para confiar
“ en él.
33 “ Escuchad otro símil. Había un padre de fami-
“ lias que plantó una viña, i la cercó de un vallado, i
“ cavando hizo en ella un lagar, i edificó una torre, i
“ la arrendó á unos labradores, i se ausentó á otro pais.
34 “ I cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió á
35 “sus siervos á los labradores, para recibir sus frutos. I
“ los labradores, habiendo cogido á sus siervos, al
“ uno dieron de golpes, al otro mataron, i al otro ape-
36 “ drearon. De nuevo envió á otros siervos, mas en
“ número que los primeros ; i les hicieron lo mismo.
37 “ I por último les envió á su hijo, diciendo : ‘ Mi hijo
38 “ ‘ respetaran.’ Mas los labradores, cuando vieron al
“ hijo, dijeron entre sí : ‘ Este es el heredero ; venid,
39 “ ‘ matémoslo, i cojamos su herencia.’ _ I habiéndolo
“ cogido, [lo] echaron fuera de la viña, i [lo] mataron.
40 “ Pues cuando viniere el dueño de la viña, ¿ qué hará
41 “ á aquellos labradores ?’’ Dícenle : “ A los malos
“ con mala [muerte] los destruirá, i arrendará la
“ viña á otros labradores, que le den los frutos á sus
42 “ tiempos.” Díceles Jesús : “ ¿ No habéis jamas leido
“ en las Escrituras : ‘ Una piedra que desecharon los
“ ‘ que edificaban, esta ha venido á ser la de la cabeza
“ • del ángulo : del Señor ha venido esto, i es cosa mara-
43 “ ‘ villosa á nuestros ojos ?’ Por causa de esto os digo,
“ que os será quitado el reino de Dios, i será dado á
44 “ una gente que lleve los frutos de él ; i quien cayere
“ sobre esta piedra, se hará pedazos ; pero sobre quien
“ cayere [ella], á aquel desmenuzará.”
46 I habiendo oido sus símiles los príncipes de los
42 MATEO, CAP. XXII.
sacerdotes i los Fariseos, conocieron qne hablaba
46 acerca de ellos. I procuraban prenderlo, pero temie-
ron á las ¡rentes ; porque lo tenían por profeta.
. 1 I respondiendo J esus, les hablo de nuevo en
símiles, diciendo :
2 “ Semejante es el reino de los cielos á un rei, que hi-
3 “ zo una fiesta de boda á su hijo. I envió sus siervos
“ á llamar á los convidados & la fiesta de la boda. I
4 “ no querían venir. De nuevo envió otros siervos,
“ diciendo : 1 Decid ó los convidados : ‘ Hé aquí, be
“ ‘ preparado mi comida, mis temeros i animales
cebados están muertos, i todo [está] pronto ; venid
6 “ 1 á la fiesta de la boda.' Mas ellos, sin cuidarso
“ de eso, fuéronse, uno á su campo, otro á sus ne-
6 “ gocios ; i los demas, habiendo cogido á sus siervos,
7 “ [los] ultrajaron i mataron. I habiéndolo oido el rei,
“ se airó ; i envió á sus soldados, i destruyó á aquellos
8 ‘ homicidas, i abrasó su ciudad. Entonces dijo
á sus siervos ‘ Sí, la fiesta de la boda está pron-
9 “ ‘ ta, mas los convidados no eran dignos. Id pues
“ ‘ á las salidas de los caminos, i á cuantos hallareis,
10 “ ‘ llamadlos á la fiesta de la boda.' I habiendo sa-
" lido aquellos siervos á los caminos, congregaron á
“ todos cuantos hallaron, malos i buenos ; i la fiesta
de la boda se llenó de [convidados], recostándose [á
11 “ la mesa]. I habiendo entrado el rei para ver á los
“ que se recostaban, vió allí á un hombre que no estaba
12 “ vestido con vestido de boda. I dícele : ‘Amigo,
“ * ¿ cómo has entrado aquí, no teniendo vestido de
13 ‘“boda ?’ I enmudeció. Entonces dijo el rei á los
“ servidores : ‘ Atado de pies i manos tomadlo, i
“‘ echadlo fuera á las tinieblas exteriores; allí será el
14 llorar i el crujir de los dientes.’ Porque muchos son
“ los llamados, mas pocos los escogidos.”
15 Entonces se fueron los Fariseos, i consultaron entre
16 sí para hacerlo caer en lazos en el hablar. I le envia-
ron [ellos] á sus discípulos con los Herodianos, dicien-
do : “Maestro, sabemos que eres veraz, i que enseñas
“ el camino de Dios en verdad, i que no te da cuidado
“ de nadie ; porque no miras á la apariencia de los
17 “ hombres. Dínos pues, ¿ qué te parece ? ¿ Es lícito
18 “ dar [el tributo del] censo á César ó no ?” I sabiendo
Jesús su malicia, dijo : Por qué me tentáis, hipó-
MATEO, CAP. XXn. 43
19 “ critas ? Mostradme la moneda [del tributo] del
20 “censo.’’ lie trajeron un denario. I les dijo : “¿De
21 “ quién es esta imágen, é inscripción ?” Dícenle :
“ De César.” Entoncesles dijo : “ Pagad pues áCésar
22 “ lo que es de César, i á Dios lo que es de Dios.” I
oyéndolo se maravillaron, i dejándolo se fueron.
23 En aquel dia se acercaron á él unos Saduceos, que
dicen que no hai resurrección; i le preguntaron,
24 diciendo: “ Maestro, Moisés dijo : ‘ Si muriere alguno
“ ‘ sin hijos, su hermano se casará con la muger de él,
25 “ ‘ i levantará posteridad á su hermano.’ I habia
“ entre nosotros siete hermanos ; i habiéndose casado
“ el primero, murió, i no teniendo posteridad, dejó su
26 “ muger á su hermano ; asimismo también el se-
27 “ gundo i el tercero, hasta los siete. Después de todos,
28 “ murió también la muger. Pues en la resurrección,
“ ¿ de cuál de los siete será muger 1 porque todos la
29 “ tuvieron.” I respondiendo Jesús, les dijo : “ Erráis,
“ no conociendo las Escrituras, ni el poder de Dios.
30 “ Porque en la resurrección no se casan, ni son dadas
“ en casamiento ; mas son como mensageros de Dios
31 “ en el cielo. Mas, acerca de la resurrección de los
“ muertos, ¿ no habéis leído lo que os fué dicho por
32 “ Dios, que dijo : ‘ To soi el Dios de Abraham, i el
“ ‘ Dios de Isaac, i el Dios de Jacob ?’ Dios no es
33 “ Dios de muertos, sino de vivos.” I oyendo [esto]
las gentes, quedaban atónitas de su doctrina.
34 I los Fariseos, oyendo que habia hecho enmudecer
á los Saduceos, se congregaron en un mism o lugar ;
35 i uno de ellos, un doctor de la lei, hizo una pregunta,
36 tentándolo, i diciendo : “ Maestro ¿ cuál [es] el man-
37 “ damiento grande en la lei ?” I Jesús le dijo :
“ ‘ Amaras al Señor Dios tuyo, do todo tu corazón, i
38 “ ‘ de toda tu alma, i de toda tu mente.’ Este es el
39 “ mandamiento primero i grande. I el segundo [es]
“ semejante á él: ‘Amaras á tu prójimo como á tí
40 “ ‘ mismo.’ De estos dos mandamientos dependen
“ toda la lei, i los profetas.”
41 I estando congregados los Fariseos, les preguntó
42 Jesús, diciendo : “ ¿ Qué os parece acerca del Ungido ?
43 “ ¿ de quiénes hijo?” Dícenle : “De David.” Dí-
celes : “ ¿ Cómo pues David por el Espíritu lo llama
44 “‘ Señor,’ diciendo: ‘El Señor dijo á mi Señor:
“ ‘ Siéntate á mi derecha hasta que ponga á tus ene-
44 MATEO, CAI\ XXIII.
45 “ 1 migos por tarimilla de tus piés V Si pues David lo
46 “ llama Señor, ¿ cómo es su hijo ?” I nadie le podía
responder una palabra ; ni osó alguno desde aquel día
hacerle mas preguntas.
XXIII. 1 Entonces Jesús habló á las gentes, i á sus dis-
2 cípulos, diciendo : “ En la cátedra de Moisés se
3 “ sientan los escribas i los Fariseos ; pues todas las
“ cosas que os dijeren guardar, guardadlas i hacedlas;
“ mas según las obras de ellos no hagais ; porque di-
4 “ cen i no hacen. Porque atan cargas pesadas i difíciles
“ de llevar, i [las] ponen sobre los hombros de los hom-
11 bres ; mas con su dedo no las quieren mover ellos.
5 “ I hacen todas sus obras para ser vistos de los
“ hombres. Ensanchan también sus philacterias, 0 i
6 “ agrandan las franjas de sus vestidos ; i gustan de
“ reclinarse los primeros en los festines, i las prime-
7 “ ras sillas en las congregaciones, i las salutaciones
“ en las plazas, i el ser llamados de los hombres
8 “ ‘ Maestro ! Maestro !’f Mas vosotros no seáis llama-
“ dos 1 Maestro porque uno solo es vuestro Director,
9 “ el Ungido ; i todos vosotros sois hermanos. I [á
“nadie] llaméis padre vuestro sobre la tierra ; porque
“ uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos.
10 “ Ni seáis llamados directores ; porque uno solo es
11 “ vuestro Director, el Ungido. Mas el mayor de vo-
12 “ sotros será vuestro servidor. I cualquiera que se
“ exaltare, será humillado ; i cualquiera que se hu-
“ millare, será exaltado.
13 “ ¡Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque devoráis las casas de las viudas, i como un
“ pretexto hacéis largas oraciones ; por causa de esto
“ recibiréis mayor condenación.
14 “ I ¡ ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque cerráis el reino de los cielos delante de los
“ hombres ; pues ni vosotros entráis, ni á los que
“ están entrando, dejais entrar.
15 “ ¡ Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque dais vuelta á la mar i á la tierra, para ganar
“ un solo convertido [al judaismo], i cuando se hubiere
* Phulacterion significa en griegu lo que guarda ó conserva. Así so
llamaban unas listas en las cuales escribían los Judíos ciertos pasages
de la Escritura, i las llevaban al rededor de la frente, ó en el brazo,
t En hebreo RabbL Véase Juan i. 38.
MATEO, CAP. XXni. 45
“ ganado, lo hacéis hijo del infierno dos veces mas
“ que vosotros.
16 “ ¡ Ai de vosotros, guias ciegos, que decís : ‘ Cual-
“ * quiera que jurare por el templo, eso es nada ; mas
“ ‘ cualquiera que jurare por el oro del templo, es
17 “ ‘ deudor !’ ¡ Fátuos i ciegos ! porque ¿ cuál es ma-
18 “ yor 1 i el oro, ó el templo que santifica al oro ? I :
“ 1 Cualquiera que jurare por el altar, eso es nada ;
“ ‘ mas cualquiera que j urare por el don que está sobre
19 ‘“él, es deudor.' ¡Fátuos i ciegos! porque ¿cuál.
“ es mayor ? ¿ el don, ó el altar que santifica al don ?
20 “ Asi pues el que jurare por el altar, jura por él, i pdr
21 “ todas las cosas que están sobre él. I el que j urare
“ por el templo, jura por él, i por el que en él mora.
22 “ I el que jurare por el cielo, jura por el trono de Dios,
“ i por el que está sentado en éL
23 “ ¡Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque dais diezmo de la yerba buena, i del eneldo,
“ i del comino, i habéis dejado Las cosas mas graves
“ de la lei, la justicia, i la misericordia, i la fidelidad. 0
24 “ Estas debian hacerse, i aquellas no dejarse. ¡ Guias
“ ciegos, que coláis el mosquito, mas os tragáis el
“ camello !
25 “ ¡ Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque limpiáis loexterior del vaso i del plato, mas
“ por dentro están llenos de rapiña i de excesos.
26 “ i Fariseo ciego, limpia primero lo interior del vaso
“ 1 del plato, para que lo exterior de ellos se haga
“ limpio también !
27 “ ¡ Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas :
“ porque sois semejantes á los sepulcros blanqueados,
“ que por defuera, sí, parecen hermosos, mas por den-
“ tro están llenos de huesos de muertos, i de toda
28 “ suciedad. Asi también vosotros por defuera, sí,
“ aparecéis justos á los hombres ; mas por dentro
“ estáis llenos de hipocresía i de iniquidad.
29 “ ¡ Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque edificáis los sepulcros de los profetas, i ador-
30 “ nais los monumentos de los justos ; i decis : ‘ Si
“ ‘ hubiéramos vivido en los dias de nuestros padres,
“ ‘ no hubiéramos sido participantes con ellos en la
31 “ ‘ sangre de los profetas.’ Así (fue, dad testimonio
“ á vosotros mismos de que sois hijos de los que ma-
* O Jé.
46 MATEO, CAP. XXIV.
32 “ taron á los profetas ; i vosotros, llenad la medida
33 “ de vuestros padres. ¡ Serpientes ! ¡ Razas de víbo-
“ ras ! i c(3mo evitareis el ser condenados al infierno ?
34 “ Por causa de esto, hé aquí, yo envió á vosotros
“ profetas, i sabios, i oscribas ; i de ellos matareis i
“ crucificareis ; i de ellos azotareis en vuestras con-
“ gregaciones, i perseguiréis de ciudad en ciudad.
35 “ Para que venga sobre vosotros toda la sangre de
“ justos derramada sobre la tierra, desde la sangre de
“ Abel el justo, basta la sangre de Zacarías, hijo de
“ Baraquías, á quien matasteis entre el templo i el
36 “ altar. En verdad os digo, que todas estas cosas
37 “ vendrán sobre esta generación. ¡ Jerusalem ! ¡ Je-
“ rusalem ! que matas á los profetas, i apedreas á los
“ que á tí son enviados ; ¡ cuántas veces he querido
“ recoger á tus hijos, como una gallina recoge sus
38 “ polluelos debajo de las alas, i no lo has querido ! Hé
39 “ aquí, vuestra casa se os deja desolada. Porque
“ os digo: desde ahora no me vereis, hasta que digáis :
“ ‘ Bendito el que viene en nombre del Señor.’ ”
XXIV. 1 I habiendo salido Jesús, se iba del lugar santo;
i se acercaron sus discípulos para mostrarle los edi-
2 ficios del lugar santo. I les dijo Jesús : “ ¿ No veis
“ todas estas cosas ? En verdad os digo, que no se de-
“ jará aquí piedra sobro piedra, que no sea derribada.”
3 I estando SI sentado sobre el Monte de los Olivos,
se acercaron á SI los discípulos aparte, diciendo :
“ Dínos i cuándo serán estas cosas ? ¿ i cuál, la señal
4 “ de tu venida, i de la conclusión del siglo ?” I res-
pondiendo Jesús, les dijo : “ Mirad que no os extra-
5 “ vie nadie. Porque muchos vendrán en mi nombre,
“ diciendo : ‘Yo soi el Ungido;’ i extraviaran á mu-
6 “ chos. I presto vais á oir de batallas i rumores de
“ batallas. Mirad que no os perturbéis ; porque es
“ necesario que acontezca todo ; mas no es aun el
7 “ fin. Porque se levantará nación contra nación, i
“ reino contra reino ; i habrá hambres, i pestilencias,
8 “ i terremotos en [varios] lugares. Mas todo esto
“ [es] un principio de agonías.
9 “ Entonces os entregaran á tribulación, i os mata-
“ ran ; i sereis aborrecidos de todas las naciones 0 por
10 “ causa de mi nombre. I entonces hallaran ocasión
* O los gentiles
MATEO, CAP. XXIV. 47
“ de tropiezo muchos, i se entregaran i aborrecerán
11 “ unos á otros. I se levantaran muchos falsos profe-
12 “ tas, i extraviaran á muchos. I por causa de haberse
“ multiplicado la iniquidad, se resfriará el amor de los
13 “ mas. Pero el que perseverare hasta el fin, este se
14 “ salvará. I será proclamada esta buena nueva del
“ reino [de Dios] en todo el mundo, para [que sea]
“ testimonio á todas las naciones i entonces ven-
“ drá el fin.
15 “ Cuando pues viereis la abominación desoladora,
“ [pre] dicha por medio de Daniel el profeta, estar en
16 “ un lugar santo ;” (el que lee, comprenda ;) “ en-
“ tonces, los [que esten] en la Judea, huyan á los mon-
17 “ tes; el [que esté] en el terrado, no baje á tomar
18 “ [algo] de su casa; i el [que esté] en el campo, no
19 “ vuelva otra vez á tomar sus vestidos. Mas, ¡ ai de
“ las [que esten] en cinta, i de las que crien, en aque- t
20 “ líos dias ! I orad por que vuestra huida no acontezca
21 “ en invierno, ni en dia de reposo. Porque habrá en-
“ tonces tan grande tribulación como no ha aconteci-
“ do desde el principio del mundo hasta ahora, ni
22 “ acontecerá jamas. I si no se hubiesen abreviado
“ aquellos dias, ninguna carne se salvaría ; mas por
“ causa de los escogidos se abreviaran aquellos dias.
23 “ Entonces si alguno os dijere : ‘ ¡ Mirad, aquí [está]
24 “ ‘ el Ungido !’ 6 1 ¡ allí !’, no tengáis fé. Porque se le-
“ vantaran falsos ungidos i falsos profetas, i daran
“ grandes señales i prodigios ; de modo queextravi-
25 “ arian, si posible [fuera], también á los escogidos. Hé
26 “ aquí, os [lo] he predicho. Si pues os dijeren :
“ ‘ ¡ Hé aquí, en el despoblado está !’, no salgáis :
“ ‘ ¡Hé aquí, [está] en los aposentos !’,no tengáis fé.
27 “ Porque como el relámpago sale del Oriente i apa-
“ rece hasta el Occidente, así será también la venida
28 “ del Hijo del hombre. Porque donde quiera que
“ estuviere el cuerpo muerto, allí se congregaran las
“ águilas.
29 “ I luego después de la tribulación de aquellos dias,
“ el sol se oscurecerá, i la luna no dará su lumbre, i
“ las estrellas caeran del cielo, i las potestades de los
30 “ cielos serán conmovidas. I entonces aparecerá la
“ señal del Hijo del hombre en el cielo ; i entonces
“ haran duelo todas las tribus de la tierra, i verán
* O los gentiles.
48
MATEO, CAP. XXIV.
“ venir al Hijo del hombre sobre las nubes del cielo
31 “ con poder i grande gloria. I enviará á sus mensa-
“ geros con gran voz de trompeta, i recogerán á sus
“ escogidos de los cuatro vientos, de un extremo á
“ otro de los cielos.
32 “ I de la higuera aprended el símil [de eso]. Cuando
“ ya sus ramos tienen [retoños] tiernos, i brotan las ho-
33 “ jas, sabéis que está cerca el estío. Asi también voso-
11 tros, cuando viéreis todas estas cosas, sabed que el
34 “ [Hijo del hombre] está cerca, á las puertas. En
“ verdad os digo, que no pasará esta generación hasta
35 “ que todas estas cosas acontezcan. El cielo i la
“ tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran.
36 “Mas acerca de aquel dia i hora, nadie sabe [nada] ,
“ ni aun los mensageros de los cielos, sino mi Padre
37 “ solo. Mas como los dias de Noé, así será también
38 “ la venida del Hijo del hombre. Porque asi como
“ en los dias antes del diluvio, comían i bebían, se
“ casaban i daban en casamiento, hasta el dia en que
39 “ entró Noé en el arca; i no supieron [el tiempo],
“ hasta que vino el diluvio, i se los llevó á todos ; así
“ será también la venida del Hijo del hombre.
40 “ Entonces dos estarán en el campo ; el uno será
41 “ llevado con [él], i el .otro dejado ; [estara-n] dos
“ mugeres moliendo en el molino ; una será llevada
“ con [él], i otra dejada.
42 “ Velad pues, porque no sabéis á que hora vendrá
43 “ vuestro Señor. Mas esto sabéis, que si el padre de
“ familias hubiera sabido á qué vela habia de venir
“ el ladrón, hubiera velado, i no hubiera permitido
44 “ se horadara su casa. Por causa de esto vosotros
“ también estad prontos ; porque á una hora que no
“ pensáis, ha de venir el Hijo del hombre.
45 “ l Quién pues es el siervo fiel i prudente, á quien
“ su Señor ha puesto sohre los siervos de su casa, para
46 “ darles el alimento á su tiempo ? Feliz aquel siervo,
“ á quien su Señor, cuando viniere, hallare haciéndo-
47 “ lo así. En verdad os digo, que lo pondrá sobre todo
48 “ lo que tiene. Mas si aquel siervo, [siendo] malo,
“ dijere en su corazón : ‘ Mi señor tarda en venir .
49 “ i empezare á dar golpes á sus consiervos, i comer
50 “ i beber con los que se embriagan ; vendrá el se-
“ ñor de aquel siervo en un dia, en que no lo espera,
51 “ i en una hora que no sabe ; i le hará pedazos, i
MATEO, CAP. XXV. 49
“ pondrá su parte con los hipócritas : allí será el llorar
“ i el crujir de los dientes.
XXV. 1 “ Entonces el reino de los cielos será semejante
“ á diez doncellas, que tomaron sus lámparas, i salieron
2 “ al encuentro del esposo. I cinco de ellas [eran]
3 “ prudentes, i cinco fátuas. Las fátuas tomaron sus
4 “ lámparas, pero no tomaron consigo aceite. Mas las
“ prudentes tomaron aceite en sus vasijas con sus lám-
5 “ paras. I mientras tardaba el esposo, dormitaron
6 “ todas, i se durmieron. I á la media noche hubo
“ un grito : ‘ ¡ Hé aquí, el esposo viene ! Salidle al en-
7 “ ‘ cuentro.’ Entonces se levantaron todas aquellas
8 “ doncellas, i aderezaron sus lámparas. I las fátuas
“ dijeron á las prudentes : * Dadnos de vuestro aceite,
9 “ 1 porque nuestras lámparas se apagan.’ Mas res-
“ pondieron las prudentes, diciendo : ‘ pío], no sea
“ 1 que no baste para nosotras i para vosotras : pero
“ 1 id antes á los que venden, i comprad para vosotras
10 “ ‘ mismas.’ I mientras se iban ellas á comprar, vino
“ el esposo ; i las [que estaban] prontas entraron
“ con él á la fiesta de la boda ; i se cerró la puerta.
11 “ I después vinieron también las otras doncellas, di-
12 “ ciendo : ‘¡Señor, Señor, ábrenos!’ Mas él res-
“ pondiendo dijo : ‘ En verdad os digo, no os conozco.’
13 “ Velad pues; porque no sabéis el dia ni la hora,
“ en que el Hijo del hombre ha de venir.
14 “ Porque [es] semejante á un hombre que iba á
“ ausentarse de su pais, i llamó á sus siervos, i les
15 “ entregó lo que tenia. I á uno dió cinco talentos, á
“ otro dos, i á otro uno solo ; á cada uno según su
16 “ capacidad ; i se ausentó de su pais luego. I el que
“ recibió los cinco talentos, se fué i negoció con ellos,
17 “ i ganó otros cinco talentos. I asimismo el [que
18 “ recibió] los dos, él también ganó otros dos. Mas el
“ que recibió el uno solo, se fué i cavó en la tierra, i
19 “ escondió el dinero de su señor. I después de mucho
“ tiempo, vino el señor de aquellos siervos, i les tomó
20 “ cuenta. I acercándose el que habia recibido los
“ cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo :
“ ‘ Señor, cinco talentos me entregaste ; mira ! otros
21 “ ‘ cinco talentos he ganado ademas de ellos.’ I le
“ dijo su señor : 1 Bien, siervo bueno i fiel ; sobre poco
“ ‘ has sido fiel ; sobre mucho te pondré ; entra en el
22 “ 1 gozo de tu señor.’ I acercándose también el que
50
MATEO, CAP. XXV.
“ había recibido los dos talentos, dijo : 1 Señor, dos
“ 1 talentos me entregaste ; mira ! otros dos talentos
23 “‘be ganado ademas de ellos.’ Díjole su señor:
“ 1 Bien, siervo bueno i fiel ; sobre poco bas sido fiel ;
“ ‘ sobre mucho te pondré ; entra en el gozo de tu
24 “ 1 señor.’ I acercándose también el que habia re-
“ cibido el un talento, dijo : ‘ Señor, supe que tú eres
“ ‘ un hombre duro, que siegas en donde no bas sem-
25 “ ‘ brado, i recoges de donde no bas esparcido ; i
“ ‘ temiendo, me fui, i escondí tu talento en la tierra;
26 “ ‘ mira ! [ahí] tienes lo que es tuyo.’ I respondien-
“ do su señor, le dijo : * Siervo malo i perezoso :
“ 1 ¡ Sabias que siego en donde no he sembrado, i que
27 “ ‘ recojo, de donde no be esparcido ! Debías pues
“ * haber entregado mi dinero á los banqueros ; i yo, á
“ ‘ mi venida, hubiera vuelto á recibir lo mió con in-
28 “ ‘ teres. Quitadle pues el talento, i dádselo al que
29 “ 1 tiene diez talentos. Porque á todo el que tiene
“ 1 se le dará, i abundará ; mas al que no tiene se le
30 “ ‘ quitará aun lo que tiene. X al siervo inútil echadlo
“ ‘ fuera en las tinieblas exteriores ; allí será el llorar
“ ‘ i el crujir de los dientes.’
31 “ I cuando viniere el Hijo del hombre en su gloria,
“ i todos los santos mensageros [de Dios] con él, en-
32 “ tonces se sentará sobre el trono de su gloria ; i
“ serán congregadas delante de él todas las naciones ;
“ i los separará á los unos de los otros, como el pastor
33 “ separa las ovejas de los cabritos ; i pondrá las ove-
“ jas á su derecha, i los cabritos á [su] izquierda.
34 “ Entonces dirá el rei á los de su derecha : ‘ Venid,
“ ‘ los benditos de mi Padre, heredad el reino que os
“ ‘ ba sido preparado desde la fundación del mundo.
35 “ ‘ Porque tuve hambre, i me disteis de comer ;
“ 1 tuve sed, i me disteis de beber ; estuve estrangero,
36 “ ‘ i me recogisteis ; desnudo, i me vestísteis ; enfer-
“ 1 mo, i me visitasteis : estuve en cárcel i vinisteis á
37 “ ‘ mí.’ Entonces le responderán los justos, dicien-
“ do : ‘ Señor, ¿ cuándo te vimos hambriento, i [te]
“ ‘ alimentámos ? ¿ ó sediento i [te] dimos de beber ?
38 “ ‘ I i cuándo te vimos estrangero, i [te] recogimos ?
39 “ ‘ i ó desnudo, i [te] vestímos ? X ¿ cuándo te vimos
40 “ ‘ enfermo, ó en cárcel, i vinimos á tí V I responde-
“ rá el rei, i les dirá : ‘ En verdad os digo, que en
“ ‘ cuanto [lo] hicisteis á uno de estos mis hermanos,
MATEO, CAP. XXVL 51
“ 4 taun] de los mas pequeños, á mí [lo] hicisteis.’
41 “Entonces dirá también á los de la izquierda :
Apartáos de mí, los malditos, al fuego eterno, que
“ ‘ ha sido preparado para el calumniador i sus men-
42 “ ‘ sageros. Porque tuve hambre, i no me disteis de
43 ‘“comer; tuve sed, i no me disteis de beber ; estuve
“ ‘ estrangero, i no me recogisteis ; desnudo, i no
“‘me vestísteis; enfermo, i en cárcel, i no me
44 “ ‘ visitasteis.’ Entonces le responderán también
“ellos, diciendo: ‘Señor, ¿cuándo te vimos ham-
“ ‘ briento, ó sediento, ó estrangero, ó desnudo, 6 en-
4o “ ‘ termo, ó en cárcel, i no te servímos ?’ Entonces
“ les responderá, diciendo : ‘En verdad os digo, que
“ ‘ en cuanto no [lo] hicisteis á uno de estos, [aun] de
46 “ ‘ los mas pequeños, ni á mí [lo] hicisteis.’ I se irán
“ est °s al castigo eterno ; mas los justos á la vida
“ eterna.”
XXVI. 1 I aconteció que cuando hubo Jesús acabado
2 todas estas palabras, dijo á sus discípulos : “ Sabéis
“ que después de dos dias ha de celebrarse [la fiesta]
“ de la Pascua, 0 i el Hijo del hombre va á ser entre-
“ gado para ser crucificado.”
3 Entonces se congregaron los príncipes de los sacer-
dotes, i los escribas, i los ancianos del pueblo, en el
palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifas ;
4 i consultaron entre sí para prender á Jesús por dolo’
6 i matarlo. Mas decian : “No durante la fiesta, para
“ que no suceda alboroto en el pueblo.”
6 I estando Jesús en Bethania en casa de Simón el
7 leproso, se acercó á él una muger que tenia un vaso
de alabastro de bálsamo de gran precio, i der-
ramólo sobre la cabeza de él, que se recostaba [á ia
8 mesa]. I al verlo sus discípulos, se indignaron, d¡-
9 ciendo : “ ¿ Para que' este desperdicio ? Porque podia
“ este bálsamo venderse en mucho, i darse á los po-
lo “ bres.” I sabiéndolo Jesús, les dijo : “ ¿ Por qué
“ molestáis á la muger ? porque ba hecho una buena
11 “ obra conmigo. Porque á los pobres los teneis
■“ siempre con vosotros, mas á mí no me teneis siem-
12 “ pre. Porque el haber esta echado este bálsamo
* Pascua significa en hebreo salvaguardia 6 protección ,. véase Is.
xxxi. 5. Jehova guardó Es casas de los Hebreos, i “ no permitió al des-
tructor" entrar en ellas; Ex. xii. 23; “librólas," Ex. xii. 27.
52
MATEO, CAP. XXVI.
“ sobre mi cuerpo, para embalsamarme [lo] lia hecbo.
13 “ En verdad os digo, que donde quiera que fuere pro-
“ clamada esta buena nueva en todo el mundo, se
“ contará también lo que lia hecho esta, para me-
“ moria de ella.”
14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas
15 Iscariote, se fué á los príncipes de los sacerdotes, i
dijo : “ i Qué queréis darme, i yo os lo entregaré ?" I
1G le pesaron treinta [sidos] 0 de plata. I desde enton-
ces buscaba oportunidad para entregarlo.
17 I el primer [día de la fiesta] de los [panes] sin
levadura, se acercaron los discípulos á Jesús, dicién-
dole : “ ¿ Dónde quieres que te preparemos para que
18 “ comas [el cordero de] la Pascua ?” I él dijo :
“ Idos á la ciudad á tal persona, i decidle : ‘ El
“ 1 Maestro dice : Mi tiempo está cerca ; contigo voi
19 “ 1 á celebrar la Pascua con mis discípulos.’ ” E
hicieron los discípulos como J esus les había mandado,
i prepararon [el cordero de] la Pascua.
20 I venida la tarde estaba recostado [á la mesa] con
21 los doce. I estando ellos comiendo, dijo : “ En ver-
“ dad os digo, que uno de vosotros me entregará.”
22 I estaban mui entristecidos, i empezaron á decirle,
cada uno de ellos [de por sí] : “ ¿ Soi acaso yo, Señor ?”
23 I él respondiendo dijo: “El que habrá metido la mano
24 “ conmigo en el plato, ese me entregará. Sí, el Hijo
“ del hombre se va, como está escrito acerca de él ;
“ pero ¡ ai de aquel hombre por medio de quien va á
“ ser entregado el Hijo del hombre ! Bueno le fuera,
25 “ si no hubiese nacido aquel hombre.” I respondien-
do Júdas, el que lo iba á entregar, dijo : “ ¿ Soi acaso
“ yo, Maestro ?” Dícele : “ Tú [lo] has dicho.”
26 I estando ellos comiendo, tomó Jesús el pan, i,
habiendo bendecido [á Dios],t [lo] partió i dió á los
discípulos; i dijo: “Tomad, comed; esto es{ mi
27 “ cuerpo.” I tomó la copa, i, habiendo dado gracias,
28 se [la] dió, diciendo : “Bebed de ella todos ; porque
“ esto es mi sangre, la del nuevo pacto, la que va á
* El sido hebreo, valia cuatro dracmas, 6 cerca de ciuco reales de
plata i un tercio, lo mismo que el estater griego.
f Véase ver. 27 ; i compárese cap xiv. 19 con xv. 36.
I Es 6 significa, representa. Véase Mat. xiiL 38 ; Luke viii. 11, 12.
MATEO, CAP. XXVI. 53
“ ser derramada á favor de muchos para perdón de
29 “ pecados. I os digo, que no beberé desde ahora de
“ este fruto de la vid, hasta aquel día cuando le beba
“ con vosotros nuevo en el reino de mi Padre.”
30 I habiendo alabado [á Dios] con un himno, 0 salie-
ron al Monte de los Olivos.
31 Entonces les dijo Jesús : “ Todos vosotros hallareis
“ ocasión de tropiezo en mí esta noche ; porque es-
“ crito está : ‘ Heriré al pastor, i serán esparcidas
32 “ ‘ las ovejas del rebaño.’ Mas después de haber re-
“ sucitado yo, iré antes que vosotros á la Galilea.”
33 Mas Pedro respondiendo, le dijo : “ Si aun todos ha-
“ liasen ocasión de tropiezo en tí, yo no la hallaré
34 jamas. Díjole Jesus: “En verdad te digo, que
esta noche, antes que cante el gallo, me negaras
35 “ tres veces." Dícele Pedro: “Aunque me sea ne-
“ cesario el morir contigo, no te negaré.” Cosas seme-
“ jantes dijeron también todos los discípulos.
36 Entonces vino Jesús con ellos á una heredad lla-
mada Gethsemaní, i dijo á los discípulos : “ Sentóos
37 “. aquí, mientras me voi á orar allí.” I llevó con-
sigo á Pedro i á los dos hijos de Zebedeo, i em-
38 pezó á entristecerse i angustiarse. Entonces les dijo :
“ Mi alma está mui triste, hasta la muerte ; per-
39 “ maneced aquí i velad conmigo.” I fué un poco
adelante, i se. postró de cara, orando i diciendo :
“ Padre mió, si es posible, apártese de mí este cáliz ;
40 “ empero no como yo quiero, sino como tú.” I vino
á los discípulos, i los halló durmiendo, i dijo á Pedro :
“ ¿ Así, no habéis podido velar conmigo una sola
41 “ hora ? Velad i orad, para que no entréis en ten-
tacion. Sí, el espíritu [está] pronto, mas la carne
4_j “.[es] enferma.” De nuevo segunda vez se fué i oró,
diciendo : “ Padre mío, si no puede apartarse de mí
“ cáliz, sin que yo le beba, hágase tu voluntad.”
43 I vino i los halló otra vez durmiendo ; porque estaban
44 sus ojos cargados. I los dejó, i se fué de nuevo, i oró
45 tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces
vino á sus discípulos, i les dijo : “ Estáis durmiendo
lo que queda, i descansando. Hé aquí, se ha acer-
“ cado la hora, i el Hijo del hombre va á ser entre-
* Himno 6 himnos.
D
04 MATEO, CAP. XXVX
46 “ gado en manos de pecadores. Levantóos, vamos :
“ hé aquí, se ha acercado el que va á entregarme."
47 I estando él aun hablando, hé aquí, Judas, uno do
los doce, vino, i con él un gran gentío con espadas i
con palos, [enviado] de los príncipes de los sacerdotes
48 i los ancianos del pueblo. I el que iba á. entregarlo,
les dió una señal, diciendo : “ A quien yo besare, él
49 es; prendedlo.” I se acercó luego á Jesús, i dijo:
60 “ Salve, Maestro i lo besó. I le dijo Jesús : “ Ami-
» g 0 , ¿ á qué has venido ?” Entonces se acercaron,
i echaron mano á Jesús, i lo prendieron.
61 I hé aquí, uno de los que estaban con J esus, echó
mano de su espada, i la sacó, ó hirió á un siervo del
62 sumo sacerdote, i le quitó una oreja. Entonces le dijo
Jesús : “Vuelve tu espada á su lugar ; porque todos
“ los que toman la espada, á espada perecerán.
63 “ ¿ Pensáis que no puedo ahora rogar á mi Padre, i me
“ daría mas de doce legiones 0 de [sus] mensageros ?
54 “ En ese caso ¿cómo se cumplirían las escrituras,
“ [que dicen] que es necesario que se baga así ?”
65 En aquella hora dijo Jesús á las gentes : “ ¿ Así
“ como contra un ladrón habéis salido con espadas i
“ palos á prenderme ? Cada día me sentaba con
“ vosotros enseñando en el lugar santo, i no me
66 “ prendisteis. Mas todo esto ha acontecido para que
“ se cumpliesen lasEscrituras de los profetas.”
Entonces todos los discípulos lo dejaron, i huye-
ron.
67 I los que habían prendido á Jesús, lo condujeron á,
Caifas el sumo sacerdote, donde se habían congregado
68 los escribas i los ancianos. I Pedro lo segura á lo
lejos hasta el palacio del sumo sacerdote ; i habiendo
entrado dentro, se estaba sentado con los ministros,
para ver el fin.
69 I los príncipes de los sacerdotes i los ancianos i
todo el tribunal buscaban falso testimonio contra
60 Jesús, para hacerlo morir ; i no [lo] hallaron ; aun-
que se acercaron muchos falsos testigos, no [lo]
hallaron. I después se acercaron dos falsos testigos,
61 que dijeron : “ Este dijo ; ‘ Puedo derribar el templo
62 “ ‘ de Dios, i, después de tres dias, edificarlo.’ ” I se
* La legión romana, por CBto tiempo, so componía do cinco á seis mil
hombrea.
MATEO, CAP. XXVII.
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puso en pié el sumo sacerdote, i le dijo : “ ¿ No res-
ao > J >0 t es nada * i Qué deponen estos contra tí ?”
bó Mas Jesús callaba. I respondiendo el sumo sacerdote
e dijo : “Te conjuro, por el Dios vivo, que nos digas!
64 “ si tú eres el Ungido, el Hijo de Dios.” Le dijo
Jesús: “Tú [lo] has dicho. Ademas os digo, que
desde ahora vereis al Hijo del hombre sentado
^ a la diestra de la Potestad, i venir sobre las nubes
del cielo. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus
vestiduras, diciendo : “ Ha infamado 0 [á Dios] ;
“ i ( l"é necesidad tenemos ya de testigos ? mirad]
“ acabais de oir su infamacion.f ¿ Qué os parece?”
I respondiendo ellos, dijeron : “ Reo es de muerte."
67 Entonces le escupieron en la cara, i lo maltrataron á
68 puñadas; i otros le dieron bofetadas, diciendo:
“ Profetízanos, Ungido, ¿quién es el que te ha he-
“ ndo ?”
69 I Pedro estaba sentado fuera en el atrio ; i se acercó
-o áé T 1111:1 criada ’ diciendo : “Tú también estabas con
iO “Jesús el Galileo.” Mas él negó en presencia de todos,
ti diciendo: “No sé lo que dices.” I habiendo él sali-
do al pórtico, lo vió otra [criada], i dijo á los [que
estaban] • “Este también estaba con Jesús el
¿o j' ^ azaren0 -” I otra vez negó con juramento, [dicien-
to do] . No conozco al hombre.” I poco después se
acercaron los que estaban [allí], i dijeron ó Pedro :
Verdaderamente tú también de ellos eres ; porque
tu habla te descubre." Entonces empezó á hacer
imprecaciones, i á jurar, [diciendo] : “ No conozco
al hombre.” I luego cantó el gallo. I se acordó
ledro de lo que Jesús le había dicho : “Antes que
cante el gallo, tres veces me negaras.” I salió fuera
i lloró amargamente.
74
75
XXVII. 1 I venida la mañana, todos los príncipes de
os sacerdotes i los ancianos del pueblo consultaron
¿ entre sí contra J esus, para hacerlo morir. I, habién-
dolo atado, se lo llevaron de [allí], i lo entregaron al
gobernador Pondo Pilato.
3 Entonces Judas, el que lo había entregado, vien-
do que había sido condenado, mudó de parecer
pesaroso, i devolvió los treinta [sidos] de plata á los
4 principes de los sacerdotes i á los ancianos, diciendo :
* 0 ha blasfemado. t 0 blasfemia.
66 MATEO, CAP. XXVII.
“ He pecado, [pues] be entregado sangre inocente.”
Mas ellos dijeron : “ A nosotros ¡ qué nos [importa] ?
6 “ vélo tú.” X habiendo arrojado los [sidos] de
plata en el templo, se retiró ; i se ftié, i se ahorcó.
6 I los principes de los sacerdotes tomaron los [sidos]
de plata, i dijeron: “No es lícito meterlos en el
» tesoro de dones [para Dios], porque es precio de
7 “ sangre.” I habiendo consultado entre sí, compra-
ron con ellos el campo del alfarero, para sepultura de
8 los estrangeros. Por lo cual se llama aquel campo,
9 Campo de sangre, hasta hoi dia. Entonces se cumplió
lo que fué dicho por medio de Jeremías el profeta,
que dijo : “I tomé los treinta [sidos] de plata de los
“ hijos de Israel, el precio del apreciado, al cual apre-
10 “ ciaron [ellos] ; i los dieron para [comprar], el
“ campo ael alfarero ; como me mandó el Señor.”
11 I estuvo Jesús delante del gobernador ; i le pre-
guntó el gobernador, diciendo : “ ¡ Eres tú el rei de los
12 “ Judíos ?” lie dijo Jesús: “ Tú [lo] dices.” I mien-
tras era acusado por los príncipes de los sacerdotes i
13 los ancianos, nada respondía. Entonces le dijo Pilato:
14 “ i No oyes cuántas cosas deponen contra tí ?” I
no le respondió ni aun á una sola cosa ; de modo que
se maravillaba mucho el gobernador.
16 I acostumbraba el gobernador en la fiesta sol-
16 tar un preso á las gentes, el que querían. I te-
nían entonces un preso famoso, llamado Barrabas.
17 Por tanto, congregadas ellas, les dijo Pilato : “¡A
“ quién queréis que os suelte, á Barrabas, ó á Jesús,
18 “ que es llamado [el] Ungido ?” Porque sabia que por
19 causa de envidia lo habían entregado. I estando él
sentado en la silla elevada [del tribunal], le envió &
decir su muger : “ No tengas nada que ver con ese
“ justo ; porque he padecido mucho hoi en sueños
20 “ por causa de él.” I los principes de los sacerdotes
i los ancianos persuadieron á las gentes á que pidiesen
21 á Barrabas, i destruyesen á Jesús. I el gobernador
hablándoles dijo : “ ¿ A quién de los dos queréis que
22 “os suelte?” I dijeron ellos : “A Barrabas.” Díjoles
Pilato : “ i Qué pues haré de Jesús, que es llamado [el]
23 “Ungido?” Dícenle todos: “Sea crucificado.” I
dijo el gobernador : “ ¿ Qué mal pues ha hecho ?”
Pero ellos gritaban mas, diciendo : “ Sea crucificado.”
24 I viendo Pilato que nada adelantaba, sino que antes
MATEO, CAP. XXVH. 57
bien sobrevenía un alboroto, tomó agua i se lavó las
manos enfrente de las gentes, diciendo : “ Inocente
25 “ estoi de la sangre de este justo ; vedlo vosotros.” I
respondió todo el pueblo, i dijo : “ Sea su sangre sobre
26 “ nosotros, i sobre nuestros hijos.” Entonces les
soltó á Barrabas, i habiendo azotado á Jesús, lo en-
tregó para que fuese crucificado.
27 Entonces los soldados del gobernador llevaron con-
sigo á Jesús al pretorio, i congregaron al rededor
28 de él toda la cohorte ; i habiéndolo desnudado, lo
29 rodearon de un manto de grana ; i entretejieron una
corona de espinas, i se la pusieron sobre la cabeza, i
una caña en la mano derecha ; i arrodillándose ante
él, se burlaban de él, diciendo : “ Salve, rei de los
30 “ Judíos.” I le escupieron, i tomaron la caña, i le
31 daban golpes en la cabeza. 1 cuando se hubieron
burlado de él, lo desnudaron del manto, i le vistieron
sus vestidos, i se lo llevaron de [allí] para crucificarlo.
32 I mientras salian, hallaron á un Cyreneo, por nom-
bre Simón ; á este forzaron á que cargase con la cruz
de él
33 I venidos á un lugar llamado Gólgotha, que quiere
34 decir, Lugar de una calavera, le dieron á beber
vinagre mezclado con hiel ; i habiéndolo probado, no
35 quiso beberlo. I después que lo hubieron crucificado,
repartieron sus vestidos, echando suertes : para que
se cumpliese lo que fué dicho por el profeta : “ Be-
“ partieron mis vestidos entre sí, i sobre mi ropa
36 “ echaron suertes.” I sentados lo guardaban allí.
37 I le pusieron sobre la cabeza su acusación escrita [así] :
“ESTE ES JESUS, EL EEI DE LOS JUDÍOS."
38 Entonces fueron crucificados con él dos ladrones,
uno á la derecha, i otro á la izquierda.
39 I los que pasaban por allí, lo infamaban, meneando
40 la cabeza, Lfliciendo : “ Tú que derribas el templo,
“ i en tres dias [lo] edificas, sálvate á tí mismo : si
41 “ eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.” I de un
modo semejante los príncipes de los sacerdotes tam-
bién, burlándose [de él], con los escribas i ancianos,
42 decían : “ A otros salvó, á sí mismo no puede sal-
“ varse. Si es el rei de Israel, descienda ahora de la
43 “ cruz, i confiaremos en él. Tiene confianza en Dios ;
“ líbrelo ahora, si lo quiere bien ; porque dijo : ‘ De
n 2
58 MATEO, CAP. XXVII.
44 “ ‘ Dios soi Hijo.’ ” I de lo mismo io improperaban
también los ladrones, que habian sido crucificados
con éL
45 I desde la hora de sexta 0 hubo tinieblas sobre toda
46 la tierra hasta la hora de nona. I cerca de la hora
de nona, exclamó Jesús con una gran voz, diciendo :
“ Eli, Eli, ¿ lama sabachthani ?” esto es : “Dios mió,
47 “ Dios mió, ¡ por qué me has desamparado ?” I al-
gunos de los que estaban allí, habiéndolo oido, decían :
48 “ A Elias llama este.” I luego corrió uno de ellos, i
tomó una esponja, i habiéndola empapado en vinagre
49 i puesto en una caña, dábase [la] á beber. Mas ios
otros decían: “Deja, veamos si va viniendo Elias
“ á salvarlo.”
60 I Jesús, habiendo clamado otra vez con una gran
voz, entregó el espíritu.
61 I hé aquí el velo del templo se rasgó en dos de
alto á bajo, i tembló la tierra, i se partieron las
62 rocas, i se abrieron los sepulcros ; i muchos cuer-
53 pos de santos que dormían, resucitaron, i salieron
de los sepulcros, después de la resurrección de él, i
entraron en la santa ciudad, i se aparecieron á muchos.
64 I el centurión i los que con él estaban guardando á
Jesús, cuando hubieron visto el terremoto i las cosas
sucedidas, temieron muchísimo, diciendo: “Verda-
“ deramente de Dios era Hijo este.”
55 I estaban allí mirando de lejos muchas mugeres,
que habian seguido á Jesús desde Galilea, sirvién-
66 dolo ; entre las cuales estaba Maria la Magdalena, f
i Maria la madre de Jacobo i de Joses, i la madre
délos hijos de Zebedeo.
67 I venida la tarde, vino un hombre rico de Ari-
mathea, por nombre Josef, el cual también se
68 había hecho discípulo de Jesús. Este fué á Pilato,
i pidió el cuerpo de Jesús. Entonces mandó Pilato
69 que se le diese el cuerpo. I tomó Josef el cuerpo, i
60 lo envolvió en mía sábana limpia, i lo puso en un
sepulcro nuevo, que para sí habia abierto en la roca.
I rodó una gran piedra á la entrada del sepulcro, i se
* Los hebreos dividían el dia, desde el salir hasta el ponerse del
sol, en doce horas, las cuales eran mas largas en verano que cu invierno.
La hora de sexta terminaba al medio dia.
t De Mctgdala.
MATEO, CAP. XXVHL 69
61 filé. I estaban allí María la Magdalena, i la otra
Maria, sentadas enfrente del sepulcro.
62 I el dia siguiente, que era [el dia] después de la
preparación, los príncipes de los sacerdotes i los Fari-
63 seos vinieron juntos á Pilato, diciendo :“ Señor, [nos]
“ hemos acordado que aquel impostor, mientras vivia
64 “aun, dijo: ‘Después de tres dias resucitaré.’ Manda
“ pues que se asegure el sepulcro hasta el tercero
“ dia ; no sea que vengan sus discípulos de noche, i
“ lo hurten, i digan al pueblo : ‘ Ha resucitado de
“ ‘ entre los muertos ;’ i sea la impostura última peor
65 “ que la primera.” I les dijo Pilato : “ Teneis una
66 “guardia; idos, aseguradlo como sabéis.” I se fueron
ellos, i aseguraron el sepulcro, habiendo sellado la
piedra i [puesto] la guardia.
XXVm. 1 I después del dia de reposo, al amanecer el
primer dia de la semana, vino Maria la Magdalena, i
2 la otra Maria, á mirar el sepulcro. I hé aquí, habia
habido un gran terremoto ; porque un mensagero del
Señor habiadescendido del cielo, i se habia llegado á la
piedra, i la habia rodado de La entrada ; i estaba senta-
3 do sobre ella. I su semblante era como el relámpago, i
4 su vestidura blanca como la nieve ; i, del temor de
él, temblaron los guardas, i se hicieron como muertos.
6 I habló el mensagero, i dijo á las mugeres : “ No te-
“ mais vosotras ; porque sé que estáis buscando á
6 “ Jesús que ha sido crucificado. No está aquí ; por-
“ que ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar
7 “ donde estaba puesto el Señor. E id presto, i decid
“ á sus discípulos que ha resucitado de entre los
“ muertos : i hé aquí, irá antes que vosotros á la
“ Galilea ; allí lo vereis. Hé aquí, os [lo] he dicho.”
8 I salieron presto del sepulcro con temor i con gran
9 gozo, i corrieron á dar aviso á sus discípulos. I
mientras iban á dar aviso á sus discípulos, hé aquí,
las encontró Jesús, diciendo: “Salve.” I ellas se
10 acercaron, i le tomaron los piés, i lo adoraron. En-
tonces les dijo Jesús : “ No temáis ; idos, dad aviso á
“ mis hermanos, para que se vayan á la Galilea ■ i
“ allí me verán.”
11 I mientras iban ellas, hé aquí, algunos de la guar-
dia fueron á la ciudad, i contaron á los príncipes de
GO MATEO, CAP. XXVIII.
12 los sacerdotes todas las cosas que habian sucedido. 1
habiéndose juntado con los ancianos, i consultado
entre sí, dieron muchos [sidos de] plata á los soldá-
is dos, diciendo: “Decid: ‘ Sus discípulos vinieron de
“ ‘ noche i lo hurtaron mientras nosotros estábamos
14 “ 1 durmiendo i si oyere esto el gobernador, noso-
“ tros lo persuadiremos, i os haremos quedar sin nfan.”
15 I ellos tomaron los [sidos de] plata, é hicieron así
como habian sido enseñados. I este dicho se publica
entre los Judíos hasta hoi dia.
16 1 los once discípulos se fueron á la Galilea, al monte
17 que les habia señalado Jesús. I cuando lo vieron, lo
18 adoraron : mas algunos dudaron. I se acercó J esus,
i les habló, diciendo : “ A mí se me lia dado toda
19 “ autoridad en el cielo i en la tierra : id pues i haced
“discípulos á [las gentes de] todas las naciones,
“ sumergiéndolos en el nombre del Padre i del Hijo
20 “ i del Espíritu Santo ; enseñándoles á guardar to-
“ das las cosas que os he mandado ; i hé aquí, yo
“ estoi con vosotros todos los dias hasta la conclusión
“ del siglo.” Así sea.°
• Amen.
LA BUENA NUEVA DE JESUS CRISTO,
SEGUN MARCOS.
I. 1 Principio de la buena nueva 0 de Jesús Cristo, t rell
Hijo de Dios.
2 Así como está escrito en los profetas: “Héaquí,
“ yo envió mi mensagero ante tu faz, el cual prepa-
3 “ rará tu camino delante de tí. Voz de uno que
“ clama en el despoblado : ‘ Preparad el camino del
“ ‘ Señor ; haced derechos sus caminos reales.’ "
4 Vino Juan sumergiendo en el despoblado, i pro-
clamando la inmersión del arrepentimiento para el
6 perdón de los pecados. I salía á él todo el pais de
J udea, i los de J erusalem ; i eran sumergidos todos
6 por él en el rio Jordán, confesando sus pecados. I
estaba J uan vestido de pelos de camello, .i de un cinto
de cuero al rededor de sus lomos ; i comía langostas
7 i miel silvestre. I proclamaba, diciendo : “ En pos
“ de mí viene el que es mas fuerte que yo ; la correa
“ de cuyo calzado no soi digno, encorvándome, de
8 “ desatar. Yo, sí, os he sumergido en agua, mas él
“ os sumergirá en el Espíritu Santo.”
9 I aconteció en aquellos dias [que] vino Jesús desde
Nazaret de la Galilea, i fué sumergido por Juan en el
10 J ordan. I subiendo luego [aquel] del agua, vió [Juan]
partirse los cielos, i al Espíritu, como paloma, bajar
1 1 sobre él : i vino una voz de los cielos : “ Tú eres mi
“ Hijo el amado, en quien me he complacido.”
12 I luego el Espíritu lo hace salir al despoblado.
13 I estaba allí cuarenta dias en el despoblado, tentado
por Satanas i estaba con las fieras ; i lo servian los
mensageros [de Dios].
14 I después de ser entregado Juan, vino Jesús á la
Galilea, proclamando la buena nueva del reino de
15 Dios, i diciendo : “Se ha cumplido el tiempo, i se
“ ha acercado el reino de Dios ; arrepentios, i tened
“ fe en la buena nueva.”
* Buena nueva, en griego euangelion.
t Jesús significa Salvador ,- Cristo, Ungido.
J Satanas en hebreo significa Adversario.
62 MARCOS, CAP. L
16 I andando junto á la mar de la Galilea, vid á Simón
i á Andrés su hermano, echando una red en la piar ;
17 porque eran pescadores. I les dijo Jesús : “Venid en
« pos de mí, i haré que vengáis á ser pescadores do
18 “hombres.” lluego dejaron sus redes, i lo siguieron.
19 I habiendo pasado de allí un poco mas adelante,
vió & Jacobo el [hijo] de Zebedeo, i á Juan su her-
mano, los cuales [estaban] en [su] barca preparando
20 las redes. I luego los llamé ; i dejaron á su padre
Zebedeo en la barca con los jornaleros, i se fueron
en pos de éL , ,
21 I entraron en Caphamaum ; i luego en el día de
22 reposo, entró en la congregación, 0 i enseñaba. I
quedaban atónitas [las gentes] de su enseñanza ; por-
que las enseñaba como quien tiene autoridad, i no
como los escribas. ,
23 I habia en la congregación de ellos un hombre
24 [poseído] de un espíritu inmundo ; i exclamó, dicien-
do : “ Ea ! ¿ qué tenemos nosotros que ver contigo,
11 Jesús Nazareno ? ¿ Has venido á destruimos ? Sé
25 “ quien tú eres, el Santo de Dios.” I le reprendió
26 Jesús, diciendo : “ Enmudece, i sal de él.” I habién-
dolo agitado convulsivamente el espíritu inmundo,
27 i clamado con una gran voz, salió de él. I queda-
ron todos asombrados, tanto que razonaban entre sí
diciendo : “ ¿ Qué es esto ? ¡ Qué [es] esta nueva doc-
“ trina, que con autoridad manda aun á los espíritus
28 “ inmundos, i le obedecen ? ” I corrió luego la fama
de él por todo el pais de la Galilea de alrededor.
29 I luego, al salir de la congregación, entraron en
30 casa de Simón i Andrés con Jacobo i Juan. I la
suegra de Simón yacía con calentura ; i le hablaron
31 luego acerca de ella. I se acercó, i la tomó por la
mano, i la levantó ; i la dejó luego la calentura, i
32 los servia. I venida la tarde, puesto ya el sol, le
33 traían todos los enfermos i los endemoniados : i toda
34 la ciudad estaba junta á la puerta. I sanó á muchos
que estaban enfermos de varias^ dolencias, i lanzó á
muchos demonios, i no los dejó hablar ; porque lo
conocían.
35 I por la mañana se levantó antes del amanecer, i
36 salió, i se fué á un lugar despoblado, i allí oraba. 1
* Congregación, en griego sunagoge.
MARCOS, CAP. n. 63
37 Simón i los que [estaban] con él, fueron á buscarlo : i
al hallarlo, le dijeron : “Todos te andan buscando.”
38 I les dijo : “ Yamos á las poblaciones vecinas, para que
“ proclame allí también ; porque para eso he salido."
39 I proclamaba en las congregaciones de ellos, por
toda la Galilea, i lanzaba á los demonios.
40 I vino á él un leproso, que le rogó, arrodillándose
ante él, i diciendole: “ Si quieres, puedes limpiarme.”
41 I Jesús, movido á compasión, estendida la mano, lo
42 tocó, i le dijo : “ Quiero, sé limpiado.” I luego que
habló él, se partió del [hombre la] lepra, i se limpió.
43 I le encargó [Jesús] estrechamente, i luego lo hizo
44 irse : i le dijo : “Mira que no digas nada á nadie ;
“ mas véte, muéstrate al sacerdote, i ofrece, con res-
“ pecto á tu limpia, lo que mandó Moisés, para
45 “ [que sea] testimonio á ellos.” Mas él, al salir, em-
pezó á proclamar[lo] mucho, i & publicar la cosa, de
modo que no podía ya [Jesús] entrar en público en
[la] ciudad, sino que andaba fuera en lugares despo-
blados ; i venian á él de todas partes.
H. 1 I entró otra vez en Caphamaum después de [al-
gunos] dias ; i oyeron [las gentes] que estaba en una
2 casa. I luego se juntaron muchos, así que no podían
admitir[los] ya ni aun los [lugares] cercanos á la
3 puerta : i les hablaba la palabra [de Dios]. I vinieron
á, él [algunos] trayendo á un paralítico, llevado por
4 cuatro. Ino pudiendo acercarse á [Jesús] por causa
del gentio, quitaron [una parte] del tejado [sobre]
donde estaba ; i habiéndola sacado, descolgaron la
6 camilla en que yacía el paralítico. I al ver Jesús la fé
de ellos, dijo al paralítico : “ Hijo, perdonados te son
6 “ tus pecados.” I estaban sentados allí algunos de los
7 escribas, i discurrían [así] en sus corazones : “ ¿ Por
“ qué habla este de ese modo infamias ? ¡ Quién
8 “ puede perdonar pecados, sino uno solo, Dios ?" I
sabiendo Jesús luego en su espíritu, que discurrían de
ese modo en sí mismos, les dijo : “ ¿ Por qué discurrís
9 “ esas cosas en vuestros corazones ? ¿ Qué cosa es
“ mas fácil, el decir al paralítico : ‘ Perdonados te son
“ 1 [tus] pecados ó el decir : ‘Levántate, i toma tu
10 “ 1 camilla, i anda V Mas para que sepáis, que el
“ Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para
11 “ perdonar pecados;” (dice al paralítico) : “Tedigo:
64 MANCOS, CAP. XI.
12 “ Levántate, i toma tu camilla, i véte á tu casa.” I
se levantó luego, i tomó [su] camilla, i salió delante do
todos [ellos] ; asi que estaban pasmados todos, i glori-
ficaban á Dios, diciendo : “Jamas vimos tal cosa.”
13 I salió otra vez á las cercanías de la mar; i todas
14 las gentes venian á él, i las enseñaba. I al pasar, vió
á Leví, el [hijo] de Alfeo, sentado al despacho de los
alcabaleros, i le dijo : “ Sígueme." I poniéndose en
15 pié, lo siguió. I aconteció que mientras estaba re-
costado Jesús [á la mesa] en casa de este, también
muchos alcabaleros i pecadores estaban recostados
con él i con sus discípulos ; porque liabia muchos [de
16 ellos] que lo habían seguido. I los escribas i los
Fariseos, al verlo comer con los alcabaleros i peca-
dores, decían á los discípulos de él : “ ¿ Por qué come
17 “ i bebe con los alcabaleros i pecadores ?” I habien-
do[lo] oido Jesús, les dijo : “ Los que están robustos
“ no han menester de médico, sino los que están en-
“ fermos. No he venido á llamar justos, sino pecu-
“ dores á arrepentimiento.”
18 I ajumaban los discípulos de Juan i los de los Fa-
riseos : i vinieron [á Jesús] i le dijeron : Por qué
“ ajuman los discípulos de Juan i los de los Fariseos,
19 “ i tus discípulos no ajuman ?” I les dijo Jesús:
“ l Pueden ajumar los compañeros de boda del esposo,
“ mientras este está con ellos ? En tanto que tienen
20 “ consigo al esposo, no pueden ajumar ; mas ven-
“ dran dias en que les será quitado el esposo, i en-
21 “ tonces ajumaran, en aquellos dias. Tampoco cose
“ nadie un remiendo de paño nuevo en un vestido
“ viejo ; de otra manera, el remiendo nuevo desgarra
22 “ [una parte] de lo viejo, i se hace peor la rotura. Ni
“ echa nadie vino nuevo en odres viejos ; de otra
“ manera, rompe el vino nuevo los odres, i se derrama
“ el vino, i se pierden los odres : mas vino nuevo en
“ odres nuevos debe echarse.”
23 I aconteció que pasó él en el dia de reposo por los
sembrados ; i empezaron sus discípulos, mientras
24 caminaban, á coger espigas. I le decian los Fariseos:
“ Mira ! ¿ por qué hacen en el dia de reposo, lo que no
25 “ es lícito ?” I él les decia : “ ¿ No habéis leido jamas
“ lo que hizo David, cuando estuvieron en necesidad,
“ i tuvieron hambre él, i los que con él [estaban] ?
MANCOS, CAP. HL 65
26 “ ¡ Como entró en la casa de Dios, en tiempo de
“ Abiatar el sumo sacerdote, i comió los panes pues-
“ tos en la presencia [de Dios], de que no es lícito
“ comer sino á los sacerdotes, i dió á los que estaban
“ con él también ?”
27 I les decia : “ El dia de reposo fué hecho por causa
“ del hombre, no el hombre por causa del dia de
28 “ reposo. Así que el Hijo del hombre es Señor aun
“ del dia de reposo.”
III. 1 I entró otra vez en la congregación ; i había allí
2 un hombre que tenia seca una mano ; i lo acechaban
3 si lo curaría en el dia de reposo, para acusarlo. I
dijo al hombre que tenia seca la mano : “ Levántate
4 “ [i ponte] en medio.” I á ellos les dijo : “ ¡ Es lícito
“ en el dia de reposo hacer bien, ó hacer mal 1 ¿ sal-
5 “ var la vida, 6 matar ?” Mas ellos callaban. I
echando una vista al rededor, mirólos con ira, entris-
tecido también por causa de la dureza de su corazón,
i dijo al hombre : “ Estiende tu mano.” I [la] esten-
dió ; i su mano [le] fué restituida sana como la otra.
6 I salidos los Fariseos, luego tuvieron una consulta con
los Herodianos contra [Jesús], para destruirlo.
7 I se retiró Jesús con sus discípulos hácia la mar ; i
lo siguieron muchas gentes [venidas] de la Galilea i de
8 la Judea, i de Jerusalem, i de la Idumea, i [de] mas
allá del Jordán : i los del alrededor de Tiro i de Sidon,
muchas gentes, habiendo oido todo lo que hacia,
9 vinieron á éL I mandó á sus discípulos que le fuese
dispuesta una barquilla, por causa de las gentes, para
10 que no lo oprimiesen. Porque había sanado á mu-
chos, por lo que se echaban sobre él cuantos tenian
11 males, para tocarlo. I los espíritus inmundos, al
verlo, se postraban delante de él, i gritaban, diciendo :
12 “ Tú eres el Hijo de Dios.” I les encargaba mucho
que no le diesen á conocer al público.
13 I subió al monte, i llamó á [sí] á los que él quiso ; i
14 vinieron á él aparte. I constituj'ó á doce, para que
estuviesen con él, i para enviarlos á proclamar Ha
16 buena nueva], i á tener autoridad para sanar do-
16 lencias i lanzar demonios : á Simón, á quien puso el
17 sobrenombre de Pedro ; i á Jacobo [hijo] de Zebedeo,
i á Juan hermano de Jacobo, á quienes puso el sobré-
is
66 MARCOS, CAP. IV.
18 nombre de Boanerges, que es, Hijos de trueno; i á
Andrés, i á Felipe, i á Bartolomé, i á Mateo, i á
Tomas, i á J acobo [hij o] de Alfeo, i á Tadeo, i á Simón
19 el Cananeo, i á Judas Iscariote, quien también lo
entregó.
20 I entraron en casa ; i concurrieron de nuevo
gentes, de modo que no podian ellos ni aun comer
21 pan. I cuando oyeron [esto] los suyos, salieron para
recogerlo ; porque decían : “Está fuera de sí.”
22 I los escribas que habían bajado de Jerasalem,
decían: “ Tiene áBeelzebú ;" i: “ Por el príncipe de
23 " los demonios lanza los demonios." I llamólos á [sí],
i les decía en símiles : “ ¿ Cómo puede Satanas lanzar
24 “ á Satanas [mismo] f I si un reino está dividido
25 “ contra sí mismo, no puede subsistir ese reino. I si
“ una casa está dividida contra sí misma, no puede
26 “ subsistir esa casa. I si Satanas se ha levantado con-
“ tra sí mismo i está dividido, no puede subsistir,
27 “ sino que tendrá fin. No puede nadie entrar en la
“ casa del fuerte, i saquear sus muebles, si primero
“ no atare al fuerte, i entonces saqueará su casa.
28 “En verdad os digo, que se perdonaran á los hijos
“ de los hombres todos [sus otros] pecados, i cuan-
29 “ tas [otras] infamias dijeren : mas cualquiera que
“ infamare al Espíritu Santo, no tendrá perdón jamas,
30 “ sino que será reo de eterna condenación.” Porque
decían : “ Tiene un espíritu inmundo.”
31 Vinieron pues sus hermanos i su madre, i quc-
32 dándose fuera, enviaron á llamarlo. I estaban sen-
tadas las gentes al rededor de él ; i le dijeron : “Hé
“ aquí, tu madre i tus hermanos, [están] fuera, i te
33 “ buscan.” I les respondió, diciendo : “ ¿ Quién es
34 “ mi madre, 6 mis hermanos t" I dió una mirada al
rededor, á los que estaban sentados en torno de él, i
35 dijo : “ Mirad á mi madre i mis hermanos. Porque
“ cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, ese es
“ mi hermano, i mi hermana, i mi madre.”
IV. 1 I otra vez empezó á enseñar junto á la mar : i se
le reunieron muchas gentes, así que entró en la
barca, i estaba sentado dentro de la mar ; i todas las
2 gentes estaban en tierra junto á la mar. I les en-
señaba muchas cosas en símiles, i les decia en su
enseñanza :
MARCOS, CAP. IV. G7
3 “ Escuchad : lié aquí, salió un sembrador á sembrar :
4 “ i aconteció que mientras sembraba, una parte [del
“ grano] cayó junto al camino, i vinieron las aves
5 “ del cielo, i lo comieron. I otra parte cayó sobre
“ sitio pedregoso, donde no tenia mucha tierra ; i
“ nació luego, por causa de no tener profundidad la
G “ tierra. I salido el sol, se quemó, i por causa de no
7 “ tener raiz, se secó. I otra parte cayó entre espinos,
“ i crecieron los espinos i lo ahogaron, i no dió fi-uto.
8 “ I otra cayó en buena tierra ; i daba finito, que
“ crecía i aumentaba, i llevaba parte treinta, i parte
“ sesenta, i parte ciento.”
9 I les decia : “ El que tiene oidos para oir,
“ oiga.”
10 I cuando se quedó solo, le preguntaron los que esta-
11 ban á su rededor con los doce [acerca] del símil. lies
decia : “A vosotros os es dado saber lo [que es] secreto
“ del reino de Dios ; mas á los que están fuera, todas
12 “ las cosas se dicen en símiles ; para que viendo
“ vean, i no perciban ; i oyendo oigan, i no entien-
“ dan ; no sea que se conviertan, i les sean perdonados
“ [sus] pecados.”
13 lies dijo: “ ¿ No entendéis este símil ? ¿ cómo pues
14 “ entendereis todos [mis] símiles ? El sembrador
15 “ siembra la palabra [de Dios], I estos son los de
“ junto al camino; [los que están] donde se siembra
“ la palabra, i [á quienes], luego que [la] han oido,
“ viene Satanas, i quita la palabra sembrada en sus
16 “ corazones. I asimismo, estos son los que reciben
“ simiente sobre sitios pedregosos ; los que, cuando
“ han oido la palabra, luego la reciben con gozo ;
17 “ mas no tienen raiz en sí mismos, sino que son para
“ [poco] tiempo ; después, sobreviniendo la tribu-
“ lacion ó persecución por causa de la palabra, luego
18 “ hallan ocasión de tropiezo. I estos son los que reci-
“ ben simiente entre espinos : á saber, los que oyen la
19 “ palabra, mas, entrando los afanes de este siglo, i el
“ engaño de las riquezas, i los deseos que se refieren
“ á las demas cosas, ahogan la palabra, i se hace
20 “ infructuosa. I estos son los que reciben simiente
“ sobre la buena tierra ; los que oyen la palabra, i
“ Da] abrazan, i dan fruto, parte treinta, i parte se-
“ senta, i parte ciento.”
21 Decíales también : “ ¿ Se trae la lámpara para ser
68
MARCOS, CAP. IV.
« puesta debajo del modio,° <5 debajo del lecho ?
22 “ ¿ no [es] para ser puesta sobre su pié ? Porque no
“ hai nada oculto, que no baya de ser hecho público ;
“ ni ha venido á ser escondido [nada], sino para que
23 “ venga á ser público. Si alguno tiene oidos para oir,
“ oiga.”
24 Decíales también: “Cuidado con lo que estáis
“ oyendo; con la medida con que medís, se os medirá
“ á vosotros ; i 4 vosotros que escucháis, se os añadirá.
25 “ Porque al que tiene, se le dará ; mas al que no
“ tiene, aun lo que tiene se le quitará.”
26 Decía también : “Así es el reino do Dios como si
27 “ un hombre echase la simiente en la tierra, i dur-
“ míese de noche i se levantase de dia, i la simiente
28 “ brotase i creciese, como él no sabe. Porque por sí
“ misma da fruto la tierra ; primero la yerba, después
29 “ la espiga, después el grano lleno en la espiga. I
“ cuando el fruto se madura, luego mete [el hombre]
“ la hoz, porque ha llegado la siega.”
30 Decía también : “ ¿ A qué asemejaremos el reino
31 “ de Dios ? ¿ ó en qué símil le presentaremos ? [Es]
“ semejante á un grano de mostaza, el cual, cuando
“ se siembra en la tierra, es menor que todas las si-
32 “ mientes que [hai] en ella ; mas luego de sembrado,
“ crece, i se hace mayor que todas las hortalizas, i
“ echa ramas tan grandes, que las aves del cielo pue-
“ den hacer su habitación á su sombra.”
33 I en muchos símiles semejantes [á estos] les anun-
34 ciaba la palabra, según [la] podían oir ; i sin símil no
les hablaba ; mas aparte, lo explicaba todo á sus dis-
cípulos.
35 I en aquel dia, venida la tarde, les dijo : " Pase-
36 “ mos mas allá [de la mar]." I dejaron á las
gentes, i lo llevaron con [sigo] así como estaba en
la barca ; i habia también otras barquillas con él.
37 I sobrevino una gran tempestad de viento ; i se ar-
rojaban las ondas á la barca, de modo que ya se
38 llenaba. I él estaba en la popa durmiendo sobre el
cabezal. I lo despertaron, i le dijeron : “ Maestro,
39 “ ¿ no te da cuidado de que vamos á perecer?" I se
levantó i reprendió al viento, i dijo á la mar : “Calla ;
“ enmudece.” I calmó el viento, i sobrevino una
* Modio, medida cari igual á dos celemines.
MARCOS, CAP. V. 69
40 gran bonanza. I les dijo : “ ¿ Por qué os acobardáis
41 “ así ? i Cómo no teneis fé ?” I se llenaron de gran
temor, i se decian unos á otros : “¿ Quién pues es este ?
que aun el viento i la mar le obedecen.”
V. 1 I fueron mas allá de la mar, al pais de los
2 Gadarenos. I al salir él de la barca, luego lo en-
contró un hombre [poseído] de un espíritu inmundo,
3 [que venia] de los sepulcros; el cual tenia [su]
morada en ellos ; i ni aun con cadenas podia nadie
4 tenerlo atado; porque muchas veces habia sido
atado con grillos i cadenas, i estas habían sido hechas
pedazos por él, i aquellos quebrados ; i nadie podia
5 domarlo. I estaba siempre, de noche i de dia, en los
montes i en los sepulcros, gritando é hiriéndose con
6 piedras. I al ver á Jesús de lejos, corrió i lo adoró ;
7 i, gritando á grandes voces, dijo : “ ¿ Qué tengo yo que
“ ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te con-
8 “ juro por Dios, que no me hagas padecer.” Porque
9 le decia : “ Sal del hombre, espíritu inmundo.” I le
preguntaba [Jesús]: “¿Cuál [es] tu nombre ?” I res-
pondió, diciendo: “Legión 0 es mi nombre, porque
10 “ muchos somos.” I le rogaba mucho, que no los
11 enviase fuera del pais. I habia aUí, junto á los mon-
12 tes, una gran piara de cerdos, paciendo. I le rogaron
todos los demonios, diciendo : “ Envíanos á los cerdos,
13 “ para que entremos en ellos.” I se [lo] permitió
luego Jesús. I al salir los espíritus inmundos, entra-
ron en los cerdos ; i la piara bajó, corriendo impetuo-
samente, por el derrumbadero á la mar ; eran como
14 dos mil ; i se ahogaron en la mar. I los que los
cerdos apacentaban, huyeron, i dieron aviso en la
ciudad i en las alquerías. I salieron [las gentes] á
15 ver lo que habia acontecido. I vinieron á Jesús, i
vieron al endemoniado sentado, i vestido, i en su
sano juicio al que habia tenido la legión ; i tuvieron
16 temor. I les contaron los que [lo] habían visto, lo
que habia acontecido al endemoniado, i [lo] de los
17 cerdos. I empezaron á rogarle que se fuese de sus
confines.
18 _I entrado él en la barca, le rogaba el que habia
19 sido endemoniado, que [lo dejase] estar con él. Mas
no lo dejó Jesús, sino que le dijo : “ Véte á tu casa, á
* Legión, de cinco á seis mil.
70
MARCOS, CAP. V.
los tuyos, i dáles aviso de todo lo que te ha hecho
20 “ el Señor, i de que ha tenido misericordia de tí.” X
se fué, i empezó á proclamar en la Decápolis 0 todo lo
que le habia hecho Jesús : i se maravillaban todos.
21 I habiendo pasado Jesús otra vez en la barca
mas allá [de la mar], se le reunió un gran gentío ;
22 i estaba cerca de la mar. I hé aquí, vino uno de
los gefesdo congregación, por nombre Jairo, i al verlo,
23 se postró á sus piés ; i le rogaba mucho, diciendo :
“ Mi hijita está á los últimos ; [te suplico] que ven-
“ gas i pongas sobre ella las manos, para que se salve,
24 “i vivirá." I se fué con él; i lo seguía un gran
gentío, que lo apretaba.
25 I una muger que estaba con flujo de sangre doce
26 años habia, i que habia padecido mucho de muchos
médicos, i gastado todo lo que tenia, i en nada habia
27 aprovechado, antes habia empeorado mas ; habiendo
oido [hablar] de Jesús, vino entre el gentío por detras,
28 i tocó su vestido ; porque decia : “Si solamente to-
29 “ care sus vestidos, seré salva.” I luego cesó su flujo
de sangre, i sintió en [su] cuerpo que habia sido
30 curada de [su] mal. I luego conoció Jesús en sí mis-
mo que el poder [milagroso] habia salido de él, i ha-
biéndose vuelto en medio del gentío, dijo ; “ ¿ Quién
31 “ ha tocado mis vestidos ?" I le dijeron sus discípulos :
“ Yes el gentío que te está apretando, i dices : ‘¿ Quién
32 11 ‘ me ha tocado V " I dio una mirada al rededor
33 para ver á la que esto habia hecho. I la muger,
temiendo i temblando, sabiendo lo que habia sucedido
en ella, vino i se postró delante de él, i le dijo toda
34 la verdad. I le dijo él : “ Hija, tu fé te ha salvado ;
“ véte en paz, i queda sana de tu mal.”
35 Estando él aun hablando, vinieron [de casa] del
gefe de congregación, diciendo : “ Tu hija ha muerto ;
36 “ ¿ por qué cansas mas al Maestro ?” I Jesús, luego
que oyó lo que se decia, dijo al gefe de congregación :
37 “ No temas ; ten fé solamente." I no dejó á nadie
acompañarlo, sino á Pedro, i á Jacobo, i á Juan el
38 hermano de Jacobo. I vino á la casa del gefe de
congregación, i vió un alboroto, [gentes] que lloraban
39 mucho i daban muchos alaridos. I al entrar les dijo :
“ ¿ Por qué alborotáis i lloráis ? la muchacha no ha
* Decápolis, 6 Diez-ciudades, un distrito al Nordeste de la Palestina.
MARCOS, CAP. VI. 71
40 “ muerto, sino que está durmiendo.” I se reían de él.
Mas habiendo él echado fuera á todos, tomó con [sigo]
al padre i á la madre de la muchacha, i á los [que
estaban] con él, i entró adonde la muchacha yacía.
41 I tomó de la mano á la muchacha, i le dijo : “ Talitha,
“ cumi que, traducido, es : “ Doncella, á tí te digo,
42 “ levántate.” I luego se levantó la doncella, i echó á
andar ; porque era de doce anos. I quedaron poseídos
43 de gran pasmo. I les encargó mucho, que nadie su-
piera esto. I mandó que se le diese á ella de comer.
VI. 1 I salió de allí [Jesús], i fué á su patria ; i lo sigui-
2 eron sus discípulos. I venido el dia de reposo, empezó
á enseñar en la congregación; i muchos que [lo]
oian, quedaban atónitos, diciendo : “ ¿De dónde [lian
“ venido] á este estas cosas ? ¿ i qué [es] la sabiduría
“ que se le ha dado, que aun tales milagros son hechos
3 “ por sus manos ? ¿No es este el carpintero, el hijo de
“ María, hermano de Jacobo, i de Joses, i de Judas, i
“ de Simón ? ¿ I no están sus hermanas aquí con no-
4 “ sotros ?” I hallaban ocasión de tropiezo en él I les
decia Jesús : “No está sin honra un profeta, sino en
5 “ su patria, i entre sus parientes, i en su casa.” I no
podia hacer allí milagro alguno, excepto que impuso
las manos sobre [algunos] pocos enfermos, i [los] sanó.
6 I estaba maravillado por causa de la falta de fé de
ellos. I dió vuelta por las aldeas del contorno, en-
señando.
7 I llamó á [sí] á los doce, i empezó á enviarlos de
dos en dos, i les daba autoridad sobre los espíritus in-
8 mundos. I les mandó que nada llevasen para el
camino, sino un báculo solamente ; no alfoija, no pan,
9 no cobre 0 en el cinto ; pero que calzasen sandalias ;
10 “ I no vistáis dos túnicas.”! I les decia : “ Donde
“ quiera que entráreis en una casa, permaneced en
11 “ ella hasta que salgáis de allí ! I caso que algunos
“ no os recibieren, ni os escucharen, saliendo de allí,
“ sacudid el polvo de las plantas de vuestros piés,
“ para [que sea] testimonio á ellos. En verdad os
“ digo, que será mas tolerable el dia del juicio para
“ Sodoma i Gomorra, que para aquella ciudad.”
12 I salieron, i proclamaban que se arrepintiesen ;
* Moneda do calderilla, t Túnica, el vestido interior. } Del CpueótoJ
72 MARCOS, CAP. VI.
13 i lanzaban muchos demonios, i ungían con aceite á
muchos enfermos, i [los] sanaban.
14 I oyó el reí Herédes [la fama de Jesús], (porque se
había hecho público su nombre), i decía : “ Juan, el
“ que sumergía, ha resucitado de entre los muertos, i
“ por causa de esto [el poder de hacer] milagros obra
15 “ en él.” Otros decían : “Elíases:” i otros : “Pro-
1G “ feta es, ó como uno de los profetas.” Mas al oír
[hablar de él] Herédes, dijo : “ Este es Juan, á quien
“ yo degollé ; él ha resucitado de entre los muertos.”
17 Porque Herédes mismo había enviado á prender á
Juan, i lo había [puesto] atado en la cárcel, por causa
de Herodías, la muger de Felipe su hermano ; pues
18 con ella se habia casado. Porque Juan decia á He-
ródes : “No te es lícito tener la muger de tu hermano.”
19 1 Herodías le tenia [mala voluntad], i quería matarlo ;
20 mas no podia; porque Herédes temia á Juan, sa-
biendo que era un varón justo i santo, i lo guardaba ;
i habiéndolo oido, hacia muchas cosas, i lo oía con
gusto.
21 I venido un dia oportuno, cuando Heredes, en la
fiesta de su nacimiento, daba una cena á sus magnates,
22 i á los chiliarchas 0 i á los primeros de la Galilea ; en-
tró la hija de la misma Herodías, i bailó, i agradó á
Heródes i á los que estaban recostados [á la mesa]
con [él] ; i dijo el rei á la doncella : “ Pídeme cual-
23 “ quiera cosa que quisieres, i te [la] daré.” I le juró :
“ Cualquiera cosa que me pidieres, te daré, aunque
24 “ sea la mitad de mi reino." I salió ella, i dijo á su
madre : “ ¿ Qué pediré t" I dijo esta : “ La cabeza de
25 “ Juan el Sumergidor.” I entró luego con priesa, [i
acercándose] al rei, pidió, diciendo : “ Quiero que me
“ des inmediatamente, en un plato, la cabeza de Juan
26 “ el Sumergidor.” I se puso mui triste el rei ; [mas]
por causa de [sus] j uramentos, i de los que estaban
27 recostados con [él], no quiso negárselo]. I envió
luego el rei uno de [su] guardia, i mandó que se tra-
28 jese la cabeza de él. I se fué este, i lo degolló en la
cárcel, i trajo su cabeza en un plato, i dióla á la don-
29 celia ; i la dió la doncella á su madre. I al oir[lo]
sus discípulos, fueron, i cogieron su cuerpo muerto, i
lo pusieron en un sepulcro.
* Chiliavcha, capitán de mil soldados.
MARCOS, CAP. VI. 73
30 I se reunieron á Jesús los enviados,® i le contaron
todo lo que habían hecho, i lo que habían enseñado.
31 I les dijo : “ Venid vosotros mismos aparte á un lugar
“ despoblado, i descansad un poco.” Porque muchos
eran los que venían i se iban, i ni aun oportunidad
32 para comer tenían [aquellos]. I se fueron aparte en
33 la barca á un lugar despoblado. I las gentes los vieron
como se iban, i lo conocieron muchos; i por tierra
corriendo de todas las ciudades [vinieron] juntos allí,
34 i llegaron antes que ellos, i se reunieron á éL I, al
salir [de la barca], vió Jesús un gran gentío, i se com-
padeció de ellos, porque estaban como ovejas que no
tienen pastor ; i empezó á enseñarles muchas cosas.
35 I cuando fué ya tarde, se acercaron á él sus dis-
cípulos, i dijeron : “Despoblado es el lugar, i ya [es]
36 “ tarde ; despídelos, para que se vayan á las al-
“ querías i aldeas del contorno, i se compren pan ;
37 “ porque no tienen que comer.” Mas él respondió i
les dijo : “ Dadles vosotros de comer.” I le dijeron :
“ ¿ Irémos á comprar pan por doscientos denarios,f i
38 “ les daremos de comer ?” I él les dijo : “ ¿ Cuántos
“ panes teneis ? Id i miradpo].” I al saber[lo], di-
39 jeron : “Cinco, i dos peces.” I les mandó que los
hiciesen reclinar á todos, por ranchos, sobre la yerba
40 verde. I se recostaron por cuadrillas de ciento en
41 ciento, i de cincuenta en cincuenta. I tomó los cinco
panes i los dos peces, i, mirando hácia el cielo, bendijo
[á Dios] ; i partió los panes i dióQos] á sus discípulos,
para que [los] pusiesen delante de ellos ; i repartió
42 los dos peces entre todos. I comieron todos, i se har-
43 taron. I recogieron de pedazos doce cestas llenas ;
44 también [parte] de los peces. I los que comieron de
los panes fueron como unos cinco mil varones.
45 I luego obligó á sus discípulos á entrar en la barca
é ir antes [que él] mas allá [de la mar] á Beth-
46 saida, mientras que él despedia á las gentes. I ha-
biéndose despedido de ellas, se fué al monte á orar.
47 I, venida la noche, estaba la barca en medio de la
48 mar, i él solo en tierra. I viólos fatigarse remando,
porque les era contrario el viento. I cerca de la
cuarta vela de la noche fué á eUos, andando sobre la
49 mar ; i quería pasarlos de largo. I ellos, al verlo an-
* Enviado, en griego apostólos.
1 Un denario era casi igual á un real de plata i un tercia
E 2
74 MARCOS, CAP, VII.
dar sobre la mar, pensaron que era una aparición, i
60 clamaron á gritos ; porque todos lo vieron, i se tur-
baron. I luego habló con ellos, i les dijo : “Tened
51 “ buen ánimo ; yo soi ; no temáis.” I subió con ellos
á la barca, i calmó el viento ; i quedaron mui pas-
mados, sobre manera, dentro de sí, i se maravillaban.
62 Porque no pensaron en [el milagro de] los panes ;
porque estaba endurecido su corazón.
63 I habiendo atravesado [la mar], vinieron á la tierra
64 de Genesaret, i abordaron [allí]. I al salir ellos de la
66 barca, luego lo conocieron [las gentes], i recorrieron
todo aquel pais de alrededor, i empezaron á traer en
66 camillas á los enfermos adonde oían que estaba. I
en donde quiera que entraba, en aldeas, ó ciudades, ó
alquerías, ponían los enfermos en las plazas, i le roga-
ban que siquiera [les dejase] tocar la franja de su
vestido ; i cuantos la tocaban, quedaban salvos.
VII. 1 I se le reunieron los Fariseos, i algunos de los
2 escribas, que habían venido de Jerusalem ; i al ver
á algunos de sus discípulos comer pan con manos
impuras, esto es, sin habérselas lavado, [lo] vitupc-
3 raron. [Porque los Fariseos i todos los Judíos no
comen sin lavarse con el puño las manos, guar-
4 dando el precepto de los ancianos ; i [venidos] de la
plaza, no comen sin sumergirse [en agua] ;) i hai otras
muchas cosas que han recibido para guardar, las in-
mersiones de vasos, i de jarras, i de utensilios de cobre,
6 i de lechos. Entonces le preguntaron los Fariseos i los
escribas : “ ¿ Por qué no andan tus discípulos según el
“ precepto de los ancianos, sino que comen pan sin la-
6 “ varse las manos ?” I él respondió i les dijo : “ Bien
“ profetizó Isaías acerca de vosotros hipócritas, como
“ está escrito : ‘ Este pueblo con los labios me honra,
7 “ ‘ mas el corazón de ellos está lejos de mí. Mas en
“ ‘ vano me dan culto, enseñando doctrinas [que son]
8 “ ‘ mandamientos de hombres.' Porque habéis de-
“ jado el mandamiento de Dios,ireteneis los preceptos
“ de los hombres ; las inmersiones de j arras i de vasos ;
“ i otras muchas cosas semejantes á las tales hacéis.”
9 I les decia : “ Bien anuíais el mandamiento de Dios,
10 para guardar vuestro precepto. Porque Moisés dijo :
“ ‘ Honra á tu padre i á tu madre i, ‘ El que mal-
MARCOS, CAP. VIL 75
“ 1 dijere á padre ó á madre, muera de muerte.’
11 “ Mas vosotros decís : 1 Si dijere hombre á [su] padre,
“ ‘ ó á [su] madre : [Es] corban,’ (esto es, don [para
“ ‘ Dios]), todo aquello con que pudieras ser socorrido
12 por mí : [basta] i no lo dejais ya hacer nada por
13 “ bu padre, ó por su madre ; invalidando la palabra
“ de Dios por el precepto que habéis dado vosotros ; i
“ muchas cosas semejantes á las tales hacéis.
14 I llamó á [sí] á todas las gentes, i les decía : Escu-
15 “ chadme todos, i entended. No hai ninguna cosa
« fuera del hombre, que, entrando en él, pueda pro-
“ fuñarlo ; mas las cosas que salen de él, eps son las
16 “ que profanan al hombre. Si alguno tiene oídos
“ para oir, oiga.” , , , , ,
17 I cuando, [retirado] de la gente, hubo entrado en
casa, le hacian preguntas sus discípulos acerca del
18 símil. I les dijo : “ ¡ De esta manera estáis también
“ vosotros sin entendimiento ? ¡ No comprendéis
“ que no [hai] nada que, entrando de afuera en el
19 “ hombre, pueda profanarlo? pues no entra en su
“ corazón, sino en [su] vientre, i sale [para ir] al lugar
20 “ secreto ; lo que limpia todos los alimentos. 1
decia: “Lo que sale del hombre, eso profana al
21 “ hombre. Porque de lo interior, del corazón de los
“ hombres, salen los malos pensamientos, adulterios,
22 “ fornicaciones, homicidios, hurtos, avaricias, malí-
“ cias, dolo, deshonestidad, ojo codicioso, infamias,
23 “ soberbia, locura. Todas estas cosas malas salen de
“ lo interior, i profanan al hombre.”
24 I se levantó, i se fué de allí á los confines de Tiro i
de Sidon ; i habiendo entrado en una casa, quería
que nadie supiese [que estaba allí] ; mas no pudo
25 encubrirse. Porquo una muger,. cuya hijita tenia
un espíritu inmundo, habiendo oido [hablar] de el,
26 vino, i se postró á sus piés ; (i la muger era Griega, °
natural de Sirofenicia) ; i le rogaba que lanzase al
27 demonio de su hija. Mas Jesús le dijo: “Deja que
“primero se harten los hijos; porque no es bueno
“ tomar el pan de los hijos i echarflo] á los perrillos.”
28 Mas ella respondió, i le dijo : “ Sí Señor : porque aun
“ los perrillos [que están] debajo de la mesa, comen
29 “ de las migajas de los niños.” I dijo á ella : “ Por
* Griega , as! llamaban muchas veces á todos los que no eran Judíos.
7fi MARCOS, CAI 1 . VIII.
“ causa de esas palabras, véte : ha salido el demonio
30 “ de tu hija.” I se fue á su casa, i halló que el de-
monio liabia salido, i que [su] hija estaba echada
sobre el lecho.
31 I salió de los confines de Tiro i de Sidon, i vino de
nuevo á la mar de la Galilea, por medio de los con-
32 fines de Decápolis. I le trajeron un sordo i tartamudo,
33 i le rogaron que pusiese sobre él la mano. I lo tomó
[Jesús] aparte de la gente, i le metió los dedos en las
34 orejas, i escupió, i le tocó la lengua ; i mirando hácia
el cielo, dió un suspiro, i le dijo : “ Ephpliatha esto
35 es : “ Sé abierto.” I luego se le abrieron los oidos ; i
se le soltó el impedimento de la lengua, i hablaba
36 claramente. I les encargó [Jesús] que no [lo] dijeran
á nadie. Pero cuanto mas se [lo] encargaba él, tanto
37 mas [lo] proclamaban : i se quedaban atónitos sobre
manera, diciendo : “ Todo [lo] ha hecho bien ; hace
“ que los sordos oigan, i que hablen los mudos.”
Vin. 1 En aquellos dias, siendo mui grande el gentío, i
no teniendo que comer, llamó á [sí] J esus á sus dis-
2 cípulos, i les dijo : “ Me compadezco de las gentes,
“ porque [hace] ya tres dias que permanecen conmigo,
3 “i no tienen que comer ; i si los despidiere á sus
“ casas en ayunas, desfallecerán en el camino ; porque
4 “ algunos de ellos han venido de lejos.” I le respon-
dieron sus discípulos : “ ¿ De dónde podrá alguien
“ [procurar] panes aquí en despoblado de que har-
6 “ tar á estos 1 ” I les preguntó : “ ¿ Cuántos panes
6 “ teneis ?" I ellos dijeron : “ Siete.” I mandó á las
gentes que se recostasen sobre la tierra ; i tomó los
siete panes, i, habiendo dado gracias, pos] partió i dió
á sus discípulos, para que pos] pusiesen delante de
7 las gentes ; i [los] pusieron. Tenían también unos
pocos pececillos; i, habiendo bendecido [á Dios],
8 mandó que también [se] los pusiesen delante. I co-
mieron, i se hartaron ; i recogieron los pedazos que
9 sobraron, siete espuertas. I los que habian comido
eran como cuatro mil. I los despidió.
10 I luego entró en la barca con sus discípulos, i fué al
11 distrito de Dalmanutha. I salieron los Fariseos, i con
él empezaron á razonar, solicitando de él una señal
12 del cielo, para tentarlo. I suspiró profundamente en
MARCOS, CAP. VIH. 77
su espíritu, i dijo: “¿Por qué solicita esta gene- .
ración una señal ? En verdad os digo, que á esta
13 “generación no se le dará señal.” I los dq , i
entró de nuevo en la barca, i se fue mas alia [de la
14 I se habian olvidado de tomar pan, i no tenían sino
15 un [solo] pan consigo en la barca. I les encargaba,
diciendo Mirad, [i] guardáos de la levadura délos
16 “ Fariseos, i de la levadura de Heródes. I discurrían
unos con otros, diciendo : “ [Es] porque no tenemos
17 “ pan.” I supopo] Jesús, i les dijo: ¿Por qué es-
“ tais discurriendo sobre que no teneis pan r ¿ 2*0
» comprendéis aun, ni entendcis ? ¿ Teneis todavía
18 “ vuestro corazón endurecido f Teniendo ojos ¿no
“ vóis ? i, teniendo oidos ¿ no oís ? ¿ i no os acordáis,
19 “ cuando partí los cinco panes entre los cinco mil,
“ cuántas cestas llenas de pedazos, recogisteis ? Le
on dicen: "Doce.” “I cuando los siete [panes] entre
“ los cuatro mil ¿ cuántas espuertas llenas de pedazos
21 “ recogisteis ?” I ellos dijeron : “ Siete.” I les decía :
« ¿ Cómo no entendéis f”
22 I fué á Bethsaida ; i le trajeron un ciego, i le ro-
23 garon que lo tocase. I asió de la mano al ciego, i se lo
llevó fuera de la aldea ; i habiéndole escupido en los
ojos, puestas sobre él las manos, le preguntó si veía
24 algo I habiendo mirado, dijo : “ Veo a los hombres ,
“ pues, como [si fuesen] árboles, veo á los que ésten
25 “ andando.” Entónces le puso [Jesús] de nuevo las
manos sobre los ojos, i lo hizo mirar ; i fue restable-
26 cido, i los vió claramente á todos. I lo envió [Jesús]
á su casa, diciendo : “ No entres en la aldea, ni [lo]
digas á nadie [de los] de la aldea. .
27 I salieron Jesús i sus discípulos, [i entraron] en las
aldeas de Cesárea de Eilipo ; i en el camino preguntó
á sus discípulos, dicieudoles : “ ¿ Quién dicen los hom-
28 “ bres que soi yo ?” I ellos respondieron: Juan
“ el Sumergidor ; i otros, Elias ; i otros, uno de los
29 “ profetas.” I él les dijo : “ Mas vosotros, ¿ quién
“ decís que soi yo ?” X Pedro respondiendo le dijo :
30 “Tú eres el Ungido.” I les encargó que no dije-
sen [esto] de él á nadie.
31 I empezó á enseñarles que era necesario que el Hijo
78 MARCOS, CAP. IX.
del hombre padeciese muchas cosas, i fuese desechado
por los ancianos, i por los príncipes de los sacerdotes,
i por los escribas, i que fuese muerto, i que después
32 de tres dias resucitase. I decia esto con claridad.
I lo tomó á [sí] Pedro, i empezó á reprenderlo.
33 Pero él se volvió, i, al ver á sus discípulos, reprendió
á, Pedro, diciendo: “Quítateme de delante, adver-
“ sario porque no tienes tu pensamiento en las
“ cosas de Dios, sino en las de los hombres.”
34 I llamó á [sí] á las gentes con sus discípulos, i les
dijo : “ Si alguno quiere venir en pos de mí, niegúese
35 “ á sí mismo, i cargue con su cruz, i sígame. Porque
“ cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá ;
“ i cualquiera que perdiere su vida por causa de mí i
36 “ de la buena nueva, este la salvará. Porque ¿ qué
“ aprovechará á un hombre, si ganare todo el mundo,
37 “ i perdiere su vida ? O ¿ qué dará un hombre en
38 “ cambio de su vida ? Porque si alguno se avergon-
“ zare de mí i de mis palabras, en esta generación
“ adúltera i pecadora, también el Hijo del hombre so
“ avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su
IX. 1 “ Padre, con los santos mensageros.” También
les decia : “ En verdad os digo, que hai algunos de
“ los que están aquí, que no gustaran la muerte, basta
“ que vean que el reino de Dios ha venido con poder.”
2 I seis dias después llevó Jesús consigo á Pedro, i á
J acobo, i á J uan, i subió con ellos solos aparte á un
3 monte alto : i se transfiguró en presencia de ellos : i
se pusieron sus vestidos resplandecientes, mui blancos,
como la nieve, cuales no puede ningún lavandero
4 sobre la tierra blanquear. I les apareció Elias con
5 Moisés ; i hablaban con Jesús. I Pedro, tomando la
palabra, dijo á Jesús: “Maestro, bueno es estarnos
“ aquí ; hagamos tres pabellones, uno para tí, i otro
6 “ para Moisés, i otro para Elias.” Porque no sabia
7 qué decir ; porque tenían gran temor. I vino una
nube que los cubrió ; i salió una voz de la nube, que
8 dijo : “ Este es mi Hijo amado ; á él escuchad." I
de repente, habiendo echado una mirada al rededor,
9 no vieron ya á nadie consigo sino á Jesús solo. I
mientras bajaban del monte, les encargó que á nadie
contasen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del
• En el griego ¡atañas, que significa adversario.
MARCOS, CAP. IX. 79
10 hombre hubiese resucitado de entre los muertos. I
guardaron el dicho consigo, razonando unos con otros
sobre qué sería eso de resucitar de entre los muertos.
11 I le preguntaban, diciendo : “¿ [Cómo es] que dicen
12 “ los escribas que Elias debe venir primero ?” I él res-
pondiendo les dijo : “ Sí, Elias ha de venir primero,
“ i restablecer todas las cosas :” ([dijo] también como
está escrito del Hijo del hombre, que había de padecer
13 mucho, i ser despreciado). “ Mas os digo que Elias
“ ha venido, i que hicieron con él todo lo que quisie-
“ ron ; como de él está escrito.”
14 I habiendo venido á los discípulos, vió un gran
gentío al rededor de ellos, i á [algunos] escribas ra-
15 zonando con ellos. I todas las gentes, luego que lo
vieron, se llenaron de asombro, i corriendo á él, lo
16 saludaban. I preguntó á los escribas : “ ¿ De qué
17 “ estáis razonando con ellos ?” I respondió uno de
entre las gentes, i dijo : “ Maestro, te he traído a mi
18 “ hijo, que tiene un espíritu mudo ; el cual, donde
“ quiera que lo toma, lo tira al suelo ; i [el muchacho J
“ echa espumarajos, i cruje los dientes, i se va secando.
“ I pedí á tus discípulos que lo lanzasen, mas no
19 “ pudieron.” I él, respondiéndole, dijo : “ ¡ Oh gene-
“ ración sin fé ! ¿ hasta cuándo estaré con vosotros ?
20 “ i hasta cuándo os sufriré 1 Traédmelo á mí.” I se
lo trajeron. I luego que vió [á Jesús], lo agitó el
espíritu ; i, caido en la tierra, se revolcaba, echando
21 espumarajos. I preguntó [Jesús] al padre de el :
“ i Cuánto tiempo hace que le sucede esto? i el
22 dijo : “ Desde la niñez ; i muchas veces lo ha arrojado
“ [el espíritu] al fuego i al agua para destruirlo ; pero,
si algo puedes, compadécete de nosotros, i socórrenos
23 I le dijo Jesús: “El [«i, es] si puedes tener fé; todo
24 “ es posible para el que tiene fé.” I luego clamó, i
dijo con lágrimas el padre del muchacho : “ Eé ten-
25 “ go, Señor; suple [tú] mi falta de fé.” I al ver
Jesús que las gentes venían juntas, corriendo á [el],
reprendió al espíritu inmundo, diciendole : “ Espíritu
“ mudo i sordo, yo te [lo] mando, sal de él, i en él no
26 “ entres mas.” I habiendo gritado, i agitadolo mu-
cho, salió [el espíritu]. I quedó [el muchacho] como
muerto ; de modo que muchos decían : “Ha muerto.”
27 Mas Jesús lo tomó por la mano, i lo levantó : i [él]
se puso en pié.
80 MARCOS, CAP. IX.
28 I entrado que hubo en una casa, le preguntaban
aparte sus discípulos : “ ¿ Por qué causa no lo pudimos
29 “ lanzar nosotros 1 " I les dijo : “ No es posible que
“ esta especie salga por ningún [medio], sino por
“ oración i ayuno.”
30 I habiendo salido de allí, pasaban por la Galilea ; i
31 no quería que nadie [lo] supiese. Porque enseñaba
á sus discípulos, i les decía : “ El Hijo del hombre va
“ á ser entregado en manos de los hombres, i lo
“ mataran : i después de muerto, al tercer dia resuci-
32 “ tará.” Mas ellos no entendían lo que decía, i temían
preguntárle.
83 I fué á Caphamaum ; i, venido á la casa, les pre-
guntaba : “ ¿ De qué discurríais cutre vosotros en el
34 “camino?” Mas ellos callaban; porque habían
discurrido unos con otros en el camino sobre cual [de
36 ellos era] el mayor. I habiéndose sentado llamó á
los doce, i les dijo : “ Si alguno quiere ser el primero,
“ ha de ser el último de todos, i el servidor de todos."
36 I tomó un niño, i lo puso en medio de ellos ; i habien-
37 dolo tomado en brazos, les dijo : 11 Cualquiera que
“ recibiere en mi nombre á uno de los que se aseme-
“ jan á tal niño, á mí me recibe ; i cualquiera que á
“ mí recibiere, no me recibe á mí [solo], sino [tam-
“ bien] al que me ha enviado.”
38 I le habló Juan, diciendo : “ Maestro, vimos á uno
“ que lanzaba demonios en tu nombre, el cual no
“ nos sigue ; i se [lo] vedamos, porque no nos sigue.”
39 I dijo Jesús: “No se [lo] vedeis ; porque no hai
“ nadie que haga un milagro en mi nombre, que pueda
40 “ luego hablar mal de mí. Porque el que no es con-
41 “ tra vosotros, á favor de vosotros es. Porque cual-
“ quiera que os diere de beber un vaso de agua en
“ mi nombre por causa de que sois de Cristo, en ver-
42 “ dad os digo, no perderá su recompensa. I cualquiera
“ que hiciere tropezar á uno de los pequeñuelos que
“ confian en mí, mejor fuera para él que le atasen al
“ rededor del cuello una piedra de molino, i lo echa-
43 “ sen á la mar. I si tu mano te hiciere tropezar,
“ córtala ; mejor es para tí entrar manco en la vida,
“ que, teniendo las dos manos, irte al infierno, al
44 “ fuegoinextinguible ; en donde el gusano de ellos no
45 “ muere, i el fuego no se apaga. I si tu pié te hiciere
MARCOS, CAI*. X. 81
“ tropezar, córtalo ; mejor es para tí entrar cojo en la
“ vida, que, teniendo los dos piés, ser arrojado al in-
46 “ fiemo, al fuegoinextinguible ; en donde el gusano
47 “de ellos no muere, i el fuego no se apaga. 1 si tu
“ ojo te hiciere tropezar, sácalo ; mejor es para tí en-
“ trar tuerto en el reino de Dios, que, teniendo dos
48 “ ojos, ser arrojado al infiemo del fuego ; en donde
“ el gusano de ellos no muere, i el fuego no se apaga.
49 “ Porque cada uno ha de ser salado con fuego, i cada
50 “ víctima, salada con saL Buena [es] la sal ; mas si
“ la sal perdiere su sabor, ¿ con qué la sazonareis ?
“ Tened en vosotros sal, i guardad la paz los unos
“ con los otros."
X. 1 I se levantó i fué de allí á los confines de la Judea,
por mas allá del Jordán. I se reunieron á él de
nuevo gentes ; i de nuevo las enseñaba, como solia.
2 I se [le] acercaron los Fariseos, i le preguntaron,
para tentarlo, si es lícito á un marido repudiar á
3 su muger. I él respondiendo les dijo : “ ¿ Qué os
4 “ mandó Moisés ?” I ellos dijeron : “ Moisés permitió
5 “ escribir carta de divorcio i repudiar.” I respon-
diendo Jesús, les dijo : “ Mirando á vuestra du-
“ reza de corazón, os escribió este mandamiento ;
6 “ mas en el principio de la creación, un macho i
7 “ una hembra los hizo Dios. ‘Por causa de esto de-
“ < jará un hombre á su padre i á su madre, i se unirá
8 “ ‘ á su muger, i serán los dos en una [sola] carne.’
9 “ Así que ya no son dos, sino una [sola] carne. Lo que
“ Dios pues ha juntado, no [lo] separe el hombre.”
10 I en la casa le preguntaron de nuevo sus discípulos
11 sobre lo mismo. I les dijo : “Cualquiera que repu-
« diare á su muger, i se casare con otra, adultera
12 “ contra ella. I si una muger repudiare á su marido,
“ i se casare con otro, adultera.”
13 I le presentaban unos niños, para que los tocase ;
mas los discípulos reprendían á los que [se los] pre-
14 sentaban. I habiéndolo] visto Jesús, se indignó, i
les dijo : “Dejad á los niños venir á mí, i no se [lo]
“ vedeis ; porque de los que se asemejan á ellos es el
15 “ reino de Dios. En verdad os digo, que cualquiera
“ que no recibiere como un niño el reino de Dios, no
16 “ entrará en él.” I habiéndolos tomado en brazos, i
puesto sobre ellos las manos, los bendecia.
82 M A HCOS, CAP. X.
17 1 saliendo él al camino, corrió uno, i habiéndose
arrodillado ante él, le preguntaba : “ ¡ Buen Maestro !
18 “ ¿ qué haré para heredar la vida eterna ?” I le dijo
Jesús : “ ¿ Por qué me llamas bueno 1 nadie[es]bueno,
19 “ sino uno [solo], Dios. Sabes los mandamientos : ‘ No
“ ‘ adulteres ; No mates ; No hurtes ; No des falso
“ ‘ testimonio ; No defraudes ; Honra á tu padre, i á
20 “‘tu madre.'” I él respondiendo le dijo : “Maestro,
“ todas estas cosas he guardado desde mi juventud.”
21 I mirándolo Jesús, lo amó, i lo dijo: “Una cósate
“ falta ; véte, vende cuanto tienes, i dá[lo] á los po-
“ bres, i tendrás tesoro en el cielo ; i ven, carga con
22 “ la cruz, i sígueme.” Mas él se sintió pesaroso al
[oir] este dicho, i se fué entristecido ; porque tenia
23 muchas posesiones. I dió una mirada al rededor
Jesús, i dijo á sus discípulos: “¡Cuán difícilmente
“ entraran en el reino de Dios los que tienen las
24 “ riquezas i” I los discípulos se quedaban asom-
brados de sus palabras. Mas Jesús, respondiendo, les
dijo de nuevo : “ ¡ Hijos ! ¡ cuán difícil es que entren
“ en el reino de Dios los que tienen confianza en las
25 “ riquezas! Mas fácil es que pase un camello por el
“ ojo de la aguja, que entre un rico en el reino de
26 “ Dios.” I ellos se quedaban atónitos sobre manera,
diciéndose entre sí : “ ¿ I quién [pues] puede salvarse? ”
27 I mirándolos Jesús, dijo : “Para los hombres [eso es]
“ imposible, mas no para Dios ; porque todas las cosas
28 “ son posibles para Dios." I empezó Pedro á decirle :
“ Hé aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, i
29 “ te hemos seguido.” I Jesús respondiendo dijo :
“ En verdad os digo, que no hai nadie, que haya de-
“ jado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre,
“ 6 muger, ó hijos, ó campos, por causa de mí i de la
30 “ buena nueva, que no reciba cien veces mas ahora
“ en este tiempo, casas, i hermanos, i hermanas, i
“ madres, é hijos, i campos, con persecuciones, i en el
31 “ siglo venidero la vida eterna. Mas muchos prime-
“ ros serán postreros, i los postreros primeros.”
32 I estaban en el camino subiendo á Jerusalem ; é
iba delante de ellos Jesús ; i se quedaban asombrados,
i temían siguiendo[lo]. I tomó á [sí] de nuevo á los
doce, i empezó á decirles las cosas que le iban á acon-
83 tecer : “ Hé aquí, subimos á Jerusalem, i el Hijo del
MAKCOS, CAP. X. 83
“ hombre será entregado á los príncipes de los sacer-
“ dotes i á los escribas ; i lo condenaran á muerte ; i
34 “ lo entregaran á los gentiles, que se burlaran de el,
“ i lo azotaran, i lo escupirán, i lo mataran ; i al ter-
“ cer dia resucitará.” _ ,
35 I se acercaron á él Jacobo i Juan, lujos de Zebedeo,
diciendo : “ Maestro, queremos que hagas por nosotros
36 “ cualquiera cosaque pidiéremos.” I él les dijo: ‘¿Que
37 “ queréis que yo haga porvosotros ?” I ellos le dijeron .
“ Dános que nos sentemos, uno á tu derecha i otro a
38 “ tu izquierda en tu gloria.” I les dijo Jesús : ” No
“ sabéis lo que pedís. ¿ Podéis beber el cáliz que yo
“ he de beber, i experimentar la inmersión que yo he
39 “ de experimentar ?" I ellos le dijeron : “ 1 odemos.
I Jesús les dijo : “ Sí, el cáliz que yo he de beber, be-
« fiereis : i la inmersión que yo he de experimentar,
40 “ experimentareis ; mas el sentarse á mi derecha i
“ á mi izquierda, no me toca darlo sino [á aquellos]
“ para quienes está preparado.” .
41 I cuando [lo] oyeron los diez, empezaron á mdig-
42 narse con motivo de Jacobo i Juan. I Jesús los llamo
á [sí], i les dijo : “ Sabéis que los que se proponen
“ gobernar á los gentiles, se enseñorean sobre ellos ;
43 “ i sus grandes ejercen sobre ellos autoridad. Mas
“ no será así entre vosotros ; sino cualquiera que qm-
“ siere hacerse grande entre vosotros, ha de ser vuestro
44 “ servidor ; i cualquiera que quisiere hacerse primero
45 “ de vosotros, ha de ser siervo de todos ; porque aun
“ el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino
“ para servir, i para dar su vida en rescate á favor
“ de muchos.” , , „ . ,.
46 I fueron á Jericó ; i saliendo de allí él, i sus dis-
cípulos, i un gran gentío, Bartimeo el ciego, hijo de
47 Timeo, estaba sentado junto al camino, pidiendo. I
habiendo oido que era Jesús el Nazareno, empezó á
clamar i decir : “ ¡ Hijo de David ! Jesús ! ten mise-
48 “ ricordia de mí.” I lo reprendían muchos, para, que
callara. Mas él clamaba mucho mas: “¡Hijo de
49 “ David ! ten misericordia de mí.” I paróse Jesús, i
lo mandó llamar. I llamaron al ciego, diciendole :
60 “ Ten buen ánimo ; levántate ; [que] te llama.” 1
61 él arrojó su capa, i se puso en pié, i vino á Jesús. I
tomando la palabra Jesús, le dijo : “ J Qué quieres que
“ te haga ?” I el ciego le dijo : “ Maestro, que reciba
84 MARCOS, CAP. XI.
62 “ la vista." I le dijo Jesús : “ Véte, tu fé te ha sal-
“ vado.” I luego recibid la vista; i seguía á Jesús
en el camino.
XI 1 I cuando se acercaron á Jerusalem, á Bethphage
i á Bethania, junto al Monte de los Olivos, en vid á
2 dos de sus discípulos, i les dijo: “Idos á la aldea
“ que [está] en frente de vosotros, i luego al entrar en
“ ella, hallareis un pollino atado, sobre el cual ningún
3 “hombre se ha sentado: desatadlo, i traedlo. I si
“ alguno os dijere : ‘¿Por qué hacéis esto?’ decid:
“ ‘ El Señor lo ha menester i luego lo enviará acá.”
i I se fueron, i hallaron el pollino atado, jirnto á la
puerta, [á la parte de] afuera en la encrucijada ; i lo
6 desataron. I algunos de los que estaban allí, les de-
6 cian : “¿ Qué hacéis, desatando el pollino ?” I ellos
les dijeron lo que Jesús había mandado : i [los otros]
7 los dejaron. I trajeron el pollino á Jesús, i echaron
8 sobre él sus vestidos; i se sentó [Jesús] sobre él. I
muchos tendieron sus vestidos en el camino ; i otros
cortaban ramos de los árboles, i [los] tendían en el
9 camino. I los que iban delante, i los que seguian,
clamaban, diciendo : “ ¡ Hosanna ! ° ¡ bendito el que
10 “ viene en el nombre del Señor ! ¡ Bendito el reino
“ que viene en el nombre del Señor, [el reino] de
“ nuestro padre David! ¡ Hosanna en las alturas!”
11 I entró Jesús en Jerusalem, i en el lugar santo ; i,
habiendo echado á todo una mirada al rededor, siendo
ya tarde, se salió á Bethania con los doce.
12 I al dia siguiente, habiendo salido ellos de Be-
13 thania, tuvo hambre. I, habiendo visto de lejos una
higuera que tenia hojas, fué [á ver] si por tanto ha-
llaría algo en ella. I llegado á ella, no halló nada
14 sino hojas ; porque no era tiempo de higos. I habló
Jesús, i le dijo : “ No coma nadie mas fruto de tí
“ jamas.” I [lo] oyeron sus discípulos.
16 I vinieron á Jerusalem ; i habiendo entrado Jesús
en el lugar santo, empezó á echar fuera á los que ven-
dían i compraban en él, i derribó las mesas de los
cambistas, i las sillas de los que vendían las palomas;
16 i no dejaba que nadie trasportase mueble [alguno] por
17 el lugar santo. I enseñaba, diciendoles : “¿ No está
“ escrito : ‘Mi casa será llamada casa de oración para
* Hosanna significa Salva aquí.
MARCOS, CAP. XH. 85
“ ‘ todas las naciones ?’ Mas vosotros la habéis hecho
18 “ guarida de ladrones.” I oyeron [esto] los escribas
i los príncipes de los sacerdotes ; i buscaban como
destruirlo ; porque lo temian, pues todas las gentes
ge quedaban atónitas de su enseñanza.
19 I venida la tarde, se salió fuera de la ciudad.
20 I la mañana [siguiente], vieron al pasar que la.
21 higuera se había secado desde la raíz. I se acordó
Pedro, i le dijo : “ Maestro, mira, la higuera que mal-
22 “ dijiste se ha secado.” I respondió Jesús, i les dijo .
23 “ Tened fé en Dios. Porque en verdad os digo, que
“ cualquiera que dijere á este monte : ‘ Quítate, i
“ ‘ échate en la mar :' i no dudáre en su corazón, sino
“ que tuviere fe en que lo que dice se ha de hacer ;
24 “ tendrá cualquiera cosa que dijere. Por causa de
“ esto os digo : Todas cuantas cosas pidiereis orando,
“ tened fé en que las habéis de recibir, i las tendréis.
25 “ I cuando estuviereis en pié orando, si teneis algo
“ contra alguno, perdonadQo] ; para que también
“ vuestro Padre que [está] en los cielos, os perdone
26 “ vuestras ofensas. Mas si no perdonáis vosotros, m
“ vuestro Padre que [está] en los cielos [os] perdonará
“ vuestras ofensas.”
27 I vinieron de nuevo á Jerusalem ; i, mientras an-
daba él en el lugar santo, vinieron á él los principes
28 de los sacerdotes, i los escribas, i los ancianos ; i le
dijeron : “ ¿ Con qué autoridad haces estas cosas . i
“ ; quién te ha dado esta autoridad para que hagas
29 “ estas cosas ?” I respondió Jesús, i les dijo : “ lo
“ también os preguntaré á vosotros una [sola] cosa, i
“ respondedme ; entonces os diré con que autoridad
30 “ hago estas cosas. La inmersión de Juan, ¿ era del
31 “ cielo, ó de los hombres 1 Respondedme. ’ I discur-
rían entre sí diciendo : “ Si dijérenios, ‘Del cielo,
32 “ dirá : ‘ ¿ Por qué pues no confiasteis en el . Mas si
“ dijéremos, ‘De los hombres,’” temian al pueblo;
33 porque todos tenían á Juan por verdadero profeta. 1
respondieron i dijeron á Jesús: “No sabemos. I
respondió Jesús i les digo : “ Ni yo os digo con que
“ autoridad hago estas cosas.”
XII. 1 1 empezó á hablarles en símiles. “ Un hombre
“ plantó una viña, i [la] cercó de un vallado, i cavando
86
MARCOS, CAP. XII.
“ hizo mi lagar, i edificó una torre, i la arrendó á unos
2 “ labradores, i se ausentó á otro pais. I á su tiempo
“ envió un siervo á los labradores, para que recibiese
3 “ de ellos del finito de la viña. Mas ellos lo cogieron,
“ i [le] dieron de golpes, i [lo] despacharon [con las
4 “ manos] vacías. X de nuevo les envió otro siervo ; i
“ á este apedrearon, i descalabraron, i despacharon
6 11 deshonrado. I de nuevo envió otro ; i á este ma-
11 taron ; i otros muchos, [de los cuales] ¿unos dieron
C “ de golpes, i á otros mataron. Así pues, teniendo
“ aun un hijo único, su amado, les envió á este tam-
“ bien el último, diciendo : 1 Respetaran á mi hijo.’
7 “ Mas aquellos labradores dijeron entre sí : ‘ Este es
“ ‘ el heredero ; venid, matémoslo, i será nuestra
8 “‘la herencia.’ I lo cogieron, i mataron, i arro-
9 “ jaron fuera de la viña. ¿ Qué hará, pues, el dueño
“ de la viña ? vendrá i destruirá á los labradores, i
10 “ dará la viña á otros. ¿ Ni aun esta escritura ha-
“ beis leido : ‘ Una piedra que desecharon los que edi-
“ 1 Acaban, esta ha venido á ser la de la cabeza del
11 “‘ángulo: del Señor ha venido esto, i es cosa mara-
“ ‘ vilíosa á nuestros ojos
12 I procuraban prenderlo, mas temieron á las gentes ;
porque conocieron que con la mira en ellos habia
dicho el símil. I lo dejaron, i se fueron.
13 I le enviaron [eUos] algunos de los Fariseos i de los
Herodianos, para sorprenderlo en [alguna] palabra.
14 I venidos ellos, le dijeron : “ Maestro, sabemos que
“ eres veraz, i que no te da cuidado de nadie ; porque
“ no miras á la apariencia de los hombres, sino que
“ enseñas el camino de Dios en verdad. ¿ Es lícito
15 “ dar [el tributo del] censo á César ó no ? ¿ daremos,
“ ó no daremos ?” Mas él, sabiendo su hipocresía,
les dijo: “ ¿ Por qué me tentáis 1 Traedme un de-
16 “ nario, para que [lo] vea.” I [se lo] trajeron ellos.
I les dijo : “ ¿ De quién [es] esta imágen, i esta ins-
17 “ cripcion ?” I le dijeron ellos: “De César." I
respondió Jesús, i les dijo: “Pagad á César lo [que
“ es] de César, i á Dios lo [que es] de Dios.” I se
maravillaron de él.
18 I vinieron á él unos Saduceos, los cuales dicen que
no hai resurrección ; i le preguntaron, diciendo :
19 “ Maestro, Moisés nos dejó escrito, que si muriere el
“ hermano de alguno, i dejare muger, mas no hijos,
MARCOS, CAP. XIL 87
“ que tome su hermano la muger de él, i levante pos-
20 “ teridad á su hermano. Habia siete hermanos ; i el
“ orimero tomó muger, i murió sin dejar posteridad ;
21 “ i el segundo la tomó, i murió, i ni aun él tampoco
“ dejó posteridad; i el tercero de la misma manera.
22 “ I la tomaron los siete, i no dejaron posteridad. Da
23 “ última de todos murió la muger también. En la
“ resurrección, pues, cuando resuciten [estos], ¡ de
« cuál de ellos será muger ? porque los siete la tuvre-
24 “ ron por tal.” I respondió Jesús, i les dijo : “ ¿ No
“ [esl la causa por qué erráis, el no conocer las Escn-
25 “ turas, ni el poder de Dios ? Porque cuando han
“ resucitado de entre los muertos, no se casan, m son
“ dadas en casamiento, sino que son como [los] men-
26 “ sageros [de Dios] que [están] en los cielos. I acerca
“ de los muertos [como prueba de] que hayan de re-
“ sucitar, ¿ no habéis leido en el libro de Moisés,
“ [donde escribe] de la zarza, como le habló Dios,
“ diciendo : ‘ Yo soi el Dios de Abraham, i el Dios de
27 “ ‘ Isaac, i el Dios de Jacob’ ? No es Dios de muer-
“ tos, sino Dios de vivos : vosotros pues erráis mucho.
28 I habiéndose acercado uno de los escribas que los
habia oido razonar, i sabia que les habia respondido
bien [Jesús], le preguntó : “ ¿ Cuál es el primer man.
29 “ damiento de todos?” I Jesús le respondió: “El
“ primero de todos los mandamientos [es] : J Escucha,
“ ‘ Israel ; el Señor [es] nuestro Dios, el Señor es uno
30 “ ‘ [solo] ; i amaras al Señor Dios tuyo de todo tu co-
“ ‘ razón, i de toda tu alma, i de toda tu mente, i de
“ ' toda tu fuerza.’ Este [es] el mandamiento pri-
31 “ mero. I el segundo, semejante [á él, es] este :
“ ‘ Amaras á tu prójimo como á tí mismo.’ No hai
32 “ otro mandamiento mayor que estos." I le dijo el
escriba : “ Maestro, verdaderamente has dicho bien ;
“ porque uno [solo] es Dios, i no hai otro fuera de él :
33 “ i el amarlo de todo el corazón, i de todo el enten-
“ dimiento, i de toda el alma, i de toda la fuerza ; i
“ el amar al prójimo como á sí mismo, es mas que
“ todas las víctimas enteramente quemadas, i [todos]
34 “ los sacrificios.” I viendo Jesús que habia respon-
dido con inteligencia, le dijo: “No estas lejos del
« reino de Dios.” I no osaba nadie hacerle mas pre-
guntas. %
35 I tomó la palabra Jesús, i decía, enseñando en el
88 MARCOS, CAP. XIII.
lugar santo : “ ¿ Cómo dicen los escribas que el Un-
36 “ gido es hijo de David ? Porque David mismo dijo
“ por el Espíritu Santo : ‘ Dijo el Señor á mi Señor :
“ ‘ Siéntate á mi derecha hasta que ponga á tus ene-
37 migos por tarimilla de tus piés.’ Así pues David
“ mismo lo llama Señor ; i ¿ de dónde [pues] es hijo
“ de él f ” I el gran gentío lo oía con gusto.
38 I les decía en su enseñanza : “ Guardóos de los
“ escribas, que gustan de andar con ropas talares, i de
39 “ las salutaciones en las plazas, i las primeras sillas
“ en las congregaciones, i de reclinarse los primeros
40 “ en los festines ; que devoran las casas de las viudas,
“ i cuino un pretexto hacen largas oraciones : estos
“ recibirán mayor condenación.”
41 I habiéndose sentado Jesús en frente del tesoro,
estaba mirando como echaban las gentes dinero en
42 él ; i muchos ricos echaban mucho. I vino una pohre
viuda i echó dos leptos, 0 lo que es un cuadrante.f
43 I llamó á [sí] á sus discípulos, i les dijo : “En verdad
“ os digo, que esta pobre viuda ha echado mas que
44 “ todos los que han echado en el tesoro. Porque
“ todos han echado de lo que les sobraba, mas esta
“ de su necesidad ha echado todo lo que tenia, todo
“ su sustento.”
Xm. 1 I saliendo él del lugar santo, le dijo uno de sus
discípulos : “ Maestro, mira qué piedras, i qué edifi-
2 “ cios." I respondió Jesús, i le dijo: “¿Ves estos
“ grandes edificios ? no se dejará piedra sobre piedra
3 “ que no sea derribada.” I estando él sentado en el
Monte de los Olivos, en frente del lugar santo, le pre-
guntaban aparte Pedro, i Jacobo, i Juan, i Andrés :
4 “ Dínos, i cuándo serán estas cosas ? i ¿ cuál [será] la
6 “ señal, cuando todas ellas van á cumplirse 1" I
respondió Jesús, i empezó á decirles : “ Mirad que no os
6 “ extravie nadie. Porque muchos vendrán en mi nom-
7 “ bre, diciendo : ‘ Yo soi,’ i extraviaran á muchos. I
“ cuando oyereis de batallas i rumores de batallas, no
“ os perturbéis ; porque es necesario que acontezcan ;
8 “ mas no [es] aun el fin. Porque se lavantará nación
“ contra nación, i reino contra reino, i habrá terre-
“ motos en [varios] lugares ; i habrá hambres i tu-
* Tin lepto era casi igual í un maravedí,
t Cuadrante, casi igual á un ochavo.
MARCOS, CAP. XIIL 89
“ multas. Estas cosas [serán] principios de agonias.
9 “ Pero mirad vosotros por vosotros mismos ; porque
« os entregaran á los tribunales, i á las congrega-
“ ciones ; sereis golpeados, i puestos ante goberna-
“ dores i reyes, por causa de mí, para [que les. deis]
10 “ testimonio á ellos. I debe ser proclamada primero
11 “ la buena nueva á todas las naciones. I cuando os
“ condujeren para entregaros, no andéis afanados de
“ antemano por qué hablareis, ni [lo] meditéis ; sino
« lo que os fuere dado en aquella hora, esto hablad ;
“ porque no sois vosotros los que habíais, sino el
12 “ Espíritu Santo. I se entregaran á la muerte her-
“ mano á hermano, i padre á hijo ; i se levantaran
13 “hijos contra padres, i los haran morir. I sereis
“ aborrecidos de todos por causa de mi nombre ; mas
“ el que perseverare hasta el fin, este se salvará.
14 “I cuando viereis la abominación desoladora, que
“ fué [pre] dicha por Daniel el profeta, estar en donde
“ no debe (el que lée, comprenda ;) “ entónces los
15 “ [que esten] en la Judea huyan á les montes ; i
“ el [que esté] en el terrado, no baje á la casa, ni
16 “ entre para tomar cosa alguna de su casa ; i el que
“ esté en el campo no se vuelva atras, para tomar
17 “ su capa. Mas ¡ ai de las que esten en cinta, i de
18 “ las que crien, en aquellos dias ! I orad por que
19 “ vuestra huida no acontezca en invierno. Porque
“ serán aquellos dias [los de] tribulación, tal que
“ nada semejante ha acontecido desde el principio
“ de lo que Dios ha criado, hasta ahora, ni tampoco
20 “ acontecerá. I si el Señor no hubiese abreviado
“ los dias, no se salvaría ninguna carne. Mas por
“ causa de los que [él] ha escogido, ha abreviado los
“ dias.
21 “ I entónces, si alguno os dijere : ‘ ¡ Mirad, aquí
“ 1 [está] el Ungido ! ’ ó ‘ ¡ Mirad, [está] allí ! ’ no ten-
22 “ gais fé. Porque se levantaran falsos ungidos i falsos
“ profetas, i daran señales i prodigios, para extraviar,
23 “ si posible [fuera], aun á los escogidos. Mas vosotros
“ guardáos ; hé aquí, os [lo] he predicho todo.
24 “ Mas en aqueHos dias, después de aqueUa tribu-
“ lacion, el sol se oscurecerá, i la luna no dará su luz,
25 “ i las estrellas del cielo irán cayendo, i las potestades
26 “ que [hai] en los cielos serán conmovidas. I ent&n-
“ ces verán al Hijo del hombre venir en las nubes con
F
90 MARCOS, CAP. XIV.
27 “ gran poder i gloria. I entóneos enviará, á sus men-
“ sageros, i recogerá á sus escogidos de los cuatro
“ vientos, desde lo extremo de la tierra hasta lo
“ extremo del cielo.
28 “ I de la higuera aprended el símil [de esol. Cuan-
“ do ya sus ramos se enternecen, i brotan las hojas,
29 “ sabéis que está cerca el estío. Así también vosotros,
“ cuando viereis acontecer estas cosas, sabed que [el
30 “ Hijo del hombre] está cerca, á las puertas. En
“ verdad os digo, que no pasará esto generación hasta
31 “ que acontezcan todas estas cosas. Pasaran el cielo
“ i la tierra, mas no pasaran mis palabras.
32 “ Mas acerca de aquel dia i hora, nadie sabe [nada],
“ ni aun los mensageros que [están] en el cielo, ni el
“ Hijo, sino el Padre [solo].
33 “ Guardáos, estad vigilantes, i orad ; porque no
34 “ sabéis cuando será el tiempo. Semejante [es el
“ Hijo del hombre] á un hombre que dejó su casa
“ para ausentarse á otro pais, i dió á sus siervos la
“ autoridad, i [señaló] á cada uno lo que debía hacer,
35 “ i mandó al portero que velase. Velad pues; por-
“ que no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa,
11 [si] á la tarde, ó á media noche, ó al canto del ga-
36 “ lio, ó á la mañana ; no sea que venga de repente, i
37 “os halle dormidos. I lo que á vosotros os digo, á
“ todos [lo] digo : Velad.”
XIV. 1 I dos dias después era [la fiesta de] la Pascua 0
• i [de] los panes sin levadura ; i los príncipes de los
sacerdotes i los escribas buscaban algún modo de
2 prenderlo por dolo, i matar [lo] ; mas decían : No
“ durante la fiesta, no sea que haya alboroto en el
“ pueblo.” -
3 I estando él en Bethania, en la casa de Simón el
leproso, recostado [á la mesa], vino una muger que
tenia un vaso de alabastro de bálsamo de nardo puro,
de mucho precio, i quebró el vaso de alabastro, i
4 derramó [el bálsamo] sobre la cabeza de él. I mani-
festaban algunos indignación entre sí, i decían : “ ¿ Para
“ qué se ha hecho este desperdicio del bálsamo ?
6 “ porque podia este venderse por mas de trecientos
“ denarios.f i darse á los pobres.” I la reprendían.
G Mas Jesús dijo: “Dejadla; ¿por qué la molestáis?
* Véase Matf xxvt 2. ) Véase cap. vi. 37.
MARCOS, CAP. XIV. 91
7 “ una buena obra ha hecho conmigo. Porque siempre
“ á los pobres los teneis con vosotros, i cuando qmsie-
“ reis, podéis hacerles bien ; mas á mi no sll [“P™
8 “ me tendréis. Lo que estaba en su mano ha .hecho
“ esta ; se ha anticipado á ungir na cuerpo de bál-
9 “ samo para embalsamadme]. En verdad^os digo,
“ que donde quiera que fuere proclamada esta buena
“ nueva en todo el mundo, se contará también lo que
“ ha hecho esta, para memoria de ella.
10 I Judas el Iscariote, uno de los doce, se toé á los
11 príncipes de los sacerdotes para entregárselo. 1 ellos,
cuando [lo] oyeron, se gozaron, i prometieron darle
plata. I buscaba algún modo oportuno para en-
tregarlo.
12 I el primer dia [de la fiesta] de los panes sin leva-
dura, cuando mataban [el cordero de] la Pascua, le
dijeron sus discípulos : “ ¿ Adónde quieres que vayamos
“ á prepararle] para que comas [el cordero dej la
13 “ Pascua?” I envió á dos de sus discípulos, i les
“ dijo: “ Idos á la ciudad ; i os encontrará un hombre
14 “ que lleva un cántaro de agua ; seguidlo, i en donde
« quiera que entrare, decid al padre de familias : L1
“‘Maestro dice: ¿Dónde está el aposento en que
“ ‘ coma [el cordero de] la Pascua con mis discípulos ?
15 “ I él os mostrará una gran pieza en lo alto, aderezada
16 “ Til pronta : allí preparad para nosotros.” 1 salieron
sus discípulos, i fueron á la ciudad, i hallaron lo que
les habla dicho; i prepararon [el cordero de] la
P&SCUfti
17 I venida la tarde, fué [allá] con los doce. I estando
18 ellos recostados [á la mesa] i comiendo, dijo Jesús:
“ En verdad os digo, que uno de vosotros, que esta
19 “ comiendo conmigo, me entregará.” I empezaron
ellos á entristecerse, i á decirle uno por uno ; ¿ |&oi
20 “ acaso yo?” I otro [dijo] : “¿ [Soi] acaso yo? i el
respondió i les dijo : “ [Es] uno de los doce, el que va
21 “ á meter [la mano] conmigo en el plato. Si, el Hijo
“ del hombre se va, como está escrito, acerca de el ,
“ pero ¡ ai de aquel hombre por medio de quien el
“Hijo del hombre va á ser entregado ! Bueno hubiera
“ sido para aquel hombre, el no haber nacido. .
22 I estando ellos comiendo, tomó Jesús pan,, i, ha-
biendo bendecido [á Dios, lo] partió, i les dió, i dijo .
92 MARCOS, CAP. XIV.
23 “ Tomad, comed ; esto es° mi cuerpo.” I tomó la
copa, i, habiendo dado gracias, se [la] di<5 ; i bebieron
24 todos de ella. I les dijo : “Esto es mi sangre, la del
“ nuevo pacto, la que va á ser derramada á favor de
25 “ muchos. En verdad os digo, que no beberé mas del
“ fruto de la vid, hasta aquel dia cuando lo beba
“ nuevo en el reino de Dios.”
26 I habiendo cantado un himno, f salieron al Monte
27 de los Olivos. I les dijo Jesús: “Todos [vosotros]
“ hadareis ocasión de tropiezo en mí esta noche ;
“ porque escrito está : ‘ Heriré al pastor, i serán es-
28 “ 1 parcidas las ovejas.' Mas después de haber resu-
29 “ citado, iré ántes que vosotros á la Galilea.” I
le dijo Pedro : “ Aunque todos hallasen ocasión de
30 “ tropiezo, no yo.” I le dijo Jesús: “En verdad te
“ digo, que hoi, en esta noche, antes que cante el
31 “ gallo dos veces, me negaras tres.” Mas él, con mucho
mayor [vehemencia], decía: “Aunque me sea nece-
“ sario el morir contigo, no te negaré.” I cosas
semejantes decían también todos.
32 I vinieron 4 una heredad llamada Gethsemaní ; i
dijo á sus discípulos: “Sentáos aquí, mientras que
33 “ ore.” I Revé consigo á Pedro, i á Jacobo, i á Juan ;
34 i empezó á llenarse de asombro, i angustiarse. I les
dijo : “ Mui triste está mi alma, hasta la muerte ;
35 “ permaneced aquí i velad." I fué un poco adelante,
i se postró en tierra, i suplicaba que, si fuese posible,
36 se apartase de él la hora. I decia : “ ¡ Abba, Padre !
“ todas las cosas te [son] posibles á tí ; aparta
“ de mí este cáliz ; mas no [sea] lo que yo quiero,
37 “ sino lo que tú.” I lino, i los halló dormidos ; i dijo
á Pedro : “ Simón, ¿ duermes 1 ¿ No has podido velar
38 “ una [sola] hora ? Velad i orad, para que no entréis
“ en tentación. Sí, el espíritu [está] pronto, mas la
39 “ carne [es] enferma.” 1 de nuevo se fué i oró, di-
40 ciendo las mismas palabras. I habiendo vuelto, los
halló otra vez dormidos ; porque estaban cargados
41 sus ojos, i no sabían qué responderle. I vino tercera
vez, i les dijo: “ Estáis durmiendo lo que queda, i
“ descansando. Basta ; ha venido la hora ; lié aquí,
“ va á ser entregado el Hijo del hombre en las manos
* Es, 5 significa. Véast Mat, xxvi 20.
t Himno ó himnos.
MARCOS, CAP. XIV. 93
42 “ de los pecadores. Levíintáos, vamos ; hé aquí, el
“ que va á entregarme se lia acercado. ’
43 1 luego, estando él aun hablando, vino Judas, que
era uno de los doce, i con él un gran gentío, con
espadas i con palos, [enviado] de los príncipes de
los sacerdotes, i de los escribas, i de los ancianos.
44 I el que iba á entregarlo, les habia dado una seña
convenida, diciendo: “A quien besare, él es; pren-
45 “ dedlo, i conducidlo con seguridad.” I luego que
vino, se acercó á [Jesús], i le dijo: “¡Maestro.
46 “ Maestro !” i besólo. I ellos echaron mano á él, i lo
prendieron. , r -
47 I alguno de los que estaban presentes, sacó [su]
espada, é hirió á un siervo del sumo sacerdote, i le
48 quitó una oreja. I Jesús, tomando la palabra, les
dijo: “¿Así como contra un ladrón habéis salido con
49 “ espadas i con palos á prenderme ? Cada dia estaba
“ entre vosotros enseñando en el lugar santo, i no me
“ prendisteis. Mas [ha acontecido esto] para que se
60 “ cumpliesen las Escrituras.” _ I lo dejaron todos, i
61 huyeron. I lo iba siguiendo cierto mancebo vestido
de una sábana que le cubría [el cuerpo] desnudo. I
52 lo prendieron los mancebos ; mas él dejó la sábana,
i se huyó de ellos desnudo.
53 I condujeron á Jesús al sumo sacerdote, al cual se
juntaron todos los príncipes de los sacerdotes, i los
54 ancianos, i los escribas. I Pedro lo fué siguiendo á lo
lejos, hasta dentro del palacio del sumo sacerdote ; i
se estaba sentado con los ministros, i calentándose al
55 fuego. I los príncipes de los sacerdotes, i todo el
tribunal buscaban testimonio contra Jesús, para ha-
56 cerlo morir. I no [lo] hallaban. Porque muchos
daban falso testimonio contra él, mas no eran sufi-
57 ciéntes [sus] testimonios. I se levantaron algunos, i
68 daban falso testimonio contra él, diciendo : “ Noso-
“ tros le oímos decir: ‘Yo derribaré este templo
“ ‘ hecho de mano, i, después de tres dias, edificaré
69 “ 1 otro no hecho de mano.’ ” Mas ni aun así era
60 suficiénte el testimonio de ellos. I se levantó en me-
dio el sumo sacerdote, i preguntó á Jesús, diciendo :
“ i No respondes nada ? ¿ Qué están deponiendo estos
61 “contra tí?” Mas él callaba, i nada respondía. De
nuevo le preguntó el sumo sacerdote, i le dijo : “ • Eres
F 2
94 MARCOS, CAP. XV.
62 “ tú el Ungido, el Hijo del Bendito 1 ” I dijo Jesús :
“ Yo soi : i vereis al Hijo del hombre sentado á la
“ diestra de la Potestad, i venir con las nubes del
63 “ cielo.” I rasgó el sumo sacerdote sus túnicas, i dijo:
64 “ ¿ Qué necesidad tenemos ya de testigos ? Habéis
“ oido la infamia. ¿ Qué os parece 1 " I todos ellos
65 lo condenaron por reo de muerte. I empezaron al-
gunos á escupirle, i cubrirle el rostro, i maltratarlo
á puñadas, i decirle : “ Profetiza i los ministros le
daban de bofetadas.
66 I estando Pedro en el atrio de abajo, vino una
67 de las criadas del sumo sacerdote, i viendo á Pedro
calentarse, lo miró i dijo: “Tú también con Jesús
68 “ el Nazareno estabas.” Mas él negó, diciendo :
“No [lo] conozco, ni sé lo que tú dices.” I salió
69 ibera al pórtico; i cantó el gallo. I viéndolo de
nuevo la criada, empezó á decir á los que estaban
70 presentes : “ Este de ellos es.” Mas él [lo] negó otra
vez. I de nuevo, un poco después, los que estaban
presentes decian á Pedro : “Verdaderamente de ellos
“ eres ; porque también eres Galileo, i tu habla es
71 “ semejante.” Mas él empezó á hacer imprecaciones,
i á jurar, [diciendo] : “No conozco á ese hombre de
72 “ que habíais.” I por segunda vez cantó el gallo. I se
acordó Pedro de lo que le habia dicho Jesús : “Antes
“ que cante el gallo dos veces, [tú] me negaras tres.”
I habiendo pensado [en esto], echó á llorar.
XV. 1 I luego [que vino] la mañana, tuvieron una
consulta los príncipes de los sacerdotes con los an-
cianos i los escribas, i todo el tribunal ; i, habiendo
atado á Jesús, se [lo] llevaron de [allí], i [lo] entre-
2 garon á Pilato. I le preguntó Pilato : “ ¿ Eres tú el rei
“ de los Judíos ?” 1 él respondió, i le dijo : “Tú [lo]
3 “ dices.” I lo acusaban los príncipes de los sacerdotes
4 de muchas cosas. I Pilato de nuevo le preguntó,
diciendo: “¿No respondes nada? mira cuántas co-
5 “ sas están deponiendo contra tí.” Pero Jesús no
respondió nada mas, de modo que se maravillaba
Pilato.
6 I en la fiesta solia soltarles un preso, el que solían
7 pedir. I estaba en prisión el que se llamaba Barrabas
con los que habían causado una sedición con él ; los
cuales en [su] sedición habían cometido homicidio.
MARCOS, CAP. XV. 95
8 I exclamaron las gentes, i empezaron á pedirle fi^e Jes
9 hiciera como siempre soba. I les respondió Pilato,
diciendo : “¿Queréis que os suelte al reí de los Judi-
10 “ os ?” Porque sabia que por causa de envidia [sej lo
11 habían entregado los príncipes de los sacerdotes. I
los príncipes de los sacerdotes incitaron á las gentes
12 Tiara fnedirl que les soltase mas bien á Barrabas. I res-
12 pondió de nuevo Pilato, i les dijo : “ ¿Qué pues que-
13 “ reis que haga del que llamáis reí de los Judíos .
14 eUos vivieron á gritar: “Crucifícalo.” I es decía
Pilato : Qué mal pues ha hecho ? mas ellos gnta
15 ron mas : “ Crucifícalo.” I Pilato deseando con-
tentar á las gentes, les soltó á Barrabas, i, habiendo
azotado á Jesús, lo entregó para que fuese crucih-
16 Ca i°Íos soldados se lo llevaron de [allí] al interior
del palacio, que es el pretorio, i convocaron toda
17 la cohorte; i lo vistieron de púrpura; i, habiendo
18 entretejido una corona de espinas, se la pusieron, i
empezaron á saludarlo : “ ¡ Salve, reí de los Judíos !
19 I le daban golpes en la cabeza con una caña, i le
20 escupían, é, hincadas las rodillas, lo adoraban. 1
cuando se hubieron burlado de él, lo desnudaron de
la púrpura, i le vistieron sus propios vestidos, i, sa-
21 liendo, se lo llevaron para crucificarlo. I forzaron a
un cierto Simón, un Cyreneo, que pasaba, viniendo
del campo, padre de Alejandro i de Rufo, á que car-
gase con la cruz de él.
22 I se lo llevaron al lugar Golgotha, que, traducido, es,
23 Lugar de una calavera. I le daban á beber vino
24 mezclado con mirra ; mas él no [lo] tomó. I des-
pués de haberlo crucificado, repartieron sus vestidos,
echando suertes sobre ellos, [tocante á] lo que había
25 de llevar cada uno. I era la hora de tercia, 0 cuando lo
26 crucificaron. I la inscripción de su acusación estaba
sobrescrita : “ EL REI DE LOS JUDIOS.
27 I crucificaron con él á dos ladrones, uno á su de-
28 recha, i otro á su izquierda. I se cumplió la Escritura,
que dice : “ I con inicuos fué contado.”
29 I los que pasaban por [allí], lo infamaban, mene-
ando la cabeza, i diciendo : “ Ola ! tú que derribas el
30 “ templo, i en tres dias [lo] edificas, sálvate á tí
31 “ mismo, i desciende de la cruz.” I de semejante
« Véase la nota sobre Mat. xxvii. 45.
96 MARCOS, CAP. XVI.
modo, los príncipes de los sacerdotes también, con los
escribas, burlándose de [él] irnos con otros, decían :
32 “ A otros salvó, á sí mismo no puede salvarse. Des-
“ cienda ahora de la cruz el Ungido, el Rei de Israel,
“ para que [lo] veamos, i tengamos fé.” I los que
estaban crucificados con él, lo improperaban.
33 I venida la hora de sexta, hubo tinieblas sobre toda
34 la tierra hasta la hora de nona. I á la hora de nona,
clamó Jesús con una gran voz, diciendo : “ Eloi, Eloi,
“ i lamina sabacthani?” que, traducido, es: “Dios
“ mió, Dios mió, ¿ para qué me has desamparado ?"
35 I algunos de los que estaban presentes, habiéndolo]
36 oido, decian : “Hé aquí, llama á Elias.” I corrió
uno, i, habiendo empapado una esponja en vinagre,
i puesto en una caña, dábase[la] á beber, dicien-
do : “ Dejad, veamos si va viniendo Elias á descol-
“ garlo.”
37 I Jesús, habiendo dado una gran voz, expiró.
38 I el velo del templo se rasgó en dos, de alto á bajo.
39 I cuando el centurión que estaba presente, en frente
de él, vió que, habiendo así clamado, expiró, dijo :
40 “ Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.” I
unas mugeres también estaban mirando de lejos,
entre las cuales estaba María la Magdalena, i María
la madre de Jacobo el menor i de Joses, i Salomé;
41 (las cuales también, cuando estaba en la Galilea, lo
seguian, i lo servian ;) i otras muchas que habían su-
bido juntamente con él á Jerusalem.
42 I venida ya la tarde, (pues era [el dia de] prepa-
43 ración, esto es, el precedente al dia de reposo), filé
Josef, el de Arimathea, honorable consejero, el cual
mismo también esperaba el reino de Dios, [i] osó pre-
44 sentarse á Pilato, i pedir el cuerpo de Jesús. I Pilato
se maravilló de que ya hubiese muerto ; i habiendo
llamado á [sí] al centurión, le preguntó si habia
45 muerto mucho tiempo habia. I después que [lo] supo
46 del centurión, dió el cuerpo á Josef. I compró [este]
una sábana, i lo descolgó, i [lo] envolvió en ella, i lo
puso en un sepulcro que estaba abierto en una roca ;
47 i rodó una piedra á la entrada del sepulcro. I María
la. Magdalena, i María [la madre] de Joses, estaban
mirando donde fué puesto.
XVI. 1 I pasado el dia de reposo, María la Magdalena,
MARCOS, CAP. XVI. 97
i María la [madre] de Jacobo, i Salomé, compraron
2 aromas, para ir á ungirlo. I mui de mañana el primer
dia de la semana, vinieron al sepulcro, salido [ya] el
3 sol. I decian entre sí ; “ ¿ Quién nos rodará la piedra
4 “de la entrada del sepulcro?” porque era rnm
grande : inas cuando miraron, vieron que la piedra
6 habia sido rodada de [allí]. I habiendo entrado en
el sepulcro, vieron á un mancebo sentado al [ladoj
derecho, vestido de una blanca ropa talar, i se llena-
6 ron de asombro. Mas él les dijo : “ No os asombréis ;
“ estáis buscando á Jesús el Nazareno, que ha sido
“ crucificado ; ha resucitado, no está aquí ; mund el
7 “ lugar donde lo pusieron. Pero idos, decid a sus
“ discípulos i á Pedro, que va á ir antes que vosotros
8 “ á la Galilea ; allí lo vereis, como os dijo.” I salieron
presto, i huyeron del sepulcro ; i estaban sobrecogidas
de temblor i de pasmo; i á nadie dijeron nada,
porque temían. , _ ,
9 I habiendo resucitado [Jesús] por la manana, el
primer [dia] de la semana, se apareció primeramente
á María la Magdalena, de la cual habia lanzado siete
10 demonios. Fué ella i dió aviso á los que habían esta-
11 do con él, que estaban pesarosos i lloraban. Mas ellos,
cuando oyeron que vivía, i que ella lo habia visto, no
tuvieron fé. ,
12 I después de esto, se manifestó en otra forma a dos
13 de ellos, que andando iban al campo. Los cuales se
fueron i dieron aviso á los demas ; mas ni en aqueHos
confiaron [estos].
14 Después se manifestó á los once mismos, recostados
[á la mesa], i [los] reconvino con su falta, de fé i
dureza de corazón, por causa de que no habían con-
15 fiado en los que lo habian visto resucitado. I les
dijo : “ Id por todo el mundo, i proclamad la buena
16 “ nueva á toda criatura. El que tuviere fé, i recibiere
“ la inmersión, será salvo ; mas el que no .tuviere fé,
17 “ será condenado. I estas señales acompañaran á los
“ que tuvieren fé ; en mi nombre lanzaran demonios ;
18 “ hablaran nuevas lenguas ; manosearan serpientes ,
“ i si bebieren alguna cosa mortífera, no les hará
“ daño ; pondrán las manos sobre los enfermos, i
“ quedaran [estos] sanos.”
19 Así pues el Señor, después de haberles hablado,
20 fué elevado al cielo, i se sentó á la diestra de Dios. I
98
MARCOS, CAP. XVI.
ellos salieron, i proclamaron [la buena nueva] en
todas partes, obrando con [ellos] el Señor, i confir-
mando la palabra por medio de las señales que IJa]
acompañaban. Así es.° L J
* A ‘¡ “• traducción de amen, quo eu Hebreo significa en verdad, así
o ast seo,.
LA BUENA NUEVA DE JESUS CRISTO,
SEGUN LUCAS.
I. 1 Ya que muchos han emprendido ordenar una rela-
ción de las cosas que se han cumplido entre nosotros,
2 como nos [las] dieron [á conocer] los que desde el
principio fueron testigos de vista i ministros de ja
3 palabra ; parecióme también á mí, que he adquirido
conocimiento exacto de todas las cosas desde [su]
4 origen, escribirte [las] por órden, óptimo Teófilo, para
que conozcas la certeza de las relaciones 0 de que has
oido hablar.
6 Hubo en los dias de Heródes, rei de Judea, un
sacerdote por nombre Zacarías, de la clase de Abía,
cuya muger [era] de las hijas de Aaron, i tenia por
6 nombre Elisabet.f I eran ambos justos delante de
Dios, procediendo según todos los mandamientos i
7 estatutos del Señor, irreprensibles. I no tenían hijos,
porque Elisabet era estéril, i ambos eran avanzados
en dias.
8 I aconteció que, oficiando él delante de Dios, como
9 sacerdote, en el órden de su clase, según el regla-
mento del ministerio sacerdotal, le tocó por suerte
10 entrar en el templo del Señor, á ofrecer el incienso ; i
toda la muchedumbre del pueblo estaba orando afue-
11 ra, á la hora del incienso. I se le apareció un men-
sagero del Señor, puesto en pié á la derecha del altar
12 del incienso. I al ver[lo] Zacarías, se turbó ; i se
13 sobrecogió de temor. Mas le dijo el mensagero: “No
“ temas, Zacarías ; porque tu súplica ha sido oida, i
“ tu muger Elisabet te parirá un hijo, á quien pon-
14 “ dras por nombre Juan :{ i tendrás § gozo i alegría,
15 “ i muchos se gozaran en su nacimiento. Porque
" será grande delante del Señor ; i no beberá vino
“ ni bebidas fuertes ; i será Reno del Espíritu Santo
* Relaciones, en griego palabras. Véase Hech. i. 1.
t Elisabet, la forma griega del nombre hebreo Elisebah : Ex. tí. 23.
j Juan, en hebreo Johandn, que Bignifica Jehovah ha tenido miseri-
cordia, o ha favorecido.
§ Tendáis, 6 el cual será para f¡.
100 LUCAS, CAP. L
16 “ aun desde el vientre de su madre ; i á muchos de
“ los hijos de Israel convertirá al Señor Dios suyo :
17 “ delante del cual irá él [revestido] del espíritu i del
“ poder de Elias, para convertir los corazones de los
“ padres á los hijos, i los desobedientes á la prudencia
“ de los justos ; para preparar al Señor un pueblo dis-
18 “ puesto.” I dijo Zacarías al mensagero : “ ¿ Qué me
“ cerciorará de eso ? porque yo soi anciano, i mi muger
19 “ avanzada en dias.” I respondió el mensagero, i le
dijo : “ Yo soi Gabriel, que asisto delante de Dios ; i
“ he sido enviado á hablarte, i anunciarte esta buena
20 “ nueva. I, hé aquí, guardaras silencio, i no podras
“ hablar, hasta el dia en que sucedan estas cosas ;
“ por causa de que no has tenido fé en mis palabras,
“ las cuales se cumplirán á su tiempo.”
21 I estaba el pueblo esperando á Zacarías, i se mara-
22 villaba de que se tardase en el templo. I cuando
hubo salido, no les podia hablar : i conocieron que
habia tenido [alguna] visión en el templo ; i él leB
hacia señas ; i permanecía mudo.
23 I aconteció que cuando fueron cumplidos los dias
24 de su ministerio, se fué á su casa. 1 después de estos
dias concibió su muger Elisabet ; i se estuvo escon-
25 dida cinco meses, diciendo : “ Tales cosas ha hecho
“ conmigo el Señor en los dias en que ha puesto su
“ vista en [mí], para quitar el oprobio que tengo
“ entre los hombres.”
26 I en [su] sexto mes, fué enviado el mensagero
Gabriel por Dios á una ciudad de la Galilea, nom-
27 brada Nazaret, á una virgen desposada con un varón
nombrado Josef, de la casa de David ; i el nombre
28 de la virgen [era] María. I entró el mensagero
adonde ella [estaba], i dijo: “¡Salve, favorecida!
“ el Señor [sea] contigo ; ¡ bendita tú entre las mu-
29 “geres!” Mas ella, cuando [lo] vió, se turbó por
causa de sus palabras, i discurría [sobre] cuál fuese
30 [el significado de] esta salutación. I le dijo el men-
sagero : “ No temas, María ; porque has hallado favor
31 “ para con Dios. I hé aquí, concebirás en [tu] seno, i
“ parirás un hijo, á quien pondrás por nombre JESUS.
32 “ Este será grande, i será llamado Hijo del Altísimo ;
“ i el Señor Dios le dará el trono de David su padre ;
33 “ i reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, i su
LUCAS, CAP. L 101
34 “ reino no tendrá fin.” Pero María dijo al mensa-
gero : “ ¿ Cómo ha de ser eso f puesto que no conozco
35 “ varón.” I respondió el mensagero, i le dijo : “ El
“ Espíritu Santo vendrá sobre tí, i el poder del Altí-
“ simo como sombra te cubrirá ; por lo cual también
“ lo santo que ha de ser engendrado, será llamado
36 “ Hijo de Dios. 1 hé aquí Elisabet, tu parienta,
“ también ella ha concebido en su vejez un hijo ; i
“ este es el mes sexto de ella, la cual es llamada
37 “ estéril. Porque para Dios nada será imposible.
38 I dijo María : “Hé aquí la sierra del Señor ; hágase
« conmigo según tu palabra.” 1 se retiro de ella el
mensagero. . . , . .
89 I se levantó María en estos días, i fue de priesa a
40 la serranía, á una ciudad de Judá, i entró en la casa
41 de Zacarías, i saludó á Elisabet. I aconteció que
cuando oyó Elisabet la salutación de María, la cria-
tura dió saltos en su vientre ; i Elisabet se llenó del
42 Espíritu Santo, i exclamó con una gran voz, i dijo :
“ ¡ Bendita tú entre las mugeres,
“ I bendito el fruto de tu vientre !
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“ I ¿de dónde á mí esto,
“ Que venga la madre de mi Señor á mí ?
o Porque, hé aquí, cuando llegó la voz de tu saluta
cion á mis oidos,
“ Saltó de alegría la criatura en mi vientre.
“ I feliz [es] ella que ha tenido fé
« En que ° se cumplirán las cosas que se le han dicho
de parte del Señor.”
I dijo María :
“ Engrandece mi alma al Señor,
« x se ha alegrado mi espíritu en Dios mi Salvador :
“ Por causa de que ha puesto los ojos en la condición
humilde de su sierva,
" Pues, hé aquí, desde ahora me tendrán por feliz
todas las generaciones :
“ Por causa de que ha hecho conmigo grandes cosas
el Poderoso,
“ 1 Santo [es] su nombre ;
“ I su misericordia [es] para generaciones de genera-
ciones
“ Sobre los que lo temen.
« Ha hecho [obras de] poder con su brazo ;
* En que, 6 Porque.
102
103
LUCAS, CAP. I.
“ Ha esparcido á los [que son] soberbios en los pen-
samientos de su corazón.
62 “ lía derribado de tronos á los poderosos,
“ I ha ensalzado á los de condición humilde.
63 “ A los hambrientos ha saciado de bienes,
“ I á los ricos los ha despedido vacíos.
64 “ Ha socorrido á Israel su siervo,
“ Acordándose de [tener] misericordia,
65 “ (Según lo que dijo á nuestros padres),
“ Con Abraliam i su posteridad, para siempre.”
66 I permaneció María, con [Elisabet] como unos tres
meses ; i se volvió á su casa.
67 I se cumplió el tiempo de parir Elisabet, i dió á
68 luz un hijo. I oyeron sus vecinos i parientes que le
había mostrado el Señor gran misericordia; i se
69 gozaban con ella. I aconteció que, al octavo dia,
vinieron á circuncidar al niño ; i lo llamaban, según
60 el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre
respondió i dijo: “No; sino que se ha de llamar
61 “Juan.” lie dijeron: “ No hai nadie en tu paren -
62 “ tela que se llame con ese nombre.” I hacían señas
al padre del [niño] sobre cómo quería que se llamase.
63 I pidió [él] una tablilla [de escribir], i escribió así :
64 “ Juan es su nombre.” I se maravillaron todos. I al
punto fué abierta su boca, i [suelta] su lengua; i
65 hablaba, bendiciendo á Dios. I se atemorizaron
todos los vecinos de ellos; i en toda la serranía
66 de Judea se conversaba sobre todas estas cosas ; i
cuantos [las] oyeron, [las] conservaron en su cora-
zón, diciendo : “ ¿ Quién pues ha de ser este niño ?”
I la mano del Señor estaba con éL
67 I Zacarías, su padre, se llenó del Espíritu Santo, i
profetizó, diciendo :
68 “ ¡ Bendito el Señor, el Dios de Israel !
“ Porque ha visitado, i hecho la redención, á su
pueblo ;
69 “ I nos ha levantado un cuerno 0 de salvación,
“ En la casa de David su siervo ;
70 “ (Según lo que dijo por medio de la boca de sus
santos profetas
“ Que [ha habido] desde tiempos antiguos ;)
* Cuerno significa rei poderoso . Un cuerno era un símbolo de poder .
i de principado. VGjise Mich. iv. 13; Dan. vii. 24, viii. 21; Zach. i.
18-21 ; 2 Sam. xxii. 3 ; Ps. cxxxii. 17.
LUCAS, CAP. LL
71 “ [Para] salvar[nos] de nuestros enemigos,
“ I de la mano de todos aquellos que nos aborrecen ;
72 “ Teniendo misericordia con nuestros padres,
“ I acordándose de su pacto santo,
73 “ [Conforme al] juramento que hizo á Abraham,
nuestro padre,
74 “ Para darnos el que, sin temor,
“ (Librados de la mano de nuestros enemigos,)
75 “ Le diésemos culto, con santidad i obras j ustas,
“ Delante de él, todos los dias de nuestra vida.
76 “ I tú, niño, profeta del Altísimo seras llamado,
“ Porque iras ante la faz del Señor á preparar sus
caminos ;
77 “ Para dar conocimiento de la salvación á su pueblo,
“ En el perdón de sus pecados ;
78 “ Por causa de las entrañas de misericordia de nues-
tro Dios,
“ En cuya [virtud] nos ha visitado el alba [que esj
desde lo alto, .
79 “ Alumbrando á los que están de asiento en mueblas
i en sombra de muerte, ^
“ Para dirijir nuestros pies al camino de la paz.”
80 E iba creciendo el niño, i haciéndose fuerte en
espíritu ; i estuvo en los despoblados hasta los dias
en que se señaló en Israel.
n. 1 I aconteció en aquellos dias, que salió de César
Augusto un decreto, [mandando] que fuese hecho un
2 padrón de todo el mundo. (Este padrón se hizo
primeramente [por completo] cuando Cirenio era
3 gobernador de la Siria.) E iban todos á inscribirse
4 en el padrón, cada cual á su propia ciudad. I Josef
también subió de Galilea de la ciudad de Nazaret, á
Judea, á la ciudad de David, que se llama Bethlehem,
(por causa de ser él de la casa i familia de David,)
6 para inscribirse con María, que con él habia contraido
6 esponsales, la cual estaba en cinta. I aconteció que
estando ellos allí, fueron cumplidos los dias de parir
7 ella. I parió á su hijo primogénito, i lo envolvió en
pañales, i lo acostó en el pesebre ; por causa de que
no habia lugar para ellos en los aposentos de [los
huéspedes].
8 I habia [unos] pastores en el mismo país, que esta-
ban pasando la noche en los campos, i guardando las
104 LUCAS, CAP. II.
9 velas 0 de ella solí re su rebaño. I, lié aquí, un men-
sagero del Señor se presenté delante de ellos, i la
gloria del Señor resplandeció al rededor suyo ; i se
10 llenaron de gran temor. I les dijo el mensagero :
“ No temáis ; porque, lié aquí, os anuncio buenas
“ nuevas que serán de gran gozo para todo el pueblo ;
11 “ porque os ha nacido hoi, en la ciudad de David, el
12 “ Salvador, que es el Ungido Señor : [de lo cual] esta
“ [es] la señal para vosotros ; hallareis una criatura,
13 “ envuelta en pañales, [i] puesta en el pesebre.” I
de repente hubo con el mensagero una muchedumbre
del ejército celestial, alabando á Dios, i diciendo :
14 “ Gloria á Dios en las alturas, i en la tierra paz ;
“ entre los hombres buena voluntad.”
15 I aconteció, cuando los mensageros se hubieron
retirado de ellos, [é ido] al cielo, que se dijeron los
pastores unos á otros : “ Yamos pues hasta Bethle-
“ hem, i veamos esto que ha sucedido, que el Señor
16 “ nos ha dado á conocer.” I fueron de priesa, i halla-
ron á María, i á Josef, i á la criatura puesta en el
17 pesebre. I habiéndolo] visto, dieron á conocer á
todos lo que se les habia dicho acerca de este niño.
18 I todos los que [lo] oyeron, se maravillaron de las
19 cosas que se les habían contado por los pastores. I
María conservaba todas estas cosas, deliberando [sobre
20 ellas] en su corazón. I se volvieron los pastores,
glorificando i alabando á Dios por todas las cosas que
habían oido i visto, según lo que se les había anun-
ciado.
21 I cuando fueron cumplidos los ocho dias para cir-
cuncidar al niño, le fué puesto por nombre Jesús,
[nombre] que se le había puesto por el mensagero
antes que fuese concebido en el vientre.
22 I cuando fueron cumplidos los dias de la purifica-
ción de ellos, según la lei de Moisés, subieron [los
padres] á Jerusalem, llevándolo [consigo] para pre-
23 sentarlo] al Señor ; (según lo que está escrito en la
lei del Señor : “ Todo macho que abra la matriz [el
24 “ primero], se tendrá por consagrado al Señor:”) i
* Se dividía la noche en cuatro velas 6 guardias , de unas tres horas
cada una. Acabada la vela, se mudaba ía guardia. Véase Luc. xii.
38 ; Mat. xiv. 25 ; Marc. xiii. 35.
LUCAS, CAP. n. 105
para ofrecer un sacrificio, según lo que está dicho en
la lei del Señor: “Un par de tórtolas, ó dos palo-
“ minos.”
25 I, hé aquí, había en Jerusalem un hombre, nom-
brado Simeón, el cual [era] justo i devoto, [i] espe-
raba la Consolación de Israel ; i el Espíritu Santo
26 estaba sobre él. I le habia sido revelado por el
Espíritu Santo, que no veria la muerte, antes de ver
27 al Ungido del Señor. I vino, [revestido] del Espíritu,
al lugar santo ; i, cuando hubieron entrado los padres
llevando al niño Jesús, para obrar según el regla-
28 mentó de la lei respecto de él, lo recibió [Simeón]
en sus brazos, i bendijo á Dios, diciendo :
29 “Ahora estas despidiendo á tu siervo, Soberano
Señor,
“ Según lo que has dicho, en paz ;
30 “ Porque han visto mis ojos tu Salud,
31 “ La cual has preparado en presencia de todos los
pueblos ;
32 “ Una Luz de revelación á los gentiles,
“ I la Gloria de tu pueblo Israel.”
33 I se maravillaban Josef i la madre del [nino] de
las cosas que se decían de él.
34 I los bendijo Simeón, i dijo á María su madre :
“ Hé aquí que este está puesto para [ser] la ruina,
“ I la resurrección, de muchos en Israel ;
“ I para señal que [experimentará] oposición.
35 “ I aun traspasará una espada, de tí, de tí misma, el
alma ;
« a fin de que de muchos corazones sean revelados
los pensamientos.”
36 Habia también una profetisa, Anna, hija de Pha-
nuel, de la tribu de Aser. Era mui avanzada en dias ;
habia vivido con [su] marido siete años desde su
37 virginidad, i era viuda, de unos ochenta i cuatro
años, la cual no se apartaba del lugar santo, i daba
38 culto [á Dios] en ayunos i súplicas, noche i dia. Esta
también, habiendo sobrevenido á la misma hora,
alababa al Señor, i hablaba del [niño] á todos los
[que estaban] esperando redención en Jerusalem.
39 I cuando hubieron acabado todas las cosas que
[eran] según la lei del Señor, se volvieron á la Gali-
lea, á su ciudad de Nazaret.
40 I el niño iba creciendo, i haciéndose fuerte en
106 LUCAS, CAP. III.
espíritu, estando lleno de sabiduría ; i el favor do
Dios era sobre éL
41 E iban sus padres cada año á Jerusalem á la fiesta
42 de la Pascua. 0 I cuando era de doce años, habiendo
subido ellos á Jerusalem según el reglamento de la
43 fiesta, i acabado los días [de ella], al volverse ellos,
permaneció el niño Jesús en Jerusalem: i no [lo]
44 supo Josef, ni la madre de él; pero, habiendo pen-
sado que estaba en la comitiva, anduvieron una
jornada, i lo iban buscando entre [sus] parientes, i
45 entro [sus] conocidos ; mas, no habiéndolo hallado,
46 se volvieron á Jerusalem, buscándolo. I aconteció
que tres días después, lo hallaron en el lugar santo,
sentado en medio de los maestros, escuchándolos i
47 preguntándoles. I todos los que lo oian, quedaban
48 pasmados de su inteligencia i de sus respuestas. I
al verlo [sus padres], quedaron atónitos ; i le dijo su
madre : “Hijo, ¿ por qué has obrado así con nosotros ?
“ Hé aquí, tu padre i yo te buscábamos con pena."
49 I [él] les dijo : “¿ Por qué me buscabais ? ¿ No sabíais
50 “ que yo debo estar en la [casa] de mi Padre 1” Mas
51 ellos no entendieron lo que les dijo. I bajó con ellos,
i vino á Nazaret ; i se sometía á ellos. I su madre
conservaba todas estas cosas en su corazón.
52 I Jesús iba progresando en sabiduría, i en estatura,
i en favor para con Dios i los hombres.
III. 1 I en el año décimoquinto del imperio de Tiberio
César, siendo Poncio Pilato gobernador de la Judea,
i Heredes tetrarca de la Galilea, i Filipo, su hermano,
tetrarca de la Iturea i del pais de Trachonítis, i Lisa-
2 nias tetrarca de Abilene, en [tiempo] de los sumos
sacerdotes Anuas i Caifas, vino la palabra de Dios á
3 Juan, el hijo de Zacarías, en el despoblado ; i fue
[él] por todo el pais de los alrededores del Jordán,
proclamando la inmersión del arrepentimiento para
4 el perdón de los pecados ; como está escrito en el
libro de las palabras del profeta Isaías, que dice :
“ Voz de uno que clama en el despoblado :
“ ‘ Preparad el camino del Señor ;
“ ‘ Haced derechos sus caminos reales.
5 “ ‘ Todo valle se llenará,
* Véase Mat. xxvi. 2, nota.
LUCAS, CAP. m.
» * I abajaráse todo monte, i collado ;
107
I lo torcido se hará derecho,
“ ‘ I los caminos escabrosos, llanos ;
6 “ ‘ I verá toda carne 0 la Salud] de Dios.’ ”
7 Decia pues á las gentes que salían para ser sumer-
gidas por él : “¡ Razas de víboras ! ¿ quién os ha
8 “ enseñado á huir de la ira que va á venir ? Haced
“ pues frutos dignos de arrepentimiento ; i no em-
“ peceis á decir dentro de vosotros : ‘ Tenemos por
“‘padre á Abraham:’ porque os digo, que puede.
9 “ Dios de estas piedras levantar hijos á Abraham. J
“ ya también la segur está puesta á la raíz de los
“ árboles ; todo árbol pues que no lleva buen fruto,
“ se corta, i se echa en el fuego.”
I le preguntaban las gentes, diciendo : ‘ ¿ Que pues
» haremos ?” I respondió, i les dijo : “ El que tiene
“ dos túnicas,]: dé al que no tiene [ninguna] ; í el
“ que tiene vituallas, haga de un modo semejante.
I también [unos] alcabaleros vinieron para ser
sumergidos, i le dijeron : “ Maestro, ¿ qué haremos ?
13 I él les dijo : “No exijáis nada mas de lo que os está
“ mandado."
10
11
12
14
I también [unos] soldados le preguntaban, dicien-
esotros, qué haremos ?” I les dijo : “ JNo
do : “ ¿ I nosotros,' qué haremos ?” I Ies dijo : “No
“ despojéis á nadie, ni [lo] defraudéis ; i contentáos
“ con vuestras pagas.” .
15 I estando en espera el pueblo, i discurriendo todos
en sus corazones acerca de Juan, [sobre] si él sena el
16 Ungido, respondió Juan, diciendo á todos : lo, si,
“ en agua os sumerjo ; pero viene el que [es] mas
“ fuerte que yo, la correa de cuyo calzado no soi digno
“ de desatar ; él os sumergirá en el Espíritu Santo
17 “ i en ñiego : cuyo bieldo en su mano [está], i lim-
“ piará perfectamente su era, i recogerá el trigo en
“ gu. granero, i la paja quemará en fuego inextin-
“ guible.”
18 Por cierto que también con otras muchas exhorta-
19 ciones, anunciaba buenas nuevas al pueblo. Pero
Heródes el tetrarca, siendo reprendido por él, con
motivo de Herodías, la muger de Filipo su hermano,
20 i de todos los males que había hecho Heródes, aña-
* Toda carne significa todos los hombres.
f La Salud de Dios 6 al Salvador [que da] Dioí. Véase cap. u. dü.
♦ Túnica, el vestido interior.
108 LUCAS, CAP. m.
dió este también á todos [ellos], que encerró á Juan
en la cárcel.
21 X aconteció, cuando liubo recibido la inmersión
todo el pueblo, que mientras Jesús, después de lia-
22 berla recibido, estaba orando, se abrió el cielo, i
bajó el Espíritu Santo, en figura corporal, como una
paloma sobre él, i vino del cielo una voz, que dijo :
“ Tú eres mi Hijo el amado ; en tí me he compla-
“ cido.”
23 I era Jesús como de unos treinta años, al empezar
él [su ministerio] 0 ; siendo, según se pensaba, hijo
24 de Josef, [que lo filé] de Helí, [que lo filé] de Ma-
that, [que lo fué] de Leví, [que lo filé] de Melclii,
25 [que lo fué] de Janna, [que lo fué] de Josef, [que
lo fué] de Matathias, [que lo filé] de Amos, [que lo
filé] de Nahum, [que lo fué] de Eslí, [que lo filé] de
26 Nagge, [que lo fué] de Maath, [que lo fué] de Ma-
tathias, [que lo filé] de Semei, [que lo fué] de Josef,
27 [que lo fué] de Judas, f [que lo fué] de Joannas,
que lo fué] de Pesa, [que lo fué] de Zorobabel, [que
28 lo fué] de Salathiel, [que lo filé] de Nerí, [que lo
fué] de Melchi, [que lo fué] de Addi, [que lo filé] de
Cosam, [que lo fué] de Elmodam, [que lo fué] de £r,
29 [que lo fué] de José, [que lo fué] de Eliezer, [que lo
fué] de Jorim, [que lo filé] de Mathat, [que lo fué] de
30 Leví, [que lo fué] de Simeón, [que lo fué] de Judas, t
[que lo filé] de Josef, [que lo fué] de Jonan, [que lo
31 fué] de Eliacim, [que lo filé] de Mcleas, [que lo fué]
de Mainan, [que lo fué] de Matatha, [que lo fué] de
32 Nathan, [que lo fué] de David, [que lo filé] de Jessé,
[que lo filé] de Obed, [que lo fué] de Booz, [que lo
33 fué] de Salmón, [que lo fué] de Naasson, [que lo fué]
de Aminadab,' [que lo fué] de Aram, [que lo fué] de
Esrom, [que lo fué] de Phares, [que lo fué] de J úclas, f
34 [que lo filé] de Jacob, [que lo fué] de Isaac, [que lo
fué] de Abraham, [que lo fué] de Thara, [que lo fué]
35 de Nachor, [que lo fué] de Sarug, [que lo filé] de
Ragau, [que lo filé] de Phaleg, [que lo fué] de Eber,
36 [que lo filé] de Sala, [que lo fué] de Cainan, [que lo
fué] de Arpliaxad, [que lo fué] de Sem, [que lo fué]
37 de Noé, [que lo fué] de Lamech, [que lo fué] de
Mcthusala, [que lo filé] de Enoch, [que lo fué] de
* Yénse vers. 3 ; i Hechos de los Enviados i. 1.
t Jútlas, lo mismo que Jitdd,
LUCAS, CAP. IV. 109
Jared, [que lo fué] de Haleleel, [que lo fué] de Cai-
38 nan, [que lo fué] de Enos, [que lo fué] de Seth, [que
lo fué] de Adam, [que lo fué] de Dios.
IV 1 I Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió del
Jordán ; i fué llevado por el Espíritu al despoblado,
o por cuarenta dias, [donde era] tentado por el calum-
niador. I no comió nada en aquellos dias ; i, acaba-
3 dos ellos, después tuvo hambre. I le dijo el calum-
niador : “ Si eres Hijo de Dios, di á esta piedra que
4 “ se haga pan.” 1 le respondió Jesus, diciendo:
“ Escrito está : ‘No de solo pan vivirá el hombre,
6 “ 1 sino de toda palabra de Dios.’ ” I llevándolo
[consigo] subió el calumniador á un monte alto, i le
mostró todos los reinos del mundo en un momento
6 de tiempo. I le dijo el calumniador ; “ A tí te daré
« la autoridad [sobre] todos estos, 0 i la gloria de
“ ellos ; porque á mí se me ha dado, i á quien quiero,
7 “ la doi ; si tú pues [me] adorares, [postrándote]
8 “ ante mí, será todo tuyo.” I le respondió i dijo
Jesus : “ Quítateme de delante, Satanas ; porque
“ escrito está : ‘ Adoraras al Señor Dios tuyo, i á él
9 “ ‘ solo daras culto.* ” I lo llevo á. Jerusalem, i lo
puso sobre el vuelo [ pequeño del lugar santo, i le dijo:
10 “ Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo ; por-
« que escrito está: ‘Mandará á sus mensageros acerca
11 “ ‘ de tí, que te guarden;’ i, ‘en [sus] manos te Ue-
12 “ ‘ varan, no sea que tropiece en piedra tu pié. 1
respondió, i le dijo Jesús : “Dicho está : ‘No pondrás
“ ‘ á prueba al Señor Dios tuyo.’ ”
13 I habiendo acabado toda tentación el calumniador,
se retiró de él hasta [cierto] tiempo.
14 I se volvió Jesus, [revestido] del poder del Espíritu,
á la Galilea ; i corrió fama de él por todo el pais de
15 alrededor. I él enseñaba en las congregaciones de
ellos, [i era] glorificado de todos. . ,
16 I fué á Nazaret, donde se habia criado ; i entro,
se°un su costumbre en el dia de reposo, en la congre-
17 gacion ; i se levantó para leer. I le filé dado el libro
de Isaías el profeta ; i, habiendo desarrollado el libro,
halló el lugar donde estaba escrito :
* En griego, toda esta autoridad.
+ yudo es cierta parte salediza en algunos edificioi
G 2
lio LUCAS, CAP. IV.
18 “ El Espíritu del Señor [está] sobre mí,
“ Por causa de que me ha ungido,
“ Me ha enviado á anunciar buenas nuevas á ios
pobres,
“ A curar á los contritos de corazón,
“ A proclamar libertad para los cautivos,
I la recepción de la rusta para los ciegos ;
“ A poner en libertad á los oprimidos ;
19 “ A proclamar el año acepto del Señor.”
20 I, habiendo arrollado el libro, lo devolvió al mi-
nistro, i se sentó. I los ojos de todos [los que habia]
21 en la congregación estaban fijos en él. 1 empezó á
decirles : “ Hoi se ha cumplido esta Escritura, oj en
“ do[lo] vosotros.”
22 I todos le daban testimonio, i se maravillaban do
las palabras de gracia que salían de su boca, i decían :
23 “ ¿ No es este el hijo de Josef t" I les dijo : “ Sin
“ duda me diréis [como] este símil : ‘Médico, sánate
“ ‘ á tí mismo : todas las cosas que hemos oido haber
“ ‘ sido hechas en Capharnaum, haz [las] también
“ ‘ aquí en tu patria.’”
24 I dijo : “ En verdad os digo, que ningún profeta es
25 “ acepto en su patria. I verdaderamente os digo,
“ [que] muchas viudas habia en Israel en los dias de
” Elias, cuando fué cerrado el cielo tres años i seis
“ meses, i vino una grande hambre por toda la tier-
26 “ ra ; mas á ninguna de ellas filé enviado Elias ;
“ sino á una muger viuda en Sarepta, [ciudad]
27 “ de Sidon. I muchos leprosos habia en Israel en
“ [tiempo] de Elíseo, el profeta ; mas ninguno de
“ ellos fué limpiado ; sino Naaman el Siró.”
28 I se llenaron todos de furor, [cuantos habia] en la
29 congregación, oyendo estas cosas. I se levantaron,
i lo echaron fuera de la ciudad, i lo llevaron hasta la
ce,ia° del monte, sobre el cual su ciudad estaba edi-
30 ficada, para despeñarlo. Pero él pasó por medio de
ellos, i se fué.
31 I bajó á Capharnaum, ciudad de la Galilea ; i es-
32 taba enseñando á las [gentes] en el dia de reposo. I
quedaban atónitas de su enseñanza, porque con auto-
33 ridad era su palabra. I en la congregación habia un
hombre que tenia un espíritu de demonio inmundo ;
* Ceja, asi se llamaba el borde superior de un precipicio.
LUCAS, CAP. V. IH
34 i esclamó con una gran voz, diciendo : “ ¡ Ea ! ¿ qué
» tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazare-
“ no ? i Has venido á destruimos ? Sé quien tu eres,
35 “ el Santo de Dios.” I lo reprendió Jesús diciendo.
“ Enmudece, i sal de él.” I el demonio, habiéndolo
arrojado [al suelo] en medio, salió de él, sin hacerle
36 daño alguno. I les vino asombro á todos , i habla-
ban unos con otros, diciendo; “¿Qué [esl eslaP/ 1 ^-
“ bra ? porque con autoridad i poder manda [el j a los
37 “ espíritus inmundos, i salen.” E iba corriendo su
fama por todo lugar del pais de alrededor.
38 I habiéndose levantado, [salió] de la congregación,
i entró en la casa de Simón. I la suegra de Simón
estaba afligida de una gran calentura ; i le rogaron en
39 favor de ella. I se acercó [é inclinado] B0 ^ re
reprendió á la calentura, i la dejó [estaj , i al punto
se levantó rcllal, i los sema. .
40 I poniéndose el sol, todos cuantos teman enfermos
de varias dolencias, se los llevaron á él i ’ - pu f
41 manos sobre cada uno de ellos, i los sanó. I demo-
nios también salían de muchos, gritando i diciendo .
“ Tú eres el Ungido, el Hijo de Dios.” I [Tos] repren-
día, i no les permitía hablar ; porque sabían que el
42 C1 1 venido el dia, salió, i se fué á un higar despobla-
do • i las gentes lo andaban buscando ; i vinieron
hasta él, i lo retuvieron para que no se fuese de con
43 ellos. Mas él les dijo : “ También á otras ciudades
“ debo yo anunciar las buenas nuevas del reino e
44 “ Dios ; porque para esto he sido enviado. E ib.
proclamándo[las] en las congregaciones de la Ga-
lilea.
V 1 I aconteció que, agolpándose sobre él la gente para
oirla palabra de Dios, mientras el estaba junto al
2 lago de Genczaret, vió dos barcas que estaban junto
al lago ; i los pescadores habían saltado de ellas [en
3 tierra], i lavado [sus] redes. I entró en una de las
barcas, la cual era do Simón, i le rogo que ^liese [á
la mar] un poco [distante] de la tierra ; i habiéndose
4 sentado, enseñaba desde la barca á las gentes . I
cuando cesó de hablar, dijo á Simón: “Sal á alta
5 “ rmarl, i echad vuestras redes para la pesca. 1 res-
pondió Simón, i le dijo : “ Maestro, toda la noche hemos
112
LUCAS, CAP. V.
“ estado trabajando, i nada hemos cogido ; pero sobre
6 “ tu palabra echaré la red.” I habiendo hecho esto,
recogieron una gran muchedumbre de peces; i se
7 estaba rompiendo su red. E hicieron señas á [sus]
compañeros que estaban en la otra barca, que viniesen
i les ayudasen ; los cuales vinieron ; i llenaron ambas
barcas, de modo que estaban [para] hundirse ellas.
8 I al ver[lo] Simón Pedro, se postró ante las rodillas
de Jesús, diciendo : “ Sal de mi [barca], porque varón
9 “ pecador soi, Señor.” Porque le habia sobrecogido
asombro, á él, i á todos los [que] con él [estaban], por
10 causa de la presa de los peces que habian cogido ; i
asimismo también á Jacobo i á Juan, hijos de Zebe-
deo, los cuales eran socios de Simón. I dijo á Simón
Jesús : “ No temas ; desde ahora á hombres quedaras
11 “ apresando.” I habiendo sacado las barcas á tierra,
dejaron todas las cosas, i lo siguieron.
12 I aconteció que, estando él en una de las ciudades,
hé aquí, un varón lleno de lepra, al ver á Jesús, se
postró de cara, i le suplicó, diciendo : “ Señor, si
13 “ quisieres, puedes limpiarme.” 1 extendió la mano
[Jesús], i lo tocó, diciendo : “ Quiero, sé limpiado.” I
14 luego la lepra se partió de él. I le mandó [Jesús] que
á nadie [lo] dijese : “Masvéte,” [le dijo], ‘‘muéstrate
“ al sacerdote, i ofrece, con respecto á tu limpia, lo
“ que mandó Moisés, para [que sea] testimonio á
“ ellos."
15 I mas corría la fama de él ; i venían juntas muchas
gentes á oir[lo], i á ser sanadas por él de sus enferme-
1 6 dades. I él se retiraba á los despoblados, i oraba.
17 I aconteció en uno de los dias, que él estaba en-
señando, i que habia [allí] sentados Fariseos i maes-
tros de la lei, que habian venido de toda aldea de la
Galilea, i de Judea, i de Jerusalem ; i el poder del
Señor estaba [obrando] para curar á los [enfermos].
18 I, hé aquí, [unos] varones traían sobre un lecho á un
hombre que estaba paralizado, i procuraban meterlo
19 dentro, i ponerse[lo] delante : i, no habiendo hallado
por donde meterlo, por causa del gentío, subieron al
terrado, i lo bajaron, [hecha una abertura], por entre
las baldosas, con [su] pequeño lecho, [i lo pusieron]
20 en medio, delante de Jesús. El cual, al ver la fé de
ellos, le dijo : “ Hombre, perdonados te son tus pe-
! LUCAS, CAP. V. 113
°1 “ cados.” I empezaron á discurrir [para sí] los escri-
bas i los Fariseos, diciendo : “ ¿ Quién es este que dice
“ infamias ? ¿ Quién puede perdonar pecados, Bino
no “ solo Dios ?” I Jesús, que conoció los pensamientos
de ellos, respondió, i les dijo : “ ¿ Por qué discurrís en
23 “ vuestros corazones ? ¿ Qué cosa es mas tacú, el
“ decir ■ ‘ Perdonados te son tus pecados : ó el decir :
04 “ * Levántate, i anda’ ? Mas para que sepáis, que
“ tiene autoridad el Hijo del Hombre sobre la tierra
“ para perdonar pecados;” (dijo al paralitico) : le
“ digo : Levántate, toma tu pequeño lecho, i véte a
05 “ tu casa.” I al punto se levantó en presencia de ellos,
tomó [el lecho] sobre que yacía, i se fué á su casa,
26 glorificando á Dios. X todos quedaron sobrecogidos
de pasmo, i glorificaban á Dios ; i se llenaron de te-
mor, diciendo : “ Hemos visto maravillas hoi.
27 I después de esto salió, i vió á un alcabalero, por
nombre Leví, sentado en el despacho de los alcaba-
28 leros ; i le dijo : “ Sígueme.” I dejó todas las cosas,
29 se levantó, i lo siguió. I le hizo Levi un gran convite
en su casa ; i habia [allí] un gran gentío de alcaba-
leros, i de otros que estaban con ellos recostados [á
30 la mesa], I murmuraban los escribas [que estaban]
entre ellos, i los Fariseos, contra los discípulos de
[Jesús], diciendo : “ j Por qué con alcabaleros 1 peca-
31 ‘‘ dores coméis i bebeis?” I respondió Jesús, 1 les
dijo • “ Los que están sanos no han menester de mé-
32 “ dico, sino los que están enfermos. No he venido á
“ llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
33 I ellos le dijeron : “ ¿ Por qué ayunan á menudo
“ los discípulos de Juan, i hacen súplicas ; asimismo
“ también ios de los Fariseos ; i los tuyos comen 1
34 “ beben ?” I él les dijo : « ¡ Podéis hacer ayunar á
“ los compañeros de boda del esposo, mientras el
35 “ esposo está con ellos ? Mas vendrán dias en que
!i “ les será quitado el esposo ; entonces ajumaran, en
“ aquellos dias.”
36 I les decía también un símil : “í'O echa nadie un
“ remiendo [tomado] de un vestido nuevo á un ves-
“ tido viejo ; de otra manera, lo [que es] nuevo [loj
“ rasga ; ni tampoco conviene con el [vestido] viejo
“ el remiendo [tomado] del nuevo. _
37 “ I nadie echa vino nuevo en odres viejos ; de otra
“ manera, el vino nuevo romperá los odres, i se der-
114 LUCAS, CAP. VI.
38 “ ramará él, i los odres se perderán. Mas vino nuevo
“ en odres nuevos debe echarse ; i [así] ambos se
“ conservan juntamente.
39 “ I nadie que ha estado bebiendo [vino] añejo,
“ luego quiere nuevo ; porque dice : ‘ El añejo es
“ 1 mejor.’ ”
VI. 1 I aconteció en el dia de reposo segundo-primero, 0
que iba él por los sembrados, i cogian sus discípulos
2 espigas, i comían, estregando[las] entre las manos. I
algunos de los Fariseos les dijeron : “ ¿ Por qué hacéis
3 “ lo que no es lícito hacer en el dia de reposo I
respondió i les dijo Jesús : “ ¿ Ni aun aquello habéis
“ leído que hizo David, cuando tuvo hambre él, i los
4 “ que con él estaban f ¿ Cómo entró en la casa de
“ Dios, i tomó los panes puestos en la presencia [de
“ Dios], que no es lícito comer sino á solos los sacbr-
“ dotes, i comió, i dió [de ellos] también á los que
5 “ con él [estaban] 1 " I les decía : “ Señor es el Hijo
“ del Hombre aun del dia de reposo.”
6 I también en otro dia de reposo aconteció que
entró él en la congregación, i enseñaba : i había allí
7 un hombre cuya mano derecha estaba seca. I lo
acechaban los escribas i los Fariseos, si [le] curaría
en el dia de reposo ; para Bailar una acusación con-
8 tra él. Mas él sabia los pensamientos de ellos, i dijo
al hombre que tenia seca la mano : “ Levántate, i
“ ponte en pié en medio.” I él se levantó, i se puso
9 en pié. Díjoles pues Jesús : “Os preguntaré, j qué es
“ lícito en el dia de reposo ; hacer bien, ó hacer mal ?
10 “ i salvar la vida, ó destruirla] ? ” I, habiendo echado
una mirada al rededor á todos ellos, dijo al hombre :
“ Estiende tu mano.” I él [lo] hizo así. I su mano
11 [le] fué restituida sana como la otra. I ellos se llena-
ron de rabia, i conversaban unos con otros, [sobre]
qué harían á Jesús.
12 I aconteció en estos dias, que salió al monte para
orar ; i pasó toda la noche [haciendo] oración á Dios.
13 I cuando hubo venido el dia, llamó á [sí] á sus dis-
cípulos, i escogió de entre ellos á doce, á los cuales
* Suponen muchos que así se llamaba el primer dia do reposo después
del segundo dia de la fiesta de los panes sin levadura.
LUCAS, CAP. VI. 115
14 dió el nombre también de enviados á Simón, á
quien dió también el nombre de Pedro,! i á Andrés
su hermano ; á Jacobo, i á Juan ; á Felipe, i á Bar-
15 tolomé ; á Mateo, i á Tomas; á Jacobo, [hijo] de
16 Alfeo, i á Simón, llamado Zelótes ;{ á Júdas§ [her •
mano] de Jacobo, i Judas Iscariote, ||_ el cual también
17 se hizo traidor ; i bajó con ellos, i se puso en un
lugar llano, i [con él] una muchedumbre de sus discí-
pulos, i un gran gentío del pueblo que habían venido
de toda la Judea, i de Jerusalem, i del [pais] de Tiro
i de Sidon, confinante con el mar, á oirlo, i á ser
18 curados de sus dolencias ; i los afligidos de espíritus
19 inmundos ; i sanaban. I todo el gentio procuraba
tocarlo; porque un poder [milagroso] salía de éi, i
curaba á todos. , , .
20 I él, habiendo alzado los ojos hácia sus discípulos,
decia :
“ Felices [vosotros], los pobres; porque vuestro es
21 “ el reino de Dios. Felices, los que teneis hambre
“ahora; porque sereis hartos. Felices, los que lloráis
22 “ ahora ; porque reiréis. Felices sois, [aun] cuando
“ os aborrecieren los hombres, i cuando os sepaiaren
“ de [sí], i [os] improperaren, i desecharen vuestro
“ nombre como [de] mala [fama], por causa del Hijo
23 “ del Hombre : gózaos en aquel dia, i saltad [de
“ alegría] ; porque, hé aquí, vuestra recompensa [está]
“ grande en el cielo ; porque tales cosas hacian sus
“ padres á los profetas.
24 “ Empero i ai de vosotros, los ricos ! porque ya
25 “ teneis vuestro consuelo. ¡Ai de vosotros, los que
“ habéis sido saciados ! porque tendréis hambre. ¡ Ai
“ de vosotros, los que reís ahora ! porque tendréis
26 “ pesar, i llorareis. ¡ Ai de vosotros, cuando [de] vo-
» gotros dijeren bien todos los hombres : porque tales
“ cosas hacian sus padres á los falsos profetas.
27 “ Pero á vosotros os digo, los que escucháis : Amad
“ á vuestros enemigos ; haced bien á los que os abor-
28 “ recen ; bendecid á los que os maldicen ; i orad á
29 “ favor de los que os maltratan. Al que te hiere en
“ [una] mejilla, preséntale también la otra ; i al que
“ te quita la capa, no [le] impidas [tomar] también la
* Enviado, en griego apórtalo*, t Podro, ágnifica piedra 6 roca.
1 Zelóte s significa el Zelador. 5 Jadas, llamado por Mateo, tebeo
i Tadco. II Iscariote significa probablemente un hombre de Keriotn.
116 LUCAS, CAP. VI.
30 “ túnica. A todo el que te pide, dáfle] ; i al que [te]
“ quita tus [bienes], no pidas que [te los] devuelva.
31 “ I lo que queréis que hagan con vosotros los hombres,
“ hacedpo] también vosotros con ellos de semejante
“ modo.
32 “ Mas si amais á los que os aman, ¿ qué [don de]
“ gracia [como recompensa] tendréis ? porque aun
33 “ los pecadores aman á los que los aman á ellos. I
“ si hiciereis bien á los que os hacen bien á vosotros,
“ ¿ qué [don de] gracia [como recompensa] tendréis ?
34 “ porque aun los pecadores hacen lo mismo. I 6Í
“ prestáreis [á aquellos] de quienes esperáis recibir,
“ i qué [don de] gracia [como recompensa] tendréis ?
“ porque aun los pecadores á pecadores prestan, para
“ recibir el equivalente.
I 65 “ Empero amad á vuestros enemigos, i hacedles]
“ bien, i prestad, sin esperar que se os devuelva cosa
“ alguna ; i será vuestra recompensa grande ; i sereis
“ hijos del Altísimo ; porque él es benigno para con
36 “ los ingratos i malos. Sed, pues, compasivos, así
“ como también lo es vuestro Padre.
37 “ Tampoco juzguéis, i no sereis juzgados : no con-
“ deneis, i no sereis condenados : soltad [á vuestros
38 “ deudores], i sereis soltados : dad, i se os dará ; me-
“ dida buena, apretada, i remecida, i colmada hasta
“ que se derrame, os daran en el seno. Porque con
“ la misma medida con aue medís, se os volverá á
“ medir.”
39 I les dijo un símil : “ ¿ Acaso puede un ciego guiar
“ á [otro] ciego ? ¿ no caeran entrambos en un foso 1
40 “ No es un discípulo mas que su maestro ; pero
“ todo el que ha sido hecho perfecto, será como su
“ maestro.
41 “ I i por qué miras la mota que [está] en el ojo de
“ tu hermano, i en la viga que [está] en tu propio ojo,
42 “ no reparas ? O ¿ cómo puedes decir á tu hermano :
“ ‘ Hermano, deja que [yo] saque la mota que [está]
“ en tu ojo [cuandojtú mismo, la ruga que está en
“ el tuyo, no miras 1 Hypócrita, saca primero la viga
“ de tu ojo, i entonces verás bien para sacar la mota
“ que [está] en el ojo de tu hermano.
43 “ Porque no hai árbol bueno que lleve fruto malo ;
44 “ ni árbol malo que lleve fruto bueno : pues cada
“ árbol por su fruto propio se conoce ; porque de es-
LUCAS, CAP. VIL 117
“ pinos no se cogen higos, ni de una zarza se vendi-
45 “ mian uvas. El hombre bueno del buen tesoro de
“su corazón saca lo que [es] bueno; i el hombre
“ malo del mal tesoro de su corazón saca lo que [esj
« m alo ; porque de la abundancia del corazón habla
“ su boca. ,
46 “ I j por qué me llamáis, ‘ Seuor, Senor,^ i no nacéis
47 “ lo que digo? Todo el que viene á mí, i oye mis
“ palabras, i las cumple, os enseñaré á quien es serne-
48 “ jante. Semejante es á un hombre que, edificando
“ una casa, cavó i ahondó, i puso un fundamento
“ sobre la roca ; i, sobrevenida una inundación, dio
“ el rio contra aquella casa, i no pudo conmoveila ,
49 “ porque estaba fundada sobre la roca. 1 ero el que
“ oye [mis palabras] i no [las] cumple, semejante es
“ á un hombre que edificó una casa sobre tierra sm
“ [poner] ningún fundamento ; contra la cual dió el
“ rio, i luego cayó, i fue la ruina de aquella casa
“ grande."
VII. I I cuando hubo acabado [Jesús] todo lo que decia
2 ál pueblo que le oia, entró en Capharnaum I un
siervo de cierto centurión, 0 al cual tema el en honor,
3 estaba enfermo, é iba á morir. I [el centunonj,
habiendo oido [hablar] de Jesús, le envió ancianos
de los Judíos, rogándole que viniese i salvase á su
4 siervo. I ellos, venidos á Jesús, le rogaban con em-
peño, diciendo : “ Digno es [aquel] á quien esto hi-
5 “ cieres ; porque ama á nuestra nación, i el mismo
6 “ nos edificó la [casa de] congregación.” I Jesús iba
con ellos. I cuando ya no estaba lejos de la casa, le
envió el centurión [unos] amigos, , diciendole : “ ac-
“ ñor, no te canses ; porque no soi digno de que en-
7 “ tres debajo de mi techo ; por lo cual m tuve por
“ digno á mí mismo de venir á tí ; pero manda con
8 •“ una palabra, i se curará mi criado. Porque tam-
“ bien yo soi hombre que me someto a autoridad, i
“ tengo soldados sumisos á mí mismo ; i digo á este,
“ ‘ Vé •’ i va ; i á otro, 1 Ven i viene ; i á mi sier-
9 “ vo ‘ Haz esto i [lo] hace.” I al oir esto Jesús,
se maravilló del [couturion] i habiéndose vuelto,
dijo á las gentes que lo seguían : “Os digo, que m
10 “ aun en Israel he hallado fé tan grande.’ I los que
* Centurión, capitán de cien soldados, enlre los Romanos.
118
LUCAS, CAJ>. VIL
habian sido enviados, vueltos á la casa [del cen-
turión], hallaron sano al siervo que había estado
enfermo.
11 I aconteció al [dial siguiente, que iba [Jesús] á
io \ lna /' ln , í ;U llamada Nain ; i con él iban sus muchos
I - discípulos, i un gran gentío. I cuando se hubo acer-
cado á la puerta de ia ciudad, lié aquí que sacaban
[á enterrar] á un muerto, hijo unigénito de su madre
la cual era viuda; i muchas [de las] gentes de la
Id ciudad estaban con ella. I al verla el Señor, se com
14 padeció de ella, i le dijo : “No llores." I se acercó
} jdcó las andas ; i los que [las] llevaban, se pararon ■
15 i dijo : “ Mancebo, á ti te digo : Levántate." I se in-
corporó el muerto, i empezó á hablar; i lo entregó
lo [Jesús] á su madre. I les sobrecogió temor á todos
i glorificaban á Dios, diciendo : 44 Un gran profeta se
La levantado entre nosotros ; ” i : “Dios ha visitado
17 “ á su pueblo.” I corrió esta fama de él por toda la
Judea, i todo el pais de alrededor.
18 I dieron aviso á Juan sus discípulos de todas estas
19 cosas. I llamó á [sí] Juan á irnos dos de ellos i
enviólos á Jesús, para decirfle] : “ ¿ Eres tú el que ha
M de venir, ó hemos de esperar á otro ?” I venidos
A él los varones, dijeron: “Juan el Sumergidor nos
oí I! et ?' aa ^°- ' l % P ara decir [te] ; ‘ ¿ Eres tú el que
ha de venir, ó hemos de esperar á otro ?’” I en la
misma hora habia sanado á muchos de dolencias, i
males, i espíritus .malos ; i á muchos ciegos habia
““ agraciado con la vista. I respondió Jesús, i les dijo :
“ Id i contad á Juan lo que habéis visto i oido ; que
“ los ciegos, reciben la vista, los cojos andan, los le-
“ prosos se limpian, los sordos oyen, los muertos están
“ resucitados, á los pobres se Ies anuncian buenas
-<¡ nuevas, i feliz es cualquiera que no hallare oca-
sion de tropiezo en mí.”
24 I habiéndose retirado los mensageros de Juan, em-
pezó [Jesús] á decir á las gentes tocante á Juan :
i Qué habéis salido al despoblado á ver ? i una caña
25 ‘ agitada por el viento ? Mas ¿ qué habéis salido á
ver? ¿á un hombre vestido de ropas delicadas?
oc !! “é aquí, los que [llevan] ropa suntuosa, i viven en
“ ’ delicias, en los palacios de los reyes están. Mas
LUCAS, CAP. VIL 119
“i aué habéis salido á ver? ¿un profeta? Sí, os
27 “ di “0 • i mas que profeta. Este es acerca de quien
“ está escrito : ‘ Hé aquí, yo envío mi.mensagero
“ « ante tu faz, el cual preparará tu camino delante
oq « * de tí ’ Porque os digo, que, entre los nacidos de
“mugeres, mayor profeta’ que Juan el Sumergidor
“ ninguno es ; mas el menor en el remo de Dios, es
29 “ mayor que él. I todo el pueblo M ha “ d °’ a '
“ los alcabaleros, han tenido por justo 0 a Diosha-
30 “hiendo recibido la inmersión de Juan. mas ios
“ Fariseos, i los doctores de la le., han desechado el
“ consejo de Dios con relacion a si mismos, no habi-
“ endo sido sumergidos por él.” . . ,
31 I dijo el Señor : “ ¿ A que pues asemejaré á lo=Lom-
“ bies de esta generación ? ¿ i á que son semejantes .
32 “ Semejantes son á muchachos que están sentados en
“ una plaza, los cuales dan voces los unos á los otros,
“ i dicen : 4 Os hemos tocado la flauta, i no habéis
“ ‘ bailado ; os hemos [dado gritos de] plañido, i no
33 “ 4 habéis llorado.’ Porque ha venido Juan el bu-
“ mergidor, no comiendo pan, ni bebiendo vino, i
34 44 decis : 4 Demonio tiene.’ Ha venido el Hijo del
“ Hombre comiendo i bebiendo, i decís : He aquí,
“ ‘ un hombre gloton i bebedor de vino, de aJcaba-
35 “ ‘ leros amigo, i de pecadores.’ Mas ha sido justm-
“ cada la sabiduría por todos sus hijos.”
36 I le rogó uno de los Fariseos que [fuera] á comer
con él 1 entró en la casa del Fariseo, i se reclino [á
37 la mesa], I, hé aquí, una muger de la ciudad, que
habia sidof una pecadora, al saber que estaba [J esusJ
recostado [á la mesa] en la casa del Fariseo, trajo un
38 vaso de alabastro [lleno] de bálsamo, i se puso á
sus pies, por detras, llorando, i empezó á humedecerlos
con [sus] lágrimas ; i con los cabellos de su cabeza
líos] enjugaba, i los besaba, i ungía con el bálsamo.
39 I al ver[lo] el Fariseo que lo habia convidado, dijo
en sí mismo : “ Este, si fuera profeta, habría conocido
“ quién i cuál [es] la muger que lo está tocando ;
“ porque es una pecadora.”
40 I respondió Jesús, i le dijo: “Simón, algo tengo
41 “ que decirte.” I él dijo : “ Maestro, di.” “Cierto
“ acreedor tenia dos deudores ; el uno le debía qui-
* Han Unido por justo, ó han justificado.
t O era.
120 LUCAS, CAP. VIH
42 “ “ ie ? tos denanos, 0 i el otro cincuenta. Mas no
teniendo ellos [con qué] pagar, á entrambos per-
. o “ on o gratuitamente. ¿Cuál pues de ellos, di lo
43 amará mas ?” I respondió Simón, i dijo : “ En mi
concepto, [aquel] á quien perdoné gratuitamente
„ T * Pesus] le dijo : “ Rectamente lias juzga-
do. I habiéndose vuelto hácia la muger, dijo á
Simón : “ ¿ Yes á esta muger ? He entrado en tu casa,
[i] agua para los pies no me has dado ; mas esta
C0 ? ti US J , ^ runas ha humedecido mis pies, i con los
cabellos de su cabeza, [los] ha enjugado. Un beso
no me lias dado ; mas esta, desde que entré, no ha
cesado de besar mis pies. Con aceite mi cabeza no
lias ungido ; mas esta con bálsamo ha ungido mis
pies. Digote que por motivo de que [le] están per-
donados sus pecados, muchos, ha amado mucho •
... , ““ [aquel] á quien se perdona poco, ama poco.” í
4J á ella dijo: “ Perdonados [te] son tus pecados” I
los que estaban recostados con [él á la mesa] em-
pezaron á decir en sí mismos : “ ¿ Quién es este que
‘ aun pecados perdona ?” Mas dijo á la muger :
tu le te ha salvado; vete en paz.”
44
45
40
47
48
50
VIH. I I aconteció en seguida, que él iba caminando
por [cada] ciudad i aldea, proclamando el reino de
Dios, i anunciando sus buenas nuevas ; é [iban] los
¿ doce con él, i ciertas mugeres, que habían sanado
de espíritus malos i de enfermedades, María llamada
Magdalena, f de la cual habían salido siete demonios
3 i Juana, _ muger de Cusa mayordomo de Heródes, i
busana, i otras muchas, las cuales [tambienl le asis.
tian de lo que tenían.
4 1 cuando habían venido juntas muchas gentes i
- “ e . L ca da] ciudad se reunían á él, dijo por símil :
5 bailó elj sembrador á sembrar su simiente; i al
“ sembrarla, una parte cayó junto al camino, i estuvo
o pisoteada, i las aves del cielo la comieron. I otra
“ [parte] cayó solire la roca, i, habiendo nacido
7 “ se secó, por causa de no tener humedad. I otra
“ [parte] cayó en medio de los espinos, i nacieron
o juntamente con [ella] los espinos, i la ahogaron. I
otra [parte] cayó sobre buena tierra, i, habiendo
* ® áOMrio valia cerca de un real de plata i un tercio.
T Magdalena significa de Magdala. i El 6 un.
LUCAS, CAP. vnt. 121
“ nacido, dió fruto ciento por uno. ” Diciendo estas
cosas, clamó en altavoz: “El que tiene oidos para
“ oir, oiga.”
9 I le preguntaban sus discípulos : “ ¿ Qué significa
10 “ este símil ? ” I él dijo : “ A vosotros os está dado
“ saber los secretos del reino de Dios ; mas á los
“ demas [hablo] en símiles, para que, viendo, no vean,
11 “i, oyendo, no entiendan. I esto significa 0 el símil .
12 “ La simiente significa la palabra de Dios. I ‘ junto
“ ‘ al camino,’ significa® los que oyen, [i á quienes]
“ después viene el calumniador, i quita la palabra de
13 “su corazón, para que no tengan féi se salven. I
“ ‘ sobre la roca’ [significa] los que reciben con gozo
“ la palabra cuando la oyen ; mas en quienes no
“ echa raices ; [son] los que para jjpoco] tiempo
“ tienen fé, mas en tiempo de tentación se apartan.
14 “I el haber caído entre los espinos, significa® los
“ que, habiendo oido, se van, i hacen que quede
“ ahogada [la palabra] por los afanes, i las riquezas,
15 “ i los deleites de la vida ; i no dan fruto maduro. I
“ el [haber caido] en la buena tierra, significa® los
“ que, habiendo oido, retienen la palabra en un
“ corazón bien [arreglado] i bene[volo], i dan fruto,
“ perseverando con paciencia.
16 “I nadie, habiendo encendido una lámpara, la cubre
“ con una vasija, ni [la] pone debajo del lecho,
“ sino sobre el candelero, para que los que entran
17 “ vean la luz. Porque no hai [nada] oculto, que no
11 haya de hacerse público ; ni escondido, que no
“ haya de ser conocido, i llegar á [ser] público.
18 “ Mirad pues como ois ; porque al que tiene, se le
“ dará ; i al que no tiene, aun lo que piensa tener, se
“ le quitará.”
19 I habían venido á él su madre i sus hermanos,
20 mas no podían llegar á él por la [mucha] gente. I
se [lo] avisaron [unos], diciendo : “ Tu madre i
“ tus hermanos están fuera, que te quieren ver.
21 Mas él respondió i les dijo : “Mi madre i mis her-
“ manos, son los que oyen la palabra de Dios, i la
“ cumplen.” .
22 1 aconteció en uno de los dias, que entraron él, i
sus discí pulos, en una barca, i les dijo : “ Pasemos
23 “ mas allá del lago.” 1 partieron. I mientras iban
* Significa ó es.
122 LUCAS, CAP. VIII.
navegando, se durmió [Jesús]. I sobrevino nna
tempestad de viento en el lago ; i se llenaban [de
24 agua], i estaban en peligro. I habiéndose acercado
[á él], lo despertaron, diciendo : “ Maestro, Maestro,
“ vamos á perecer.” I él se levantó, i reprendió al
viento i á la borrasca del agua ; i cesaron ; i sobre-
25 vino una bonanza. I les dijo : “ ¿ Dónde está vuestra
“ fé ? ” I se llenaron de temor, i se maravillaron,
diciendo unos á otros : “ ¿ Quién pues es este, que
“ aun á los vientos manda, i al agua, i le obedecen ?”
H
26 I navegaron al pais de los Gadarenos, que es mas
27 allá [del lago] opuesto á la Galilea. I habiendo
él saltado en tierra, lo encontró cierto varón, [vinien-
do] de la ciudad, que [hacia] mucho tiempo tenia
demonios ; i no usaba [ningún] vestido, ni habitaba
28 en casa, sino en los sepulcros. I al ver á Jesús, excla-
mó á gritos, i se postró delante de él, i dijo con una
gran voz : “ ¿ Qué tengo yo que ver contigo, Jesús,
“ Hijo de Dios Altísimo ? Te suplico que no me
29 “ hagas padecer.” Porque había mandado [Jesús] al
espíritu inmundo que saliese del hombre ; porque | ha-
bía] mucho tiempo que [solia el espíritu] arrebatarlo ;
i [aunque] se tenia atado con cadenas i grillos, i
I encerrado, rompía las prisiones, é [iba], acosado del
30 demonio, á los despoblados. I le preguntó Jesús :
“¿Cuál es tu nombre?” I él dijo: “Legión:”
31 porque muchos demonios habían entrado en él I le
rogaba [el hombre] que no les mandase ir al abismo.
32 I habia allí una piara de muchos cerdos paciendo
en el monte. I le rogaban que les permitiese entrar
33 en ellos. I se [lo] permitió. I salieron del hombre los
demonios, i entraron en los cerdos ; i la piara, cor-
riendo impetuosamente, bajó por el derrumbadero al
34 lago, i se ahogó. I los que [la] apacentaban, al ver
lo que habia sucedido, huyeron ; i habiéndose ido,
35 dieron aviso en la ciudad i en las alquerías. I
salieron pas gentes] á ver lo que habia sucedido.
1 vinieron á Jesús ; i hallaron al hombre, de quien
habían salido los demonios, vestido, i en su sano
juicio, sentado á los pies de él : i se llenaron de temor.
36 I también los que [lo] habían visto, les dieron aviso
como se habia salvado el que habia sido endemoniado.
37 I le rogó toda la gente del territorio de los Gadarenos,
LUCAS, CAP. VIH. 123
que se retirase de ellos; porque estaban poseídos
de gran temor. I él entró en la barca, i se volvió.
38 I le suplicaba el varón de quien habian salido los
demonios, [que le permitiese] estar con éL Mas
39 lo despidió Jesús, diciendo ; “ Vuélvete á tu casa, i
“ cuenta todo lo que ha hecho contigo Dios.” I se
fué, i, por toda la ciudad, proclamaba cuanto habia
hecho Jesús con él.
40 I aconteció, cuando hubo vuelto Jesús, que lo reci-
bieron [con gozo] las gentes ; porque todos lo estaban
esperando.
41 I hé aquí, un varón, nombrado Jairo, que era gefe
de la congregación, vino i se postró á los pies de Jesús,
42 i le rogaba "que entrase en su casa. Porque tenia
una hija unigénita como de unos doce anos, i esta
se estaba muriendo.
I mientras que él iba, lo apretaban las gentes.
43 I una muger que estaba con flujo de sangre de doce
años hacía, i habia gastado en médicos todo [su]
sustento, sin que ninguno hubiese podido sanarla,
44 se acercó á [él] por detrás, i le toco la franja del ves-
45 tido ; i al punto paró su flujo de sangre. I dijo Jesús :
“¿Quién es el que me ha tocado ?” I negándopo] todos,
dijeron Pedro i los que con él [estaban] : “ Maestro,
“ las gentes te están estrechando i apretando, i dices :
46 “ 1 ¿ Qnién es el que me ha tocado ?”’ I dijo Jesús :
“Me ha tocado alguno ; porque yo he sentido que
47 “ ha salido de mí un poder.” I cuando vió la muger
que no se habia encubierto, vino temblando ; i,
habiéndose postrado delante de él, le declaró, en
presencia de todo el pueblo, por qué causa lo habia
48 tocado, i como habia sido curada al punto. I él le
dijo : “Ten buen ánimo, hija ; tu íé te ha salvado :
“ vete en paz.”
49 Estando él aun hablando, vino uno [de casa] del geie
de la congregación, i le dijo : “ Está muerta tu hija ;
60 “ no canses al Maestro.” Mas Jesús, habiendopo]
oido, dijo, en respuesta, á [Jairo] : “No temas ; ten fé
51 solamente, i se salvará.” 1 cuando entró en la casa, no
dejó entrar á nadie, sino á Pedro, i á Jacobo, i á Juan,
62 i al padre i á la madre de la nina. I lloraban todos
i la plañían. I él dijo : “ No lloréis ; no ha muerto,
63 “ sino que está dormida.” I se reian de él, sabiendo
124 LUCAS, CAP. IX.
64 que había muerto [ella]. Mas él, habiendo echado
fuera á todos, la tomó por la mano, i dijo, en voz
65 alta : “ Niña, levántate.” I volvió su espíritu, i se
levantó al punto. I mandó [Jesús] que se lo diese de
66 comer. I quedaron pasmados sus padres ; mas él les
mandó que á nadie dijesen lo que había sucedido.
IX. 1 I [Jesús], habiendo convocado á sus doce discí-
pulos, les dió poder i autoridad sobre todos los demo-
2 nios, i do sanar dolencias. I los envió á proclamar
el reino de Dios, i á curar 4 los enfermos.
3 I les dijo : “ No llevéis nada para el camino ; ni
“ báculos, ni alforja, ni pan, ni dinero ; ni tengáis dos
4 “ túnicas cada uno. I en cualquiera casa en que
“ entráreis, permaneced allí, hasta que salgáis [de
6 “ aquel lugar]. I caso que algunos no os recibieren,
“ saliendo de aquella ciudad, sacudid hasta el polvo
“ de vuestros pies, para [que sea] testimonio á ellos.”
6 I, al salir, pasaban de aldea en aldea, anunciando
buenas nuevas i sanando [los enfermos] por todas
partes.
7 I Heródes el Tetrarca ° oyó [hablar de] todo lo que
hacia [Jesús] ; i quedaba en duda, por causa de que
decían algunos : “ Juan ha resucitado de entre los
8 “ muertos i otros : “Elias ha aparecido i otros :
9 “ Uno de los profetas antiguos ha resucitado." I
dijo Heródes : “ Yo he degollado á Juan ; mas
“ i quién es este, de quien yo oigo tales cosas ? ” I
procuraba verlo.
1 0 I habiéndose vuelto los enviados, contaron á [Jesús]
todo lo que habían hecho : i llevólos con [sigo] i se
retiró aparte á un lugar despoblado [cerca] de la
11 ciudad llamada Betsaida. I cuando [lo] supieron
las gentes, lo siguieron ; i recibiólos, i les hablaba
acerca del reino de Dios, i sanaba á los que lo habían
12 menester. I cuando empezó á declinar el dia, se [le]
acercaron los doce, i le dijeron ; “ Despide á las gentes,
“ para que se vayan á las aldeas i las alquerías del
“ contorno, i se aposenten, i hallen comestibles ;
13 “ porque aquí estamos en un lugar despoblado.” I
a les dijo : “Dadles vosotros de comer.” I ellos dijeron :
“ No tenemos mas de cinco panes i dos peces : á no
“ ser que vayamos nosotros á comprar vituallas para
* Tetrarca, titulo do ciertos gobernadores en el imperio romano.
LUCAS, CAP. IX. 125
14 “ todo este pueblo." Porque eran como unos cinco
mil varones. I dijo á sus discípulos : “ Haced que se
“ reclinen 0 por ranchos de cincuenta en cincuenta.”
15 I [lo] ejecutaron así, é hicieron que se reclinaran
16 todos. I habiendo [él] tomado los cinco panes i los
dos peces, miró hácia el cielo, i los bendijo, i partió, i
dió á [sus] discípulos para que [los] pusiesen delante
17 de las gentes. I comieron i se hartaron todos; i,
[de] lo que les sobró de los pedazos, se recogieron
doce cestas.
18 I aconteció que, estando solo, orando, [i] hallándose
con [sus] discípulos, les hizo esta pregunta ; “ ¿ Quién
19 “ dicen las gentes que soi yo f" I ellos respondieron,
i dijeron : “ [Unos], que Juan el Sumergidor ; i otros,
“ que Elias ; i otros, que uno de los profetas antiguos
20 “ ha resucitado.” I les dijo : “ Mas vosotros,. ¿ quién
“ decis que soi yo ?” I respondió Pedro, i dijo : “ El
21 “ Ungido de Dios." I él les encargó, i mandó, que á
22 nadie dijesen esto, diciendo: “Es necesario que
“ el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, i Eea
“ desechado de los ancianos, i de los príncipes de los
“ sacerdotes, i de los escribas, i que sea entregado á
“ muerte, i resucite al tercer dia.”
23 I decía á todos : “ Si alguno quiere venir en pos de
“ mí, niéguese á sí mismo, > cargue con su cruz cada
24 “ dia, i sígame. Porque cualquiera que quisiere sal-
“ var su ruda, la perderá ; i cualquiera que pierda
25 “ su vida por causa de mí, este la salvará. Porque
“ ¿ qué aprovecha á un hombre, el haber ganado todo
26 “ el mundo, i destruido 6 perdido á sí mismo ? Por-
“ que si alguno se avergonzare de mí i de mis pala-
“ bras, de este el Hijo del Hombre se avergonzará,
“ cuando venga en su gloria, i [en la] de su Padre i de
27 “los santos mensageros. I os digo verdaderamente,
“ que hai algunos de los que están aquí, que no
“ gustaran la muerte, hasta que hayan visto el reino
“ de Dios.”
28 I aconteció, como unos ocho dias después desdichas]
estas palabras, que llevó con[sigo] á Pedro, i á Juan,
29 i á Jacobo, i subió al monte á orar. I aconteció que
mientras estaba orando, la figura de su rostro [se
* Se reclinaban los Judíos para comer.
H
126 LUCAS, CAP. IX.
hizo] otra, i su ropa [se tornó] blanca i refulgente.
30 I lié aquí que dos varones hablaban con él, los cuales
31 eran Moisés i Elias; que aparecieron en gloria, i
hablaban de su salida [del mundo], que iba á cumplir
32 en Jerusalem. I Pedro, i los que con él estaban, se
hallaban cargados de sueño ; mas, habiendo desper-
1 tado, vieron su gloria, i á los dos varones que estaban
33 con él. I aconteció que, al apartarse ellos de con él,
dijo Pedro á Jesús ; “ Maestro, bueno es estarnos
“ aquí ; hagamos tres pabellones, uno para tí, i otro
“ para Moisés, i otro para Elias no sabiendo lo que
34 decía. I, estando él diciendo esto, vino una nube i
los cubrió ; i se llenaron de temor [los discípulos],
35 cuando entraron aquellos en la nube. I salié una
voz de la nube, que dijo : “ Este es mi Hijo amado ;
36 escuchadlo á él." I después de haber venido la voz,
se halló Jesús solo.
I ellos guardaron silencio, i á nadie contaron, en
aquellos dias, nada de lo que habían visto.
37 I aconteció al dia siguiente, habiendo bajado ellos
del monte, que le salió al encuentro un gran gentío.
38 I hé aquí, un varón del gentío exclamó, i dijo ;
“ Maestro, te suplico, que pongas los ojos en mi hijo,
39 “porque es mi unigénito ; filó aquí, un espíritu lo
“ toma, i de repente grita [él], i lo agita [él espíritu,
“ haciéndolo echar] espumarajos, i apenas se aparta
40 “de él, quebrantándolo. I he suplicado á tus dis-
“ cípulos que lanzasen al [espíritu] ; mas no han
41 “podido.” I respondió Jesús, i dijo: “¡O gene-
“ ración sin fé i perversa ! ¿ hasta cuándo estaré con
42 “ vosotros, i os sufriré ? Trae acá á tu hijo." I ya
acercándose él, lo tiró al suelo el demonio, i lo agitó ;
mas reprendió Jesús al espíritu inmundo, i curó al
43 mancebo, i lo volvió á su padre. I quedaban ató-
nitos todos del gran poder de Dios.
I maravillándose todos de todo lo que había hecho
44 Jesús, dijo á sus discípulos: “Poned vosotros en
“ vuestros oidos estas palabras : El Hijo del Hombre
“ va á ser entregado en manos de los hombres.”
45 Mas no entendían este dicho, i estaba escondido
de ellos, para que no lo percibiesen ; i temían pre-
guntarle acerca de ello.
46 I habia ocurrido un discurso entre ellos sobre
47 cuál era el mayor de ellos. I Jesús, que vió el pen-
LUCAS, CAP. IX. 127
samiento del corazón de ellos, tomó á un niño, i lo
48 puso junto á sí, i les dijo : “ Cualquiera que recibiere
“ á este niño en mi nombre, á nn me recibe ; i cual-
“ auiera que me recibiere á mí, recibe al que me ha
« enviado. Porque el que es menor entre todos voso-
“ tros, este será el mayor." ° .
49 I respondió Juan, i dijo : “Maestro, vimos á uno
“ que en tu nombre lanzaba los demonios, i se [lo]
50 “ vedámos, porque no [te] sigue con nosotros. 1 le
dijo Jesús : “ No se [lo] vedéis ; porque el que no es
“ contra nosotros, á favor de nosotros es.
61 I aconteció que como se cumpliese el tiempo en
que habia de ser elevado [á los cielos], hizo firme
62 semblante de ir á Jerusalem. I envío mensageros
delante de sí, los cuales, habiéndose ido, entraron en
una aldea de Samaritanos para prepararle [hospeda-
53 ge]. Mas no lo recibieron, porque iba [con] su
54 rostro hácia Jerusalem. I cuando vieron [estoj sus
discípulos Jacobo i Juan, dijeron : Señor, ¿quieres
“ que mandemos que descienda fuego del cielo, i los
55 “ consuma, como también hizo Elias ?' Mas !
vuelto [á ellos], los reprendió, i dijo : No sabéis de
56 “ qué espíritu habéis de ser vosotros ; porque el Hijo
“ del Hombre no ha venido para destruir las vidas
“ de los hombres, sino para salvar [las]. I se fueron
á otra aldea. , . .
67 I aconteció que, procediendo ellos en el camino,
le dijo uno : “ A tí te seguiré adonde quiera que te
68 “fueres, Señor." I le dijo Jesús: “Las raposas
“ tienen madrigueras, i las aves del cielo sitios donde
“habitar; mas el Hijo del Hombre no tiene en
“ donde recline la cabeza.” „ _
69 I dijo á otro : “ Sígueme. Mas él dijo . Señor,
60 “permíteme ir primero i enterrar á mi P a “r e -
le dijo Jesús : “ Deja á los muertos el enterrar á
“sus muertos; mas tú vé, i anuncia el reino de
61 Re] dijo también otro : “ A tí te seguiré, Señor ;
“mas primero permíteme despedirme de los [que
62 “ están] en mi casa.” I le dijo Jesús : “ Ninguno
“ que, habiendo puesto su mano. en el arado, mira
» atrás, es apto para el reino de Dios.”
* En griego qrande, con el sentido de el mayor. V Case Mat mi. 30.
128 LUCAS, CAP. X.
X. 1 I después de esto señaló el Señor también á otros
setenta, i los envió, de dos en dos, delante de sí, á
2 toda ciudad i lugar adonde iba él á ir. Les decia
pues : “ La mies, por cierto, [es] mucha, mas los tra-
“ bajadores [son] pocos ; suplicad pues al Señor de
“ la mies, para que envie trabajadores á su mies.
•3 “ Idos ; hé aquí que yo os envió como corderos
4 “ en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni
6 “ calzado ; ni saludéis á nadie por el camino. I en
“ cualquiera casa en que entrareis, primero decid :
6 “ ‘La paz [sea] en esta casa.’ I si, por cierto, [el
“ que] estuviere allí [es] un hijo de paz, descansará
“ sobre él vuestra paz ; mas si no, se volverá á voso-
7 “ tros. I en la misma casa permaneced, comiendo i
“ bebiendo [de] lo que tengan : porque digno es el
“ trabajador de su recompensa. No andéis pasando
8 “ de casa en casa. I también en cualquiera ciudad
“ en que entráreis, i os recibieren, comed lo que os
9 “ pusieren delante, i sanad á los enfermos [que] en
“ ella [hubiere], i decidles : ‘ Se ha acercado á voso-
10 “ ‘tros el reino de Dios.’ I en cualquiera ciudad en
“ que entráreis, i no os recibieren, salid á las plazas
11 “de ella, i decid: ‘Aun el polvo que se nos ha
“ ‘ pegado de vuestra ciudad, [lo] sacudimos, [i vol-
“ ‘ vemos] á vosotros ; no obstante, esto sabed, que
12 “ ‘ se ha acercado á vosotros el reino de Dios.’ I os
“ digo, que para Sodoma habrá menos rigor en aquel
“ dia, c que para aquella ciudad.
13 “ ¡ Ai de tí, Corozain ! ¡ Ai de tí, Betsaida ! porque si
“ en Tiro i en Sidon se hubiesen hecho los milagros
“ que se han hecho en vosotros, mucho tiempo ha
“ que se hubieran arrepentido, sentadas en saco i en
14 “ ceniza. Pero para Tiro i Sidon habrá menos rigor
15 “en el juicio, que para vosotros. I tú, Cafarnaum,
“ que hasta el cielo has sido ensalzada, hasta el
“ [mundo] invisible f seras abajada.
16 “Quien os escucha á vosotros, á mí me escucha ; i
“ quien os desecha á vosotros, á mí me desecha ;
“ i quien á mí me desecha, desecha á aquel que me
“ ha enviado.”
17 I volvieron los setenta con gozo, diciendo : “ Señor,
* Aquel día, i saber, el día del juicio. Vóase ver. H ; Mat x 15 •
Cambien Mat. vii. 22, i 2 Tim. iv. 8.
t El [mundo] invisible ; en zriego Hades. VOase Mat. xi. 23, ñola.
LUCAS, CAP. X. 129
“ aun los demonios se someten á nosotros en [virtud
18 “ de] tu nombre.” I les dijo : “ [Yo] estaba viendo
iq *. que cayó Satanas, como relámpago del cielo. He
“ anuí [yo] os doi la potestad de hollar serpientes i
“ escorpiones, i sobre todo el poder del enemigo ; i no
20 “os hará daño nada. Pero no os gozeis [solamente]
“ de esto, de que los espíritus se os someten, mas
“gozáos antes de que vuestros nombres han sido
“ escritos en los cielos. ” r
21 En la misma hora alegróse en [su] espíritu J esus,
i dijo : “A tí te alabo, Padre, Señor del cielo i de la
“ tierra, porque has encubierto estas cosas á^sauios
“ i prudentes, i las has descubierto á pequeñuelos.
“ Sí, O Padre, porque así fué tu beneplácito.’
22 I habiéndose vuelto hácia [sus] discípulos, dijo .
“ Todas las cosas me han sido entregadas por mi
“ Padre ; i nadie conoce quien es el Hijo, sino el
“ Padre ; ni quien es el Padre, sino el Hijo, i aquel a
“ quien al Hijo pluguiere descubrirlo].”
23 I habiéndose vuelto hácia [sus] discípulos, [Ies] dijo
aparte : “ Felices los ojos que ven lo que veis [voso-
24 “ tros] ; porque os digo que muchos profetas i reyes
“ quisieron ver lo que vosotros veis, i no [lo] vieron ;
“ i oir lo que [vosotros] ois, i no [lo] oyeron. _
25 I hé aquí, un doctor de la lei se levantó, i, para
ponerlo á prueba, dijo : “ Maestro, i que he de hacer
26 “ para heredar la vida eterna ? Ielledijo. Ln la
27 “ lei ¿ qué está escrito ? ¿ Qué [es] lo que lees . 1 el
respondió, i dijo: “ ‘Amarás al Señor Dios tuyo de
“ ‘ todo tu corazón, i de toda tu alma, i de toda tu
“ • fuerza, i de toda tu mente ; í á tu prójimo como a
28 “ ‘ tí mismo.’” I le dijo [Jesús] : “ Bectamente has
29 “respondido; haz esto, i vivirás.” Mas el, queriendo
justificarse á sí mismo, dijo 4 Jesús : “I ¿quien es un
30 “ prójimo ?” I tomó [la palabra] Jesús, i dijo : _ Ln
“ hombre bajaba de Jerusalem á Jericó, i cayó en
“ [manos de] ladrones, los cuales lo desnudaron, le
“ dieron golpes, i se fueron, habiéndolo dejado medio
31 “ muerto. I bajaba casualmente un sacerdote por
32 “ aquel camino ; i cuando lo vió, pasóse de largo, i
“ de semejante modo también un Levita, que llegóse
“ cerca del lugar, vino i lo vió, i pasóse de largo.
33 “ Mas un Samaritano que caminaba, llegóse á [donde]
“ él [estaba], i, cuando lo vió, se movió á compasión ;
H 2
130 LUCAS, CAP. XI.
34 “ i se [le] acercó, i le vendó las heridas, echando
“ sobre [ellas] aceite i vino ; i, habiéndolo subido en
íf su propio bagage, lo llevó á una venta, i cuidó de
35 “ él. I al dia siguiente, después de haber salido,
“ sacó dos denarios, 0 i dióselos al mesonero, i le dijo :
“ 1 Ten cuidado de él ; i lo que gastares de mas, yo,
36 “ ‘ cuando vuelva, te [lo] pagaré.' j Cuál, pues, de
“ estos tres te parece haber sido prójimo del que cayó
37 “ en [manos de] los ladrones ?” I dijo el [doctor do
la leí] : “ Aquel que usó con él de misericordia.
Díj ole pues Jesús : “ Vé, i haz tú de un modo seme-
“ jante.”
38 I aconteció, mientras procedían ellos, que él entró
en una aldea, i que una mugar, nombrado Marta,
39 lo hospedó en su casa. I tenia esta una hermana
llamada Maria, la cual, habiéndose sentado á los
40 pies de Jesús, escuchaba su palabra : pero Marta
andaba solicita respecto de muchos servicios [de la
casa] ; i se presentó, i dijo : 11 Señor, ¿ no te da ciu-
“ dado que mi hermana á mí sola ha dejado servir ?
41 “ díle pues que me ayude.” I respondió, i le dijo
Jesús : “ Marta, Marta, andas afanada i turbada res-
42 “ pecto de muchas cosas ; mas una [sola] es neces-
“ aria, i Maria ha escogido la buena parte, la cual
“ no le será quitada.”
XI. 1 I estando él orando en cierto lugar, aconteció,
cuando cesó, que le dijo uno de sus discípulos : “ Senoi ,
“ enséñanos á orar, como enseno también Juan á sus
2 “ discípulos.” I les dijo : “ Cuando oráreis, decid :
11 ‘ Padre nuestro que [estás] en los cielos, santificado
“ ‘ sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu vo-
“ 1 hmtad, como en el cielo [así] también en la tierra.
3 “ * El pan para nuestro sustento, dánoslo cada dia.
4 “ ‘ I perdónanos nuestros pecados, porque nosotros
“ ‘mismos también perdonamos á todo el que es
“ « deudor á nosotros. I no nos lleves á tentación,
“ ‘ mas líbranos del malo.' ” f
5 I les dijo : “ [Si] alguno de entre vosotros tuviere
“ un amigo, i fuere á él á media noche, i le dijere .
6 “ 1 Amigo, préstame tres panes, porque un amigo
* TJn Senario valia cerca de un real de plata i un tercio. Vünae
Mat. xriii. 28. t De mal o del mala.
LUCAS, CAP. XI. 131
“ 1 mió ha venido de viage á mi [casa], i no tengo
7 “ ‘ qué ponerle delante i [si] aquel, desde adentro,
« respondiere, i dijere : ‘ No me molestes ; ya esta
“ ‘ cerrada la puerta, i mis niños i yo estamos en
8 “ 1 cama ; no puedo levantarme á darte[los] : os
“ digo que aun si no se levantare á darse [losj por
“ causa de ser su amigo, sin embargo por causa de
“ su importunidad, se levantará i le dará cuantos
9 “ hubiere menester. I yo os digo : Pedid, i se os
“ dará : buscad, i hallareis : llamad, i se os abrirá.
10 “ Porque todo el que pide, recibe ; i el que busca,
“ halla ; i al que llama, se le abrirá.
11 « [Si] á algún padre de entre vosotros [le] pidiere
“ un hijo pan, ¿ le dará una piedra ? ó si [le pidiere] un
“ pez i le dará, en lugar de un pez, una serpiente .
12 “ ó si [le] pidiere un huevo, ¿ le dará un escorpión .
13 “ Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas
“ dádivas á vuestros hijos, ¿ cuánto mas vuestro Padre
“ celestial dará el Espíritu Santo á los que se [lo]
14 i' estaba lanzando un demonio, el cual era mudo.
I aconteció, cuando hubo salido el demomo, que
15 habló el mudo: i se maravillaron las gentes Mas
algunos de entre ellos dijeron: “En [virtud de]
“ Beelzebú, el príncipe de los demonios, lanza los
16 “ demonios.” I otros, para tentarlo, solicitaban de
17 él una señal del cielo. Mas él, conociendo sus pen-
samientos, les dijo : “ Todo reino dividido contra si
“ mismo, será desolado ; i [toda] casa ígialmente
18 “ r dividida], caerá. I si también Satanás está dividido
“ contra sí mismo, ¿ cómo subsistirá su reino ? porque
“ decis que en [virtud de] Beelzebú yo lanzo los
19 “ demonios. Mas si yo en [virtud de] Beelzebú
“ lanzo los demonios, vuestros hijos" ¿ en [virtud dej
“ quién [los] lanzan ? Por causa de esto ellos serán
20 “ vuestros jueces. Mas si en [virtud] del dedo de
“ Dios lanzo los demonios, síguese que ya ha llegado
“ á vosotros el reino de Dios. ,
21 “ Cuando el fuerte, armado, guarda el atrio de su
22 “ [casa], en paz está lo que tiene ; pero cuando
“ [otro] mas fuerte que él viene contra [el] i lo vence,
“ le quita su ai-madura completa, en que confiaba, i
“ reparte sus despojos.
* (lijos, a saber, discípulos.
132 LUCAS, CAP. XI.
23 “ El que no está conmigo, contra mí está ; i el que
“ no recoge conmigo, derrama.
24 “ Cuando el espíritu inmundo ha salido do un
“ hombre, transita por lugares áridos, buscando des-
“ canso ; i, no hallándolo, dice : 1 Me volveré á mi
25 “‘casa, de donde salí:' i, cuando viene, la halla
26 “ barrida i adornada. Entonces va, i lleva con [sigo]
“ otros siete espíritus mas malos que él mismo, i en-
“ tran i moran allí ; i lo postrero de aquel hombre
“ se hace peor que lo primero.”
27 I estando él diciendo estas cosas, aconteció que
una muger de entre las gentes levantó la voz i le
dijo : “ Feliz el vientre que te llevé, i los pechos que
28 “ mamaste.” Mas él dijo : “ Por cierto que felices
“ [son] los que oyen la palabra de Dios, i la guar-
“ dan.”
29 I mientras estaban acudiendo á [él] las gentes,
empezó á decir : “ Esta generación es [una genera-
“ cion] mala ; solicita una señal, i no se le dará señal,
30 “ sino la señal de Joñas el profeta. Porque as! como
“ Joñas se hizo señal á los Ninivitas, así [lo] estará
“ también el Hijo del Hombre á esta generación.
31 “ Una reina del mediodía resucitará en el juicio con
“ los varones de esta generación, i los condenará ;
“ porque vino de los estremos de la tierra para oir
“ la sabiduría de Salomón, i mirad ! [hai] mas que
32 “ Salomón aquí. Varones de Nínive resucitaran en
“ el juicio con esta generación, i la condenaran ; por-
“ que se arrepintieron por causa de lo proclamado
33 “ por Joñas, i mirad ! [hai] mas que Joñas aquí. I,
“ nadie, habiendo encendido una lámpara, [la] pone
“ en [lugar] oculto, ni debajo del modio,® sino sobre
“ el candelabro, para que los que entran vean la luz.
34 “ La lámpara del cuerpo es el ojo ; cuando pues tu
“ ojo estuviere sano,f también todo tu cuerpo estará
“iluminado; mas cuando estuviere malo, J también
35 “ tu cuerpo [estará] tenebroso. Mira, pues, que la
36 “ luz que [está] en tí no sea tinieblas. Si pues todo
“ tu cuerpo [estuviere] iluminado, sin tener parte
“ alguna tenebrosa, estará iluminado todo [él], así
“ como cuando la lámpara te ilumina con [su] re-
“ fulgencia.”
37 I cuando hubo [acabado de] hablar, le rogó un
* Modio, medida romana. t Sano ó generoso. t Malo, ó codicioso.
LUCAS, CAP. XI. 133
Fariseo que [fuese] á comer con él ; i entró, i se re-
38 costó [á la mesa]. I el Fariseo cuando vió [esto],
se maravilló que primero no se habia sumergido [en
39 agua] ántes de comer. I le dijo el Señor : “ Ahora
“ vosotros los Fariseos limpiáis lo exterior del vaso i
“ del plato ; mas lo interior de vosotros está llene
40 “ de rapiña i de malicia. ¡ Necios ! ¿ el que ha
“ hecho lo exterior, no ha hecho también lo in-
41 “ terior ? pero dad de limosna las cosas que están
“ en [lo interior], i, hé aquí, tendréis todo limpio.
42 “ Mas ¡ ai de vosotros, Fariseos ! porque dais diez-
“ mo de la yerba buena, i de la ruda, i de toda horta-
“ liza, i omitis lo recto i el amor de Dios. Estas cosas
“ debíais hacer, i no dejar aquellas.
43 “ ¡ Ai de vosotros, Fariseos ! porque amais la pri-
“ mera silla en las congregaciones, i las salutaciones
“ en las plazas.
44 “ ¡ Ai de vosotros, escribas i Fariseos, hipócritas !
“ porque sois como los sepulcros que no se descubren ;
“ i los hombres que andan por encima [de ellos] no
“ [lo] saben.”
45 I respondió uno de los doctores de la lei, i le dijo :
“ Maestro, diciendo estas cosas, también nos ultrajas
46 “ á nosotros.” I él dijo : “¡Ai también á vosotros,
“ doctores de la lei ! porque cargáis á los hombres de
“ cargas difíciles de llevar, i vosotros mismos no las
“ tocáis con uno de vuestros dedos.
47 “ ¡ Ai de vosotros ! porque, aunque edificáis los
“ sepulcros de los profetas, teneis por padres [á los
48 “ que] los mataron. Por tanto, dad testimonio de
“ que consentís en las obras de vuestros padres ; por-
“ que ellos, por cierto, [fueron los que] los mataron,
49 “ aunque vosotros edificáis sus sepulcros. Por causa
“ de esto, dijo también la sabiduría de Dios : 1 Les
“ ‘ enviaré profetas i enviados, i de ellos mataran
60 “ ‘ [áunos], i perseguirán [á otros] ; para que sea de-
“ ‘ mandada de esta generación la sangre de todos
“ 1 los profetas, la cual ha sido derramada desde la
61 “ ‘ fundación del mundo ; desde la sangre de Abel
“ 1 hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el
“ 1 altar i la casa [de Dios] en verdad os digo, será
“ demandada de esta generación.
52 “ ¡ Ai de vosotros, doctores de la lei ! porque
“ habéis quitado la llave del conocimiento ; vosotros
134 LUCAS, CAP. XII.
“ mismos no habéis entrado, i á los que entraban
“ [se lo] habéis impedido.”
53 I diciéndoles estas cosas, los escribas i los Fariseos
empezaron á tener[le] mui [mala voluntad], i á ha-
64 cerle preguntas tocante á muchas cosas, acechándolo,
i procurando sorprender de su boca alguna [palabra],
á fin de [poder] lo acusar.
XII. 1 En cuyo [tiempo], habiéndose reunido á [él]
decenas de millares de gentes, de modo que se^ atro-
pellaban unos á otros, empezó á decir, á sus discípulos
primeramente : “ Guardáos de la levadura de los
2 “ Fariseos, que es bipocresia. Mas nada liai en-
“ cubierto, que no baya de ser descubierto ; ni oculto,
3 “ que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que
11 hubiereis dicho en las tinieblas, será dicho en la
“ luz ; i lo que hubiereis hablado al oido en los apo-
“ sentos, será proclamado sobre los terrados.
4 “ I os digo á vosotros, amigos mios : No temáis á
“ los que matan el cuerpo, i después de esto, no tienen
5 “ nada mas de hacer. Mas [yo] os ensenaré á quien
“ habéis de temer. Temed al que después de haber
“ muerto [el cuerpo], tiene autoridad de arrojar al
6 “ infierno. Sí, os digo, á este temed. ¿ No se venden
“ cinco pajnrillos por cuatro cuartos ?° i [sin em-
” bargo] ni uno de ellos está olvidado en la presencia
7 “ de Dios. Mas aun los cabellos de vuestra cabeza
“ están todos contados. Por tanto no temáis ; valéis
“ mas que muchos paj arillos.
8 “ I os digo : A todo aquel que me confesare delante
“ de los hombres, también el Hijo del Hombre le
9 “ confesará delante de los mensageros de Dios : mas
“ el que me hubiere negado delante de los hombres,
10 “ será negado delante de los mensageros de Dios. I
“ á todo aquel que dijere una palabra [infamatoria]
“ contra el Hijo del Hombre, se le perdonará : mas á
íl aquel que hubiere dicho infamia contra el Espíritu
“ Santo, no se [le] perdonará.
11 “ I cuando os llevaren á las congregaciones, i á los
“ príncipes, i á las autoridades, no andéis afanados
" por cómo ó qué responderéis en vuestra defensa, ó
12 “ qué diréis ; porque el Espíritu Santo os enseñará
lí en la misma hora lo que debeis decir.”
* En griego dos osarios, que valían cerca de cuatro cuartos i medio.
LUCAS, CAP. XIL 135
13 I le dijo uno de entre las gentes : “ Maestro, manda
“ á mi hermano que divida conmigo la herencia.
14 I él le dijo: “Hombre, ¿quién me ha constituido á
“ mí juez 6 repartidor entre vosotros ?”
15 I les dijo á ellos : “ Mirad i guardáos de la avaricia ;
“ porque si tiene abundancia alguno, no es su vida
“ [parte] de lo que tiene."
16 I les dijo este símil : “ La hacienda de un liomore
17 “ rico habia llevado mucho ; i discurría dentro de
“ sí, diciendo : 1 ¿ Qué haré ? porque no tengo en
18 “ 1 donde recoger mis frutos.' I dijo : ‘ Haré esto :
“ ‘ derribaré mis graneros, i edificaré [otros] mayores ;
“ * i en ellos recogeré todos mis brutos, i mis bienes ;
19 “ 1 i diré á mi alma : alma, tienes muchos bienes
“ * allegados para muchos anos, descansa, come, bebe,
20 “ 1 date al regocijo.’ Mas le dijo Dios : ‘ ¡ Necio ! esta
“ 1 noche te han de pedir que devuelvas la vida ; i
21 “ ‘lo que has preparado, ¿quién [lo] tendrá?’ Así
“ es el que atesora para sí mismo, i no está rico para
“con Dios.”
22 I dijo á sus discípulos: “Por causa de esto á vo-
“ sotros os digo, no andéis afanados por vuestra vida,
“ [sobre] lo que comeréis ; ni por el cuerpo, sobre lo
23 “ que vestiréis. La vida es mas que el alimento, i el
24 “ cuerpo que el vestido. Keparad en los cuervos ;
“ porque no siembran, ni siegan ; no tienen almacén,
“ ni granero ; i [sin embargo] Dios los alimenta.
25 “ ¡ Cuánto mas valéis vosotros que las aves ! _ I ¿ quién
“ de vosotros por andar afanado puede añadir á su
26 “ estatura un codo [solo] ? Pues, si no podéis lo
“ menos, ¿ por qué andais afanados tocante á. lo de-
27 “ mas ? Iíeparad en los lirios, como crecen ; no tra-
“ bajan, ni hilan ; mas os digo que ni aun Salomón
28 “ en toda su gloria se vistió como uno de estos. I si
“ á la yerba que boi está en el campo, i manana se
“ echa en el homo, Dios así la viste, ¿ cuánto mas
29 “os [vestirá] á vosotros, [hombres] de poca fé ? I
“ [por tanto], vosotros, no andéis solícitos sobre lo
“ que comeréis, ó lo que beberéis ; ni os inquietéis.
30 “ Porque sobre todas estas cosas andan solícitos los
“ gentilesf [que son] del mundo; i vuestro Padre
31 » sabe que habéis menester de estas cosas. Pero
* Vida ó atina.
j O las naciones.
136 LUCAS, CAP. XII.
“ andad solícitos acerca del reino de Dios, i todas
“ estas cosas os serán añadidas.
32 “ No temas, [mi] pequeñito rebaño ; porque le ha
33 “ placido á vuestro Padre daros el reino. Vended lo
“ que teneis, i dad limosna ; haceos bolsas que no se
“ envejecen, un tesoro que no falta jamas, en los
“ cielos, adonde ningún ladrón se acerca, i [donde]
34 “ ninguna polilla corroe. Porque en donde está
“ vuestro tesoro, allí estará también vuestro cora-
“ Z0D - . ... r
36 “ Esten ceñidos vuestros lomos, i encendidas [vues-
36 “ tras] lámparas; i [sed] vosotros semejantes á los
“ hombres que están esperando á su señor, hasta que
“ se separe de la fiesta de la boda ; para que, cuando
11 viniere i llamare [á la puerta], luego^ le abran.
37 “ Felices aquellos siervos, á los cuales el señor, cuando
“ viniere, los hallare velando. En verdad os digo,
“ que se ceñirá, i hará que se reclinen ellos [á la
38 “ mesa], i vendrá i los servirá. I si viniere en la
tl segunda vela, ó [sil viniere en la tercera, i Qosj
“ hallare [haciéndolo] así, felices son aquellos siervos.
39 “ I esto sabéis, que si el padre de familias hubiera
“ sabido á qué hora habia de venir el ladrón, hubiera
“ velado, i no hubiera dejado que se horadase su
40 “ casa. Pues, también vosotros estad prontos : por-
“ que á una hora que no pensáis, vendrá el Hijo del
“ Hombre.”
41 I le dijo Pedro: “Señor ¿dices este símil á_no-
42 “ sotros [solos], ó también á todos ?” I dijo el Señor :
“ ¿ Quién, pues, es el administrador fiel i prudente, á
“ quien [su] señor pondrá sobre los siervos de su
“ casa, para dar [les su] medida de trigo á [su] tiempo 1
43 “ Feliz aquel siervo, á quien su señor, cuando viniere,
44 “ hallare haciéndolo] así. En verdad os digo, que
45 " lo pondrá sobre todo lo que tiene. Mas si ^dijere
“aquel siervo en su corazón : ‘Tarda mi señor en
“ 1 venir ; ’ i empezare á dar golpes á los criados i á
“ las criadas, i á comer, i á beber, i á embriagarse ;
46 “ vendrá el señor de aquel siervo en un dia en que
“ no [lo] espera, i en una hora que no sabe ; i lo
47 “ hará pedazos, i pondrá su parte con los infieles. I
“ aquel siervo que supo la voluntad de su señor, i
“ [no obstante] no se preparó, ni hizo conforme á su
48 “ voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que, no
LUCAS, CAP. XHI. 137
“ habiéndola] sabido, hizo cosas dignas de azotes,
“ recibirá pocos. De todo aquel, también, á quien se
“ ha dado mucho, mucho será demandado ; i á quien
“ han confiado mucho, mas le pedirán.
49 “ Fuego he venido á echar en la tierra ; i ¿ qué
60 “ quiero ? que ya hubiese sido encendido. I una. in-
“ mersion tengo de experimentar, i ¡ qué angustiado
“ estoi hasta que se cumpla !
61 “ ¿ Pensáis que he venido á dar paz en la tierra 1
62 “ Os digo que no, sino división. Porque desde ahora
“ estarán cinco en una casa divididos, tres contra dos,
63 “ i dos contra tres. Estará dividido el padre contra
“ [su] hijo, i el hijo contra [su] padre ; la madre
“ contra [su] hija, i la hija contra [su] madre ; la
“ suegra contra su nuera, i la nuera contra su
“ suegra.” , . ,
54 I decia también á las gentes: “Cuando veis la
“nube asomar del occidente, luego decis : ‘Va á
65 “ ‘llover:’ i así sucede. I cuando [veis] soplar el
66 “ austro, decis : ‘ Hará calor :' i [así] sucede. Hipó-
« critas, sabéis apreciar los indicios del aspecto
“ de la tierra i del cielo ; mas ¿ cómo [es que] no
67 “ apreciáis los de este tiempo ? I ¿ por qué no juz-
58 “ gais aun por vosotros mismos lo justo 1 Porque
“ cuando vas con tu contrario en juicio al magistrado,
“ haz en el camino lo posible para librarte de él ; no
“ sea que te arrastre al juez, i el juez te entregue al
69 “ alguacil, i el alguacil te ponga en la cárcel. Te digo
“ que no saldrás de allí, hasta que pagues aun el
“ último maravedí.” 0
XHI. 1 I vinieron algunos al mismo tiempo, que le
dieron aviso de los Galileos, cuya sangre habia mez-
2 ciado Pilato con [la de] los sacrificios de ellos. I
respondió Jesús, i les dijo : “ ¿ Pensáis por causa de
“ que estos Galileos han padecido tales cosas, que eran
3 “ los mayores pecadores de todos los Galileos 1 Os
“ digo que no ; mas que [vosotros], si no os arrepin-
4 “ riereis, todos pereceréis de la misma manera. O,
“ aquellos diez i ocho, sobre los cuales cayó la torre
“ [que estaba] en Siloé, i los mató ; ¿ pensáis que
“ estos eran los mayores deudores [á Dios] de todos
* Maravedí, en griego lepto, que era casi igual & uu maravedí
I
138 LUCAS, CAP. XIII.
5 “ los hombres que moraban en Jerusalem ? Os digo
“ que no ; mas que [vosotros], si no os arrepintiereis,
“ todos pereceréis de un modo semejante."
6 I dijo este símil : “Un [hombre] tenia una higuera
“ plantada en su viña ; i vino á buscar fruto en ella ;
7 “i no [lo] halló. I dijo al viñador : ‘Hé aquí, tres
“ ‘ años [que] vengo á buscar fruto en esta higuera,
“ ‘ i no [lo] hallo ; córtala ; ¿ para qué ha de hacer
8 “ ‘ también el terreno infructífero?’ I él respondió,
“ i le dijo : ‘ Señor, déjala también [por] este año,
“ 1 hasta que haya cavado al rededor de ella, i [le]
9 “ ‘ haya echado estiércol. I si, por cierto, llevare
“ ‘ fruto, [bien está], mas si no, después la haras
“ 1 cortar.’”
10 I estaba enseñando en una de las congregaciones
11 en el dia de reposo ; i hé aquí, habia [en ella] una
muger que habia tenido un espíritu de enfermedad
diez i ocho años [habia], i andaba encorvada, i no
12 podia enderezarse de ninguna manera. I cuando la
vió Jesús, llamó[la] á [sí], i le dijo : “ Muger, quedas
13 “ desatada del [lazo de] tu enfermedad.” I puso
sobre ella las manos, i al punto se enderezó ; i glori-
ficaba á Dios.
14 I habló [acerca de esto] el gefe de la congregación,
indignado porque Jesús [la] habia sanado en el dia
de reposo, i dijo á las gentes : “ Seis dias hai en que
“ se debe trabajar ; en estos, pues, venid i sanóos, i no
15 “ en el dia de reposo.” Pues á él le respondió el
Señor, i dijo : “ ¡ Hipócrita 1 ¿ cada uno de vosotros
“ no desata en el dia de reposo su buei ó su asno del
16 “ pesebre, i [lo] lleva á beber ? ¿I esta [muger],
“ que es hija de Abraham, [i] á quien habia tenido
“ atada Satanas, hacia diez i ocho años, no debia
“ estar desatada de este lazo en el dia de reposo ?”
17 I, diciendo él estas cosas, quedaban avergonzados
todos los que le estaban oponiéndose ; i toda la gente
se gozaba con todas las cosas gloriosas que hacia él.
18 I dijo : “ ¿ A qué es semejante el reino de Dios ?
19 “ i i á qué lo asemejaré ? Es semejante á un grano
“ de mostaza, que tomó un hombre, i [lo] sembró en
“ su huerta ; el cual creció, i se hizo un árbol grande ;
“ i las aves del cielo hicieron su habitación en sus
“ ramas."
LUCAS, CAP. XIII. 139
20 I otra vez dijo : “ ¿ A qué asemejaré el reino de
21 “ Dios ? Es semejante á la levadura, que tomó una
“ muger, i [la] escondió en tres satos ° de harina,
“ hasta que todo fermentó ?”
22 E iba por ciudades i aldeas enseñando en cada
23 [una], i haciendo jomada hácia Jerusalem. I uno le
dijo : “ Señor, ¿ son pocos los que han de salvarse ?”
24 I él dijo á ellos : “ Esforzóos ó entrar por la puerta
“ angosta ; porque os digo que muchos procuraran
25 “ entrar, i no podran. Después que el Padre de
“ familias se hubiere levantado, i cerrado la puerta,
“ si empezáreis, estando fuera, á llamar á la puerta,
“ i á decir : ‘ ¡ Señor, Señor, ábrenos ! ’ entonces res-
“ ponderó i os dirá: ‘No sé de donde venís vosotros.’
26 “Entonces empezareis á decir: ‘Hemos comido i
“ ‘ bebido en presencia tuya, i en nuestras plazas has
27 “ 1 enseñado.’ Mas dirá : ‘ Os digo que no sé de
“ donde venis vosotros. Apartóos de mí, todos [vo-
28 “ ‘sotros] obreros de lo injusto.’ Allí será el llorar
“ i el crujir de los dientes, cuando viereis á Abraham,
“ i á Isaac, i á Jacob, i á todos los profetas en el reino
29 “ de Dios, i que vosotros sois echados fuera. I ven-
“ dran del oriente i del occidente, i del norte i del
30 “ mediodía, i se reclinaran] - en el reino de Dios I
“ hé aquí, hai [unos que son] postr eros, que serán pri-
“ meros ; i hai [unos que son] primeros, que serán
“ postreros.”
31 En el mismo dia se [le] acercaron algunos Fariseos,
i le dijeron : “ Sal i vete de aquí, porque Heródes
32 “ quiere matarte.” I les dijo : “ Id, i decid á aquel
“ raposo : ‘ Hé aquí, he de lanzar demonios, i hacer
“ ‘ curas, hoi i mañana ; i al tercer dia he de acabar.
33 “ ‘ Pero es necesario que yo proceda hoi, i mañana,
“ ‘ i al [dia] siguiente ; porque no cabe que un pro-
34 “‘feta perezca fuera de Jerusalem.’ ¡Jerusalem!
“ : Jerusalem ! que matas á los profetas, i apedreas á
“ los que á tí son enviados ; ¡ cuántas veces he que-
“ rido recoger á tus hijos, como una gallina [recoge]
“ su cria debajo de las alas ! mas no [lo] habéis queri-
¿5 “ do. Hé aquí, vuestra casa se os deja desolada. En
“ verdad os digo, que no me vereis, hasta que venga
* Sato, en hebreo seah, una medida mayor que un celemín.
t Alude al modo de sentarse & la mesa los antiguos.
140
LUCAS, CAP. XIV.
“ [el tiempo], en que digáis : ‘Bendito el que viene
“ en nombre del Señor.’ ”
XIV. 1 I habiendo entrado él en casa de uno de los
principes de los Fariseos, en dia de reposo, á comer
2 pan, aconteció que ellos lo estaban acechando. I hé
aquí, [habia] delante de él un hombre que estaba
3 hidrópico. I Jesús, en respuesta á [lo que ideaban]
los doctores de la lei i los Fariseos, les habló, i dijo :
“ ¡ Es lícito curar en el dia de reposo 1" I ellos
4 6 callaron. I lo asió, [lo] curó, i despidiú[lo]. I les
respondió, i dijo : “ ¿ Quién de vosotros, cuyo asno ó
“ buei cayere en un pozo, no lo sacará luego en el
6 “ dia de reposo ?” I no le pudieron replicar á estas
cosas.
7 I reparando en como los convidados iban escogiendo
8 los primeros puestos, les dijo este símil : “ Cuando
“ estuvieres convidado por alguno á una fiesta de
“ boda, no te reclines en el primer puesto [á la mesa] ;
“ no sea que haya sido convidado por él, uno mas
9 “ honrado que tú ; i venga el que á tí i á él [os] con-
“ vidó, i te diga : ‘ Da á este el lugar ; ’ i que entonces
“ empieces á tomar con vergüenza el lugar último.
10 “ Mas cuando estuvieres convidado, vé i recuéstate
“ en el lugar último [á la mesa] ; para que, cuando
“ venga el que te convidó, te diga : ‘Amigo, sube mas
“ arriba hácia [mí].’ Entonces seras glorificado en
“ presencia de los que [estuvieren] recostados contigo
11 “ [á la mesa]. Porque todo el que se ensalza, será
“ humillado ; i el que se humilla, será ensalzado.”
12 I dijo también al que lo habia convidado: “Cuando
“ dés una comida ó una cena, no convides á tus
“ amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á
“ [tus] vecinos ricos ; no sea que también ellos te
“ vuelvan á convidar, i tengas una recompensa cor-
13 “ respondiente ; sino, cuando hagas un convite, con-
“ vida á los pobres, á los tullidos, á los cojos, á los
14 “ ciegos ; i serás feliz ; por causa de que no tienen
“ [ellos con qué] darte recompensa correspondiente ;
“ [i] porque se te dará esta en la resurrección de los
“ justos.”
16 I habiendo oido esto uno de los que estaban re-
costados [á la mesa] con [él], le dijo : “Feliz aquel
16 “ que ha de comer pan en el reino de Dios.” I El le
LUCAS, CAP. XIV. 141
dijo : “ Un hombre dió una gran cena, i convidó á
17 “ muchos. I, á la hora de cenar, envió á su siervo á
“ decir á los convidados : ‘ V enid, porque ya todo
18 “ ‘ está pronto.’ I empezaron todos unánimemente á
“ excusarse. El primero le dijo : ' He comprado un
“ ‘ campo, i tengo necesidad de salir á verlo ; te ruego
19 “ ‘que me tengas por excusado.’ I otro dijo: ‘He
“ ‘ comprado cinco yuntas de bueyes, i voi á probarlas ;
20 “ ‘ te ruego que me tengas por excusado.’ I otro
“ dijo : ‘ He tomado muger, i por causa de esto no
21 “ ‘ puedo ir [allá].’ I vino aquel siervo á su señor, i
“ le dió aviso de estas cosas. Entonces airóse el padre
“ de familias, i dijo á su siervo : ‘ Sal luego á las
“ ‘ plazas i á las calles de la ciudad, i, trayendo á los
“ ‘ pobres, i á los tullidos, i á los cojos, i á los ciegos,
22 « ‘ introducemos] aquí’ I dijo el siervo : ‘ Señor, se
“ ‘ ha hecho lo que has mandado, i aun hai lugar/
23 “ I dijo el señor á [su] siervo : ‘ Sal á los caminos, i
“ ‘ á los cercados, i obliga [á los que halles] á entrar,
24 “ ‘ para que se llene mi casa. Porque os digo, que
“ ‘ ninguno de aquellos varones que habían Eido
“ ‘ convidados, probará mi cena.’ ”
25 I con él iban muchas gentes ; i, habiéndose vuelto,
26 les dijo : “ Si alguno viene á mí, i no aborrece á su
“ padre, i á [su] madre, i á [su] muger, i á [sus] hijos,
“ i á [sus] hermanos, i á [sus] hermanas, i aun tam-
27 “ bien su vida, no puede ser mi discípulo. I si alguno
“ no lleva su cruz, i viene en pos de mí, no puede
“ ser mi discípulo.
28 “ Porque ¿ quién de vosotros, queriendo edificar una
“ torre, no se sienta primero, i calcula los gastos,
“ [para ver] si tiene lo que [necesita] para comple-
29 “ tar[la] ; no sea que, no podiendo él, después de
“ haber puesto el fundamento, acabarla], todos los
30 “ que [la] miren, empiecen á burlarse de él, di-
“ ciendo : ‘ Este hombre empezó á edificar, mas no
“ ‘ pudo acabar.'
31 “O i qué rei que está procediendo á hacer guerra
“ contra otro rei, no se sienta primero, i determina si
“ tiene poder, con diez mil [hombres], á encontrarse
32 “ al que viene contra él con veinte mil ? De otra
“ manera, [mientras] el [otro] está aun lejos, envia
“ una embajada, i le ruega [que haga] la paz.
142 LUCAS, CAP. XV.
33 “ De esta manera, pues, [contad que] todo aquel de
“ vosotros que no se despida de todo lo que tiene, no
“ puede ser mi discípulo.
34 “ Buena [es] la sal ; mas si la sal se hiciere in-
85 “ sípida, ¿ con qué será sazonada ? No es apta, ni
“ para la tierra, ni para [servir de] estiércol ; [sino]
“ se arroja fuera. El que tiene oidos para oir,
“ oiga.’’
XV. 1 I se acercaban á él todos los alcabaleros i los
2 pecadores, para oirlo. I murmuraban los Fariseos i
los escribas, diciendo : “ Este recibe pecadores i come
3 4“ con ellos.” I les dijo este símil : “ ¿ Cuál de vo-
“ sotros, teniendo cien ovejas, i habiendo perdido
“ una de ellas, no deja las noventa i nueve en el
“ despoblado, i va en [busca] de la perdida, hasta
6 “ hallarla f i, habiéndo[la] hallado, ¿ [no] so [la]
6 “ pone sobre los hombros, gozoso ; i habiendo ve-
“ nido á casa, [no] convoca á [sus] amigos i á [sus]
“ vecinos, diciéndoles : ‘ Gozáos conmigo, porque he
7 “ ‘ hallado mi oveja perdida ?’ Os digo, que de este
“ modo habrá [mas] gozo en el cielo por un [solo]
“ pecador que se arrepienta, que por noventa i nueve
“ justos, que no tienen necesidad de arrepentimiento.
8 “ O i qué muger, teniendo diez dracmas, ° si per-
“ diere una, no enciende una lámpara, i barre la
“ casa, i [la] busca cuidadosamente, hasta hallar[la] ?
9 “ i, habiéndola] hallado, ¿ [no] convocaá [sus] amigas
“ i á [sus] vecinas, diciendo : 1 Gozáos conmigo, por-
10 “ ‘ que he hallado la dracma que había perdido ?’ De
“ este modo, os digo, hai gozo en presencia de los
“ mensageros de Dios por un [solo] pecador que se
“ arrepiente.”
1 1 12 I dijo : “ Un hombre tenia dos hijos ; i dijo el
“ menor de ellos á [su] padre : ‘ Padre, dáme la
“ parte de [tu] hacienda que [me] toca.’ I repartió
13 “ entre ellos [su] hacienda. I no muchos dias des-
“ pues, el hijo menor recogió todo, i se ausentó á un
“ pais lejano, i allí desperdició su hacienda, viviendo
14 “ disolutamente. I cuando hubo gastado todo, so-
“ brevino una grande hambre en aquel pais, i empezó
15 “ él á tener necesidad. I fué, i se juntó con uno de
“ los habitantes de aquel pais, el cual lo envió á sus
* Una dracma valia cerca de un real de plata i un tercio.
LUCAS, CAP. XVL 143
16 “ campos á apacentar cerdos. I deseaba llenar su
“ vientre con las algarrobas que comian los cerdos :
17 “ i nadie le daba [nada], I, habiendo vuelto en sí,
“ dijo : ‘ ¡ Cuántos jornaleros de mi padre tienen
“ * abundancia de pan ; i yo estoi muriendo de ham-
18 “ 1 bre ! Me levantaré, é iré á mi padre, i le diré :
“ * Padre, he pecado contra el cielo i delante de tí ;
19 “ ‘ i no soi ya digno de ser llamado hijo tuyo : trá-
20 “ ‘ tame como uno de tus jornaleros.’ I se levantó,
“ i fué á su padre. I estando él aun lejos, lo vió su
“ padre, i se compadeció de [él], i corrió, i se le echó
21 “ al cuello, i lo besó. I le dijo el hijo : ‘ Padre, he
“ 1 pecado contra el cielo i delante de tí, i no soi ya
22 “ ‘ digno de ser llamado hijo tuyo.’ Mas el pacte
“ dijo á sus siervos : 1 Sacad la ropa talar mas [pre-
<> ‘ ciosa], i vestidlo, i dad[le] un anillo para su mano,
23 “ ‘ i calzado para los pies ; i traed el ternero cebado,
“ ‘ i matad[lo] ; i comamos, i demosnos al regocijo.
24 “ ‘ Porque este hijo mió estaba muerto, i ha resucita-
“ ‘ do ; i, estaba perdido, i se ha hallado.' I em-
“ pezaron á regocijarse.
25 “ I su hijo el mayor estaba en el campo ; i cuando,
“ á su vuelta, se acercó á la casa, oyó música i danzas.
26 “ I llamó á uno de los criados, i preguntó por qué era
27 “ aquello. El cual le dijo : ‘ Tu hermano ha venido,
“ ‘ i tu padre ha matado el ternero cebado, por causa
28 “ 1 de que lo ha recibido sano.’ I se airó, i no quiso
“ entrar. Por tanto su padre salió, i le estaba
29 “ rogando. Mas él respondió i dijo á [su] padre :
“ ‘ Hé aquí, tantos años te he estado sirviendo, i no he
“ 1 traspasado jamas tu mandamiento ; no obstante
“ ‘ jamas me has dado [ni aun] un cabrito, para
30 “ ‘ con los amigos mios darme á regocijo. Mas
“ 1 cuando este hijo tuyo, el cual ha consumido tu
“ ‘hacienda con rameras, hubo vuelto, mataste para
31 “ ‘él el ternero cebado.’ Pero le dijo él : ‘ Hijo, tú
“ ‘ siempre estas conmigo, i todos los [bienes] mios
32 “ * son tuyos ; mas debíamos regocijamos i gozamos,
« ■ porque este tu hermano estaba muerto, i ha re-
“ ‘ sucitado ; i estaba perdido, i se ha hallado.”'
XVI. 1 I también á sus discípulos dijo [Jesús] : “ Habia
“ un hombre rico, que tenia un administrador ; i este
“ fué acusado ante él de disipar lo que [su amo]
144 LUCAS, CAP. XVI.
2 “ tenia. I lo llamó, i le dijo : ‘ ¿ Por qué oigo [decir]
“ ‘ esto de tí ? da la cuenta de tu administración
3 “ ‘ porque ya no podras ser [mi] administrador.’ I
“ el administrador dijo dentro de sí : ‘ ¿ Quó haré ?
“ ‘ porque mi amo me quita la administración.
“ ‘ Cavar no puedo ; me avergüenzo de mendigar.
4 “ 1 [Yo] sé lo que he de hacer, para que, cuando fuere
“ ‘ removido de la administración, [algunos] me reci-
5 “ ‘ han en sus casas.’ I llamó á [sí] á cada uno
“ de los deudores de su amo ; i dijo al primero :
G “‘¿Cuánto debes á mi amo?’ I él dijo: ‘Cien
“ ‘ batos 0 de aceite.’ I le dijo [el administrador] :
“ ‘ Toma tu escritura, siéntate presto, i escribe [que
7 “ ‘ debes] cincuenta.’ Entonces dijo á otro : ‘ 1 tú,
“ ‘ ¿ cuánto debes ?’ I él dijo : ‘ Cien corosf de trigo.’
“ I le dijo [el administrador] : ‘ Toma tu escritura,
8 “ ‘ i escribe [que debes] ochenta.’ I alabó el amo á
“ [su] administrador injusto, por causa de que [lo]
“ habia hecho prudentemente ; porque los hijos de
“ este siglo, son, en su generación, mas prudentes
9 “ que los hijos de la luz. I yo os digo : Grangeáos
“ amigos con [parte de] las riquezas injustas] para
“ que, cuando fallezcáis, [algunos] os reciban en las
“ habitaciones eternas.
10 “ Quien [es] fiel en lo menos, también lo es en lo
“ mas ; i quien [es] injusto en lo menos, también lo
11 “ es en lo mas. Si pues, en las riquezas injustas,]; no
“ habéis sido fieles, ¿ quién os fiará las verdaderas ?
12 “ I si en lo de otro no habéis sido fieles, ¿ quién os
“ dará lo vuestro ?
13 “ Ningún servidor puede servir á dos amos ; porque
“ ó aborrecerá al uno, i amará al otro ; ó adherirá al
“ uno, i despreciará al otro. No podéis servir á Dios
“ i á las riquezas.”
14 I oian todas estas cosas también los Fariseos, que
15 eran amadores del dinero ; i lo escarnecían. I les
dijo : “ Vosotros sois los que os mostráis como justos
“ delante de los hombres, mas Dios conoce vuestros
“ corazones ; porque lo que [es] altaneria§ entre los
16 “ hombres, es abominación delante de Dios. La lei
“ i los profetas [fueron] hasta Juan ; desde entonces
* El bato era una medida de líquidos entro los Hebreos.
t El coro, ó homer , era una medida de granos. Ez xlv. 14.
! Injustas, ó engañosas. Véase Juan vii. 18. § Véase Prov. xvi 5.
LUCAS, CAP. XVI. 145
“ se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, i
17 “ cada [uno] se esfuerza [para entrar] en él. Pero
“ mas fácil es que pasen el cielo i la tierra, que el que
“ falle un [solo] ápice de la lei.
18 “ Todo el que repudia á su muger, i se casa con
“ otra, comete adulterio ; i todo el que se casa con
“ una que está repudiada de [su] marido, comete
“ adulterio.
19 “ I habia un hombre rico, que se vestia de púr-
“ pura i de lino fino, i se daba al regocijo cada dia
20 “ de una manera espléndida. I habia un pobre, por
“ nombre Lázaro, que estaba postrado en el pórtico
21 “ del [rico], cubierto de llagas, i deseando hartarse
“ de las migajas que caian de la mesa del rico ; i aun
22 “ los perros venían i le lamían las llagas. I aconteció
“ que murió el pobre, i fué llevado por los mensageros
“ [de Dios] al seno de Abraham ; i murió también, el
23 “ rico, i fué enterrado. I, en el [mundo] invisible, 0
“ alzó los ojos, estando en agonías, i miró de lejos á
24 “ Abraham, i á Lázaro en su seno. I él dijo en alta
“ voz : ‘ Padre Abraham, ten misericordia de mí, i
“ ‘ envia á Lázaro, para que moje la punta de su dedo
“ ‘ en agua, i me refresque la lengua ; porque peno en
25 “ ‘estas llamas.’ Mas dijo Abraham : ‘Hijo, acuér-
“ ‘ date que recibiste tú las buenas cosas que te
“ ‘ [tocaron], durante tu vida, i [que] Lázaro del
1 mismo modo [recibió] las malas cosas ; mas ahora
26 ‘“él está consolado, i tú penas. I, ademas de todo
“ ‘ esto, entre nosotros i vosotros se ha establecido
“ ‘ un gran abismo, para que los que quieren pasar
“ ‘ de aquí á vosotros, no puedan ; ni pasen de allí á
27 “ ‘ nosotros los [que lo quieran].’ I dijo [el rico] :
“ ‘ Por tanto, te ruego, padre, que lo envíes á la casa
28 “ ‘ de mi padre ; (porque tengo cinco hermanos) ;
“ * para que les dé testimonio, á fin de que no vengan
29 “ ‘ también ellos á este lugar de agonía.’ Le dijo
“ Abraham : ‘ Tienen á Moisés, i á los profetas ;
30 óiganles á ellos.’ I él dijo : • No, padre Abraham ;
“ ‘ pero si alguno de entre los muertos fuere á ellos,
31 “ ‘ se arrepentirán.’ Mas le dijo [Abraham] : ‘ Si á
“ ‘ Moisés i á los profetas no oyen, tampoco se per-
“ ‘ suadiran, si alguno resucitare de entre los muer-
“ ‘ tos.’ ”
* En griego Hades. Véase Mat. xi. 23.
1 2
146 LUCAS, CAP. XVII.
XVII. 1 I dijo á los discípulos : “ No cabe que no ven-
“ gan causas de tropiezo ; mas ¡ ai de [aquel] por
2 “ medio de quien vienen ! Mejor fuera para él que
“ le atasen al cuello una piedra de molino [de las que
“ mueve] el asno, i lo arrojasen á la mar, que hacer
3 “ tropezar á uno de estos pequeñuelos. Mirad por
“ vosotros ; i si tu hermano pecare contra tí, reprén-
4 “ délo ; i si se arrepintiere, perdónalo. I si pecare
“ contra tí siete veces al dia, i siete veces al dia
“ volviere á tí, diciendo : ‘ Me arrepiento,’ lo per-
“ donaras.”
6 I dijeron los enviados al Señor : “ Aumenta nuestra
6 “ fé.” I dijo el Señor : “ Si tuviérais fé como un
“ grano de mostaza, hubiérais dicho á este sicómoro : °
“ ‘Arráncate de raiz, i plántate en la mar:’ i os
7 “ habría obedecido. Mas ¿ quién de vosotros, tenien-
“ do un siervo arando, ó apacentando [el rebaño],
“ le dirá, luego que ha entrado, [á su vuelta] del
8 “ campo : ‘ Ven i recuéstate [á la mesa] ?’ Mas ¿ no
“ le dirá : ‘ Prepara lo que tendré para mi cena, i
“ ‘ cíñete, i sírveme, hasta que haya comido i bebido ;
9 “ 1 i, después de esto, comerás i beberás tú ’ ? ¿ Dará
“ gracias á aquel siervo porque ha hecho lo que se
10 “ le había mandado ? Pienso que no. Así también
“ vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que se os
“ ha mandado, decid : 1 Siervos inútiles somos ; por-
“ 1 que hemos hecho [solamente] lo que debíamos
“ ‘ hacer.’ ”
11 I aconteció que, procediendo él hácia Jerusalem,
12 pasaba por medio de Samaría i de Galilea. I, en-
trando en cierta aldea, lo encontraron diez varones
13 leprosos, los cuales se pararon de lejos ; i alzaron la
voz, diciendo : “ ¡ Jesús, Maestro ! ten misericordia
14 “ de nosotros.” I habiéndolos] visto, les dijo : “ Id,
“ mostráos á los sacerdotes.” I aconteció que, mien-
15 tras iban, quedaron limpios. I uno de ellos, cuando
vió que se había curado, volvió, glorificando á Dios
16 con una gran voz ; i se postró á los pies de [Jesús],
17 dándoRe] gracias ; i era un Samaritano. I respondió
Jesús, i dijo : “ ¿ No quedaron limpios los diez ? mas
18 “ los nueve ¿ dónde [están] ? ¿ Ninguno de ellos ha
“ vuelto para dar gloria á Dios, sino este estran-
* I/n árbol.
LUCAS, CAP. XV1L 147
19 “ gero ?’’ I le dijo [Jesús] : “ Levántate, i vete ; tu
“ fé te ha salvado."
20 I preguntado por los Fariseos, cuando liabia de
venir el reino de Dios, les respondió i dijo : “ No
21 “ viene el reino de Dios por sorpresa ; ° ni dirán :
» • ¡ Hépe] aquí !’ ó ‘ ¡ hépe] allí !’ porque mirad, el
“ reino de Dios ha de ser dentro def vosotros.”
22 I dijo á los discípulos : “ Vendrán dias en que
“ deseareis ver uno de los dias del Hijo del Hombre,
23 “ i no [lo] vereis : i [en que] os dirán : * ¡ Hépe]
•• • aquí !’ 6 ‘ ¡ Hépe] allí ! ’ No vayais tras [ellos], ni
24 “ Ros] sigáis. Porque oomo el relámpago que brilla de
“ una [parte] de la región inferior del cielo, resplan-
» dece hasta la [otra], así será también el Hijo del
26 “ Hombre en su dia. Mas primero es necesario que
” padezca mucho, i sea desechado de esta generación.
26 “ I como aconteció en los dias de Noé, así será tam-
27 “ bien en los dias del Hijo del Hombre. Comían,
“ bebían, se casaban, daban [sus hijas] en casamiento,
« hasta el dia en que entró Noé en el arca, i vino
28 “ el diluvio, i Ros] destruyó á todos. Asimismo tam-
“ bien como aconteció en los dias de Lot ; comían,
“ bebían, compraban, vendían, plantaban, [i] edifi-
29 “ caban ; mas el dia en que salió Lot de Sodoma,
« llovió fuego i azufre del cielo, que Ros] destruyó á
30 “ todos : lo mis mo sucederá el dia en que se mani-
31 “ fieste el Hijo del Hombre. En aquel dia, quien
estuviere en el terrado, i [tuviere] sus muebles
“ dentro de la casa, no baje á tomarlos ; i quien
32 “ [estuviere] en el campo, tampoco vuelva atrás. Acor-
33 “ dáos de la muger de Lot. Cualquiera que procurare
“ salvar su vida, la perderá *, i cualquiera que la
34 “ perdiere, la preservará. Os digo que en aquella
“ noche dos estarán en un [solo] lecho, f el uno será
35 “ llevado, i el otro dejado : dos [mugeres] estarán
” moliendo juntas, la una será llevada, i la otra
36 “ dejada : dos [hombres] estarán en el campo, el
“ uno será llevado, i el otro dejado.” _
37 I respondieron, i le dijeron : “ ¿ En dónde, Señor ?”
I él les dijo' : “ Donde quiera que [estuviere] el
“ cuerpo muerto, allí se congregaran las águilas.
* Por sorpresa, en griego con acecho ; ó con [ aparato ] que se haga notar.
t O está en medio de. t Acaso reclinado- 6 la mesa.
148 LUCAS, CAP. XVIII.
XVIII. 1 I les dijo también este símil respecto del
2 deber de orar siempre, i no flaquear: “En cierta
“ ciudad habia un juez, que no temía á Dios, ni res-
3 “ petaba á hombre [alguno], I habia en aquella
“ ciudad una viuda, que venia á él, diciendo : ‘ Haz-
4 “ me justicia de mi contrario.’ I no quiso, por
“ [algún] tiempo, mas después de esto dijo dentro
“ de sí : ‘ Aunque no temo á Dios, ni respeto á lioni-
6 “ ‘ bre, sin embargo, por causa de que me molesta
“ ‘esta viuda, le haré justicia, para que no venga
6 “ ‘ siempre á incomodarme.’ ” I dijo el Señor : “Oid
7 “ loque dice el juez injusto. ¿ I no hará Dios justicia
*• 4 favor de sus escojidos, que claman á él dia i
8 “ noche, aunque usa dilación e con ellos ? Os digo
“ que hará justicia á favor de ellos pronto. No obs-
“ tante, ¿ síguese que el Hijo del Hombre, cuando
“ viniere, hallará fé en la tierra ? ”
9 I también con respecto de algunos que confiaban
en sí mismos, que eran justos, i despreciaban á los
10 demas, dijo este símil : “ Dos hombres subieron al
“ lugar santo á orar ; el uno Fariseo, i el otro alca-
11 “balero. El Fariseo, habiéndose puesto en pié aparte, t
“ oraba de esta manera ■: ‘ ; O Dios ! gracias te doi
“ 1 de que no soi como los demas hombres, rapaces,
“ ‘ injustos, adúlteros ; ni aun como este alcabalero.
12 “ 1 Ayuno dos veces á la semana ; pago diezmos de
13 “ ‘ todo cuanto poseo.’ Mas el alcabalero, estando
“ lejos, no quería ni aun alzar los ojos hacia el cielo,
“ sino que se daba golpes de pecho, diciendo : ‘ ¡ O Dios !
“ ‘ muéstrate propicio á mí, que [soi] un pecador.’
14 “ Os digo que este volvió á su casa [mas] justificado
“ que aquel ; porque todo el que se ensalza, será
“ humillado, i el que se humilla, será ensalzado.”
15 I lo trajeron también los párvulos para que
los tocase. I cuando [lo] vieron los discípulos, los
16 reprendieron. Mas Jesús habiendo llamado los [pár-
vulos] á [sí], dijo : “ Dejad venir á mí los niños, i no
“ se [lo] vedeis ; porque de los que se asemejan á
17 “ ellos es el reino de Dios. En verdad os digo, que
“ cualquiera que no recibiere como un niño el reino
“ de Dios, no entrará en él.”
18 I le hizo un príncipe esta pregunta : “ ¡ Buen
“ Maestro ! ¿ qué haré para heredar la vida eterna ?”
* O, i tisa[rd'] dilación? t Aparte, 6, oraba ai sí.
LUCAS, CAP. XVIH. 149
10 T 1p diio Jesús : “ i Por qué me llamas bueno ? Nadie
20 “ [es] bueno, sino uno [solo], Dios. Sabes los manda,
« mi en tos • ‘No cometas adulterio; No mates; No
“ ‘ h-tes ;’ No des ^^omo^on^átu^^
22 “ guardado desde mi juventud.” I^an^ 0 esto
Tesos le diio • “ Aun te falta una cosa ; Vende todo
“ cTanto tienes, i reparólo] á los pobres ; r tendrás
23 ;r r s°e
24 rico.’ I cuando vió Jesús que se puso mm tnste
diio - “¡Cuán diñeilmente entraran en el remo de
25 “ Dios los que tienen riquezas ! Porque mas Reli es
28 “ hombres, es posible para Dios. ! dlJ “ Ped ™; j te
29 rníos n Sl”Tll íS S vSdad^go,
29 ..qu“nin^ohai que haya dejado casa, o padres
“ Hermanos, ó muger, ó hijos, por causa del remo
30 “ de Z qie no haya de recibir mucho mas en
“ este tiempo, i en el agio venidero a vi a e (
31 I tomó con [sigo aparte] á los doce, les J •
“ aouí subimos á Jerusalem, i se cumphrá todo
•‘ que ha sido escrito por los profetas acerca delHj
32 “ del Hombre. Porque será entregado á los gentiles,
33 “i será burlado, i ultrajado, i escupido; í.habiéndo
“ riol azotado, lo mataran ; i al tercer día resucitará
34 Sin embargo ellos no entendieron ninguna de estas
cosas pero [el sentido de] estas palabras les estaba
escondido, i no comprendían lo ^SYwfun ciego
T aconteció que. acercándose él w á Jencó, un ciego
estab absentado junto al camino, pidiendo limosna].
38 Nazareno pasaba. I clamó dicienao ; , >
39 “ de David ! ten misericordia de mí. 1 los que man
40 trajesen at^Tego] ; izando se P®] hubo i acercado
* O acercándose U [4 Jerusalem, i hatsendo llegado J
150 LUCAS, CAP. XIX.
41 [este] , le preguntó, diciendo : “ ¿ Qué quieres que te
“ haga ?” I él dijo : “ Señor, que reciba la vista.”
42 I Jesús le dijo : “ Recíbela ; tu fé te ba salvado.”
43 I la recibió al punto ; i lo seguía, glorificando á Dios.
I todo el pueblo, cuando vió [esto], alabó & Dios.
XIX. 1 I [Jesús], habiendo entrado en Jericó, estaba
2 atravesando la [ciudad] : i bé aquí un varón llama-
do Zaqueo, el cual era príncipe de los alcabaleros, i
3 era rico, procuraba ver cuál era Jesús, mas no
podia de entre de las gentes, porque era de pequeña
4 estatura. I se adelantó corriendo, i se subió sobre un
sicómoro, para verlo ; porque iba [Jesús] á pasar por
5 aquel [lugarl. I cuando llegó Jesús al lugar, alzó los
ojos, i lo vió ; i le dijo : “ Zaqueo, baja á priesa, ;
6 “ porque boi debo quedarme en tu casa.” I so bajó
7 de priesa, i lo hospedó gozoso. I todos, al ver [esto],
murmuraban, diciendo que había entrado, para alber-
8 garse, en [casa] de pecador. 0 I se puso en pié Zaqueo,
i dijo al Señor : “ Hé aquí, la mitad de lo que tengo,
“ Señor, doi á los pobres, i si be defraudado en algo
9 “ á alguno, [le] devuelvo cuatro tantos mas.” I le
dijo Jesús : “ Hoi ha venido la salvación á esta casa ;
10 “ por cuanto también él es hijo de Abraham. Por-
“ que ba venido el Hijo del Hombre á buscar i á
“ salvar lo que se liabia perdido.”
11 I escuchando ellos estas cosas, continué, i dijo un
símil, por causa de que estaba cerca de Jerusalem, i
de que pensaban que al punto iba á mostrarse el reino
12 de Dios. Dijo pues : “ Un hombre, bien nacido, fué á
13 “ una región lejana á recibir un reino, i volver. I
“ llamó á diez de sus siervos, i les dió diez minas,! i
14 “ les dijo : 1 Negociad hasta que [yo] venga.’ Mas
“ sus conciudadanos lo aborrecían, i enviaron tras de
“ él una embajada, diciendo : ‘ No queremos que
15 “ 1 reine este sobre nosotros.’ I aconteció que cuando
“ él hubo recibido el reino i vuelto, mandó llamar á
“ aquellos siervos, á quienes había dado el dinero ;
“ para saber lo que habia ganado cada uno por ne-
16 “ gocio. I vino el primero, i dijo : ‘ Señor, tu mina
* Pecador ; véase Lucas vii. 39 ; Gal. ii. 15.
t La tuina hebrea parece haber valido cerca de trescientos i veinte
reales do plata. La mina valia sesenta sidos ; Ez. xlv. 12 ; i el sido
cuatro dracmas. Mat. xvii. 24 ; Ex. xxx. 13.
LUCAS, CAP. XIX. 151
17 “ ‘ ha crecido por negocio á diez minas.’ I le dijo :
“ ‘ [Está] bien, buen siervo ; por causa de que lias
“ ‘ sido fiel en lo poquísimo, ten autoridad sobre diez
18 “ ‘ ciudades.’ I vino el segundo, i dijo : ‘ Señor, tu
19 “ ‘ mina ha crecido á cinco minas.' I también á este
“ dijo : ‘ Tú también ten [autoridad] sobre cinco
20 “ ‘ ciudades.’ I otro vino, i dijo : ‘ Señor, hé aquí tu
“ ‘ mina, la cual he tenido reservada en un lienzo ;
21 “ ‘ porque tuve miedo de tí, por causa de que eres
“ 1 hombre austero ; tomas lo que no has depositado,
22 “ 1 i siegas lo que no has sembrado.’ I le dijo : ‘ De
“ ‘ tu [propia] boca te juzgaré ; ¡ siervo malo ! ¡ Sabias
“ ‘ que yo soi un hombre austero, que tomo lo que no
23 “ ‘ he depositado, i siego lo que no he sembrado ! I
“ ‘ ¿ por qué no pusiste mi dinero en el banco ? En-
“ ‘ tonces yo, á mi venida, lo hubiera cobrado con
24 “ ‘ interes.’ I dijoá los que estaban presentes : ‘ Qui-
“ ‘ tadle la mina, i dádsela al que tiene las diez
25 “ ‘ minas.’ (I le dijeron : ‘ Señor, tiene diez minas.’)
26 “ ‘ Porque os digo, que á todo el que tiene, se le dará ;
“ ‘ mas al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
27 “ ‘ Ademas, á aquellos enemigos mios, que no qui-
“ ‘ sieron que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, i
“ 1 matadlos delante de mí.' ”
28 I habiendo dicho [Jesús] estas cosas, procedía ade-
lante, subiendo hácia Jerusalem.
29 I aconteció, cuando se acercó á Betfage i á Betania,
junto al monte llamado de los Olivos, que envió á
30 dos de sus discípulos, i dijo : “ Id á la aldea [que
“ está] en frente ; en la cual, al entrar, hallareis un
“ pollino atado, sobre el cual ningún hombre se ha
31 “ sentado jamas ; desatad[lo] i traed[mello. I si
“ alguno os preguntare : 1 ¿ Por qué [lo] desatáis ? ’
82 “ le diréis así : ‘El Señor lo ha menester.’ ” I se
fueron los que habian sido enviados, i [lo] hallaron
33 como les habia dicho. I, desatando ellos el pollino,
les dijeron los dueños de él ; “ ¿ Por qué desatáis el
34 “ pollino f ” I ellos dijeron : “ El Señor lo ha menes-
35 11 ter.” I lo trajeron á Jesús ; i echaron sus vestidos
sobre el pollino, é hicieron montar encima á Jesús.
36 I procediendo él, tendían [las gentes] sus vestidos
37 por el camino [para que pasase] por encima. I acer-
cándose [á la ciudad, estando] ya á la bajada del
152 LUCAS, CAP. XX.
monte de los Olivos, toda la muchedumbre de sus
discípulos empezaron, gozosos, á alabar á Dios en
alta voz, con motivo de todos los milagros que habían
38 visto, diciendo : “ ¡ Bendito el rei que viene en
“ nombre del Señor ! ¡ Paz en el cielo, i gloria en las
39 “ alturas!” I algunos de los Fariseos de entre las
gentes le dijeron : “ Maestro, reprende á tus discí-
40 “ pulos.” I respondió i les dijo : “ Os digo, que si
“ estos callaren, al instante las piedras daran voces.”
41 I cuando se acercó [á la ciudad], i la vió, lloró sobre
42 ella, diciendo : “ ¡ [Bien fuera para tí], si hubieras
“ conocido tú mismo, aun á lo menos en este tu dia,
“ las cosas tocantes á tu paz ! mas ahora se han es-
43 “ condido de tus ojos ; porque vendrán dias sobre
“ tí, en que te circunvalaran tus enemigos, i te cer-
44 “ caran, i te estrecharan por todas partes, i derri-
“ baran en tierra á tí i á tus hijos dentro de tí, i no
“ dejaran en tí piedra sobre piedra ; por causa de
“ que no has conocido el tiempo de tu visitación.”
45 I entró en el lugar santo, i empezó á echar fuera á
46 los que vendían i compraban en él, diciéndoles :
“ Escrito está : 1 Mi casa es casa de oración,' mas
“ vosotros la habéis hecho guarida de ladrones.”
47 I enseñaba cada dia en el lugar santo ; i los prín-
cipes de los sacerdotes, i los escribas, i los primeros
48 del pueblo, procuraban destruirlo ; mas no hallaban
medios de hacer[lo], porque todo el pueblo estaba sus-
penso oyéndolo.
XX. 1 I aconteció en uno de aquellos dias, que, estando
él enseñando al pueblo en el lugar santo, i anuncian-
dofle] buenas nuevas, se [le] acercaron los príncipes
2 de los sacerdotes, i los escribas, con los ancianos, i
le hablaron, diciendo : “ Dínos, ¿ con qué autoridad
“ haces estas cosas ? ¿ ó quién es el que te dió esta
3 “autoridad?” I respondió i les dijo : “Yo también
“ os preguntaré á vosotros una [sola] cosa ; pues, de-
4 “ cidmo : La inmersión de Juan, ¿ era del cielo,
6 “ ó de los hombres ?” I ellos discurrieron entre sí,
“ diciendo : “ Si dijéremos : ‘ Del cielo,’ dirá : ‘ ¿ Tor
6 “ ‘ qué, pues, no tuvisteis fé en él ? ’ mas si dijére-
“ mos : ‘De los hombres,’ todo el pueblo nos apedre-
“ ará ; porque está persuadido de que Juan era pro-
7 “ feta.” I respondieron que no sabían de donde.
LUCAS, CAP. XX. 153
8 I Jesús les dijo : “Tampoco yo os digo con qué
“ autoridad hago estas cosas.”
9 I empezó á decir al pueblo este símil : “ Ln hom-
“ bre plantó una viña, i la arrendó á [unos] labra-
“ dores, i se ausentó á otro pais por mucho tiempo.
10 “ I á [su] tiempo envió un siervo á los labradores,
“ para que le diesen [parte] del fruto de la viña ;
“ mas los labradores le dieron de golpes, i [lo] despi-
11 “ dieron [con las manos] vacías. I volvió á enviar
“ otro siervo ; i á aquel también dieron de golpes, i
« [lo] deshonraron, i [lo] despidieron [con las manos]
12 “ vacías. I volvió á enviar el tercero ; i á este tam-
13 “ bien lo hirieron, i [lo] echaron fuera. I dijo el
“ dueño de la viña : ‘ ¿ Qué haré ? enviaré á mi hijo
“ 1 amado ; quizá, cuando vean á este, [lo] respetaran.
14 “I cuando lo vieron los labradores, discurrieron
“entre sí, diciendo: ‘Este es el heredero, venid,
15 “ ‘matémoslo, para que la herencia sea nuestra.’ I
“ lo echaron fuera de la viña, i [lo] mataron. ¿ Que
16 “ hará, pues, con ellos el dueño de la viña ? V endra,
“ i destruirá á estos labradores, i dará la viña á
“ otros.” _ „ „
I cuando oyeron [esto], dijeron : “ No sea [asi].
17 Mas él, mirándolos, dijo : “¿Qué significa =' pues lo
“ que está escrito : ‘ Una piedra que desecharon los
“ ‘ que edificaban, ha venido á ser la de la cabeza
18 “ ‘del ángulo’ ? Todo aquel que cayere sobre aquella
» piedra, se hará pedazos ; pero sobre quien cayere
“ [ella], á aquel dezmenuzará.”
19 I los príncipes de los sacerdotes, i los escribas pro-
curaron echarle mano en la mism a hora ; porque
conocieron que mirando á ellos i había dicho este
20 símil; mas temieron al pueblo. I [lo] ^ acecharon,
i enviaron espías, que se mostraron hipócritamente
justos, para sorprenderlo [en alguna] palabra, á fin
de entregarlo á. la jurisdicción i autoridad del go -
21 bemador. I le hicieron esta pregunta : “ Maestro,
“ sabemos que hablas i enseñas rectamente, i no te
“ inclinas á personas, sino que enseñas en verdad el
22 “ camino de Dios : ¿ nos es lícito á nosotros pagar
23 “ tributo al César, ó no ?” Mas comprendió bien la
astucia de ellos, i les dijo : “ ¿ Por qué me tentáis ?
24 “ Mostradme un denario. ¿ De quién es la imágen é
* Significa, en griego, es.
154 LUCAS, CAP. XX.
“ inscripción que tiene ? I respondieron i dijeron :
25 “ ‘ Del César.’ ” I él les dijo : “ Pagad pues al César
“ lo [que es] del César, i á Dios lo [que es] de Dios.”
26 I no pudieron sorprenderlo delante del pueblo [en]
lo que Labia dicho ; i se maravillaron de su res-
puesta, i guardaron silencio.
27 I se pe] acercaron algunos de los Saduceos, (los
cuales niegan que hai resurrección,) i le hicieron
28 esta pregunta : “ Maestro, Moisés nos [dejó] escrito,
“ que si el hermano de alguno, teniendo muger,
“ mueriere sin hijos, [dehe] su hermano tomar la
“ muger [de él], i levantar linage á su hermano.
29 “ Había pues siete hermanos ; i el primero tomó
30 “ muger, i mimó sin hijos : i tomó el segundo la
31 “ muger ; mas este murió sin hijos : i el tercero la
“ tomó ; i asimismo los siete también ; i murieron
32 “ sin dejar hijos. I después de todos murió también
33 “ la muger. Pues, en la resurrección, ¿ de cuál de
“ ellos será [ella] muger ? porque los siete la tuvieron
“ por muger.”
34 I respondió i les dijo Jesús : “ Los hijos de este
“ siglo se casan, i pas hijas] son dadas en casamiento ;
35 “ mas [entre] los que fueren reputados dignos de al-
“ canzar aquel siglo, i la resurrección de entre los
“ muertos, ni han de casarse [ellos], ni han de ser
36 “ [ellas] dadas en casamiento ; porque tampoco po-
“ aran ya morir, pues serán iguales á los [celestes]
“ mensageros, é hijos de Dios, cuando sean hijos de
37 “ la resurrección. I que los muertos hayan de re-
“ sucitar, aun Moisés intimó, [escribiendo] sobre la
“ zarza, cuando llamó al Señor, el Dios de Abraham,
38 “ i el Dios de Isaac, i el Dios de Jacob ; mas no es
“ Dios de muertos, sino de vivos ; porque todos [ellos]
39 “ están viviendo para él.” I respondieron algunos
de los escribas, i dijeron : “Maestro, has dicho bien.”
40 I de allí adelante no se atrevieron á preguntarle
nada.
41 I les dijo : “ ¿ Cómo dicen que el Ungido es hijo de
42 “ David ? I David mismo dice en el libro do los
“ Salmos : ‘Dijo el Señor á mi Señor : Siéntate á mi
43 “ * derecha, hasta que ponga á tus enemigos por
44 “ ‘tarimilla de tus pies.’ David, pues, lo llama
“ 1 Señor,' i ¿ cómo es su hijo f ”
45 I oyéndopo] todo el pueblo, dijo [él] á sus discípulos :
LUCAS, CAP. XXL 155
46 “ Guardáos de los escribas, que gustan de andar con
“ ropas talares, i de las salutaciones en las plazas, i
“ las primeras sillas en las congregaciones, i de re-
47 “ clinarse los primeros en los festines ; que devoran
“ las casas de las viudas, i, como un pretexto, hacen
“ largas oraciones : estos recibirán mayor condena-
“ cion.” ,
XXI. 1 I alzó los ojos, i vió á los ricos que echaban sus
2 dones en el tesoro. I vió también á una pobre viuda
3 que echaba en él dos leptos. 0 I dijo : “En verdad
« os digo, que esta pobre viuda ha echado mas que
4 “ todos. Porque todos estos han echado [parte] de
“ lo que les sobraba, en [el tesoro de] dones para Dios ;
“ mas esta, de su pobreza, ha echado todo el sustento
“ que tenia.”
5 I diciendo algunos, respecto del lugar santo, que
estaba adornado con hermosas piedras, i con cosas
6 consagradas á Dios, dijo : “ [En cuanto á] estas
“ cosas que estáis mirando, vendrán dias en que n °
“ se dejará piedra sobre piedra que no sea derribada.
7 I le preguntaron, diciendo : “ Maestro, ¿ cuándo pues
“ serán estas cosas, i cuál [será] la señal, cuando ellas
“ vayan á suceder ? ” .
8 I él dij o : “ Cuidad de que [nadie] os extravie } por-
« que muchos vendrán en mi nombre, diciendo : ‘ Yo
“ « boí [el Ungido] ;’ i ‘ El tiempo se ha acercado : no
9 “ vayais pues en pos de ellos. I, cuando oyéreis
« d e batallas i tumultos, no os espantéis ; porque es
“ necesario que estas cosas acontezcan primero, mas
“ no [será] luego el fin.”
10 Entonces les dijo: “Se levantará nación contra
11 “ nación, i reino contra reino ; i habrá grandes ter-
“ remotos en [varios] lugares, i hambres, i pcsti-
“ lencias ; i habrá [espectáculos] terribles, i grandes
12 “ señales [que aparecerán] en el cielo. Mas antes de
“ todas estas cosas, os echaran mano, i [os] perse-
“ guiran, entregándoos] á las congregaciones i á las
“ cárceles ; i [os] llevaran á los reyes i á los gobema-
13 “ dores, por causa de mi nombre : i [esto] os acón •
14 “ tecerá para [que les deis] testimonio. Poned, pues,
“ en vuestros corazones el [deber de] no meditar de
« antemano lo que habéis de decir en [vuestra] de-
* Un lefio era casi igual & un maravedí.
156 LUCAS, CAP. XXI.
lo “ fensa ; porque yo os daré boca i sabiduría, á que
“ todos los que se os opongan, no podran contradecir
16 “ ni resistir. I sereis entregados por [vuestros] mismos
“ padres, i hermanos, i parientes, i amigos ; i harán
17 “ morir á [algunos] de vosotros ; i sereis aborrecidos
18 “ de todos, por causa de mi nombre : mas ni un
19 “ cabello de vuestra cabeza se perderá. Perseverando
“ con paciencia, conservad vuestras almas.
20 “ I cuando viereis á Jerusalem cercada de campa-
11 mentos, entonces sabed que se ha acercado su de-
21 “ solacion. Entonces los [que esten] en la Judea
11 huyan á los montes ; i los [que esten] en medio de
“ la [ciudad], salgan ; i los [que esten] en los campos,
22 “ no entren en ella. Porque dias de hacer justicia
“ son estos, para que se cumplan todas las cosas que
23 “ están escritas. Mas ¡ ai de las que esten en cinta,
“ i de las que crien en aquellos dias ! porque habrá
“ grande necesidad sobre la tierra, é ira sobre este
24 “ pueblo. 1 caeran á filo de espada, i serán llevados
“ cautivos á todas las naciones ; i Jerusalem será
“ hollada por las naciones hasta que se cumplan los
25 “ tiempos de ellas. I habrá señales en el sol, i en la
“ luna, i en las estrellas ; i sobre la tierra angustia
“ de naciones perplejas ; bramaran 0 la mar i las olas ;
26 “ [i] se desanimaran los hombres del temor i del
“ recelo de las cosas que han de venir sobre el mun-
“ do ; porque las potestades de los cielos se con-
27 “ moverán. I entonces verán al Hijo del Hombre
“ venir en una nube con gran poder i gloria.
28 “ I cuando empiecen estas cosas á suceder, en-
“ derezáos, i alzad la cabeza ; porque se acerca
“ vuestra redención.”
29 I les dijo un símil : “ Mirad la higuera i todos los
30 “ árboles ; cuando veis que ya están brotando,
“ sabéis, por vosotros mismos, que ya está cerca el
31 “ estio. Asi también vosotros, cuando viéreis acontecer
“ estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
32 “ En verdad os digo que no pasará esta generación,
33 “ hasta que todas [ellas] acontezcan. El cielo i la
“ tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran.
34 “ I mirad por vosotros, no sea que vuestros co-
“ razones se carguen con borrachera, i embriaguez, i
“ los afanes de [esta] vida, i venga de repente sobre
* Bramaran, 6, por causa del bramido de.
LUCAS, CAP. XXII. 157
35 “ vosotros aquel dia ; porque, como una acechanza,
“ vendrá sobre todos los que esten de asiento sobre
36 “ la faz de toda la tierra. Estad, pues, vigilantes,
“ haciendo súplicas en todo tiempo para que seáis
“ reputados dignos de escapar de todas estas cosas
“ que van á suceder, i de estar firmes delante del
“ Hijo del Hombre.”
37 I de dia estaba en el lugar santo, enseñando ; i,
saliendo, pasaba las noches en el monte llamado de
38 los Olivos I todo el pueblo [venia] mui de mañana
á él en el lugar santo, para oirlo.
XXII. 1 I se acercaba la fiesta de los [panes] sin leva-
2 dura, que se llama Pascua. 0 I los príncipes de los
sacerdotes, i los escribas andaban buscando algún
modo de darle muerte ; porque temian al pueblo.
3 I entró Satanas en Judas, por sobrenombre Isca-
4 rióte, que era uno de los doce ; el cual se fué i habló
con los príncipes de los sacerdotes, i con los magistra-
5 dos, sobre el modo de entregárselo. I se alegraron,
6 i concertaron de darle dinero ; i consintió, ó iba
buscando oportunidad para entregárselo lejos de la
gente.
7 I llegó el dia de los [panes] sin levadura, en el
8 cual debian matar [el cordero] pascual ; i envió á
Pedro i á Juan, diciendo: “Id i preparadnos [el
9 “ cordero] pascual, para que [lo] comamos." I ellos
le dijeron : “ ¿ Dónde quieres que [lo] preparemos ?”
10 I él les dijo : ‘ Hé aquí, cuando hubiereis entrado en
« la ciudad, os encontrará un hombre que llevará una
“ cántara de agua ; seguidlo hasta dentro de la. casa
11 “ en que entrare ; i diréis al padre de familias de
“ la casa : 1 El Maestro te dice : ¡ Dónde está el apo-
“ 1 sentó en que coma [el cordero] pascual con mis
12 “ 1 discípulos V I él os mostrará una gran pieza en
13 “ lo alto, aderezada ; allí preparad [lo].” I se fueron,
i [lo] hallaron así como les habiá dicho. I prepa-
raron [el cordero] pascual.
14 I cuando hubo llegado la hora, se reclinó [á la
16 mesa], i los doce enviados con él. I les dijo : “ Ar-
“ dientemente he deseado comer este [cordero] pas-
16 “ cual con vosotros antes que padezca ; porque os
“ digo que no comeré mas de él, hasta que se haya
* Véase Mat. xxvi. 2, nota.
158 LUCAS, CAP. XXII.
17 “ cumplido en el reino de Dios.” I tomó una copa,
i dió gracias, i dijo: “Tomad esta, i repartid[la]
18 “ entre vosotros ; porque os digo que no beberé del
“ fruto de la vid, írasta que venga el reino de Dios.”
19 I tomó un pau,° i dió gracias, i [lo] partió, i dióse[lo],
diciendo : “ Esto es f mi cuerpo, el cual va á darse
“ por amor de vosotros ; haced esto en memoria
20 “ mia.” Del mismo modo [tomó] también la copa
después de haber cenado, diciendo : “ Esta copa [es]
“ el nuevo pacto [ratificado] con mi sangre,]: que va
21 “ á derramarse por amor de vosotros. Ademas, hó
“ aquí que la mano del que va á entregarme, [está]
22 “ conmigo á la mesa. I por cierto el Hijo del Hombre
“ se va, según lo que está determinado ; pero ¡ ai de
“ aquel hombre por medio de quien va á ser cntre-
23 “ gado ! ’’ I ellos empezaron á razonar entre sí, sobre
cuál de ellos seria entonces, el que iba á hacer esto.
24 I hubo una contienda también entre ellos sobre
26 cuál de ellos parecía ser§ el mayor. I él les dijo :
“ Los reyes de las naciones || 6e enseñorean sobre
“ ellas, i los que ejercen autoridad sobre ellas, son
2G “ llamados bienhechores. Mas no así vosotros ; sino,
“ el mayor entre vosotros, hágase como el menor ; i
27 “ el que gobierna, como el que sirve. Porque ¿ cuál
“ es mayor, el que está reclinado [á la mesa], ó el
“ que sirve ? ¿No [es] el que está reclinado ? Mas
“ yo estoi en medio de vosotros como el que sirve.
28 “ Pero vosotros sois los que habéis permanecido con-
29 “ migo en mis tentaciones ; i yo hago con vosotros
“ pacto [de daros] un reino, como mi Padre lo hizo
30 “ conmigo ; para que comáis i bebáis á mi mesa en
“ mi reino ; i os sentéis en tronos, para juzgar á las
“ doce tribus de Israel.”
31 I dijo el Señor : “ Simón, Simón, hé aquí que
“ Satanas os ha demandado, para cribaros como
32 “ trigo ; mas yo he rogado por tí, para que no fa-
“ llezca tu fé ; i tú, cuando te vuelvas [á mí], confirma
33 “ á tus hermanos.” I él le dijo : “ Señor, estoi pronto
34 “ á ir contigo aun á la cárcel i á la muerte.” I él
dijo : “ Te digo, Pedro, que no cantará hoi el gallo,
“ antes que tres veces hayas negado que me conoces.”
* Un pan, ó pan : pero véase 1 Cor. x. 17.
t Es, 6 significa. § Parecía ser, ó era.
j Véase Ileb. ix. lü. ¡| Las naciones, ó los gentiles.
LUCAS, CAP. XXH. 159
35 I les dijo á ellos : “ Cuando os envié sin bolsa, i sin
“ alforja, i sin calzado, ¿ os faltó alguna cosa ?” I
36 ellos digeron : “ Nada.” Entonces Ies dijo : “ Mas
“ ahora el que tiene bolsa, llévela ; i alforja asimismo ;
“ i el que no tiene [bolsa], venda su capa, i compre
37 “ una espada. Porque os digo que todavía debe ser
“ cumplido en mí, lo que está escrito : * I con inicuos
“ ‘fuá contado porque las cosas tocantes a mí, van á
38 “ tener fin.” ° I ellos dijeron : “ Señor, mirad, aquí
“ [haij dos espadas.” 1 él les dijo : “ Basta.”
39 I salió, i se fué, según costumbre, al monte de
40 los Olivos ; i también lo siguieron sus discípulos I
cuando hubo venido al lugar, les dijo: “ Orad para
41 “ no caer en tentación.” I él se apartó de ellos como
un tiro de piedra ; i habiéndose puesto de rodillas,
42 oraba, diciendo : “ Padre, si te place, aparta de mí
“ este cáliz ; pero no se haga mi voluntad, sino la
43 “ tuya.” I se le apareció un mensagero del cielo,
44 para darle fuerza. I, habiendo entrado en agonía,
oraba con mayor fervor : i fué su sudor como gotas
46 de sangre, que caían á tierra. I habiéndose levanta-
do de la oración, vino á sus discípulos, i los halló
46 dormidos por causa de la tristeza. I les dijo : “ ¿ Por
“ qué dorrnis ? Levantáos, i orad, para que no en-
“ treis en tentación.”
47 I estando él aun hablando, hé aquí [sobrevino] un
tropel de gente, i el que se llamaba Judas, uno de los
doce, iba delante de ellos; i se acercó á Jesús para
48 besarlo. I Jesús le dijo : “Judas! ¿ con un beso en-
49 tregas al Hijo del Hombre ?” I cuando vieron los
[que estaban] á su rededor lo que iba á suceder, le
60 dijeron: “Señor, ¿heriremos con la espada?” (I
uno de ellos hirió á un siervo del sumo sacerdote, i
51 le cortó la oreja derecha.) Mas Jesús respondió, i
dijo : “ Dejad[los] hasta aquí." I tocó la oreja del
[siervo], i lo curó.
52 I dijo Jesús á los príncipes de los sacerdotes, i á los
magistrados del lugar santo, i á los ancianos, que
habían venido contra él : “ ¿ Así como contra un
63 “ ladrón, habéis salido con espadas i palos ? Estando
“ yo cada dia con vosotros en el lugar santo, no me
“ habéis echado mano ; mas esta es vuestra hora, i
“ [la de] f la potestad de tinieblas."
* Fin ó cumplimiento. f [ía dej ó [rsía] : Tóase cap xiü. 1.
160 LUCAS, CAP. XXIII.
64 I, habiéndolo prendido, [lo] condujeron á la casa
del sumo sacerdote, en que entraron con él. I Pedro
66 [lo] seguía á lo lejos. I, cuando hubieron encendido
fuego en medio del atrio, i se hubieron sentado juntos,
56 se senté Pedro en medio de ellos. I una criada que
lo vio sentado al fuego, fijé en él [los ojos], i dijo :
67 “ También este estaba con él." Mas él negó [á
58 Jesús], 0 diciendo : “Muger, no lo conozco.” I poco
después, otro lo vio, i dijo : “ También tú eres de
59 “ ellos.” Mas Pedro dijo : “ Hombre, no soi." I
pasada como una hora, otro [lo] afirmaba fuerte-
mente, diciendo : “ En verdad también este estaba
60 “ con él : porque es Galileo." Mas dijo Pedro :
“ Hombre, no sé lo que dices.” I al punto, estando
61 él aun hablando, cantó el gallo. I se volvió el Señor,
i miró á Pedro ; i se acordó Pedro de la palabra que
el Señor le habia dicho : “ Antes que cante el gallo,
62 “ me negaras tres veces.” I salió fuera Pedro, i lloré
amargamente.
63 I los varones que tenían [preso] á J esus, se burlaban
64 de él, i [lo] golpeaban ; i cuando le hubieron cubierto
[el rostro], le daban bofetones ; i le preguntaban,
diciendo : “ Profetiza ; ¿ quién es el que te ha
65 “ herido ?” I le decían otras muchas cosas, infa-
mándo[loj.
66 1 cuando hubo venido el dia, se juntaron el cuerpo
de los ancianos del pueblo, i los príncipes de los
sacerdotes, i los escribas, i subieron, llevándolo [con-
sigo], á [la sala de] su tribunal [supremo] ; i [le]
67 decían : “ Si tú eres el Ungido, dínos[lo]." I les
68 dijo : “ Si os [lo] dijera, no [mel creeríais ; i si
“ también [yo os] hiciera [alguna] pregunta, no me
69 “ responderéis, ni [me] soltareis. Desde ahora el
“ Hijo del Hombre estará sentado á la diestra del
70 “ poder de Dios.” I dijeron todos : “ ¿ Eres tú, pues,
“ el Hijo de Dios?” 1 él les dijo: “Vosotros [lo]
71 “ decis ; porque yo [lo] soi.” I ellos dijeron : “ ¿ Qué
“ necesidad tenemos ya de testimonio ? Porque no-
“ sotros mismos [lo] hemos oido de su boca.”
XXIII. 1 I toda la muchedumbre de ellos se levantó,
2 i lo llevaron á Pilato. I empezaron á acusarlo, di-
ciendo : “ A este [lo] hemos hallado pervirtiendo á
* En griego d él.
LUCAS, CAP. XXIII. 1G1
“ la nación, i vedando pagar los tributos al César,
3 “ diciendo que él mismo es [el] Ungido Rei.” I
Pilato le preguntó, diciendo : “ ¿ Eres tú el rei de los
“ Judíos ?” I él le respondió i dijo : “ Tú [lo] dices.”
4 I Pilato dijo á los príncipes de los sacerdotes, i á las
gentes : “ No hallo ninguna causa [de muerte] en
6 “ este hombre.” Pero ellos insistían mas, diciendo :
“ Incita al pueblo, enseñando por toda la Judea,
6 “ desde la Galilea, [donde] empezó, hasta aquí” I
Pilato, cuando oyó “ Galilea,” preguntó si el hombre
7 era Galileo. I cuando supo que era de la jurisdicción
de Heródes, lo envió á Heródes, el cual también
8 estaba en Jerusalem en aquellos dias. I Heródes,
cuando vió á Jesús, se alegró mucho ; porque hacia
mucho [tiempo] que quería verlo, por haber oido
muchas cosas de él ; i esperaba verlo hacer algún
9 milagro. I le hacia muchas preguntas ; pero él
10 no le respondió nada. I persistían los príncipes de
los sacerdotes i los escribas, acusándolo con grande
11 instancia. I Heródes con sus soldados lo despreció,
i se burló de [él], i lo vistió de ropa espléndida,
12 i lo envió á Pilato. I se hicieron amigos uno con
otro, Pilato i Heródes, en [aquel] mismo dia ; porque
ántes estaban viviendo en enemistad entre sí
13 I Pilato, habiendo convocado á los príncipes de los
14 sacerdotes, i á los magistrados, i al pueblo, les dijo :
“ Me habéis presentado este hombre, como uno que
“ desvia al pueblo [del César] ; i hé aquí que yo [lo]
“ he examinado delante de vosotros, i no he hallado
“ en él ninguna de las causas [de muerte], de que lo
15 “ acusáis ; ni tampoco Heródes, porque os he enviado
“ á él ; i hé aquí que no ha hecho [este] nada que
16 “ merezca la muerte. Por tanto, después de haberlo
17 “ castigado, [lo] soltaré." (I era necesario que él les
18 soltase un [preso] en la fiesta.) I toda la muchedum-
bre exclamó á una, diciendo : “ Quítale [la vida], i
19 suéltanos á Barrabas:” (el cual, por causa de una
sedición que aconteció en la ciudad, i por homicidio,
20 habia sido puesto en la cárcel.) De nuevo, pues,
21 Pilato [les] habló, queriendo soltar á Jesús. Mas
ellos [le] decían en alta voz : “ CruciflcaQo], cru-
22 ciflcalo.” I él, tercera vez, les dijo : “ ¿ Pues qué
“ mal ha hecho este ? No he hallado en él causa
“ ninguna de muerte ; por tanto, después de haberlo
K
1G2 LUCAS, CAP. XXIII.
23 “ castigado, [lo] soltaré.” Mas ellos insistían con
grandes voces, pidiendo que fuese crucificado : i
prevalecieron las voces de ellos i de los príncipes do
24 los sacerdotes. I Pilato dio sentencia que se hiciera
26 lo que pedían. I les soltó al que por causa de sedi-
ción i de homicidio había sido encarcelado, al cual
habian pedido ; i entregó á Jesús á la voluntad de
ellos.
26 I cuando se lo habian llevado de [allí], se apode-
raron de un cierto Simón, Cyreneo, que venia del
campo, i pusieron sobre él la cruz, para que la llevase
27 en pos de Jesús. I lo seguía una gran muchedumbre
del pueblo, i de mugeres, las cuales [le] hacían duelo
28 también, i lo plañían. I Jesús se volvió hácia ellas,
i dijo : “ Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, sino
“ por vosotras mismas llorad, i por vuestros hijos.
29 “ Porque, hé aquí, vendrán dias en que dirán :
1 Felices las estériles, i los vientres que no han
“ 1 parido [criaturas], i los pechos que no [las] han
30 “ ‘ criado.' Entonces empezaran á decir á los montes :
“ ‘ Caed sobre nosotros ; ' i á los collados : ‘ Cubrid-
31 “ ‘nos.’ Porque si hacen esto con el árbol verde,
“ i qué se hará con el seco ?”
32 I se llevaban también con él á otros dos [que eran]
malhechores, para dar[les] muerte.
33 I cuando hubieron llegado al lugar llamado [él de]
una Calavera, allí lo crucificaron, i á los malhechores,
34 uno á [su] derecha, i otro á [su] izquierda. I Jesús
dijo : “ Padre, perdónalos ; porque no saben lo que
“ hacen."
I cuando repartían sus vestidos, echaron suertes.
35 I el pueblo estaba [allí], mirándo ; i ellos, i los
magistrados también, [lo] escarnecían, diciendo : “ A
“ otros salvó, sálvese á sí mismo, si este es el Ungido,
36 “ el Escogido de Dios.” I se burlaban de él también
los soldados, los cuales, acercándose [á él], le pre-
37 sentaban vinagre, i decian : “ Si tú eres el rei de los
“ Judíos, sálvate á tí mismo.”
38 I habia también una inscripción [puesta] sobre él,
escrita en letras Griegas, i Latinas, i Hebraicas :
“ ESTE ES EL REI DE LOS JUDIOS.”
39 I uno de los malhechores que estaba colgado [de
la cruz], lo infamaba, diciendo : “ Si tú eres el Un-
40 “ gido, sálvate á tí mismo, i á nosotros." Mas el
LUCAS, CAP. XXIH. 163
otro respondió reprendiéndolo, i diciendo[le] : “ ¿ Ni
“ aun tú temes á Dios, estando como estas en la
41 “ misma condenación ? i nosotros, por cierto, justa-
“ mente ; porque estamos recibiendo lo que merecen
“ nuestros hechos ; mas este no ha hecho nada
42 “ malo.” I dijo á Jesús : “ Señor, acuérdate de mí,
43 “ cuando entres en tu reino.” I le dijo Jesús : “ En
“ verdad te digo, que hoi estarás conmigo en el
“ paraíso. ”
44 I cuando era como la hora de sexta, 0 vinieron
tinieblas sobre toda la tierra, [i se quedaron] hasta
45 la hora de nona. 0 I se oscureció el sol ; i se rasgó el
46 velo del templo por medio ; i clamó J esus con una
gran voz, i dijo : “ Padre, en tus manos entregaré mi
“ espíritu.” I habiendo dicho esto, expiró.
47 I cuando vid el centurión f lo que habia sucedido,
glorificó á Dios, diciendo : “ Realmente este hombre
48 “ era justo.” I todas las gentes que habian venido
juntas á este espectáculo, viendo lo que habia suce-
49 dido, se volvian, dándose golpes en los pechos. I
todos sus conocidos, i unas mugeres que lo habian
acompañado de la Galilea, estaban á lo lejos, mirando
estas cosas.
60 I hé aquí, un varón nombrado Josef, de Arimatea,
ciudad de los Judíos, el cual era consejero, varón
61 bueno J i justo, que no habia consentido en el con-
sejo, ni en el proceder de ellos, i el cual también
52 esperaba el reino de Dios, se presentó á Pilato, i
53 pidió el cuerpo de Jesús. I lo descolgó, i lo envolvió
en una sábana, i lo puso en un sepulcro abierto en
una peña, en el cual todavía ninguno se habia puesto.
64 I era el dia de la preparación, é iba ya á entrar el
dia de reposo. §
65 I también [las] mugeres, que habian venido con
él de la Galilea, siguieron de cerca, i vieron el sepul-
56 ero, i como se habia depositado su cuerpo. I, al
volverse, prepararon aromas i bálsamos ; i, durante
el dia de reposo, por cierto, se mantuvieron quietas,
* La hora de sexta era antes del medio dia ; la hora de nona era la
tercera postmeridiana. Véase Mat. xxvii. 45, nota.
t Centurión, Capitán de cien soldados.
I Bueno ; véase Mat. xx. 15 ; Rom. v. 7.
§ Entre los Judíos cada dia comenzaba al ponerse el sol.
164 LUCAS, CAP. XXIV.
XXIV. 1 según el mandamiento ; mas el primer día
de la semana, mui de mañana, fueron al sepulcro, i
algunas [otras mugeres] con ellas, llevando los aro-
2 mas, que habían preparado. I hallaron la piedra
3 rodada del sepulcro ; i, habiendo entrado, no hallaron
4 el cuerpo del Señor Jesús. I aconteció que, estando
ellas en duda respecto de esto, hé aquí, dos varones se
presentaron delante de ellas, con ropas refulgentes ;
6 i, estando ellas llenas de temor, é inclinando el rostro
á la tierra, les dijeron [ellos] : “ ¿ Por qué andais
6 “ buscando, entredós muertos, al que está, vivo 1 No
“ está, aquí, sino que ha resucitado ; acordóos de lo
7 “ que os dijo, cuando estaba aun en Galilea : ‘ Es
“ ‘necesario que el Hijo del Hombre sea entregado
“ ‘ en manos de hombres pecadores, 0 i sea crucificado,
8 “ 1 i al tercer dia resucite.’ ” I se acordaron de las
9 palabras de él. I se volvieron del sepulcro, i con-
taron todas estas cosas ó los once, i á todos los demas.
10 I las que dijeron estas cosas á los enviados, eran
María la Magdalena,! i Juana, i María [madre] do
11 Jacobo, i las demas [que estaban] con ellas. I á vista
de ellos, sus palabras parecieron como desvario, i no
12 tenian fé en las [mugeres]. Mas Pedro se levantó i
corrió al sepulcro ; i, habiéndose inclinado cerca, vió
los lienzos echados solos ; i se fué á su [casa], mara-
villándose de lo que había sucedido.
13 I hé aquí que dos de ellos iban el mismo dia á una
aldea distante de Jerusalem sesenta estadios, [ nom-
14 brada Emmaus. I ellos iban conversando uno con
15 otro de todas las cosas que habían acontecido. I
sucedió que, mientras conversaban i razonaban, J esus
16 mismo, habiéndose [les] acercado, iba con ellos. I
17 sus ojos estaban privados de conocerlo. I les dijo :
“ ¿ Qué palabras [son] estas, que tratáis uno con otro
18 “ mientras andais, i [por qué] estáis tristes f ” I res-
pondió uno [de ellos], nombrado Cleopas, i le dijo :
“ ¿ Eres tú el solo peregrino en J erusalem, que no
“ sabe las cosas que han sucedido allí en estos dias ?”
19 I les dijo : “ l Qué cosas ? ” I ellos le dijeron : “ Las
“ cosas tocantes á Jesús el Nazareno, el cual fué pro-
“ feta, poderoso en obras i palabras ante Dios i todo
* Hembra pecadora; vGaso "los gentiles," ó "las naciona, cap.
xviii 32. t He Magdala.
I Cerca do veinte i nuevo estadios hacen una legua castellana.
LUCAS, CAP. XXIV. 165
20 “ el pueblo ; i como los príncipes de los sacerdotes,
“ i nuestros magistrados, lo entregaron para ser con-
21 “ denado á muerte, i lo crucificaron : mas nosotros
“ esperábamos que él fuese el que iba á redimir á
“ Israel. Sin embargo, á mas de todo esto, hoi es el
22 “ tercer dia desde aquel en que aconteció esto : i
“ ademas algunas mugeres de entre nosotros, nos han
“ pasmado, [las cuales] fueron mui de mañana al
23 “ sepulcro, i, no habiendo hallado su cuerpo, vol-
“ vieron, diciendo también que habian tenido una
“ visión de mensageros [celestes], que dijeron que
24 “ está vivo. I algunos de los [que estaban] con no-
“ sotros, fueron al sepulcro, i [lo] hallaron así como
“ también las mugeres habian dicho ; pero á él no lo
25 “vieron.” I él les dijo: “¡O necios, i tardos de
“ corazón para tener fé en todo lo que dijeron los
26 “ profetas ! ¿ No era necesario que el Ungido pa-
27 “ deciese estas cosas, i entrase en su gloria ?” I
habiendo empezado por Moisés, i [entonces] por todos
los profetas, interpretaba á ellos las cosas [contenidas]
en todas las Escrituras tocantes á sí mismo.
28 I se acercaron á la aldea á donde iban : i él hacia
29 como si fuera mas lejos. I lo instaron con eficacia,
diciendo : “ Quédate con nosotros, porque está cer-
“ cana la noche, i ha declinado el dia.” I entró,
30 para quedarse con ellos. I aconteció que cuando se
hubo reclinado con ellos [á la mesa], tomó el pan, i,
habiendo bendecido [á Dios], [lo] partió, i se [lo]
31 daba á ellos, cuando se les abrieron los ojos, i lo
32 conocieron ; i él desapareció de su [vista]. I se di-
jeron uno á otro : “ ¿ No ardía nuestro corazón dentro
“ de nosotros, mientras nos hablaba por el camino, i
33 “ mientras nos explicaba las Escrituras ?” I se le-
vantaron en la misma hora, i volvieron á Jerusalem,
i hallaron congregados á los once, i á los [que esta-
34 ban] con ellos ; que decían : “ Ha resucitado el
35 “ Señor en realidad, i se ha aparecido á Simón.” I
ellos contaban lo [que había sucedido] en el camino,
i como lo habian conocido á él al partir el pan.
36 I mientras estaban diciendo estas cosas, Jesús mis-
mo se puso en medio de ellos, i les dijo : “ La paz
37 “ [sea] con vosotros.” I ellos, espantados i llenos de
temor, pensaban que estaban viendo á un espíritu.
38 I les dijo : “ ¿ Porqué estáis turbados, i porqué nacen
K 2
166
LUCAS, CAP. XXIV.
“ pensamientos [dudosos] dentro de vuestros cora-
39 “ zones ? Mirad por mis manos i mis pies, que yo
“ mismo soi ; palpadme, i mirad[me] ; porque un
“ espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo
40 “ tengo.” í habiendo dicho esto, les mostró las
41 manos i los pies. I estando ellos aun desconfiados
de [puro] gozo, i maravillándose, les dijo : “ ¿ Tenéis
42 “ aquí algo de comer 1 " I ellos le presentaron parte
43 de un pez asado, i [parte] de un panal de miel. I
[lo] tomó, i comió delante de ellos.
44 I les dijo : “ Estas son las palabras que os dije,
“ cuando estaba aun con vosotros, que era necesario
» que se cumpliese todo lo que está escrito tocante á
“ mí en la lei de Moisés, i en los profetas, i en los
45 “ salmos.” Entonces les abrió la mente, para que
40 entendiesen las Escrituras. I les dijo : “ Así está
“ escrito, i así era necesario que padeciese el Ungido,
47 11 i resucitase de entre los muertos al tercer dia ; i
“ que se proclamasen en su nombre el arrepenti-
“ miento, i el perdón de pecados, á todas las naciones,
48 “ empezando por Jerusalem. I vosotros sois testigos
49 “ de estas cosas. I hé aquí que yo voi á enviar sobre
“ vosotros lo prometido por mi Padre : mas vosotros
“ permaneced en la ciudad de Jerusalem hasta que
“ esteis revestidos de poder de lo alto.”
50 I los llevó fuera [de la ciudad] hasta Betania ; i
51 alzó sus manos, i los bendijo. I aconteció que estando
él bendiciéndolos se separó de ellos, i fuá elevado al
52 cielo. I ellos lo adoraron [postrados], i se volvieron
53 á Jerusalem con grande gozo ; i estaban continua-
mente en el lugar santo, alabando i bendiciendo á
Dios. Así es.
LA BUENA NUEVA DE JESUS CRISTO,
SEGUN JUAN.
[ 1 En el principio era la Palabra, i la Palabra estaba
2 con Dios, i la Palabra era Dios. Este [que es la Pala-
3 bra] estaba en el principio con Dios. Todas las cosas
fueron hechas por él, i sin él no se hizo nada de lo
4 que fué hecho. En él estaba la vida, i la vida era la
5 Luz de los hombres. I la Luz ha resplandecido en
medio de las tinieblas, i las tinieblas no la han com-
prendido.
6 Hubo un hombre enviado de Dios, cuyo nombre
7 [era] Juan. Este vino para [ser] testigo, [i] dar testi-
monio de la Luz, á fin de que todos tuviesen fé por
8 medio de él. No era él la Luz, sino que [vino] para
9 dar testimonio de ella. [Aquella que] era la Luz
verdadera, [es la] que ilumina á todo hombre que
10 viene ° al mundo. En el mundo estaba, i el mundo fué
1 1 hecho por él, i el mundo no lo conoció á él. A su [casa]
12 vino, i los suyos no lo recibieron. Mas á cuantos lo
han recibido, les ha dado la autoridad de hacerse
hijos de Dios ; [esto es] á los que han tenido fé en
13 su nombre ; los cuales no han sido engendrados de
sangre, f ni de voluntad de la carne, ni de voluntad
do varón, sino de Dios.
14 I la Palabra se hizo carne, i habitó en medio de
nosotros : i vimos su gloria, gloria como del Uni-
génito, [enviado] del Padre ; lleno de gracia i de
verdad. ... _
15 Juan dió testimonio de él, i clamó, diciendo : “ Este
u es de quien dije : ‘El que va á venir en pos de
“ 1 mí, ha de ir delante de mí, porque era antes que
“ ' yo.’ ”
16 I nosotros todos hemos recibido [parte] de la pleni-
tud de él, hasta la gracia [recibida] en virtud de [su]
17 gracia. Porque la lei fué dada por medio de Moisés ;
la gracia i la verdad]; han venido por medio de
Jesús Cristo.
* Que viene ; en griego, viniendo. I Vca.se cap. iii. 6 : 1 Ped. i. 23.
t La verdad, fi saber tocante & la gracia de la buona nueva Y cáse
cap. viii. 32 ; Col. i. 5.
168 JUAN, CAP. I.
18 A Dios nadie ha visto jamas ; el Hijo Unigénito,
que está en el seno del Padre, él [mismo lo] ha dado
á conocer.
19 1 este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos
[le] enviaron de Jerusalem á sacerdotes i Levitas
20 para preguntarle : “ ¿ Quién eres tú ?” I confesé i
21 no negó, mas confesó : “ No soi yo el Ungido." I
le preguntaron : “ ¿ Pues qué [eres tú] 1 ¿ Eres tú
“Elias?” I dijo: “No [lo] soi.” “¿Eres tú el
22 “ Profeta ?” I respondió : “ No." Entonces le
dijeron : “ ¿ Quién eres ? para que demos [alguna]
“ respuesta á los que nos han enviado : ¿ qué dices
23 “ de tí mismo ?” Dijo : “ Yo [soi] la voz de uno que
“ clama en el despoblado : 1 Enderezad el camino
24 “ del Señor como [lo] dijo Isaías el profeta." I los
25 enviados [á él] eran [unosj de los Fariseos. I le pre-
guntaron, i le dijeron : “ ¿ Por qué pues administras
“ inmersión, si tú no eres el Ungido, ni Elias, ni el
26 “Profeta?” Les respondió Juan, diciendo: “Yo
“ administro inmersión en agua ; pero en medio de
“ vosotros está, [uno], á quien vosotros no conocéis :
27 “ él es el que, viniendo en pos de mí, ha de ir delante
“ de mí ; la correa de cuyo calzado no soi yo digno
28 “ de desatar.” Esto aconteció en Betabara, 0 mas
allá del Jordán, donde Juan estaba administrando
inmersión.
29 El dia siguiente vió Juan á Jesús venir hácia él, i
dijo : “ ¡ Hé aquí el Cordero de Dios, que quita el
30 “ pecado del mundo ! Este es de quien yo dije :
“ 1 En pos de mí va á venir un varón, que ha de ir
31 “ ‘ delante de mí, porque era ántes que yo.’ I yo no
“ lo conocía ; mas, para que fuese manifestado á
“ Israel, por esta causa yo lie venido administrando
32 “ inmersión en agua.” I dió testimonio Juan, di-
ciendo : “ Yí al Espíritu bajar como paloma del
33 “ cielo ; i permaneció sobre éL I yo no lo conocía ;
“ mas el que me envió á administrar inmersión en
“ agua, él [mismo] me dijo : ‘ [Aquel] sobre quien
“ ‘ vieres bajar al Espíritu, i permanecer sobre él, este
“ ‘ es él que va á administrar inmersión en el Espíritu
34 “ ‘ Santo.’ I yo he visto [esto], i he dado testimonio
“ que este es el Hijo de Dios.”
35 El dia siguiente estaban otra vez Juan i dos de sus
* O Betania .
JUAN, CAP. H. 169
36 discípulos ; i miró á Jesús, que estaba andando, i
37 dijo : “ Hé aquí el Cordero de Dios.” I lo oyeron
38 hablar los dos discípulos, i siguieron á Jesús. I se
volvió Jesús, i vió que [lo] seguían, i les dijo : “ ¿ Qué
“ estáis buscando ?” I ellos le dijeron : “ Babbi,” —
que, traducido, quiere decir Maestro, — “ ¿ dónde
39 “ habitas ?” Les dijo : “ Yenid i vedflo].” Fueron
i vieron donde habitaba ; i se quedaron con él aquel
40 dia ; i era como la hora de las diez. 0 Andrés, her-
mano de Simón Pedro, era uno de los dos que
habian oido [decir esto] á Juan, i que habian seguido
41 á [Jesús], f Este [fué] el primero [que] halló á su
propio hermano Simón ; i le dijo : “ Hemos hallado
42 “al Mesías:” — que, traducido, es, el Ungido. I lo
llevó á Jesús. 1 Jesús lo miró, i dijo : “ Tú eres
“ Simón, hijo de Joñas : tú seras llamado Quéfas :"
— que, traducido, es, Pedro. [
43 El dia siguiente quiso Jesús salir de [allí] hácia
44 Galilea ; i halló á Felipe, i le dijo : “ Sígueme.” I
Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andre3 i de
45 Pedro. Felipe halló á Natanael, i le dijo : “ Hemos
“ hallado [á aquel] de quien Moisés en la lei, i los
“ profetas escribieron, á Jesús, hijo de Josef, que es
46 “ de Nazaret.” I le dijo Natanael : “ ¿ Puede ser
“ bueno algo [que es] de Nazaret ?” Le dijo Felipe :
47 “ Ven ive[lo].’’ Vió Jesús á Natanael venir hácia él, i
dijo, [hablando] de él : “ Hé aquí un verdadero Israe-
48 “ lita, en quien no hai dolo.” Le dijo Natanael: “¿De
“ dónde me conoces ?” Respondió Jesús, i le dijo :
“ Antes que Felipe te llamase, cuando estabas debajo
49 “ de la higuera, te vi" Respondió Natanael, i le
dijo : “ Maestro, tú eres el Hijo de Dios ; tú eres el
50 “ Rei de Israel." Respondió Jesús, i le dijo : “ ¿ Por
“ haberte yo dicho : ‘ Te vi debajo de la higuera,’
“ tienes fé [en mí] ? Mayores cosas que estas
61 “ veras.” I le dijo : “ En verdad, en verdad os digo,
“ que de ahora en adelante, vereis el cielo abierto,
“ i á los mensageros de Dios subir i bajar sobre el
“ Hijo del Hombre.”
II. 1 I al tercer dia hubo una boda en Caná de Galilea ;
* La hora cuarta postmeridiana.
f En griego, á él.
j Pedro, significa en griego piedra ó roca.
170 JUAN, CAP. IL
2 i la madre de Jesús estaba allí. I también Jesús, i
3 sus discípulos, habían sido convidados á la boda. I,
habiendo faltado el vino, la madre de Jesús le dijo :
4 “ No tienen vino.” Le dijo Jesús : “ Muger, ¿ qué
“ tengo yo que ver contigo ? No ha llegado aun mi
6 “ hora.” Dijo su madre á los servidores : “ Haced
6 “ todo lo que [él] os dijere.” I seis cántaros de piedra
se habían puesto allí, según [la costumbre] de los
Judíos [para] la purificación, en cada uno de los cuales
7 cabian dos ó tres metretas. 0 Les dijo Jesús : “Llenad
“ los cántaros de agua.” I los llenaron hasta arriba.
8 lies dijo : “ Sacad ahora, i llevadlo] al maestre-sala."
9 I [lo] llevaron. I cuando el maestre-sala hubo pro ■
bado el agua que se habia hecho vino, sin saber de
donde era, aunque los servidores que habían sacado
10 el agua, [lo] sabían, llamó al esposo, i le dijo : “ Todo
“ hombre sirve primero el buen vino, i cuando [los
“ convidados] han bebido hasta hartarse, entonces
“ [pone] el inferior ; tú has reservado el buen vino
“ hasta ahora.”
11 Este primero de [sus] milagros f hizo Jesús en
Caná de Galilea, i manifestó su gloria ; i sus discí-
pulos tuvieron fé en él.
12 Después de esto bajaron á Cafarnaum, él, i su
madre, i sus hermanos, i sus discípulos ; mas no se
quedaron allí muchos dias.
13 I estaba cerca la Pascua de los Judíos, i Jesús subió
1 i á Jerusalem. I halló en el lugar santo los que vendian
ganado vacuno, i ovejas, i palomas, i á los cambistas
15 sentados. E hizo un azote de cuerdas, i [los] echó
á todos del lugar santo, i las ovejas, i el ganado
vacuno ; i esparció [por el suelo] las monedas de los
16 cambistas, i derribó [sus] mesas ; i á los que vendian
las palomas, les dijo : “ Quitad estas cosas de aquí ;
“ i la casa de mi Padre, no la hagáis casa de tráfico."
17 I se acordaron sus discípulos que está escrito : “ El
18 “ celo de tu casa me ha devorado.” Entonces res-
pondieron los Judíos, i le dijeron : “ ¿ Con qué mi-
“ lagro nos muestras tu [autoridad] para hacer estas
* La mírela, si significa el balo hebreo, equivalía, probablemente
casi 4 veinte i tres azumbres : si la ámfora ática, casi 4 unas diez i
siete azumbres : si la ámfora romana, casi 4 once azumbres,
t ¿lilagros, ó seriales.
JUAN, CAP. m. 171
19 “ cosas ?” Eespondió Jesús, i les dijo : “derribad
20 “ este templo, i dentro de tres días lo levantare, kn-
tonces dijeron los Judíos : “ [Se gastaron] cuarenta
“ i seis años en edificar este templo ; i i lo levantaras
21 “ tú dentro de tres dias ? ” Mas él hablaba del tem-
22 pío de su cuerpo. Cuando, pues, hubo resucitado de
entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que
les habia dicho esto ; i tuvieron fe en la Escritura, i
en la palabra que habia dicho Jesús.
23 I mientras estaba en Jerusalem, durante la fiesta
de la Pascua, muchos, viendo los [milagros] que
24 hacia, tuvieron fó en su nombre. Mas Jesús mismo
no se fiaba de ellos, por causa de que [los] conocía a
25 todos ; i de que no necesitaba que nadie diese testi-
monio del hombre ; porque conocía él mismo lo que
habia en el hombre.
III. 1 I habia un nombre entre los Fariseos, cuyo nombre
2 feral Nicodemo, príncipe de los Judíos. Este vino á
Jesús de noche, i le dijo: “Maestro, sabemos que
« [eres] maestro venido de Dios, porque ninguno
“ puede hacer estos [milagros] que tú haces, sino
3 “ estuviese Dios con él.” Eespondió Jesús, i le dijo :
“En verdad, en verdad te digo, que ninguno, mn
“ haber sido engendrado de arriba, puede ver el
4 " reino de Dios.” Le dijo Nicodemo : “ ¿ Cómo puede
“ un hombre ser engendrado, siendo viejo i ¿ luede
“ entrar segunda vez en el vientre de su madre, i ser
6 “ engendrado ?" Eespondió Jesús : “ En verdad, en
“ verdad te digo, que ninguno, sin nacer de agua i
“ ser engendrado del Espíritu, 0 puede entrar en el
6 “ reino de Dios. Lo que es engendrado de la carne,
“ es carne ; i lo que es engendrado del Espíritu, es
7 “ espíritu. No te maraviEes de que te he dicho :
8 “ ‘ Os es necesario ser engendrados de arriba. JíjI
» Espíritu, donde quiere, sopla, i oyes su voz, mas no
“ sabes de donde viene, ni adonde va. Asi es [conj
9 “ todo el que es engendrado del Espíritu.” Eespondió
Nicodemo, i le dijo : “ i Cómo puede acontecer esto ?
10 Eespondió Jesús i le dijo : “ Eres tú maestro [su-
♦ - Sin nacer de agua i ser engendrado del Espíritu;" ó, "sin sor
engendrado de agua i del Espíritu." La misma patato» .
cuando se refiere al pudre, ser engendrado ; cuando 4 la madre, nacer.
Y ¡3ase Tito iiL 5; 1 Ped. i. 3-5, 23 ; Jucobo l 18.
172 JUAN, CAP. III.
11 “ perior] 0 de Israel, i no sabes esto ? En verdad,
“ en verdad te digo, que [nosotros] estamos hablando
“ de lo que sabemos, i dando testimonio de lo que
“ hemos visto ; i [vosotros] no recibís nuestro testi-
12 “ monio. Si os he hablado [de] las cosas [que pasan]
“ en la tierra, i no teneis fe, ¿ cómo la tendréis, si os
13 “ hablara [de] las cosas [que pasan] en el cielo f I
“ nadie ha subido al cielo, sino el que ha bajado del
“ cielo, [á saber] el Hijo del Hombre, el que está, en
14 “ el cielo. I así como Moisés ensalzó la serpiente en
“ el despoblado, asi es necesario que sea ensalzado el
15 “ Hijo del Hombre, para que todo el que tenga fé
“ en él, no perezca, sino que tenga la vida eterna.
16 “ Porque de tal manera ha amado Dios al mundo,
“ que ha dado á su Hijo Unigénito, para que todo el
“ que tenga fé en él, no perezca, sino que tenga la
17 “ vida eterna. Porque Dios no ha enviado á su Hijo
“ al mundo, para condenar al mundo, sino para que
18 “ se salve el mundo por medio de él. Quien tiene
“ fé en él, no ha de ser condenado ; mas quien no la
“ tiene, ya queda condenado, porque no la ha tenido
19 “ en el nombre del Hijo Unigénito de Dios. I esta
“ es la [causa de su] condenación : que la Luz ha
“ venido al mundo, i que los hombres han amado
“ mas las tinieblas que la Luz ; porque sus obras eran
20 “ malas. Porque todo el que obra mal, aborrece la
“ Luz, i no viene á ella, para que no sean reprendidas
21 “ sus obras ; mas el que obra [según] la verdad,
“ viene á la Luz, para que se manifiesten sus obras ;
“ porque han sido hechas según Dios.”
22 Después de esto fué Jesús con sus discípulos á la
tierra de Judea ; i allí continuaba con ellos, i ad-
23 ministraba inmersión : i también Juan la estaba
administrando en Enon, cerca de Salim ; porgue allí
habia muchas aguas : i venían [gentes] i recibían la
24 inmersión ; porque Juan no habia sido puesto aun
25 en la cárcel. Entonces tuvieron una disputa los dis-
cípulos de Juan, con los Judíos, acerca de la purifi-
26 cacion ; i fueron á Juan, i le dijeron : “ Maestro, el •
“ que estaba contigo mas allá del Jordán, de quien
“ tú has dado testimonio, hé aquí que está adminis-
27 “ trando inmersión, i todos van á éL” Respondió
Juan, i dijo : “ No puede ningún hombre recibir
* Maestro [ superior ] ; en griego, el maestro .
JUAN, CAP. IV. 173
28 11 nada, si no le es dado del cielo. Vosotros mismos
“ me estáis dando testimonio de que he dicho : 1 no
“ ‘ soi yo el Ungido, sino que soi enviado delante de
29 “ ‘ él.’ El esposo es el que tiene á la esposa ; mas el
“ amigo del esposo, que está [cerca de él], i lo escucha,
“ se llena de gozo, porque [oye] la voz del esposo.
“ Por tanto, este gozo mió se ha cumplido.
30 “ Es necesario que él vaya creciendo, i que yo vaya
“ menguando.
31 “ El que viene de arriba es superior á todos. El
“ que es de la tierra, es [parte] de la tierra, i [como]
“ de la tierra había. El que viene del cielo, es
32 “ superior á todos, i aquello de que da testimonio,
“ [es] lo que ha visto, i oido ; mas nadie recibe su
33 “ testimonio. El que lo ha recibido, ha atestiguado
34 11 con sello que Dios es veraz. Porque el que Dios
“ ha enviado, habla las palabras de Dios ; porque
35 “ Dios no da el Espíritu por medida [á él]. El Padre
“ ama al Hijo, i ha entregado todas las cosas en su
36 “ mano. El que tiene fé en el Hijo, tiene la vida
“ eterna ; mas el que no tiene fé obediente en el
“ Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios per-
“ manece sobre éL”
IV. 1 Cuando pues conoció el Señor que los Fariseos
habían oido que Jesús hacia i sumergía mas discí-
2 pulos que Juan, (aunque Jesús mismo no adminis-
3 traba inmersión, sino sus discípulos;) dejó Judea, i
4 fué otra vez á Galilea. I era necesario que pasase
5 por Samaría. Llegó pues á una ciudad de Samaría,
llamada Sicar,® próxima á la heredad que Jacob dio
6 á su hijo Josef I estaba allí la fuente de Jacob.
Jesús, pues, estando trabajado del camino, se habia
sentado, por eso, cerca de la fuente : era como la
7 hora de sexta : f [i] vino una muger de Samaría para
8 sacar agua. Díjole Jesús: “Dáme de beber.” (Por-
que sus discípulos habian ido á la ciudad para com-
9 prar alimento.) Díjole pues la muger Samaritaua :
“ ¡ Cómo [es que] tú, siendo Judío, me pides de
“ beber á mí, que soi Samaritana ?” Porque los
10 Judíos no comunican con los Samaritanos. Res-
pondió Jesús, i le dijo : “ Si [tú] hubieses conocido el
* Sicar, llamada también Síffucm ,• Hechos vii. 1G.
t Sexta , la hora antemeridiana.
T.
174
JUAN, CAP. IV.
“ don de Dios, i quién es el que te dice : ‘ Déme de
“ ‘ beber ; ’ tú le hubieras pedido á él, i [él] te hubiera
11 “ dado agua de vida.” ° Díjole la muger : “ Señor,
“ no tienes con que sacar[laj, i el pozo es profundo :
12 “ ¿ de dónde pues tienes el agua de vida ?° ¿ Eres
“ tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos did el
“ pozo, del cual bebieron él mismo, i sus hijos, i sus
13 “ganados?” Respondió Jesús, i le dijo: “Todo el
14 “ que bebe de esta agua, tendrá otra vez sed ; pero
“ cualquiera que bebiere del agua que yo le daré, no
“ tendrá sed jamas ; mas el agua que [yo] le daré,
“ vendrá á ser dentro de él una fuente de agua quo
15 “ irá brotando para [dar] la vida eterna.” Le dijo la
muger : “ Señor, dáme [de] esa agua, á fin de que no
“ tenga sed, ni haya de venir aquí para sacar [agua].”
16 Le dijo Jesús : “ Véte, llama á tu marido, x vuelve
17 “aquí.” Respondió la muger, i dijo: “No tengo
“ marido.” Díjole Jesús : “ Bien has dicho : 1 No
18 “ 1 tengo marido ; ’ porque cinco maridos has tenido ;
“ mas el que ahora tienes, no es tu marido : con ver-
19 “ dad has dicho esto.” Díjole la muger : “ Señor,
20 “ [yo] veo que tú eres profeta. Nuestros padres
“ adoraron en este monte ; i vosotros decis, que en
“ Jerusalem está el lugar donde se debe adorar.”
21 Díjole Jesús : “ Muger, ten fé en mí, que va á llegar
“ la hora, en que ni en este monte, ni en Jerusalem,
22 “ adorareis al Padre. Al que f vosotros adoráis, no
“ lo conocéis ; al que nosotros adoramos, lo conoce-
“ mos ; porque la Salvación ha de venir de los Judíos.
23 “ Mas la hora va á llegar, i ha llegado ya, en que los
“ verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu
“ i verdad ; porque el Padre demanda que tales
24 “ [sean] los que lo adoren. Dios es 'espíritu, i es
“ necesario que los que lo adoran, lo adoren en
25 “ espíritu i verdad.” Díjole la muger : “ Sé que va á
“ venir el Mesías,” (que quiere decir el Ungido ;)
26 “ cuando él venga, nos lo declarará todo.” Díjole
Jesús : “ Yo, que hablo contigo, [lo] soi.”
27 I en esto volvieron sus discípulos, i se maravillaron
de que hablase con la % muger ; pero ninguno [de
ellos le] dijo : “ ¿ Qué estas buscando ?” ó, “ ¿ Por
28 “ qué estas hablando con ella 1" Entonces la muger
* De vida, ó, vivifica Véase cap. vi. 51.
f Al que, ó lo que. ♦ La, ó una.
JTJAN, CAP. IV. 175
dejó su cántaro, i se fué á la ciudad, i dijo á las
29 gentes : “ Venid, [i] ved á un hombre, que me ha
“ dicho todo cuanto [yo] he hecho, j Acaso es este
30 “ el Ungido ?” Entonces salieron de la ciudad ; i
31 vinieron hácia éL Entretanto le rogaban ios discí-
32 pulos, diciendo: “Maestro, come.” Mas él les dijo:
“ Yo tengo para comer un alimento que vosotros no
33 “ conocéis.” Se decían pues los discípulos unos á
34 otros : “ i Acaso le ha traído alguno de comer ?” Les
dijo Jesús : “ Mi alimento es, el hacer la voluntad
35 “ del que me ha enviado, i el consumar su obra. ¿ No
“ decis vosotros : ‘ Aun hai cuatro meses hasta que
“ ‘llegue la siega’ ? Hé aquí, [yo] os digo : Alzad
“ los ojos, i mirad los campos, porque ° ya están
36 “ blancos, [i] para segarse. I el que siega recibe
“ recompensa, i recoge fruto para la vida eterna ; á
“ fin de que igualmente el que siembra i el que siega
37 “ se gocen juntos. Porque en esto se [verifica] el dicho
“ verdadero : 1 Uno es el que siembra, i otro el que
38 “ ‘ siega : ’ yo os he enviado á segar aquello [por]
“ lo cual vosotros no habéis trabajado ; otros han
“ trabajado, i vosotros habéis entrado en su trabajo.”
39 I muchos de los Samaritanos de aquella ciudad
tuvieron fé en él, por causa del dicho de la muger,
que dió [este] testimonio : “ Me ha dicho todo cuanto
“ [yo] he hecho.”
40 Cuando, pues, hubieron venido a él los Samaritanos,
le rogaron que se quedase con ellos ; i se quedó allí
41 dos dias. I muchos mas tuvieron fé [en él], por causa
42 de lo que él dijo ; i decian á la muger : “ Ya no
“ tenemos fé por causa de tu dicho, [sino] porque
“ nosotros mismos [lo] hemos oido, i sabemos que
“ este es verdaderamente el Salvador del mundo,
“ el Ungido.”
43 I después de los dos dias, salid de allí, i se fué hácia
44 Galilea. [Mas no fué á Nazaret] ,j porque Jesús mis-
mo habia dado testimonio que profeta no recibe
45 honor en su patria. Cuando pues hubo llegado á
Galilea, los Galileos lo recibieron, habiendo visto
todas las cosas que habia hecho en Jerusalem durante
la fiesta ; pues también ellos habían ido á la fiesta.
* Porque, ó que.
t Nazaret se llamaba la patria de Jesús. Véase Lucas ¡v. 16, 23:
Marcos vi. 1, 4 ; Mat. xiii. 54-57.
17G JUAN, CAP. V.
46 Fué pues Jesús otra vez á Caná de Galilea, donde
había hecho el agua vino.
Ihabia un [ministro] del rei,cuyo hijo estaba enfermo
47 en Cafarnaum. Este, habiendo oido que Jesús habia
venido de Judea á Galilea, fuá á él, i le rogó, que
48 bajase i curase á su hijo ; porque iba á morir. En-
tonces le dijo Jesús : “Si no viereis milagros i pro-
49 “ digios, no tendréis fé.” Le dijo el [ministro] del
rei : “ Señor, baja [adonde está,] mi niño, ántes que
60 “ muera.” Díjole Jesús : “ Véte, tu hijo vive.” I el
hombre tuvo fó en la palabra que le habia dicho
61 Jesús, i se fuá. I estando él bajando ya [hácia Cafar-
naum], sus siervos lo encontraron, i [le] avisaron,
62 diciendo : “Tu niño vive.” Entonces les preguntó á
qué hora habia mejorado. I le dijeron : “ Ayer, i
63 “ la séptima hora 0 lo dejó la calentura.” Entonces
supo el padre que [era] la hora en que le habia dicho
Jesús : “ Tu hijo vive;” I tuvieron fé, él i toda su
casa.
64 Este [fué] el segundo milagro que hizo Jesús,
después de haber vuelto de Judea á Galilea.
V. 1. Después de esto llegó una fiesta de los Judíos, i
2 subió Jesús á Jerusalem. I en Jerusalem, cerca de
[la puerta] de las ovejas, hai un baño, llamado en
3 hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En
estos yacía una gran muchedumbre de enfermos,
ciegos, cojos, gafos, esperando el movimiento del
4 agua. Porque un mensagero solia bajar en [cierto]
tiempo al baño, i turbar el agua ; entonces el que
entraba primero después de tobarse el agua, sanaba
6 de cualquiera dolencia que tuviese. I estaba allí un
hombre que habia tenido [su] enfermedad treinta i
6 ocho años. Jesús habiéndolo visto yacer, i habien-
do conocido que habia tenido [la enfermedad] ya
7 mucho tiempo, le dijo : “ i Quieres sanar 1” Le res-
pondió el enfermo : “ Señor, no tengo quien me meta,
“ cuando se ha turbado el agua, en el baño ; pero
“ mientras yo voi [á entrar], otro baja ántes que yo.”
8 Díjole Jesús : “ Levántate, toma tu camilla, i anda.”
9 I luego sanó el hombre, i tomó su camilla, i anduvo.
I aquel dia era dia de reposo.
10 Decían entonces los Judíos al que habia sanado :
* La hora prima postmeridiano.
JUAN, CAP. V. 177
“ Dia de reposo es ; no te es lícito tomar tu camilla.”
11 Les respondió: “El mismo que me ha sanado, me
12 dijo : ‘ Toma tu camilla, i anda.’” Entonces le pre-
guntaron : “ i Quién es el hombre que te dijo : ‘ Toma
13 “ ‘ tu camilla, i anda ” Mas el que habia sanado,
no sabia quién era [ese] ; porque Jesús se habia
retirado de aquel lugar, habiendo allí mucha gente.
14 Después de esto lo halló Jesús en el lugar santo, i
le dijo : “ Hé aquí, has sanado, no peques mas, para
15 “ que no te suceda alguna cosa peor.” Se fué el
hombre, i anunció á los Judíos, que Jesús era el que
lo habia sanado.
16 I por esta causa los Judíos perseguían á Jesús, i pro-
curaban darle muerte, porque habia hecho estas cosas
17 en dia de reposo. I Jesús les respondió : “ Mi Padre
“ ha estado trabajando hasta ahora ; i he estado tra-
18 “ bajando yo.” Entonces, por esto, procuraban mas
los Judíos darle muerte, porque no solamente habia
quebrantado el dia de reposo, sino que también habia
dicho que Dios era su propio Padre ; haciéndose
19 igual á Dios. Entonces respondió Jesús, i les dijo :
“ En verdad, en verdad os digo, que no puede el
“ Hijo hacer nada por sí mismo ; sino lo que vea
“ hacer al Padre ; porque lo que haga él, el Hijo
20 “ también lo hace del mismo modo. Porque el Padre
“ ama al Hijo, i le muestra todas las cosas que él
“ mismo hace ; i mayores obras que estas le mostrará,
21 “ para que vosotros os maravilléis Porque así como
“ el Padre resucita á los muertos, i [les] da vida, de
“ este modo el Hijo también da vida á los que quiere.
22 “ Porque ni juzga el Padre á nadie, sino que ha en-
23 “ tregado todo el [poder de] juzgar al Hijo, para
“ que todos honren al Hijo, así como honran al Padre.
“ Quien no honra al Hijo, no honra al Padre que lo
“ ha enviado.
24 “ En verdad, en verdad os digo, que quien atiende
“ á° mi palabra, i tiene fé en el que me ha enviado,
“ tiene la vida eterna, i no ha de ser condenado,
“ sino que ha pasado de la muerte á la vida.
25 “ En verdad, en verdad os digo, que la hora va á
“ llegar, i ha llegado ya, en que los muertos aten-
“ deran á la voz del Hijo de Dios, i los que [le]
26 “ atendieren, vivirán. Porque así como el Padre
* Atiende á, 6 oye.
178
JUAN, CAP. V.
“ tiene la vida en sí mismo, de este modo ha dado
27 “ al Hijo también el tener la vida en sí mismo, i
“ le ha dado autoridad de juzgar también, porque es
“ Hijo del Hombre. ,
28 “ No os maravilléis de esto ; porque va 4 llegar la
“ hora, en que todos los que [esten] en los sepulcros,
29 “ atenderán 4 su voz, i saldrán, los que han hecho
“ lo bueno, en resurrección para la vida ; i los que
“ han hecho lo malo, en resurrección para la con-
30 “ denacion. ° No puedo yo, por mí mismo, hacer
“ nada. Según [los ordenes 4 que] he de atender,
“ he de juzgar ; i mi juicio ha de ser justo ; P or 9 u ®
“ procuro [hacer], no mi voluntad, sino la voluntad
“ de [mi] Padre que me ha enviado.
31 “ Aunque yo doi testimonio de mí mismo, ¿ [si-
“ euesc que] mi testimonio no es verdadero ?
32 “ Otro hai que da testimonio de mí, i sé que verda-
« dero es el testimonio que da de mí [el].
33 “Vosotros habéis enviado [mensagerosj a Juan, i
34 “ rél] ha dado testimonio á la verdad. Mas el testi-
“ monio [que] yo he de recibir, no [sale] de hom-
“ bre : sin embargo, digo esto para que vosotros os
35 “ salvéis. El era la lámpara que arde i resplandece ;
“ i vosotros quisisteis, por una hora, alegraros con
“ su luz.
36 “ Mas yo tengo el testimonio [que es] mayor que
“ [el] de Juan ; porque las obras que [mi] l adre me
“ ha dado para consumar, [á saber] las obras mis-
“ mas que yo estoi haciendo, dan testimonio de mi,
“ de que [mi] Padre me ha enviado.
37 “ I [mi] Padre que me ha enviado, él mismo ha
«i dado testimonio de mí: cuya voz no habéis oído
38 “ í vosotros] jamas, ni habéis visto su aspecto ; ni
“ tampoco habita su palabra en vosotros ; porque en
“ quien lo ha enviado, no teneis vosotros fé.
39 “ Examinad las Escrituras ; porque vosotros pensáis
“ que, según ellas, teneis [ya] la vida eterna ; i [no
“ obstante], ellas son las que dan testimonio de
40 “ mí, 4 quien no queréis venir, para que tengáis la
u vida. , ,
41 “ La gloria que [viene] de los hombres, no be de
42 “ recibirla ; mas conozco que vosotros no teneis
* Condenación, 6 juicio.
JUAN, CAP. VI. 170
43 “ el amor de Dios en vosotros. Yo he venido en el
“ nombre de mi Padre, i á, mí no me recibis ; si otro
“ viniere en su propio nombre, á aquel lo recibiréis.
44 “ i Cómo podéis vosotros tener fé, que estáis recibiendo
“ gloria unos de otros, i la gloria que [viene] del solo
“ Dios, no [la] estáis buscando ?
45 “ j Pensáis que yo os acusaré ante [mi] Padre .
« Hai uno que os ba de acusar ; Moisés, en quien
46 “ vosotros esperáis : porque si hubieseis tenido fé en
« Moisés, la hubierais tenido en mí ; porque el ba
47 “ escrito de mí. Mas si no teneis fé en sus escrituras,
“ ¿ cómo la tendréis en mis palabras ?”
VI. 1 Después de esto se fué Jesús, i atravesó la mar de
2 Galilea, [que es la] de Tibenas. I lo seguían muchas
gentes ; porque habian visto los milagros que había
hecho con los enfermos. .
3 I Jesús subió al monte, i se sentó allí con sus
4 discípulos. I la fiesta de los Judíos, [llamada] la
5 Pascua, se acercaba. Entonces alzó los ojos Jesús,
i vió que muchas gentes venían hácia él ; i dijo á
Felipe : “ ¿ De dónde compraremos pan, para que
6 “coman estos?” Mas esto dijo, para ponerlo á
prueba ; porque él mismo sabia lo que iba á. hacer.
7 Respondióle Felipe : “ Dos cientos denarios ° de pan
“ no les bastan, para que cada uno de ellos tome un
8 “ poco.” Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de
9 Simón Pedro, le dijo : “ Aquí hai un mancebo solo,
“ que tiene cinco panes de cebada, i dos peces : mas
10 “ ¿ qué es esto para tantos ?” I Jesús dijo : “ Haced
“ que las gentes se reclinen [para comer].” I había
mucha yerba en el lugar. Se reclinaron pues los
11 varones, como en numero de cinco miL I Jesús tomó
los panes, i, habiendo dado gracias, [los] repartió
entre los discípulos, i los discípulos entre los que
estaban reclinados ; i asimismo cuanto quisieron de
12 los peces. I cuando se hubieron saciado, dijo á sus
discípulos : “ Recoged los pedazos que han sobrado,
13 “ para que nada se pierda.” [Los] recogieron pues,
i llenaron doce cestas de los pedazos que habian so-
brado de los cinco panes de cebada, después que
14 hubieron comido las gentes. Entonces al ver el mi-
lagro que Jesús había hecho, dijeron : “ Este es
* El denario valia cerca de un real de plata i un tercio.
180 JUAN, CAP. VI.
“ verdaderamente el Profeta que halda de venir al
“ mundo."
15 Entonces Jesús, habiendo conocido que iban á
venir i arrebatarlo, para hacerlo rei, se retiró otra
vez, él solo, al monte.
16 I cuando hubo venido la tarde, bajaron sus discí-
17 pulos á la mar ; i, habiendo entrado en la barca,
iban atravesando la mar hácia Cafarnaum. I cuan-
do ya hubieron sobrevenido las tinieblas, Jesús no
18 habia venido á ellos : i se levantaba la mar con un
19 viento recio que soplaba. I después de haber remado
como unos veinte i cinco, ó treinta estadios, 0 vieron
á Jesús [venir] andando sobre la mar, i acercarse á
20 la barca : i se llenaron de temor. Mas él les dijo :
21 11 Yo soi ; no temáis.” Entonces quisieron recibirlo
en la barca ; i luego la barca llegó á tierra hácia
donde iban.
22 La gente que estaba mas allá de la mar, habia
visto que no habia ninguna otra barquilla allí, sino
aquella sola en que habían entrado los discípulos de
Jesús, i que él no habia entrado en ella junto con
23 ellos, sino que sus discípulos se habían ido solos : i,
al día siguiente, pues que otras barquillas habían
venido de Tibérias, cerca del lugar en que habían
comido el pan, después de haber dado gracias el
24 Señor, cuando vió la gente que Jesús no estaba allí,
ni sus discípulos, también ellos entraron en las barcas,
26 i fueron á Cafarnaum, en busca de Jesús. I habién-
dolo hallado [después de] atravesar la mar, le dijeron :
26 “ Maestro, ¿ cuando veniste aquí ?” Respondióles
Jesús, i dijo : “ En verdad, en verdad os digo : Me
“ buscáis, no porque visteis milagros, sino porque
27 “ comisteis de los panes, i os hartasteis. Trabajad,
« no [solamente por] la comida que peroce, sino por
“ la que permanece para [dar] la vida eterna, [la
“ comida] que os dará el Hijo del Hombre ; porque
“ en este ha impreso su sello [mi] Padre, Dios."
28 Entonces le dijeron : “ ¿ Qué hemos de hacer, para
29 “ trabajar [en] las obras de Dios ? ” Respondió Jesús,
i les dijo : “ Esta es la obra de Dios, que tengáis fé
30 “ en el que él ha enviado.” Entonces le dijeron :
“ Pues ¿ qué milagro haces tú, para que [lo] veamos,
31 “ i tengamos fé en tí ? ¿ Qué trabajas [tú] ? Nuestros
* V einto i nueve estadios hacen una legua castellana.
JIJAN, CAP. VL 181
“ padres comieron el maná en el despoblado, como
82 “ está escrito : ‘Les dió pan del cielo á comer.’ ” En-
tonces les dijo Jesús: “En verdad, en verdad os
“ digo : El [pan] verdadero, no [es] el pan del cielo
“ [que] os díó Moisés, sino el pan del cielo [que] os
33 “ da mi Padre. Porque el pan de Dios es el que
34 “ baja del cielo, i da vida al mundo.” Entonces le
35 dijeron: “Señor, danos siempre este pan.” I Jesús
les dijo: “Yo soi el pan de vida; el que viene á
“ mí no tendrá hambre, i el que tiene fé en mí, no
36 “ tendrá sed jamas. Mas á vosotros os he dicho, que
37 “ aunque me habéis visto, no teneis fé [en mí]. Todo
“ [hombre] que me da [mi] Tadre, vendrá á mí ; i al
38 “ que venga á mí, no [lo] echaré fuera. Porque he
“ bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino
39 “ la voluntad del que me ha enviado. I esta es la
“ voluntad de [mi] Padre que me ha enviado, que
“ [yo] no pierda [á ninguno] de todos los ° que me
“ ha dado, sino que [yo] los resucite, en el último dia.
40 “ Esta también es la voluntad del que me ha enviado,
“ que todo el que vea al Hijo i tenga fé en él, tenga
“ la vida eterna, i que yo lo resucite en el último
“ dia.”
41 Entonces murmuraban los Judíos de él, porque
habia dicho: “Yo soi el pan que ha bajado del
42 “cielo.” I decían: “¿ No es este, Jesús hijo de Josef,
“ cuyo padre i cuya madre nosotros conocemos ?
43 “ Pues, ¿cómo dice: ‘He bajado del cielo V” En-
tonces Jesús respondió, i les dijo: “No murmuréis
44 “ unos con otros. Nadie puede venir á mí, si [mi]
“ Padre que me ha enviado, no lo trae ; i yo lo re-
45 “ sucitaré en el último dia. Escrito está en los pro-
“ fetas : ‘ I todos [ellos] habran sido enseñados por
“ ‘ Dios.’ Por tanto, todo el que ha atendido á [lo
“ que enseña] el Padre, i [lo] ha aprendido, viene á
46 “ mí. No porque al Padre lo haya visto alguno, sino
“ el que ha venido de Dios ; este ha visto al Padre.
47 “ En verdad, en verdad os digo : El que tiene fe
48 “ en mí, tiene la vida eterna. Yo soi el pan de la
49 “ vida. Vuestros padres comieron el maná en el des-
60 “ poblado, i murieron : [mas] este pan es el que ha
“ bajado del cielo para que cada uno que coma de
61 “ él, no haya de morir. Yo soi el pan de vida que
* Todos los , en griego todo lo.
l2
182
JUAN, CAP. VI.
“ ha bajado del cielo ; si alguno comiere de este pan,
“ vivirá para siempre.
“ I también [os digo] que el pan que yo daré, es
“ mi carne ; la cual yo daré á favor de la vida del
“ mundo.” .
52 Entonces los Judíos altercaban unos con otros, dicien-
do : “¿Cómo puede este darnos [su] carne á comer?”
63 Di] oles pues Jesús : “ En verdad, en verdad os
“ digo: Si no comiereis la carne del Hijo del Hom-
« bre, i no bebiereis su sangre, no tendréis, vida en
54 “ vosotros. Quien come mi carne, i bebe mi sangre,
“ tiene la vida eterna, i yo lo resucitaré en el último
55 “ dia. Porque mi carne, verdaderamente, es comida ;
56 “ i mi sangre, verdaderamente, es bebida. Quien
“ come mi carne, i bebe mi sangre, habita en mí, i
57 “ yo [habito] en él. Así oomo me ba enviado [mi]
» Padre que da la vida, i [mi] Padre es causa de mi
“ vida ; así, á aquel también que me come, seré yo
68 “ causa de vida. Este pan es el que ba bajado del
“ cielo [para que el que lo coma] no [muera], asi
“ como vuestros padres comieron el maná, i murieron :
“ quien coma este pan, vivirá para siempre.”
59 Estas cosas las dijo [Jesús] enseñando en la congre-
60 gacion, en Cafamaum. Entonces muchos de sus
discípulos, que habían oido [esto], dijeron: “Duro
61 “es este dicho; ¿quién puede oirlo?” Mas Jesús,
sabiendo en sí mismo, que sus discípulos murmura-
ban de esto, les dijo : “ ¿ Es esto un tropiezo para
62 “ vosotros ? ¿ Pues [qué diríais] si viereis al Hijo del
63 “ Hombre subir á donde estaba ántes ? El Espíritu
» es el que da la vida ; la carne no aprovecha nada ;
“ las palabras que yo os digo, son espíritu i también
64 “ vida. Mas bai algunos de vosotros que no. tienen
“ fé [en mí].” Porque Jesús sabia desde el principio,
quienes eran los que no tenian fé [en él], i quien era
65 el que iba á entregarlo. I dijo : “ Por esto [yo]
“ os he dicho que nadie puede venir á mí, si no por
“ don de mi Padre.”
66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron
67 atras, i no andaban mas con él. Dijo, pues, Jesús á
68 los doce: “¿También vosotros quereis_iros 1 " En-
tonces le respondió Simón Pedro : “ Señor, ¿ á quién
“ iremos ? [Tú] tienes las palabras de vida eterna ;
69 “ i nosotros creemos, i conocemos que tú eres el
JUAN, CAP. VII. 183
70 “ Ungido, el Hijo de Dios, del que da vida.” 0 Les
respondió Jesús : “ ¿ No he escogido yo á vosotros
“ doce ? I [no obstante] uno de vosotros es un ca-
71 “ lumniador.” I hablaba de Judas Iscariote, [hijo]
de Simón ; porque este, que era uno de los doce, iba
á entregarlo.
VII. 1 I Jesús, después de esto, andaba por Galilea ; por.
que no quiso andar por Judea, porque los Judíos
procuraban darle muerte.
2 I cuando se hubo acercado la fiesta de los Judíos,
3 plomada] la del plantar pabellones, le dijeron sus
hermanos : “ Pasa de aquí, i vete á Judea, para que
“ también tus discípulos vean las obras que haces.
4 “ Porque nadie hace nada en oculto, que procura
“ darse á conocer. Ya que f haces estas cosas, mani-
6 “ fiéstate al mundo.” Porque ni aun sus hermanos
6 tenian fé en él. Entonces les dijo Jesús : “ Mi tiempo
“ no ha llegado aun ; mas el vuestro está siempre
7 “ pronto. No puede el mundo aborreceros á voso-
“ tros ; mas á mí me aborrece, porque yo doi testi-
8 “ monio de que sus obras son malas. Subid vosotros
“ á esta fiesta ; yo no subo á ella todavia ; porque
9 “ mi tiempo no está aun cumplido.” I habiéndoles
dicho esto, se quedó en Galilea.
10 Mas después que hubieron subido sus hermanos,
entonces también él subió á la fiesta, no públicamente,
sino casi de oculto.
11 Entonces los Judíos lo buscaban durante la fiesta,
12 i decían : ¿Dónde está?” I [era] mucho lo que se
susurraba de él entre las gentes ; unos decían :
“ Bueno es :” otros decían : “ No, sino que extravia
13 “ á las gentes.” Pero nadie hablaba en público de
él, por temor de los Judíos.
14 I estando ya en mitad de la fiesta, subió Jesús al
15 lugar santo, i estaba enseñando. I se maravillaban
los Judíos, i decían : “ ¿ Cómo [es que] sabe este de
16 “ letras, sin haberlas aprendido ? ” Respondióles
. Jesús, i dijo : “ Mi doctrina no es mia, sino de aquel
17 “ que me ha enviado. Si alguno quiere hacer su
“ voluntad, [la de Dids], conocerá si [mi] doctrina
18 “ viene de Dios, ó si yo hablo por mí mismo. Quien
“ habla por sí mismo, busca su propia gloria ; mas
* Del que da vida, ó vivo. t Ya que, ó si.
184
juan, cap. vn.
“ el que busca la gloria del que lo ha enviado, es
“ veraz, i no hai nada engañoso ° en éL
19 “ ¿No [es] Moisés [el que] os di tí la lei ? I [sin
“ embargo] ninguno de vosotros cumple la lei. ¿ Por
20 “ qué procuráis darme muerte?” Respondió la
gente, i dijo : “ Demonio tienes [en tí] ; ¿ Quién
21 “es el que procura darte muerte?” Respondió
Jesús, i les dijo : “ Una obra he hecho, de que todos
22 “ os estáis maravillando. Por haberos dado Moisés
“ la circuncisión, (aunque no vino [primeramente]
“ de Moisés, sino de los padres), hasta en el día de
23 “ reposo [soléis] circuncidar á un hombre. Si ha do
» recibir un hombre la circuncisión en dia de reposo,
“ para que no se quebrante la lei de Moisés, ¿ tencis
“ ira contra mí, porque he sanado enteramente tí. un
24 “ hombre en dia de reposo ? No jusgueis [con par-
“ cialidad] délas personas,! sino juzgad con un juicio
“ recto.”
25 Entonces dijeron unos de los de Jerusalem : ‘ ¿ Mo
26 “ es este á quien procuran dar muerte ? I hé aquí
“ que habla en público, i no le dicen nada. ¿ Acaso
“ están cerciorados los príncipes de que este es ver-
27 “ daderamente el Ungido ? Pero sabemos de donde
« es este ; mas, cuando venga el Ungido, nadie ha de
“ saber de donde haya venido.]
28 Entonces Jesús, [que estaba] enseñando en el lugar
santo, exclamó, i dijo : “ ¿ A mí me conocéis, i tam-
“ bien, de donde he venido ?§ Pero no he venido
“ por mí mismo, sino que verdadero es el que me
29 “ ha enviado, á quien vosotros no conocéis. Mas yo
“ lo conozco, porque de él he venido, i él [es el que]
“ me ha enviado.”
30 Entonces procuraban prenderlo ; mas nadie le
echó mano; porque aun no liabia llegado su hora.
31 I muchos de las gentes tuvieron fó en él, i decían :
“ Cuando venga el Ungido, ¿ acaso hará mas milagros
32 “ que los que este ha hecho ?” Los Fariseos oyeron á
las gentes murmurar acerca de él estas cosas ; i ellos
i los príncipes de los sacerdotes enviaron ministros
para prenderlo. ,
33 Di joles pues Jesús : “ Todavía, por poco tiempo, he
* Engañoso, ó injusto.
t [ Con parcialidad ] de las personas ; en griego, según rostro.
} Haya venido, ó sea. § Be venido, ó soi.
JUAN, CAP. Vn. 185
« de estar con vosotros, i [después] he de ir al que me
34 “ ha enviado. Me buscareis, mas no [me] hallareis ;
“ i adonde he de estar yo, vosotros no podéis venir.”
35 Entonces dijeron los Judíos entre sí : “ ¿ A dónde
“ ha de ir este, que nosotros no lo hallaremos ? ¿ Ha
“ de ir á los [Judíos] dispersos entre los gentiles, 0 i á
36 “ enseñar á los gentiles ? ¿ Qué significa esta palabra
•* que ha dicho : 1 Me buscareis, mas no [me] halla-
•t * r eis ; i adonde he de estar yo, vosotros no podéis
“ ‘ venir ?’ ”
37 I en el último i gran dia de la fiesta se puso en
pié Jesús, i exclamó, diciendo ; “ Si alguno tiene sed,
38 “ venga á mí, i beba. Del seno del que tenga fó en
“ m í, así como ha dicho la Escritura, manaran ríos
39 “ de agua de vida.” I esto lo dijo con respecto al
Espíritu, que iban á recibir los que tuviesen fé en él ;
pues aun no habia venido el Espíritu Santo, porque
40 ni tampoco Jesús todavía se habia glorificado. En-
tonces muchos de las gentes, que habian oido [su]
palabra, dijeron : “ Este es verdaderamente el Pro-
41 “ feta.” Otros dijeron : “ Este es el Ungido.” Mas
otros dijeron: “Pues, ¿ha de venir el Ungido de
42 “ Galilea ? ¿No ha dicho la Escritura que [es] del
“ linage de David, i del lugar de Betlehem, en donde
43 “ estaba David, que el Ungido ha de venir ?” Habia
44 pues división entre las gentes por causa de él ; i
algunos de ellos querían prenderlo ; mas nadie le
echó mano. _ .
45 Entonces volvieron los ministros á los príncipes de
los sacerdotes, i á los Fariseos; i estos les dijeron :
46 “ ¿ I’or qué no lo habéis traido ?” Respondieron los mi-
nistros : “ Jamas habló hombre como este [habla].”
47 Entonces les respondieron los Fariseos : “ ¿ También
48 “ vosotros estáis extraviados ? ¿ Ha tenido íé en él
49 “ alguno de los príncipes, ó de los Fariseos ? Mas
“ estas gentes que no saben la lei, son malditas.
50 Nicodemo, que habia venido á [Jesús] f de noche, [i]
61 era uno de ellos, les dijo : “ ¿ [Permite] nuestra lei
“ condenar al hombre, sin haberlo oido, primero, i
52 “ sin saber lo que ha hecho ?” Respondieron, i le
- - dijeron : “ ¿ Eres tú también de Galilea ? Examina
V
* Entre los gentiles ; en griego, de los griegos.
f [Jesús]; en griego, él.
186
JUAN, CAP. vm.
“ i mira que no ha de levantarse un profeta de
“ Galilea.”
63 I se fué cada uno á su casa.
VIII. 1 Mas Jesús se fué al Monte de los Olivos.
2 I mui de mañana vino otra vez al lugar santo, i
todo el pueblo venia á el ; i, habiéndose sentado, los
enseñaba.
3 I los escribas i los Fariseos le trajeron una muger
sorprendida en adulterio ; i, habiéndola puesto en
4 medio, le dijeron : “ Maestro, esta muger ha sido
5 “ sorprendida en el acto de cometer adulterio ; i, en
“ la lei, Moisés nos ha mandado apedrear á estas
6 “ tales. ¿ Tú pues, qué dices?” Esto lo dijeron, para
tentarlo, i tener [con qué] acusarlo. Mas Jesús, ha-
biéndose inclinado hácia la tierra, escribía con el dedo
7 en ella ; i cuando seguían preguntándole, se en-
derezó, i les dijo : “Aquel de vosotros que esté sin
8 “ pecado, [sea] el primero que le tire la piedra.” I
otra vez se inclinó hácia la tierra, i continuaba escri-
9 hiendo en ella. I ellos, habiendo oido [esto], i estando
reprendidos por [su] conciencia, se iban saliendo
uno tras otro, empezando por los ancianos, hasta
los últimos ; i dejaron solo á Jesús, i á la muger que
10 babia estado en pié en medio. I cuando se enderezó
Jesús, i no vió á nadie mas que á la muger, le dijo :
“ Muger, i dónde están los tus acusadores ? ¿ No te
11 “ ha condenado ninguno ?” I ella dijo : “Ninguno,
“ Señor.” I le dijo Jesús : “ Ni yo tampoco te con-
“ deno ; vete, i no peques mas.”
12 Entonces habló Jesús otra vez á las [gentes], dicien-
do : “ Yo soi la Luz del mundo ; el que me siga, no
“ andará en tinieblas, sino que tendiá la luz de la vida.”
13 Entonces le dijeron los Fariseos: “Tú das testi-
« monio de tí mismo ; [por tanto] tu testimonio
14 “ no es verdadero.” Respondió Jesús, i les dijo :
“ Aunque yo doi testimonio de mí mismo, mi testi-
“ monio es verdadero ; porque [yo] sé de donde be
“ venido, i adonde voi, i vosotros no sabéis de donde
16 “ vengo, ni adonde voi. Vosotros [me] estáis juz-
“ gando según la carne : e yo no estoi juzgando á
16 “nadie; mas si yo también he de juzgar, mi juicio ha
JUAN, CAP. Vin. 187
“ de ser el verdadero ; porque no he de juzgar ° solo,
17 “ sino con [mi] Padre que me ha enviado. I tam-
“ bien en vuestra lei está escrito, que el testimonio
18 “ de dos hombres es verdadero. [Uno] yo soi, que
“ doi testimonio de mí mismo ; i da testimonio de
“ mí [mi] Padre que me ha enviado.”
19 Entonces le dijeron : “ ¿ En dónde está tu Padre ?”
Respondió Jesús : “ Ni me conocéis á mí, ni á mi
“ Padre : si me hubiéseis conocido á mí, bubiérais
“ conocido también á mi Padre.”
20 Estas palabras dijo Jesús en el [atrio del] tesoro,
enseñando en el lugar santo.
I nadie lo prendió, porque no babia llegado todavía
su hora.
21 Entonces les dijo Jesús otra vez : “ Yo me voi, i
“ [vosotros] me buscareis, i en vuestro pecado mori-
22 “ reis ; adonde yo voi, vosotros no podéis ir.” En-
tonces dijeron los Judíos : “ ¿ Acaso se dará muerte,
“ [*] P or eso dice : ‘ Adonde yo voi, vosotros no podéis
23 “ ‘ ir V ” I les dijo : “Vosotros sois do los de abajo ;
“ yo soi de los de arriba ; vosotros sois [de los] de
24 “ este mundo ; yo no soi [de los] de este mundo. Por
“ tanto os he dicho que moriréis en vuestros peca-
“ dos ; porque si no creyereis que yo soi [el Un-
“ gido], moriréis en vuestros pecados.”
25 Entonces le dijeron : “ ¿ Quién eres tú 1 ” I les dijo
Jesús : “ Todo lo que [os dije] al principio, os digo
26 “ también [ahora] : muchas cosas tengo que decir, i
“ que condenar, respecto á vosotros ; mas el que me
“ ha enviado es verdadero, i lo que yo digo en el
27 “ mundo, es lo que él me ha dicho.” No enten-
dieron que les hablaba de [su] Padre.
28 Entonces les dijo Jesús : “ Cuando hubiereis levan-
“ tado en alto al Hijo del Hombre, entonces sabréis
“ que yo soi [el Ungido] ; i que no hago nada por
“ mí mismo, sino que hablo lo que me ha enseñado
29 “ mi Padre. I el que me ha enviado, está conmigo ;
“ no me ha dejado solo [mi] Padre ; porque yo bago
“ siempre lo [que] le [es] agradable.”
30 Diciendo él estas cosas, muchos tuvieron fé en éL
31 Entonces dijo Jesús á los Judíos que habían tenido
fé en él : “ Si permaneciéreis vosotros en mi pa-
la carne y íi saber inicuamente. Véase Rom. viii. 4-7.
Juzgar ; en griego, estar.
188 JUAN, CAP. VIII.
82 “ labra, sereis verdaderamente mis discípulos ; i
“ conoceréis la verdad, i la verdad os hará libres.
83 Lo respondieron : “ Somos del linage de Abraham ;
“ i no hemos sido siervos de nadie jamas. ¿ Cómo
34 “ [es que] tú dices: ‘ Vendréis á ser libres?’” Les
respondió Jesús: “En verdad, en verdad os digo,
“ que todo el que comete el pecado, es 6Íervo del
35 “ pecado. I el siervo no permanece en la casa para
“ siempre ; [mas] para siempre permanece el hijo.
36 “ Si pues el Hijo os hiciere libres, sereis realmente
37 “ libres. [Yo] sé que sois del linage de Abraliam ;
“ mas procuráis darme muerte ; porque mi pala-
38 “ bra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que
“ he visto, [estando] con mi Padre ; i así vosotros
“ hacéis lo que habéis visto, [estando] con vuestro
“ padre.”
39 Respondieron, i le dijeron : “ Nuestro padre es
“ Abraham.” Les dijo Jesús : “ Si fuerais hijos de
40 “ Abraham, haríais las obras de Abraham ; mas
“ ahora procuráis darme muerte á mí, hombre que
“ os he dicho la verdad que he oido de Dios. 0 Tal
41 “ cosa no hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras
“ de vuestro padre.”
Entonces le dijeron: “Nosotros no hemos nacido
“ de fornicación ; un solo padre tenemos, [que es]
42 “ Dios.” Díjoles pues Jesús : “ Si Dios fuera vuestro
“ Padre, me hubierais amado ; porque yo he pro-
“ cedido i venido de Dios ; i porque no he venido
43 “ por mí mismo, sino que él me ha enviado. ¿ Por
“ qué no entendéis lo que digo ? [Es] porque no
44 “ podéis oir mi palabra. Vosotros teneis por padre
“ al calumniador ; i queréis ejecutar los deseos de
“ vuestro padre. El ha sido homicida desde el prin-
“ cipio ; i en la verdad no ha persistido, porque
“ no liai verdad en él. Cuando dice mentira, habla
“ [como uno] de los suyos ; porque es mentiroso, i
45 “ padre del [mentiroso]. I porque yo digo la ver-
46 “ dad, no teneis fé en mí. ¿ Quién de vosotros me
“ reprende con respecto al pecado ? i si digo la ver-
47 “ dad, ¿ por qué no teneis vosotros fé en mí ? El que
* 11c oido de Dios, 6, me ha enseñado Dios.
JUAN, CAP. IX. 189
“ es de Dios, oye las palabras de Dios ; por esto voso-
“ tros no [las] ois, porque no sois de Dios.”
48 Entonces respondieron los Judíos, i le dijeron :
“ l No decimos hien nosotros, que tú eres un Samari-
49 “ taño, i que tienes [en tí] un demonio ? ” Respondió
Jesús : “ Yo no tengo [en mí] un demonio, sino que
“ honro á mi Padre, i vosotros me deshonráis á mí.
50 “ Aunque yo no busco mi gloria, hai uno que pa]
51 “ busca, i ha de ser juez. En verdad, en verdad os
“ digo, que si alguno guardare mi palabra, no morirá
“ jamas.”
52 Entonces le dijeron los Judíos : “ Ahora sabemos
“ que tienes [en tí] un demonio. Abraham murió,
“ i [murieron] los profetas ; i tú dices : 1 Si alguno
53 “ 1 guardare mi palabra, no morirá jamas.’ ¿ Eres tú
“ mayor que nuestro padre Abraham, que murió ? ¿ i
“ [que] los profetas, [que] murieron [también] ? Tú
54 “ ¿ por quién te tienes?” Respondió Jesús : “Siró
“ me glorifico á mí mismo, mi gloria no es nada. El
“ que me ha de glorificar es mi Padre, de quien vo-
55 “ sotros decís, que es vuestro Dios ; i [sin embargo]
“ no lo habéis conocido ; mas yo lo conozco ; i si
“ dijere que no lo conozco, seria, semejante á vosotros,
“ un mentiroso. Mas lo conozco, i guardo su palabra.
56 “ Abraham, vuestro padre, se alegró de que habia de
“ ver mi dia ; i ¡lo] vió, i se gozó.”
57 Entonces los Judíos le dijeron : “ Aun, no tienes
58 “ cincuenta años, ¿ i has visto á Abraham ?” Les
dijo Jesús: “En verdad, en verdad os digo, que,
59 “ ántes de que fuese hecho Abraham, yo soi.” En-
tonces recogieron piedras para tirarsepas] ; mas Jesús
se escondió, i salió del lugar santo, habiendo pasado
por medio de ellos ; i así pasó [adelante],
IX. 1 I al pasar, vió á un hombre, ciego de nacimiento.
2 I le hicieron esta pregunta sus discípulos : “ Maestro,
“ ¿ habia de nacer este [hombre] ciego, porque pecó
3 “él, ó [porque pecaron] sus padres?” Respondió
Jesús: “Ni [porque] este pecó, ni [porque pecaron]
“ sus padres ; sino para que se manifiesten las obras
4 “ de Dios en él. Es necesario que yo trabaje en las
“ obras del que me ha enviado, mientras que es de
“ dia ; ha de venir la noche, en que nadie puede
5 “ trabajar. Mientras esté en el mundo soi la Luz
“ del mundo.”
190 JUAN, CAP. IX.
6 Cuando hubo dicho esto, escupid en tierra, é hizo
lodo con la saliva, i ungió con el lodo los ojos del
7 ciego ; i le dijo : “ Vete, [i] lávate [los ojos] en el
“ baño de Siloé ;’’ que, traducido, [significa] En-
viado. Se filé, pues, i se lavó, i volvió con vista.
8 Entonces los vecinos, i los que ántes habian visto
que era ciego, dijeron : “ ¿ No es este el que estaba
9 “sentado, i pedia [limosna]?” Algunos decían’.
“ Este es ; " i otros : “ [Es uno] que se le parece.”
10 [Mas] él decia : “ Yo soi.” Entonces le dijeron :
11 “ ¿ Cómo se te han abierto los ojos ?” Respondió él,
i dijo : “ Un hombre, llamado Jesús, hizo lodo, i me
“ ungió [con él] los ojos, i me dijo : ‘Vete al baño
“ de Siloé, i lávate.’ I me fui, me lavé, i recibí la
12 “vista.” Entonces le dijeron: “¿Dónde está él?”
Dijo : “ No [lo] sé.”
13 Llevaron al que [estaba] ántes ciego á los Fariseos.
II I era dia de reposo, cuando Jesús hizo el lodo, i le
15 abrió los ojos. Entonces también los Fariseos le
preguntaban, cómo habia recibido la vista. I él
les dijo : “ Puso lodo sobre mis ojos, i me lavé, i
“ veo.”
16 Entonces dijeron algunos de los Fariseos: “Este
“ hombre no ha venido de Dios, porque no guarda el
“ dia de reposo.” Otros decian : “ ¿ Cómo puede un
“hombre pecador hacer tales milagros?” I habia
división entre ellos.
17 Dijeron otra vez al ciego : “¿ Qué has de decir tú
“de él, por haberte abierto los ojos?” I él dijo:
“ Es Profeta.”
18 No por eso creyeron los Judíos que hubiese sido
ciego, i recibido la vista, hasta que llamaron á los pa-
19 dres del que habia recibido la vista, i les hicieron esta
pregunta : “ ¿ Es este vuestro hijo, de quien vosotros
decis que nació ciego ? Pues, ¿ cómo [es que] vó
20 “ ahora ?” Sus padres les respondieron, i dijeron :
“ Sabemos que este es nuestro hijo, i que nació ciego ;
21 “ mas cómo [es que] ahora vé, no [lo] sabemos noso-
“ tros ; ni tampoco sabemos quién le ha abierto los
“ ojos ; él tiene edad, preguntádseflo] ; él mismo
22 “ hablará respecto de sí.” Esto lo dijeron sus padres,
porque temian á los Judíos ; pues ya habian concer-
tado estos, que si alguno confesase que él [era] el
23 Ungido, se excluyese de la congregación. Por esto
JUAN, CAP. X. 191
sus padres dijeron: “Edad tiene; preguntádselo]
“ a él.”
24 Entonces llamaron segunda vez al hombre que
habia sido ciego, i le dijeron: “Da gloria á Dios;
25 “ nosotros sabemos que este hombre es pecador.” En-
tonces respondió él, i dijo : “ Si es pecador, [yo] no
“ [lo] sé ; una cosa sé ; que [yo], que era ciego, ahora
26 “ veo.” I le dijeron otra vez : “ ¿ Qué hizo [él] con-
27 “ tigo ? ¿ Cómo te abrió los ojos ?” Respondióles :
“ Os [lo] he dicho ya, i no habéis atendido ; ¿ por
“ qué queréis oir[lo] otra vez ? ¿ Queréis vosotros tam-
28 “ bien ser sus discípulos ?” Entonces lo maltrataron
de palabras, i dijeron : “ Tú eres su discípulo ; mas
29 “ nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sa-
“ bemos que Dios habló á Moisés ; mas de este, no
30 “ sabemos de donde es.” Respondió el hombre, i les
dijo : “ Pues cosa maravülosa es esto, que vosotros
“ no sabéis de donde es, aunque me ha abierto los
31 “ ojos. Sin embargo sabemos que Dios no oye á los
“ pecadores ; mas que si alguno le da culto, i hace su
32 “ voluntad, á este lo oye. Desde tiempos antiguos
“ no se ha oido que alguno haya abierto los ojos de
33 “ uno que nació ciego. Si este no hubiese venido
34 “ de Dios, no hubiera podido hacer nada.” Respon-
dieron, i le dijeron: “Tú naciste enteramente en
“ pecado, ¿ i nos enseñas á nosotros ?” I lo echaron
fuera.
35 Oyó Jesús que lo habian echado fuera ; i habién-
dolo encontrado, le dijo : “ ¿ Tienes tú fé en el Hijo
36 “ de Dios?” Respondió él, i dijo : “ ¿ Quién es, Señor,
37 “ para que [yo] tenga fé en él ?” I le dijo Jesús :
“ Lo has visto ; i es el que está hablando conti-
38 “ go.” I él dijo: “Tengo fé, Señor.” I lo adoró
[postrado].
39 I dijo Jesús : “ Yo he venido á este mundo, para
“ [ejercer recto] juicio ; para que los que no ven,
40 vean ; i los que ven, cieguen.” I los Fariseos que
estaban con él, oyeron esto, i le dijeron : “ ¿ Somos
41 “nosotros también ciegos?” Les dijo Jesús: “Si
“ hubieseis sido ciegos, no hubierais tenido pecado ;
“mas ahora decis: ‘Vemos;’ por tanto vuestro
“ pecado permanece.
X. 1 “ En verdad, en verdad os digo, que el que no
“ entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino
192
JUAN, CAP. X.
“ que sube [para entrar] por otra parte, ese es hurta-
2 “ dor i ladrón ; mas el que entra por la puerta, es el
3 “ pastor de las ovejas. A este el portero le abre ; i
“ las ovejas atienden á su voz ; i llama por [su] nom-
4 “ bre á las ovejas propias, i las saca fuera. I cuando
“ ha hecho salir sus propias ovejas, va delante de
“ ellas ; i las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.
6 “ Mas á un extraño no lo seguirán, sino que huirán
“ de él ; porque no conocen la voz de los extraños.”
6 Esto símil les dijo á ellos Jesús ; mas ellos no en-
tendieron lo que ° les decía.
7 Por tanto les dijo Jesús otra vez : “ En verdad, en
“ verdad os digo : Yo soi la puerta de las ovejas.
8 “ Todos cuantos han venido ántes que yo, hurtadores
“ han sido, i ladrones ; mas á ellos no han atendido
9 “ las ovejas. Yo soi la puerta. Si alguno por mí
“ entrare, se salvará. ; i entrará, i saldrá, i hallará
10 “ pastos. El hurtador no viene sino para hurtar, i
“ matar, i destruir [á las ovejas] ; yo he venido para
“ que tengan vida, i mas que [vida] tengan, f
11 “ Yo soi el buen pastor ; el buen pastor da su vida
12 “ por [sus] ovejas. Mas el que es mercenario, i no el
“ pastor, de quien no son propias las ovejas, cuando
“ ve venir al lobo, deja las ovejas, i huye ; i el lobo
13 “ las arrebata, i las dispersa. I [por esto] huye el
“ mercenario, porque es mercenario, i no le da cui-
14 “ dado de las ovejas. Yo soi el buen pastor ; i conoz-
“ co mis [ovejas], i mis [ovejas] me conocen á mí ;
15 “ así como [mi] Padre me conoce á mí, i conozco yo
“ á [mi] Padre. I doi mi vida por [mis] ovejas.
16 “ Tengo también otras ovejas, que no son de este
“ aprisco ; las cuales también es necesario que yo
“ conduzca ; i atenderán á mi voz ; i habrá un [solo]
“ rebaño, i un [solo] pastor.
17 “ Por esto [mi] Padre me ama, porque yo doi mi
18 “ vida, para volverla á tomar. No me la quita nadie ;
“ sino que yo la doi por mí mismo ; tengo autoridad
“ para darla, i tengo autoridad para volverla á tomar.
“ Este mandamiento he recibido de mi Padre.”
19 Entonces hubo otra vez división entre los Judíos,
20 por causa de estas palabras ; i decían muchos de
ellos : “ Tiene [en sí] un demonio, i está loco ; ¿ por
* Lo que, ó, que significaba lo que.
j Mas que [luía] tengan, ó, la tengan en mas abundancia.
JUAN, CAP. X. 193
21 “ qué lo escucháis ?” Otros decian Estas palabras
“ no son [las de] un endemoniado ; ¿ puede un de-
“ monio abrir los ojos de los ciegos t"
22 I cuando vino [la fiesta de] la Dedicación, en Jeru-
23 salem, había tempestad ; ° i mientras andaba Jesús
24 en el lugar santo, por el pórtico de Salomón, lo cer-
caron los Judíos, i le dijeron : “ ¿ Hasta cuando has
“ de traer suspensa nuestra alma 1 Si tú eres el
25 “ Ungido, dínosflo] abiertamente.” Les respondió
Jesús : “ Os [lo] he dicho [ya], i no teneis fé. Las
“ obras que yo hago en el nombre de mi Padre, dan
26 “ testimonio de mí ; mas no teneis fé vosotros ; por-
27 “ que no sois de mis ovejas. Como os he dicho, mis
“ ovejas atienden á mi voz ; i yo las conozco ; i [ellas]
28 “ me siguen ; i yo les doi la vida eterna ; i no pere-
“ ceran jamas ; ni las arrebatará ninguno de mi
29 “ mano. Mi Padre, que me [las] ha dado, es mayor
“ que todos ; i nadie puede arrebatar [las] de la
30 “ mano de mi Padre. Yo i [mi] Padre somos uno
“ [misnfo].”
31 Entonces los Judíos tomaron otra vez piedras para
32 apedrearlo. Les respondió Jesús : “ Muchas buenas
“ obras os he mostrado, [como las] de mi Padre ;
33 “¿por cuál de ellas me apedreáis?” Le respon-
dieron los Judíos, diciendo : “ No [es] con motivo de
“ buena obra, que te apedreamos, sino de blasfemia,!
“ i de que tú, siendo, [como eres], hombre, te haces
34 “ Dios.” Les respondió Jesús : “ ¿ No está escrito en
35 “ vuestra lei : * Yo dije : Dioses sois V Si llamó dioses
“ á aquellos á quienes vino la palabra de Dios, i [si]
36 “ no puede quebrantarse la Escritura ; ¿ decis voso-
“ tros [de mí], á quien [mi] Padre ha santificado, i
“ ha enviado al mundo : ‘ Blasfemas,’ { porque he
37 “ dicho : ‘ Soi el Hijo de Dios V Si no hago las obras
38 “ de mi Padre, no tengáis fé en mí. Mas si [las]
“ hago, aunque no la tengáis en mí, tenedla en [mis]
“ obras ; para que conozcáis i creáis que [mi] Padre
“ [está] en mí, i que yo [estoi] en éL”
89 Entonces procuraban otra vez prenderlo ; mas se
salió de entre sus manos.
* Había tempestad, ó era invierno.
t Blasfemia, ó infamación.
J Blasfemas, 6 dices cosa infamatoria.
194 JUAN, CAP: XI.
40 I se filé otra vez mas allá del Jordán, al lugar en
donde Juan estaba administrando inmersión al prin-
41 cipio ; i se quedó allí. I muchos fueron á él ; i di
jeron : “ Juan, por cierto, no hizo ningún milagro ;
“ mas todas cuantas cosas dijo él de este, eran verda-
42 » deras.” I muchos de los [que estaban] allí tuvieron
fé en él.
XI. 1 I estaba enfermo un [hombre llamado] Lázaro, do
Betania, la aldea de María, i de Marta su hermana ;
2 i María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era
la que ungió al Señor con bálsamo, i le enjugó los
3 pies con sus cabellos. Le enviaron á decir pues las
hermanas [de este] : “ Señor, hé aquí, el que amas
4 “ está enfermo.” I cuando [lo] oyó Jesús, dijo : “Esta
“ enfermedad no ha venido para que muera, s : no en
“ pro de la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea
5 “ glorificado por medio de ella.” I amaba Jesús á
6 Marta, i á su hermana, i á Lázaro ; mas cuando hubo
. oido que [este] estaba enfermo, se quedó, no obstante,
7 todavia dos dias en el lugar en que estaba. Entonces,
después de esto, dijo á [sus] discípulos : “Vamos otra
8 “ vez á Judea.” Le dijeron [sus] discípulos : “Maes-
“ tro, hace poco que los Judíos procuraban apedrearte ;
9 “¿i vas allá otra vez?” Respondió Jesús: “¿No
“ son doce las horas del dia ? El que anda de dia,
10 “ no tropieza, porque vé la luz de este mundo ; mas
“ el que anda de noche, tropieza, porque la luz [del
“ mundo] no está en él.”
11 Después que hubo dicho esto, les dijo también :
“ Nuestro amigo Lázaro duerme ; mas voi para des-
12 “portarlo.” Entonces dijeron sus discípulos : “Señor,
13 “ si duerme, será salvo.” Mas Jesús había hablado
de su muerte, i ellos pensaron que hablaba del sueño
14 natural. Entonces, pues, les dijo claramente Jesús :
15 “ Lázaro ha muerto : i me gozo, por causa de voso-
" tros, de no haber estado allí, para que tengáis fé.
16 “ Pero, vamos á él.” Entonces Tomas, llamadoTtain-
bien] Dídimo, 0 dijo á sus condiscípulos: “Vamos
“ también nosotros, para que muramos con él.”
17 I habiendo llegado Jesús, halló que hacia ya cuatro
18 dias que [Lázaro estaba] en el sepulcro. I Betania
estaba cerca de Jerusalom, á distancia como de unos
* Tomas en hebreo, i Dídimo en griego, significan Jemelo.
JUAN, CAP. XI. 195
19 quince estadios. 0 I muchos de los Judíos habían
venido, para [unirse con] las compañeras de Marta i
María en consolarlas con respecto á su hermano.
20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venia, le
salió al encuentro ; i María se quedó sentada en la
21 casa. Entonces dijo Marta á Jesús : “ Señor, si hu-
“ bieses estado aquí, mi hermano no hubiera muerto :
22 “ mas sé que aun ahora te concederá Dios cualquiera
23 “cosa que le pidieses." Le dijo Jesús: “Tu her-
24 “ mano resucitará." Le dijo Marta : “ Sé que resuci-
25 “ tará en la resurrección en el último dia.” Le dijo
Jesús : “ Yo soi la resurrección i la vida ; el que
26 “ tenga fé en mí, aunque muera, vivirá. I todo el
“ fine viva i tenga fé en mí, no morirá jamas. ¿ Crees
27 “ [tú] esto ?” Le dijo : "Sí, Señor ; yo creo que tú
“ eres el Ungido, el Hijo de Dios, el que había de
“ venir al mundo.”
28 I, habiendo dicho esto, se fué, i llamó secretamente
á María su hermana, i le dijo : “ El Maestro está
29 “ aquí, i te llama.” Ella, cuando [lo] oyó, se levantó
30 presto, i fué hácia él. I Jesús no habia entrado toda-
via en la aldea, sino que estaba en el lugar en que
31 Marta lo habia encontrado. Entonces los Judíos que
estaban con María en la casa, i la consolaban, al
verla levantarse presto, é irse, la siguieron, diciendo :
32 “ Va al sepulcro para llorar allí.” Entonces María,
cuando llegó adonde estaba Jesús, i lo vió, se postró
á sus pies, i le dijo : “ Señor, si hubieses estado aquí,
33 “ mi hermano no hubiera muerto.” Entonces Jesús,
al verla llorar, i también los Judíos que habían venido
34 con ella, suspiró en [su] espíritu, i se turbó, i dijo :
“ ¿ Dónde lo habéis puesto ?" Le dijeron : “ Señor,
35 “ ven á ver[lo].” Lloró Jesús.
36 Entonces dijeron los Judíos : “ ¡Hé aquí, cómo lo
37 “ amaba !” I algunos de ellos dijeron : “ ¿ No podia
“ este, que abrió los ojos del ciego, hacer también
“ que este no muriese ?”
38 Entonces Jesús, suspirando otra vez en sí mismo,
llegó al sepulcro, que era una gruta ; i se habia puesto
39 una piedra en su [entrada]. Dijo Jesús : “ Quitad la
“ piedra.” Le dijo Marta, hermana del muerto :
“ Señor, ya hiede, porque ha estado [muerto] cuatro
* Quince estadios; casi media de una legua castellana. Véase Lucas
xxiv. 13, noto.
•106 JUAN, CAP. XI.
40 “ [dias].” Le dijo á ella Jesús : “ ¿ No te he dicho
41 “ que, si tuvieres fé, veras la gloria de Dios ?” En-
tonces quitaron la piedra de donde el muerto yacía.
I Jesús alzó los ojos hácia arriba, i dijo : “ Padre,
42 “ te doi gracias porque me has oido. Aunque yo
“ sabia que siempre me oyes, sin embargo, por causa
« de las gentes que están presentes, [loj he dicho,
“ para que crean que tú me has enviado.’
43 I, habiendo dicho esto, clamó en alta voz : “ Lázaro,
44 “ ven fuera.” I salió el muerto, atado, de pies i
manos, con fajas, i envuelto su rostro en un sudario.
Les dijo Jesús : “ Desatadlo, i dejadlo ir.”
45 Entonces muchos de los Judíos que habían venido
[á visitar] á María, i habían visto lo que había hecho
46 Jesús, tuvieron fé en él. Mas algunos de ellos se
fueron á los Fariseos, i les dijeron lo que había hecho
47 Entonces los príncipes de los sacerdotes .i los Fari-
seos congregaron el tribunal [supremo], i dijeron .
“ ¡ Qué hemos de hacer ? Porque este hombre hace
48 “ muchos milagros. Si lo dejamos así, todos tendían
“ fé en él ; i vendrán los Romanos, i daran ^ fin de
49 “ nuestro lugar [santo], i de [nuestra] nación. Iuno
de ellos, [llamado] Caifas, que era el sumo sacerdote
50 aquel año, les dijo : “Vosotros no sabéis nada ; m
“ pensáis que nos es ventajoso que un [solo] hombre
“ muera por el pueblo, i que no perezca toda la na-
51 “ cion.” I esto no lo dijo por sí mismo [solamente] ;
sino que, siendo sumo sacerdote aquel año, profetizo
62 que Jesús iba á morir por la nación, i no por la
nación solamente, sino también para congregar en
63 un [cuerpo] á los hijos de Dios, dispersos. Asi pues,
desde aquel dia consultaron entre sí para darle
muerte. . ,, . , ,
64 Por tanto Jesús ya no andaba en público entre los
Judíos, mas se retiró de allí al pais cercano al des-
poblado, á la ciudad Ramada Effaim, i allí continuaba
con sus discípulos.
65 I cuando se acercaba la Pascua de los Judíos,
muchos subieron del campo á Jerusalem ántes de la
56 Pascua, para purificarse. I buscaban á Jesús, i se
decían unos á otros, estando en el lugar santo : ¿ Que
67 “os parece? ¿Que no vendrá á la fiesta?’ I tam-
JUAN, CAP. XIL 197
bien los príncipes de los sacerdotes i los Fariseos
habían mandado, que si alguno supiese donde [Jesús]
estaba, [lo] señalase, para que lo prendiesen.
XII. 1 I Jesús, seis dias ántes de la Pascua, llegó á
Betania, en donde estaba Lázaro, que habia estado
muerto, [i] al que [Jesús] habia resucitado de entre
2 los muertos. I, le dieron usa cena ahí, en que Marta
servia ; i Lázaro era uno de los que se recHnaban [á
3 la mesa] con éL Entonces María tomó una libra® de
bálsamo de nardo puro, de mucho precio, i ungió los
pies de Jesús, i los enjugó con sus cabeHos ; i la casa
4 se llenó del olor del bálsamo. Entonces Júdas Isca-
riote, [hijo] de Simón, uno de sus discípulos, [i] el
6 que iba á entregarlo, dijo : “ ¿ Por qué no se ha
“ vendido este bálsamo por trescientos denarios,] i
6 “ se ha dado [su valor] á los pobres ?” Mas dijo esto,
no porque le daba cuidado de los pobres, sino porque
era hurtador, i tenia la bolsa, i quitaba lo que se
7 echaba [en eUa], Entonces dijo Jesús : “ Dejadla ; ha
8 “ guardado esto para el dia de embalsamarme. Por-
“ que á los pobres los teneis siempre con vosotros,
“ mas á mí no siempre me habéis de tener.”
9 I supo una gran multitud de los Judíos que Jesús
estaba allí ; i vinieron, no solo por causa de él, sino
también para ver á Lázaro, á quien habia resucitado
1 0 de entre los muertos. I los príncipes de los sacerdotes
11 se resolvieron dar muerte también á Lázaro ; porque
muchos de los Judíos, por causa suya, se separaban
[de eHos], i tenian fé en Jesús.
12 Al dia siguiente una gran multitud [de gentes] que
habían venido á la fiesta, habiendo oido que Jesús
13 venia hácia Jerusalem, tomaron ramos de palmas,
i salieron á recibirlo, i clamaron : “ ¡ Hosanna ! j
“ ¡bendito [sea] el rei de Israel, que viene en el
14 “ nombre del Señor!” I haUó Jesús un asniUo, i se
15 sentó sobro él, como está escrito : “No temas, hija
“ de Zion ; lié aquí, tu rei viene, sentado sobre un
16 “ pollino.” I esto no entendieron sus discípulos al
principio ; mas, cuando se hubo glorificado Jesús,
* La libra castellana es casi igual fi una libra romana i un tercio,
f El denario era del valor de un real de plata i un tercio.
Í Hosanna ! voz hebrea, que significa. Salva aquí.
M
198 JUAN, CAP. Xü.
entonces se acordaron de que estas cosas, que le
liabian hecho, estaban escritas de él.
17 Entonces la gente que habia estado con él, cuando
llamó á Lázaro del sepulcro, i lo resucitó de entre los
18 muertos, daba testimonio [de ello]. I por esta causa
salió la gente á [recibir]lo, por haber oido que había
hecho este milagro.
19 I los Fariseos dijeron entre si: “¿Veis que no
“ adelantáis nada ? Hé aquí, [todo] el mundo se ha
“ ido en pos de él.”
20 I habia algunos gentiles J entre los que habían
21 subido para adorar durante la fiesta, los cuales se
acercaron á Felipe, de Betsaida en Galilea, i le loga-
22 ban, diciendo : “ Señor, queremos ver á Jesús.” Fué
Felipe i [lo] dijo á Andrés ; i Andrés i Felipe Qo]
23 dijeron también á Jesús. I Jesús les respondió, di-
ciendo : “Ha llegado la hora en que el Hijo del
24 “ Hombre ha de ser glorificado. En verdad, en ver-
“ dad os digo, que si un grano de trigo no cae en la
“ tierra, i muere, queda solo ; mas, si muere, da
25 “ mucho fruto. El que ama su vida, la perderá ;
“ mas el que aborrece su vida en este mundo, la
26 guardará para la vida eterna. Si alguno me sirve,
“ sígame ; i donde yo esté, allí estará también mi
“ servidor ; i, si alguno me sirve, lo honrará [mi]
27 “ Padre. Ahora mi alma está turbada ; i ¿ qué he
“ de decir 1 ¿ Padre, sálvame de esta hora 1 mas por
“ esta causa he venido, para que [llegue] esta hora.
28 “ Padre, glorifica tu nombre.” _
Entonces vino una voz del cielo, [que dijo] : “ [Ya
29 “ lo] he glorificado, i otra vez [lo] glorificaré.” I [al-
gunos de] la gente que estaba [allí], i [la] oyó, di-
jeron que habia tronado ; otros dijeron : “ IJn men-
30 “ sagero [de Dios] le ha hablado.” Jesús respondió
i dijo : “ No por mi causa ha venido esta voz, sino
31 “ por vuestra causa. Ahora ha de ser juzgado este
“ mundo ; ahora el príncipe de este mundo ha de ser
32 “ echado fuera. I yo, cuando sea levantado en alto
33 “ de la tierra, traeré á todos á mí mismo.” I esto lo
dijo para indicar de qué muerte iba á morir.
34 Le respondió la gente: “Nosotros hemos oido
“ [leer] en la lei, que el Ungido ha de permanecer
“ para siempre. Pues, ¿ cómo dices tu, que debe ser
* Gentiles, ó griegos.
JUAN, CAP. XH. 199
“ levantado en alto el Hijo del Hombre ? ¿ Quién es
35 “ este Hijo del Hombre ?” Entónces les dijo Jesús :
“ Todavía, por un poco de tiempo [solo], la Luz está
“ con vosotros ; andad mientras teneis la Luz, para
“ que las tinieblas no os sorprendan ; pues el que
36 “ anda en las tinieblas, no sabe adonde vá. Mien-
“ tras teneis la Luz, tened fé en la Luz, para que
“ seáis hijos de luz.”
Cuando hubo dicho esto Jesús, se fué, i se escondió
37 de ellos. I, [aunque] habia hecho tantos milagros en
38 presencia de ellos, no tenian fé en él ; para que
se cumpliese la palabra que dijo Isaías el profeta :
“ ¡ Señor ! ¿ quién ha tenido fé en lo que hemos
“ dicho ; i á quién se ha descubierto el [poder del]
39 “ brazo del Señor ? ” c Por esto no podían tener fé,
40 porque Isaías dijo también : “ Les ha cegado los ojos, i
“ endurecido el corazón ; para que no vean con los
“ ojos, ni comprendan con el corazón, ni se convier-
41 “ tan, ni [yo] los cure.” t (Esto dijo Isaías, cuando
42 vió la gloria de [Jesús] 4 i habló de él.) Pero, sin
embargo, muchos de los príncipes mismos tuvieron
fé en él; mas, por causa de los Fariseos, no [lo]
confesaban, para que no los excluyesen de la congre-
43 gacion : porque amaron mas la gloria [que viene]
de los hombres, que la [que viene] de Dios.
44 I Jesús habia clamado, i dicho : § “El que tiene fé
“ en mí, no la tiene en mí [solo], sino [también] en
45 “ el que me ha enriado : i el que me vé á mí, [tam-
“ bien] vé al que me ha enriado.
46 “ Y o, [que soi la] Luz, he venido al mundo, para
“ que todo el que tiene fé en mí, no permanezca en
“ las tinieblas.
47 “ Mas si alguno oyere mis palabras, i no tuviere fé
" [en mí], yo no lo juzgo [ahora] ; porque no he
“ venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo.
48 “ El que me desecha, i no recibe mis palabras, tiene
“ la que está juzgándolo ; la palabra que [yo] he
“ dicho, lo juzgará en el último dia.
49 “ Porque yo no he hablado por mí mismo, sino que
“ [ mi ] Padre, que me ha enriado, me ha ordenado
* Víase Isa. liii. 1. f Víase Isa. tí. 9, 10.
I [Jesús], en griego él.
§ Habia clamado, i dicho, ó clamó, i dijo.
200 JUAN, CAP. XHI.
60 “ lo que he de decir, i lo que he de hablar. I sé
“ que su mandamiento es la vida eterna.^ Las cosas,
“ pues, que yo digo, [las] digo como [mi] Padre me
“ [las] ha dicho á mí.”
XIII. 1 I ántes de la fiesta de la Pascua, Jesús, que
supo que había llegado su hora, en que había de pasar
de esto mundo á [su] Padre, habiendo amado á los
suyos, que [estaban] en el mundo, los amó hasta el
2 fin ; i, cuando hubo venido la cena, el calumniador
habiendo puesto ya en el corazón de J údas, Iscariote,
3 [hijo] de ¡Simón, [el designio] de entregarlo, Jesús,
que supo que [su] Padre le habia puesto todas las
cosas en las manos, i que habia procedido de Dios, i
4 6, Dios iba, se levantó de la cena, i se quitó los vesti-
dos [exteriores] ; i, habiendo tomado una toalla, se
6 [la] ciñó. Entonces echó agua en el lebrillo, i empezó
á lavarlos pies de [sus] discípulos, i á enjugarlos] con
6 la toalla con que estaba ceñido. Entónces vino á Simón
Pedro ; i este le dijo : “ Señor, ¿ tú me lavas los pies ? ”
7 Respondió Jesús, i le dijo: “Lo que yo hago, tú no
“ [lo] entiendes ahora, pero [lo] entenderás después.”
8 Le dijo Pedro : “No me lavaras [tú] los pies jamas.”
Le respondió Jesús : “ Si no te [los] lavare, no has
9 “ de tener parte conmigo.” Le dijo Simón Pedro:
“ Señor, no solamente los pies, sino también las
10 “ manos i la cabeza.” Le dijo Jesús: “El que se
“ ha bañado, no necesita lavarse [mas] que los
“ pies, pero está todo limpio. I vosotros estáis lim-
1 1 pios, mas no todos.” Porque conocia á aquel que lo
iba á entregar ; [i] por esto dijo : “ No todos estáis
“ limpios.”
12 I cuando les hubo lavado los pies, i tomado sus
vestidos, se reclinó de nuevo [á la mesa], i les dijo :
13 “ ¿ Entendéis lo que he hecho con vosotros ? Voso-
“ tros me llamáis [vuestro] Maestro, i [vuestro]
14 “ Señor ; i decis bien, porque [lo] soi. Si pues yo,
“ [que soi vuestro] Señor, i [vuestro] Maestro, os he
“ lavado los pies, debeis también vosotros lavaros los
15 “ pies unos á otros. Porque os he dado exemplo,
“ para que también vosotros hagais, según lo que yo
16 “ he hecho con vosotros. En verdad, en verdad os
“ digo, que no es el siervo mayor que su señor ; ni
17 “ el enviado mayor que el que lo ha enviado. Si
JUAN, CAP. XIIL 201
“ entendéis estas cosas, sereis felices, si las prac-
“ ticais.
18 “No hahlo de todos vosotros ; yo conozco á los
“ que he escojido ; mas [es] para que se cumpla la
“ Escritura : ‘ El que come el pan conmigo, ha levan-
19 “ 1 tado contra mí su calcañar.’ Desde ahora os [lo]
“ digo, ántes que suceda, para que, cuando sucediere,
20 “ creáis que yo soi [el Ungido]. En verdad, en ver-
“ dad os digo : Quien recibe á cualquiera que yo
“ enviare, á mí me recibe ; i quien me recibe á mí,
“ recibe á aquel que me ha enviado.”
21 Habiendo dicho esto Jesús, se turbó en espíritu, i
testificó [claramente], i dijo : “ En verdad, en ver-
“ dad os digo, que uno de vosotros me entregará.”
22 Entonces los discípulos se miraban unos á otros, du-
23 dosos acerca de quien hablaba. I uno de ellos, al cual
24 Jesús amaba, se reclinaba en su seno : á este, pues,
le hizo una seña Simón Pedro con su cabeza, para
que preguntase [al Señor], quién era de quien habla-
25 ba. I él se echó al seno de Jesús, i le dijo : “ Señor,
26 “ ¿ quién es.” Respondió Jesús : “ Es aquel, á quien
“ daré un bocado [de pan], después de haber[lo]
“ mojado.” I habiendo mojado el bocado, [lo] dio á
27 Júdas, Iscariote, [hijo] de Simón. I después que
[hubo tomado] el bocado, entró Satanas en él. En-
tónces le dijo Jesús: “Lo que vas á hacer, haz[lo]
28 “ presto.” Mas ninguno de los que se reclinaban [á
29 la mesa], supo por qué le habia dicho esto. Poique
algunos pensaban, puesto que Júdas tenia la bolsa,
que Jesús le habia dicho : “ Compra lo que necesita-
“ mos para la fiesta ; ” ó, que diese algo á los pobres.
30 El, pues, luego que hubo tomado el bocado, se salió ;
i era de noche.
31 Cuando, pues, hubo salido [Júdas], dijo Jesús:
“ Ahora ha de ser glorificado el Hijo del Hombre, i
32 “ Dios ha de ser glorificado en éL [Tj ya que Dios
“ ha de ser glorificado en él, Dios también lo glorifi-
33 “ cará á él en sí mismo ; i será luego. Hijitos, todavía,
“ por un poco [de tiempo], estoi con vosotros. Me
“ buscareis, i, así como dije á los Judíos, lo mismo os
“ digo á vosotros ahora: ‘Adonde yo voi, vosotros
“ ‘ no podéis venir.’
34 “ Un mandamiento nuevo os doi ; que os améis
m 2
202
JUAN, CAP. XIV.
unos á otros : [i] que, así como [yo] os he amado,
35 “ también vosotros os améis unos á otros. Si os
“ tuviereis amor unos á otros, por esto conocerán to-
“ dos, que sois mis discípulos.”
36 Le dijo Simón Pedro : “ Señor, ¿ adonde vas ?” Lo
respondió Jesús : “ Adonde [yo] voi, [tú] no puedes
37 “ seguirme ahora ; pero me seguirás después.” Lo
dijo Pedro : “ Señor, ¿ por qué no puedo seguirte
38 “ ahora ? [Yo] daré mi vida por tí.” Le respondió
Jesús : “ i Darás tú la vida por mí 1 En verdad, en
“ verdad os digo : No cantará el gallo sin que me
“ hayas negado tres veces.”
XIV. 1 “ No se turbe vuestro corazón. Tened fé en
2 “ Dios ; tenedla también en mí. En la casa de mi
“ Padre hai muchas habitaciones ; si no [fuese así],
“ os [lo] hubiera dicho ; [yo] me voi á preparar lugar
3 “ para vosotros. I cuando hubiere ido, i os hubiere
“ preparado lugar, vendré otra vez, i os llevaré con-
“ [migo] á mí mismo ; para que donde yo esté,
4 “ esteis también vosotros. I sabéis adonde yo voi ;
“ i sabéis el camino.”
5 Le dijo Tomas : “ Señor, no sabemos adonde vas ;
6 “ pues, ¿ cómo podemos saber el camino ?” Le dijo
Jesús : “ Yo soi el camino, i la verdad, i la vida :
7 “ nadie va á [mi] Padre, sino por medio de mí. Si me
“ hubieseis conocido á mí, hubierais conocido también
“ á mi Padre ; i desde ahora lo conocéis, i lo veis.”
8 Le dijo Felipe : “ Señor, muéstranos [tu] Padre, 1
9 “ [esto] nos hasta.” Le dijo Jesús: “ ¿ Tanto tiempo
“ [ha que] estoi con vosotros, i no me conocos, Felipe ?
“ El que me vé á mí, vé [también] á [mi] Padre ;
“ ¡ cómo, pues, dices tú : * Muéstranos á [tu] Padre ? ’
10 “ i No crees que yo [estoi] en [mi] Padre, i que [mi]
“ Padre está en mí ? Las palabras que yo os digo,
“ no [las] digo por mí mismo ; i [mi] Padre que
11 “ habita en mí, él mismo hace [mis] obras. Tened
“ fé en mí, [cuando digo] que yo [estoi] en [mi] Padre,
“ i que [mi] Padre está en mí ; si nó, tened fé en mi
“ por causa de [mis] mismas obras.
12 “ En verdad, en verdad os digo, que quien tiene fé
“ en mí, hará las mismas obras que yo hago ; i las
“ hará mayores que estas, porque yo me voi hácia mi
13 “ Padre ; i cualq^éra cosa que pidiereis en mi nom-
*• bre, la haré : jtára que [mi] Padre sea glorificado
JUAN, CAP. XIV. 203
14 “ en [su] hijo. Si algo pidiereis en mi nombre yo
“ [lo] haré. ’
15 10 “ Si me amais, guardad mis mandamientos ; i yo
“ rogaré á [mi] Padre, i [él] os dará otro Consolador,
17 “ para habitar con vosotros para siempre ; [á saber]
“ el Espíritu de la verdad, á quien el mundo no
“ puede recibir, porque no ha de verlo, ni conocerlo; °
“ mas vosotros lo habéis de conocer ; \ porque ha de
“ habitar ] con vosotros ; i en vosotros estará.
18 “ No os dejaré huérfanos ; he de volver á vosotros.
19 11 Todavia [queda] un poco [de tiempo], i [entonces]
“ el mundo no ha de verme mas ; pero vosotros
“ habéis de verme.
“ Porque yo he de vivir, también vosotros viviréis.
20 “ En aquel dia conoceréis vosotros, que yo [estoi] en
“ mi Padre, i que vosotros [estáis] en mí, i que yo
21 “ [estoi] en vosotros. El que ha recibido mis manda-
11 mientos, i los guarda, ese es el que me ama. I el
“ que me ama, será amado de mi Padre ; i yo lo
“ amaré, i me manifestaré á éL”
22 Le dijo Júdas, no el Iscariote : “ Señor, ¿ cómo
“ será que vas á manifestarte á nosotros, i no al
23 “ mundo ?” Eespondió Jesús, i le dijo : “ Si alguno
“ me ama, guardará mi palabra, i mi Padre lo amará,
24 “ i vendremos á él, i habitaremos con él. El que nó
“ mu ama, no guarda mis palabras ; i la palabra que
“ estáis oyendo, no es mia, sino de [mi] Padre que
“ me ha enviado.
25 “ Estas cosas os digo mientras habito con vosotros ;
26 “ mas el Consolador, el Espíritu Santo, que [mil
“ Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las
“ cosas, i os recordará todo lo que [yo] os he dicho.
27 “ La paz os dejo ; mi paz os doi ; yo no os doi
“ según lo que el mundo da ; no se turbe vuestro
“ corazón, ni se acobarde. Me habéis oido deciros :
11 Me voi, i vuelvo á vosotros. Si me hubieseis amado,
“ °s hubierais gozado porhaber[os] yo dicho : Me voi
“ hácia [mi] Padre : porque mi Padre es mayor que
29 “ yo. I os [lo] digo ahora, ántes que suceda, para
“ que cuando suceda, tengáis fé [en mí],
30 ” Ya no hablaré mucho con vosotros ; porque viene
“ e l príncipe de este mundo, el cual no tiene nada
31 “ en mí ; mas [es] para que conozca el mundo que
* O no lo vi ni lo conoce. f O conocéis. J O habita.
204 JUAN, CAP. XY.
“ amo á [mil Padre, i que obro según lo que él me
“ ha mandado.
“ Levantóos ; vámonos de aquí.
XV. 1 “ Yo soi la verdadera vid ; i mi Padre es el
2 “ labrador. Todo sarmiento [que está] en mí, i no
“ da fruto, lo quita ; i todo [aquel] que da fruto, lo
3 “ limpia, 0 para que dé mas fruto. Ya vosotros estáis
“ limpios, por causa de la palabra que [yo] os be dicho.
4 “ Permaneced en mí, i yo [permaneceré] en vosotros.
“ Así como el sarmiento no puede dar fruto por sí
“ [solo], si no permanece en la vid, así ni tampoco
5 “ [podéis] vosotros, si no permanecéis en mí. Yo
“ soi la vid, vosotros [sois] los sarmientos. Quion
“ permanece en mí, i en quien [permanezco] yo, este
“ da mucho fruto ; porque sin mí, no podéis hacer
6 “ nada. El que no permanece en mí, ha de ser dese-
“ chado, i ha de secarse, así como un sarmiento ;
“ i [los hombres] los recojen, i [los] echan al fuego ;
7 “ i se queman. Si permanecéis en mí, i mis palabras
“ permanecen en vosotros, pediréis cualquiera cosa
8 “ que quisiereis, i se os hará. En esto ha de ser glori-
“ ficado mi Padre, en que deis mucho fruto ; i [así]
“ sereis mis discípulos.
9 “ Así como [mi] Padre me ha amado á mí, yo tam-
“ bien os he amado á vosotros ; permaneced en mi
10 “amor. Si guardareis mis mandamientos, perma-
“ necereis en mi amor ; así como yo he guardado los
“ mandamientos de mi Padre, i permanezco en su
“ amor.
11 “ Estas cosas os digo, para que el gozo que tengo
“ en vosotros permanezca, i vuestro gozo sea cum-
12 “ plido. Este es mi maudamiento, que os améis unos
13 “ á otros así como [yo] os he amado. Nadie tiene
14 “ mayor amor que dar su vida por sus amigos. Vo-
“ sotros sois mis amigos, si hacéis todo lo que yo os
15 “ mando. Ya no he do llamaros siervos, porque el
“ siervo no sabe lo que hace su señor ; mas os llamo
“ amigos ; porque os he dado á conocer todo lo que
“ mi Padre me ha dicho.
lü “ No me habéis escojido vosotros á mí, sino yo os
“ he escojido á vosotros, i os he constituido, para que
“ váyais, i deis fruto ; i que vuestro fruto permanezca ;
* Limpia, a sabor de partes inútiles, 6 de corteza muerta.
JUAN, CAP. XYL 205
“ á fin de que cualquiera cosa que pediéreis á [mi]
“ Padre en mi nombre, [él] os [la] conceda.
17 18 “ Esto os mando, que os améis irnos á otros. Si el
“ mundo os aborrece, sabéis que primero que á voso-
19 “ tros me ha aborrecido á mí. Si fuerais del mundo,
“ el mundo [os] amaría [como] cosa suya ; mas por-
“ que no sois del mundo, sino que yo os he escojido
“ entre [los] del mundo, por esto el mundo os abor-
20 “ rece. Acordáos de la palabra que yo os he dicho :
“ No es el siervo mayor que su señor. Si me han
“ perseguido á mí, también os perseguirán á vosotros ;
“ si han guardado mi palabra, también guardaran la
21 “ vuestra. Mas todas estas cosas os haran por causa
“ de mi nombre, porque no conocen al que me ha
22 “enviado. Si yo no hubiera venido, i [no] les hubiera
“ hablado, no tendrían [tal] pecado ; mas ahora no
23 “ tienen excusa para su pecado. El que me abor-
24 “ rece á mí, aborrece también á mi Padre. Si [yo]
“ no hubiera hecho entre ellos obras tales, cuales
“ ningún otro ha hecho, no tendrían [tal] pecado ;
“ mas ahora han visto, i han aborrecido, no solo á
25 “ mí, sino también á mi Padre ; mas [esto es] para
“ que se cumpla la palabra que está escrita en su lei :
“ 1 Me han aborrecido sin causa.’
20 “ Mas, cuando viniere el Consolador, que yo os
“ enviaré de parte de [mi] Padre, el Espíritu de la
“ verdad, el que procede de [mi] Padre, él dará testi-
27 “ monio de mí ; i vosotros también daréis testimonio ;
“ porque desde el principio habéis estado conmigo.
XVI. 1 “ Estas cosas os digo, para que no halléis ocasión
2 “ de tropiezo. Os excluirán de las congregaciones ; i
“ aun ha de venir la hora en que todo el que os diere
3 “ muerte, pensará que ofrece culto á Dios. I estas
“ cosas haran con vosotros, porque no conocen á [mi]
4 “ Padre, ni á mí. Pero os las digo, para que, cuando
“ llegue la hora, os acordéis que yo os las he dicho.
“ Mas no os las dije al principio, porque estaba con
6 “ vosotros. Mas ahora voi á aquel que me ha enviado;
“ i ninguno de vosotros me pregunta : ‘ ¿ Adonde
6 “ ‘vas?’ Mas porque os he dicho estas cosas, la
“ tristeza ha llenado vuestro corazón.
7 “ Sin embargo, yo os estoi diciendo la verdad, [quej
“ os es ventajoso que yo me vaya ; porque si no me
“ voi, el Consolador no vendrá á vosotros ; pero, si
206 JUAN, CAP. XVI.
8 “ me voi, os lo enviaré. I cuando él venga, repren-
“ derá á [los del] mundo con respecto al pecado, i á
9 “ lo justo, i al juicio : con respecto al pecado, por
10 “ cierto, porque no tienen fé en mí ; mas con res-
“ pecto á lo justo, porque me voi á mi Padre, i no me
11 “ habéis (le ver mas ; i con respecto al juicio, porque
“ el príncipe de este mundo ha de ser juzgado.
12 “ Todavía tengo mucho que deciros ; mas no podéis
13 “ recibir[lo] ahora. Pero, cuando venga el [Consola-
“ dor], que es el Espíritu de verdad, os guiará á toda
“ I a verdad ; porque no hablará por sí mismo, sino
“ que dirá todo lo que oyere ; i os anunciará las
14 “ cosas que han de venir. El me glorificará, porque
15 “ recibirá de lo mió, i os [lo] anunciará. Todo cuanto
“ tiene [mi] Padre, es mió ; por esto he dicho, que
11 recibirá de lo mió, i os [lo] anunciará.
16 “ Después de un poco [de tiempo], no me vereis ;
“ i, después de otro poco [de tiempo], me vereis :
17 “ porque yo voi á [mi] Padre." Entonces [algunos]
de sus discípulos se dijeron unos á otros : “ ¿ Qué es
“ que nos dice ? ‘ Después de un poco [de tiempo],
“ ‘ no me vereis *, i, después de otro poco [de tiempo],
18 “ ‘ me vereis ; ’ i, ‘ porque yo voi á [mi] Padre ’ ? " I
dijeron : “ ¿ Qué es lo que dice [tocante] al poco
19 “[tiempo] ? No sabemos [de] qué habla.” Icono-
cié Jesús que querían preguntarle, i les dijo : “ ¿ Estáis
“ razonando unos con otros con respecto á lo que os
“ he dicho : ‘Después de un poco [de tiempo], no me
“ ‘ vereis ; i, después de otro poco [de tiempo], me
20 “ ‘ vereis’ ? En verdad, en verdad os digo, que voso-
“ tros llorareis i plañiréis, mas el mundo se gozará ;
“ pero aunque vosotros os entristeceréis, vuestra tris-
21 “ teza se convertirá en gozo. Una muger, cuando
“ pare, tiene tristeza, porque ha llegado su hora ; mas
“ cuando ha parido [su] niño, ya no se acuerda de
“ [su] tribulación, por causa de [su] gozo que ha
22 “ nacido un hombre en el mundo. Así también vo-
“ sotros ahora, por cierto, teneis tristeza ; pero [yo]
“ volveré á veros ; i- [entonces] se gozará vuestro
“ corazón, i nadie os quitará vuestro gozo.
23 “ I en aquel dia, no me pediréis á mí [solo], nada.
“ En verdad, en verdad os digo, que cualquiera cosa
“ que pidiereis á [mi] Padre en mi nombre, os [la]
24 “ concederá. Hasta ahora no [le] habéis pedido
JUAN, CAP. XVII. 207
“ nada en mí nombre ; pedid[Ie], i recibiréis, para
que vuestro gozo sea cumplido.
25 “ Estas cosas os he dicho en sentencias oscuras
pero llega la hora, en que no os hablaré mas en
?ino que os anunciaré claramente [las cosas!
20 de [mi] Padre. En aquel dia pediréis en mi nom-
ov „ bre \ 1 no os di °° <i l,e y° rogaré á [mi] Padre por
27 vosotros ; porque [mi] Padre mismo os ama, por-
que vosotros me habéis amado á mí, i habéis creído
28 « P. rocedid ° de Dios- He procedido de
[mi] Padre, i he venido al mundo ; otra vez deio
al mundo, i voi á [mi] Padre.”
29 Le dijeron sus discípulos : “Hé aquí, ahora hablas
qo u Y aramen * e > i no dices ninguna sentencia oscura.
rfu Tthora sabemos que conoces todas las cosas, i que
no has menester que nadie te haga preguntas Por
di ‘ esto creemos que has procedido de Dios.” Les
d2 respondió Jesús : “ ¿ Ahora creeis ? Hé aquí va á
llegar la hora, i ha llegado ya, en que sereis dis-
persados cada uno hácia los suyos, i me dejareis
“ solo : mas no estaré solo, porque [mi] Padre estará
“ conmigo.
83 " /‘ s ^ as cosas os ii® dicho, para que tengáis paz en
mí ; en el mundo tendréis tribulación ; pero tened
buen ánimo ; yo he vencido al mundo.”
1 Cuando hubo dicho Jesús estas cosas, alzó los
ojos hácia el cielo, i dijo: “Padre, ha llegado la
0 ¡¡ f lora 1 : sl° rifi ca á tu Hijo, para que tu Hijo también
1 * e glorifique á tí ; como le has dado autoridad
o „ I j re J toda carne, para que dé la vida eterna á
d todos los que le has entregado. I esta es la vida
eterna : que te conozcan á tí, solo Dios verdadero
4 i á Jesús Cristo,® á quien [tú] has enviado. Yo te
he glorificado á tí en la tierra ; he consumado la
o obra, cuya ejecución me has entregado ■ i ahora
“ tú, Padre, glorifícame á mí [estando] contigo, con
la gloria que tuve [estando] contigo, ántes que el
mundo fuese.
6 “ He dado á conocer tu nombre á los hombres que
“ me ha .s entregado de entre pos del] mundo. Tuyos
“ eran > 1 me los has entregado ; i han guardado tu
* Cristo, ó el Ungido
208 JUAN, CAP. XVIL
7 “ palabra. Abora conocen que todas cuantas cosas
8 “ me has dado, de tí han venido ; porque [yo] les
“ he dado las palabras, que [tú] me has dado ; i ellos
“ [las] han recibido, i están cerciorados que he pro-
“ cedido de tí, i creen que tú me has enviado.
9 “ Yo [te] ruego por ellos ; no [te] ruego por el
“ mundo, sino por los que me has entregado ; porque
10 “ son tuyos. I todos los míos son tuyos, i los tuyos,
“ mios ; i he de ser e glorificado en ellos.
11 “ I ya no estoi en el mundo ; pero estos quedan
“ en el mundo, i yo vengo á tí. ¡ Padre Santo ! á
“ los que me has entregado, consérvalos en tu nom-
“ bre, para que sean uno [solo], así como noso-
12 “ tros [lo somos]. Mientras que yo he estado con
“ ellos en el mundo, los he conservado en tu nom-
“ bre ; he guardado á los que me has entregado,
“ i ninguno de ellos se ha perdido, sino el hijo de la
13 “ perdición, para que se cumpliese la Escritura. Mas
“ ahora voi hácia tí, i digo estas cosas en el mundo,
“ para que [ellos] tengan cumplido en sí mismos el
14 “ gozo [que tendré] yo. Yo les he dado tu palabra,
“ i el mundo los ha aborrecido, porque no son del
15 “ mundo, así como yo tampoco soi del mundo. No
“ [te] niego que los quites del mundo, sino que los
16 “ preserves del mal.f [Ellos] no son del mundo, así
“ como yo tampoco soi del mundo.
17 “ Conságralos por tu verdad ; tu palabra es la ver-
18 “ dad. Así como [tú] me has enviado á mí al mundo,
19 “ también yo los he enviado á ellos al mundo ; i
“ por amor de ellos, yo me consagro J á mí mismo,
“ para que ellos también sean consagrados por la ver-
“ dad.”
20 “ I no [te] mego solamente por estos, sino también
“ por los que tengan fé en mí por medio de su pala-
21 “ bra ; para que todos sean uno [solo] ; [i] que, así
“ como tú, Padre, [eres uno solo] en mí, i yo [soi uno
“ solo] en tí, [así] ellos también sean uno [solo] en
“ nosotros ; para que crea el mundo que tú me has
22 “ enviado. I [para esto] yo les he dado la gloria que
“ [tú] me has dado á mí ; para que sean uno [solo],
23 “ así como nosotros somos uno [solo] ; [siendo] yo
“ [uno solo] en ellos, i tú [uno solo] en mí, para que
* He de ser, ó he sido. f Del mal. ó del malo.
1 YfoiC Es. xxix. 1, 21 ; xxx. 30.
juan, cap. xvm. 209
“ sean consumados en uno [solo], i conozca el mundo
“ que tú me has enviado, i que los has amado á ellos,
“ así como me has amado á mí.
24 “ Padre, quiero que aquellos mismos que me has
“ entregado, esten conmigo [allí] en donde yo he de
“ estar ; para que vean la gloria que me has dado ;
“ porque me amaste ántes de la fundación del mundo.
25 “ ¡ Padre Justo ! aunque el mundo no te conoce, yo
“ te conozco, i estos conocen que tú me has enviado ;
26 “ i les he dado á conocer tu nombre, i [se lo] daré
“ á conocer [todavia] ; para que el amor, con que
“ me has amado á mí, esté en ellos, i yo [esté] en
“ ellos.”
XVin. 1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió [de la
ciudad] 0 con sus discípulos, [i fué] mas allá del tor-
rente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual
2 entraron él i sus discípulos. I también Júdas, que
iba á entregarlo, conocía el lugar, porque Jesús había
ido allí muchas veces con sus discípulos.
3 J údas, pues, habiendo tomado la cohorte, f i [algu-
nos] ministros de los príncipes de los sacerdotes, i de
los Fariseos, llegó allí con linternas, i con hachas, i
con armas.
4 I Jesús, que supo todo lo que iba á sobrevenirle,
5 salió, i les dijo: “¿A quién buscáis?” Le respon-
dieron: “A Jesús, el Nazareno.” Les dijo Jesús:
“ Yo soi.” I también Júdas, que iba á entregarlo,
6 estaba con ellos. I cuando les hubo dicho : “ Yo
7 “ soi,” volvieron atras, i cayeron al suelo. Entónces
les preguntó otra vez : “ ¿ A quién buscáis ?” I ellos
8 dijeron : “ A Jesús, el Nazareno.” Eespondió Jesús :
“ Os he dicho, que yo soi ; ya pues que me buscáis á
9 “ mí, dejad ir á estos :” para que se cumpliese la
palabra que había dicho : “ De los que me has entre-
“ gado, no he perdido á ninguno.”
10 Entónces Simón Pedro, que tenia una espada, la
sacó, é hirió á un siervo del sumo sacerdote, i le cortó
la oreja derecha ; i el nombre del siervo era Malcho.
11 Entónces dijo Jesús á Pedro: “Mete tu espada en
* O [déla casa],
f Ona cohorte romana, (que se componía de unos quinientos & mil
hombres,) puesta á las órdenes de los príncipes de los Judíos. Yóase
Mat. xxvi. 47 : xxyii. 05.
S
210 JUAN, CAP. XVm.
“ [la] vaina ; el cáliz que me ha dado [mi] Padre,
“ ¿ rehusaré beberlo ?”
12 I la cohorte, i [su] quiliarca, 0 i los ministros de los
13 Judíos, prendieron á Jesús, i lo ataron, i lo llevaron
primero á [la casa de] Aúnas ; porque [este] era
suegro de Caifas, el cual era sumo sacerdote aquel
14 a5o ; i era el que habia dado el consejo á los Judíos,
que era ventajoso que un hombre muriese por el
pueblo.
15 I Simón Pedro i el otro discípulo seguían á Jesús ;
i aquel [otro] discípulo era conocido del sumo sacer-
dote, i entró en su palacio, juntamente con Jesús.
10 Mas Pedro estaba fuera de la puerta. Entóneos el
otro discípulo que era conocido del sumo sacerdote,
17 salió, i habló á la portera, é introdujo á Pedro. En-
tónces la criada que [era] portera, dijo á Pedro :
“ ¿ Eres tú también [uno] de los discípulos de este
18 “ hombre ?” El dijo : “No [lo] soi.” I los siervos i
los ministros estaban en pié [ai] fuego de carbón que
habían hecho, porque hacia frío, i se calentaban ; i
Pedro estaba en pié con ellos, calentándose.
19 Entónces el sumo sacerdote preguntó á Jesús acerca
20 de sus discípulos, i de su enseñanza. Le respondió
Jesús : “ Yo he hablado en público al mundo ; siem-
“ pre yo he enseñado en la congregación, i en el
“ lugar santo, adonde los Judíos siempre concurren ;
21 “ i no he dicho nada en lo oculto. ¿ Por qué me
“ preguntas á mí ? Pregunta á los que me han oido,
“ qué [es lo que] les he dicho : hé aquí, estos saben
“ lo que yo he dicho.”
22 I cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los minis-
tros que estaba cerca, le dió una bofetada, i dijo :
23 “ ¿ Así respondes al sumo sacerdote?” Respondióle
Jesús : “ Si he hablado mal, da testimonio del mal ;
“ pero, si bien, ¿ por qué me das golpe ? ”
24 Habíalo enviado Annas atado á Caifas sumo sacer-
25 dote. I Simón Pedro estaba en pié [allí], calentán-
dose. Entónces le dijeron : “ ¿ Eres tú también [uno]
“ de sus discípulos ?” El [lo] negó, i dijo : “ No [lo]
2G “ soi.” Dijo [le] uno de los siervos del sumo sacer-
dote que era pariente de aquel cuya oreja habia
cortado Pedro : “ ¿ No te vi yo en el huerto con
* Quiliarca, capitán de mil soldados.
JUAN, CAP. XIX. 211
27 “ él ?” Entónces negó Pedro otra vez ; i luego cantó
el gallo.
28 I llevaron á Jesús desde [casa de] Caifas, al pre-
torio ; i era de mañana : i ellos no entraron en el
pretorio, para no contaminarse, á fin de [poder] comer
29 [el cordero] Pascual. Pilato, pues, salió hácia ellos,
i dijo: “¿Qué acusación traéis contra este hombre?”
30 Respondieron i le dijeron : “ Si este no fuera mal-
31 “ hechor, no te lo hubiéramos entregado.” Entónces
les dijo Pilato : “ Tomadlo vosotros, i juzgadlo según
“ vuestra lei.” I le dijeron los Judíos : “ A noso-
32 “ tros no nos es lícito dar muerte á nadie : ” [lo
cual sucedió] para que se cumpliese la palabra que
habia dicho Jesús, indicando de qué muerte iba á
morir.
33 Entónces Pilato volvió á entrar en el pretorio, i
llamó á Jesús, i le dijo : “ ¿ Eres tú el rei de los
34 “Judíos?” Le respondió Jesús: “¿Dices tú esto
“ por tí mismo, ó te [lo] han dicho de mí otros ?”
35 Respondió Pilato : “ ¿ Acaso soi yo Judío ? Tu nación
“ i los príncipes de los sacerdotes te han entregado á
36 “ mí. ¿ Qué has hecho ? ” Respondió Jesús : “ Mi
“ reino no es de este mundo ; si de este mundo fuera
“ mi reino, mis ministros se hubieran esforzado, para
“ que no fuese entregado á los Judíos ; pero, por cierto,
37 “ mi reino no es de aquí.” Entónces le dijo Pilato :
“ ¿ No eres tú pues rei ? ” Respondió Jesús : “ Tú [lo]
“ dices ; porque yo soi rei : para esto nací, i para esto
“ entré en el mundo, para dar testimonio de la verdad.
“ Todo aquel que es de la verdad, atiende á mi voz.”
38 Díjole Pilato : “ ¿ Qué es la verdad ?” I, habiendo
dicho esto, salió otra vez hácia los Judíos, i les dijo :
39 “ Yo no hallo ninguna causa [de muerte] en él. I
“ teneis la costumbre de que [yo] os suelte un [preso]
“ en [la fiesta de] la Pascua : ¿ queréis, pues, que os
40 “ suelte al rei de los Judíos ?” Entónces volvieron á
gritar todos, diciendo : “ No á este, 6Íno á Bañabas.”
I Barrabas era ladrón.
XIX. 1 Entónces, pues, tomó Pilato á Jesús, i [lo] azotó.
2 I los soldados entretejieron una corona de espinas, i
se [la] pusieron sobre la cabeza, i le vistieron un
3 vestido de púrpura, i decían : “ ¡ Salve, rei de los
“ Judíos !” I le daban bofetadas.
212 JUAN, CAP. XIX.
4 Entónces salió otra vez afuera Pilato, i les dijo :
“ Hé aquí os lo traigo fuera, para que sepáis que no
5 “ hallo en él ninguna causa [de muerte].” Entónces
salió fuera Jesús, llevando la corona de espinas i el
vestido de púrpura; i les dijo [Pilato]: “¡Hé aquí
6 “al hombre!” Cuando, pues, los principes de los
sacerdotes i los ministros lo vieron, gritaron, diciendo :
“¡Crucifícalo], crucifícalo] ! ” Les dijo Pilato:
“ Tomadlo vosotros, i crucificad[lo] ; porque yo no
7 “ hallo en él ninguna causa [de muerte].” Le res-
pondieron los Judíos : “ Nosotros tenemos una lei ;
“ i según nuestra lei debe morir, porque se ha hecho
“ el Hijo de Dios.”
8 I cuando Pilato oyó decir esto, se llenó mas de
9 temor, i volvió & entrar en el pretorio, i dijo á Jesús :
“ ¡ De dónde has venido tú ? ” Pero Jesús no le dió
10 respuesta. Entónces le dijo Pilato : “ ¿ No me hablas
“ á mí ? ¿No sabes que tengo autoridad para cruci-
11 “ ficarte, i tengo autoridad para soltarte ? ” Res-
pondió Jesús : “ No habrías tenido ninguna autoridad
“ contra mí, si no se te hubiese dado [oportunidad]
“ de arriba ; por esto, el que me ha entregado á tí,
“ tiene mayor pecado.”
12 Desde entónces procuraba Pilato soltarlo. Mas los
Judíos gritaban, diciendo : “ Si á este sueltas, no eres
“ amigo del César ; todo el que se hace rei, se opone
13 “al César.” I Pilato, cuando oyó decir esto, trajo
fuera á Jesús, i se sentó en la silla elevada [del tri-
bunal], en el lugar llamado Litostroto, 0 i en hebreo
14 Gabbata.f I era [el dia de] la preparación]: de la
Pascua, i como la hora de sexta.§ I dijo á los Judíos :
15 “ ¡Hé aquí á vuestro rei !” Mas ellos gritaron: "Quí-
“ ta[lo], quítajlo], crucifícalo.” Les dijo Pilato :
“ l Hé de crucificar á vuestro rei?” Respondieron
los príncipes de los sacerdotes : “ No tenemos mas rei
16 “ que el César.” Entónces, pues, se lo entregó, para
que fuese crucificado.
I tomaron con[sigo] á, Jesús, i po] llevaron de [allfj.
17 1 [él], llevando su cruz, salió hácia el lugar llamado
* Litostroto, significa lugar empedrado.
f Gabbata, significa [lugar] elevado.
t Véase ver. 31 ; Marcos xv. 42.
§ Algunos manuscritos tienen la hora de tercia ; como en Marcos
xv. 25.
JUAN, CAP. XIX. 213
[el de] una Calavera, que quiere decir en hebreo,
18 Gólgota ; donde lo crucificaron, i con él á otros dosl
uno á cada lado, i á Jesús en medio.
19 I Pilato escribió también un letrero, i lo puso sobro
la cruz : i lo escrito era : “ JESUS, EL NAZARENO
20 “ REI DE LOS JUDIOS.” I muchos de los Judíos
leyeron este letrero ; porque el lugar en que Jesús fué
crucificado estaba cerca de la ciudad. I [el letrero]
21 estaba escrito en hebreo, i en griego, i en latin. En-
tonces los príncipes de los sacerdotes de los Judíos
dijeron á Pilato : “ No escribas : ‘ El rei de los Judíos
22 “ sino que él dijo: ‘Soielreide losJudíos.’ Respondió
Pilato : “ Lo que he escrito, he escrito.”
23 I los soldados, cuando hubieron crucificado á Jesús,
tomaron sus vestidos [exteriores], é hicieron cuatro
partes [de ellos], una para cada soldado ; [tomaron
su] túnica también, la cual era sin costura, tejida de
24 arriba abajo. Dijeron, pues, unos á otros : “ No pa]
“ rasguemos, mas echemos suertes para [ver] quién
“ ha de tenerla.” [Lo cual sucedió] para que se
cumpliese la Escritura, que dice : “ Repartieron mis
“ vestidos entre sí, i sobre mi ropa echaron suertes.”
25 Así pues los soldados, hicieron estas cosas ; i esta-
ban junto á la cruz de Jesús su madre, i la hermana
de su madre, María [muger] de Cleopas, i María la
26 Magdalena. Jesús, pues, al ver á [su] madre, i al dis-
cípulo que [él] amaba, el cual estaba cerca, dijo á su
27 madre : “ Muger, hé aquí á tu hijo.” Después dijo
al discípulo : “ Hé aquí á tu madre.” I desde aquella
hora la recibió el discípulo en [su] propia [casa],
28 Después de esto, Jesús, sabiendo que ya todo iba á
consumarse, 0 para que se cumpliese la Escritura,
29 dijo: “Tengo sed.” I se habia puesto [allí] una
vasija llena de vinagre, i algunos empaparon una
esponja en vinagre, i pa] pusieron en hisopo, i se la
30 acercaron á la boca. Cuando, pues, Jesús hubo reci-
bido el vinagre, dijo : “ Está consumado ; ” i habiendo
inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
31 I los Judíos, para que no quedasen los cuerpos en
la cruz el dia de reposo, (porque aquel dia de reposo
era. gran dia, i [este] era [el dia de] la preparación,)
pidieron á Pilato que les quebrasen las piernas, i pos]
32 quitasen. Llegaron, pues, los soldados, i quebraron
* O habla sido consumado.
214 JUAN, CAP. XX.
las piernas del primero, i del otro que habin sido
33 crucificado con él ; mas al llegar á Jesús, como
vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las
34 piernas : sino que uno de los soldados le abrió el
35 costado con una lanza, i luego salió sangre i agua. I
el que [lo] vió, (cuyo testimonio es verdadero, i aquel
sabe que lo que dice es verdadero,) da testimonio,
36 para que vosotros [lo] creáis ; porque estas cosas
sucedieron, para que se cumpliese la Escritura : "No
37 “ se le quebrará ningún hueso :” + i también otra
Escritura [que] dice : “ Pondrán los ojos en aquel á
“ quien traspasaron.”
38 I, después de esto, Josef de Arimatea, (que era
discípulo de Jesús, aunque oculto por temor de los
Judíos), rogó á Pilato que [le permitiese] quitar el
cuerpo de Jesús : i [se lo] permitió Pilato. Fuá pues
i quitó el cuerpo de Jesús.
39 I fué también Nicodemo, que babia ido [á ver] á
Jesús, al principio, de noche, i llevó como cien libras
de una mezcla de mirra i de aloé.
40 Tomaron pues el cuerpo de Jesús, i lo ataron en
lienzos con los aromas, como acostumbran los Judíos
41 embalsamar. I habia en el lugar en donde fué cruci-
ficado, un huerto ; i en el huerto, un sepulcro nuevo,
en el cual no se habia depositado todavía á ninguno.
42 Allí, pues, por [ser el dia de] la preparación de los
Judíos, [i] porque estaba cerca el sepulcro, deposi-
taron á Jesús.
XX. 1 I en la mañana del primer [dia] de la semana,
cuando todavía estaba oscuro, llegó María la Magda-
2 lena al sepulcro, i vió quitada de él la piedra. En-
tóneos fué corriendo bácia Simón Pedro, i hacia el
otro discípulo á quien amaba Jesús, i les dijo : “ Han
“ quitado del sepulcro al Señor, i no sabemos en
3 “ donde lo han depositado.” Entónces salieron
Pedro, i el otro discípulo, i fueron hácia el sepulcro.
4 I corrían los dos juntos ; mas el otro discípulo se
adelantó corriendo mas á priesa que Pedro, i llegó
5 primero al sepulcro ; i habiéndose inclinado, vió los
6 lienzos echados [en el suelo], pero no entró. Entónces
* A saber del cordero Pascual, fíjase Ex. xi¡. 46 ; Num. ix 21.
JUAN, CAP. XX. 216
llegó Simón Pedro, siguiéndolo, i entró en el sepulcro,
7 i vió los lienzos echados [en el suelo], i el sudario
que habia estado sobre la cabeza de [Jesús], no echado
con los [demas] lienzos, sino doblado en lugar aparte.
8 I entónces entró también el otro discípulo que habia
9 llegado primero al sepulcro, i vió, i creyó. Porque
todavía no habian entendido, [por] la Escritura, que
10 [Jesús] debía resucitar de entre los muertos En-
tónces los discípulos se volvieron otra vez á sus
[casas |.
11 Pero María estaba en pié cerca del sepulcro,
llorando afuera. I, estando llorando, se inclinó
12 hácia el sepulcro, i vió á dos mensageros [ce-
lestes, vestidos] de blanco, sentados donde se habia
puesto el cuerpo de Jesús, uno en [el lugar del la
13 cabeza, i otro en [el de] los pies. I le dijeron ellos :
“ Muger, i por qué lloras ?” Les dijo : “ Porque han
“ quitado á mi Señor, i no sé donde lo han puesto.”
14 I, habiendo dicho esto, se volvió hácia atras, i vió á
Jesús que estaba en pié ; mas no supo que fuese Jesús.
15 DSjole Jesús : “ Muger, ¿ por qué lloras ? ¿ á quién
“ buscas?” Ella, pensando que era el hortelano, le
dijo : “ Señor, si tú lo has quitado [de aquí], díme
16 “ donde lo has puesto, i yo lo tomaré.” Díjole Jesús :
“¡María!” Ella, habiéndose vuelto, le dijo : “¡Rab-
17 “boni!” — que quiere decir, “¡Maestro!” Díjole
Jesús : “No me toques, porque no he de subir todavía
“ á mi Padre ; mas vé á mis hermanos, i díles que
“ voi á subir hácia mi Padre, i vuestro Padre, i hácia
18 “ mi Dios, i vuestro Dios.” Fué María la Magdalena
para informar á los discípulos que habia visto al
Señor, i que [él] le habia dicho estas cosas.
19 I, venida la tarde de aquel primer dia de la semana,
i estando cerradas las puertas, donde los discípulos
estaban reunidos, por temor de los Judíos, vino Jesús,
i se puso en pié en medio [de ellos], i les dijo : “ La
20 “ paz [sea] con vosotros.” I, habiendo dicho esto,
les mostró las manos i el costado. I se gozaron los
21 discípulos al ver al Señor. Entónces Jesús les dijo
otra vez : “ La paz [sea] con vosotros ; así como [mi]
“ Padre me ha enviado á mí, yo también os envió á
22 “ vosotros.” I, habiendo dicho esto, sopló sobre
23 [ellos], i les dijo : “ Recibid el Espíritu Santo ; á
“ quienes perdonáreis los pecados, les son perdona-
216
JUAN, CAP. XXI.
dos ; i á quienes los retuviereis, les son reteni.
“ dos.”
24 Pero Tomas, (el llamado Dídimo), 0 uno de los doce,
25 no estaba con ellos cuando vino Jesús. I los otros
discípulos le dijeron : “ Hemos visto al Señor." Mas
él les dijo : “Si no viere en sus manos la señal [hecha]
“ por los clavos, i metiere el dedo en ella, i metiere
“ la mano en su costado, no [lo] creeré.”
26 I ocho dias después, estaban otra vez sus discípulos
dentro [de la casa], i Tomas con ellos, cuando, cer-
radas las puertas, vino Jesús, i se puso en pié en
medio [de ellos], i dijo : “ La paz [sea] con vosotros.”
27 Entóneos dijo & Tomas : “Acerca el dedo, i hé aquí
“ mis manos ; i acerca la mano, i méte[la] en mi
28 “ costado ; i no seas incrédulo, sino cree.” I res-
pondió Tomas, i le dijo : “ ¡ Señor mió, i Dios mió !”
29 Díjole Jesús : “ Porque me has visto, Tomas, has
“ creído felices los que, sin haber visto, han creído.”
30 I también otros muchos milagros, por cierto, hizo
Jesús en presencia de sus discípulos, que no están
31 escritos en este libro ; mas estos se han escrito
para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de
Dios ; i para que, creyendo, tengáis vida en su nom-
bre.
XXI. 1 Después de esto se manifestó Jesús otra vez á
sus discípulos, cerca del mar de Tibérias : i se maui-
2 festó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro,
i Tomas, el llamado Dídimo, i Natanael de Caná de
Galilea, i los [bijosj de Zebedeo, i otros dos de sus
3 discípulos. Díjoles Simón Pedro: “ Yoi á pescar.”
Le dijeron: “ Vamos también nosotros contigo.” Sa-
lieron, i subieron luego á la barca : mas aquella
4 noche no cogieron nada. I siendo ya de mañana, se
puso J esus en pió en la playa ; pero no supieron los
ñ discípulos que fuese Jesús. Entonces les dijo : “Hijos,
“ ¿ teneis algo que comer ?” Le respondieron : “No.”
f> I él les dijo : “ Echad la red á la derecha de la barca,
“ i hallareis.” Entónces [la] echaron, i ya no podían
sacarla por razón de la muchedumbre de los peces.
7 Entónces aquel discípulo á quien Jesús amaba, dijo
á Pedro : “ Es el Señor.” I Simón Pedro, al oir que
era el Señor, se ciñó el vestido exterior, (porque estaba
* Dídimo ó Jcmrlo.
JUAN, CAP. XXL 217
8 desnudo), 0 i se echó al mar. I los otros discípulos
vinieron en la barquilla, (porque no estaban lejos de
la tierra, sino como unos doscientos codos,) tirando de
9 la red [con] los peces. I cuando habían saltado en
tierra, vieron hecho [allí] un fuego de carbón, i un
10 pez puesto encima, i pan. Les dijo Jesús : “ Traed
11 “ [algunos] de los peces que acabais de coger. Subió
[á la barca] Simón Pedro, i sacó á tierra la red, llena
de ciento cincuenta i tres peces grandes ; i, [aunque]
12 eran tantos, no se rompió la red. Díjoles Jesús :
“ Venid á comer.” I ninguno de los discípulos osaba
preguntarle: “¿Quién eres tú?” sabiendo que era
13 el Señor. Entónces vino Jesús, i tomó el pan, i
14 se [lo] dió, i así mismo el pescado. Esta [fué] ya la
tercera [vez] que se manifestó Jesús á sus discípulos,
después de haber resucitado de entre los muertos.
15 I cuando hubieron comido, dijo Jesús á Simón
Pedro : “ Simón, [hijo] de Joñas, ¿ me amas [tú] á mí
“ mas que estos ?’ f Díjole : “ Sí Señor : tú sabes que
16 “te amo.” Díjole: “Alimenta mis corderos.” Vol-
vió á decirle segunda vez : “ Simón, [hijo] de Joñas,
“ ¿ me amas ?” Díjole : “ Sí Señor ; tú sabes que te
17 “amo.” Díjole: “Apacienta mis ovejas.” Díjole
tercera vez : “ Simón, [hijo] de Joñas, ¿ me amas ?”
Pedro se entristeció porque le había dicho tercera
vez, “ ¿ Me amas ?” i le dijo : “ Señor, tú sabes todo ;
“ tú sabes que te amo.” Díjole Jesús : “ Alimenta
18 “ mis ovejas. En verdad, en verdad te digo, que
“ cuando eras mas mozo, te cenias [tú] mismo [el ves-
“ tido], i andabas adonde querías ; pero cuando seas
“ viejo, extenderás las manos, i otro te ceñirá [el ves-
19 “ tido], i te llevará adonde no quieras [ir].” I esto
lo dijo, indicando con qué [género de] muerte habia
[Pedro] de glorificar á Dios. I habiendo dicho esto,
20 le dijo : “ Sígueme.” I habiendo vuelto Pedro, vió
que seguía el discípulo á quien Jesús amaba, i que se
habia reclinado en la cena sobre su pecho, i habia
dicho : “ Señor, ¿ quién es el que ha de entregarte ?”
21 Habiendo visto Pedro á este [discípulo], dijo á Jesús :
22 “ Señor, ¿ i qué [será de] este ?” Díjole Jesús : “ Si
“ quiero que permanezca hasta que [yo] venga, ¿ qué
23 " te [importa] ? Sígueme tú.” Entónces corrió esta
* Demudo, á saber con el vestido interior solamente.
t Estos, 6 estas cosas.
n2
218
JUAN, CAP. XXI.
voz entre los hermanos, que aquel discípulo no habia
de morir. Mas no le dijo Jesús, que no habia de
morir, sino : “ Si quiero que permanezca hasta que
“ [yo] venga, j qué te [importa] ?”
24 Este es el discípulo que da testimonio de estas
cosas, i las ha escrito ; i sabemos que su testimonio
26 es verdadero. I bai también otras muchas cosas,
que hizo Jesús, las que, si se escribiese cada una, me
parece que el mundo mismo no [podría] contener 0
los libros que se habrían de escribir. Así es.
* O [ios] del mundo mismo no darían cabida i.
LOS HECHOS DE LOS ENVIADOS*
DEL SEÑOR.
I. 1 La relación primera [que] hice, ¡ o Teófilo ! [era] de
todo lo que hizo, i enseñó Jesús, [desde que] empezó,
2 hasta el dia en que, después de haber dado preceptos
por medio del Espíritu Santo, á los enviados que
3 habia escojido, fué elevado [al cielo] : á los cuales
también demostró] con muchas pruebas que estaba
vivo después de haber padecido, apareciéndoseles
durante cuarenta dias, i hablándo[les] de las cosas
tocantes al reino de Dios.
4 I congregándolos, les mandó que no partiesen
de Jerusalem, sino que esperasen [allí] lo prometido
por [su] Padre, “de lo cual,” [dijo], “me habéis
6 “ oido [hablar]. Porque Juan, por cierto, admi-
“ nistró inmersión en agua, mas vosotros sereis
“ sumergidos en el Espíritu Santo, no muchos dias
6 “ después de los presentes.” I ellos, al venir juntos,
le hicieron esta pregunta : “ Señor, ¿ en este tiempo
7 “ vas á restituir el reino á Israel ?” I les dijo : “Ño
“ os toca á vosotros el saber los tiempos ni las oca-
“ siones que [mi] Padre ha reservado á su propia
8 “ potestad ; mas recibiréis poder, después que hu-
“ hiere venido el Espíritu Santo sobre vosotros ; i me
“ sereis testigos, en Jerusalem, i en toda Judea, i en
“ Samaría, i hasta la extremidad de la tierra.”
9 I cuando hubo dicho esto, mirando[lo] ellos, fué le-
vantado en alto, i una nube lo recibió, [i lo encubrió]
10 á sus ojos : i mientras [los] tenían fijos hácia el cielo,
como se iba [Jesús], hé aquí que dos varones estaban
11 cerca de ellos, con ropage blanco, los cuales dijeron :
“ Galileos, ¡ por qué os parais mirando hácia el
“ cielo 1 este Jesús que ha sido elevado, de entre
“ vosotros, al cielo, así volverá como lo habéis visto
“ ir al cielo.”
12 Entonces volvieron á Jerusalem, desde el monte
llamado de Olivos, que está cerca de Jerusalem, á la
distancia } [mayor] que se caminaba en el dia de re-
* Enviado; en griego apóstolo, que significa enviado.
t Véase cap. xxiv. 13.
j Véase Lucas xxiv. 50 ; Juan xi. 18.
220 LOS HECHOS
13 poso. I cuando hubieron entrado [en la ciudad], 0
subieron á la pieza alta, en que habitaban Pedro i
Jacobo, también Juan i Andrés, Felipe i Tomas,
Bartolomé i Mateo, Jacobo [hijo] de Alfeo i Simón
[llamado] Zel<5tes,f i Judas [hermano] de Jacobo.
14 Todos estos perseveraban á una en oración i súplica,
con las mugeres, i María madre de Jesús, i con los
hermanos de él.
16 I en aquellos dias se levantó Pedro en medio de
los discípulos, (siendo el número de los [que estaban]
juntos, como unos ciento i veinte), i dijo :
16 “ Hermanos, era necesario que fuese cumplida
“ aquella Escritura, [en] que el Espíritu Santo, por
“ medio de la boca de David, profetizó de Júdas, que
17 "se hizo guia á los que prendieron á Jesús : porque
“ era contado entre nosotros, i habia recibido el
18 “ puesto de este [nuestro] ministerio.” (Este [hom-
bre], por cierto, [fué ocasión de] la compra J de una
heredad con la recompensa de [su] injusticia ; i, caido
al suelo, reventó, i se derramaron todas sus entrañas :
19 lo cual se hizo conocido á todos los que moraban en
Jerusalem, de modo que aquella heredad ha sido
llamado en su propia lengua, Acéldama, que quiere
20 decir, Heredad de sangre.) “ Porque está escrito en
“ e l libro de los Salmos : 1 Quede su habitación deso-
“ ‘ lada, i no baya quien more en ella i, ‘ Otro tome
21 “ ‘ su oficio de sobreveedor.’ § Es necesario, pues,
“ que uno de los hombres que han estado con noso-
“ tros todo el tiempo que ha entrado i salido el Señor
22 “ Jesús, á nuestra vista, empezando desde la inmer-
“ s¡on que [administró] Juan, basta el dia en que
“ fué elevado [Jesús] de entre nosotros [al cielo],
“ venga á ser testigo con nosotros de su resurrección.”
23 I propusieron á dos ; á Josef, llamado Barsabas, i
24 por sobrenombre Justo, i á Matías. I oraron, i di-
jeron: “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos,
25 senála[nos] á cuál de estos dos has escojido para
tomar el puesto de este ministerio i oficio de en-
“ viado, del cual Júdas [cayó], por su prevarica-
“ cion, para ir á su proprio lugar.”
* Cuidad, ó casa. t Zelótes significa el Zelador.
J [ Fué ocasión dé] la compra, ó compró.
§ Sobreveedor en griego, epíscopo, que significa sobreveedor.
DE LOS ENVIADOS, CAP. H. 221
26 I echaron suertes, i cayó la suerte en Matías, i fué
contado con los once enviados.
II. 1 I cuando llegó el dia de Pentecostés, 0 estaban
2 todos [ellos] juntos [i] á una ; cuando de re-
pente sobrevino del cielo un sonido así como de un
viento recio que soplaba, i llenó toda la casa en que
3 estaban sentados. I se les aparecieron [unas] lenguas,
como de fuego, repartidas [entre ellos] ; i [una len-
4 gua] se posó sobre cada uno de ellos. I se llenaron
todos del Espíritu Santo, i empezaron á hablar en
lenguas extrañas, según lo que el Espíritu les moviaf
5 á decir. I moraban en Jerusalem Judíos devotos,
[venidos] de todas las naciones [que hai] debajo del
6 cielo. I divulgado esto, concurrió la muchedumbre
[de ellos], i se confundieron ; porque oía cada uno
7 su propia lengua hablada por los [discípulos]. I
quedaban pasmados todos, i se maravillaban, diciendo
unos 4 otros : “ Hé aquí, ¿ no son todos estos que
8 “ hablan Galileos ? ¿I cómo [es que los] oimos, cada
“ uno de nosotros, [hablar] en nuestra propia lengua
9 " nativa ? Partos, i Medos, i Elamitas, i los que
“ moran en Mesopotamia, en Judea i en Capadocia,
10 “ en Ponto i en Asia, en Frigia i en Panfilia, en
" Egipto, i en el distrito de la Libia que [es] cerca
“ de Cirene ; los de Boma también, Judíos i con-
“ vertidos [al judaismo], residentes en [Jerusalem] ;
11 “Cretenses i Arabes ; los oimos hablar en nuestras
12 “ lenguas las grandezas de Dios.” I quedaban todos
pasmados, i en duda, diciendo uno á otro : “ ¿ Qué
13 “ quiere significar]; esto ? ” I otros, con mofa, decían :
“ Llenos están de mosto.”
14 I habiéndose puesto en pié Pedro, con los once,
levantó la voz, i les dijo : “ Judíos, i todos los que
“ moráis en Jerusalem, séaos conocido esto, i escu-
15 “ chad atentos mis palabras : porque estos no están
“ embriagados, como vosotros suponéis ; pues [no]
16 “es [mas que] la hora tercia del dia. Mas esto es
“ lo que se dijo por [boca] del profeta Joel :
17 “ ‘ I acontecerá en los últimos dias, dice Dios, que
“ ‘ derramaré [parte] de mi Espíritu en toda carne ;§
* Pentecostés significa quincuagésimo. Véase Lev. xxiii. 15, 16.
t Movía, ó daba. ♦ Significar , ó estar.
§ Toda carne, á saber hombres de todas naciones.
222 LOS HECHOS
“ ‘ ¡ profetizaran vuestros hijos i vuestras hijas, i vues-
“ ‘ tros mancebos verán visiones, i vuestros ancianos
18 “ ‘ soñaran sueños ; i también en mis siervos, i en
" ' mis sieryas derramaré en aquellos dias [parte] de
19 “ ‘ mi Espíritu, i profetizaran. I haré que aparezcan 0
“ 1 prodigios arriba en el cielo, i portentos ahajo en
20 “ 1 la tierra, sangre, i fuego, i nubes de humo. El
“ ‘ sol se convertirá, en tinieblas, i la luna en sangre,
“ ‘Antes que llegue el dia grande i portentoso del
21 “ 1 Señor. I acontecerá que cualquiera que invocare
“ 1 el nombre del Señor, será salvo.’
22 “ Israelitas, escuchad estas palabras : A Jesús
“ el Nazareno, varón [venido] de Dios, [como] os
“ fué probado por milagros, i prodigios, i portentos,
“ que obré Dios por él en medio de vosotros, como
23 “ también vosotros mismos sabéis ; á este, [que os
“ filé] entregado según el determinado consejo i la
“ presciencia de Dios, [vosotros lo] prendisteis i le
“ disteis muerte, habiéndolo clavado en [la cruz] por
24 “ manos de los inicuos : al cual, Dios ha resucitado,
“ [después de] haber[lo] libertado [de] f las agonías
11 de la muerte; porque no era posible que fuese
25 11 preso por ella. Porque David dice respecto de él :J
“ 1 Tenia [yo] al Señor ánte los ojos siempre ;
“ 1 Porque está á mi derecha, para que [yo] no sea
conmovido.
26 “ 1 Por esto mi corazón se regocijé, i mi lengua ale-
gróse ;
“ ‘ I también mi carne en esperanza morará ;
27 “ * Porque no dejaras mi alma en el [mundo] in-
visible,
“ ‘ Ni permitirás que tu Santo vea la corrupción ;
28 “ ‘ Me has dado á conocer los caminos de la vida ;
“ ‘ Me llenaras de regocijo con [la luz de] tu rostro.’
29 “ Hermanos, [séame] licito deciros con libertad,
“ tocante al patriarca David, que murió, i fué en-
“ terrado, i [que] su sepulcro está entre nosotros hasta
30 “ el dia de hoi. Siendo, pues, profeta, i sabiendo
“ que Dios le había jurado levantar, según la carne,
“ al Ungido, de entre [los que fuesen] el fruto de sus
31 “ lomos, para sentarse sobre su trono, dijo, de la
“ resurrección del Ungido, habiéndo[lo] previsto, que
* Haré que aparezcan; en griego daré.
t O habiendo desatado {los lazos de]. { Vfiase Sal. xvi. 8-11.
DE LOS ENVIADOS, CAP. H. 223
“ no fué dejada su alma en el [mundo] invisible, i
32 “ que no vió su carne corrupción : á este [Ungido],
“ que [es] Jesús, ha resucitado Dios, de lo cual todos
33 “ nosotros somos testigos. Ensalzado, pues, por la
“ diestra de Dios, i habiendo recibido de [su] Padre,
“ [según su] promesa, el° Espíritu Santo, ha derra-
“ mado á este, á quien ahora vosotros estáis viendo
34 “ i oyendo. Porque David no subió á los cielos ; mas
“ él mismo dijo :
“ 1 El Señor dijo á mi Señor : Siéntate á mi derecha,
35 “ * Hasta que ponga á tus enemigos por tarimilla de
“ ‘ tus pies.’
36 “ Por tanto, sepa ciertamente toda la casa de Israel,
“ que Dios ha hecho Señor i Ungido,] - á este mismo
“ Jesús á quien vosotros habéis crucificado.”
37 I ellos, al oir [esto], se compungieron de corazón,
i dijeron á Pedro, i á los demas enviados: “Her-
38 “ manos, ¿ qué haremos ?” I les dijo Pedro : “ Arre-
11 pentíos, i reciba inmersión cada uno de vosotros en
“ nombre de Jesús Cristo,! para perdón de peca-
39 “ dos ; i recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque
“ la promesa es para vosotros, i para vuestros hijos,
“ i para todos los [que están] lejos ; [para] cuantos
“ llame á [sí] el Señor Dios nuestro.”
40 I en otras mui muchas palabras daba testimonio,
i exhortaba, diciendo : “ Salvaos de entre esta gene-
“ ración torcida.”
41 Aquellos, pues, que acogieron gustosos sus palabras,
recibieron la inmersión, i se agregaron aquel dia [á
42 la asamblea] como unas tres mil personas. § I per-
severaban en [obedecer] la enseñanza || de los envia-
dos, i en la comunicación [de lo que tenian],][ i en
partir el pan, i en las oraciones.
43 I quedó toda persona [sobrecogida] de temor, i
muchos [eran] los prodigios i los portentos [que]
hacían los enviados.
44 I todos los que tenían fé, estaban juntos, i tenian
45 todas las cosas en común ; i vendían [sus] posesiones
* [Sferon sií] promesa, el, 6 la promesa del.
t Señor i Ungido, ó al Ungido Señor.
t Cristo significa el Ungido.
§ Personas ; en griego almas.
II O, [cícnc/tar] la enseñanza, 6 en la doctrina. Mat. xxvlii 20.
í Comunicación {de lo que ¿untan]. Véase ver. 44 ; Rom. xv. 26 :
2 Cor. ix. 13. ' *
224 LOS HECHOS
i [sus otros] bienes, i los repartían entre todos, según
46 la necesidad de cada uno. I estando cada dia per-
severando unánimemente en el lugar santo, i partien-
do el pan en casa, ° tomaban el alimento con alegría
47 i sencillez de corazón ; alabando á Dios, i teniendo
favor con todo el pueblo. I el Señor agregaba los
que estaban salvos cada dia á la asamblea.
III. 1 I Pedro i Juan subían juntos al lugar santo, á la
2 hora de oración, [que era] la de nona, f I [algunos]
traían á un hombre, que liabia sido cojo desde el
vientre de su madre ; á quien ponían cada dia á la
n puerta del lugar santo, llamada la Hermosa, para
8 pedir limosna á los que entraban : el cual, cuando
vió á Pedro i á Juan, que iban á entrar en el lugar
4 santo, les rogaba que le diesen limosna. I Pedro
5 fijó, con Juan, [los ojos] en él, i dijo : “Míranos.” I
6 él los miró, esperando recibir algo de ellos. I dijo
Pedro : “ No tengo plata ni oro ; pero lo que tengo,
“ te doi : en nombre de Jesús Cristo, el Nazareno,
7 " levántate i anda.” I [Pedro] lo cogió de la mano
derecha, i lo levantó : i al punto se le fortalecieron
8 los pies i los tobillos ; i, dando un salto, se puso en
pié, i echó á andar ; i entró con ellos en el lugar
9 santo, andando, i saltando, i alabando á Dios. I todo
10 el pueblo lo vió andar i alabar á Dios ; i conocian
que este era el que [solia] estar sentado, [pidiendo]
limosna, á la puerta Hermosa del lugar santo ; i se
llenaron de asombro i de pasmo por lo que le había
sucedido.
111 como el cojo, que se habia curado, detenia á Pedro
i á Juan, todo el pueblo vino' junto corriendo hácia
ellos en el pórtico llamado de Salomón, lleno de
12 asombro. I Pedro, cuando vid [esto], respondió al
pueblo :
“ Israelitas, ¡ por qué os maravilláis de esto, ó por
“ qué fijáis [los ojos] en nosotros, como si por [nues-
“ tro] propio poder ó piedad, hubiésemos hecho
13 “ andar á este [hombre] f El Dios de Abraham,
“ 1 de Isaac, i de Jacob, el Dios de nuestros padres,
“ ha glorificado á su Siervo Jesús, á quien voso-
* En cata, ó de cata en cata. Vfrisc Rom. Tti 3-5 : 1 Cor. jsvi. 10 •
Col. iv. 15.
t La tercia postmeridiana.
DE LOS ENVIADOS, CAP. III. IV. 225
“ tros entregasteis, i negasteis en presencia de Pilato,
14 “cuando hubo resuelto él soltarflo] : mas vosotros
“ negasteis al Santo i Justo, i pedisteis que se os eon-
15 “ cediese [la libertad de] un homicida, i disteis
“ muerte al Príncipe® de la Vida, al cual Dios ha
“ resucitado de entre los muertos ; de lo cual noso-
16 “ tros somos testigos : i su nombre, f por causa de fé
“ en él, ha fortalecido á este que veis i conocéis ; i la
“ fé que [tenemos en Dios] J por medio de [Jesús],
“ le ha dado esa salud entera [que teneis] delante de
17 “ todos vosotros. 1 ahora, hermanos, sé que en igno-
“ rancia hicisteis [aquellas cosas], como también [las
18 “ hicieron] vuestros príncipes : pero Dios ha cum-
“ plido de este modo las cosas que antes habia anun-
“ ciado, por boca de todos sus profetas, [como las que]
19 “ habia de padecer el Ungido. Arrepentios, pues, i
“ convertios para que se borren vuestros pecados ; á
“ fin que vengan tiempos de refrigerio de la presencia
20 “ del Señor, i que [os] envíe á Jesús Cristo, que era
21 “ preordinado§ para vosotros, [i] al cual es necesario,
“ por cierto, que el cielo reciba hasta la restauración
“ de todas las cosas, de las que Dios ha hablado por
“ boca de todos sus santos profetas desde tiempos
“ antiguos.
22 “ Porque Moisés, ciertamente, dijo á [nuestros]
“ padres : ‘ El Señor Dios vuestro os levantará de
“ 1 entre vuestros hermanos un profeta, semejante á
23 “ ‘ mí ; á él atendereis en todo cuanto os diga. I
“ ‘ acontecerá que toda persona que no atendiere á
24 " ‘ aquel profeta, será destruido de entre el pueblo.’ I
“ también todos los profetas, desde Samuel i los que
“ [lo] siguieron, cuantos han hablado, anunciaron
25 “ ántes estos dias. Vosotros sois hijos de los pro-
“ fetas i del pacto que hizo Dios con nuestros padres,
“ diciendo á Abraham : ‘ I en tu posteridad serán
26 “ ‘ benditas todas las familias de la tierra.’ Dios,
“ habiendo levantado á su Siervo Jesús, lo envió pri-
“ meramente á vosotros, para bendeciros, apartán-
“ doos, á cada uno, de vuestras maldades.”
IV. 1 I estando ellos hablando al pueblo, los sacerdotes,
i el magistrado del lugar santo, i los Saduceos, vinie-
* Príncipe, ó Autor. f Nombre, significa frecuentemente él.
J Véase 1 Ped. i. 21.
§ Preordinado ; algunos manuscritos tienen, proclamado ántes.
226 LOS HECHOS
2 ron sobre ellos, apesadumbrados porque enseñaban
al pueblo, i anunciaban, en Jesús, la resurrección de
3 entre los muertos. I les echaron mano, i los pusieron
en la cárcel hasta el dia siguiente ; porque ya habia
4 llegado la noche. I muchos de los que habían oido
la palabra [de Pedro], tuvieron fé ; i el número de
los varones llegó como á unos cinco mil.
6 I aconteció al dia siguiente que se congregaron en
Jerusalem los príncipes de los [Judíos], i los ancianos,
6 i los escribas, i Annas el sumo sacerdote, i Caifas, i
Juan, i Alejandro, i cuantos eran del linage del sumo
7 sacerdote ; i habiendo puesto á los [dos enviados]
en medio, [les] preguntaron : “ ¿ Con qué poder, 6
“ en [virtud de] qué nombre, habéis hecho vosotros
8 “ esto?” Ent&nces Pedro, lleno del Espíritu Santo,
les dijo :
9 “ Príncipes del pueblo, i ancianos de Israel, ya que °
“ hemos de ser examinados nosotros hoi por causa del
“ beneficio [hecho] al hombre enfermo, [i hemos de
10 “ decir] en [virtud de] quien se ha salvado, sea
“ conocido á todos vosotros, i á todo el pueblo de
“ Israel, que este [hombre] se presenta sano delante
“ de vosotros, en [virtud] del nombre de Jesús Cristo,
“ el Nazareno, á quien vosotros crucificasteis, i Dios
11 “ ha resucitado de entre los muertos. Este es la
“ piedra que habéis despreciado vosotros los que edi-
“ ficais, [i] la cual ha venido á ser la de la cabeza
12 “ del ángulo ; i no hai salvación en ningún otro ;
“ porque no hai otro nombre debajo del cielo, dado
“ á los hombres, que sea necesario para nuestra sal-
“ vacion.”
13 I viendo la intrepidez de Pedro i de Juan, i habien-
do sabido que eran hombres sin letras i de humilde
condición, se maravillaban, i conocían que habian
1 4 estado con Jesús ; viendo también al hombre que
habia sido sanado, estar en pié con ellos, no tenían
15 nada que decir en contra. I habiéndolos mandado
retirarse fuera del tribunal, deliberaron unos con
16 otros, diciendo : “ ¿ Qué haremos con estos hom-
“ hres ? porque ciertamente es manifiesto á todos los
“ que moran en Jerusalem que un portento notorio
“ laa sido hecho por ellos, i no podemos negar[lo] ;
17 “ pero á fin de que no se divulgue mas en el pueblo,
* Ya que, ó si. <
DE LOS ENVIADOS, CAP. IV. 227
“ prohibámosles con amenazas hablar de aquí en
18 “ adelante en este nombre á hombre alguno.” I
habiéndolos llamado, les mandaron que de ningún
modo hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
19 Mas Pedro i Juan les respondieron, i dijeron :
“ Juzgad si es justo en presencia de Dios, atender
20 “ á vosotros ántes que á Dios : porque no podemos
“ nosotros abstenernos de hablar de las cosas que
“ hemos visto i oido."
21 I ellos, habiéndolos amenazado de nuevo, los des-
pidieron, no hallando ningún modo de castigarlos,
por causa del pueblo, porque todos glorificaban á
22 Dios por lo que habia sucedido. Pues el hombre en
quien se habia hecho esta cura portentosa, era de mas
de cuarenta años.
23 I después de haber sido despedidos, fueron á los
suyos, f [les] contaron cuanto les habian dicho los
24 príncipes de los sacerdotes i los ancianos ; i ellos, al
oir[lo], á una levantaron la voz á Dios, i dijeron :
“ ¡ Soberano Señor ! tú [eres] Dios ; el que hiciste
“ el cielo, i la tierra, i la mar, i todo lo que [hai]
26 “ en ellos ; el que, por boca de David tu siervo,
“ dijiste : °
“ ‘ i Por qué bramaron los gentiles,
“ * I los pueblos meditaron cosas vanas ?
26 “ ‘ Se presentaron los reyes de la tierra,
“ ‘ I los príncipes se congregaron en uno,
“ ‘ Contra el Señor, i contra su Ungido.’
27 “ Porque, en verdad, Heródes, i Poncio Pilato, con
“ los gentiles, i el pueblo de Israel, se congregaron
“en esta ciudad f contra tu santo Siervo Jesús, á
28 “ quien ungiste, para hacer todo lo que tu mano i
29 “ tu consejo determinaron ántes que se hiciese. I
“ ahora, Señor, mira sus amenazas, i concede á tus
30 “ siervos el decir con toda intrepidez tu palabra, ex-
“ tendiendo tu mano para hacer curaciones, i para
“ que se hagan portentos i prodigios por el nombre
“ de tu santo Siervo Jesús.”
31 I cuando hubieron hecho [esta] súplica, se conmo-
vió el lugar en que estaban congregados ; i se lie-
* Véase Salmo ii. 1, 2.
f En cuta ciudad. Las autoridades para la retención de estas pala-
bras, las cuales no están en todos los manuscritos, parecen ser de mas
valor, que para su omisión.
228 LOS HECHOS
naron todos del Espíritu Santo, i hablaban la palabra
de Dios con intrepidez.
32 I en la muchedumbre de los que habían tenido fé,
el corazón era uno [mismo], i una [misma] el alma ;
i ninguno [de ellos] decía que era suyo nada do
lo que tenia, sino que tenian todas las cosas en
común.
33 I con gran poder los enviados daban testimonio
de la resurrección del Señor Jesús ; i había mucha
34 gracia en ellos todos ; porque no había ningún
necesitado entre ellos ; pues cuantos poseían here-
dades ó casas, [las] vendian, i traían el precio de
35 las cosas vendidas, i [lo] ponían á los pies de los en-
viados ; i se repartía á cada uno según lo que habia
menester.
36 I Joses, á quien los enviados habian llamado, por
sobrenombre, Bernabé, que, traducido, es, Hijo de
consolación, [que era] Levita, [i] natural de Chipre,
37 vendió un campo que tenia, i trajo el precio, i [lo]
puso á los pies de los enviados.
V. 1 Mas un varón nombrado Ananías, con su muger
2 Sapfira, vendió una posesión, i se apropió fraudu-
lentamente [parte] del precio, sabiéndolo] también
su muger ; i trajo una parte, i [la] puso á los pies de
3 los enviados. I dijo Pedro : “ Ananías, ¿ por qué ha
“ llenado Satanas tu corazón [con el intento de] men-
“ tir al Espíritu Santo, i apropiarte con fraude
4 “ [parte] del precio de la heredad ? Cuando era
“ tuya, ¿ no [podías] conservarla] ? i después de
“ vendida, ¿ no podías disponer [de su precio] 1 ¿ Por
“ qué has concebido esto en tu corazón ? No has
“ mentido á los hombres [solamente], sino á Dios."
6 I Ananías, oyendo estas palabras, cayó i expiró. I
se sobrecogieron de gran temor todos los que oyeron
6 de estas cosas. I los [hermanos] mas jovenes se le-
vantaron, lo envolvieron [en lienzos], i habiendo[lo]
sacado fuera, [lo] enterraron.
7 I pasadas como unas tres' horas, aconteció que su
8 muger, no sabiendo lo que habia sucedido, entró. I
Pedro le dijo : “ Díme, ¿ vendisteis la heredad por
9 “tanto?” I ella dijo: “Sí, por tanto.” I Pedro
le dijo : “ ¿ Por qué habéis convenido en poner á prueba
“ al Espíritu del Señor ? Hé aquí á la puerta los
DE LOS ENVIADOS, CAP. V. 229
“ pasos de los que han enterrado á tu marido, i [que]
10 “ te sacaran fuera á tí.” I al punto cayó á sus pies,
i expiró. I habiendo entrado los mancebos, la ha-
llaron muerta ; i, habiéndola] sacado fuera, [la] en-
terraron junto ó su marido.
11 I toda la asamblea, i todos los que oyeron estas
cosas, se sobrecogieron de gran temor.
12 I muchos portentos i prodigios se hicieron en el
pueblo por manos de los enviados. (I todos [los dis-
13 cípulos] estaban unidos en el pórtico de Salomón ; i
de los demas ninguno osaba juntarse con ellos ; pero
14 el pueblo los ensalzaba ; i los que tenian fé en el
Señor, [que eran] muchedumbres tanto de varones
como de mugeres, se agregaban mas [i mas á la asam-
15 blea].) De modo que sacaban á las plazas á los en-
fermos, i [los] ponían en lechos i en camillas, para que,
cuando viniese Pedro, cubriese á alguno de ellos, si
16 quiera, con [su] sombra : i acudía también á Jeru-
salem la muchedumbre de [los que moraban en] las
ciudades del contorno, trayendo enfermos i afligidos
de espíritus inmundos ; todos los cuales sanaban.
17 I se levantaron el sumo sacerdote, i todos los suyos,
([cuya] secta era [la] de los Saduceos,) llenos de en-
18 vidia, i echaron mano á los enviados, i los pusieron
19 en la cárcel pública. Pero un mensagero del Señor,
durante la noche, abrió las puertas de la cárcel, i
20 habiéndolos sacado fuera, [les] dijo : “ Id, poneos
“ de pié en el lugar santo, i decid al pueblo todas las
21 “ palabras de esta vida.” I habiendo oido [esto],
entraron mui de mañana en el lugar santo, i estaban
enseñando.
I habiendo llegado el sumo sacerdote i los suyos,
convocaron el tribunal [supremo], i todos los ancianos
de los hijos de Israel, i despacharon ministros á la
22 prisión, [para] traer á los [enriados]. Pero, al llegar,
no los hallaron en la cárcel ; i habiendo vuelto,
23 dieron aviso [de esto], diciendo: “La prisión, por
“ cierto, la hemos hallado cerrada con toda seguridad,
“i á los guardas en pió ante las puertas; mas, al
24 “ abrir[las], no hemos hallado á nadie dentro.” I
cuando oyeron estas palabras el [sumo] sacerdote,
i también el magistrado del lugar santo, i los prín-
cipes de los sacerdotes, dudaron de ellas, [i] de lo
25 que habia sucedido. I llegó uno que les dió aviso,
230 LOS HECHOS
[diciendo] : “ Hé aquí que los varones que pusisteis en
“ la cárcel, están en el lugar santo, puestos en pié, i
26 “ ensenando al pueblo.” Entónces el magistrado
[del lugar santo] fue [allá] con [sus] ministros, i los
condujo sin violencia ; porque temían ser apedreados
27 por el pueblo. I habiéndolos conducido [al tribuna],
los] pusieron en [medio de] él. I les preguntó el
28 sumo sacerdote, diciendo : “ ¿ No os hemos prohi-
“ bido [con expreso] mandamiento que enseñaseis en
“ ese nombre 1 i hé aquí habéis llenado á J erusalem
11 de vuestra enseñanza ; i queréis hacer caer sobre
“ nosotros la sangre de ese hombre.”
29 I respondieron Pedro i los [otros] enviados, i di-
jeron : “ Es necesario que obedezcamos á Dios ántes
80 “ que á los hombres. El Dios de nuestros padres ha
“ resucitado á Jesús, á quien vosotros disteis muerte,
81 “ colgándolo de un madero. Dios ha ensalzado á
“ este con su diestra por Príncipe i Salvador, para
“ dar á Israel arrepentimiento i remisión de pecados.
82 “ I nosotros somos sus testigos de estas cosas, i [lo es]
“ también el Espíritu Santo, que Dios ha dado á los
“ que lo obedecen.”
33 I ellos, al oir [esto], se penetraron de [ira], i con-
34 sultaban para darles muerte. I un Fariseo, nom-
brado Gamaliel, doctor de la lei, tenido en honor por
todo el pueblo, se levantó en el tribunal, i mandó
que hiciesen [retirarse] afuera á los enviados un poco
85 de [tiempo], i dijo á los [del tribunal]: “Israe-
“ litas, mirad por vosotros [tocante á] lo que vais
86 “ á hacer con estos hombres. Porque ántes de los
“ dias presentes, se levantó Teudas, diciendo que él
“ era una [gran] persona, al cual se unieron como
“ unos cuatrocientos varones : este fué muerto, i
“ todos cuantos habian tenido confianza en él, se
87 “ separaron, i se redujeron á nada. Después de este,
“ se levantó Júdas, el Galileo, en los dias del padrón,
“ é indujo á muchos del pueblo á apartarse, paTa se-
“ guirlo. Aquel también pereció, i todos cuantos
88 “ habian tenido confianza en él, fueron dispersos. I
“ ahora [yo] os digo : Apartaos de estos hombres, i
“ dejadlos ; (porque si este consejo, ó esta obra, viene
39 “ de hombres, se derribará ; mas si viene de Dios
“ no podéis derribarla) ; no sea que aparezcáis com-
“ batir contra Dios también.”
DE LOS ENVIADOS, CAP. VI. 231
40 I quedaron persuadidos por él : i llamaron á los
enviados, i, habiéndolos] azotado, mandaron que
no hablasen en nombre de Jesús, i los despidieron.
41 Entónces los [enviados] se fueron de la presencia
del tribunal, gozosos, por cierto, porque se les había
juzgado dignos de padecer deshonra por [amor] del
42 nombre [de Jesús], I no cesaban de enseñar cada
dia en el lugar santo i en casa, 0 i anunciar la buena
nueva que Jesús [es] el Ungido.
VI. 1. I en aquellos dias, multiplicándose los discípulos,
hubo una murmuración de los [Judíos] Gentílicos f
contra los Hebreos, porque no se hacia caso de sus
2 viudas en el servicio diario [de las provisiones]. I
los doce llamaron á la muchedumbre de los discípulos,
i dijeron : “No nos es grato dejarla palabra de Dios,
3 “ para servir á las mesas. Por tanto, hermanos, poned
“ los ojos en siete hombres de entre vosotros, de
“ buena fama, llenos del Espíritu Santo, i de sabi-
“ duria, á quienes constituyamos superintendentes]
4 “ de este cargo. I nosotros perseveraremos en la
6 “ oración i en el ministerio de la palabra.” I agradó
[este] dicho á toda la muchedumbre ; i escojieron á
Estévan, varón lleno de fé i del Espíritu Santo, i á
Felipe, i á Prócoro, i á Nicanor, i á Timón, i á Par-
menas, i á Nicolás de Antioquía, convertido [al juda-
6 ismo] : los cuales presentaron á los enviados ; i
[estos], habiendo hecho oración, les impusieron las
manos.
7 I la palabra de Dios crecia, i el número de los dis-
cípulos se multiplicaba sobre manera en Jerusalem ;
i muchos de los sacerdotes obedecían á la fé.
8 I Estevan, lleno de gracia]: i de poder, hacia grandes
9 prodigios i portentos en el pueblo. I se levantaron
algunos de la congregación llamada de los Libertinos,
i de los Cireneos, i de los Alejandrinos, i de los de
10 Cilicia i de Asia, que disputaban con Estevan. I no
podían resistir la sabiduría i el espíritu con que habla-
11 ba. Entónces sobornaron á hombres, que dijesen :
“ Le hemos oido decir palabras blasfemas contra
* En casa, 6 de casa en casa.
i Gentílicos, en griego Hellenislas; a*í llamados probablemente por
su origen gentílico. J O fé.
232 LOS HECHOS
12 “ Moisés i contra Dios.” I conmovieron al pueblo, i
á los ancianos, i á los escribas ; i viniendo sobre fél],
lo arrebataron, i [lo] condujeron al tribunal [supremo].
13 I presentaron testigos falsos, que dijesen : “Este hom-
“ bre no cesa de decir palabras [blasfemas] contra el
14 “ lugar santo i contra la lei. Porque le hemos oido
“ decir, que este Jesús el Nazareno, derribará, este
15 “ lugar, i mudará, las reglas que nos dio Moisés.” I
todos los que estaban sentados en el tribunal, fijaron
[los ojos] en él, i vieron su rostro como el rostro de
un mensagero [celestial].
VII. 1 I dijo el sumo sacerdote : “¿Es esto pues así?’
2 I él dijo :
“ Hermanos i padres, escuchad[me] : El Dios do
“ la gloria apareció á nuestro padre Abraham, cuando
“ estaba en Mesopotamia, ántes que morase en Haran,
3 “ i le dijo : ‘ Sal de tu tierra, i de tu parentela, i ven
4 “ ‘ á la tierra, que te mostraré.’ Entónces salió de la
“ tierra de los Caldeos, i moró en Haran. I de allí, des-
“ pues de muerto su padre, lo trasladé [Dios] á. esta
6 “ tierra en la cual ahora moráis vosotros. I no le
“ dió herencia en ella, ni aun [donde] poner el pié :
“ mas le prometió que [se] la daría en posesión, i á
“ su posteridad después de él, cuando no tenia hijos.
6 “ I dijo Dios así : que su posteridad moraría como
“ peregrina en tierra extraña, i que [los de ella] la
“ harían servirles], i [la] maltratarían, [durante] cua-
7 “ trecientos años. ‘ I yo juzgaré á. la nación á, la cual
“ ‘ servirán,’ dijo Dios ; ‘i después de esto saldrán, i
8 “‘me daran culto en este lugar.’ I le dió el pacto
“ de la circuncisión : i así [Abraham] engendró á
“ Isaac, i lo circuncidó en el octavo dia. E Isaac
“ [engendró] á Jacob, i Jacob á los doce patriarcas.
9 “ I los patriarcas envidiaron á Josef, i [lo] vendieron
« [para que lo llevasen] á Egipto : pero Dios estaba con
10 “ él, i lo libró de todas sus tribulaciones, i le dió
“ favor i sabiduría delante de Faraón, rei de Egipto,
“ el cual lo constituyó gobernador de Egipto, i de
11“ toda su casa. I vinieron hambre en toda la tierra
“ de Egipto i de Canaan, i gran tribulación ; i nues-
12 “ tros padres no hallaban con qué alimentarse. I
“ cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió
13 “ allá por primera [vez] á nuestros padres : i la
“ segunda, Josef se dió á conocer á sus hermanos, i su
DE LOS ENVIADOS, CAP. VIL 233
14 “ linage se hizo manifiesto á Faraón. I Josef mandó
“ llamar á sí á su padre Jacob, i á toda [su] parentela,
15 “ [que era] de setenta i cinco personas. 1 bajó Jacob
16 “ á Egipto ; i murieron él i nuestros padres [allí], i
“ se trasladaron á Siquem, i los depositaron en el
“ sepulcro que compró Abraham por [cierto] precio
“ de plata á los hijos de Hemor, [padre] de Siquem.
17 “ I cuando se acercaba el tiempo [de cumplirse] la
“ promesa que con juramento había hecho Dios á
“ Abraham, el pueblo fué creciendo i multiplicándose
18 “en Egipto, hasta que se levantó otro rei que no
19 “ habia conocido á Josef. Este usó de malas artes
“ con nuestro linage, i maltrató á nuestros padres,
“ [obligándolos] á exponer sus recien nacidos, á fin
20 “ de que no conservasen sus vidas. En cuyo tiempo
“ nació Moisés, que fué divinamente 0 hermoso ; el
21 “ cual se crió tres meses en casa de [su] padre. I
“ cuando hubo sido expuesto, la hija de Faraón lo
22 “ recojió, i lo crió como á hijo suyo. I fué instruido
“ Moisés en toda la sabiduría de los Egipcios ; i era
“ poderoso en sus palabras i en sus obras.
23 “ I cuando hubo llegado á la edad de cuarenta
“ años, nació en su corazón [el pensamiento] de
24 “ visitar á sus hermanos, los hijos de Israel. I ha-
“ hiendo visto á uno [de ellos] padecer injusticia, lo
“ defendió, é hizo justicia á favor de el que estaba
25 “ oprimido, i dió muerte al Egipcio. I pensaba que
“ entenderían sus hermanos que Dios por su mano
“ habia de darles salvación : mas ellos no [lo] en-
26 “ tendieron. I al dia siguiente se presentó á [dos
“ de] ellos que altercaban, i los excitó á unirse en
“ paz, diciendo : ‘Hombres, vosotros sois hermanos :
27 “ ‘¿porqué os hacéis injusticia uno á otro?’ Mas
“ el que la hacia á su prójimo, lo rechazó, diciendo :
“ ‘ ¿ Quién te ha constituido á tí príncipe i juez sobre
28 “ ‘ nosotros ? ¿ Quieres tú darme muerte á mí, como
29 “ ‘ la diste ayer al Egipcio ?’ I al [oirle] decir esto,
“ huyó Moisés, i se fué á morar como peregrino en la
“ tierra de Madian, donde engendró á dos hijos.
30 “ I cumplidos cuarenta años, se le apareció en el
“ despoblado del monte Sinai un mensagero del
“ Señor en la llama de un fuego [que ardia] en una
* Divinamente, en griego á ó por Dios.
234 LOS HECHOS
31 “ zarza. I Moisés, al ver [esto], se maravilló de la
“ visión ; i acercándose para mirarla, le vino la voz
32 “ del Señor, [que dijo] : ‘ Yo [soi] el Dios de tus
“ 1 padres, el Dios de Abraham, i el Dios de Isaac, i
“ ‘ el Dios de Jacob.’ I Moisés quedó temblando, i
33 “ no osaba mirar [la visión]. I le dijo el Señor :
“ 1 Desata el calzado de los pies ; porque el lugar en
c 34 “ ‘ que estas, es tierra santa. He visto con mis ojos
“ 1 el maltrato de mi pueblo en Egipto, i he oido sus
“ ‘ suspiros, i he bajado para librarlo ; i ahora ven,
“ 1 [i] te enviaré á Egipto.'
35 “ A este Moisés, á quien habían negado [ellos],
“ diciendo : 1 j Quién te ha constituido á tí principo
“ 1 i juez ?’ á este envié Dios [para ser su] príncipe i
“ redentor, por medio del mensagero que se le apare-
36 “ ció en la zarza. Este los sacó, ó hizo prodigios i
“ portentos en Egipto, i en el Mar Kojo, i en el des-
“ poblado, durante cuarenta años.
37 “ Este es aquel Moisés que dijo á los hijos de Israel :
“ ‘El Señor Dios 0 os levantará de entre vuestros her-
“ ‘ manos un profeta, semejante á mí ; á él obedeceréis
“ 1 atentos.’
38 “ Este es el que, en la asamblea del despoblado,
“ estuvo [en comunicación] con el mensagero [celes-
“ tial] que le hablaba en el monte Sinai, i [también]
“ con nuestros padres ; el que recibió las palabras de
39 “vidaf para dárnoslas] á nosotros: á quien no
“ quisieron obedecer nuestros padres, mas [lo] recha-
“ zaron, i con sus corazones se volvieron á Egipto,
40 “ diciendo á Aaron : ‘ Haznos dioses, que vayan de-
“ ‘ lante de nosotros ; porque este Moisés, que nos
“ ‘ sacó fuera de la tierra de Egipto, no sabemos qué
41 “ ‘ le ha acontecido.’ E hicieron un ternero en
“ aquellos dias, i ofrecieron sacrificio al ídolo, i se
“ regocijaron en las obras de sus manos.
42 “ I Dios se volvió [contra ellos] i los dejé dar culto
“ al ejército del cielo ; % según está escrito en el libro
“ de los profetas : ‘ j Me ofrecisteis [solamente] á mí
“ 1 [animales] muertos i [otros] sacrificios, durante
“ ‘ cuarenta años en el despoblado, oh casa de Israel ?
43 “ 1 Llevasteis también el pabellón de Moloc, i la
“ ‘ estrella de vuestro dios Bemfan, [que eran] las
* Otros MSS. añiulen, vuestro.
t De vida, ó vivas. * Los astros.
DE LOS ENVIADOS, CAP. VIL 235
“ 1 imágenes que hicisteis para adorarlas ; i [yo] os
“ 1 trasladaré mas allá de Babilonia.’ °
44 “ El pabellón de testimonio estaba en [medio de]
“ nuestros padres en el despoblado, [construido]
“ según [Dios] mandó, el cual, hablando á Moisés,
“ [habia dicho] que lo hiciese según el modelo que
45 “ habia visto. I habiendo[lo] recibido nuestros
“ padres que les sucedieron, lo llevaron [consigo,
“ cuando] entraron con Josué en [la tierra] poseída
“ por las naciones [gentiles], que Dios fué expeliendo
“ de la presencia de nuestros padres hasta los di as
46 “ de David : el cual halló favor delante de Dios, i
“ pidió que se [le] concediese [el edificar] una ha-
47 “ bitacion para el Dios de Jacob. Mas Salomón le
“ edificó una casa.
48 “ Sin embargo el Altísimo no mora [solamente]
“ en [templos] hechos de mano [de hombres] ; como
“ dice el profeta :
49 « ‘ El cielo [es] mi trono, i la tierra, la tarimilla
“ 1 de mis pies ;
“ ‘ “ J Qué casa me edificareis á mí?” dice el
“ * Señor ;
“ ‘ O ¿ qué lugar [será el] de mi descanso ?
60 “ 1 ¿ No hizo mi mano todas estas cosas ? ’ f
61 “ Vosotros, duros de cuello, é incircuncisos de cora-
“ zon i de oidos, estáis siempre oponiéndoos al Espíritu
“ Santo ; como [hicieron] vuestros padres, [así] tam-
52 “ bien [hacéis] vosotros. ¿ A cuál de los profetas no
“persiguieron vuestros padres? los cuales dieron
“ muerte á los que ántes anunciaron la venida del
» Justo, á quien ahora vosotros habéis sido traidores,
53 “ i homicidas ; [vosotros] que recibisteis la lei en
“ mandamientos [dados por medio] de J los mensa-
“ geros [celestiales], i no [la] habéis guardado.”
64 I oyendo estas cosas, se penetraban de [ira] sus
corazones, i crujían contra [Estevan] los dientes.
55 Mas [él], lleno del Espíritu Santo, fijó [los ojos] en
el cielo, i vió la gloria de Dios, i á Jesús en pié á la
56 derecha de Dios : i dijo : “ Hé aquí, estoi viendo
“ los cielos abiertos, i al Hijo del Hombre en pié á la
67 “ derecha de Dios.” I clamaron con una gran voz, i se
taparon los oidos, i á una corrieron impetuosamente
» Véase Amos v. 25-27. t Véase Isa. luí 1, 2.
{ [Dados por medio ] de, en griego de.
236 LOS HECHOS
68 hácia él ; i lo echaron fuera de la ciudad, i [lo]
apedreaban. I los testigos depositaron sus vestidos
{ exteriores] á los pies de un mancebo llamado Sáulo.
[mientras] apedreaban á Estévan, estaba invocando
[al Señor], i diciendo : “ Señor Jesús, recibe mi
60 “ espíritu.” I se puso de rodillas, i clamó con una
gran voz : “ Señor, no les bagas cargo de este pecado.”
I habiendo dicho esto, durmió. 0
VIH. 1 I Sáulo consentía en que se le diese muerte.
I hubo en aquel dia una gran persecución contra
la asamblea de Jerusalem ; i todos [ellos], excepto
los enviados, se dispersaron, por los países de Judea
i de Samaría.
2 I [algunos] hombres devotos llevaron [á enterrar]
á Estévan, é hicieron gran duelo sobre él.
3 I Sanio iba molestando á la asamblea, entrando en
las casas, una después de otra ; i, sacando á hombres
i mugeres, [los] entregaba para ser encarcelados.
4 I aquellos que se habían dispersado, pasaron [de una
parte á otra], anunciando la buena nueva de la pala-
bra [de Dios],
6 I Felipe bajó á una ciudad de Samaría, i les pro-
6 clamaba al Ungido. I las gentes á una daban crédito
4 las cosas que dijo Felipe, al oirlas, i al ver los por-
7 tentos que hacia. Porque, de muchos que tenían
espíritus inmundos, salieron [estos], clamando con
una gran voz ; i muchos paralíticos i cojos fueron
8 curados. I hubo gran gozo en aquella ciudad.
9 I un hombre nombrado Simón babia estado ántes
en la ciudad, ejerciendo la magia, i pasmando la
nación de Samaría, diciendo que era una gran per-
10 sona. Al cual todos daban crédito, desde los pequeños
hasta los grandes, diciendo: “Este, es el poder de Dios,
11 “ el llamado grande.” I [por esto] le daban crédito,
porque los babia estado pasmando mucho tiempo con
12 [sus] artes mágicas. Pero cuando tuvieron fé en
Felipe, anunciando la buena nueva tocante el reino
de Dios, i el nombre de Jesús Cristo, recibían la inmer-
13 sion hombres i mugeres. I aun el mismo Simón tuvo
fé, i, habiendo recibido la inmersión, continuaba en
[compañía de] Felipe ; i quedó pasmado, viendo los
14 grandes portentos i milagros que se bacian. I los
* Durmió, á saber murió.
DE LOS ENVIADOS, CAP. VIII. 237
enviados [que estaban] en Jerusalem, habiendo oido
que [los de] Samaría habían recibido la palabra de
15 Dios, les enviaron á Pedro i á Juan : los cuales
habiendo bajado [á Samaría], oraron por ellos, á fin
16 de que recibiesen el Espíritu Santo. (Porque aun no
babia descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían recibido la inmersión en nombre
17 del Señor Jesús.) Entonces les imponían las manos, i
18 recibían el Espíritu Santo. I habiendo visto Simón
que por medio de la imposición de las manos de los
enviados, se daba el Espíritu Santo, les ofrecjó dinero,
19 diciendo : “ Dadme también á mí esta potestad, para
“ que todo aquel en quien imponga las manos, reciba
20 “ el Espíritu Santo.” I Pedro le dijo : “ Tu plata
“ perezca contigo, porque has pensado comprar el
21 “ don de Dios por dinero. No tienes parte ni puesto
“ en este negocio ; porque tu corazón no es recto
22 “ delante de Dios. Arrepiéntete pues de esta maldad
“ tuya, i pide á Dios que te sea perdonado, si es posi-
23 “ ble, el pensamiento de tu corazón. Porque veo que
“ estás en hiel de amargura, i cadena de iniquidad.”
24 I respondió Simón, i dijo : “ Pedid vosotros en mi
“ favor al Señor, para que no me sobrevenga ninguna
“ de las cosas que habéis dicho.”
25 I ellos, habiendo dado testimonio, i anunciado la pala-
bra del Señor, volvieron á Jerusalem, i anunciaron la
buena nueva en muchas aldeas de los Samaritanos.
26 I un mensagero del Señor habló á Felipe, diciendo :
“ Levántate, i vé al mediodía, por el camino qne
“ baja de Jerusalem á Gaza ; que está despoblado.”
27 I se levantó, i se fué. I hé aquí un Etíope, eunuco,
poderoso [en la corte] de Candace, reina de los
Etíopes, que era superintendente] de todos sus
tesoros, [i] que babia venido á Jerusalem para adorar
28 [á DiosJ, estando de vuelta, leia, sentado en su
29 carniage, al profeta Isaías. I el Espíritu dijo á Felipe :
30 “ Acércate, i júntate á ese carruage.” I Felipe corrió
hácia [él], i lo oyó leer al profeta Isaías, i dijo :
31 “¿Entiendes lo que estas leyendo?" I dijo él:
“ ¿ Cómo podría [entenderlo], si alguno no me
“guia?” I llamó á Felipe para que subiese, i se
32 sentase junto á él. I el lugar de la Escritura que
estaba leyendo, era este :
“ Como oveja, fué llevado al matadero ;
02
238
LOS HECHOS
“ I así como cordero enmudece delante del que lo
“ trasquila,
“ Así [él] no abre su boca.
83 “ En su humillación, se le privó de [recto] juicio ;
“ I ¿ quién contará [las iniquidades de] su gene-
“ ración 1
“ Porque su vida se quita de la tierra.”
34 I respondió el eunuco á Felipe, i dijo : “ [Dime],
“ te ruego, ¡ de quién dice esto el profeta ? ¿ de sí
35 “ mismo, ó de algún otro ?” I abrió Felipe su boca,
i habiendo empezado desde esta Escritura, le anunció
36 la buena nueva tocante á Jesús. I siguiendo ellos [su]
camino, llegaron á cierto [lugar, en que habia] agua ;
i dijo el eunuco : “ Aquí [hai] agua ; ¿ qué me impide
37 “ recibir la inmersión ?" ° 1 dijo Felipe : “ Es lícito,
“ si crees de todo corazón." Respondió [el eunuco], i
dijo : “ Creo que Jesús Cristo es el Hijo ele Dios.” 0 I
38 “ mandó parar el carruage, i ambos, Felipe i el eunuco,
bajaron [i entraron] en el agua ; i [Felipe] le ad-
39 ministró la inmersión. I cuando habían subido del
agua, el Espíritu del Señor arrebató á Felipe ; i no
lo vio mas el eunuco, porque siguió su camino, gozoso.
40 I Felipe se bailó en Azoto, i anunciaba la buena
nueva en todas las ciudades por donde pasaba, hasta
que llegó á Cesárea.
IX. 1 I Sáulo, respirando todavia amenazas i homicidios
contra los discípulos del Señor, se acercó al sumo
2 sacerdote, i le pidió cartas para las congregaciones [de
los Judíos] de Damasco, á fin de traer atados á Jeru-
salem, á todos los hombres i mugeres [siguiendo] las
3 vias [del Señor] que encontrase. I en el camino, acon-
teció que cuando se acercaba á Damasco, de repente
4 una luz brilló del cielo en torno de él. I habiendo
caido en tierra, oyó una voz que le dijo : “ Saulo,
5 “ Saulo, l por qué estas persiguiéndome ? ” I [él] dijo:
“ ¡ Quién eres [tú], Señor ?” I el Señor dijo : “ Yo
“ soi Jesús, á quien tú estas persiguiendo. 0 [Es cosa]
6 “ dura en tí el dar coces contra el aguijón.” I tem-
blando i asombrado, dijo : “ Señor, ¿ qué quieres que
“ yo haga ?” Iel Señor le [dijo] : “ Levántate, 0 i en-
* Las autoridades mas aprobadas no tienen ver. 37 de cap. viii. ; i en
lugar de las palabras desde “ [Es cosa ] dura," hasta " Levántate," cap.
ix, 5, 6, tienen solamente : " Pero levántate."
DE LOS ENVIADOS, CAP. IX. 239
“ tra en la ciudad, i se te dirá lo que debes hacer.”
7 I los hombres que caminaban con él, quedaban aton-
tados, oyendo, en verdad, la voz, pero no viendo á
8 nadie. I se levantó Saulo del suelo, i habiendo
abierto los ojos, no [podia] ver á nadie ; i llevándolo
9 de la mano, lo entraron en Damasco. I estuvo tres
dias privado de la vista, i sin comer, ni beber.
10 I habia un discípulo en Damasco, nombrado Ana-
nías ; al cual dijo el Señor en una visión : “ Ananías.”
11 I él dijo: “ Héme aquí, Señor.” I el Señor le [dijo] :
“ Levántate, i vé á la calle llamada Derecha, i busca
“ en casa de Júdas, [á un hombre] de Tarso, nom-
12 “ brado Saulo ; porque hé aquí está orando ; i ha
“ visto en una visión entrar á un hombre nombrado
“ Ananías, é imponerle la mano, para que reciba la
13 “ vista.” I respondió Ananías : “ Señor, be oido á
11 muchos acerca de este hombre, cuantos daños ha
14 “ hecho á tus santos en Jerusalem. I aquí tiene
“ poderes de los príncipes de los sacerdotes para
“ [llevar] atados á todos los que invocan tu nom-
15 “ bre.” I le dijo el Señor : “ Vé, porque este es un
“ vaso de mi elección, para llevar mi nombre delante
“ de los gentiles, i de los reyes, i de los hijos de Israel.
16 “ Porque yo le mostraré cuanto tendrá que padecer
“ por mi nombre.”
17 I se filé Ananías, i entró en la casa ; i, habiéndole
impuesto las manos, dijo : “ Hermano Saulo, el Señor,
“ [á saber] Jesús, que se te apareció en el camino por
“ donde venias, me ha enviado, para que recibas la
18 “ vista, i quedes lleno del Espíritu Santo.” I luego
cayeron de sus ojos [unas] como escamas, i recibió al
punto la vista ; i se levantó, i recibió la inmersión.
19 I habiendo tomado alimento, cobró fuerzas.
I [Saulo] estuvo algunos dias con los discípulos de
20 Damasco. I desde luego proclamaba en las congre-
gaciones á Jesús, [diciendo] que este era el Hijo de
21 Dios. I se pasmaban todos los que [lo] oian, i decian :
“ ¿ No es este el que en Jerusalem hostigaba á los
“ que invocaban este nombre, i por esto habia venido
“ aquí, para llevarlos atados á los príncipes de los
22 “ sacerdotes ?” I Saulo recibía mas i mas fuerza, i
confundía á los Judíos que moraban en Damasco,
probándoles] que este [Jesús] era el Ungido.
23 I pasados muchos dias, consultaron entre sí los
240 LOS HECHOS
24 Judíos, para darle muerte. Pero supo Saulo su ase-
chanza. I guardaban las puertas de día i de noche
25 para darle muerte. I lo tomaron los discípulos de
noche, i colgándolo] en una espuerta, [lo] bajaron
por la muralla.
26 X habiendo llegado [Saulo] á Jerusalem, procuraba
juntarse á los discípulos : i todos lo temian, no cre-
27 yendo que era discípulo ; mas Bernabé, habiéndo-
lo tomado [consigo, lo] llevó á los enviados, i les
contó cómo [Saulo] había visto al Señor en el camino,
i que [este] le habia hablado, i cómo [él] se habia
[expresado] con intrepidez en Damasco en nombro
28 de Jesús. I estaba con ellos entrando i saliendo en
Jerusalem, i [expresándose] con intrepidez en nom-
29 bre del Señor Jesús. I hablaba i disputaba con Jos
[Judíos] Gentílicos ; i ellos intentaban darle muerte.
30 I, habiendo [lo] sabido los hermanos, bajaron con él
á Cesárea, i lo enviaron á Tarso.
31 Ent&nces las asambleas estaban en paz por toda
Judea, i Galilea, i Samaría, recibiendo edificación ; i,
procediendo en el temor del Señor, i en el consuelo
del Espíritu Santo, multiplicaban [sus miembros].
32 I aconteció que Pedro, pasando por todas [partes],
bajó también [á ver] á los santos que moraban en
33 Lida. I encontró allí á un hombre nombrado Eneas,
que era paralítico, i que habia yacido ocho años en
34 una camilla. I le dijo Pedro : “ Eneas, Jesús, el
“ Ungido, te cura ; levántate, i hazte tú mismo [la
35 " camilla].” I luego se levantó. I todos los que
moraban en Lida i en Sarona lo vieron, i se convir-
tieron al Señor.
36 Habia también en Joppe una discípula nombrada
Tabita, que, traducido [en griego], quiere decir
Dorcas. 0 Esta abundaba en buenas obras, i en las
87 limosnas que daba. I aconteció que en aquellos dias
enfermó i muri& ; i después de bañarla, la pusieron
38 en un aposento alto. I como Lida estaba cerca de
Joppe, los discípulos, habiendo oido que Pedro esta-
ba allí, le enviaron dos hombres, rogándole que sin
39 tardanza fuese á [verjlos. I se levantó Pedro, i fué
con ellos. X cuando hubo llegado, lo condujeron al
aposento alto ; i se le presentaron todas las viudas
* Dorcas signif.ca Gacela.
DE LOS ENVIADOS, CAP. X. 241
llorando, i mostrándole] las túnicas i los vestidos [ex-
teriores], que hacia Dorcas mientras que estaba con
40 ellas. Entonces Pedro, habiendo hecho salir afuera á
todas, se puso de rodillas, é hizo oración ; i habién-
dose vuelto hácia el cuerpo, dijo: “ Tabita, levántate.”
41 I ella abrió los ojos, i al ver á Pedro, se incorporó ; el
cual le dió la mano, i la levantó : i habiendo llamado
42 á los santos i á las viudas, [se] la presentó viva. Lo
cual se hizo notorio por toda pa ciudad de] Joppe, i
muchos tuvieron fé en el Señor.
43 I aconteció que [Pedro] se quedó muchos dias en
Joppe con cierto Simón, curtidor.
X. 1 I habia en Cesárea un varón, nombrado Comelio,
2 centurión de la cohorte llamada Itálica ; piadoso i
temeroso de Dios, con toda su familia, i que daba
muchas limosnas al pueblo, i hacia continuamente
3 oración á Dios. A eso de la hora nona ° del dia, vió
manifiestamente en una visión á un mensagero de
Dios entrar adonde él [estaba], el cual le dijo : “ Cor-
4 11 nelio.” I [este] fijó en él [los ojos], i, atemorizado,
dijo : “ i Qué es [esto], Señor ?” I le dijo [el men-
sagero] : “ Tus oraciones i tus limosnas han subido
5 “ á la presencia do Dios para memoria [de tí]. I
“ ahora envia hombres á Joppe, i manda llamar á
6 “ Simón, por sobrenombre Pedro ; el cual está hos-
“ pedado con cierto Simón, curtidor, cuya casa está
“ cerca del mar ; este te dirá lo que debes hacer.” f
7 I [Comelio], cuando se retiró el mensagero que le
habia hablado, llamó á dos de sus servidores, i á un
8 piadoso soldado de los que lo asistían, i habiéndoles
contado todo, los envió á Joppe.
9 I al dia siguiente, mientras estaban ellos caminando
i acercándose á la ciudad, Pedro, subió al terrado
10 para hacer oración, cerca de la hora de sexta. J I se
sintió con mucha hambre, i quiso comer. Pero mien-
11 tras [se lo] preparaban, le sobrevino un éxtasis, i
vió el cielo abierto, i bajar § un cierto vaso seme-
jante á un gran lienzo, que, atado por cuatro cabos,
12 se descolgaba hácia la tierra : en el cual, habia
* Nona, la tercia hora postmeridiana.
t •* Este .... hacer Estas palabras no están en los textos mas
aprobados. * Sexta, la antemeridiana.
§ Algunos MSS. tienen, sobre el.
242
LOS HECHOS
toda [clase de] cuadrúpedos de la tierra, i [de]
13 fieras, i [de] reptiles, i de aves del cielo. I vino hacia
él una voz [que dijo] : “Levántate, Pedro, mata, i
14 “ come.” Mas Pedro dijo : “ De ningún modo, Señor ;
“ porque no he comido jamas nada impuro ó in-
15 “ mundo.” I [vino] hácia él una voz segunda vez,
[que le dijo] : “ Las cosas que Dios ha limpiado, no
16 “ [llames] tú impuras.” I esto fué hecho tres veces;
i el vaso volvió á elevarse al cielo.
17 I cuando Pedro estaba dudando en sí mismo qué
significaría la visión que habia visto, lié aquí que los
hombres enviados por Cornelio, habían averiguado la
casa de Simón, i se presentaron delante del pórtico ;
18 i, habiendo llamado, preguntaron si estaba hospe-
19 dado allí Simón, por sobrenombre Pedro. I pensando
•Pedro en la visión, le dijo el Espíritu : “ Hé aquí,
20 “ tres hombres están buscándote ; ea, levántate,
“ baja, i vete con ellos, sin vacilar nada ; porque yo
21 “ los he enviado.” I bajó Pedro á [ver] á los hom-
bres, 0 i dijo : “ Hé aquí, yo soi [aquel] á quien buscáis :
22 “ ¿ por qué causa habéis venido aquí ? ” I ellos di-
jeron : “ Dios ha instruido, por medio de un men-
“ sagero santo, á Cornelio, el centurión, hombre justo,
“ i temeroso de Dios, á favor de quien da testimonio
“ toda la nación de los Judíos, para que te mande
23 “ llamar á su casa, i escuche tus palabras.” Entonces
los convidó á entrar, i los hospedó.
I al dia siguiente se levantó f [Pedro], i salió con
ellos ; i algunos de los hermanos de Joppe lo acom-
24 pañaron. I al otro dia entraron en Cesárea ; i Cor-
nelio los estaba esperando, habiendo convocado á sus
parientes i á [sus] amigos íntimos.
25 I cuando llegó á entrar Pedro, Cornelio salió á
recibirlo, i habiéndose postrado á sus pies, le rindió
26 homenage. J Mas Pedro lo levantó, diciendo : “ Al-
27 “ zate ; yo mismo soi hombre como [tú].” I, conver-
sando con él, entró, i encontró á muchos que habian
28 venido juntos ; i les dijo : “ Vosotros sabéis que es
“ ilícito á un Judío juntarse ó acercarse á un extran-
“ gero ; mas á mí me ha mostrado Dios que [no he]
“ de llamar á ningún hombre impuro ó inmundo ;
* Algunas autoridades tienen, “ enviados de Conidio d él."
t Se levantó, no esté en algunos textos griegoa
} O lo adoró. Véase Hat. xviii. 26.
DE LOS ENVIADOS, CAP. X. 243
29 “ i por esto he venido sin oponerme, luego que me
“ mandaste llamar. Pregunto pues, por qué razón
“ me habéis mandado llamar.”
30 I Cornelio dijo : “ Hace cuatro dias que estaba en
“ ayunas hasta esta hora, i á la hora de nona [estaba]
“ haciendo oración en mi casa ; cuando, hé aquí que
“ se me puso delante un hombre con espléndido °
31 “ ropage, i dijo : ‘ Cornelio, tu oración ha sido oida,
32 “ 1 i Dios se ha acordado de tus limosmas. Envía
“ ‘ pues á Joppe, i manda llamar á Simón, por sobre-
“ ‘ nombre Pedro, el cual está hospedado en casa de
“ ‘ Simón, el curtidor, cerca del mar ; el cual, cuando
33 “ ‘haya venido, te hablará.’ Por tanto, inmediata-
“ mente envié por tí ; i tú has hecho bien en venir.
“ Ahora pues todos nosotros estamos aquí en pre-
“ sencia de Dios para escuchar todo lo que Dios te ha
“ mandado [decir].”
34 I abrió Pedro la boca, i dijo : “ En verdad estoi
“ conociendo que Dios no hace acepción de personas,
36 “ sino que recibe, de toda nación, al que lo teme, i
36 “ obra lo justo. Vosotros sabéis la palabra que envió
“ [Dios] á los hijos de Israel, para anunciarles] la
“ buena nueva de paz por medio de Jesús Cristo,
37 “ (este es el Señor de todos) ; palabra que corrió por
“ toda Judea, empezando por Galilea, después de la
38 “ inmersión que proclamó Juan ; [respecto] al
“ modo con que Dios ungió con el Espíritu Santo i
“ poder á Jesús de Nazaret, el cual pasó [de una parte
“ á otra], haciendo bien, i curando á todos los oprimi-
“ dos por el calumniador : porque Dios estaba con él.
39 “ I nosotros [somos] testigos de todo lo que hizo en el
“ país de los Judíos i en Jerusalem : al cual dieron
40 “ muerte colgándolo] de un madero. A este, Dios
41 “ resucitó al tercer cria, i concedió, no á todo el
“ pueblo, sino á testigos que él habia elegido ántes,
“ que se [les] apareciese ; [á saber nosotros] que comi-
“ mos i bebimos con él después de haber resucitado
42 “ de entre los muertos. I nos mandó proclamar al
“ pueblo, i dar testimonio que él es el que Dios ha
43 “ constituido juez de vivos i de muertos. A este
“ todos los profetas dan testimonio que todo el que
“ tiene fé en él, recibe perdón de [sus] pecados, por
, “ medio de su nombre.”
1 * Esplendido, ó illanco.
244 LOS HECHOS
44 Estando todavía diciendo Pedro estas cosas, des-
cendió el Espíritu Santo sobre todos los que oian la
45 palabra. I los fieles circuncidados que habian venido
con Pedro, se pasmaron de que el don del Espíritu
Santo se había derramado también sobre los Gentiles :
46 porque les oian hablar en lenguas [extrañas], i en-
47 salzar ó Dios. Entonces respondió Pedro : “ ¿ Acaso
“ puede alguno vedar el agua, para que no reciban la
“ inmersión [en ella] estos, que han recibido el Espíritu
48 “ Santo como también nosotros ?" I mandó que les
administrasen la inmersión en nombre del Señor.
Entónces le pidieron que permaneciese algunos dias.
XI. 1 I oyeron los enviados i los hermanos que estaban
en Judea, que también los Gentiles habian recibido
2 la palabra de Dios. I cuando Pedro subió á Jerusalem,
3 disputaban con él los [fieles] circuncidados, diciendo:
“ Has entrado en [casa de] hombres incircuncisos, i
4 11 has comido con ellos.” I empezó Pedro, i les ex-
6 puso [todo] por órden, diciendo : “ Estaba yo ha-
“ ciendo oración en la ciudad de Joppe, cuando vi,
“ en éxtasis, una visión ; [á saber] cierto vaso seme-
“ jante á un gran lienzo, que bajaba, descolgado del
6 “cielo por cuatro cabos; i llegó junto á mí. [I]
“ habiendo fijado [los ojos] en él, [lo] miraba, i vi
“ los cuadrúpedos de la tierra, i las fieras, i los reptiles,
7 “ i las aves del cielo. I oí una voz que me dijo :
8 “ 1 Levántate, Pedro, mata, i come.’ I dije : ‘ De
“ ‘ ningún modo, Señor ; porque no ha entrado jamas
9 “ ‘ en mi boca nada impuro ó inmundo.’ Mas me
“ respondió segunda vez una voz del cielo ; 1 Las
“ ‘ cosas que Dios ha limpiado, no llames tú impuras.’
10 “ I esto sucedió tres veces, i todo fué retirado al cielo.
11 “ I hé aquí, inmediatamente tres hombres se presen.
“ taron delante de la casa en que [yo] estaba, en-
12 “ viados á mí de Cesárea. I me dijo el Espíritu, que
“ fuese con ellos, sin vacilar nada ; i también estos
“ seis hermanos me acompañaron ; i entrámos en la
13 “ casa del hombre ; el cual nos contó como habia
“ visto presentarse en su casa al mensagero [del
“Señor], que le dijo: ‘ Envia [hombres] á Joppe, i
“ ‘ manda llamar á Simón, por sobrenombre Pedro,
14 “ ‘ quien te dirá palabras, por las cuales os salvareis
15 “ ‘ tú i toda tu familia.’ Habiendo yo pues empezado
“ á hablar, descendió el Espíritu Santo sobre ellos,
DE LOS ENVIADOS, CAP. XI. 245
“ como [habia descendido] también sobre nosotros al
1G “ principio. Entónces me acordé de la palabra que
“ el Señor habia dicho : ‘ Juan, por cierto, adminis-
“ ‘ tró la inmersión en agua, mas vosotros la recibiréis
17 “ 1 en el Espíritu Santo.’ Pues ya que Dios les habia
“ hecho también á ellos el mismo don que á nosotros,
“ después de haber tenido fé en el Señor Jesús Cristo,
“ ¿ quién era yo para poder oponerme á Dios ? ”
18 I habiendo oido estas cosas, se aquietaron ; i glori-
ficaban á Dios, diciendo : “ En tal caso, Dios ba cou-
» cedido á los Gentiles también el arrepentimiento
“ para [alcanzar] la vida.”
19 I los que se habian dispersado por la tribulación
que sobrevino por causa de Estevan, fueron hasta
Fenicia, i Chipre, i Antioquía, no anunciando la pala-
20 bra á ninguno sino solamente á los Judíos. . Mas
algunos de ellos eran naturales de Chipre, i de Cirene,
los cuales, habiendo entrado en Antioquía, hablaban
á los Gentiles, ° nnunciando[les] la buena nueva to-
21 cante al Señor Jesús. I la mano del Señor estaba con
ellos ; i muchos tuvieron fé, i se convirtieron al Señor.
22 I la noticia acerca de ellos llegó á oidos de [los de]
la asamblea de Jerusalem ; i mandaron á Bernabé
23 que fuese hasta Antioquía : el cual habiendo lle-
gado i visto la gracia de Dios, se llenó de gozo, i
exhortaba á todos que permaneciesen en el Señor con
24 propósito de corazón ; porque era hombre de bien,f
i lleno del Espíritu Santo, i de fé. I muchas gentes
se agregaron á [la asamblea del] Señor.
25 26 I salió Bernabé para Tarso, á briscar á Saulo ; i
habiéndolo hallado, [lo] llevó á Antioquía. I acon-
teció que se juntaron con [aquella] asamblea durante
un año entero, i enseñaron á muchas gentes ; i que
los discípulos se llamaron por primera vez Cristianos
en Antioquía.
27 I en estos dias bajaron de Jerusalem [algunos] pro-
28 fetas á Antioquía. I uno de ellos, nombrado Agabo,
se levantó, i anunció, por [inspiración] del Espíritu,
que iba á haber una gran hambre en todo el mundo : J
* Gentiles : algunos MSS. de menor autoridad dicen Hcllenistas ; esto
es, [Jiídíor] Gentílicos. t Ge bien, ó benévolo. Véase Mat. ir 15.
; Mundo. Lúeas parece aplicar esta palabra algunos veces ú Pales-
tina i las tierras cercanas. V éase Lúeas ii. 1 ; xxi. 26.
P
246 LOS HECHOS
10 que también sucedió en [tiempo] de Claudio [César],
29 I cada uno de los discípulos, según sus facultades,
determinó enviar [limosna] para socorrer 4 los her-
30 manos que moraban en Judea. Lo cual hicieron,
i [la] enviaron 4 los ancianos por mano de Bernabé
i de Saulo.
XII. 1. I por aquel tiempo el rei Heródes, echó mano 4
2 algunos de los de la asamblea, para maltratarlos], I
di6 muerte con espada 4 Jacobo, hermano de Juan.
3 I habiendo visto que [esto] agradaba 4 los Judíos
procedió 4 prender 4 Pedro. (Entónces eran los dias
4 [de la fiesta] de los [panes] sin levadura.) I ha-
biéndolo prendido, po] puso en la c4rcel, i [lo]
entregó 4 cuatro escuadras 0 de soldados, para custo-
diarlo ; queriendo presentarlo al pueblo después de
6 la Pascua. I así Pedro estaba custodiado en la
c4rcel ; pero la asamblea estaba haciendo fervientes
oraciones 4 Dios por él.
6 I cuando Heródes iba 4 presentarlo delante del
[pueblo], aquella noche Pedro estaba durmiendo en-
tre dos soldados, atado con dos cadenas ; i delante
de la puerta [habia] guardias, [que] custodiaban la
7 c4rcel. I hé aquí que un mensagero del Señor se
presentó delante de [Pedro], i resplandeció una luz
en la c4rcel ; f i habiéndolo tocado en el lado, lo des-
pertó, diciendo; “ Levántate presto.” I se le caye-
8 ron las cadenas de las manos. I le dijo el mensa-
gero : “ Cíñete, i cálzate tus sandalias." E hizo[lo]
9 así. I le dijo : “ Vístete tu manto, i sígueme.” I
[Pedro] salió, é iba siguiéndolo ; i no sabia que lo
que hacia el mensagero era realidad, mas pensaba
10 que estaba viendo una visión. I habiendo pasado
por la primera i por la segunda guardia, llegaron 4
la puerta de hierro, que va 4 la ciudad ; la cual se
les abrió por sí misma : i, habiendo salido, pasaron
por una calle, i luego se retiró el mensagero de él.
111 habiendo Pedro vuelto en sí, dijo : “ Ahora conozco
“ en verdad que el Señor ha enviado 4 su mensagero,
11 i libradome de las manos de Heródes, i de la ex-
12 “ pectacion de todo el pueblo de los Judíos.” I,
habiendo sabido [esto], J filé 4 la casa de María, madre
* Cuatro.escuadras, esto es, diez i seis ; cuatro por cada reía,
t O en el encierro. } O habiendo reflexionado.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIH. 247
de Juan, por sobrenombre M4rcos, en donde muchos
estaban congregados en oración.
13 I habiendo llamado [Pedro] á la puerta del pórtico,
14 se acercó 4 responder una criada nombrada Bhodé ; i’
habiendo reconocido la voz de Pedro, de gozo’ no
abrió el pórtico, mas corrió adentro, i avisó que Pedro
15 estaba delante del pórtico. I ellos le dijeron : “ Tú
“ estas loca,” Mas ella afirmaba fuertemente que era
así. Ellos dijeron entónces: “ Es su mensagero [celes-
16 “ tial] .” I Pedro continuaba llamando ; i ellos, ha-
17 biendo abierto, lo vieron, i se pasmaron. I habien.
doles hecho señal con la mano para que guardasen
silencio, les refirió cómo el Señor lo habia sacado de
la cúrcel. I dijo : 11 Contad esto 4 Jacobo i 4 los her-
11 manos.” I salió, i se fué 4 otro lugar.
18 I, venido el dia, hubo no pequeño tnmulto entre
los soldados, sobre lo que podía haber sucedido 4
1 9 Pedro. I cuando Heródes lo hubo buscado, i no halla-
do, examinó 4 los guardias, i mandó llevar[los] al
[suplicio]. I bajó de Judea 4 Cesárea, i continuó [allí],
20 I [Heródes] estaba airado contra los de Tiro i los de
Sidonia ; pero [estos] 4 una vinieron 4 él, i habién-
dose ganado 4 Blasto, el camarero del rei, pedían
21 la paz ; porque su pais se abastecía de el del rei. I,
en un dia señalado, Heródes, habiéndose vestido de
ropage real, se sentó en la silla elevada [del tribunal]
22 i les arengaba. I la plebe [lo] aclamaba, [diciendo]:
“ [Esta es] la voz de un Dios, i no de un hombre.”
23 I al punto lo hirió un mensagero del Señor, porque
no dió la gloria 4 Dios. I fué comido de gusanos, i
expiró.
24 I la palabra de Dios crecía, i se multiplicaba.
25 I Bernabé i Sáulo volvieron de Jerusalem, habiendo
cumplido su ministerio [de socorro] ; i tomaron con-
sigo también 4 J uan, por sobrenombre Múreos.
XHL 1 I habia en la asamblea que estaba en Antioquía,
algunos profetas i maestros, [4 saber] Bernabé, í
Simón, llamado Niger,° i Lucio de Cirene, i Manaen
que se habia criado conf Heródes el Tetrarca, i S4ulo.
2 Estando ellos ministrando al Señor, i ayunando, dijo
* Niqer significa negro.
t Que se habia criado con, ó hermano de leche de.
248
LOS HECHOS
el Espíritu Santo : “ Separadme ahora á Bernabé i á
3 “ Sáulo para la obra á que los he llamado.” Entónces,
habiendo ayunado, i hecho oración, les impusieron
las manos, i [los] despidieron.
4 Así pues ellos, enviados por el Espíritu Santo,
6 bajaron á Seleucia, i de allí navegaron á Chipre. I,
llegados á Salamina, anunciaban la palabra de Dios
en las congregaciones de los Judíos.
Itenian [consigo] también á Juan por [su] ministro.
6 I habiendo pasado por toda ° la isla hasta Pafos,
encontraron á cierto Judío, mago, [i] falso profeta,
7 nombrado Barjesus, el cual estaba con el procónsul
Sergio Paulo, hombre sensato. Este llamó á [sí]
& Bernabé i á Sáulo, i solicitaba oir la palabra de
8 Dios. Pero Elimas, [ó] el mago, (porque este es su
nombre, traducido), les resistia, procurando pervertir
9 al procónsul de la fé. I Sáulo, que [se llama] tam-
bién Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijó [los ojos] en
10 él, i dijo : “ Oh [hombre], lleno de todo dolo, i do
“ toda sutileza, hijo del calumniador, enemigo de
“ todo lo justo ; i no cesaras de pervertir los caminos
11 “ rectos del Señor ? I mira, ahora la mano del Señor
“ [está] sobre tí, i quedaras ciego, sin ver el sol hasta
“ [cierto] tiempo.” I al punto le sobrevinieron os-
curidad i tinieblas, i andando al rededor, buscaba
12 quienes le diesen la mano. Entonces el procónsul,
habiendo visto lo que habia sucedido, tuvo fé, que-
dando atónito de la doctrina del Señor.
13 I habiendo dado la vela de Páfos, Pablo i sus com-
pañeros llegaron á Perge en Panfilia.
I [allí] Juan se apartó de ellos, i volvió á Jeru-
salem.
14 I habiendo ellos pasado de Perge, llegaron á An-
tioquía de Pisidia, i entraron en la congregación el
15 dia de reposo, i se sentaron. I después de la lectura
de la lei i de los profetas, los gefes de la congregación
les mandaron á decir : “ Hermanos, si teneis palabra
10 “ de exhortación para el pueblo, decid[la].” I se
levantó Pablo, i, habiendo hecho señal con la mano,
dijo :
“ Israelitas, i los que temeis á Dios, escuchad.
17 “ El Dios de este pueblo de Israel escojió á nuestros
“ padres ; i ensalzó al pueblo en [su] peregrinación
* Toda no está en todos los textos griegos.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIIL 249
“ en la tierra de Egipto, i con sublime brazo los sacó
18 “ de ella : i, habiendo sufrido sus costumbres ° por
19 “ espacio de cuarenta años en el despoblado, i ha-
“ biendo derribado siete naciones [que estaban] en
“ la tierra de Canaan, les repartió por suertes su
“ tierra.
20 “ I después de esto, por unos cuatrocientos cin-
“ cuenta años, [les] dió jueces, hasta Samuel el pro
21 “ feta. I desde entónces pidieron rei ; i Dios les dió
“ á Sáulo, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, [du-
22 “ rante] cuarenta años. I habiéndolo removido, les
“ levantó por rei á David, á favor de quien también
“ dió este testimonio : 1 He hallado á David el [hijo]
“ ‘ de J essé, hombre según mi corazón, que hará toda
23 “ ‘mi voluntad.’ De la posteridad de este. Dios,
“ según [su] promesa, ha llevado á Israel á un
24 “ Salvador, , 1 esus ; cuando, ántes que entrase en su
“ camino, Juan hubo proclamado primero la inmer-
“ sion de arrepentimiento á todo el pueblo de Israel.
25 “ I cuando Juan estaba cumpliendo su carrera,
“ dijo : 1 ¿ Quién suponéis que soi ? Yo no soi [el
“ 1 Ungido] ; pero, hé aquí, viene después de me
“ ‘ [uno] de quien no soi digno de desatar el calzado
“ 1 de [sus] pies.’
26 “ Hermanos, hijos del linage de Abraham, i aque-
“ líos de entre vosotros que temeis á Dios, á vosotros
27 “ ha sido enviada la palabra de esta salvación. Por-
“ que los que moran en Jerusalem, i sus príncipes,
“ no habiendo[lo] conocido, [lo] condenaron, i cum-
“ plieron las palabras de ios profetas, que se leen
28 “ cada dia de reposo ; i, [aunque] no hallaron nin-
“ guna causa de muerte [en él], pidieron á Pilato
“ que se le quitase la vida.
29 “ Cuando pues hubieron cumplido todo lo escrito
“ acerca de él, [lo] descolgaron del madero, i [lo]
30 “ pusieron en un sepulcro. Pero Dios lo resucitó de
31 “ entre los muertos ; i él se apareció durante muchos
“ dias á los que habian subido con él de Galilea á
“ Jerusalem ; los cuales son testigos de él ante el
“ pueblo.
32 “ I nosotros os anunciamos la buena nueva, [to-
“ cante á] la promesa hecha á [nuestros] padres,
33 “ que Dios la ha cumplido á nosotros sus hijos, ha
* O, según algunos manuscritos, habiéndolos llevado como una nodriza.
248 LOS HECHOS
el Espíritu Santo : “ Separadme ahora á Bernabé i íi
3 “ Sanio para la obra á que los he llamado.” Entonces,
habiendo ayunado, i hecho oración, les impusieron
las manos, i [los] despidieron.
4 Así pues ellos, enviados por el Espíritu Santo,
6 bajaron á Seleucia, i de allí navegaron á Chipre. I,
llegados á Salamina, anunciaban la palabra de Dios
en las congregaciones de los Judíos.
I tenian [consigo] también á J uan por [su] ministro.
6 I habiendo pasado por toda ° la isla hasta Pafos,
encontraron á cierto Judío, mago, [i] falso profeta,
7 nombrado Barjesus, el cual estaba con el procónsul
Sergio Paulo, hombro sensato. Esto llamó á [sí]
á Bernabé i á Sáulo, i solicitaba oir la palabra de
8 Dios. Pero Elimas, [ó] el mago, (porque este es su
nombre, traducido), les resistia, procurando pervertir
9 al procónsul de la fé. I Sáulo, que [se llama] tam-
bién Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijó [los ojos] en
10 él, i dijo : “ Oh [hombre], lleno de todo dolo, i de
“ toda sutileza, hijo del calumniador, enemigo de
“ todo lo justo ; ¿ no cesaras de pervertir los caminos
11 “ rectos del Señor ? I mira, ahora la mano del Señor
“ [está] sobre tí, i quedaras ciego, sin ver el sol hasta
“ [cierto] tiempo.” I al punto le sobrevinieron os-
curidad i tinieblas, i andando al rededor, buscaba
12 quienes le diesen la mano. Entónces el procónsul,
habiendo visto lo que habia sucedido, tuvo fé, que-
dando atónito de la doctrina del Señor.
13 I habiendo dado la vela de Páfos, Pablo i sus com-
pañeros llegaron á Perge en Panfilia.
I [allí] Juan se apartó de ellos, i volvió á Jeru-
salem.
14 I habiendo ellos pasado de Perge, llegaron á An-
tioquía de Pisidia, i entraron en la congregación el
16 dia do reposo, i se sentaron. I después de la lectura
de la lei i de los profetas, los gefes de la congregación
les mandaron á decir : “ Hermanos, si teneis palabra
10 “ de exhortación para el pueblo, decidfla].” I se
levantó Pablo, i, habiendo hecho señal con la mano,
dijo :
“ Israelitas, i los que temeis á Dios, escuchad.
17 11 El Dios de este pueblo de Israel escojió á nuestros
“ padres ; i ensalzó al pueblo en [su] peregrinación
* Toda no está en todos los textos griegos.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIII. 249
“ en la tierra de Egipto, i con sublime brazo los sacó
18 “ de ella : i, habiendo sufrido sus costumbres ° por
19 “ espacio de cuarenta años en el despoblado, i ha-
“ hiendo derribado siete naciones [que estaban] en
“ la tierra de Canaan, les repartió por suertes su
“ tierra.
20 “ I después de esto, por unos cuatrocientos cin-
“ cuenta años, [les] dió jueces, hasta Samuel el pro
21 “ feta. I desde entónces pidieron rei ; i Dios les dió
“ á Sáulo, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, [du-
22 “ rante] cuarenta años. I habiéndolo removido, les
“ levantó por rei á David, á favor de quien también
“ dió este testimonio : ‘ He hallado á David el [hijo]
“ ‘ de Jessé, hombre según mi corazón, que hará toda
23 “ 1 mi voluntad.’ De la posteridad de este, Dios,
“ según [su] promesa, ha llevado á Israel á un
24 “ Salvador, Jesús ; cuando, ántes que entrase en su
“ camino, Juan hubo proclamado primero la inmer-
“ sion de arrepentimiento á todo el pueblo de Israel.
26 “ I cuando Juan estaba cumpliendo su carrera,
“ dijo : ‘ ¿ Quién suponéis que soi ? Yo no soi [el
“ ‘ Ungido] ; pero, hé aquí, viene después de me
“ 1 [uno] de quien no soi digno de desatar el calzado
“ ‘ de [sus] pies.’
26 “ Hermanos, hijos del linage de Abraham, i aque-
“ líos de entre vosotros que temeis á Dios, á vosotros
27 “ ha sido enriada la palabra de esta salvación. Por-
“ que los que moran en Jerusalem, i sus príncipes,
“ no habiéndolo] conocido, [lo] condenaron, i cum-
“ plieron las palabras de los profetas, que se leen
28 “ cada dia de reposo ; i, [aunque] no hallaron nin-
“ guna causa de muerte [en él], pidieron á Pilato
“ que se le quitase la vida.
29 “ Cuando pues hubieron cumplido todo lo escrito
“ acerca de él, [lo] descolgaron del madero, i [lo]
30 “ pusieron en un sepulcro. Pero Dios lo resucitó de
31 “ entre los muertos ; i él se apareció durante muchos
“ dias á los que habían subido con él de Galilea á
“ Jerusalem ; los cuales son testigos de él ante el
“ pueblo.
32 “ I nosotros os anunciamos la buena nueva, [to-
“ cante á] la promesa hecha á [nuestros] padres,
33 “ que Dios la ha cumplido á nosotros sus hijos, ha-
* O, según algunos manuscritos, habiéndolos llevado como una nodriza.
O
260 LOS HECHOS
“ tiendo resucitado á Jesús ; como también está
“ escrito en el Salmo segundo : ‘Mi Hijo eres tú ; yo
34 “ ‘ te he engendrado hoi.’ ° I lo que [ha hecho en]
“ haberlo resucitado de entre los muertos, para no
“ volver mas á la corrupción, [pre]dijo así : ‘ Os daré
“ ‘las cosas santas que [se lian] asegurado á David.’ f
35 “ I por esto, dice en otro [lugar] : ‘ No permitirás
36 “ ‘ á tu Santo ver corrupción.’]; Porque David, cierta-
“ mente, habiendo servido su generación según el
“ consejo de'Dios, se durmió, § i se juntó á sus padres,
37 “ i vió la corrupción ; mas [aquel] á quien ha re-
“ sucitado Dios, no ha visto la corrupción.
38 “ Pues, seaos conocido, hermanos, que por medio
39 “ de este se os anuncia el perdón de los pecados : i
“ que, de todas las cosas de que no habéis podido ser
“ justificados por la lei de Moisés, por este, todo el
“ que tiene fé, queda justificado.
40 “ Mirad, pues, no sea que os sobrevenga lo que se
41 “ [halla] dicho en los profetas : ‘ Reparad, desprecia-
“ ‘ dores, i maravillaos, i confundios : porque yo voi
“ ‘ á ejecutar una obra en vuestros dias, obra en que
“ ‘ no tendréis fé, si alguno os [la] contare.’ ” ||
42 I saliendo los [de la congregación], rogaban^ que
se les dijesen estas [mismas] palabras al siguiente dia
43 de reposo. I, despedida la congregación, muchos de
los Judíos, i de los timoratos convertidos [al juda-
ismo], siguieron á Pablo i á Bernabé ; los cuales,
hablando con ellos, los persuadían á que perseverasen
en la gracia de Dios.
44 I al siguiente dia de reposo, casi toda la ciudad se
45 reunió para oír la palabra de Dios. Pero habiendo
visto los Judíos el gentío, se llenaron de envidia, i se
oponían á las cosas que decia Pablo, contradiciendo-
46 [las] i blasfemando. I Pablo i Bernabé dijeron con in-
trepidez : “ Era necesario que á vosotros primeramente
“ se anunciase la palabra de Dios ; mas ya que la
“ rechazáis, i no os juzgáis dignos de la vida eterna,
47 “ hé aquí que nos volvemos á los Gentiles. Porque
“ así nos [lo] ha mandado el Señor, [diciendo] :
“ ‘ Te he puesto por Luz de los Gentiles, 00
* Salmo ii 7. t Isa- Ir- 3. í Salmo xtí. 10.
§ Murió. || Hab. i. 5.
«j Algunos textos griegos tienen ; I saliendo los Judíos de la congre-
gación, rogaban los Gentiles. * * O, las naciones.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIV. 25 L
“ 1 Para que seas la Salvación liasta la extremidad
“ ‘ de la tierra.’ ”°
48 I los Gentiles, oyéndolo], se alegraban, i glorifica,
ban la palabra de Dios ; i todos aquellos que habían
sido señalados á la vida eterna, tuvieron fé.
49 I se esparcía la palabra del Señor por todo el pais.
60 Mas los Judíos instigaron á las mugeres timoratas i
distinguidas, i á los principales de la ciudad, i ex-
citaron una persecución contra Pablo i Bernabé, i los
61 echaron de sus confines. I estos, habiendo sacudido
el polvo de sus pies contra ellos, se fueron á Icón i o.
62 I los discípulos se llenaban de gozo i del Espíritu
Santo.
XIV. 1 I aconteció en Iconio que entraron juntos en la
congregación de los Judíos, i hablaron de tal manera
que una gran muchedumbre de J udíos, i también, de
2 Gentiles, tuvieron fé. Pero los Judíos que no tenían
fé, excitaron é indispusieron los ánimos de los Gen-
3 tiles contra los hermanos. Así pues [Pablo i Ber-
nabé] continuaron [allí] mucho tiempo, [hablando]
con intrepidez del Señor, el cual daba testimonio á
la palabra de su gracia, i concedía que se hiciesen
4 portentos i prodigios por sus manos. I la muche-
dumbre de la ciudad se dividió ; i unos estaban por
5 los Judíos, i otros por los enviados. I cuando hubo
movimiento de los Gentiles, i también de los Judíos,
juntamente con sus príncipes, para ultrajar [los] i
6 apedrearlos, habiendo[lo] sabido, huyeron á Listra
7 i Derbe, ciudades de Licaonia, i á la comarca, i allí
anunciaban la buena nueva.
8 I estaba sentado en Listra un hombre débil de los
pies, cojo del vientre de su madre, el cual no había
9 andado nunca. Este estaba oyendo hablar á Pablo ;
el cual fijó [los ojos] en él, i, habiendo visto que tenia
10 fé [necesaria] ser curado,] dijo en altavoz : “Levan-
“ tate, [i ponte] derecho en pié.” I [él] saltó i anduvo.
11 I las gentes, al ver lo que había hecho Pablo, alzaron
la voz, diciendo en [lengua de] Licaonia : “ Los
“ dioses, en semejanza de hombres, han bajado á
12 “nosotros.” I llamaban á Bernabé Júpiter; i á
Pablo, Mercurio, porque era el que llevaba la palabra.
13 I el sacerdote del Júpiter que estaba fuera de la
* Isa. xlix. 6. t O salvado.
252 LOS HECHOS
ciudad, habiendo traído á las puertas toros i guirnal-
14 das, quiso, con las gentes, ofrecerpes] sacrificios. I
habiendo oido [esto] los enviados Bernabé i Pablo,
rasgaron sus vestidos, i salieron aceleradamente por
15 entre las gentes, exclamando, i diciendo: “Hom-
“ bres, ¿ por qué hacéis estas cosas ? También noso-
“ tros somos hombres de semejantes pasiones á las
“ vuestras, i os estamos anunciando la buena nueva
“ que os volváis de esas vanidades al Dios vivo, el
“ cual hizo el cielo, i la tierra, i la mar, i todo lo que
16 “ [está] en ellos ; el cual en las generaciones pasadas,
“ permitid á todos los Gentiles ir por sus [propios]
17 “ caminos ; i sin embargo no so dejd á si mismo
“ sin testimonio, haciendo el bien, dándoos 0 lluvias
“ del cielo, i estaciones fructíferas, llenando[os] ° de
“ alimento, i vuestros 0 corazones de regocijo.”
18 I diciendo estas cosas, apenas hicieron que cesasen
las gentes de ofrecerles sacrificio.
19 I sobrevinieron [algunos] Judíos de Antioquía i de
Iconio, i habiendo persuadido á las gentes, i apedrea-
do á Pablo, po] sacaron fuera de la ciudad, pensando
20 que habia muerto. Mas, habiendopo] cercado los
discípulos, se levantó, i entró en la ciudad ; i al dia
siguiente salid con Bernabé para Derhe.
21 I habiendo anunciado la buena nueva en esta
ciudad, i hecho muchos discípulos, volvieron á Listra,
22 i á Iconio, i 4 Antioquía ; corroborando los ánimos
de los discípulos, exhortándolos á permanecer en la
fé, i [diciendo] que es necesario que [pasemos] por
muchas tribulaciones, para entrar en el reino de
Dios.
23 I habiéndoles elegido ancianos] - en cada asamblea,
i hecho oración con ayunos, los encomendaron al
Señor, en quien habian tenido fé.
24 I habiendo atravesado la Pisidia, vinieron 4 la
2p Panfilia. I después de anunciar la palabra en Perge,
26 bajaron á Atalia. I de allí navegaron hácia An-
tioquía, de donde habian sido encomendados á la
27 gracia de Dios, para la obra que habian cumplido. I
habiendo llegado, i congregado la asamblea, re-
firieron todo lo que Dios habia hecho con ellos, i
que habia abierto la puerta de la fé á los Gentiles.
* Algunos manuscritos tienen nos por OS; i nuestros por vuestros.
t Ancianos, en griego presbíteros.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XV. 253
28 I continuaron [allí] ° no poco tiempo con los discí-
pulos.
XV. 1 I algunos que habian bajado de Judea, andaban
enseñando á los hermanos, [diciendo] : “ Si no os
“ circuncidáis según la regla de Moisés, no podéis ser
2 “ salvos.” I habiendo tenido Pablo i Bernabé no
pequeña contestación i disputa con ellos, pos her-
manos] se determinaron que Pablo i Bernabé i al-
gunos otros de entre ellos, subiesen á Jerusalem á los
enviados i ancianos, [i tratasen] esta cuestión.
3 Ellos, pues, habiendo sido acompañados [en su
salida] por la asamblea, atravesaban la Fenicia i la
Samaría, contando la conversión de los Gentiles ; i
daban gran gozo á todos los hermanos.
4 . 1 habiendo llegado á Jerusalem, fueron [bien] re-
cibidos por la asamblea, i por los enviados, i por los
ancianos ; i refirieron todo lo que Dios habia hecho
con ellos.
5 Pero algnnosque [eran] de la secta de los Fariseos,
[i] habian tenido fé, se levantaron, diciendo : “ Es
“ necesario circuncidar á los [Gentiles], i mandarles
“ guardar la lei de Moisés.”
6 I los enviados i los ancianos se congregaron para
7 examinar este negocio. I habiendo habido mucha
disputa, se levantó Pedro i les dijo :
“ Hermanos, vosotros sabéis que, en dias antiguos,!
“ Dios [me] escojid entre nosotros, para que los Gen-
“ tiles oyesen por mi boca la palabra de la buena
8 “ nueva, i tuviesen fé. I Dios, que conoce los cora-
“ zones, les dió testimonio, habiendopes] dado tam-
“ bien á ellos el Espíritu Santo, así como á nosotros :
9 “ ni hizo ninguna diferencia entre nosotros i ellos,
10 “ habiendo limpiado sus corazones por la fé. Ahora,
“ pues, i por qué tentáis á Dios, imponiendo sobre el
“ cuello de los discípulos, un yugo que ni nuestros
11 “ padres, ni nosotros, hemos podido sobrellevar? Mas
“ [nosotros] estamos teniendo fé [en Dios] para ser
“ salvos por medio de la gracia del Señor Jesús
“ Cristo, del mismo modo que ellos.”
12 Entdnces toda la muchedumbre guardó silencio,
oyendo referir á Bernabé i á Pablo todos los portentos
* Algunos manuscritos tienen allí. | O en dias pasados.
*2
254 LOS HECHOS
i prodigios que Dios Labia hecho por medio de ellos
entre los Gentiles.
13 I después que ellos hubieron acabado, tomó la pala-
bra Jacobo, diciendo :
14 “ Hermanos, escuchadme. Simón ha referido cómo
“ primeramente Dios visitó á [los Gentiles], para tomar
“ de entre ellos un pueblo en [gloria de] su nombre.
16 “ I con esto convienen las palabras de los profetas,
“ según está escrito :
16 “ ‘ Después de esto, [yo] volveré, i reedificaré la
“ 1 habitación de David que habia caído, i restituiré
“ 1 los [muros] de ella, que se habían demolido, i la
17 “ 1 levantaré ; para que busquen al Señor los demas
“ 1 hombres, i todos los Gentiles, los cuales han de
“ ‘ ser llamados 0 por mi nombre : dice el Señor, que
18 “ ‘hacef estas cosas.’} Desde tiempos antiguos son
19 “ conocidas á Dios todas sus obras. Por lo cual yo
“ juzgo que no inquietemos á los que de entre los
20 “ Gentiles se convierten á Dios, sino que les escriba-
11 mos á ellos que se abstengan de las [ofrendas]
“ contaminadas de los ídolos, i de la fornicación, i
21 “ de [los animales] sofocados, i de la sangre. Porque
“ Moisés, desde las generaciones antiguas, tiene, en
“ cada ciudad, quienes lo proclaman, siendo leído en
“ las congregaciones [de los Judíos] todos los dias de
11 reposo.”
22 Entonces pareció [bien] á los enviados i á los
ancianos, con toda la asamblea, que escojiesen á
[algunos] hombres de entre ellos, i [los] enviasen á
Antioquia, con Pablo i Bernabé ; [á saber] Judas,
por sobrenombre Barsabas, i Sílas, gobernadores entre
23 los hermanos ; habiendo escrito por sus manos lo
que [sigue] :
“ Los enviados, i los ancianos, i los hermanos, á los
“ hermanos que [son] de los Gentiles, en Antioquia,
“ i en Siria, i en Cilicia ; salud.
24 “ Por cuanto hemos oido que algunos que salieron
“ de entre nosotros, os han turbado con [sus] pala-
“ bras, trastornando vuestros ánimos, [i] diciendo,
“ sin encargarsejlo] nosotros, que [debeis] circun-
25 “ cidaros i guardar la lei : nos ha parecido [bien!
“ estando unánimes [en esto],§ escojer á [algunos]
* O están llamados. t Algunos manuscritos tienen todas.
J Amos ix. 11, 12. § O, habiendo venido d una.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XVI. 255
“ hombres, i enviároslos con nuestros amados Ber-
26 “ nabé i Pablo, [que son] hombres qne han entre-
“ gado sus vidas en pro del nombre del Señor nuestro
27 “ Jesús Cristo. [Os] hemos enviado, pues, Júdas i
11 Sílas, quienes también [os] anunciaran de palabra
28 “ lo mismo. Porque ha parecido [bien] al Espíritu
“ Santo i á nosotros, no imponeros ninguna otra carga,
29 “ sino estas cosas, [que son] necesarias : absteneros
“ de [animales] sacrificados á ídolos, i de sangre, i
“ de [animales] sofocados, i de fornicación ; de las
“ cuales cosas haréis bien en guardaros. Pasadriol
“bien.” L J
30 Ellos, pues, habiendo sido despachados, llegaron á
Antioquia ; i habiendo reunido la muchedumbre,
31 entregaron la carta. I habiendo[la] leído, se gozaron
32 de [su] consuelo. 0 I Júdas i Sílas, que también
eran profetas, exhortaron á los hermanos con muchas
33 palabras, i los corroboraron [en la fié], I habiendo
empleado [allí algún] tiempo, fueron despachados de
los hermanos á los que los habian enviado,} en paz.
34 35 Mas pareció [bien] á Sílas quedarse allí. I Pablo
i Bernabé continuaban en Antioquia, enseñando, con
otros muchos también, la palabra del Señor, i anun-
ciando [su] buena nueva.
36 I después de algunos dias, dijo Pablo á Bernabé :
“ Volvamos ahora, i visitemos á [nuestros] hermanos
“ en todas las ciudades en que hemos anunciado la
37 “ palabra del Señor, [para ver] cómo les va.” I Ber-
nabé aconsejó que tomasen con[sigo] á Juan, por
38 sobrenombre, Márcos. Pero Pablo no tenia por con-
veniente tomar con [sigo] á este, el cual se habia
apartado de ellos en Paniilia, i no habia ido con ellos
39 á la obra. Entónces se sucitó tal irritación, que se
apartaron uno de otro, i que Bernabé tomó consigo
40 á Márcos, i dió la vela para Chipre. I Pablo escogió
para [sí] a Sílas, i salió, habiendo sido encomendado
41 á la gracia de Dios por los hermanos. I pasaba por
Siria i Cilicia corroborando las asambleas [en la fé].
XVI. 1 I llegó á Derbe i á Listra ; i hé aquí, habia allí
un discípulo, nombrado Timoteo, hijo de una muger
* O exhortación.
t A los que los habian enviado ; ©n algunos manuscritos, á los en-
viados.
256 LOS HECHOS
2 Judía que tenia fé, i de padre gentil ; ü favor del
cual [Timoteo], daban [buen] testimonio los her-
3 manos de Listra i de Iconio. Pablo quiso que fuese
esto con él en su salida, i [lo] tomó [consigo], i lo
circuncidó, por causa de los Judíos que estaban en
aquellos lugares ; porque sabían todos que su padre
era gentil.
4 I cuando pasaban por las ciudades, les entregaban
para que los guardasen los decretos resueltos por los
enviados i los ancianos que [estaban] en Jerusalem.
5 Así pues [los miembros de] las asambleas se corro-
boraban en la fé, i se aumentaban en número cada
dia.
6 I cuando hubieron pasado por Frigia, i el pais de
Galacia, habiéndoles vedado el Espíritu Santo anun-
7 ciar la palabra en Asia, al llegar á Misia, procura-
ban ir á Bitinia ; pero el Espíritu de Jesús 0 no se [lo]
8 permitió. I habiendo pasado por Misia, bajaron á
9 Troade. I una visión se apareció de noche á Pablo :
un hombre de Macedonia estaba en pié, rogando[le]
10 i diciendo : “ Pasa á Macedonia, i socórrenos.” I
luego que tuvo la visión, procuramos ir á Macedonia,
infiriendo que el Señor nos habia llamado para que
11 les anunciásemos á ellos la buena nueva. Entónces
dimos la vela de Troade, i fuimos en derechura á
12 Samotracia, i, al [dial siguiente, á Neápolis, i de
allí á Filípos, que es la primera ciudad de aquella
parte de Macedonia, [i] colonia, f
I en aquella ciudad continuámos algunos dias.
13 I en el dia de reposo, salimos fuera de la ciudad,
cerca de un rio, donde se acostumbraba hacer oración.
I habiéndonos sentado, estábamos hablando á las
14 mugeres que habían venido juntas. I una muger
nombrada Lidia, que vendia púrpura, [natural] de
la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo ;
cuyo corazón abrió el Señor, para que atendiese J á las
15 cosas que hablaba Pablo. I cuando hubieron recibido
la inmersión [ella] i su familia, [nos] rogó, diciendo :
“ Ya que habéis juzgado que tengo fé en el Señor, §
“ entrad en mi casa, i permaneced [en ella]." I nos
instó con eficacia.
16 I aconteció, que yendo nosotros á la oración, nos
* Algunos M8S. no tienen de Jesús. t A saber, Romana.
t Atendiese, ó, diese crédito. § O que cstoi Jiel al Señor.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XVI. 257
salió al encuentro una criada que estaba poseída de
un espíritu de divinacion, [i] que proporcionaba
niucba ganancia á sus amos, haciendo de adivina.
17 Esta, habiendo seguido de cerca á Pablo i á nosotros,
gritaba, diciendo : “ Estos hombres son siervos de
“ Dios Altísimo, los cuales nos anuncian el camino
18 “ de la salvación.” I esto estaba haciendo muchos
dias. I se molestó Pablo, i habiéndose vuelto, dijo
al espíritu : 11 Te mando en nombre de Jesús Cristo
“ que salgas de ella.” I salió en la misma hora
1 9 1 al ver sus amos que la esperanza de su ganancia
habia desaparecido, se apoderaron de Pablo i de Sílas,
i los llevaron por fuerza á la plaza, delante de los
20 príncipes. I habiéndolos presentado á los magistra-
dos, dijeron :
“ Estos hombres, que son Judíos, están turbando
21 “ mucho nuestra ciudad ; i están anunciando reglas
“ que no nos es lícito á nosotros, que somos Romanos,
“ recibir, ni practicar.”
22 I las gentes acudieron á una contra ellos ; i los
magistrados, habiéndoles rasgado los vestidos, man-
23 daron que [los] azotasen con varas. I habiéndoles dado
muchos golpes, los pusieron en la cárcel, i mandaron
24 al carcelero guardarlos seguros. El cual habiendo
recibido tal mandato, los puso en lo mas interior de
la cárcel, i les aseguró los pies en el cepo.
25 I á media noche, Pablo i Sílas, orando, cantaban
himnos á Dios : i los presos los estaban escuchando.
26 I de repente sobrevino un gran terremoto, tanto que
se conmovieron los cimientos de la cárcel ; i al punto
se abrieron todas las puertas, i se soltaron las prisiones
27 de todos. I el carcelero habiendo despertado, i visto
abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada, é iba
á darse muerte, pensando que los presos habían huido.
28 Pero Pablo clamó en alta voz, diciendo : “ No te
“ hagas ningún daño ; porque todos estamos aquí.”
29 I habiendo pedido luces, entró aceleradamente, i
30 se postró, temblando, delante de Pablo i Sílas : i
habiendo ido afuera delante de ellos, dijo : “ Señores,
31 “ i qué debo hacer para ser salvo f ” I ellos dijeron :
“ Ten fé en el Señor Jesús Cristo, i rereis salvos, tú
32 “ i tu familia.” I le anunciaron la palabra del Señor,
33 i á todos los de su casa. I los tomó con[sigo] en
aquella hora de la noche, i [los] bañó [para] lavar las
258 LOS HECHOS
Dagas; i recibieron al punto la inmersión, él i todos
34 los suyos. I subió 6. su casa, llevándolos [consigo!
1 P es J P uso I a mesa, i se alegró, teniendo le en Dios
con toda [su] familia.
36 I bebiendo venido el dia, los magistrados Re] en-
vieron los alguaciles, diciendo : “ Suelta á esos hom-
T í! r Í s ,''' E ? t . (3n ces el carcelero anunció estas palabras
á, Pablo, [diciendo] : “Los magistrados han mandado
que seáis sueltos ; por tanto, salid ahora, é id en
^ P a J- Eero Pablo les dijo : “ Nos han azotado
publicamente, sin ser condenados, á nosotros que
“ E0m °s [ciudadanos] Romanos, i [nos] han puesto
“ en la cárcel ; ¿ i ahora nos echan fuera en secreto ?
' ^°’ i K)r c * er ^° : E ¡ n o que vengan ellos mismos, i
38 “ saquennos.” I los alguaciles contaron estas pala-
bras á los magistrados ; los cuales, habiendo oido que
? ra ? [ciudadanos] Romanos, se llenaron de temor ■
39 i vinieron, i les rogaron ; i, habiéndolos sacado, les
pidieron que saliesen de la ciudad.
40 Entonces [Pablo i Sílas] al salir de la cárcel en-
traron en [casa de] Lidia ; i habiendo visto á los
hermanos, los exhortaron,® i se fueron.
XVn. 1 I habiendo caminado por AnfípoDs i Apolonia '
llegaron á^Tesalónica, donde estaba la congregación
2 de los Judíos. I Pablo, según su costumbre, entró en
ella, i, durante tres dias de reposo, estuvo discurriendo
3 con ellos [sobre partes] de las Escrituras, explicán-
dolas], i presentándoles pruebas] de que era nece-
sario que el Ungido padeciese, i resucitase de entre
los muertos; i [diciendo]: “Este Jesús, que yo os
4 “ anuncio, es el Ungido.” I algunos de ellos tu-
vieron fé, i se juntaron con Pablo i Sílas, i una gran
muchedumbre de los Gentiles timoratos, i no pocas
6 de las mugeres principales. Pero los Judíos que no
tenían fó,f llevados de la envidia, tomaron con[sigol
algunos hombres malos de las plazas,} i habiendo
reunido gente, alborotaban la ciudad ; i habiéndose
presentado delante de la casa de Jason, procuraban
6 llevarlos á la plebe. Mas, no habiéndolos hallado,
Devaron por fuerza á Jason i algunos hermanos á los
* O consolaron.
t Que no tenían fé.- algunos manuscritos omiten estas palabras.
} A sabor de la plebe.
DE LÜS ENVIADOS, CAP. XVH. 259
príncipes de la ciudad, clamando : “ Estos, que han
7 “ amotinado el mundo, también han venido acá : á
“ quienes ha hospedado Jason ; i todos estos hacen
“ lo opuesto á los decretos de César, diciendo que hai
8 “ otro rei, [que es] Jesús.” I turbaron á las gentes,
i á lo^ príncipes ae la ciudad cuando oyeron estas
9 cosas.' I, habiendo tomado [estos] fianzas de Jason
i de los demas, los despidieron.
10 I los hermanos inmediatamente hicieron salir de
noche á Pablo i á Sílas para Berea ; los cuales ha-
biendo llegado, fueron á la congregación de los J udíos.
111 estos eran de mejor índole que los de Tesalónica, i
recibieron la palabra con toda prontitud, examinando
diariamente las Escrituras, [para ver] si estas cosas
12 eran tales [como se les decia]. I así muchos de ellos
tuvieron fé ; i de las mugeres gentiles de distinción,
13 i de los hombres, no pocos. I cuando los Judíos de
Tesalónica supieron que Pablo anunció la palabra de
Dios también en Berea, fueron para conmover á las
14 gentes allí también. Entónces inmediatamente los
hermanos hicieron salir á Pablo para ir hácia la mar ;
16 mas Sílas i Timoteo permanecieron allí. X los que
conducían á Pablo, lo llevaron hasta Aténas ; i, ha-
biendo recibido mandato para Sílas i Timoteo, que
16 viniesen á él lo mas pronto [posible], se fueron. I
mientras Pablo los aguardaba en Aténas, su espíritu
fué estimulado,® viendo él la ciudad llena de ídolos.
17 Por tanto discurría con los Judíos en [su] congre-
gación, i con los timoratos [Gentües], i cada dia en
18 la plaza, con los que [lo] encontraban [allí]. I al-
gunos de los filósofos Epicúreos, i Estóicos, disputaban
con él ; i algunos decían : “ ¿ Qué quiere decir este
“ hablador ?" Otros : “Parece que anuncia númenes
“ extrangeros ;” porque estaba anunciándoles la buena
19 nueva de Jesús, i de la resurrección. I habiéndolo
tomado, [lo] Devaron al Areópago,} diciendo: “ ¿Pode-
“ mos saber cuál [es] esta doctrina nueva que anun-
20 “ cias ? Porque te oimos decir ciertas cosas extrañas ;
“ deseamos pues saber, qué cosas sean estas.”
21 I todos los Atenienses, i los extrangeros residentes
[allí], en nada gastaban [su] tiempo desocupado, sino
en decir, ó en oir, algo de nuevo.
* El griego tiene en sí mismo.
f A saber Monte de Marte.
260 LOS HECHOS
22 I Pablo, habiéndose puesto en medio del Areópago,
dijo :
“ Atenienses, veo por todo, que sois mui 0 adictos
23 “ al culto religioso. Porque, al pasar, i observar los
“ objetos de vuestro culto, he hallado, entre [vues-
“ tros] altares, uno en que está inscrito : 1 Al f Dios
“ 1 Incógnito.’ [Ese Dios] pues, á quien, sin conocer-
“ [lo], dais culto, ese [es el que] yo os anuncio.
24 “ Dios, el que hizo el mundo, i todas las cosas que
“ [están] en él, ese, siendo Señor del cielo i de la
“ tierra, no habita [solamente] en templos hechos
25 “ por mano [de hombre], ni ha de ser servido por
“ manos de nombres [como si] necesitara de algo,
“ [siendo] él mismo quien da á todos vida i aliento,
26 “ i todas las cosas.]: I ha hecho de una [sola] sangre
“ todas las naciones humanas, para habitar toda la
“ faz de la tierra ; i [les] ha determinado el drden
27 “ de los tiempos, i los límites de su habitación ; para
“ que buscasen á Dios,§ si fuera posible que, pal-
“ pando, lo rastrearían, i [lo] hallarían ; aunque no
28 “ está léjos de cada uno de nosotros. Porque en él
“ vivimos, i nos movemos, i existimos : como también
“ algunos de vuestros poetas han dicho :
“ ‘ Porque somos también de su linage.’
29 “ Siendo, pues, [nosotros] del linage de Dios, no
“ debemos pensar que el [ser] divino es semejante
“ á una [imágen de] oro, d de plata, 6 de piedra,
“ grabada por el arte i diseño del hombre.
30 “ Así pues Dios, que ha visto con lenidad || los
“ tiempos de la ignorancia, ahora manda á todos los
31 “ hombres, en todas partes, que se arrepientan ; por-
“ que ha fijado un dia, en que va á juzgar al mundo
“ con justicia, por el hombre á quien ha constituido ;
“ [de lo cual] ha dado prenda, habiéndolo resucitado
“ de entre los muertos.”
32 I habiendo oido [hablar] de la resurrección de los
muertos, algunos se mofaban ; otros dijeron : “ Te
“ oiremos otra vez acerca de esto.”
33 34 Entónces Pablo salid de en medio de ellos. Pero
algunos hombres se juntaron con él i tuvieron fé ;
* Mui, 6 mas [gue otros], i Al, ó á un.
í Algunos manuscritos tienen, en todas las cosas.
§ Algunos manuscritos tienen, al Señor.
I! Visto con lenidad, 6 despreciado, ó sido ofendido por.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XVni. 261
entre los cuales estaban Dionisio, el Areopagita, i
una muger nombrada Dámaris, i otros [que estaban]
con ellos.
XVIII. 1 I después de esto, Pablo partid de Aténas, i
2 filé á Corinto. I habiendo encontrado á un Judío,
nombrado Aquila, natural del Ponto, i á Priscila, su
muger, que babian llegado recientemente de Italia,
porque Claudio habia dado órden que todos los Judíos
3 saliesen de Boma, se acercd á ellos ; i, por causa de
ser del mismo arte, habité con ellos, i trabajó ; por-
4 que el arte de ellos era hacer tiendas.® I discurría
en la congregación todos los dias de reposo, i per-
5 suadia á Judíos i Gentiles: i cuando bajaron de
Macedonia Sílas i Timoteo, Pablo estaba mui ocupado
en [anunciar] la palabra, t dando testimonio á. los
6 Judíos, que Jesús [es] el Ungido. I resistiéndole]
ellos, i blasfemando, sacudid [sus] vestidos, i les dijo :
“ [Caiga] vuestra sangre sobre vuestra cabeza ; yo
“ [estoi] limpio ; desde ahora me iré á los Gentiles.”
7 I fué de allí,] i entró en casa de uno, nombrado
Justo, [gentil], temeroso de Dios, cuya casa estaba
8 contigua á la congregación. _Pero Crispo, gefe de la
congregación, tuvo fé en el Señor, con toda su familia ;
i muchos de los Corintios, oyendo [á Pablo], tuvieron
fé, i recibieron la inmersión.
9 I dijo el Señor á Pablo, por medio de una visión,
en la noche : “ No temas, sino habla, i no te calles ;
10 “ porque yo estoi contigo, i ninguno se echará sobre
“ tí, para maltratarte ; pues tengo muchos de [mi]
“ pueblo en esta ciudad.”
11 I se detuvo [allí] un año i seis meses, enseñando
entre ellos la palabra de Dios.
12 I siendo Gallion procónsul de Acaya, los Judíos
acudieron á una contra Pablo, i lo llevaron delante
13 de la silla [del tribunal], diciendo : “Este per-
“ suade á los hombres á dar culto á Dios contra la
“ lei.”
14 I cuando Pablo iba á abrir la boca, dijo Gallion á
los Judíos : “ Si hubiera, por cierto, alguna injusticia,
“ ó mala obra de sutileza, ¡ oh Judíos ! con razón os
* De campaña , .
f O, según otro texto, se angustiaba en [«0 espíritu.
¿ Probablemente, de la congregación de los Judíos.
262 LOS HECHOS
16 “ sufriría. Pero si es cuestión de palabras, i de nom-
“ bres, i de vuestra lei, vosotros mismos vedfio] ;
16 “ porque yo no quiero ser juez de estas cosas.” I los
echó de delante de la silla [del tribunal],
17 Pero todos los Gentiles se apoderaron de Sóstenes,
gefe de la congregación [de los Judíos] i le daban
golpes delante de la silla [del tribunal] : i no lo daba
cuidado 4 Gallion de ninguna de estas cosas.
18 I después que Pablo hubo permanecido todavia
muchos dias [en Corinto], se despidió de los herma-
nos, i dio la vela liácia Siria, i, con él, rriscila i
Aquila, habiéndose cortado 0 el cabello en Ccncres,
porque había [hecho] un voto.
19 I arribó 4 Efeso, i los dejó allí. I entró él en la
20 congregación, i discurrió con los Judíos ; los cuales
le rogaban que se quedase con ellos mas tiempo ;
21 pero no consintió en [ello] ; sino que se despidió de
ellos, diciendo : “ Es necesario que yo, por cualquier
“ medio, celebre en Jerusalem la fiesta venidera :
“ pero volveré otra vez 4 vosotros, si Dios quiere.”
22 I dió la vela de Efeso : i habiendo aportado 4
Cesárea, subió [4 Jerusalem], i, habiendo saludado la
asamblea, bajó 4 Antioquía.
23 I habiendo empleado [allí] algún tiempo, salió para
atravesar, por [su] orden, el pais de Galacia, i Frigia,
corroborando 4 todos los hermanos.
24 I llegó 4 Efeso un Judió, nombrado Apolo, natural
de Alejandría, hombre elocuente, f i que era poderoso
25 en [exponer] las Escrituras. Este estaba instruido
en el camino del Señor, i, siendo de espíritu fervoroso,
iba hablando i enseñando exactamente las cosas per-
tenecientes al Señor, sabiendo solamente de la inmer-
26 sion que [administraba] J uan.]; 1 este empezó 4 [ha-
blar] con intrepidez en la congregación [de los Judíos];
i, habiéndolo oido Aquila i Priscila, se lo llevaron
con [sigo], i le expusieron mas exactamente el camino
27 de Dios. I, deseando él pasar 4 Acaya, los hermanos
[lo] animaron, i escribieron 4 los discípulos que le
diesen buena recepción : el cual habiendo llegado,
ayudó mucho 4 los que habían tenido fé por medio
* Véa e Num. tí. 1 O sabio.
. í En griego, de Juan.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIX. 263
28 de la gracia [de Dios] porque refutaba con gran
instancia 4 los Judíos, en público, demostrando por
las Escrituras que Jesús es el Ungido.
XIX. 1 I aconteció que, estando Apolo en Corinto, Pablo,
habiendo pasado por los distritos superiores, llegó 4
2 Efeso ; i, al encontrar algunos discípulos, les dijo :
“ ¿ Habéis recibido el Espíritu Santo después de
“ tener fé ?” I ellos le dijeron : “ Ni siquiera he-
“ mos oido que se haya [dado]f el Espíritu Santo."
3 I les dijo : “ ¿ En qué [nombre] pues, recibisteis
“la inmersión?” I ellos dijeron: “En [el de] la
4 “ inmersión de Juan.” I dijo Pablo : “ Juan, por
“ cierto, administró la inmersión del arrepenti-
“ miento, diciendo al pueblo, que tuviesen fé en el
“ que venia después de él, esto es en Jesús, el Un-
6 “ gido pero [ellos], después de oir[lo], recibieron
6 “la inmersión en nombre del Señor Jesús.” § I les
impuso Pablo las manos ; i vino sobre ellos el
Espíritu Santo ; i hablaban en lenguas [extrañas],
7 i profetizaban. I todos los hombres eran como unos
doce.
8 I entró en la congregación [de los Judíos], i [habló]
con intrepidez, discurriendo por espacio de tres meses,
i persuadiendo las cosas pertenecientes al reino de
9 Dios. I como algunos se endureciesen i no tuviesen
fé, hablando mal del camino [del Señor] en presencia
de la muchedumbre, se apartó de ellos, i separó 4 los
discípulos, discurriendo cada dia en la escuela de
10 cierto Tiranno. I esto sucedió por espacio de dos
años, así que todos los que habitaban en Asia oye-
ron la palabra del Señor, || Judíos i también Gen-
tiles.
11 I hacia Dios milagros extraordinarios por manos
12 de Pablo, de tal modo que solo con llevar los pañue-
los ó delantales, que [habian tocado] su cuerpo, 4 los
enfermos, se les quitaban las dolencias, i los malos
espíritus salían. ||
13 I algunos de los Judíos, exorcistas, que giraban
* La gracia [de Dios}, 6 [su} gracia. t VGase Juan vii. 39.
t Algunos manuscritos omiten el Ungido.
§ Algunos piensnn que ver. 5 contiene las palabras del escritor, i no
de Pablo.
|| Algunos manuscritos añaden Jesús, ver. 10 ; de ellos, ver. 12 ; i
tienen conjuramos, por conjuro, ver. 13.
264 LOS HECHOS
de una parto 4 otra, intentaron invocar ol nombro
del Señor Jesús sobre los que tenían malos espíritus,
diciendo: “Os conjuro por Jesús, 4 quien Pablo
14 “ proclama.’’ I habia siete hijos de Sceva, Judío,
16 príncipe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero el
mal espíritu respondió i dijo : “ Conozco 4 Jesús, i sé
16 “ [quien es] Pablo ; pero vosotros, ¿ quienes sois ?” 1
el hombre en quien estaba el mal espíritu, se echó
sohre ellos, i so enseñoreó sobre ellos, i prevaleció
contra ellos, tanto que huyeron de aquella casa des-
17 nudos i heridos. I esto fué sabido por todos, Judíos
i también Gentiles, que moraban en Efeso ; i se sobre-
cojieron de temor todos ellos ; i el nombro del Señor
18 era engrandecido. I muchos de los que tenian fé,
venían confesando i declarando las cosas que habian
19 hecho. I muchos de los que habian practicado las
hechicerías, habiendo juntado [sus] libros, seguían
quemándolos] en presencia de todos ; i estimaron el
precio de ellos i hallaron que [era] cincuenta mil
20 [piezas] 3 de plata. Con tal poder creció la palabra
del Señor, i prevaleció.
21 I pasadas estas cosas, Pablo se propuso en [su]
espíritu, después de pasar por Macedonia i Acaya, ir
4 Jerusalem, diciendo : “ Después de haber ido allí,
22 “ es necesario que yo vea también 4 liorna.” I envió
4 Macedonia dos de los que lo asistían, Timoteo i
Erasto, [pero] él mismo se detuvo [por algún] tiempo
en Asia.
23 I ocurió por aquel tiempo un tumulto no pequeño
24 tocante el camino [del Señor]. 1 uno nombrado De-
metrio, que trabajaba en plata, i que hacia de ella
templos [pequeños] de Diana, proporcionaba 4 los
25 artífices no pequeña ganancia ; congregó 4 estos,
i 4 los que trabajaban en tales cosas, i [les] dijo :
“ Hombres, sabéis que de este trabajo depende
26 “ nuestro bien estar ; i veis, i ois, que ese Pablo ha
“ persuadido, i apartado 4 muchas gentes, no solo de
“ Efeso, sino de casi toda el Asia ; diciendo que no
27 “ son dioses los que se hacen con las manos. I no
“ solamente hai peligro de que este nuestro oficio
* Siclos, ó dracmas; el sido valia cuatro dracmas, i la dracma,
cerca de un real de plata i un tercio. Véase ÍUat. xxvi. 15 ; xvii. 24 ;
i xvii i. 28.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XIX. 265
“ venga 4 ser desestimado, sino también que el lugar
“ santo de la gran diosa Diana sea tenido en nada,
“ i también que la grandeza de aquella 4 quien
“ toda el Asia i el mundo dan culto, venga a ser
“ derribada.”
28 I [ellos], al oir [esto], se llenaron de furor, i grita-
ban, diciendo : “ Grande [es] la Diana de los Efesios.”
29 I toda la ciudad se llenó de confusión ; i corrieron 4
una impetuosamente al teatro, habiendo arrebatado
con[sigo] 4 Gayo i 4 Aristarco, Macedonios, com-
30 pañeros de viage de Pablo. I queriendo Pablo entrar
[i ponerse] en [medio de] la plebe, los discípulos no
31 se [lo] permitieron, i también algunos de los magis-
trados de Asia, que eran sus amigos, le mandaron 4
rogar que no se presentase en el teatro.
32 Algunos, pues, gritaban una cosa, i otros, otra ;
porque el concurso 3 estaba confuso, i los mas no
33 sabían por qué motivo habian venido juntos. I
[algunos] de entre el gentío hicieron avanzar 4
Alejandro, habiéndolo puesto delante los Judíos. I
Alejandro hizo señal con la mano, i quiso hablar en
34 [su] defensa 4 la plebe. Pero, habiendo sabido que
era Judío, todos gritaron 4 una voz, por espacio de
casi dos horas : “ Grande [es] la Diana de los
Efesios.”
35 Entónces el Escriba, f habiendo apaciguado al
gentío, dijo :
“ Efesios, ¿ cu41 es el hombre, ciertamente, que no
“ sabe que la ciudad de los Efesios es guarda del tem-
“ pío de la gran [diosa] Diana, i de [su imégen] que
36 “ bajó ] de Júpiter ? Estas cosas, pues, no pudiendo
“ ser § contradichas, debeis apaciguaros, i no hacer
37 “ nada precipitadamente. Porque habéis traído 4
“ estos hombres, sin ser saqueadores de lugares santos,
38 “ ni blasfemadores de vuestra diosa. Si, pues, De-
“ metrio, i los artífices que lo acompañan, tienen
“ algo contra alguno, [estos] son [los dias en que] se
“ administra [justicia] en la plaza, i los procónsules
39 “ están [aquí] ; || acúsense unos 4 otros. Pero si bus-
“ cais algo con respecto 4 otras cosas, ser4 resuelto en
40 “ la asamblea legaL Porque estamos en peligro de
* La misma palabra griega se traduce en otros lugares la asamblea.
Véase ver. 39. t Un empleado público. t O cayó.
§ Pudiendo ser, ó siendo. II Los . . . eslan [a^ui], 6 hai.
266' LOS HECHOS
“ ser acusados de sedición por [lo ocurido este] dia ;
“ 110 habiendo ninguna causa que podamos alegar dé
“ esta conspiración.”
41 I habiendo dicho esto, despidió al concurso. 0
XX 1 I después que hubo cesado el alboroto, llamó á
[sí] Pablo á los discípulos, i, habiéndonos] saludado,
~ salió para ir á Macedouia. I habiendo pasado por
aquellos distritos, i exhortado [á los hermanos] con
3 muchas pláticas, fué á Grecia : i después de emplear
[allí] tres meses, puesto que los Judíos habían hecho
una asechanza contra él cuando iba á dar la vela
para Siria, formó el designio de volver por Macedonia
4 I lo acompañaron hasta el Asia, Sópatro de Berea
[hijo] de Pirro, f i de los Tesaloniccnses, Aristarco, i
Segundo, i Gayo de Derbe, i Timoteo ; i Tiquico i
o liófimo, Asiáticos. Estos, habiéndose adelantado, se
quedaron [aguardando] nos en Troade.
C I nosotros dimos la vela desde Filípos después de
los dias [de la fiesta de los panes] sin levadura, i nos
juntámos con ellos, á los cinco dias, en Troade, donde
' continuámos siete dias. I el dia primero de la
semana, estando reunidos nosotros} para partir el
pan, Pablo discurría con ellos, estando próximo á irse
al dia siguiente ; i alargó su plática hasta media noche :
8 i habia muchas lámparas en el aposento alto donde
9 estábamos § reunidos. I un mancebo, nombrado
Eútico, estando sentado á la ventana, se sobre-
cojia de sueno pesado, mientras Pablo discurría largo
[tiempo] ; i sobrecojido así, cayó abajo del tercer
10 piso, i lo levantaron muerto. I bajó Pablo, i se echó
sobre él ; i, habiendo[lo] abrazado, dijo : “ No os al-
11 “ boroteis ; porque su alma || está en él.” I después
j* * * § ® subir, i partir el pan, i comer, i conversar mucho
12 [tiempo], hasta el amanecer, entónces se fué. I lie-
varón al mancebo vivo, i se consolaron en extremo.
13 I nos adelantámos á la nave, i dimos la vela para
Asson, debiendo recibir á bordo allí á Pablo, porque
14 así [lo] habia mandado ; debiendo él ir por tierra. I
cuando nos encontró en Asson, lo recibimos á bordo,
* O asamblea.
t Algunos manusoritos no tienen |»] de Pirro.
t Nosotros, algunos manuscritos tienen los discípulos.
§ Estábamos, ó estaban. jl o vida.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XX. 267
15 i fuimos á Mitilene. I navegámos de allí i al [dia]
siguiente arribámos en frente de Chio ; i tocámos, al
otro [dia], en Sámos ; i, habiéndonos quedado en Tro-
16 gilo, al dia siguiente llegámos á Mileto : porque
habia resuelto Pablo navegar sin tocar en Efeso, para
no continuar [mucho] tiempo en el Asia ; porque se
apresuraba para estar en Jerusalem el dia de Pente-
costés, si le fuese posible.
17 I desde Mileto mandó á Efeso á llamar á los ancianos
18 de la asamblea. I cuando llegaron á él, les dijo :
“ Vosotros sabéis cómo me he conducido con voso-
“ tros, todo el tiempo, desde el primer dia que entré
19 “ en el Asia, sirviendo al Señor con toda humildad,
“ i con lágrimas, 0 i con tentaciones que me han
20 “ sobrevenido por las asechanzas de los Judíos ; [i]
“ cómo no he omitido anunciaros, i enseñaros en
“ público, i de casa en casa, nada de lo que [os] era
21 “ ventajoso ; dando testimonio á Judíos i también
“ á Gentiles, [en favor] del arrepentimiento para con
“ Dios, i [en favor] de la fé en nuestro Señor Jesús
“ Cristo.
22 “I ahora, hé aquí yo, ligado en [mi] espíritu,} voi
“ á Jerusalem, no sabiendo las cosas que me sucederán
23 “ allí, sino que el Espíritu Santo, en cada ciudad,
“ me dá testimonio, diciendo, que me aguardan pri-
24 “ Biones i tribulaciones. Pero no hago cuenta de
“ nada, ni tengo por preciosa á mí mismo mi vida,
“ con tal que consume mi carrera con gozo, i el minis-
“ terio que he recibido del Señor Cristo, [á saber que]
“ dé testimonio de la buena nueva de la gracia de
26 “ Dios. I ahora, hé aquí, yo sé que [ninguno de]
“ todos vosotros, entre los cuales he pasado procla-
26 “ mando el reino de Dios, verá mas mi rostro. Por lo
“ cual os doi testimonio el dia de hoi, que estoi lim-
27 “ pió de la sangre de [vosotros] todos. Porque no
“ he omitido anunciaros todo el consejo de Dios.
28 “ Mirad, pues, por vosotros, i por todo el rebaño, del
“ cual el Espíritu Santo os ha constituido sobrevee-
“ dores para apacentar la asamblea de Dios,} la cual
29 “ ha adquirido por su propia sangre. Porque yo sé
“ esto, que, después de mi partida, lobos dañinos en-
* Lágrimas, algunos manuscritos tienen muchas lágrimas.
t O por el Espíritu [Sanio].
I Algunos manuscritos tienen del SeTíor.
2G8
LOS HECHOS
“ traran en [medio de] vosotros, que no perdonaran
30 “ el rebaño. I de [en medio de] vosotros mismos, so
“ levantaran hombres qne dirán cosas perversas, para
31 “ apartar á los discípulos en pos de ellos. Por lo
“ cual velad, acordándoos de que, por [espacio de]
“ tres años, no he cesado, noche i dia, de amonestar
“ con lágrimas á cada uno.
32 “ I ahora, hermanos, os encomiendo á Dios, i á la
“ palabra de su gracia ; á el que puede edificar[os],
“ i daros herencia entre todos los que están santi-
33 “ ficados. No he deseado plata, ni oro, ni ropa,
34 “ de nadie : pero vosotros mismos sabéis que á mis
“ necesidades, i á [las de] los quo estaban conmigo,
35 “ suministraron estas manos. 0 Os he ensenado por
“ [mi] ejemplo, en todo, 0 que debeis, trabajando así,
“ socorrer á los enfermos, i acordaros de las palabras
“ que dijo el Señor Jesús, mismo : ‘Mayor felicidad
“ 1 es dar, que recibir.’ ”
36 I habiendo dicho esto, se puso de rodillas, é hizo
37 oración con todos ellos. I todos lloraron mucho ; i
habiéndose echado al cuello de Pablo, lo besaban ;
38 penosos especialmente por la palabra que habia dicho,
que no habían de ver mas su rostro. 1 lo acompa-
ñaron [en su salida], hasta la nave.
XXI. 1 I cuando dimos la vela, después de apartarnos
de ellos, fuimos en curso derecho á Cos, i el [dia]
2 siguiente á Ródas, i de allí á Pátara. I habiendo
encontrado una nave que pasaba á Fenicia, habien-
3 donos embarcado [en ella], dimos la vela. I habien-
do avistado á Chipre, i dejádola á la izquierda, nave-
gámos á Siria, i aportámos á Tiro ; porque allí la
4 nave habia de dejar su cargamento. I habiendo
hallado á los discípulos, permanecimos allí siete
dias ; [porque] ellos decían á Pablo, [movidos] por
6 el Espíritu, que no subiese á Jerusalem. I cuando
hubimos terminado los dias, salimos, i procedimos,
acompañándonos todos [ellos, en nuestra salida], con
mugeres i niños, hasta fuera de la ciudad ; i nos
pusimos de rodillas en la playa, é hicimos oración.
6 I habiéndonos despedido unos de otros, nos embarcá-
mos en la nave, i ellos volvieron á sus [casas],
7 I nosotros, habiendo concluido [nuestra] navega-
* Algunos traductores ponen en todo después de estas manos .
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXL 269
cion, desde Tiro arribámos á Tolemaida, i saludámos
á los hermanos, i permanecimos un dia con ellos.
8 I al dia siguiente, 0 salimos, i llegámos á Cesárea ;
i entrámos en casa de Felipe, anunciador de la buena
nueva, que era [uno] de los siete, f i permanecimos con
9 él. I tenia este cuatro hijas, vírgenes, que profetiza-
ban.
10 I, permaneciendo nosotros [allí] muchos dias, un
11 profeta, nombrado Agabo, bajó de Judea ; i vino á
nosotros, i tomó el cinto de Pablo, i, habiéndose atado
á sí mismo las manos i los pies, dijo : “ Esto dice el
“ Espíritu Santo : ‘ De este modo ataran en Jerusalem
“ 1 los Judíos al hombre de quien es este cinto, i [lo]
12 “ ‘ entregaran en manos de los Gentiles.’ ” I cuando
oímos esto, nosotros, i también los del lugar, le roga-
13 bamos que no subiese á Jerusalem. Mas respondió
Pablo : “ j Qué estáis haciendo, con llorar i con des-
“ trozar mi corazón f porque estoi pronto, no sola-
“ mente á ser atado, sino también á morir en Jeru-
14 “ salem, por el nombre del Señor Jesús.” I no
estando él persuadido, cesámos [de instarle], dicien-
do : “ Hagase la voluntad del Señor.”
15 I después de estos dias, habiendo dispuesto el equi-
16 page, subimos á Jerusalem. I vinieron con nosotros
también [algunos] de los discípulos de Cesárea, para
traer[nos] á Mnason,] antiguo discípulo, [natural] de
Chipre, con quien habíamos de hospedamos.
17 I cuando llegámos á Jerusalem, los hermanos nos
18 recibieron placenteros. I al dia siguiente, Pablo con
nosotros, entró á [ver] á Jacobo ; i todos los ancianos
19 vinieron [allí], I, habiéndolos saludado, [les] con-
taba una por una todas las cosas que habia hecho
Dios entre los Gentiles por su ministerio.
20 I ellos, habiendo oido [esto], glorificaban al Señor ¡§
i dijeron á [Pablo] :
‘‘Ves, hermano, cuántas decenas de millar de Judíos
“ hai, que tienen fé ; i todos están llenos de celo por
21 “ la lei. Mas han oido decir de tí, que enseñas á todos
“ los Judíos [que viven] entre los Gentiles, á apostatar
“ de Moisés, diciendo[les] que no circunciden á [sus]
• Algunos MSS. añaden los compañeros de Pablo.
t Véase cap. vi. 1-7. t O 'toe traían [consigo] á Mnason.
§ En algunos manuscritos, d Dios.
Q
270 LOS HECHOS
22 “ hijos, ni sigan las reglas [de la lei], ¿ Qué, pues, se
“ ha [de hacer] ? Es, sin duda, necesario que se junte
“ la muchedumbre ; porque oirán [decir] que has
23 “ venido. Haz, pues, lo que vamos 6, decirte ; tenemos
“ cuatro hombres que se han ligado con un voto ;
24 “ lleva á estos conftigo], i purifícate con ellos, i paga
“ sus gastos, para que se rasuren la cabeza, i todos
“ sepan que ninguna de las cosas que han oido decir
“ de tí, es [verdadera] ; sino que tú también sigues ob-
25 “ servando la lei. Pero con respecto á los Gentiles
“ que tienen fé, nosotros hemos resuelto, i [les] hemos
“ escrito, que no guarden ellos ninguna de tales
“ cosas ; sino que se abstengan de [animales] sacri-
“ ficados á ídolos, i de sangre, i de [animales] sofoca-
“ dos, i de fornicación.”
26 Entónces Pablo llevó á los hombres con[sigo], i al
dia siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró
en el lugar santo, para anunciar [el número] de dias
hasta el cumplimiento de la purificación, cuando
habia de ser hecha la ofrenda por cada uno de ellos.
27 I cuando los siete dias iban á cumplirse, los Judíos
del Asia, habiéndolo visto en el lugar santo, pusieron
á todas las gentes en confusión, i le echaron mano,
28 gritando : “ ¡ Israelitas, favor ! este es el hombre que
“ enseña á todos en todas partes contra el pueblo [de
“ Israel], i contra la lei, i contra este lugar ; i ademas
“ ha introducido Gentiles en este lugar santo, i lo ha
29 “ profanado.” Porque habían visto ántes á Trófimo,
de Efeso, en la ciudad con él, i pensaban que Pablo
lo habia introducido en el lugar santo.
30 I toda la ciudad se conmovió, i el pueblo corrió
j unto ; i habiéndose apoderado de Pablo, lo llevaron
por fuerza fuera del lugar santo ; é inmediatamente
31 se cerraron las puertas. I, procurando ellos darlo
muerte, llegó noticia al quiliarca 0 de la cohorte, que
32 toda Jerusalem estaba en confusión ; el cual al
punto tomó con[sigo] soldados i centuriones, i bajó
corriendo hácia ellos. I ellos, habiendo visto al
quiliarca i i los soldados, cesaron de golpear á Pablo.
33 Entónces se acercó el quiliarca, i lo prendió ; i mandó
asegurarlo con dos cadenas ; i preguntaba quién era,
34 i qué habia hecho. I unos entre las gentes clamaban
una cosa, i otros, otra. I no pudiendo [el quiliarca]
* Quiliarca f capitán de mil soldados.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXIL 271
saber lo cierto, por causa del alboroto, mandó que
35 lo llevasen á la fortaleza. I cuando [Pablo] hubo
llegado á las gradas, sucedió que los soldados lo to-
maron [en peso] por causa de la violencia de las
36 gentes. Porque la muchedumbre del pueblo segura,
gritando : “ Muera ! "
37 I estando Pablo para ser conducido á la fortaleza,
dijo al quiliarca: “¿Me es lícito decirte algo?” I
88 aquel dijo : “ ¿ Sabes [hablar] en griego ? Pues, ¿ no
“ eres tú el Egipcio, que dias pasados levantó una
“ sedición, i sacó al despoblado los cuatro mil saltea-
39 “dores?” Pero Pablo dijo: “Yo, por cierto, soi
“ Judío, ciudadano de Tarso en Cilicia, ciudad no
“ sin fama ; i te suplico, que me permitas hablar al
“ pueblo.”
40 I habiéndomelo] permitido aquel, Pablo, puesto en
pié en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo ;
i habiéndose hecho un gran silencio, [les] habló en
lengua hebrea, diciendo :
XXII. 1 “ Hermanos i Padres, oid la defensa que hago
“ ahora ante vosotros.”
2 I habiendo oido que les hablaba en lengua hebrea,
prestaron mas silencio. I dijo :
3 “ Yo, por cierto, soi Judío, nacido en Tarso de
“ Cilicia ; criado en esta ciudad, á los pies 0 de Ga-
“ maliel ; instruido según la exactitud de la lei de
“ [nuestros] padres, i estaba lleno, de celo por Dios,
4 “ como estáis todos vosotros hoi : i yo perseguí hasta
“ la muerte [á los de] este camino, t atando i ponien-
“ do en la cárcel á hombres i también á mugeres ;
5 “ como también el sumo sacerdote, i todo el cuerpo
“ de los ancianos [puede] darme testimonio ; de los
“ cuales también recibí cartas á los hermanos é iba á
“ Damasco, para traer atados á Jerusalem, aun á los
6 “ que estaban allí, para que fuesen castigados. I
“ sucedió que, yendo [de camino], i acercándome á
“ Damasco, hácia medio dia, de repente, desde el
7 “ cielo brilló en tomo de mí una gran luz ; i caí
“ en tierra, i oí una voz que me dijo : ‘ Sáulo, Sáulo,
8 “ 1 ¿ por qué me persigues ?’ I yo respondí.: 1 ¿Quién
“ 1 eres [tú], Señor V I me dijo : ‘ Yo soi Jesús, el
9 “ ‘ Nazareno, á quien tú persigues.' líos que estaban
* A los pies ¡ á saber, teniendo á Gamaliel por su maestro,
f Camino, & saber, el camino Cristiano.
272 LOS HECHOS
“ conmigo, vieron, por cierto, la luz, i se atemoriza-
“ ron ; mas no oyeron [la voz] del que me había-
lo “lia. I dije: ‘¿Qué he de hacer, Señor?’ I el
“ Señor me dijo : ‘ Levántate, i vé á Damasco ; i allí
“ 1 se te dirá todo lo que está determinado que
11 “ 1 hagas.’ I, como me quedé sin vista por el glorioso
“ [resplandor] de aquella luz, me llevaron por la
“ mano los que estaban conmigo, i llegué á Damasco.
12 “ I un cierto Ananías, hombre piadoso según la lei,
“ á favor de quien daban [buen] testimonio todos los
13 “ Judíos que moraban [allí], vino á mi, i habicn.
“ dose [me] acercado, me dijo : ‘ Hermano Sáulo,
“ ‘ recibe la vista.’ I yo, en aquella misma hora,
14 “ recibí [el poder de] mirarlo. I él dijo : ‘ El Dios de
“ ‘ nuestros padres to ha designado para conocer su
“ ‘ voluntad, i ver al Justo, i oir de su boca que [te]
1 5 “ ‘ dirá : porque seras su testigo ante todos los bom-
16 “ ‘ bres, de las cosas que bayas visto i oido. I ahora
“ ‘ l por qué te detienes ? Levántate, recibe la in-
“ ‘ mersion, i bañate [para el perdón] 0 de tus peca-
“ ‘ dos, habiendo invocado suf nombre.’
17 “ I me sucedió, habiendo vuelto á Jerusalem, i
“ estando haciendo oración en el lugar santo, que me
18 “ sobrevino un éxtasis, i lo vi que me decía : ‘ Apre-
“ ‘surate, i sal pronto de Jerusalem; porque r.o re-
19 “ ‘ cibiran tu testimonio con respecto á mí.’ I yo
“ dije : ‘ Señor, ellos saben que yo encarcelaba, i
“ 1 azotaba en [todas] las congregaciones [de_ los
20 “ ‘ Judíos], á los que tenian fé en tí ; i [que] mien-
“ ‘ tras estaban derramando la sangre de tu testigo
“ ‘ Estéban, yo también estaba presente, i consin-
» ‘ tiendo,]: i guardando los vestidos de los que lo
21 “ ‘ estaban matando.' I me dijo : 1 Anda, porque yo
“ 1 te enviaré léjos de [aquí] á los Gentiles.’ ”
22 I estuvieron oyéndolo hasta estas palabras, i [en-
tónces] levantaron la voz, diciendo : “ Quita de la
“ tierra á tal [hombre] ; porque no conviene que
“ viva.”
23 I como ellos gritaban, i se despojaban de sus vesti-
24 dos, i echaban polvo al aire, el quiliarca mandó que
lo llevasen á la fortaleza, i que le diesen tormento
* Véase cap. ii. 38 ; Mar. i. 4 ; Luc. iii._3.
f Su ; algunos manuscritos tienen del Señor.
j Algunos manuscritos añaden en su muerte.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXIIT. 273
con azotes, para saber por qué causa clamaban tanto
25 contra él. I cuando lo extendieron con las correas,
dijo Pablo al centurión que estaba [presente] : “ ¿ Os
“ es lícito á vosotros azotará un [ciudadano] Romano,
26 “ que no está condenado ?” I al oir[lo] el cen-
turión, se acercó al quiliarca, i [se lo] anunció, di-
ciendofle] : “ ¿ Qué vas á hacer ? porque este hombre
27 “ es [ciudadano] Romano.” I se acercó el quiliarca
[á Pablo], i le dijo: “Díme, ¿eres tú [ciudadano]
28 “Romano?” I él dijo: “Sí.” I respondió el qui-
liarca : “ Yo he comprado á gran costa esta ciudada-
“ nía.” 1 Pablo dijo : “ Pues yo lo soi de naci-
29 “ miento.” Luego, pues, se apartaron de él los que
iban á darle tormento ; i también el quiliarca tuvo
temor, al saber que era [ciudadano] Romano, porque
lo había [mandado] atar.
30 I al dia siguiente, queriendo cerciorarse de por qué
lo acusaban los Judíos, lo soltó [de sus prisiones], i
mandó venir [juntos] á los príncipes de los sacer-
dotes, i á todo su tribunal [supremo] ; i habiendo
[mandado] bajar á Pablo, [lo] puso delante de ellos.
XXIII. 1 I Pablo fijó [los ojos] en el tribunal [supremo],
i dijo :
“ Hermanos, yo me be conducido enteramente con
“ buena conciencia para con Dios, hasta este dia.”
2 I el sumo sacerdote Ananías mandó á los que esta-
ban cerca de él, que le diesen un golpe en la boca.
3 Entónces le dijo Pablo : “ Dios va á darte golpes
“ á tí, pared blanqueada ; i tú ¿ estas sentado para
“ juzgarme según la lei, i obrando contra la lei,
4 “ mandas que me den golpes ? ” I los que estaban
cerca, dijeron : “ ¿ Maltratas de palabras al sumo
6 “ sacerdote de Dios ? ” I dijo Pablo: “No sabia [yo],
“ hermanos, que era sumo sacerdote ; porque está
“ escrito : ‘ No hablaras mal del príncipe de tu pue-
“ ‘blo.’”
6 X habiendo sabido Pablo que una parte [de ellos]
era [de la secta] de los Saduceos, i otra, [de la] de
los Fariseos, exclamó en el tribunal : “ Hermanos,
“ yo soi Fariseo, hijo de Fariseo ; be de ser juzgado
“ acerca de [mij esperanza i de la resurrección de los
“ muertos.”
7 I cuando buho dicho esto, se originó una contesla-
Q 2
274 LOS HECHOS
don entre los Fariseos i los Saduceos ; i la muche-
8 dumbre se dividió. Porque los Saduceos dicen que
no hai resurrección, ni mensagero [celestial], ni
espíritu ; pero, al contrario, los Fariseos confiesan
9 ambas cosas. I hubo una gran gritería ; i los escribas
que [estaban] de la parte de los Fariseos, habiéndose
levantado, porfiaban, diciendo : “ No hallamos nada
“ malo en este hombre ; pero ¿ [quién sabe] si un
“ espíritu ó mensagero [celestial] le ha hablado ?”°
10 1 habiendo sobrevenido mucha contestación, el qui-
liarca, que temió que Pablo fuese despedazado por
ellos, mandó bajar á los soldados, i sacarlo por fuerza
de en medio de ellos, i Uevar[loJ á la fortaleza.
11 1 en la noche siguiente se le presentó delante el
Señor, i [le] dijo : “ Ten buen ánimo, [Pablo] ; porque
“ así como has dado testimonio de las cosas relativas
“ á mí, en Jerusalem, así es necesario que lo des
“ también en Roma.”
12 X venido el dia, los Judíos] se conspiraron, é hi-
cieron [un voto] con imprecación, diciendo que no
13 comerían ni beberían hasta matar á Pablo. I eran
mas de cuarenta los que habían hecho esta conjura-
14 cion ; los cuales se acercaron á los príncipes de los
sacerdotes i á los ancianos, i dijeron : “ Hemos hecho
“ [un voto] de imprecación, de no probar bocado
15 “ hasta que matemos á Pablo. Ahora, pues, vosotros,
“ con [todo] el tribunal [supremo], haced alegaciones
11 al quiliarca, para que mañana lo mande bajar á
“ vosotros, como para que averigüéis mas exacta-
“ mente las cosas relativas á él ; mas nosotros, ántes
“ que se acerque, estaremos prontos á darle muerte.”
16 1 un| hijo do la hermana de Pablo, que oyó la
trama, fué, i entró en la fortaleza, i dio aviso á Pablo.
17 I Pablo llamó á uno de los centuriones, i [le] dijo :
“ Lleva á este mancebo al quiliarca, porque tiene
18 “ algo que contarle.” Así pues, él [lo] tomó con-
migo], i lo llevó al quiliarca, i [le] dijo : “ Pablo, el
“ preso, [me] ha llamado á [sí], i me ha pedido que
“ te traiga á este mancebo, que tiene algo que de-
19 “ cirte.” 1 lo tomó por la mano el quiliarca, i, ha-
* Algunos textos de menor autoridad aíladon : no hagamos la guerra
á Dios.
1 En otros tcitos, algunos de los Judíos. J Un, 6 el.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXIII. 275
biendose retirado aparte, [le] preguntó : “ ¿ Qué es
20 “ lo que tienes que contarme ?” I [le] dijo : “ Los
“ Judíos han concertado pedirte, que mañana mandes
“ bajar á Pablo á [su] tribunal [supremo], como para
“ que pregunten algo relativo á él con mas exactitud.
21 “ Tú, pues, no te dejes persuadir por ellos ; porque
“ mas de cuarenta hombres de ellos están tramando
“ contra él, los cuales han hecho [un voto] de im-
“ precación de no comer ni beber hasta darle muerte :
“ i ahora están prontos, esperando que tú [se lo]
22 “ prometas.” Entonces el quiliarca despidió al man-
cebo, liabiendo[le] dado [este] mandato: “No digas
“ á nadie que me has significado esto.”
23 I llamó á dos de [sus] centuriones, i dijo : “ Pre-
“ parad para la tercia hora de la noche, doscientos
“ soldados, para que vayan hasta Cesárea, i setenta
24 “ de caballería, i doscientos lanceros ; i [mandadles]
“ proveer bagages, para que hagan montar á Pablo,
“ i lo Reven con seguridad al gobernador Félix.”
25 I escribió una carta, cuyo contenido era este :
26 “ Claudio Lisias al óptimo gobernador Félix, salud.
27 “ A este hombre, de quien se habian apoderado
“ los Judíos, i á quien iban á matar, libré [yo], ha-
“ biendo acudido con [mis] soldados. Informado de
28 “ que es [ciudadano] Romano, i queriendo saber por
“ qué causa lo acusaban, lo mandé bajar á su tribunal
29 “ [supremo] ; [mas] descubrí que estaba acusado
“ acerca de cuestiones de su lei, i que no tenia acusa-
30 “ cion ninguna digna de muerte, ni de prisiones. I
“ habiéndoseme dado noticia de que una asechanza
“ contra el hombre iba á ser [ejecutada] por los
“ Judíos, inmediatamente te [lo] envié á tí, ha-
“ biendo mandado también á sus acusadores que
“ anuncien ante tí lo [que tengan] contra éL Pasalo
“ bien.”
31 Así pues los soldados, según lo que se les había
mandado, tomaron con[sigo] á Pablo, i [lo] llevaron,
32 de noche, á Antipátrida. I al dia siguiente, dejaron
que los de la caballería fuesen con él, i volvieron á
33 la fortaleza. I aquellos, habiendo entrado en Cesárea,
i entregado la carta al gobernador, le presentaron
34 también á Pablo. I, habiéndola leido [el goberna-
dor], preguntó de qué provincia era ; i habiendo sido
35 informado que [era] de Cilicia, dijo : “ Te oiré de
27G
LOS HECHOS
lleno cuando vengan también tus acusadores.” I
mandó que se guardase en el pretorio de Heredes.
XXIV. 1 I después de cinco dias, bajó el sumo sacerdote
Ananías, con los ancianos, i un cierto Tertúlo, orador,
los cuales alegaron al gobernador [sus cargos] con-
2 tra Pablo. I cuando hubo sido llamado, empezó
ó acusarlo] Tertúlo, diciendo :
“Va que tenemos mucha paz por medio do tí,
“ óptimo Félix, i que has hecho adélantos en esta
3 “ nación por tu previsión, [los] recibimos de todos [mo-
“ dos] i en todas partes, con todo agradecimiento :
4 “ pero ¡i. fin de no detenerte mas, te ruego que, en tu
6 “ benignidad, nos oigas [hablar] concisamente. For-
“ que hemos descubierto que este hombre [es] una
“ pestilencia, i que está promoviendo la sedición en-
“ tre todos los Judíos del mundo, i [es] caudillo de
6 “ la secta de los Nazarenos ; el cual también ha
“ procurado profanar el lugar santo : i lo habíamos
“ tomado, i quisimos juzgar [lo] según nuestra lei :
7 “ pero vino Lisias, el quiliarca, i, con mucha vio-
8 “ lencia, [lo] sacó de nuestras manos, i mandó que
“ sus acusadores viniesen á tí : del cual podras tú
“ mismo, habiendo[lo] examinado, saber todas estas
“ cosas, de que acusamos á [Pablo]."
9 I se juntaron también los Judíos con [Tertúlo] en
acusarlo, diciendo que estas cosas eran ciertas.
10 I respondió Pablo, habiéndole hecho señal con la
cabeza el gobernador que hablase :
“ Sabiendo que has sido por muchos años juez de
“ esta nación, hablo con mejor ánimo en mi defensa :
11 “ estando en tu poder el saber que no hace mas que
12 “ doce dias que subí á Jerusalem, para adorar ; i
“ [que] no me han encontrado discurriendo con nin-
“ guno, ni amotinando la gente, en el lugar santo,
13 “ ni en las congregaciones, ni en la ciudad : ni
“ pueden demostrar [contra] mí las cosas de que
“ ahora me acusan.
14 “ Pero te confieso esto, que siguiendo el camino °
“ que [ellos] llaman secta, de este modo doi culto al
" Dios de [nuestros] padres, teniendo fé en todas las
15 “ cosas escritas en la lei, i en los profetas ; [i] te-
“ niendo la esperanza en Dios, la cual también estos
“ mismos mantienen, que ha de haber una resurrec-
* A saber, Cristiano.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXV. 277
“ cion de los muertos, de los justos i también de los
16 “ injustos. I por esto, me dedico yo mismo, á tener
“ siempre [mi] conciencia sin tropiezo en Dios i en
“ los hombres.
17 “I después de muchos años, vine para hacer limos-
18 “ ñas á mi nación, i ofrendas [á Dios] : en cuyo
“ [tiempo, ellos] me encontraron purificado en el
“ lugar santo, no con gentío, ni alboroto ; sino algu-
19 “ nos Judíos del Asia [me encontraron] ; los cuales
“ deberían estar presentes delante de tí, i acusar[me],
20 “ si tuviesen algo contra mí. O digan estos mismos
“ qué injusticia hallaron en mí, cuíindo estuve de-
21 “ lante de [su] tribunal [supremo] ; [otra] que con
“ respecto á aquella sola exclamación que hice, es-
“ tando en medio de ellos, [diciendo] : 1 Acerca de
“ ‘ la resurrección de los muertos, yo he de ser juzgado
“ ‘ por vosotros hoi.’”
22 I les puso dilación Félix,® sabiendo mui exacta-
mente las cosas relativas al camino [Cristiano], i
dijo: “Cuando Lisias, el quiliarca, baje [de Jerusa-
“ lem], averiguaré vuestras cosas.”
23 I mandó al centurión que custodiase á [Pablo], f i
que [le] diese [algún] alivio de [sus prisiones], i
que no impidiese á ninguno de los suyos de servirlo,
ó acercársele.
24 I algunos dias después, vino Félix, con su muger
Drusila, que era Judía, i mandó llamar á Pablo, i lo
25 oyó con respecto á la fé en Cristo. I discurriendo
[Pablo] f acerca de lo justo, i de la continencia,! i
del juicio venidero, Félix se atemorizó, i respondió :
“ Por ahora, véte ; cuando tenga oportunidad, te
26 “ mandaré llamar i al mismo tiempo esperaba
también que Pablo le diese dinero para soltarlo ; §
por lo cual mandaba también por él mas á menudo
para conversar con éL _
27 I pasados dos años, Félix tuvo por sucesor á Porcio
Festo ; i Félix, queriendo conferir favores á los J udíos,
dejó á Pablo en prisiones.
XXV. 1 Habiendo llegado, pues, Festo á la provincia,
tres dias después subió á Jerusalem desde Cesárea.
* Algunos manuscritos añaden, cuando oyó esto.
t En griego, él. . 10 lcm P an l ' a -
§ Algunos manuscritos aprobados no tienen, para soltarlo .
278 LOS HECHOS
2 I el sumo sacerdote, i los principales de los Judíos,
alegaron ante él [sus cargos] contra Pablo ; i le roga-
3 ban, pidiendo favor contra él, [i que] lo mandase
llamar á, Jerusalem; estando [ellos] haciendo una
4 trama para matarlo en el camino. Entonces Festo
respondió que Pablo quedaría custodiado en Cesárea,
i que él mismo iria pronto [allí] de [Jerusalem],
5 11 Si, pues,” dijo, “ hai algo contra este hombre,
“ bajen con[migo] los poderosos de entre vosotros, i
“ acúsenlo.”
6 I habiendo continuado entre ellos no mas de ocho
<5 diez dias, bajó á Cesárea ; i, al día siguiente, se
sentó en la silla [del tribunal romano], i mandé que
7 trajesen á Pablo. I habiendo él venido, los Judíos
que habían bajado de Jerusalem, [lo] rodearon, ale-
gando muchos i graves cargos contra él, que no
8 podían demostrar ; diciendo él, en [su] defensa :
“ Ni contra la lei de los Judíos, ni contra el lugar
“ santo, ni contra César, he pecado de ningún [mo-
9 “ do].” Pero Festo, queriendo conferir favor á los
Judíos, respondió á Pablo, i dijo : “ ¿ Quieres subir á
“ Jerusalem, i ser juzgado allí respecto á estas cosas
10 “ante mí?” Mas dijo Pablo: “ Estoi presente de-
“ lante del tribunal de César, donde debo ser juzgado.
“ No he hecho á los Judíos ningún daño, como tam-
il “ bien tú [lo] sabes mui bien. Porque si, en verdad,
“ he hecho [algún] daño, í algo digno de muerte, no
“ rehusó morir ; pero, si ninguna de las cosas de que
“ me acusan estos es [verdadera], nadie puede [en-
“ tregar]me á ellos, para hacer[los] favor. Apelo á,
“ César.”
12 Entónces Festo, habiendo hablado con [los de su]
consejo, respondió : “ A César has apelado ; á César
“ iras.”
13 I pasados algunos dias, el rei Agripa i Berenice,
14 llegaron é, Cesárea, para saludar á Festo. I cuando
habian continuado allí muchos dias, Festo explicó
al rei el [caso] de Pablo, diciendo : “ Félix ha dejado
15 “ á un hombre preso, acerca del cual, habiendo yo
“ ido á Jerusalem, los príncipes de los sacerdotes i los
“ ancianos de los Judíos, alegaron [cargos], pidiendo
16 “ sentencia contra él ; á los cuales respondí, que
“ no es costumbre de los Romanos entregar algún
“ hombre, por favor, á la muerte, ántes que el acusado
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXVI. 279
“ tenga presentes á [sus] acusadores, i 6e le dé opor-
“ tunidad de defensa con respecto á la acusación.
17 “ Habiendo, pues, ellos venido juntos aquí, al dia
“ siguiente, sin dilación alguna, me senté en la silla
18 “ [del tribunal], i mandé traer al hombre : contra
“ [el cual] sus acusadores, habiéndolo rodeado, no
“ profirieron ningún cargo de los que yo suponía ;
19 “ pero tenian con él algunas cuestiones respecto á su
“ culto religioso, i con respecto á cierto Jesús que
“ había muerto, [i] do quien Pablo decia que estaba
20 “ vivo. I estando yo dudoso sobre [su] disputa res-
“ pccto de esto, pe] pregunté si quería ir á J erusalem,
21 “ i ser juzgado allí respecto á estas cosas. Pero, ha-
“ biendo apelado Pablo para reservarse á la averigua-
“ cion de Augusto, mandé que lo custodiasen hasta
“ que [pudiese yo] enviarlo ¿ César."
22 I Agripa dijo á Festo : “ También quisiera yo
“ mismo oir al hombre.” I él dijo : “ Mañana lo
“ oiras.”
23 Así pues, al dia siguiente, habiendo venido Agripa
i Berenice, con mucha pompa, i entrado en la sala
de audiencia, con los quiliarcas, i también los prin-
cipales hombres de la ciudad, habiendo [lo] manda-
24 do Festo, trajeron á Pablo. I dijo Festo :
“ Rei Agripa, i todos los que estáis presentes con
“ nosotros, veis á este [hombre], respecto al cual toda
“ la muchedumbre de los Judíos ha acudido á mí, en
“ Jerusalem i también aquí, exclamando que nodebia
26 “ vivir mas. Pero, habiendo yo sabido que no había
“ hecho nada digno de muerte, i él mismo habiendo
26 “ apelado á Augusto, he resuelto enviar[se]lo. [Mas]
“ no tengo nada cierto que escribir respecto á él á
“ [mí] señor ; por lo cual, lo he presentado delante
“ de vosotros, i especialmente ante tí, rei Agripa, para
“ que habiendo[lo] examinado [nosotros], tenga algo
27 “ que escribir. Porque me parece fuera de razón,
“ enviando un preso, no indicar también los cargos
“ contra él.”
XXVI. 1 I Agripa dijo 4 Pablo : “ Te es permitido
“ hablar en tu favor.” Entónces Pablo, extendió la
mano, i dijo en [su] defensa :
2 “ Con respecto á todas las cosas de que estoi acusa-
“ do por los Judíos, rei Agripa, me creo feliz en tener
3 “ que hacer hoi mi defensa ante tí, especialmente
280
LOS HECHOS
“ estando tú instruido en todas las reglas i las cues-
“ tiones de los Judíos : por tanto te suplico que me
“ oigas con paciencia.
4 “ En cuanto á mi género de vida desde mi juven-
“ tud, que, al principio, pasé entre [los de] mi nación
5 “ en Jerusalem, [lo] saben todos los Judíos, [los
“ cuales] me conocieron ántes, desde [mi] origen, (si
“ quieren dar testimonio), [i] que yo, siguiendo la
“ secta mas exacta de nuestra religión, viví [como]
6 “ Fariseo. I ahora estoi [aquí] para ser juzgado por
“ la esperanza de la promesa hecha por Dios á nues-
7 “ tros padres, á cuya [promesa] esperan llegar nues-
“ tras doce tribus, dando culto, con fervor, noche i
“ dia. Con respecto á esta esperanza, estoi acusado,
“ rei Agripa, por los Judíos.
8 “¡Qué! ¿juzgáis increíble que Dios resucite & los
9 “ muertos 1 Yo, por cierto, pensé en mi mismo que
“ debia hacer muchas cosas contra el nombre de
10 “ Jesús, el Nazareno : las cuales también hice en
“ Jerusalem, i encerré yo en las cárceles á muchos de
“ los santos, habiendo recibido la autorización de los
“ príncipes de los sacerdotes ; i di mi voto contra
11 “ [ellos] cuando se les dió muerte ; i castigándolos
“ muchas veces en todas las congregaciones, [los]
“ obligaba á blasfemar ; i enfurecido sobre manera
“ contra ellos, [los] perseguía aun hasta las ciudades
“ extrangeras.
12 “ En cuyo [tiempo], pues, yendo [yol á Damasco
“ con autorización i comisión [dada] porlos príncipes
13 “ de los sacerdotes, á medio dia, vi, en el camino,
“ oh rei, una luz del cielo, mas resplandeciente que
“ el sol, que brillé al rededor de mí, i de los que iban
14 “ conmigo. X habiendo todos nosotros caído en
“ tierra, oí una voz, que me hablaba, i decía en len-
“ gua hebrea : ‘ Sáulo, Sáulo ¿ por qué me persigues 1
“ ‘ cosa dura [es] en tí el dar coces contra el aguijón.’
15 “ I yo dije : ‘ ¿ Quién eres, Señor ?’ I él dijo : 1 Yo
16 “ ‘soi Jesús, á quien tú persigues. Pero levántate,
“ 1 i ponte en pié ; porque para esto me he aparecido
“ ‘ á tí : para designarte ministro, i testigo de las
“ 1 cosas que has visto, i también de aquellas [en que]
17 “ 1 me apareceré á tí ; librándote del pueblo [de
“ 1 Israel], i de los Gentiles, á quienes ahora te envió,
18 “ ‘ á abrirles los ojos, para que se conviertan de las
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXVI. 281
“ 1 tinieblas á la luz, i de la potestad de Satanas á [la
“ * de] Dios, á fin de que reciban el perdón de los
“ ‘ pecados, i la herencia entre los santificados, por
“ * medio de la fé que [tengan] en mí.’
19 “ Por lo cual, rei Agripa, no fui desobediente á la
20 “visión celestial; sino que anuncié primeramente
“ á los de Damasco, i de Jerusalem, i por todo el pais
“ de Judea, i á los Gentiles, que se arrepintiesen i se
“ convirtiesen á Dios, haciendo dignas obras de arre-
“ pentimiento.
21 “ Con motivo de estas cosas, los Judíos se apo-
“ deraron de mí en el lugar santo, i procuraron
“ matarme.
22 “ Así pues, habiendo alcanzado el au x il i o que
“ [viene] de Dios, he persistido hasta este dia, dando
“ testimonio á los pequeños i también á los grandes ;
“ no diciendo nada sino lo que, tanto los profetas
23 “ como Moisés, dijeron que iba á suceder ; que el
“ Ungido habia de padecer, i [ser] el primero, por
“ medio de [su] resurrección de entre los muertos,
“ que habia de anunciar la luz al pueblo [de Israel],
“ i á los Gentiles.”
24 I diciendo él estas cosas en [su] defensa, Festo dijo
en alta voz : “ Estas loco, Pablo ; [tu] mucho saber
“ te trastorna el sentido.”
25 Mas él dijo: “No estoi loco, óptimo Festo; sino
“ que estoi hablando palabras de verdad i de cor-
26 “ dura. Porque el rei sabe estas cosas, con quien
“ también hablo con libertad ; pues estoi persua-
“ dido que ninguna de estas cosas se le encubre ;
“ porque no ha sido hecho esto en [ningún] rincón.
27 “ ¿ Tienes fé, rei Agripa, en los profetas 1 8é que la
“ tienes.”
28 I Agripa dijo á Pablo : “En pocas [palabras], me
“ persuades á llegar á ser Cristiano.”
29 I Pablo dijo : “ ¡ Ojalá qne, en pocas [palabras] i
“ también en muchas, [os persuadirá yo] no solo á
“ tí, sino también á todos los que me están oyendo
“ hoi, á que llegasen á ser tales como yo mismo soi,
“ salvo estas prisiones!”
30 I habiendo él dicho esto, se levantaron el rei, i el
gobernador, i Berenice, i los que estaban sentados
31 con eilos ; i habiéndose retirado, hablaban unos con
otros, diciendo : “ Este hombre no hace nada digno
B
282 LOS HECHOS
32 “ de muerte, ni de prisiones.” I Agripa dijo á Festo :
“ Este hombre podría ponerse en libertad, si no
“ hubiera apelado á César.”
XXVII. 1 I cuando se resolvió que navegásemos á Italia,
fueron entregados Pablo i algunos otros presos á un
centurión, nombrado Julio, de la cohorte de Augusto.
2 I nos embarcamos en una nave de Adrumeto, habien-
do de navegar hácia las partes de Asia, i dimos la
vela ; acompañándonos Aristarco, Macedonio, de
Tesalónica.
3 I al otro dia aportemos á Sidon. I Julio trató
humanamente á Pablo, i le permitió ir á [ver á sub]
amigos, para recibir [sus] atenciones.
4 I habiendo dado la vela de allí, navegámos á so-
tavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
5 I habiendo cruzado la mar en frente de Cilicia i Pan-
6 filia, aportemos á Mira, de Licia. I allí el centurión,
habiendo encontrado una nave de Alejandría, que
iba á navegar á Italia, nos puso á bordo de ella. _
7 I navegando muchos dias lentamente, i habiendo
llegado apénas en frente de Cnido, no permitiéndonos
el viento adelantar, navegámos á sotavento de Creta,
8 en frente de Salmón. I habiendo apénas costeadola,
arribámos á cierto lugar llamado Buenos Puertos,
cerca de donde estaba la ciudad de Lasea.
9 I pasado mucho tiempo, i no siendo ya segura la
navegación, porque aun habia ya pasado [el tiempo]
del ayuno [de los Judíos], 0 Pablo [los] exhortaba,
10 diciendoles :
“ Varones, veo que la navegación ha de traer tra-
“ bajos i mucha pérdida, no solo [esta] para el cargo
“ i la nave, sino también [aquellos] para nuestras
“ vidas.”
11 Pero el centurión se dejaba persuadir por el piloto
i el dueño de la nave, mas bien que por lo que Pablo
12 [les] decía. Pero aquel puerto no siendo apto para
invernar, los mas [de ellos] aconsejaron que diesen
la vela de allí también, para arribar, por poco que se
pudiese, é invernar en Fenice, puerto de Creta, [cuyas
13 costas] miran al Sud-Oeste i al Nor-Oeste. I soplando
suavemente el viento del Sur, pensaron que habian
* El ayuno del dia de la expiación, que era cerca del fin de Septiem-
bre, ó del principio de Octubre. Véase Lev. xvi. 29 ; xxiii. 27.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXVIL 283
asegurado [su] propósito ; i, habiendo levantado
14 [áncoras], fueron costeando cerca de Creta. Pero,
poco [tiempo] después, bajó con fuerza de la [isla],
15 un viento tempestuoso, llamado Euroclídon. I arreba-
tada la nave, i no pudiendo navegar contra 0 el viento,
16 nos dimos á [él], i nos dejámos llevar. I, habiendo
corrido á sotavento de una isleta, llamada Clauda,
17 apénas pudimos asegurar el esquife. I habiéndolo
tomado, empleaban socorros, ciñendo la nave por
debajo : i, temerosos de dar en la Sirte, f calaron [en
18 parte] la vela, i así se dejaron llevar. I estando no-
sotros excesivamente combatidos por la tempestad,
al [dia] siguiente echaban [á la mar parte del cargo].
19 I al tercer [dia] arrojámos con [nuestras] propias
manos los aparejos de la nave.
20 I no pareciendo, ni sol, ni estrellas, por muchos
dias, i, batiéndolos] una gran tempestad, se nos
quitaba enteramente, para lo futuro, toda esperanza
21 de salvarnos. Pero, habiendo estado [ellos] mucho
[tiempo] sin comer, entónces Pablo se puso en pié en
medio de ellos, i dijo :
“ Oh varones, debiais, por cierto, haberme obede-
“ cido, [con respecto á] no dar la vela de Creta, i
22 “ evitar estos trabajos i pérdida ; pero, ahora, os
“ exhorto á cobrar buen ánimo ; porque no habrá
“ pérdida de vida entre nosotros, sino [solo] de la
23 “ nave. Porque se me presentó, esta noche [pasada],
“ un mensagero de Dios, de quien soi, i á quien doi
24 “ culto, diciendo : ‘ No temas, Pablo ; es necesario
“ * que te presentes á César ; i lié aquí que Dios te ha
“ ‘ hecho el favor [de salvar las vidas de] todos los
25 “ ‘ que navegan contigo.’ Por lo cual, cobrad buen
“ ánimo, varones ; porque tengo fé en Dios que así
26 “ será como me ha hablado : pero es necesario que
“ demos en cierta isla.”
27 I cuando llegó la noche del dia catorce, llevándo-
nos [el viento] por el [mar] Adriático, cerca de la
media noche, los marineros suponían que iban acer-
28 candóse á [la costa] de algún pais. I habiendo son-
deado, hallaron veinte brazas ; i habiendo pasado un
poco [mas adelante], i sondeado otra vez, hallaron
29 quince brazas. Entónces, temiendo que diésemos en
* Literalmente, dirigir el ojo, 6 los ojos contra.
f Sirte, banco de arena en la co3ta de Africa.
281 LOS HECHOS
lugares escabrosos, echaron cuatro áncoras de la popa,
i deseaban mucho que llegase el día.
30 I estando los marineros procurando huir de la nave,
i habiendo [ellos] descolgado el esquife en la mar,
bajo el pretexto de ir á echar áncoras por la proa,
31 dijo Pablo al centurión i á los soldados : “ Si estos
“ no permanecen en la nave, vosotros no podéis sal-
32 “varos.” Entónces los soldados cortaron las cuerdas
del esquife, i lo dejaron irse.
33 I hasta que iba á ser dia, Pablo rogaba á todos
que tomasen alimento, diciendo :
“ Hace hoi catorce dias que habéis estado aguar-
“ dando, i continuando sin comer, no habiendo tomado
34 “ nada. Por lo cual os ruego que toméis alimento ;
» porque esto es para la salvación de vuestra [vida] ;
“ porque no perecerá ni un cabello de la cabeza do
“ ninguno de vosotros.”
35 I, dicho esto, tomó pan i dio gracias á Dios en
presencia de todos, i habiendo[lo] partido, empezó á
36 comer. I cobraron todos buen ánimo, i ellos mismos
tomaron alimento.
37 I estábamos en todo en la nave doscientas i setenta
i seis personas.
38 I cuando estuvieron satisfechos, aligeraban la nave,
39 echando el trigo á la mar. I cuando vino el dia, no
reconocían la tierra ; mas repararon en una ensenada
que tenia playa, en la cual, resolvieron, si pudiesen,
40 encallar la nave. I soltaron las áncoras, dejándolas
en la mar ; i, al mismo [tiempo] desataron las
amarras de los timones, i levantaron el trinquete,
[dándolo] al viento, i dirijian [la nave] hácia la playa,
41 I, habiendo dado en medio de un lugar [que estaba
entre] dos mares, hicieron barar la nave ; i habién-
dose fijado la proa, quedó inmóvil ; pero la popa iba
rompiéndose por la violencia de las olas.
42 I aconsejaron los soldados que matasen á los presos,
43 no fuese que alguno se escapase á nado. Pero el
centurión, deseando salvar á Pablo, les vedó [ejecutar]
su intención, i mandó á los que podían nadar, que se
44 echasen [al agua], i saliesen á tierra los primeros, i
[en cuanto á] los demas, que algunos [fuesen] en
tablas, i otros en algunas cosas [de á bordo] de la
nave. I así sucedió que todos se salvaron, [i llegaron]
á tierra.
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXVHL 285
XXVIII. 1 I cuando fueron salvos, supieron que la isla
2 se llamaba Melita. I los bárbaros nos trataron con
no común humanidad ; porque, habiendo encendido
una hoguera, por causa de la lluvia que caia, i del
frió, nos dieron [cordial] recepción á todos.
3 I, habiendo Tecogido Pablo una porción de ramas
secas, i puesto[las] en la hoguera, salió una víbora,
4 [huyendo] del calor, i se le agarró de la mano. I
cuando vieron los bárbaros el animal [venenoso]
colgado de su mano, se decian unos á otros : “ Sin
“ duda este hombre es un homicida, á quien, [aun-
“ que] se ha salvado de la mar, la justicia no per-
6 “ mite vivir.” El, no obstante, sacudió el animal
6 [venenoso] en el fuego, i no padeció daño. Pero
ellos aguardaban que fuese á hincharse, ó á caerse
muerto de repente : mas habiendo aguardado mucho
[tiempo], i viendo que nada malo le sucedia, mu-
dando de [opinión], decian que era un dios.
7 I en las cercanías de aquel lugar, habia [unas]
heredades del [hombre] principal de la isla, nom-
brado Publio, el cual nos acojió, i [nos] hospedó, tres
8 dias, amigablemente. I sucedió que el padre de
Publio yacía afligido por la calentura i disenteria. I
entró Pablo en su [casa], i, habiendo hecho oración,
9 le impuso las manos, i lo curó. I hecho esto, los
demas también que tenían enfermedades en la isla,
10 se acercaban [á él], i sanaban : los cuales también
nos honraron con muchos obsequios, i cuando dimos
la vela, pusieron á bordo las cosas que necesitába-
mos.
11 I después de tres meses, dimos la vela en una
nave alejandrina, que habia invernado en la isla,
1 2 [cuya] divisa [era] Cástor i Pólux. 1 habiendo apor-
13 tado á Siracusa, permanecimos [allí] tres dias. De
allí, habiendo dado una vuelta, arribámos á Regio ;
i, después de un dia, sopló el viento sur, i, al segundo,
14 llegámos á Puzol ; donde, habiendo encontrado her-
manos, se nos rogó que permaneciésemos con ellos
15 siete dias : i entónces fuimos á Roma. I de allí, ios
hermanos, habiendo oido [noticias] nuestras, salie-
ron á recibimos hasta el Foro Apio, i las Tres
Tabernas : á los cuales habiendo visto Pablo, dió
gracias á Dios, i cobró buen ánimo.
286 LOS HECHOS
16 I cuando llegámos 4 Roma, el centurión entregó
los presos al prefecto de la guarnición ; pero fué per-
mitido 4 Pablo quédame aparte solo, con el soldado
que lo guardaba.
1 7 I sucedió que tres dias después, [Pablo - ] convocó 4
los [hombres] principales de los Judíos ; i, habiendo
venido ellos juntos, les dijo :
“ Hermanos, yo, sin haber hecho nada contra el
“ pueblo [de Israel], ó las reglas de [nuestros] padres,
“ he sido entregado preso desde Jerusalem en manos
18 “ de los Romanos ; los cuales, habiéndome exami-
“ nado, querían soltarme, por no haber en mí nin-
19 “ guna ■ causa do muerte. Mas, oponiéndose los
“ Judíos, me fué necesario apelar 4 César, no por
20 “ tener nada de que acusar 4 mi nación. Por esta
“ causa, pues, os he [mandado] llamar, para ver[os]
“ i hablar[os] ; pues por la esperanza de Israel estoi
“ atado con esta cadena.”
21 I ellos le dijeron : “ Ni hemos recibido nosotros
“ cartas con respecto 4 tí de Judea, ni hermano alguno
“ ha venido, que haya contado ó dicho nada malo do
22 “ tí. Pero tenemos por conveniente oir tu modo de
“ pensar ; pues, ciertamente, con respecto 4 esta
11 secta, sabemos que en todas partes se habla contra
“ [ella].”
23 I habiéndole señalado dia, muchos vinieron 4 su
alojamiento ; 4 los cuales, desde la mañana hasta
la noche, exponía [partes] de la lei de Moisés, i tam-
bién de los profetas, dando testimonio del reino de
Dios, i persuadiéndoles [4 que tuviesen fé] en lo res-
24 pectivo 4 Jesús. I algunos estaban persuadidos 4
[tener fé] en lo que so decia, mas otros no la tenían.
25 1 no conviniendo unos con otros, se despidieron, ha-
biendo di clio Pablo una palabra :
" Bien habló el Espíritu Santo 4 nuestros padres
26 “ por Isaías el profeta, diciendo :
“ ‘ Vé 4 ese pueblo i dí[le] : De oido oiréis, i no
“ ‘ entendereis ; i viendo vereis, i no percibiréis ;
27 “ ‘ porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
“ ‘ i han oido con [sus] oidos pesadamente, i han
“ ‘ cerrado sus ojos ; no sea que vean con los ojos, i
“ ‘ oigan con los oidos, i entiendan con el corazón, i
“ ‘ se conviertan, i los sane.’
28 “ Por tanto, seaos notorio que la salvación de
DE LOS ENVIADOS, CAP. XXVHT. 287
“ Dios ha sido enviada 4 los Gentiles, los cuales tam-
“ bien [la] escucharon.”
29 I habiendo él dicho esto, los Judíos se fueron,
teniendo grandes disputas entre sí.
30 I permaneció dos años enteros en la [casa] que
habia arrendado, i recibía [bien] 4 todos los que en-
31 traban [4 ver]lo ; proclamando el reino de Dios, i
enseñando lo respectivo al Señor Jesús Cristo, con
toda intrepidez, sin [que nadie lo] vedase.
CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
A LOS SANTOS DE ROMA.
I. 1 Pablo, siervo de Jesús Cristo, llamado [por él, i su]
enviado, 0 designado para [anunciar] la buena nueva
2 de Dios, la que prometió anteriormente, por medio
3 de sus profetas, en las santas Escrituras ; con respecto
á su Hijo, que nació de la posteridad de David, según
4 la carne, [pero] que, según el Espíritu de Santidad,
se manifestó Hijo de Dios [revestido] de poder, por
medio de [su] resurrección de entre los muertos, —
6 Jesús Cristo nuestro Señor: por quien recibimos f
gracia, i el oficio de enviado, para [promover] la obe-
diencia [que nace] de la fé, entre todos los Gentiles,
6 en pro de su nombre ; de entre los cuales sois tam-
bien vosotros, llamados por Jesús Cristo :
7 A TODOS LOS AMADOS DE DlOS, [SUS] LLAMADOS, [süs]
SANTOS, J QUE ESTAN EN ROMA :
La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
8 Primeramente, doi gracias á mi Dios, por medio de
Jesús Cristo, en pro de todos vosotros, porque vuestra
9 fé se anuncia en todo el mundo. Porque Dios me es
testigo, á quien doi culto con mi espíritu en [anunciar]
la buena nueva de su Hijo, cuán incesantemente hago
10 memoria de vosotros, siempre, en mis oraciones,
suplicando[le], que ahora, al fin, si [es] posible, se me
abra, según su voluntad, un buen camino, para ir á
1 1 vosotros : porque deseo mucho veros, para daros
algún don espiritual de gracia, á fin de que seáis
12 corroborados ; i esto es, para que, en vuestra [com-
pañía] me consuele juntamente con [vosotros], por
medio de la fé que [tenemos] mutuamente vosotros
i yo.
13 Pero no quiero que ignoréis, hermanos, que me he
propuesto muchas veces ir á vosotros, (aunque hasta
* O llamado [para ser su] enviado.
t Recibimos por recibí.
i O llamados [para ser'] santos.
R 2
290 A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. I.
ahora me ha sido vedado,) para tener algún fruto
también entre vosotros, así como entre los demas
14 Gentiles. Soi deudor tanto á Gentiles [cultos], como
15 á bárbaros ; tanto á sabios, como á necios ; así que,
en cuanto á mí, [estoi] pronto á anunciar la buena
nueva á vosotros también que estáis en Roma.
16 Porque no me avergüenzo de la buena nueva, 0
pues es el poder de Dios para [dar] la salvación á
todo el que tiene fé, al Judío primeramente, i tam-
17 bien al Gentil. Porque en ella la justicia f [que
se recibe] de Dios, se manifiesta [ser] por medio
de la fé para [promover] la fé ; como está escrito :
“ Pero el justo vivirá por medio de la fé.”
18 Porque la ira de Dios está manifestada del cielo
contra toda la impiedad i la iniquidad de los hom-
bres que suprimen la verdad por [su] iniquidad.
19 Porque lo que [puede ser] conocido de Dios, es
manifiesto entre ellos ; porque Dios se [lo] ha mani-
20 festado : pues las cosas invisibles de él, su eterno
poder i [su] divinidad, han sido vistas desde la crea-
ción del mundo, habiendo sido comprendidas por
[sus] obras ; á fin de que los [inicuos] esten sin de-
fensa.
21 Porque, habiendo conocido á Dios, no [lo] glori-
ficaron como á Dios, ni [le] dieron gracias ; sino
que devanearon en sus pensamientos, i su corazón
22 insensato se llenó de tinieblas. Diciendo que eran
23 sabios, se hicieron fatuos ; i cambiaron la gloria del
Dios incorruptible, por la semejanza de la imágen del
hombre corruptible, i de aves, i de cuadrúpedos, i de
reptiles.
24 Por lo cual Dios los entregó también á la inmun-
dicia, según los [malos] deseos de sus corazones ; para
25 que deshonrasen mutuamente sus cuerpos, los que ha-
bían cambiado la verdad de Dios por [su] mentira, i
temido, i dado culto, á la criatura en lugar del Cria-
dor, que es bendito por los siglos. Así es.
26 Por esto Dios los entregó á pasiones deshonrosas ;
porque las mugeres cambiaron el uso natural, por
27 el [que es] contra la naturaleza ; i del mismo modo
* Algunos MSS. añaden de Cristo.
t Lo, justicia ; la misma palabra está traducida en otros lugares ¿o
justo, ú obras justas.
A LOS SANTOS DE KOMA, CAP. II. 291
los varones también dejaron el uso natural de la
muger, i ardieron en su anhelo unos por otros, varones
con varones haciendo cosas indecorosas, i recibiendo
28 en sí mismos el pago que se debia á su extravio. I,
como reprobaron el conocimiento de Dios, Dios los
entregó á una mente réproba, para hacer cosas que
29 no son convenientes ; quedando [ellos] llenos de
toda iniquidad, fornicación, malicia, avaricia, male-
volencia ; llenos de envidia, [pensamientos de] homi-
30 cidio, contienda, dolo, vicio; 0 chismosos, infama-
dores, aborrecedores de Dios ; ultrajadores, soberbios,
jactanciosos; inventores de maldades ; desobedientes
31 á [sus] padres ; insensatos, infractores de pactos, sin
32 afectos naturales, implacables, sin misericordia ; los
cuales, habiendo sabido que según la justa ordenanza
de Dios, los que hacen tales cosas son dignos de muerte,
no solamente las hacen, sino que también tienen
complacencia en los que [las] hacen.
II. 1 Por tanto estas sin defensa, oh hombre, cualquiera
que [seas] tú que juzgas [á otros] ; porque en lo que
juzgas á [tu] prójimo, te condenas á tí mismo ; pues
2 tú que juzgas, haces lo mismo. I sabemos que el
juicio de Dios contra los que hacen tales cosas, está
3 conforme con la verdad. I, oh hombre, que juzgas á
los que tales cosas hacen, i haces lo mismo, ¿ cuentas
4 tú con huir del juicio de Dios ? ¿I desprecias la
riqueza de su benignidad, i de su sufrimiento,
i de su paciencia ; ó ignoras que la benignidad
5 de Dios ha de conducirte al arrepentimiento 1 Pero
según tu dureza, i [tu] corazón impenitente, estas
atesorando ira contra tí mismo, [que ha de mani-
festarse] en el dia de la ira, i de la manifestación del
6 justo juicio de Dios : el cual pagará á cada uno
7 según sus obras ; á los que, perseverando con pa-
ciencia en buenas obras, buscan la gloria, i el honor, i
8 la incorruptibilidad, [dará] la vida eterna : pero, al
contrario, para los que [son hombres] de enredo, i
que no obedecen á la verdad, sino que obedecen á la
9 iniquidad, [habrá] furor é ira, tribulación i angustia ;
[las cuales caerán] sobre toda persona que obra el
mal, [sobre] el Judío primeramente i también [sobre]
10 el Gentil : pero [habrá] la gloria, i el honor, i la paz,
* Vicio, ó malignidad.
292 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. II.
para todo el que obra el bien, [ para] el Judío prime-
ramente, i también [para] el Gentil.
11 Porque no hai acepción de personas para con Dios.
12 Porque todos los que han pecado sin [tener] lalei,
perecerán también sin [ser juzgados por] la lei ; i
todos los que han pecado bajo la lei, serán juzgados
por la lei. lí
13 (Porque no [son] justos para con Dios los que oyen
la lei ; sino que, han de ser declarados justos los que
14 practican la lei. Pues cuando los Gentiles, que no
tienen la lei, practican, según la naturaleza, las cosas
de la lei, estos, sin tener la lei, son lei para sí mismos ;
15 los cuales muestran las obras de la lei escritas en sus
corazones, dando su conciencia testimonio conforme
á [la lei], i sus pensamientos, [interiormente] recí-
procos, acusando[los] ó defendiendo [los].) .
16 [Lo cual ha de suceder] el dia en que Dios juzgará
las cosas ocultas de los hombres por medio de Jesús
Cristo, según la buena nueva que yo anuncio.
17 Pero si tú te llamas Judío, i descansas en la lei,
18 i te glorías en Dios ; i conoces [su] voluntad, é,
instruido por la lei, disciernes lo bueno de lo malo, 0
39 i confias en ser tú guia de los ciegos, [i] luz de los
20 [que están] en tinieblas: instructor de necios [i]
maestro de niños ; [tú que] tienes la normaf del
21 conocimiento i de la verdad [contenida] en lalei ; en
tal caso, tú que enseñas á [tu] prójimo, ¿ no te en-
señas á tí mismo ? Tú que proclamas que no [se ha
22 de] hurtar, ¿ hurtas ? Tú que dices que no ha de
cometerse adulterio, ¿ lo cometes ? Tú que abominas
23 á los ídolos, ¿saqueas lugares santos ? Tú que te
glorías en la lei, ¿ deshonras á Dios por la transgresión
24 de la lei ? Porque el nombre de Dios, por causa de
vosotros, es blasfemado entre los Gentiles, según está
escrito. J .
25 Porque la circuncisión aprovecha, si practicares la
lei ; pero, al contrario, si fueres transgresor de la lei,
26 tu circuncisión dejará de ser circuncisión. Si pues el
incircunciso guardare las justas ordenanzas de la lei,
¿ no se tendrá, sin estar circuncidado, por circunciso ?
27 I el que, por naturaleza, es incircunciso, cumpliendo la
* Lo bueno de lo malo; en griego, las cosas diferentes.
t Horma, 6 forma. í t sa - lh. 5.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. III. 293
lei, i [no] te juzgará á tí, que, con la letra i la circun-
28 cisión, [eres] transgresor de la leí ? Porque no es
Judío, el que [lo es solamente] en lo exterior ; ni [es]
circuncisión, la que [lo es solamente] en lo exterior,
29 [esto es] en la carne. Sino que el Judío es aquel
que [lo es] en lo interior ; i la circuncisión es [la]
del corazón, [la que está] en él espíritu, no en la
letra. De tal [Judío] ° la alabanza no [viene] de los
hombres, sino de Dios.
III. 1 i Cuál [es] pues la superioridad del Judío ? ó
2 i cuál el provecho de la circuncisión 1 Mucho, de todos
modos : i, en primer [lugar], porque les. fueron con-
3 fiados los oráculos de Dios. Pues qué ! si algunos no
tuvieron fé ; ¿ destruirá su falta de fé la fidelidad de
4 Dios ? No se [diga tal]. Pero sea tenido Dios por
veraz, -f- aunque todo hombre [sea] mentiroso ; según
está escrito :
** Para que seas declarado justo en tus palabras ;
“ I venzas cuando seas juzgado.” ]
5 Pero si nuestra iniquidad encarece la justicia [que
se recibe] de Dios, ¿ qué diremos ? ¿ Es Dios injusto
6 en tratarnos con ira ? (Hablo como hombre.) No se
[diga tal] ; pues, [en ese caso] ¡ cómo juzgará Dios el
7 mundo ? Porque [podría decir alguno] : “ Si la ver-
“ dad de Dios ha abundado para [promover] su gloria
“ por haber yo mentido, ¿ por qué todavía soi yo juz-
8 “ gado como pecador ?” I ¿ [por qué] no [diríamos]
según lo que algunos, infamandofnos], esparcen que
decimos : “ Hagamos el mal, para que venga el bien ? ' ’
La condenación de estos es justa.
9 Pues qué ! ¿ Somos superiores [á los Gentiles] ?”
No, de ningún modo. Porque hemos acusado ántes
á Judíos i también á Gentiles de estar todos sujetos
10 al pecado. Según está escrito : §
“ No hai un justo, ni aun uno [solo] ;
11 “ No hai uno que entienda,
“ No hai uno que busque á Dios ;
12 “ Todos se han apartado de [éi] ;
* Judah, donde Judío, significa alabanza. Véase Gen. xlix. 8.
t Veraz, ó digno de fé. Véase Juan v. 31.
; Sal. li. 4. § SaL xiv. (LSX.)
294 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. III.
“ [Todos] se han inutilizado juntos ;
“ No hai uno que haga el bien ; no hai uno si-
“ quiera.
13 “ Su garganta [es] un sepulcro abierto ;
“ Con sus lenguas han usado dolo; 0
“ El veneno de los áspides [está] en sus labios :f
14 “ Su boca está llena de maldición, i de amargura ; [
15 “ Sus pies [son] ligeros para derramar sangre;
16 “ Destrucción i miseria en sus caminos,
17 “ I el camino de la paz no [lo] han conocido ;§
18 “ No hai temor de Dios ante sus ojos.” ||
19 I sabemos que todo lo que la lei dice, [lo] dice á
los que están bajo la lei. [Esto pues se dicej á fin de
que toda boca enmudezca, i que todo el mundo sea
tenido por reo para con Dios.
20 Por tanto, por las obras de la lei, ninguna carne
será declarada justa en su presencia ; porque, por
medio de la lei [viene] el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora la justicia [que se recibe] de Dios ha
sido manifestada sin la lei, dando testimonio [de
22 ella] la lei, i los profetas ; i la justicia que [se
recibe] de Dios por medio de la fé en Jesús Cristo,
[es] para todos, i sobre todos los que tienen fé ;
23 (porque no hai diferencia ; porque todos han pe-
24 cado, i les falta la gloria de Dios ;) siendo decla-
rados justos gratuitamente por su gracia, por medio
25 de la redención que [tienen] en Cristo Jesús ; á
quien Dios señalé de antemano^] [como] propicia-
dor,° ° por medio de la fé en su sangre ; para mos-
trar su justicia, (por causa de no haber tomado en
cuenta, en su sufrimiento, los pecados anteriores) ;
26 para mostrar [digo] su justicia, en el tiempo presente ;
á fin de ser él justo, i de declarar justo, [sin em-
bargo,] al que [tiene] fé en Jesús.
27 ¿ Dónde, pues, [está nuestro motivo] de gloriamos 1
Queda excluido. ¿ Por medio de qué lei ? ¿ [por la] de
las obras ? No : sino por la lei de la fé.
28 Asi que reconocemos ser declarado justo el hombre
* Sal. v. 9. § Véase Isa. lix. 7, 8.
t Sal. cxl. 3. |] Sal. xxxv i, I.
J Sal. x 7.
1 Señaló de antemano, ó ha puesto delante.
** Propiciador, ó propiciatorio. Véase Heb. ix. 5.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. IV. 295
29 por medio de la fé, sin las obras de la lei. ¿ [Es Dios],
solo Dios para los Judíos ? ¿ No [lo es] también de
30 los Gentiles ? Sí : también de los Gentiles ; puesto
que uno [solo es] el Dios que declarará justos á. los
circuncisos por medio de la fe, i á los incircuncisos
por medio de la fé.
31 i Inutilizamos pues la lei, por la fé 1 No se [diga
tal] ; sino que establecemos la lei.
IV. 1 i Qué [bien], pues, diremos obtuvo, según la carne,
2 nuestro padre Abraham ? Porque si Abraham filé de-
clarado justo por medio de las obras, tiene motivo de
gloriarse ; pero [tal motivo] no [tiene] para con Dios ;
3 porque ¿ qué dice la Escritura ? “I tuvo fé Abrabam
“ en Dios, i se le puso en cuenta, para [ponérsele en
4 11 cuenta] la justicia.” ° Pero, al que trabaja [para
su] recompensa, no se le pone en cuenta como de
5 gracia, sino como de deuda : mas al que no trabaja
[para ella] sino que tiene fé en el que declara justo
al impio, se le pone en cuenta su fé, para [ponérsele
en cuenta] la justicia.
6 Como también David habla de la felicidad del
hombre á quien Dios pone en cuenta la justicia, Bin
[la de sus] obras, diciendo :
7 “ Eelices [aquellos], cuyas iniquidades han sido
“ perdonadas,
11 1 cuyos pecados han sido encubiertos [por la
“ gracia de Dios] ;
8 “ Feliz el hombre á quien el Señor no pondrá en
“ cuenta [su] pecado.” t
9 Esta felicidad, pues, ¡ [es solo] para los circuncisos,
ó también para los incircuncisos ? Porque decimos
que [su] fé se le puso en cuenta á Abraham, para
10 [ponérsele en cuenta] la justicia. ¿ Cómo pues se
[le] puso en cuenta ? ¿ [cuando] fué circuncidado, ó
[cuando] no [fué] circuncidado ? no [cuando fué]
11 circuncidado, sino [cuando fué] incircuncidado. I
recibió la marca de la circuncisión, [como] sello.de
la justicia [que le fué puesta en cuenta por medio]
de la fé que [tenia cuando era] incircunciso ; para
ser él padre de todos los que tienen fé sin estar circun-
cidados, á fin de que se les pusiese en cuenta también
* la justicia, & saber rectitud perfecta. Véa'e Gen. xv. 6.
t Véase Sal xxxii. 1. 2.
296 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. IV.
12 á ellos la justicia ; i padre de aquellos entre los cir-
cuncisos, que no [son] circuncisos solamente, sino
que también caminan en las huellas de la fé que
[tenia] nuestro padre Abraham [cuando era] incir-
cunciso.
13 Porque no por medio de la lei [vino] á Abraham,
ni á su posteridad, la promesa de ser él heredero del
mundo, sino por medio de la justicia [que se pone en
14 cuenta mediante] 3a fé. Porque si aquellos [á quienes
se pone en cuenta justicia] por medio de la lei, [son]
los herederos, vana ha quedado la fé, i la promesa se
15 ha inutilizado. Porque la lei óbrala ira ; pues donde
no hai lei, no [hai] transgresión.
16 Por esto, [se pone en cuenta la justicia] por medio
de la fé, para que [sea] por gracia ; á fin de que la
promesa permanezca firme á toda la posteridad
[prometida], no solamente á la que [tiene] la lei,
sino también á la que tiene [solamente] la fé de Abra-
1 7 ham, el cual, (según lo que está, escrito : “Te be
“ constituido padre de muchas naciones,” 0 ) es padre
de todos nosotros delante de Dios, en quien tuvo fé,
[i] el cual dá vida á los muertos, i llama las cosas que
18 no son, como si fueran ; [la fé de aquel] que, espe-
rando [cuando ya habia] pasado la esperanza [natural],
tuvo fé en que llegaría á ser “padre de muchas na-
“ dones,” según se habia dicho : “ Tal será tu pos-
19 “ teridad :”f i, no siendo débil en la fé, no reparó
en su propio cuerpo, que ya [estaba] amortecido,
siendo [de edad] de cerca de cien años, ni en el
20 amortecimiento de la matriz de Sara ; i no dudé,
por falta de fé, con respecto á la promesa de Dios,
sino que se fortaleció en la fé, i dió gloria á Dios ;
21 i fué plenamente persuadido, que lo que habia pro-
22 metido, tenia también poder para ejecutar ; por lo
cual, se le puso también en cuenta [su fé] para [po-
nérsele en cuenta] la justicia.
23 I se escribió que se le puso en cuenta, no por causa
24 de él solamente, sino también por causa de noso-
tros, á quienes ha de ser puesta en cuenta [para este
fin] la fé que tenemos en el que ha resucitado de
25 entre los muertos á Jesús, nuestro Señor ; el cual
* Naciones ; la palabra griega significa también gentiles. Véase
Gén. xrii. 5.
t Tal, á saber cual el número de las estrellas. Véase Gén. xv. 5.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. V. 297
fué entregado por causa de nuestras culpas, i fué
resucitado por habernos constituido justos.
V. 1 Declarados pues justos mediante la fé, tenemos
paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesús Cristo ;
2 por el cual hemos sido admitidos también, mediante
la fé, á esta gracia en la cual permanecemos ; i nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 I no solamente [en esta], sino que nos gloriamos
también en las tribulaciones, sabiendo que la tribu-
4 lacion produce paciente perseverancia, i que la
paciente perseverancia [produce] la prueba [acre-
ditada], i la prueba [acreditada produce] la espe-
5 ranza, i la esperanza no avergüenza ; porque el amor
de Dios se derrama en nuestros corazones, por medio
6 del Espíritu Santo, que se nos ha dado. Porque
Cristo, cuando todavía estábamos débiles, murió, en
7 el tiempo [señalado], por los impíos. Porque apénas
[hai] quien [quiera] morir por un [hombre] justo ;
por un [hombre] benévolo, por cierto, tal vez [hai]
8 quien aun se atreva á morir ; pero Dios recomienda
su mismo amor hácia nosotros, en que Cristo muriese
por nosotros cuando eramos todavía pecadores.
9 Mucho mas, pues, ahora, [después] de haber sido
justificados en [virtud de] su sangre, seremos salvos,
10 por su medio, de la ira [de Dios]. Porque si, cuando
eramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por
medio de la muerte de su Hijo, mucho mas, [después]
de haber sido reconciliados, seremos salvos en [virtud
de] su vida.
11 I estamos gloriándonos, no [en estas cosas] sola-
mente, sino también en Dios, por medio de nuestro
Señor Jesús Cristo, mediante el cual hemos ahora
recibido [el don de] la reconciliación.
12 Por tanto [se ha recibido mediante uno solo], así
como por medio de un [solo] hombre entró el pecado
en el mundo, i, por medio del pecado, la muerte, i
así la muerte pasó por todos los hombres, por
13 cuanto todos pecaron. (Porque hasta [al tiempo de]
la lei, el pecado estaba en el mundo : i [aunque] el
pecado no se pone en cuenta, cuando no hai lei
14 [alguna], no obstante, la muerte reinó desde Adam
hasta Moisés, i en los que no habían pecado en seme-
208 A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. VI.
janza de la transgresión de Adam) : el cual es la
figura del que [habla] de venir.
15 Pero el don de la gracia no [es simplemente] pro-
porcionada á la culpa ; porque si en [virtud ae] la
culpa del uno, murieron los muchos [quo pertene-
cen á él],° la gracia de Dios, i el don [recibido] en
[virtud cíe] la gracia, la cual [es la] del otro hombre
Jesús Cristo, han abundado mucho mas en los muchos
[que pertenecen á él].°
16 I el don [de la justicia] no [es simplemente] pro-
porcionada á lo que [sucedió] por medio del uno que
pecó ; porque [en] el juicio, la condenación siguió á,
una sola [culpa] ; pero, al contrario, [on] el don
de la gracia, la justicia hecha sigue á muchas cul-
17 pas. Porque si en [virtud de] la culpa del uno, la
muerte reinó por medio del uno, los que reciben la
abundancia de la gracia, i del don de la justicia,
reinaran mucho mas en vida por medio del otro,
[que es], Jesús Cristo.
18 Así pues, como por medio de una [sola] culpa,
sobrevino la condenación de todos los hombres [que
pertenecen al uno], así también, por medio de una
[sola] justicia hecha, todos los hombres [que pertene-
cen al otro], se constituyen justos, [para lograr] la
19 vida. Porque as! como, por medio de la desobe-
diencia de un solo hombre, los muchos [que pertene-
cen á él] fueron constituidos pecadores ; así también
por mecho de la obediencia del otro, los muchos [que
pertenecen á. él] serán constituidos justos.
20 I la lei sobrevino entretanto para que abundase la
culpa ; pero donde ha abundado el pecado, ha super-
21 abundado la gracia ; á fin de que, así como ha rein-
ado el pecado en la muerte, así también reinase la
gracia, por medio de la justicia [hecha], para [dar]
la vida eterna, mediante Jesús Cristo nuestro Señor.
VI. 1 ¿ Qué diremos, pues ? ¿ Permaneceremos en el
2 pecado, para que la gracia abunde f No se [diga tal].
[Nosotros] que morímos al pecado, ¿ cómo viviremos
3 todavía en él 1 ¿ Ignoráis que cuantos recibimos la
inmersión en Cristo Jesús, la recibimos en su muerte ?
4 Fuimos pues sepultados con él por medio de la in-
mersión en [su] muerte ; á fin de que así como Jesús
* Los muchos [ que pertenecen d ¿U], 6 [st«] muchos.
A LOS SANTOS DE KOMA, CAP. VI. 299
resucitó de entre los muertos por medio de la gloria
del Padre, así también nosotros procediésemos en
6 nueva vida. Porque si hemos llegado á ser tales
como [él], en [nuestra] semejanza á su muerte, asi
también [lo] seremos [en nuestra semejanza á su]
6 resurrección : sabiendo esto : que nuestro hombre
viejo fué crucificado con [él], para que el cuerpo del
pecado fuese destruido ; á fin de que ya no sirvamos
7 mas al pecado. Porque el que ha muerto [con Cristo] ,
8 ha sido declarado justo, [libre] del pecado. I si
hemos muerto con Cristo, creemos que hemos de vivir
9 también con él ; sabiendo que Cristo, resucitado de
entro los muertos, no muere ya mas, [i que] la muerte
10 no tiene ya mas imperio en éL Porque en cuanto al
haber muerto, murió una sola vez para el pecado ;
11 pero en cuanto al vivir, vive para Dios. Del mismo
modo también vosotros reconoceos muertos para el
pecado, pero vivos, al contrario, para Dios, en Cristo
Jesús ®
12 No reine pues el pecado en vuestro cuerpo muerto,
13 para obedecerlo en sus [malos] deseos : ni entreguéis
vuestros miembros al pecado [como] instrumentos de
iniquidad ; pero entregaos á Dios, como vivos, [resuci-
tados] de entre los muertos, i vuestros miembros a
14 Dios [como] instrumentos de la justicia. Porque el
pecado no ha de tener imperio en vosotros ; pues no
estáis bajo la lei, sino bajo la gracia. #
15 ¿Pues qué? ¿pecaremos, porque no estamos bajo
16 la lei, sino bajo la gracia ? No se [diga tal]. ¿ No sabéis
que [si] os entregáis á alguno [como] siervos para
obedecerQo], quedáis siervos de aquel á, quien obe-
decéis ; sea del pecado para [incurrir] la muerte, ó de
17 la obediencia para [obrar] la justicia ? Pero gracias
á, Dios, que, aunque vosotros erais siervos del pecado,
habéis obedecido de corazón la forma de doctrina, á
18 la cual habéis sido entregados; i habiendo sido
libertados del pecado, habéis llegado á. ser siervos de
19 la justicia. (Hablo humanamente, por causa de la
debilidad de vuestra carne.) Porque del mismo modo
que entregasteis vuestros miembros, [para que fuesen]
siervos de la inmundicia é iniquidad, á fin de [cometer]
la iniquidad, así ahora entregad vuestros miembros
[para que sean] siervos de la justicia, á fin de [vivir
* Algunos manuscritos nuadt-n nuestro Señor.
300 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. VII.
20 en] la santidad. Porque cuando erais sierros del
pecado, erais libres [en cuanto á que no servíais] á
la justicia.
21 ¿ Qué fruto pues sacabais entúnces [de las cosas]
de que ahora os avergonzáis f porque el fin de esas
22 cosas [es] la muerte. Pero ahora habiendo sido
libertados del pecado, i hechos siervos de Dios, el
fruto que sacais [es] la santidad, i [su] fin, la vida
23 eterna. Porque el pago del pecado [es] la muerte ;
pero el don de la gracia de Dios, [es] la vida eterna,
en Cristo Jesús nuestro Señor.
VIL 1 ¿ Ignoráis, hermanos, (porque hablo con aquellos
que conocen la lei,) que la lei tiene imperio en el
2 hombre [solo] mientras dure su vida 1 Porque la
muger casada está ligada por la lei con su marido
mientras vive ; pero si muriese [su] marido, queda
3 libertada de la lei del marido. Así que, mientras
vive [su] marido, será Ramada adúltera, si llega á
ser [muger] de otro marido ; pero si muriese [su]
marido, queda libre de la lei ; de modo que no es
adúltera, [si] Uega á ser [muger] de otro marido.
i De modo que, también vosotros, hermanos mios,
habéis quedado muertos á la lei por medio del cuerpo
de Cristo, para Regar á ser de otro, [á saber] del que
ha resucitado de entre los muertos, á fin de que pro-
5 duzcamos frutos para Dios. Pues cuando estábamos
en la carne, las pasiones pecaminosas que [obran] por
la lei, obraban en nuestros miembros, á fin de pro-
6 ducir frutos para la muerte : pero ahora hemos
quedado libertados de la lei, habiendo muerto [á
ella], la cual nos tenia sujetos, así que servimos á la
[lei] nueva del Espíritu, i no á la antigua de la letra.
7 i Qué diremos pues ? j [Es] pecado la lei ? No se
[diga tal] ; pero no habría conocido el pecado, sino
por medio de la lei : porque no habría conocido la
codicia,® si la lei no hubiera dicho : “ No codiciaras.”
8 Mas el pecado tomé ocasión para obrar en mí, por
medio del mandamiento, toda codicia : porque sin la
9 lei, el pecado [está] muerto. I yo estaba vivo, en otro
tiempo, sin la lei ; pero habiendo sobrevenido el man-
10 damiento, revivió el pecado, i yo quedé muerto : i
aquel mandamiento que [tuvo] por [su] fin la vida,
* Codicia, ó [mní] deseo.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. VIIL 301
11 resulté, en mí, para la muerte. Porque el pecado
tomó ocasión para engañarme por medio del manda-
miento, i por el [mandamiento] me dio muerte.
12 De modo que la lei, por cierto, [es] santa, i el man-
damiento, santo, i justo, i bueno.
13 Por tanto ¿ ha venido á ser muerte para mi lo
bueno ? No se [diga tal] : pero el pecado, para que
aparezca [ser] pecado, [ha venido á ser muerte,] pro-
duciendola en mí por medio de lo bueno, á fin de
que el pecado venga á ser sobre manera pecaminoso
por medio del mandamiento.
14 Porque sabemos que la lei es espiritual ; pero yo
15 soi carnal, vendido [como siervo] del pecado. Por-
que no reconozco [como bueno] lo que hago ; pues no
hago lo que quiero [hacer] ; sino lo que aborrezco,
16 eso hago ; mas si hago lo que no quiero [hacer],
17 confieso que la lei [es] buena. Pero ahora no [soi]
mas yo el que hace aquello, sino el pecado que habita
18 en mí. Porque sé que, en mí, esto es en mi carne, no
habita el bien : pues el querer [hacer el bien] existe
19 en mí, pero no hallo [como] hacerlo. Porque no
hago el bien que quiero [hacer] ; sino el mal que no
20 quiero [hacer], eso hago. Pero si hago lo que no
quiero [hacer], ya no [soi] yo el que lo hace, sino el
pecado que habita en mí.
21 Por tanto, haRo la lei, que, queriendo yo hacer el
22 bien, el mal existe en mí. Porque me deleito en la
23 lei de Dios según el hombre interior ; pero veo otra
lei en mis miembros, que mifita contra la lei de mi
mente, i me cautiva á la lei del pecado que está en
mis miembros. ,
24 ¡ Qué miserable hombre [soi] yo ! ¡ quién me librará
25 de este cuerpo de muerte ? Doi gracias á Dios, [que
él me liberta] por medio de Jesús Cristo nuestro
Señor. . . r —i , ,
Así pues yo, por mí mismo, sirvo en [mij mente a
la lei de Dios, pero, al contrario, en [mi] carne á la
lei del peoado.
VTTT 1 Ahora, pues, no [hai] condenación alguna para
aqueRos que [están] en Cristo Jesús, los cuales pro-
ceden, no según la carne, sino según el Espíritu.®
* "los cuales el Espíritu" Los textos mas aprobados no tienen
estas palabras.
S02 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. VIII.
2 Porque la lei del Espíritu, el cual [dá] la vida en
Cristo Jesús, me lia libertado de la lei del pecado
3 i de la muerte. Pues lo [que era] imposible que
la lei [hiciese], por cuanto se hallaba débil [para
hacer eso] por medio de la carne, Dios [lo hizo], en-
viando 4 su propio Hijo en la semejanza de la carne
pecaminosa, i [como ofrenda] por el pecado, [i] con-
4 donó [4 muerte] el pecado [que hai] en la carne ; 4
fin de que sea cumplida la justicia [mandada] por°
la lei, en nosotros que procedemos, no según la carne,
sino según el Espíritu.
6 Porque los que viven f según la carne, tienen sus
pensamientos en las cosas de la carne : pero los [que
viven] según el Espíritu, [los tienen] en las cosas del
6 Espíritu. El pensamiento, por cierto, [que viene] de
la carne, [es] muerte ; pero el pensamiento [que
7 viene] del Espíritu, es vida i paz : porque el pensa-
miento [que viene] de la carne, [es] enemistad para
con Dios ; pues no se sujeta 4 la lei de Dios ; ni, por
8 cierto, puede [sujetarse] ; i [por tjinto] los que
viven f en la carne, no pueden agradar 4 Dios.
9 Pero vosotros no vivisf en la carne, sino en el
Espíritu, si [es] que el Espíritu de Dios habita en
vosotros ; pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
10 este no es de [Cristo]. t Mas si Cristo [est4] en voso-
tros, el cuerpo [carnal est4] muerto por causa de [su]
pecado, mas, al contrario, el espíritu [est4] vivo, por
11 causa de la justicia [de Cristo], I si el Espíritu del
que resucité 4 Jesús de entre los muertos, habita en
vosotros, el que resucitó 4 Cristo de entre los muertos,
dar4 vida también 4 vuestros cuerpos muertos, por-
que su Espíritu habita en vosotros.
12 Así pues, hermanos, somos deudores, no 4 la carne,
13 para vivir según la carne : porque si vivís según la
carne, habéis de morir ; pero si, por el Espíritu, hacéis
14 morir las obras del cuerpo, viviréis. Pues cuantos
están llevados por el Espíritu de Dios, esos son hijos
de Dios.
15 Porque no habéis recibido un espíritu de servidum-
bre, para [vivir] otra vez en temor, sino que habéis
* [ Mandada ] por,- en griego, de.
t Viven, ó están ; vivís, ó estáis.
{ [CVÍjío], en griego el.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. VIII. 303
recibido un espíritu de adopción, en [virtud del]
cual clamamos ; “ Ablia,° Padre.”
16 El Espíritu mismo da testimonio juntamente con
17 nuestro espíritu, que somos hijos de Dios: i si [so-
mos] hijos, también [somos] herederos : herederos por
cierto, de Dios, i coherederos con Cristo : si [es] que
padecemos con [él], para que también seamos glorifi-
18 cados con [él]. Porque reconozco que los padeci-
mientos del tiempo presente no [son] dignos de [com-
pararse] con la gloria que ha de manifestarse para
19 nosotros. Porque [nuestra] viva expectación [de la
gloria] de las criaturas, aguarda la manifestación [de
20 la] de los hijos de Dios. Porque estuvieron sujetas 4
la vanidad, (no de grado, sino por causa de aquel que
21 [las] sujeté,) con la esperanza de que también ellas
mismas se libertarían de la servidumbre de la corrup-
ción, para [obtener] la libertad de la gloria de los
22 hijos de Dios. Porque sabemos que todas ellas gimen
juntas, i juntas están en dolores de parto, hasta
23 ahora : i no solamente [ellas], sino también noso-
tros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
[digo que] aun nosotros mismos gemimos en lo interior,
aguardando la redención de nuestros cuerpos, [que
24 ser4 nuestra] adopción. Porque hemos sido salvos en
[virtud de] la esperanza. Pero la esperanza que se
vé, no es esperanza ; pues lo que uno vé, ¿ cómo [puede]
25 esperarlo] también ? Pero si esperamos lo que no
vemos, [lo] aguardamos perseverando con paciencia.
26 I asimismo, el Espíritu [nos] socorre también en
nuestras debilidades ; porque no sabemos por lo que
hemos de orar como debemos [hacerlo], sino que el
Espíritu mismo intercede por nosotros [inspirando-
27 nos] gemidos inefables. f I el que examina los cora-
zones, conoce el pensamiento [que viene] del Espíritu,
porque intercede por los santos según [la voluntad
de] Dios. __
28 I sabemos que todas las cosas cooperan para el bien
de los que aman 4 Dios, de los que son llamados
29 según [su] propósito. Porque 4 los que preconoció,
también predestinó [para que fuesen] conformes 4 la
im4gen de su Hijo, 4 fin de ser él, el primogénito
30 entre muchos hermanos : i 4 los que predestinó, 4
* Abba. palabra caldea que significa, padre.
f Inefables, ó ahogados.
304 A LOS DE SANTOS ROMA, CAP. IX.
estos también llamó : i á los que llamó, á estos tam-
bién declaró justos ; i á los que declaró justos, á estos
también glorificó.
31 ¿ Qué pues diremos de estas cosas ? Si Dios [estáj
en nuestro favor, ¿ quién [puede estar] contra noso-
32 tros ? El que ni á su propio Hijo perdonó, sino que
lo entregó en pro de nosotros todos, ¿ cómo [podrá]
dejar de darnos gratuitamente todas las cosas tam-
33 bien con él ? ¿ Quién podrá acusar á los escogidos de
34 Dios ? Dios [es] el que [los] declara justos ; ¿ quién
[es] el que [puede] condenarlos] f Cristo [es] el
que murió, i, aun mas, [el que] resucitó, el que está
también á la diestra de Dios, [i] que intercede también
35 por nosotros. ¿ Qué [criatura] nos separará del amor
de Cristo ? ¿ La tribulación, ó la angustia, ó la per-
secución, ó el hambre, ó la desnudez, ó el peligro, ó
36 la espada ? (Como está escrito :
“ Por causa tuya estamos todo el dia [expuestos] á
“ la muerte ; .
11 Se nos ha reconocido como ovejas [destinadas]
“ al matadero.”)* 5
37 [No] : ántes bien en todas estas cosas hacemos
mas que vencer, por medio de aquel que nos amó.
38 Porque estoi persuadido de que ni la muerte, ni la
vida, ni los mensageros [celestiales], ni los Principa-
dos, ni las Potestades, ni las cosas presentes, _ ni las
39 cosas futuras, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que
[está] en Cristo Jesús nuestro Señor.
IX. 1 Digo, [como estoi] en Cristo, la verdad ; no miento ;
dándome testimonio mi conciencia [revestida] del
2 Espíritu Santo : tengo gran tristeza, i pena incesante
3 en mi corazón, (porque yo mismo solia desear ser
anatema! [en cuanto á estar separado] de Cristo,)
[tengolas, digo,] en pro de mis hermanos, que [son]
4 mis deudos según la carne ; que son los Israelitas ;
de quienes [fueron] la adopción, i la gloria,! i los
pactos, i la legislación, i el culto, i las promesas ;
5 cuyos [progenitores fueron] los padres, i de quienes
* Salm. xliv. 22.
t Anatema, ó maldito. Véase Mat. xxvii. 25 ; 1 Cor. xn. 3 ; xvi. 22.
X Véase Ex. xl. 34, 35 ; 1 Saín. iv. 21, 22 ; 1 Reyes tul 11 ; Salm.
lxxviii. 61.
A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. IX. 305
[descendió], en cuanto á la carne, Cristo,* 5 el cual es
sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos.
Así es.
6 Pero no por eso ha decaído la palabra de Dios ;
porque no todos los que [descienden] de Israel, [son]
7 Israel;! ni [solo] por ser la posteridad de Abraham,
[son] todos hijos [de Dios] ; pero: ‘‘En Isaac será
8 “ llamada posteridad tuya.”| Esto es, no aquellos [que
son sus] hijos por la carne, [son] hijos de Dios ; sino
los [que son sus] hijos por la promesa, se reconocen
9 como posteridad [suya]. Porque estas [son] las pala-
bras de la promesa : “ Por este tiempo vendré, i
10 “ tendrá Sara un hijo.” § Pero no [fué dicho] solo
[esto] ; sino que también á Rebeca, habiendo conce-
bido [dos hijos] de un [solo marido, á saber] de Isaac
11 nuestro padre, le fué dicho, (ántesde que [los niños],
por cierto, naciesen, i hubiesen hecho nada bueno ni
malo, á fin de que el propósito de Dios en cuanto á
[su] elección, permaneciese, [como procediendo] no
de las obras, sino de [la voluntad] del que llama) :
12 13 “ El mayor ha de servir el menor || como está
escrito : “ He amado á Jacob, pero he aborrecido á
“ Esaú.”!]
14 ¿ Qué diremos pues ? ¿ Hai injusticia en Dios ?
15 No se [diga tal]. Porque dice á Moisés ; “ Tendré
“ misericordia con quien [yo quiera] tenerla ; i me
compadeceré de quien [yo quiera] compadecerme.” 0 °
16 Así pues no [es obra] del que quiere, ni del que
17 corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque
dice, [en] la Escritura, á Faraón : “ Para esto mismo
“ te levanté, para que [yo] muestre en tí mi poder, i
“ para que mi nombre sea anunciado en toda la
18 “tierra.”!! Así pues con quien quiere, tiene mi-
sericordia ; i á quien quiere, endurece.
19 Me diras pues : “ Entónces ¿ por qué vitupera ?
“ porque ¿ quién ha resistido á su intención ?”
20 ¿ Quién eres tú, por cierto, oh hombre, que replicas
á Dios ? “ ¿ Dirá la cosa labrada, al que [la] labró ;
21 “ ‘ Por qué me has hecho así ? ’ ” I í ¿No tiene po-
* Cristo, ó el Ungido. T Mal. i. 2, 3.
t Israel, a saber “ el Israel de Dios." Gal. vi. 16. * * Ex. xvx ii i . 19.
JGén.xxi. 12. 1 1 Ex. iv. 16.
§ Gün. xviii. 10-14. } t Isa. xlv. 9.
B Gén. xxv. 23.
S
306 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. IX.
testad el alfarero sobre el barro, 0 para hacer de la
misma masa un vaso para [uso] honroso, i otro para
22 [uso] vil 1 i Pues [qué], si Dios, queriendo mostrar
su ira, i dar á conocer su poder, ha llevado con mucha
paciencia los vasos de ira preparados para la perdi-
23 cion ; i para que diese á conocer la riqueza de su
gloria, [la ha manifestado] en los vasos de misericor-
24 dia, que ha preparado ántes para la gloria ; los
cuales también ha llamado, [esto es] á nosotros, no
solamente de entre los Judíos, sino también de entre
los Gentiles ?
26 Como también dice en Oséas: “Llamaré pueblo
« mió, al que no [era] mi pueblo ; i amada, á la que
26 “ no [era] amada.” f “I sucederá, que en el lugar
“ en que les fué dicho : ‘ No [sois] vosotros mi pueblo,’
“ allí [mismo] se llamaran hijos del Dios vivo." [
27 Mas Isaías exclama con respecto á Israel :
“ Aunque fuese el número de los hijos de Israel
“ como [el de] la arena del mar,
“ [Solo] la parte reservada será salva :
28 “ Porque ha de cumplir i abreviar la cuenta en
“ justicia ;
“ Porque una cuenta abreviada hará el Señor
“ sobre la tierra."§
29 I como Isaías ha predicho :
“ Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado
“ posteridad,
“ Habríamos llegado á ser como Sodoma,
“ I habríamos sido semejantes á Gomorra.” ||
30 l Qué diremos pues ? Que los Gentiles que no se-
guían la justicia, se han apoderado de ella ; esto es,
la justicia que [se pone en cuenta] por medio de la
31 fé : pero [que] Israel, que seguía la lei de la justicia,
32 no la ha conseguido, i Por qué ?_ porque no [seguía
la justicia] por medio de la fé, sino como [si fuera
posible] por las obras de la lei. Porque tropezaron
33 en la piedra de tropiezo, según está escrito : “ Hé
“ aquí que yo he de poner en Sion una piedra de
“ tropiezo, i una piedra de escándalo ; i todo el que
“ tenga fé en él, no será avergonzado.”
X. 1 Hermanos, en verdad la complacencia de mi corazón,
* Jer. xviii. 6. ' § Isa. x. 22, 23.
f Os. iL 23. II Isa. i. 9.
j Os. i. 10. S Isa. viii. 14 ; xxvui. 16.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. X. 307
i [mi] súplica á Dios en pro de [Israel son]° para [su]
2 salvación. Porque les doi testimonio que tienen celo
3 por Dios, pero no según conocimiento. Porque igno-
rando la justicia [que viene] de Dios, i procurando
establecer la suya propia, no se han sometido á la
4 [que viene] de Dios. Porque Cristo [es] el cumpli-
miento de la lei, para que [se ponga en cuenta] la
justicia á todo el que tiene fé.
5 Porque Moisés escribe [acerca de] la justicia [que
se pone en cuenta] por medio de la lei : “ El hombre
“ que hace estas cosas, vivirá en [virtud de] ellas.”f
6 Pero la justicia [que se pone en cuenta] por medio
de la fé, dice así : “ No digas en tu corazón : j ‘ Quién
“‘subirá al cielo?”’ esto es, para hacer bajar á
7 Cristo ; “ ni, quién bajará al abismo ? ' ” esto es, para
8 hacer subir á Cristo de entre los muertos : pero ¿ qué
dice [ella] ? “ Cerca de tí está la palabra ; en tu
“ boca, i en tu corazón | esto es, la palabra de la
9 fé que proclamamos • que, si confesares con tu boca
[que] Jesús [es] el Señor, i tuvieres fé en tu corazón
en que Dios lo resucité de entre los muertos, seras
10 salvo. Porque con el corazón se tiene fé para que
[se ponga] la justicia [en cuenta], i con la boca se
11 hace confesión para la salvación. Porque dice la
Escritura : “ Ninguno que tenga fé en él, será aver-
12 gonzado.”§ Porque no hai diferencia entre Judío i
Gentil ; porque el mismo [que es] Señor de todos, es
13 rico para con todos aquellos que lo invocan. Pues
“ todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
“ salvo.” ||
14 i Cémo pues invocaran [á aquel] en quien no han
tenido fé ? ¿I cémo tendrán fé [en aquel] de quien
no han oido [hablar] ? ¿ I cómo oirán [hablar de
15 él], sin [que haya] quien [lo] proclame ? ¿ I cómo
[lo] proclamaran pos hombres], si no se les envia ?
Según está escrito : “ ¡ Cuán hermosos [son] los pies
“ de los que anuncian la buena nueva de paz, la
16 “ buena nueva del bien !” *' Pero no todos pos que
han oido], han obedecido la buena nueva : porque
* [Israel ion]/ los MSS. mas aprobados
otros, Israel son.
t Lev. xviii. 5.
♦ Deut. xxx. 12.
§ Isa. xxviiL 16.
tienen ellos solamente ;
|| Joel ii. 32.
«í Isa. lii. 7.
308 A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. XI
Isaías dice : “ Señor, ¿ quién ha tenido fé en la que
“ nos ha oido f ” ° ...
17 Así pues, la fé [viene] por medio del oir ; i el oír,
por medio de la palabra de Dios.
18 Pero digo : ¿ No han oido [á los que anuncian la
buena nueva] ? Ciertamente,
“ El sonido de ellos se ha divulgado por toda la
“ tierra ;
“ I sus palabras, hasta los límites del mundo.” f
19 Pero [otra vez] digo : ¿ No ha sabido [estas cosas]
Israel ? Moisés [filé el] primero que dijo : “ Yo os
“ provocaré & envidia por [gente que] no [es] una
“ nación ; os provocaré á ira por una nación wsen-
20 “ sata.” J Pero Isaías se atreve ti. decir :
“ Halláronme los que no me buscaban ;
“ Me aparecí á los que no preguntaban por mí." §
21 Pero á Israel dice :
“ Todo el dia me tuve mis manos extendidas
« A un pueblo que desobedecía || i contradecía.”^]
XI. 1 Digo, pues : ¡ Ha rechazado Dios á su pueblo ? No
se [diga tal] : porque también yo soi Israelita, de la
posteridad de Abraham, [i] de la tribu de Benjamín.
2 No ha rechazado Dios al pueblo suyo al cual pre-
conoció. ¡ No sabéis lo que dice la Escritura [ha-
blando] de Elias ; cómo reclama á Dios contra Israel,
3 [diciendo] “Señor, han matado á tus profetas, i
“ ban demolido tus altares ; i me han dejado solo, i
4 “ están procurando [quitar]me la vida á mí.”tf Pero
¿ qué le dice la revelación de Dios ? “ Me he reser-
“ vado siete mil hombres, que no han doblado la
“ rodilla á Baal.” f f
6 Del mismo modo, pues, también en el tiempo pre-
sente, hai una reserva [de algunos] según la elección
6 de la gracia- I si por gracia, no [es] ya por obras ;
puesto que [en tal caso] la gracia no seria ya
gracia : J % pero si por obras, no es ya por gracia ;
puesto que [en tal caso] la obra no seria ya obra. J J
7 ¿ Qué pues [ha de inferirse] ? Que lo que Israel
busca, no lo ha alcanzado, pero [lo] ha alcanzado la
» Isa. lili. i.
t Salm. xix. 4.
i Dout. xxxii. 21.
§ Isa. Ixv. 1.
í 1 Pero . . . obra .
D Desobedecía, ó no tenia fé,
•j Isa. ixv. 2.
** Algunos MSB. tienen dirimió.
1 1 1 Reyes xix. 10-14, 18.
Algunos MSB. no tienen estas palabras.
A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. XL 309
8 elección : i los demas se han endurecido : como
está escrito : “ Les ha dado Dios, hasta hoi dia, un
“ espíritu de torpeza, ojos para no ver, i oidos para
9 “ no oir.”° También dice David :
“ Venga á ser su mesa para ellos una acechanza,
“ I una trampa, i una ocasión de tropiezo, i una
“ retribución :
10 “ Oscurézcanse sus ojos para no ver,
“ I encorva siempre sus espaldas .” f
11 Digo pues : ¿ Han tropezado para caer ? No se
[diga tal] : sino que por su tropiezo [ha venido] la
salvación á los Gentiles, á fin de que [estos] provoca-
12 sen á aquellos á envidia. Pero si su tropiezo [es] la
riqueza del mundo, i el defecto de ellos, la riqueza de
los Gentiles, j cuánto mayor [será la ventaja de] la
plenitud de ellos ?
13 Porque á vosotros que [sois] Gentiles, estoi ha-
blando ; (en cuanto, por cierto, yo soi enviado á los
14 Gentiles, glorifico mi ministerio ;) [á fin de que], si
es posible, “ provoque á envidia " á [los de] mi san-
gre,]: i salve á algunos de ellos.
15 Porque si el haber sido ellos arrojados de [Dios, es]
la reconciliación del mundo, qué [será] su cordial
recepción [por Dios], sino [resurrección á] vida de
entre los muertos.
16 I [porque] si las primicias [son] santas, [lo será] tam-
bién la masa ; i si [es] santa la raiz, [lo serán] tam-
17 bien las ramas. Pero si algunas de las ramas han
sido rotas, i tú, siendo un acebuche, has sido inger-
tado entre las [otras], i has venido á ser partícipe
18 con [ellas] de la raiz, i del jugo del olivo, no te
jactes contra las ramas ; pero, si te jactas, [sábete
que] no sustentas tú á la raiz, sino la raiz, á tí.
19 Diras pues : “ Fueron rotas las ramas á fin de que
20 “ fuese yo ingertado.” [Está] bien : por falta de fé
fueron rotas, i por medio de la fé estas firme tú. No
21 tengas pensamientos altivos, sino teme. Porque si
Dios no perdonó las ramas naturales, [teme] que á tí
tampoco te perdone.
22 Mira pues la benignidad, i la severidad de Dios ;
severidad, por cierto, para con los que cayeron ; pero
benignidad para contigo, si permanecieres en [su]
* Deut. xxix. 4 ; Isa. xxix. 10. t Salm lxix. 22, 23.
1 En griego, carne.
S 2
310 A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. XII.
benignidad : puesto que, [de otro modo], tú también
23 seras cortado. I ellos también, si no permanecieren
en falta de fé, serán ingertados ; porque Dios es
24 poderoso para ingertarlos otra vez. Porque si tú
fuiste cortado de lo que por naturaleza [es] acebuche,
i has sido ingertado contra la naturaleza en el buen
olivo ; ¡ cuánto mas estos, que [son] las [ramas] na-
turales, serán ingertados en su propio olivo !
25 Porque, hermanos, no quiero que ignoréis este
misterio, á fin de que no os tengáis por prudentes en
vosotros mismos ; [á saber], que el endurecimiento ha
venido á una parte de Israel, hasta que la plenitud de
26 los Gentiles haya entrado : i que entónces todo Israel
ha de ser salvo ; según está escrito : “ Saldrá de Sion
“ el que ha de dar libertad, i apartará la impiedad
27 “ de Jacob.” 0 I : “Este [será] mi pacto con ellos,
“ cuando quitaré sus pecados.”t
28 Con respecto á la buena nueva, [son] enemigos por
causa do vosotros ; pero, al contrario, con respecto á
la elección, [son] amados por causa de [sus] padres.
29 Porque Dios no muda de parecer en cuanto á sus
dones de gracia, ni en cuanto á su llamamiento.
30 Porque así como aun vosotros [mismos], en otro
tiempo, estabais sin fé en Dios, pero ahora se ha
tenido misericordia de vosotros, por [ocasión de] la
31 falta de fé de ellos ; así también estos ahora lian
estado sin fé, por [ocasión de] la misericordia que se
[ha tenido] de vosotros, á fin de que también se
32 "tuviese misericordia de ellos. Porque Dios ha en-
cerrado á todos en la falta de fé, á fin de tener miseri-
cordia con todos.
33 ¡Oh profundidad de la riqueza, i de la sabiduría,
i de la ciencia de Dios! ¡ Cuán inescrutables sus
34 juicios, é inaveriguables sus caminos ! Porque :
“ ¿ Quién ha conocido la mente del Señor ? O i quién
35 “ ha sido su consejero ?” { O “ ¿ quién le ha dado
“ [algo] primeramente á él, por lo cual ha de ser
36 “ recompensado ?” § Porque todas las cosas [vienen]
de él, i [son] por medio de él, i para él ; á él [sea] la
gloria por los siglos. Así sea.
XII. 1 Por tanto, hermanos, os ruego por la compasión
* Isa. lix. 20. t I^a. xl. 13.
t Isa. xxvii. 9 ; Jer. xxxi. 33, 34. § Job xli. 11.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XII. 311
de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos, [como] hostia
viva, santa, agradable á Dios, [i la d]el culto que
2 dais con la mente. I no os conforméis á este siglo,
sino transformaos por la renovación de vuestra
mente, para que discernáis cual [es] la voluntad
de Dios, [qué es] lo bueno, i lo agradable, i lo com-
pleto.
3 Porque digo á cada uno [de los] que están entre
vosotros, mediante la gracia que se me ha dado, que
no tenga pensamientos mas elevados que los que
debe tener, sino pensamientos cuerdos, según la me-
4 dida de fé que Dios ha repartido á cada uno. Porque
así como tenemos muchos miembros en un [solo]
cuerpo, pero no tienen todos los miembros el mismo
5 ejercicio, así [nosotros], que [somos] muchos, somos
un [solo] cuerpo en Cristo, i todos, miembros unos
6 con otros ; i, teniendo dones de gracia diferentes
según la gracia que se nos ha dado, si [tiene alguno el
don de] profecía, [úselo] según la proporción de [su]
7 fé ; 6 si [tiene] el oficio de servidor ° [de la asam-
blea, ocúpese] en [su] oficio ; 6 si [es] uno que en-
8 seña, [ocúpese] en su enseñanza ; 6 si [es] uno que
exhorta, [ocúpese] en [su] exhortación.
El que dá, [dé] con generosidad ; el que guia [la
asamblea, hagalo] con empeño ; el que tiene miseri-
cordia, [sea] con alegría.
9 [Sea] el amor sin hipocresía. Detestad lo mali-
cioso unios con [todo] lo [que es] benévolo. J
10 [Sed] afectuosos unos con otros en la amistad fra-
ternal ; en [cuanto] al honor, dad precedencia unos
11 á otros; [obrad] con empeño, sin [ser] perezosos:
12 sed fervorosos en el espíritu ; servid al Señor ; §
gozaos en la esperanza ; soportad la tribulación con
13 paciencia ; perseverad en la oración ; contribuid á
las necesidades de los santos ; daos á la hospitali-
dad.
14 Bendecid á los que os persiguen ; bendecid i no
maldigáis.
15 Gozaos con los que se gozan ; i llorad con los que
16 lloran ; sed [como] uno mismo en vuestros pensa-
mientos irnos hácia otros ; no tengáis pensamientos
* Oficio de servidor, 6 servicio [de socorro ]. V fiase Hechos vi. 3.
t O el mal. I O el bien.
§ Señor. Algunos MSS. tienen oportunidad.
312 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XIH.
altivos, sino dejaos llevar por [pensamientos] humil-
des,; no os tengáis por prudentes en vosotros mis-
17 mos ; no paguéis ánadie el mal con el mal ; ejerced
previsión [para hacer] lo bueno delante de todos los
18 hombres. Si [es] posible, [i] en cuanto [esté] de
19 vuestra [parte], tened paz con todos los hombres. No
os venguéis, amados [mios] ; sino dad lugar á la ira
[de Dios] ; ° porque está escrito : “ ‘ A mí [toca] la ven-
20 “ ‘ ganza.f yo he de retribuir,’ dice el Señor.” Si pues
tiene hambre tu enemigo, dale de comer ; 6Í tiene sed,
dale de beber ; porque, haciendo esto, amontonaras
21 carbones encendidos sobre su cabeza. No te dejes
vencer por el mal ; sino vence el mal por medio del
bien.
XIII. 1 Sométase toda persona á las autoridades su-
periores ; porque no hai autoridad que no [venga; de
Dios ; i las que hai, han sido señaladas por Dios.
2 Así que el que resiste á la autoridad, resiste á la or-
denación de Dios ; i los que [la] resisten, recibirán
3 en sí mismos la condenación. Porque los príncipes
no son terribles para las buenas obras, sino para las
malas. ¿ Quieres [tú] pues no temer á la autoridad ?
4 haz el bien, i recibirás alabanza de ella ; porque es
servidor de Dios para tu bien : mas si hicieres el mal,
teme ; porque no en vano lleva la espada. Porque
es servidor de Dios, vengador para [ejecutar su] ira
6 contra aquel que obra mal. Por tanto es necesario
someterse [4 él], no solamente por causa de la ira,
6 sino también por la conciencia. Pues por esto habéis
de pagar también tributo ; porque son ministros de
Dios, que se aplican á esto mismo.
7 Por tanto pagad á todos lo que se [les] debe : al que
[se debe] tributo, tributo ; al que impuesto, impuesto ;
8 al que temor, temor ; al que honra, honra. No debáis
nada á nadie, excepto amor unos á otros ; porque el
9 que ama á [su] prójimo ha cumplido la lei. Porque
estos [mandamientos] : “ No adulteraras ; no ma-
“ taras ; no hurtaras ;{ no codiciaras,” i si cualquier
otro mandamiento [hai, todos] están recopilados en
estas palabras, 4 saber : “ Amaras 4 tu prójimo como
* [De Dios], véase xiii. 4, 5.
f La venganza, ó el hacer justicia.
I Algunos MSS. añaden, No levantaras falso testimonio.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XIV. 313
10 “ á tí mismo.” El amor no hace mal al prójimo ;
por tanto, el amor [es] el cumplimiento de la lei.
11 I [hagamos] esto, sabiendo el tiempo, que ya [es]
hora de estar despiertos del sueño ; porque ahora
[está] mas cerca nuestra salvación que cuando tuvimos
12 fé. La noche se ha adelantado, i se ha acercado el
dia ; desechemos pues las obras de las tinieblas, i
13 revistámonos de las armas de la luz. Procedamos
decorosamente, como en el dia ; no en comilonas ni
en embriagueces ; no en lujuria, ni en deshonesti-
14 dades ; no en contienda ni en envidia ; sino revestios
del Señor Jesús Cristo, i no os prevengáis 4 [satis-
facer] los [malos] deseos de la carne.
XIV. 1 I al que es débil en [su] fé, recibid[lo] cordial-
mente, no para juzgar los pensamientos [unos de otros].
2 Uno tiene fé [en que es lícito] comer de todo ;
3 otro, que es débil, [solo] come legumbres. El que
come, no desprecie al que no come ; i el que no
come, no juzgue al que come ; porque Dios lo ha
4 recibido cordialmente. ¿ Quién eres tú que juzgas al
siervo de otro ? Ha de estar firme, [cuando se juzgue],
6 ha do caer, [según sirva] á su propio amo ; pero
se mantendrá firme, porque Dios es poderoso de
mantener[lo].
6 Uno juzga que [ha de obsérvame] un dia mas que
otro ; otro juzga que [han de observarse] todos los
dias.° Cada uno esté persuadido con plenitud en su
6 propia mente. El que piensa que [ha de observarse]
el dia, [lo] piensa [para agradar] al Señor ; i el que
no piensa que [ha de observarse] el dia, no [lo]
piensa, [para agradar] al Señor. El que come, come
[para agradar] al Señor ; porque dá gracias á Dios ; i
el que no come, no come, [para agradar] al Señor, i
7 dá gracias á Dios. Porque ninguno de nosotros vive
8 para sí, i ninguno muere para sí. Porque si vivi-
mos, para el Señor vivimos ; i también si morimos,
para el Señor morimos ; si pues vivimos, i también si
9 morimos, somos del Señor. Porque á este fin murió
Cristo, i también [re]vivió,t para que se enseñorease
tanto sobre muertos como sobre vivos.
* Los dias probablemente de las fiestas de los Judíos. Véase Colo.
ii. 16; Gala. iv. 10. ... .,
t [ Be]vivi6. Algunos MSS. tienen resucito, > retamo.
814 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XV.
10 Tú pues ¡ por qué juzgas á tu hermano ? O tú,
igualmente, ¿ por qué desprecias á tu hermano ? Por-
que todos hemos de presentarnos ante el tribunal de
11 Cristo. Porque está escrito: ‘“Vivo yo,’ dice el
“ Señor, ‘ que á mí ha de doblarse toda rodilla, i
12 “ 1 toda lengua ha de confesar á Dios.’ ” ° Así pues
cada uno de nosotros ha de dar cuenta de sí mismo
á Dios.
13 No nos juzguemos pues mas unos á otros; pero
j uzo-ad mas bien esto : en no poner ocasión de tropiezo
14 ni de escándalo á [vuestro] hermano. Sé, i estoi
persuadido, en [virtud del] Señor Jesús, que ninguna
[comida] es impura por sí misma : sino que al que
reconoce alguna [comida] por impura, para él [es]
16 impura. Pero si, por causa de [tu] comida, tu her-
mano se entristece, ya no procedes según el amor ;
no destruyas por tu comida á tu hermano, por quien
Cristo murió.
16 17 No se infame pues vuestro bien. Porque el
reino de Dios no consiste en comer ni en beber ; sino
en la justicia, i en la paz, i en el gozo [que está] en
18 el Espíritu Santo. Porque el que en estas cosas
sirve á Cristo, [es] agradable á Dios, i [está] probado
[fiel] á [los ojos de] los hombres.
19 Así pues sigamos las cosas que [promueven] la paz,
i aquellas [por las cuales podemos] edificarnos unos
20 á otros. No por causa de la comida, derribes la obra
de Dios. Toda [comida], ciertamente, es limpia,
pero hace mal el hombre que, en comer, dá ocasión
21 de tropiezo [al otro]. [Es] bueno no comer carne, ni
beber vino, ni [tomar otra cosa] por la cual tu
hermano tropiece, ó se escandalice, ó se debilite.
22 ; Tienes tú fé ? tenia para contigo en presencia de
~~ Dios ; feliz el que no ha de juzgar á sí mismo en
23 [cuanto á] lo que aprueba. Pero el que duda, se
condena, si come ; porque no [obra] por la fé ; i todo
lo que no [se hace] por la fé, es pecado.
XV. 1 I nosotros los fuertes debemos sobrellevar las
flaquezas de los débiles, i no complacernos á nosotros
2 mismos. Por tanto cada uno de nosotros agrade á
[su] prójimo, á fin de [promover] lo [que es] bueuo
3 para [su] edificación. Porque también Cristo no se
* Y'éase Isa. xlv. 23.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XV. 315
complació á sí mismo, ántes bien, [fué] como está
escrito : .
“ Los improperios de los que te improperaban a ti,
“ cayeron sobre mí.” °
4 (Porque todas las cosas que fueron escritas ántes,
para nuestra enseñanza lo fueron, á fin de que por
medio de la paciente perseverancia, i del consuelo de
las Escrituras, tengamos esperanza.)
5 1 [quiera] el Dios de la paciente perseverancia i
del consuelo, concederos que seáis [como] uno mismo
en vuestros pensamientos irnos hácia otros, según [la
6 voluntad de] Jesús Cristo, á fin de que unánime-
mente glorifiquéis, con una [misma] boca al Dios i
Padre de nuestro Señor Jesús Cristo.
7 Por lo cual, recibios cordialmente unos á otros,
según que también Cristo os] ha recibido cordial-
mente, para gloria de Dios.
8 I [porque] digo que Jesús Cristo llegó á ser ministro
de [los de] la circuncisión, en pro de la verdad de
Dios, á fin de confirmar las promesas [hechas á]{ los
9 padres [de ellos] ; i [á fin de que] los Gentiles
glorificasen á Dios por [su] misericordia ; según está
escrito :
“ Por esto te confesaré entre los Gentiles,
“ I cantaré al [arpa] á tu nombre.” §
10 I también [se] dice :
“ Regocijaos, Gentiles, en compañía de su pueblo. ||
11 I también :
“ Alabad al Señor, todos los Gentiles,
“ X ensalzadlo, todos los pueblos.”
12 I también Isaías dice:
“ V endrá [el que es] la raíz de J essé,
» X el que ha de levantarse para gobernar á los
“ Gentiles ;
“ En él los Gentiles esperaran.” ° °
13 I el Dios de la esperanza os llene de todo gozo i
paz en tener fé, á fin de que abundéis en esperanza,
en [virtud del] poder del Espíritu Santo.
14 I aun yo mismo estoi persuadido, hermanos mios,
* Véase Salm. lxix. 9.
t Algunos MSS. tienen nos.
! [Hechas dj en griego de.
§ Salm. xtüí. 49.
|| Bent. xxxii. 43.
ÍT Salm. cxyíí. 3.
* * Véase Isa. xi. 10.
316 A LOS SANTOS DE BOMA, CAP. XV.
15 ^revimientof ifermanos^en* parte^como despertando
16 rfa^TdTTara P que C ^ ^ají [wKiSigde
Jesús Cristo! á los Gentiles, administrando [como]
sacerdote la buena nueva de Dios, para que los Gen-
Ules que ofrezco en Oblación, sean aceptables [á él],
5 «JSfíüS* d.W'
á decir nada de las cosas que no ha obrado brisco po
^ffissaiasasasg:
20 perore tal manera, que be tenido á honra ¿
la buena nueva, no donde se había nombrado & pristo,
(para que no edificase [yo] sobre el cimiento de otro j
21 sFno [donde no se le había nombrado] ; según está
““‘[Aquellos], á quienes élf no se habia anunciado,
.. I aquellos “uF no habían oido, entenderán.'’]
22 Por lo cual también se me ha impedido tantas
23 r veces] ir á [ver]os. Pero ahora, no teniendo ya mas
lugar [para mi obra] en estas regiones, i habmndo
deseado ardientemente muchos anos hace ir á ver[os],
24 cuando fuere á España, iré á vosotros ; P° r ^e§ espero
IlT^ueTde^Tber^tiTcho, en parte [mi deseo
25 del vuestra [ compañía]. Pero ahora voi á Jerusalem
| para suministra/ [socorro] á los santos Porque la
Macedonia i la Acaya se han complacido en hacer
una contribución para los pobres de entre los f antos
27 que [están] en Jerusalem ; se han complac de p«
cierto i les son deudores ; porque si los Gentiles han
participado en las cosas espirituales de aquellos, de-
» Espíritu de Dios. Algunos HSS. tienen
f El, esto es, el Ungido . ¿
§ Algunos MSS. no tienen iré d vosotros, poique.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XVL 317
ben también [ellos] suministrarles en las cosas tem-
28 porales. 0 Habiendo pues cumplido esto, i habiéndo-
les asegurado! este fruto [de la fé de aquellos], iré, por
29 ahí, á España. Porque sé, que cuando vaya á vosotros,
iré en la plenitud de la bendición [ de Cristo.
30 1 os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesús
Cristo, i por el amor § del Espíritu, que os esforcéis
juntamente conmigo en [Vuestras] oraciones a Dios
31 en mi favor ; para que sea librado de los de Judea
que no tienen fé, i que mi ministerio [de socorro],
32 para Jerusalem, sea aceptable á los santos ; á fin
de que [pueda] ir con gozo á vosotros, mediante la
voluntad de Dios, i descanse con vosotros.
33 I el Dios de la paz [sea] con todos vosotros. Asi
sea. ,
XVI. 1 Ademas os recomiendo nuestra hermana Phebé,
que es servidora de la asamblea que [está] en Cen-
2 chrea ; para que la recibáis cordialmente en el Señor,
[i de una manera] digna de los santos, i la asistáis
en cualquiera cosa en que necesitare de vosotros ; i
poroue ella ha sido favorecedora de muchos, i de mí
mismo.
3 Saludad á Priscila i á Aquila, mis cooperadores en
4 Cristo Jesús ; los cuales, por [salvar] mi vida, han
expuesto su cabeza ;|| [i] á quienes no solo yo doi
gracias, sino también todas las asambleas de los Gen-
6 tiles. [Saludad] también á [los miembros de] la
asamblea [que están] en su casa. . .
Saludad á mi amado Epéneto, que es la primicia
de Asia Ü para Cristo.
6 Saludad á María, que trabajó mucho por noso-
tros. _ „ . . .
7 Saludad á Andrénico, i Jumas, 0 ° mis parientes, i
compañeros en mi cautiverio ; los cuales son famosos
entre los enviados, i que se [incorporaron] en Cristo
ántes que yo.
8 Saludad á Ampliato mi amado en el Señor.
* En griego, de lo carne.
t Asegurado, en griego sellado.
♦ Algunos MSS. añaden, de la buena nueva.
§ El amor, ó el amor [que viene'].
fl En griego cuello.
^ Asia. Algunos MSS. tienen Acaya. * * O Juma.
T
318 A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XVI.
9 Saludad á Urbano nuestro cooperador en Cristo ; i
á mi amado Estáchis.
10 Saludad á Apeles, el probado [fiel] en Cristo.
Saludad á los de la [familia] de Anstobulo.
11 Saludad á Herodíon, mi pariente. _
Saludad á los de la [familia] de Narciso que están
[incorporados] en el Señor.
12 Saludad á Triphena i 4 Tripbosa, que ban tra-
bajado en [la obra] del Señor. . . .
Saludad á la amada Pérsida, que ha trabajado
mucho en [la obra] del Señor.
13 Saludad 4 Rufo, el escogido en el Señor, i 4 su
madre, [que lo es] también mia.
14 Saludad á Asíncrito, 4 Flégon, 4 Hermas, 4 Patrá-
bas, 4 Hérmes, i 4 los hermanos que [están] con
15 61 Saludad 4 Filólogo, i 4 Julia;» 4 Neréo i 4 su
hermana ; 4 Olimpias, i 4 todos los santos que [están]
con ellos.
16 Saludáos unos 4 otros con ósculo santo.
Os saludan todas] las asambleas de Cristo.
17 I os ruego, hermanos, que fijéis los ojos en los que
causan disensiones i ocasiones de tropiezo, contra la
doctrina que vosotros habéis aprendido, i que os
18 apartéis de ellos. Porque los tales no sirven á nues-
tro Señor Jesús Cristo, sino 4 su vientre ; i, por
medio de [sus] benignas palabras, i de bendiciones,
19 engañan los corazones de los inocentes. Porque [la
fama de] vuestra obediencia ha llegado 4 todos. Me
gozo, pues, en lo que [toca] 4 vosotros ; i deseo que
seáis sabios, por cierto, en cuanto al bien, pero sen-
cillos en cuanto al mah „„
20 I el Dios de la paz quebrantará pronto á batanas
debajo de vuestros pies.
La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [seaj con
vosotros.
21 Os saludan Timoteo mi cooperador, i Lucio, i Jason,
i Sosipatro, mis parientes. ,
22 Yo Tercio, que he escrito la carta, os saludo en el
Señor.
* O Julias.
f Algunos MSS. no tienen tedas.
A LOS SANTOS DE ROMA, CAP. XVI. 319
23 Os saluda Gayo,® mi huésped, i de toda la asam-
blea.
Os saludan Erasto, administrador de la ciudad,] i
el hermano Cuarto.
24 La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [sea] con
todos vosotros. Asi sea.
25 I al que puede corroboraros según la buena nueva
que yo [anuncio], i lo que proclamo de Jesús Cristo, [i]
según la manifestación del misterio] que se guardó
26 en silencio durante los tiempos antiguos, pero
que ahora ha sido manifestado, i dado á conocer á
todos los Gentiles, por medio de las Escrituras de los
profetas, según el mandamiento del Dios eterno, para
27 [promover] la obediencia [que es la] de § la fé : á
él, Dios solo sabio, [sea dada] por medio de Jesús
Cristo, gloria por los siglos. Así sea.
* Gayo, ó Cayo.
f A saber, de Corinto. Véase Gayo, Yer. 23 ; 1 Cor. L 14.
t Misterio 6 secreto.
§ [Que es la] de, 6 [que nace] de: i 5 ; vi. 17.
CARTA PRIMERA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á LA ASAMBLEA QTJE ESTABA EN COEINTO.
I. 1 Pablo, llamado, [i] enviado 0 de Jesns Cristo, por la
voluntad de Dios, i el hermano Sostenes :
2 A LA ASAMBLEA DE DlOS QUE ESTÁ EN CoRINTO, á loS
santificados en Cristo Jesús, á los llamados, á los santos,
con todos los que en todo lugar invocan el nombre
de nuestro Señor Jesús Cristo, [Señor] tanto de ellos
como de nosotros :
8 [Sean] con vosotros la gracia i la paz [que vienen]
de Dios, nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
4 Doi siempre gracias á mi Dios tocante á vosotros,
por causa de la gracia de Dios que se os ha dado en
5 Cristo Jesús : porque en él habéis sido enriquecidos
en todo; [á saber] en todo [don de] palabra i en
6 todo [don de] ciencia ; según [la medida] en que
el testimonio de Cristo fué confirmado entre vosotros ;
7 de modo que nada os falta de los dones de gracia á
vosotros, que estáis aguardando la manifestación de
nuestro Señor Jesús Cristo.
8 I [Dios]f os comfirmará hasta el fin, [para que
seáis] irreprensibles en el dia de nuestro Señor Jesús
9 Cristo. Fiel [es] Dios, por quien fuisteis llamados á
la participación de su Hijo, Jesús Cristo nuestro
Señor.
10 I os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesús Cristo, que todos tengáis un mismo len-
guage, i que no baya entre vosotros divisiones, sino
que esteis perfectamente [unidos] en la misma mente,
11 i en la misma opinión. Porque se me ha dado á en-
tender con respecto á vosotros, hermanos mios, por
los de [la familia de] Cloé, que hai contiendas entre
12 vosotros ; i [lo que quiero] decir [es] esto, que cada
uno de vosotros dice : “ Yo, por cierto, soi de Pablo : ’
* O llamado [jara jrer] enviado de Jesús Cristo. Mas víase ver. 2, 24.
t I [Dior], 6 El cual Cambial. Mas víase ver. 4.
323
822 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
« Pero yo de Apolo “ I yo de Céfas “ I yo de
13 Cristo." ¿ Está dividido Cristo ?f ¿ Fué Pablo cruci-
ficado por vosotros ? 6 ¿ recibisteis la inmersión en
14 el nombre de Pablo 1 Doi gracias á Dios de que
á ninguno de vosotros administré la inmersión, sino
15 á Crispo i á Gavo.J á fin de que nadie [pueda] decir
10 que [se] la administré en mi nombre ? 1 la adminis-
tré también á la familia de Estáfanos ; por lo demas,
no sé si la administré á otro alguno.
17 Porque no me envió Cristo para administrar la
inmersión, sino [mas bien] para anunciar la buena
nueva : no con palabras 6abias, á fin de que no que-
18 dase vana la cruz de Cristo. Porque la predicación
de la cruz, para los que están pereciendo, es fatuidad ;
pero, al contrario, para nosotros que estamos salvos,
19 es el poder de Dios. Porque está escrito :
“ Destruiré la sabiduría de los sabios,
“ I desecharé el entendimiento de los sensato! ”§
20 i Dónde [está] el sabio f ¡ Dónde, el escriba ? ¿ Dónde,
el disputador de este siglo f ¿ No ha convertido Dios
21 en fatuidad la sabiduría de este mundo f Porque ya
que por la sabiduría de Dios, el mundo, por medio
de [su] sabiduría, no ha conocido á Dios, Dios se ha
complacido en salvar, por medio de “ la fatuidad ”
de lo proclamado [por nosotros], á los que tienen fé ;
22 Puesto que igualmente los Judíos piden portentos, || i
23 los Gentiles^ buscan sabiduría : pero nosotros pro-
clamamos á Cristo crucificado, [el cual es] para los
Judíos ocasión de tropiezo, i para los Gentiles fatui-
24 dad ; mas al contrario, [es] para los mismos que se
llaman, tanto Judíos como Gentiles, Cristo el poder
25 de Dios, i la sabiduría de Dios. Por cuanto [lo que
otros juzgan] la fatuidad de Dios, [es] mas. sabia que
[la sabiduría] de los hombres ; i [lo que juzgan] la
debilidad de Dios, [es] mas fuerte que [la fuerza] do
los hombres.
26 Porque veis, [con respecto á] vuestro llamamiento,
hermanos, que no [hai] muchos [entre vosotros]
sabios según la carne, no muchos poderosos, no
27 muchos nobles ; sino que Dios ha escogido á los que
* (XJas, palabra siro-caldca quo significa lo misino que Pedro en
griego. § Isa. xxix. 14.
t Véase cap. xii. 12. 1 En algunos MSB. pórtenlo.
1 Gayo, ó Cayo. H Gentiles, ó Griegos.
EN CORINTO, CARTA I., CAP. II.
[son] fatuos [á los ojos] del mundo, para avergonzar
á los sabios ; i Dios ha escogido á los que son débiles
[á los ojos] del mundo, para avergonzar á los que
28 [son] fuertes ; i á los que [son] innobles [á los ojos]
del mundo, i á los que [son] despreciados, Dios lia
escogido, i á los que no son [nada], para reducir á
29 nada á los que son [algo] ; á fin de que no se
30 gloriase ninguna carne delante de Dios.” Pero de él
[proviene] el que vosotros esteis en Cristo Jesús, el cual
ha sido hecho para nosotros la sabiduría [que viene]
de Dios, [á saber] la justicia, i también la santifica-
31 cion, i la redención ; á fin de que [sea], según está
escrito : “ El que se gloría, gloríese en el Señor.” f
ÍI. 1 I yo, cuando fui á vosotros, hermanos, no fui con
superioridad de palabras, ni de sabiduría, anuncian-
2 doos el testimonio de Dios. Porque resolví no cono-
cer]: nada [mientras estuviera] entre vosotros, sino á
3 Jesús Cristo, i á este crucificado. I yo estuve con
vosotros con debilidad, i con temor, i con temblor
4 mucho ; i lo que dije, i lo que proclamé, no [se
profirieron] con palabras persuasivas de sabiduría, §
sino con la demostración del Espíritu i de poder [rnila-
6 groso] ; á fin de que vuestra fé no se [fundase] [| en
la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
6 No obstante, hablamos de sabiduría entre los per-
fectos ; pero no de la sabiduría de este siglo, ni de los
príncipes de este siglo, que han de ser reducidos á
7 nada ; sino que hablamos de la sabiduría de Dios
en misterio, la que ha estado escondida, la cual Dios
predeterminó ántes de los siglos, para gloria nuestra :
8 la [sabiduría] que no ha conocido ninguno de los prín-
cipes de este siglo ; porque si [la] hubieran conocido,
9 no habrían crucificado al Señor de la gloria. Pero
según está escrito : “ Cosas que ojo no ha visto, ni
“ oreja ha oido, ni han nacido en el corazón del
“ hombre, [tales son] las que Dios ha preparado para
10 “ aquellos que lo aman.” *¡ Pero á nosotros nos [las]
ha descubierto, por medio de su Espíritu ; porque el
Espíritu examina todas las cosas, aun las profundi-
dades de Dios.
* Algunos MSB. tienen él por Dios. § Algunos MBS. añaden humana.
1 Jer. ix. 23, 24. 1 Se [fundase}, en griego sea.
J Conocer, 6 hacer conocido. II Isa. lxiv 4.
324 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
11 Porque 4 cuál de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que [está] en él ?
Así también nadie conoce las cosas de Dios, sino el
12 Espíritu de Dios. I nosotros hemos recibido, no el
espíritu del mundo, sino el Espíritu que [viene] de
Dios, para que sepamos las cosas que Dios nos ha
13 dado gratuitamente : de las cuales también habla-
mos, no en palabras enseñadas por la sabiduría
humana, sino en las enseñadas por el Espíritu , 0 ex-
plicando cosas espirituales por [palabras] espirituales.
14 Pero el hombre animal f no recibe las cosas que
[son] del Espíritu de Dios, porque son para él, fatui-
dad, ni puedo conocer[las], porque han de ser exn
15 minado espiritualmente. Mas el [hombre] espiritual
[puede] examinar todas [ellas], pero él, al contrario,
16 no [puede] ser examinado]: por nadie. Porque “¿quién
“ ha conocido la mente del Señor, [ó] quién le dará
“ instrucción ?” § Pero nosotros hemos recibido la
mente de Cristo.
III. 1 I yo, hermanos, no pude hablaros á vosotros
como á [hombres] espirituales, sino [solo] como á
[hombres] carnales, como á pequeñuelos en Cristo.
2 Os di de beber leche, i no [os di] comida [sólida] :
porque todavía no habíais sido capaces [de ella],
3 i ni aun ahora lo sois ; porque todavía sois car-
nales. Pues mientras [hai] entre vosotros envidia, i
contienda, i disensiones, 4 no sois carnales ? i 4 [no]
4 procedéis según el hombre 1 Porque cuando uno
dice : “ Yo, por cierto, soi de Pablo i otro : “ Yo,
“ de Apolo : ” 4 no sois carnales f
5 4 Quién es pues Pablo, i quién Apolo, sino ministros
[de Cristo] por medio de los cuales tuvisteis fé ; i
[esto] según [la gracia] que dio el Señor á cada
6 uno 1 Yo planté, Apolo regó ; pero Dios hizo crecer.
7 De modo que ni el que planta es nada, ni el que
riega ; sino Dios, que hace crecer.
8 El que planta i también el que riega, son uno
[mismo] ; pero cada uno recibirá su propia recom-
pensa, según su propio trabajo.
9 Porque [nosotros] somos cooperadores [en el ser-
vicio] de Dios ; sois la labranza de Dios, el edificio de
* Algunos MSS. añaden Santo.
t Hombre animal, uno cuya alma no se enseña por el Espíritu,
t Véase iy. 3. § Isa. xl 13.
EN CORINTO, CARTA I., CAP. IV. 326
10 Dios. [Yo], según la gracia que Dios me ha dado,
eché, como sabio arquitecto, el cimiento, i otro edi-
fica sobre [él] : pero mire cada uno cómo edifica
11 sobre [él]. Porque nadie puede echar otro cimiento,
sino el que está puesto, que es Jesús el Ungido. 0
12 Pero si alguno que edifica, [pone] sobre este cimi-
ento, oro, plata, [ó] piedras preciosas ; [6 si pone]
13 madera, heno, [ó] paja, la obra de cada uno se
hará patente ; porque el diaf Ha] dará á entender ;
pues [la gloria de aquel dia] ha de manifestarse en
fuego ; i el fuego probará cuál es la obra de cada
14 uno. Si la obra que alguno que edifica ha [puesto]
sobre [el cimiento], permaneciere, recibirá recom-
ió pensa ; si la obra de alguno se quemare, sufrirá
pérdida ; pero él mismo será salvo, aunque de tai
manera como [si pasare] por el fuego.
16 4 No sabéis que sois el templo de Dios, i que el
17 Espíritu de Dios habita en vosotros 1 Si alguno
destruyese el templo de Dios, lo destruirá Dios á él ;
porque el templo de Dios es santo, i este [templo]
sois vosotros.
18 Nadie se engañe á sí mismo ; si alguno entre voso-
tros piensa que es sabio según este siglo, hagase
19 fátuo, para llegar á ser sabio. Porque la sabiduría
de este mundo, es fatuidad para con Dios : porque
está escrito : “ El cual sorprende á los sabios en su
20 “ astucia.”] I también: “El Señor conoce que los
“ pensamientos de los sabios son vanos. ”§
21 De modo que no se gloríe nadie en los hombres ;
22 porque todas las cosas son vuestras, sea Pablo, sea
Apolo, sea Céfas, sea el mundo, sea la vida, sea
la muerte, sea lo presente, sea lo futuro ; todo es
23 vuestro ; i vosotros [sois] de Cristo ; i Cristo, de
Dios.
IV. 1 Así reconózcanos el hombre, como ministros de
2 Cristo, i administradores de los misterios de Dios. I
en cuanto á lo demas, [lo que] se requiere en los ad-
3 ministradores [es] que cada uno se halle fiel. Pero
yo tengo por cosa del menor [momento] el ser exa-
minado por vosotros [como jueces], ó por [algún]
* El Ungido, 6 Críelo.
t Probablemente el dia de Cristo ; véase cap. v. 5 ; 2 Tos. i. 8 : ii. 2 ;
2 Ped. i». 10-13.
J Véase Job v. 13. § Véase Salín, xciv. 11.
T 2
326 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
juicio 0 humano ; ni siquiera [puedo yo] examinarme
4 [como juez] á mí mismo. Porque no me [acusa] do
nada la conciencia ; pero no por esto he de ser tenido
por justo ; sino el que ha de examinarme [como
juez],j- es el Señor.
5 Así que no juzguéis nada ántes de tiempo, [esto es]
hasta que venga el Señor, el cual igualmente ilu-
minará lo oculto en las tinieblas, i hará manifiestos
los consejos de los corazones ; i entónces cada uno
recibirá de Dios la alabanza [que merece],
6 I estas cosas, hermanos, he transferido á mí [per-
sona], i á [la de] Apolo, por causa de vosotros ; para
que en nosotros aprendáis á no tener pensamientos
mas elevados que los que han sido descritos, para que
ninguno [de vosotros] se envanezca á favor de uno
contra otro.
i
8
Porque ¿ quién hace diferencia [entre] tí [i otro] 1
i i qué cosa tienes, que no hayas recibido ? I si pues
la] has recibido, ¿ por qué te glorías, como [si] no
'la] hubieses recibido f Ya os habéis satisfecho ; ya
íabeis llegado á ser ricos ; sin nosotros habéis reina-
do : pero deseo, por cierto, que hubierais reinado,
para que nosotros también reinásemos con vosotros.
9 Porque pienso que Dios nos ha exhibido á nosotros,
los enviados, últimos, como [destinados] á la muerte ;
porque hemos sido hechos espectáculo al mundo,
tanto á los mensageros [celestiales], como á los hom-
10 bres. Nosotros [somos reputados como] fátuos, por
causa de Cristo ; pero vosotros, [como] prudentes en
Cristo ; nosotros, [como] débiles, pero vosotros, [como]
fuertes ¡ vosotros, [como] revestidos de gloria, pero
1 1 nosotros, [como] sin honra. Hasta la hora presente,
padecemos tanto el hambre, como la sed, i la des-
nudez, i maltratamientos á puñadas, i no tenemos
12 [morada] fija, i trabajamos con nuestras propias
manos : [á los que] nos denu están, bendecimos ; [á
13 los que] nos persiguen, sufrimos; [á los que] nos
infaman, rogamos : hemos sido hechos como las lim-
piaduras]: del mundo, [i] la basura]; de todas las
cosas, hasta ahora.
* Juicio, en griego dia. + Véase ii. 14, 15.
♦ Limpiaduras i basura representan dos palabras que aplicaban los
Griegos algunas veces á hombres que, después de ser maltratados, se
sacriüéaban para evitar calamidades
EN CORINTO, CARTA L, CAP. V. 327
14 No escribo esto para avergonzaros, pero [os] amo-
ló nesto como á mis hijos amados. Porque, si tuviereis
diez mil ayos en Cristo, sin embargo no [podéis
tener] muchos padres ; porque, en Cristo Jesús, os
he engendrado yo, por medio de la buena nueva.
16 Os ruego pues que seáis mis imitadores.
1 7 Por esto he enviado á vosotros á Timotéo, que es
mi hijo amado i fiel en el Señor, [i] que os recordará
los caminos en Cristo [prescriptos] por mí, según [lo]
que enseño en todas partes [i] en toda asamblea.
18 Pero algunos se han envanecido, como [si] yo no
19 hubiera de ir á vosotros ; mas [yo] iré pronto á voso-
tros, si el Señor quisiere, i sabré, no las palabras de
20 los que se envanecen, sino [su] poder. Porque el
reino de Dios no [ha de saberse] por palabras, sino
21 por poder. 0 ¿ Qué queréis 1 j que vaya á vosotros
ejerciendo la vara, ó el amor, i el espíritu de man-
sedumbre ?
V. 1 Se dice universalmente que [hai] entre vosotros
fornicación, i tal fornicación, cual no la [hai]f ni
aun entre los Gentiles, tanto que alguno posee la
2 muger de [su] padre. I [sin embargo] vosotros os
envanecéis, i no habéis mas bien tenido pesar, á
fin de que el que ha hecho esto, sea quitado de en-
3 medio de vosotros. Porque yo, en verdad, como
ausente [de vosotros] en cueipo, mas presente en
espíritu, he resuelto ya, como presente, [respecto] del
4 que ha hecho esto [i] de tal manera, en el nombre
de nuestro Señor Jesús Cristo, habiéndoos reunido, i
[con vosotros] mi espíritu, con el poder de nuestro
6 Señor Jesús Cristo, entregar á [ese] tal á Satanas
para exterminio de [su] carne ; á fin de que [su]
espíritu se salve en el dia de [nuestro] Señor Jesús.
6 No [es] bueno vuestro motivo de gloriaros. ¿ No
sabéis que un poco de levadura, hace fermentar toda
7 la masa ? Limpia[os] pues [de] la levadura antigua,
para que seáis una nueva masa, según que habéis de
estar sin levadura : porque Cristo, [que es] nuestro
8 [cordero] pascual, ha sido inmolado por nosotros. Así
que, celebremos la fiesta, no con la levadura antigua,
ni con la levadura de maldad i de malicia, sino con
* Poder, 6 poder [ viilaffroso ] .
f [//ai], algunos MSS. tienen está nombrada.
328 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
los [panes] sin levadura de la sencillez, i de la ver-
dad.
9 Os he escrito en [mi] carta, que no os acompañéis
10 con los fornicadores ; pero no [entiendo] que [os se-
paréis] enteramente de los fornicadores de este mundo,
ni de los avaros, 0 ni de los que arrebatan [los bienes],
ni de los idólatras ; puesto que, en tal caso, tendríais
11 que salir del mundo. I luego [lo que] os be escrito
[es] que no os acompañéis con ninguno que se
llame [vuestro] hermano, si es fornicador, ó avaro, f
ó idólatra, ó denostador, ó ébrio, ó arrebatador [de
bienes] : que con tal [hombre] ni aun comáis.
12 Pues ¿ por qué me [corresponde] juzgar también á
los que [están] fuera [de la asamblea ?] ¿ No habéis
13 vosotros de juzgar á los que [están] adentro ? Pero
á los que [están] afuera, Dios ha de juzgarlos]. I
habéis de quitar al mal [hombre] de entre voso-
tros.
VI. 1 ¿Se atreve alguno de vosotros, teniendo algo contra
[su] prójimo, á ponerle pleito ante los injustos,]; i no
2 ante los santos ? ¡No sabéis que los santos juzgaran
el mundo ? i si el mundo ha de ser juzgado por voso-
tros, ¿ sois indignos de [ser jueces en] los mas peque-
3 ños tribunales ? ¿No sabéis que juzgaremos á los
mensageros [de Dios] 1 ¿ Acaso pues no [juzgare-
4 mos] las cosas de [esta] vida ? Si pues constituyereis
tribunales [para juzgar] las cosas de esta vida, tomad
[por jueces] á los que están despreciados en la asam-
6 blea. Digo[lo] para vergüenza vuestra. ¿ Tales
E estais que] no hai entre vosotros ni un [solo] sabio
práctico], que sea capaz de juzgar entre sus her-
6 manos ; sino que el hermano pone pleito á su her-
mano, i esto ante los que no tienen fé ?
7 Ya pues es, por cierto, enteramente un defecto
entre vosotros, que tengáis pleitos unos con otros.
¿ Por qué no padecéis áutcs la injusticia 1 ¿ por qué
no sufrís ántes ser defraudados 1
8 Pero hacéis la injusticia vosotros, i defraudáis, i
9 esto á [vuestros] hermanos. ¿ No sabéis que los in-
justos no heredaran el reino de Dios 1
No os engañéis ; ni los fornicadores, ni los idólatras,
* Avaros, ó insaciables : véase Efe. iv. 19 ; v. 5 ; Col. iii. 5.
t Avaro, ó insaciable. í Véase ver. 6.
EN CORINTO, CARTA L, CAP. VIL 329
ni los adúlteros, ni los sodomitas pasivos, ni activos,
10 ni los hurtadores, ni los avaros,® ni los ébrios, ni los
denostadores, ni los que arrebatan [bienes], herederan
11 el reino de Dios. I tales erais algunos [de vosotros] :
pero os habéis bañado [i] limpiado, pero habéis sido
santificados, pero habéis sido declarados justos, en
[virtud del] nombre del Señor Jesús, i por el Espíritu
de nuestro Dios.
12 Toda [comida] f me es lícita ; pero no toda es
ventajosa ; toda me es lícita, pero ninguna ha de
13 ejercer autoridad sobre mí. La comida [es] para el
vientre, i el vientre, para la comida ; pero Dios des-
truirá tanto aquel como esta.
Pero el cuerpo no [es] para fornicación, sino para
14 el Señor ; i el Señor, para el cuerpo ; i Dios que
resucité al Señor, también nos resucitará á nosotros
15 por su poder. ¿ No sabéis que vuestros cuerpos son
miembros de Cristo ? ¿ Quitaré pues sus miembros
á Cristo, i [los] haré miembros de una ramera ? No
16 se [diga tal]. ¿ No sabéis que el que se junta con
una ramera, es un [mismo] cuerpo [con ella] ? Por-
que [la Escritura] dice : “ Serán los dos una [misma]
17 “ carne.” f Pero el que se junta con el Señor, es un
[mismo] espíritu [con él].
18 Huid la fornicación. Todos los pecados que cometa
el hombre, están fuera del cuerpo ; pero el que for-
nica, peca contra su propio cuerpo.
19 ¿ No sabéis que vuestro cuerpo [es] templo del
Espíritu Santo [que está] en vosotros, [i] que habéis
recibido de Dios ? ¿ i que [vosotros] no sois vuestros ?
20 Porque habéis sido comprados á precio : glorificad
pues á Dios en vuestro cuerpo. §
VII. 1 I con respecto á las cosas sobre que me habéis
escrito : [es] bueno para el hombre no tocar á muger.
2 Mas por causa de las fornicaciones, tenga cada
[hombre] su propia muger ; i tenga cada [muger] su
propio marido.
3 Dé el marido á [su] muger lo que [le es] debido ; ||
* Avaros, ó insaciables. t "V Case vera 13 ; i Rom. xiv. 20.
t Qén. i¡. 24; Mat. xix. 5.
§ Algunos MSS. añaden, i en vuestro espíritu que son de Dios.
¡¡ Lo que [le es] debido : algunos MSS. tienen, la buena voluntad
que [íe] debe.
330 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
i del mismo modo también la muger á [su] marido.
4 La muger no ejerce [sola], autoridad sobre su propio
cuerpo, sino el marido [también con ella] ; i del
mismo modo también el marido no ejerce [solo], au-
toridad sobre su propio cuerpo, sino [también con él]
5 la muger. No os privéis uno á otro de [la cohabita-
ción], á no sea que por convenio, [i] por algún tiempo,
para tener lugar de [practicar] la oración, 0 i para
estar juntos otra vez; á fin de que Satanas no os
tiente por causa de vuestra incontinencia.
6 Pero esto lo digo como [dando] permiso, no man-
7 dato : porque quisiera que todos los hombres estu-
viesen como [estoi] también yo mismo ; mas ha reci-
bido de Dios cada uno su propio don de gracia, uno de
8 una manera, otro de otra. Pero digo á aquellos [du
vosotros] que no [están] casados, i á las viudas, que
será bueno para ellos si [pudieren] permanecer como
0 [estoi] también yo. Pero si no [pueden] dominarse,
cásense ; porque es mejor casarse, que abrasarse.
10 Pero á aquellos [de vosotros que] os habéis casado,
mando, (no yo, sino el Señor,) que la muger no se
11 separe de [su] marido ; (pero aun si se separare, per-
manezca sin casarse, ó reconcilíese con [su] marido:)
i que el marido no despida á [su] muger.
12 Pero á los demas, digo yo, no el Señor : si algún
hermano tiene muger que no tiene fé, i ella consiente
13 en habitar con él, no la despida. I la muger que
tiene un marido que no tiene fé, el cual consiente en
14 habitar con ella, no lo despida. Porque el marido
que no tiene fé es santificado en [cuanto á su] muger ;
i la muger que no tiene fé es santificada en [cuanto
á su] marido; puesto que, de otro modo, vuestros
hijos no serian limpios ;f pero ahora son santos.
1 5 Pero si el que no tiene fé se separa, sepárese : el her-
mano & la hermana no ha de ser hecho siervo por
los tales.]: Pero Dios nos ha llamado [para vivir] en
16 paz. Porque ¿ cómo sabes [tú], muger, si salvaras á
[tu] marido? i ¿ cómo sabes [tú], marido, si salvaras
17 á [tu| muger? Si no [se 6epara el tal], proceda cada
uno [de vosotros] en el mismo [estado] que le ha asig-
* La oración, i para estar : algunos MSS. tienen, el ayuno i la ora-
ción, i para venir. t Véase Os. v. 3 ; vi. 10.
í O en tales [caíos]. Mas véase cap. vi. 2, por; i vii 23, siervos de
los hombres.
EN CORINTO, CARTA I., CAP. VIL 331
nado el Señor, [i] en que lo ha llamado Dios i así lo
18 mando en todas las asambleas. [Si] ha sido llamado
alguno [estando] circunciso, no borre [el signo de cir-
cuncisión] ; [si] ha sido llamado [estando] incircun-
19 ciso, no se circuncide. El ser circuncidado es nada ; i
el no ser circuncidado es nada ; pero [lo que importa
20 es] el guardar los mandamientos de Dios. Perma-
nezca cada uno en el estado en que fué llamado.
21 i Fuiste llamado, [siendo] siervo ? no te dé cuidado ;
pero si aun puedes hacerte libre, usa [tu libertad
22 para ser] mas [6Íervo].f Porque el siervo que ha sido
llamado [para vivir] en el Señor, es liberto del Señor :
i, del mismo modo, el libre que ha sido llamado, es
23 el siervo de Cristo. Habéis sido comprados á precio ;
24 no os hagais siervos de los hombres. Cada uno,
hermanos, permanezca para con Dios] en aquel
[estado] en que fué llamado.
25 I con respecto á [vuestros hijos é hijas que están]
vírgenes, no tengo mandato del Señor ; pero doi mi
opinión como quien ha recibido misericordiosamente
26 del Señor [el favor] de ser fiel. Pienso pues que esto es
bueno por causa de la presente necesidad ; § [á saber]
que es bueno para el hombre [que está virgen] quedar
27 así. i Estas atado á muger ? no procures desatarte.
¿ Estas desatado de muger ? no busques muger.
28 Pero aun si te casares, no has pecado : i si la virgen se
casare, no ha pecado : pero los tales tendrán en la
carne la tribulación ; i yo os estoi perdonándola].
29 Pero esto digo, hermanos : el tiempo se acorta : [en
cuanto á] lo que queda, [lo que importa] es, que los
que tienen muger, esten como [si] no [la] tuviesen ;
30 i los que lloran, como [si] no llorasen ; i los que se
gozan, como [si] no se gozasen ; i los que compran,
81 como [si] no tuviesen firme posesión ; i los que hacen
uso de este mundo, como [si] no lo usasen hasta lo
! 32 sumo ; porque la forma de este mundo está pasando ; i
quiero que esteis sin afan. El que no está casado, se
afana por las cosas del Señor, [procurando] cómo ha
33 de agradar al Señor; pero el que está casado, se
añina por las cosas del mundo ; [procurando] cómo
* Algunos MSS. trasponen el Señor i Dios. t Vers. 23 ; 1 Tim. vi. 2.
í Para con Dios, ó en casa de Dios.
8 Necesidad, 6 angustia
332 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
34 ha de agradar á [su] muger. Hai diferencia entre
[los afanes de] la muger [casada] i [los de] la
virgen : la [muger] no casada, se afana por las cosas
del Señor, [procurando] ser santa tanto en cuerpo
como en espíritu ; pero la casada se afana por las
cosas del mundo, [procurando] cómo ha de agradar
35 á [su] marido. I digo esto para vuestra propia ven-
taja ; no para echaros un lazo, sino para que [sirváis]
al Señor con decoro i asiduidad, sin andar solícitos
respecto de [otras cosas].
36 Pero si alguno piensa que se comportaría inde-
corosamente para con su [hija] virgen, si pasase
[ella] la flor de la edad, i [si ella] debe casarse,
37 haga [él] lo que quiera, [i] no peca ; cásense. Pero
el que está firme en [la resolución de] su cora-
zón, sin tener necesidad [que le obste], i que tiene
facultad con respecto á su propia voluntad, i está
resuelto en su corazón á conservar á su [hija] virgen,
38 hace bien. Así que aun el que da [su hija] en casa-
miento, obra bien ; pero el que no [la] da, obra mejor.
39 La muger [casada] está atada 0 [á su marido] mien-
tras este vive ; pero si su marido muere,] es libre,
[i puede] casarse con quien quiera, [con tal que sea]
40 solo en el Señor. Pero es mas feliz si permanece sin
casarse, { según mi opinión ; i pienso que también
yo, [no menos que otros], tengo el Espíritu de Dios.
VIII. 1 I con respecto á [los animales] sacrificados á
los ídolos : sabemos, (porque todos tenemos conoci-
miento ; el conocimiento envanece, pero el amor
2 edifica ; i si alguno piensa que sabe algo, no sabe
3 nada todavía, como debe saber ; pero si alguno ama
4 á Dios, este es reconocido § por él :) con respecto
pues al comer de [los animales] sacrificados á los
ídolos : sabemos que un ídolo no [es] nada en el mun-
5 do, i que no [hai] otro Dios sino uno [solo]. Porque, si
[es] que hai los que se llaman dioses, sea en el cielo,
sea en la tierra, (como hai muchos dioses i muchos
6 señores), no obstante, paTa nosotros, hai un [solo]
Dios, el Padre, de quien [vienen] todas las cosas, i
* Algunos MSS. añaden por la Ici.
t Muere, en griego duerme.
í Sin casarse, en griego así.
§ Reconocido, 6 aprobado. Véase Rom. vii. 15; Nab. i. * * * § ].
EN COKINTO, CARTA L, CAP. IX. 333
para quien [somos] nosotros; i un [solo] Señor, Jesús
Cristo, por medio de quien [son] todas las cosas, i por
ciuien [somos] nosotros. . . .
7 Pero no todos tienen el conocimiento [de esto] :
sino que [hai] algunos que hasta ahora comen [esta
carne], como sacrificada al ídolo, [reverenciándolo
en su conciencia ; i su conciencia, siendo débil, está
8 contaminada. I [aunque] la comida no nos recomien-
da á Dios ; (porque ni, si comemos, abundamos [en
9 obediencia], ni, si no comemos, faltamos ;) no ob-
stante, guardaos, no sea que esta facultad de vosotros,
10 llegue á ser ocasión de tropiezo á los débiles. I orque
si alguno te vé á tí, que tienes conocim.ento rech-
nandote [á la mesa] en el templo del ídolo, [si] es
débil, no se confirmará su conciencia en comer [con
reverencia, los animales] sacrificados á los ídolos ?
lili perecerá, en consecuencia de tu conocimiento, [tuj
hermano débil, por causa de quien muñó Cristo
12 Pero, pecando de este modo contra [vuestros] her-
manos, é hiriendo su conciencia débil, pecáis contra
13 Cristo. Por tanto, si la comida hace tropezar á mi
hermano, no comeré nunca carne, para no hacer
tropezar á mi hermano. . . , » llo
IX. 1 No soi [yo] libre ?° i No soi enviado? 0 ¿ No he
visto á Jesús Cristo nuestro Señor? } No sois voso-
2 tros obra mía en el Señor ? Si para los otros no soi
enviado, sin embargo para vosotros ciertamente [lo]
soi ; porque vosotros sois, en el Señor, el sello de mi
oficio de enviado. .
3 Esta es mi defensa á los que me examinan [como
4 jueces], i No tenemos la facultad de comer i de
5 beber fá vuestra costa] ? ¿No tenemos la facultad
de llevar [con nosotros] por todas partes, una her-
mana, muger [nuestra], como también los demas
6 enviados, i los hermanos del Señor, i Celas ? O ¿ [so-
mos] yo i Bernabé los solos que no tienen la facultad
7 de abstenerse de trabajar [para vivir] ? ¿ Quién milita
á [sus] propias expensas ? ¿ Quién planta una vina, i
no come de su fruto ? O j quién apacienta un rebano,
8 i no se alimenta de su leche ? ¡ Digo, estas cosas
[solamente] como hombre ? ó ¿ no las dice también
9 la lei ? Porque en la lei de Moisés está escrito : “No
“ pondrás bozal al buei que trilla.” ¿ Le daba
* Algunos MSS. trasponen Ubre, i enviado.
334 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
10 cuidado á Dios de los bueyes ? O ¿ dijo [esto] en-
teramente por causa de nosotros ? Ciertamente por
causa de nosotros fué escrito ; [para enseñar] que el
que ara debe arar con esperanza, i el que trilla [debe
11 trillar] con esperanza de participar [del fruto]. 0 Si
nosotros hemos sembrado para vosotros las cosas
espirituales, ¿ [será] gran cosa si recojieremos, como
12 segadores,! vuestras cosas temporales?! Si otros
participan de esta autoridad [sobre] vosotros, ¿ no
[nos toca] á nosotros mas [plenamente] ? Pero no
hemos usado de esta autoridad, sino sobrellevamos
todo, para no poner ningún estorbo á la buena nueva
de Cristo.
13 ¿No sabéis que los que trabajan [en] las cosas
santas, comen del lugar santo ? ¿ [i que] los quo
sirven al altar, participan [de las víctimas] con el
14 altar ? Del mismo modo dio mandato también
el Señor á los que anuncian la buena nueva, que
15 viviesen de la buena nueva. Pero yo no he usado de
ninguna de estas cosas ; ni he escrito esto para que
se haga así conmigo. Porque es mejor para mí morir,
que el que alguno [me] prive de aquello en que me
16 glorío. Porque si [solo] anuncio la buena nueva, no
tengo en qué gloriarme ; pues se me ha impuesto la
necesidad [de hacerlo] ; i ¡ ai de mí si no anuncio la
17 huena nueva 1 Porque si lo hago [solo] de mi grado,
he de recibir recompensa ; mas si no de mi grado,
[lo hago porque] á mí, [como siervo], se me ha con-
18 hado el oficio de administrador^ ¿Cuál pues ha
de ser mi recompensa ? [La de] que, anunciando la
buena nueva de Cristo, lo haga sin ocasionar gasto
[á otros], á fin de no usar hasta lo sumo, la autoridad
que tengo en [cuanto á] la buena nueva.
19 Porque estando libre de todos, me he hecho siervo
20 de todos, para ganar mas [de ellos]. I he sido, [con
respecto] á los J udíos, como Judío, para ganar á los
Judíos ; [con respecto] á los que [están] sujetos á la
lei, como [si yo estuviese] sujeto á la lei, (no están-
dolo vo mismo), || para ganar á los que [están] sujetos
21 á la lei ; [con respecto] á los que no [están] sujetos
* Che? fruto ] .- algunos MSS. tienen do su esperaran.
t Recojieremos, como segadores, en griego segúranos.
t Temporales, en griego carnales. § Véase Luc. xvi. 1 ; Jtvii. 10.
II Las palabras, i no estándolo yo mismo\ no están en todos los MSS.
EN CORINTO, CAUTA X., CAP. X. 335
á la lei, como no sujeto á la lei, (no estando sin su-
jeción á lei para con Dios, pero [estando] sujeto á ella
para con Cristo), para ganar á los que no [están]
22 sujetos á la lei ; he sido, [con respecto] á los débiles,
como débil, para ganar á los débiles ; he sido todo
[con respecto] á todos, para salvar, sm duda, a algunos.
23 I esto lo hago por causa de la buena nueva, para ser
partícipe de él. .
24 i No sabéis [con respecto á] los que corren en el
estadio, que todos por cierto corren, pero uno [solo]
recibe el premio 1 corred del mismo modo, para que
25 os apoderéis [de él]. I todo el que ha de luchar se
modera en todo. [Lo hacen] ellos por cierto, para
recibir una corona corruptible ; _ mas nosotros [lo
26 hacemos para recibir una corona] incorruptible. Leí
mismo modo pues corro yo, no como con mcerti-
dumbre • del mismo modo peleo á puñadas, no como
27 si diese golpes al aire : mas doi golpes en mi cuerpo
de frente, 0 i [lo] pongo en servidumbre, no sea que,
habiendo hecho proclamación,! [como heraldo], a
otros, sea yo mismo reprobado.!
X. 1 I no quiero que ignoréis, hermanos, . que todos
nuestros padres estuvieron hajo la nube, i que todos
2 pasaron por medio del mar ; i que todos recibieron
por si mismos la inmersión, en [nombre de] Moisés,
3 en la nube i en el mar ; i que todos comieron del
4 mismo manjar espiritual ; i que todos bebieron la
misma bebida espiritual ; (porque bebían [de la que
manaba] de la piedra espiritual que [los] iba sigiuen-
5 do; i la piedra era Cristo.) Pero Dios no estuvo
complacido con los mas de ellos ; pues fueron des-
truidos en el despoblado. , . ,
6 I estas cosas fueron ejemplos para nosotros ; á hn de
que no deseásemos nosotros los malos [deleites], como
7 también ellos los desearon. Ni seáis idólatras, como
algunos de ellos; según está escrito: “El pueblo se
“ sentó á comer i á beber, i se levantó para retozar. §
8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron,
9 i cayeron en un [solo] día veinte i tres mil. M
pongamos á prueba á Cristo, como también algunos
de ellos [lo] pusieron á prueba, i perecieron por
* Be frente, en griego, bajo los ojos.
f Refiere probablemente á los heraldos de las luchas gnegM.
i Reprobado, véase 2 Tim. ii. 5. § Exod. xxxu. 6.
336 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
10 [mordeduras de] las serpientes. Ni murmuréis, como
también algunos de ellos murmuraron, i perecieron
11 por el exterminador. I todas estas cosas les suce-
dieron [como] ejemplos [para nosotros] ; i se han
escrito para amonestarnos á nosotros, á quienes ha
llegado el fin de los siglos.
12 Asi que, el que piensa estar firme, guárdese de caer.
13 No habéis tenido tentación, que no sea humana ;
i Dios es fiel, el cual no os permitirá ser tentados
mas allá de lo que sois capaces [de sobrellevar] ; pero
[os] dará, con la tentación, también, la salida, para
que seáis capaces de sobrellevarla].
14 Por tanto, amados luios, huid de la idolatría.
15 [Os] hablo como á [hombres] prudentes; juzgad vo-
16 sotros [de] lo que digo. El cáliz de bendición que
bendecimos, ¿ no es la participación de la sangre de
Cristo 1 El pan que partimos, ¿ no es la participación
17 del cuerpo de Cristo ? Porque [nosotros], que [somos]
muchos, somos un [solo] pan, un [solo] cuerpo ; pues
[nosotros] todos participamos de aquel mismo pan.
18 Considerad á Israel según la carne : los que comen
de las víctimas sacrificadas, ¿ no son partícipes [de
ellas] con el altar 1
19 i Qué digo pues ? ¿ que el ídolo es algo ? ¡ &, que es
20 algo lo que se le sacrifica 1 [No] ; sino que las [vícti-
mas] que sacrifican los Gentiles, [las] sacrifican á los
demonios, i no á Dios ; i no quiero que vosotros seáis
21 partícipes con los demonios. No podéis beber el
cáliz del Señor i el cáliz de los demonios ; no podéis
participar de la mesa del Señor, i de la mesa de los
22 demonios. ¿ Provocamos al Señor á [tener] celos ?
¿ Somos mas fuertes que <51 ?
23 Toda [comida] ° es lícita, pero no toda es venta-
josa ; toda 0 es lícita, pero no toda edifica [á otros].
24 Nadie busque su propio [provecho solamente], sino
25 [cada uno]f el de [su] prójimo. Comed de todo lo
que se vende en el mercado, sin hacer ningún
exámen [respecto de ello] por causa de la concien-
26 cia ; porque del Señor [son] la tierra i la plenitud
27 de ella. I si alguno de los que no tienen fé os con-
vida, i queréis ir, comed de todo lo que se os pone
delante, sin hacer ningún exámen por causa de la
28 conciencia. Pero si alguno os dijere : “ Esto ha sido
* Algunos MSS. añaden me. t Algunos MSS. tienen cada uno.
EN CORINTO, CARTA L, CAP. XL 337
1 1 sacrificado á los ídolos,” no comáis [de ello] ; por
causa de aquel que [lo] ha indicado, i [por causa]
29 de la conciencia: 0 pero de la conciencia digo, no
tuya, sino la de [tu] prójimo ; porque, [en otro caso],
i por qué ha de ser condenada mi libertad por la
30 conciencia de otro 1 I si yo, por gracia, [tengo
libertad de] participar [de la comida], ¿ por que he
de ser infamado [con respecto á aquella] de que yo
doi gracias ? . . . . ,
31 Por tanto, sea que comáis, ó que bebáis, o cual-
quiera cosa que liagais, haced todo para gloria de
32 Dios. Evitad el dar ocasiones de tropiezo á los
Judíos, i también á los Gentiles, i á la asamblea
33 de Dios ; como yo también agrado á todos en todo,
no buscando lo que es ventajoso para mí [sola-
mente], sino lo [que es ventajoso] para los muchos,
para que sean salvos.
XI. 1 Sed imitadores de mí, como yo también [lo soij
de Cristo.
2 I os alabo, hermanos, porque [en] todo os acordáis
de mí, i guardáis [mis] preceptos como os [los] di.
3 Mas quiero que sepáis, que la cabeza de todo hom-
bre es Cristo ; i [que] la cabeza de la muger, [es]
el hombre ; i [que] la cabeza de Cristo, [es] Dios.
4 Todo hombre que ora, ó que profetiza, con la cabeza
6 cubierta, avergüenza [al que es] su cabeza. Mas
toda muger que ora, 6 que profetiza, con la cabeza
descubierta, avergüenza [al que es] su cabeza ; por-
que es lo mismo que si tuviera [la cabeza] rasurada.
6 Porque si la muger no ha de cubrirse [la cabeza],
también córtese [el pelo] ; pero si es deshonroso
para una muger cortarse [el pelo], ó tener [la cabeza]
7 rasurada, cubrase[la]. Porque el hombre, cierta-
mente, no debe cubrirse la cabeza, siendo la imágen
i la gloria de Dios; pero la muger es la gloria del
8 hombre. Porque el hombre no provino f de la
9 muger, sino la muger del hombre. I porque el hom-
bre no fué creado por causa de la muger, sino la
10 muger por causa del hombre. Por esto debe la muger
tener sobre la cabeza [la devisa de] la autoridad
« Algunos MSS. de menor autoridad tienen aquí : Porque del Señor
[ton] la tierra, i la plenitud de ella.
t Provino, en griego es.
338 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
[del hombre] : por causa de [haber sido engañada
11 por] los mensageros [caídos]. 0 No obstante, ni [ha
de estar] el hombre sin la muger, ni la muger sin
12 el hombre, en el [reino del] Señor. Porque como
la muger [provino] del hombre, así también el hom-
bre [existe] por medio de la muger, i todas las cosas
[provienen] de Dios.
13 Juzgad por vosotros mismos : ¿ conviene á la muger
14 orar á Dios descubierta ? La naturaleza misma ¿ no
os enseña que si el hombre, por cierto, tiene el cabello
1 5 largo, es una deshonra para él ? ¿ pero que si la
muger tiene el cabello largo, es una gloria para ella ?
porque el cabello lo ha sido dado como vestidura.
16 Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no
tenemos tal costumbre, ni [la tienen] las asambleas
de Dios.
17 Pero, dando este mandato [que sigue], no he de
alabar[os] ; porque venis juntos, no para lo mejor,
18 sino para lo peor. Porque, primeramente, oigo,
que cuando venis juntos en la asamblea, hai divi-
siones entre vosotros ; i [con respecto á] alguna parte
19 [de vosotros, f lo] creo. Porque es necesario también
que haya [divisiones] sectarias entre vosotros, para
que los [que sean] probados [fieles], se hagan mani-
fiestos entre vosotros.
20 Cuando pues venis juntos en el mismo [lugar], no
21 es para comer la cena del Señor. Porque en comer,
cada uno toma [lo que ha llevado para] su propia
cena, ántes que [tomen algo otros] ; i uno tiene ham-
22 bre, i otro, al contrario, bebe hasta hartarse. ¿ No
tenéis, pues, casas para comer i beber ? ó ¿ despreciáis
la asamblea de Dios, i avergonzáis á los que no tienen
[cena que comer]?} ¿Qué os he de decir? Os
23 alabaré en esto ? No [os] alabo. Porque yo recibí
del Señor lo que también os entregé : que el Señor
Jesús, la noche en que habia de ser entregado, tomó
* Véase 1 Tim. ii. 11-14. O, quizas, por causa de [la leí dada por
medio de] los mensageros [de Dios], que dice también que la muger ha
de someterse al hombre; véase xiv. 34; Gen. iii. 1G; Hechos vii. 53;
Gal. iii. 19 ; Heb. ii. 2. O, por causa [del ministerio ], (Mat. xviii. lo ;
Heb. i. 14), 6 [de la presencia], 6 [del ejemplo] de los mensageros [de Dios];
pero no parecen referirse estas causas mas á la muger, que al hombre.
t [Con respecto d] alguna parte [de vosotros], 6 en parte.
? [Cena que comer], ó [caras].
t
i;
EN CORINTO, CARTA I., CAP. XII. 339
24 un pan,° i habiendo dado gracias, [lo] partió, i dijo :f
“ Esto es} mi cuerpo que ha de ser partido por voso-
25 “ tros : haced esto en memoria mia.” Del mismo
modo [tomó] el cáliz también, después de haber
cenado, diciendo : “ Este cáliz es } el nuevo pacto
“ [ratificado] en mi sangre ; haced esto, siempre que
26 “ bebáis, en memoria mia.” Porque siempre que
comiereis de este pan, i bebiereis de este cáliz, anun-
27 ciareis la muerte del Señor, hasta que venga. De
modo que, cualquiera que comiere de este pan, ó
bebiere de [este] cáliz del Señor indignamente, será
28 reo del cuerpo, i de la sangre del Señor. Mas pruebese
á sí mismo el hombre, i de este modo§ coma del pan,
29 i beba del cáliz. Porque el que come i bebe indigna-
mente, come i bebe su propia condenación [á alguna
30 pena], no distinguiendo el cuerpo del Señor. Por
esto, muchos de entre vosotros [están] enfermos i
31 sin fuerzas, i muchos duermen. || Porque si nos
hubiéramos distinguido [de otros], no habríamos
32 sido condenados [á tales penas] ; pero siendo
condenados [á estas], somos castigados por el Señor,
para que no seamos condenados con el mundo.
33 Así que, hermanos mios, cuando venis juntos para
34 comer, aguardáos unos á otros ; i si alguno tiene
hambre, coma en [su] casa, para que no vengáis jun-
tos para [vuestra] condenación. I [con respecto á]
lo demas, [os] daré órdenes cuando [yo] vaya.
XII. 1 I con respecto á los [dones] espirituales, no
quiero, hermanos, que esteis ignorantes.
2 Sabéis que erais Gentiles, conducidos de [uno] á
[otro de] los ídolos mudos, según i como estabais
llevados.
3 Por lo cual os doi á conocer que nadie hablando
por [inspiración d]el Espíritu de Dios, dice que Jesús
[es] anatema;^ i [que] nadie puede decir [por in-
spiración] que Jesús [es] el Señor, si no por [la] del
Espíritu Santo.
4 I aunque se reparten [entre muchos] los dones de
6 gracia, el Espíritu [es] el mismo ; i aunque se re-
* Un pan, ó pan. t Algunos manuscritos tienen Tomad [i] bebed.
J Es 6 representa ; Téase cap. x. 4 ; Mat. xiii. 38 ; Itev. xvii. 9.
§ De este modo, 6 entonces.
|| Duermen, esto es son muertos. Tí Anatema, ó maldito.
I
340 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
parten [entre muchos] los ministerios, el Señor [es]
6 el mismo. I aunque se reparten [entre muchos] las
facultades que obran en [nosotros], el mismo Dios es
el que obra todo en todos. .
7 Mas cada uno [á quien] se da la manifestación del
8 Espíritu, [la tiene] para la ventaja [de otros]. Por-
que á uno se da por el Espíritu la palabra de la
sabiduría : i á otro, la palabra de la ciencia, según
9 [la voluntad d]el mismo Espíritu : i á otro, la fé,
por el mismo Espíritu : i & otro, el don de gracia
para curar [á los enfermos], por el mismo Espíritu :
10 i á otro, el poder de hacer milagros : i á otro, la pro-
fecía : i á otro, el [poder de] juzgar de los [verdaderos
dones] espirituales : ° i á otro, diferentes lenguas
[extrañas] : i á otro, el [poder de] interpretar len-
1 1 guas [extrañas] . X todo esto lo obra en [ellos] el uno
i el mismo Espíritu, repartiendo [sus dones], por su
propia [operación], á cada uno según quiere. . _
12 Porque así como el cuerpo es uno [solo], i tiene
muchos miembros, i todos los miembros del cuerpo, f
[aunque] son muchos, son un [solo] cuerpo, así tam-
13 bien [es el cuerpo] de Cristo. Porque todos nosotros
hemos recibido la inmersión en un [solo] Espíritu,];
para [ser] un [solo] cuerpo, ya seamos Judíos, o Gen-
tiles, 6 siervos, 6 libres ; i á todos se ha dado de
beber de un [solo] Espíritu.
14 Porque ademas el cuerpo no es un [solo] miem-
16 bro, sino muchos. Si dijere el pié : “ Porque no soi
“ la mano, no soi [parte] del cuerpo no, por esto,
16 dejará de ser [parte] del cuerpo. I si la oreja dijere :
“ Porque no soi el ojo, no soi [parte] del cuerpo :
17 no, por esto, dejará de ser [parte] del cuerpo. Si
todo el cuerpo [fuera] ojo, ¿ dónde [estaría] el oído r
18 si todo [fuera] oido, i dónde [estaría] el olfato? lero
ahora Dios ha puesto en el cuerpo cada uno do los
19 miembros según quiso. I si todos ellos fueran un
20 [solo] miembro, ¡ dónde [estaría] el cuerpo ? Pero
ahora [hai] muchos miembros, mas, al contrario, un
21 [solo] cuerpo. I no puede el ojo decir á la mano :
•* No necesito de tí : ” ni tampoco la cabeza, á los
22 pies : “ No necesito de vosotros." Pero mucho mas
* Los [dones] espirituales, en griego espírilus.
t Cuerpo : algunos MSS. tienen solo cuerpo. .
J VGasc Mat. iii. 11 ; Maro. i. 8; Luc. iii. 16; Juan i. 33 ; Hechos i. 5.
EN COBINTO, CARTA I., CAP. XIII. 341
necesarios son aquellos miembros del cuerpo que
23 parecen ser los mas débiles ; i los que pensamos ser
los menos honrosos del cuerpo, á estos vestimos con
mayor honor ; i nuestros [miembros] menos de-
24 corosos, reciben mas decoro. Pues nuestros [miem-
bros] decorosos no necesitan [de honor] ; pero Dios
ha templado [una parte] con [otra] del cuerpo, i ha
26 dado mas honor á la [parte] á la cual le falta ; para
que no haya división en el cuerpo, sino [para que]
los miembros se afanen del mismo [modo] unos
26 por otros. I [así], si un [solo] miembro padece,
todos los miembros padecen con [él] ; 6 si un [solo]
miembro es glorificado, todos los miembros se gozan
con [él],
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, i miembros,
[uno] de una parte, [i otro de otra].
28 I á algunos [de nosotros] Dios ha puesto [en una
posición] en la asamblea, [á otros en otra] ; primera-
mente á los enviados, en segundo [lugar] á los pro-
fetas, en el tercer [lugar] á los maestros, después á
los [que hacen] milagros, después [á los que tienen]
el don de la gracia para curar [á los enfermos], á los
que dan socorro, á los que gobiernan, á los que [ha-
29 blan] diferentes lenguas [extrañas], ¿ [Son] todos
enviados ? ¿ [Son] todos profetas ? ¿ [Son] todos
30 maestros ? ¿ Todos [hacen] milagros ? ¿ Tienen to-
dos don de la gracia para curar [á los enfermos] ?
I Hablan todos lenguas [extrañas] ? ¿ Todos inter-
pretan ?
31 Pero aspirad con celo á los mejores dones de gracia ;
i todavía be de mostraros un camino [que es] sobre
manera [mejor que ellos].
XIII. 1 Si yo hablare las lenguas [extrañas] de los hom-
bres, i [las] de los mensageros [celestiales], i no
tuviere amor, 0 seré como bronce que suena, 6 un
2 címbalo que hace ruido ; i si tuviere el [don de]
profecía, i supiere todos los misterios, i toda la ciencia,
i si tuviere toda la fé, tanto que pudiere remover
3 montes, i no tuviere amor, no [seré] nada. I si [yo]
distribuyere todo lo que tengo, para sustentar [á
otros], i si entregare mi cuerpo para ser quemado, i
no tuviere amor, de nada aprovecharé.
4 El amor tiene paciencia [con otros], i es benigno :
* Amor, esto es caridad.
D
I
342 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
el amor no tiene envidia : el amor no obra precipita-
5 damente : no se envanece : no se comporta inde-
corosamente : no busca [solo] su propio [ínteres! :
no se irrita : no pone [á otros] en cuenta [su] mal .
6 no se goza de la iniquidad, 0 mas se goza con la ver-
7 dad : sobrelleva todo [lo que puede], cree todo
ño que es creible], espera todo [lo que puede es-
perar], soporta con paciencia todo [lo que es soport-
8 eÍ amor no ha de decaer nunca : pero [en cuanto
á los dones espirituales], sea [el de] la profecía, se lo
pondrá fin ; sea [el de] las lenguas [extrañas], cesará ;
9 sea [el de] la ciencia, se le pondrá fin. Porque [solo]
en parte tenemos la ciencia, i [solo] en parte teñe-
10 mos la profecía ; pero cuando llegue lo perfecto,
entonces á lo que [es] en parte se pondrá fin.
11 Cuando [yo] era pequeñuelo, hablaba como peque-
ñuelo, pensaba como pequeñuelo, discurría como
pequeñuelo ; pero desde que he llegado á ser hombre,
he puesto fin á las cosas del pequeñuelo.
12 Porque ahora vemos oscuramente,! por medio de
un espejo; pero entonces [veremos] cara á cara :
ahora tengo la ciencia [solo] en parte, pero entónces
tendré conocimiento pleno, según el que ha sido
tenido también de míj
13 Ahora pues han de permanecer estas tres cosas :
fé, esperanza, [i] amor : pero la mayor de estas [es]
XIV™ 1 Daos al amor ; i aspirad con celo á los [dones]
espirituales ; pero sobre todo á que tengáis [el de] la
2 profecía. Porque el que habla en lengua [extraña],
no habla á los hombres, sino á Dios [solo] ; porque
nadie [lo] entiende, aunque, por [su don] espiritual,
3 habla misterios. Mas el que profetiza, habla á los
hombres, [de manera que los] edifica, í^exhorta, i
4 consuela. El que habla en lengua [extraña], se edi-
fica á sí mismo ; pero el que profetiza, edifica á la
5 Quiero pues que todos [podáis] hablar en lenguas
[extrañas], pero mas que [podáis] profetizar ; porque
mayor es el que profetiza, que el que habla en len-
* Iniquidad, ó engano. Véase Juan vi i. 18.
f Oscuramente, en griego en ó por un enigma.
{ Véase viiL 3 ; Gal. iv. 9.
EN CORINTO, CARTA I„ CAP. XIV. 343
guas [extrañas], á menos que [las] interprete, para
que se edifique la asamblea.
6 Ahora pues, hermanos, si [yo] fuere á vosotros,
hablando en lenguas [extrañas], ¿ de qué os apro-
vecharé, si no os hablare [también], ó por [el don
de] revelación, ó por [el de] ciencia, 6 por [el de]
profecía, ó por [el de] enseñanza ?
7 Aun [con respecto á] las cosas inanimadas que
dan son, sea flauta, 6 arpa, si no dieren sonidos dis-
tintos, ¿ cómo se conocerá lo que se toca con la flauta,
8 ó lo que se toca con el arpa 1 I si, por cierto, la trom-
peta diere sonido indeterminado, ¿ quién se preparará
9 para la batalla ? Del mismo modo, si vosotros también
no diereis, por medio de [vuestra] lengua [extraña],
palabras bien entendidas, ¿ cómo se conocerá lo que
se dice ? porque hablareis al aire.
10 Puede ser que tantas diferentes lenguas [cuantas
habléis] existen en el mundo, i que ninguna de ellas
11 [esl ininteligible : mas si [yo] no conociere el valor
déla lengua, seré [yo] extrangero 0 para quien habla,
12 i el que habla, [será] extrangero para mí. Del mismo
modo vosotros también, puesto que aspiráis con celo
á [tener dones] espirituales, procurad que abundéis
[en ellos] para la edificación de la asamblea.
13 Por lo cual, el que habla en lengua [extraña], ore
14 para que [pueda] interpretar[la]. Porque si oro en
lengua [extraña], mi [don] espiritual ora, pero mi
mente queda sin fruto.
15 ¿Qué, pues, ha [de hacer]se? Oraré, usando [mi don]
espiritual, i oraré también, usando [mi] mente [solo] ;
cantaré al [arpa], usando [mi don] espiritual, i cantaré
16 al [arpa] también, usando [mi] mente [solo]. Puesto
que si bendijeres, usando [solo tu don] espiritual, el
que llene el puesto del indocto, ¿ cómo [podrá] decir
[su] “Así sea,” cuando hayas dado gracias? puesto
17 que no sabe lo que dices. Porque tú, ciertamente,
das gracias bien, mas [tu] prójimo no está edifi-
18 cado. Doi gracias áf Dios, que hablo mas en lenguas
19 [extrañas] que [habíais] todos vosotros ; pero en
la asamblea, [mas] quiero hablar cinco palabras por
medio de mi mente [solo], á fiu de instruir á otros
también, que diez mil palabras en lengua [extraña].
* Extrangero, en griego bárbaro, S saber, uno que habla otra lengua.
f Algunos MSS. añaden mi.
r
344 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
20 Hermanos, no seáis niños en inteligencia, sino en
malevolencia 0 sed pequeñuelos, i en inteligencia sed
perfectos.
21 En la lei está, escrito : “ En lenguas extrañas, i con
“ labios extraños, hablaré á este pueblo, i ni aun así
22 “ me escuchará ; dice el Señor.” f Así que, las len-
guas [extrañas] se [dan] para un portento, no para
los que tienen fé, sino para los que no la tienen : pero
[el don de] la profecía, [lo es] no para los que no
23 tienen fé, sino para los que la tienen. Si pues toda
la asamblea hubiere venido junta en el mismo [lugar],
i todos hablaren en lenguas [extrañas], i entraren
[hombres] indoctos, ó que no tienen fé, ¿ no dirán
24 que estáis locos ? Pero si todos profetizaren, i en-
trare un [hombre] que no tiene fé, ó [que es] indocto,
será reprendido por todos ; será examinado por to-
25 dos;í las cosas ocultas de su corazón se liaran
patentes, i así, se postrará de cara, i adorará á Dios,
declarando que Dios está realmente en vosotros.
26 i Qué pues ha [de hacer]se, hermanos ? Cuando
viniereis juntos, cada uno de vosotros tendrá salmo, §
tendrá [algo] que enseñar, tendrá [algo que decir en]
lengua [extraña], tendrá revelación, tendrá interpre-
tación : hagase todo para la edificación. _
27 Si hablare alguno en lengua [extraña, de tales
hablen] solo dos, ó, á lo mas, tres, i uno porcuno ; i
28 alguno interprete. Pero si no hubiere interprete,
guarde silencio [cada tal] en la asamblea, i hable á
sí mismo, i á Dios. . .
29 [De] los profetas también hablen dos o tres, i los
30 otros juzguen de [lo que digan] ; mas si [algo] fuere
revelado á otro que está sentado, guarde silencio el
31 primero. Porque podéis todos profetizar uno por
uno, á fin de que todos aprendan, i todos sean ex-
32 hortados.|| X los [dones] espirituales de los profetas
33 han de estar sometidos á los profetas ; (porque Dios
no es [Dios] del tumulto, sino de la paz ;) como en
todas las asambleas de los santos.
34 Vuestras mugeres guarden silencio en las asam-
bleas ; porque no les es permitido hablar, pero [han
* Malevolencia, 6 maldad. t Isa- xxviii. 11,12.
t Algunos MSS. tienen i asi.
§ Salmo, íi saber, himno para cantarse al [arpa].
Ü O consoladas.
EN CORINTO, CARTA I., CAP. XV. 345
36 de] estar sometidas, como también [lo] dice la lei. I
si quieren aprender algo, pregúntenselo] á sus mari-
dos en casa ; porque es deshonroso para las mugeres
hablar en la asamblea.
36 i Provino la palabra de Dios de vosotros ? ¿ 6 ha
37 llegado á vosotros solos f Si alguno piensa ser pro-
feta, 6 [tener algún don] espiritual, reconozca que las
38 cosas que os escribo, son mandatos del Señor ; mas
si alguno [lo] desconociere, desconozca[lo].
39 Así que, hermanos, aspirad con celo á tener
[el don de] profecía, i no vedeis el hablar en len-
40 guas [extrañas], Hagase todo con decoro, i con
orden.
XV. 1 I os doi á conocer [ciertamente], hermanos, la
buena nueva que os anuncié, i que recibisteis, en la
2 cual estáis firmes también, i por medio de la cual
sois salvos, si [la] reteneis, según las palabras en que
os la anuncié, á ménos que sin causa 0 tuvisteis fé
3 [en ella]. Porque os di [á conocer], entre las pri-
meras cosas, lo que hube recibido también : que
Cristo murió por nuestros pecados, según las Escri-
4 turas ; i que fué sepultado, i que resucitó al tercer
5 dia, según las Escrituras ; i que se apareció á Céfas ;
6 después á los doce ; [que] después se apareció á
mas de quinientos hermanos á la vez, la mayor parte
de los cuales viven hasta ahora, pero algunos [de
7 ellos] han dormido ;f [que] después se apareció
8 á Jacobo ; después á todos los enviados ; i [que],
último de todos, se me apareció también á mí, como
9 si [fuera] al [enviado] abortivo. Porque yo soi el
menor de los enviados, i no soi digno de ser llamado
10 enviado, porque perseguí la asamblea de Dios. Mas
por la gracia de Dios soi lo que soi ; i su gracia, que
se me ha [dado], no ha sido vana ; % pero he traba-
jado mas que todos ellos ; sin embargo, no yo, sino
la gracia de Dios que [ha estado] conmigo.
11 Si pues [trabajo] yo, ó si [trabajan] ellos, esto pro-
clamamos, i en esto tuvisteis fé.
12 Pero si se proclama que Cristo ha resucitado de
entre los muertos, ¿ cómo dicen algunos de entre
vosotros que no hai resurrección de [cuerpos] muer-
* Sin causa 6 en vano .- vera. 14 : Mat v. 22.
t Dormido, esto es, muerto. t Vana, ó sin afecto.
ü 2
S46 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
13 tos ? Pues si no liai resurrección de [cuerpos] muer-
14 tos, ni tampoco ha resucitado Cristo ; i si no ha
resucitado Cristo, síguese que [es] vano lo que pro-
15 clamamos nosotros, i vana también vuestra fe : i
somos convictos de falsos testigos también con res-
pecto á Dios ; porque hemos dado testimonio contra
[lo que ha hecho] Dios, que resucitó á Cristo ; á quien
no resucitó, si, por cierto, no resucitan [cuerpos]
16 muertos. Pues si no resucitan [cuerpos] muertos, ni
17 tampoco ha resucitado Cristo ; i si Cristo no ha
resucitado, vana [es] vuestra fé ; todavía estáis en
18 vuestros pecados. En tal caso también los que han
19 dormido 0 en Cristo, han perecido. Si solo en [cuanto
á] esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los
mas dignos de conmiseración de todos los hombres.
20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muer-
21 tos [como] la primicia de los dormidos.f Porque
puesto que por medio de un hombre [vino] la muerte,
también por medio de un hombre [vino] la resurrec-
22 cion de los muertos. Porque así como, en Adam,
todos mueren, así también, en Cristo, á todos se
23 dará vida : pero, á cada uno en su propio órden de-
terminado. Cristo [es] la primicia ; después [han de
24 resucitar] los de Cristo, en su venida. Después [ven-
drá] el fin, cuando hubiere entregado el reino á [su]
Dios i Padre, cuando hubiere reducido á nada todo
25 principado, i toda potestad, i poder : porque es
necesario que reine, “ hasta que ponga á todos [sus]
26 “ enemigos bajo sus pies.”t El último enemigo, que
27 ha de ser reducido á nada [es] la muerte. Porque
[Dios] “ha sometido todas las cosas bajo sus pies.”§
Pero cuando hubiere dicho que todas las cosas le
han estado sometidas, es claro que se exceptuará
28 aquel que se las hubiere sometido. I cuando lo
hubieren estado sometidas todas las cosas, entónces
el Hijo mismo también se someterá al que se las
ha sometido ; á fin de que Dios sea todo en to-
dos.
29 Puesto que, [de otra manera], j qué haran || los que
reciben inmersión á favor [de la resurrección] de
* Dormido, eato es, muerto.
t Dormidos, esto es, muertos. Algunos MSS. añaden se ha hecho
} Salm. ex. 1. § Salm. viii. 6.
|] Haran 6 ganaran. Mat. xxv. 16.
EN CORINTO, CARTA I., CAP. XV. 347
[sus cuerpos] muertos ? ° Si de ningún modo re-
sucitan [cuerpos] muertos ¿ por qué reciben la inmer-
30 sion á favor [de la resurrección] ° de ellos ?f ¿I por
qué estamos nosotros también en peligro á cada
31 hora ? Cada dia estoi muriendo : [lo] protesto por
la gloria en que me glorío, con respecto á vosotros,
32 en Cristo Jesús nuestro Señor. Si [solamente] como
hombre, peleé con las fieras en Efeso, ¿ de qué me
aprovecha, si no resucitan los muertos ?
“ Comamos i bebamos, porque mañana hemos de
“ morir.”];
33 No os engañéis :
“ Las malas conversaciones destruyen las buenas
“ costumbres.” §
34 Haceos sobrios, i justos, i no andéis pecando ; por-
que algunos [de vosotros] no tienen conocimiento de
Dios ; [lo] digo para vuestra vergüenza.
35 Pero dirá alguno : “ ¿ Cómo [han de] resucitar los
“ muertos 1 i ¿ en qué [género de] cuerpo han de
36 “ volver [á vivir] ?” ¡Necio ! á lo que tú siembras,
37 no se da vida, si no muere ; i [con respecto á] lo
que siembras, no siembras el cuerpo que ha de existir,
sino el grano desnudo, puede ser de trigo, 6 de alguno
38 de los demas [granos] ; i Dios le da [otro] cuerpo,
de tal manera que ha querido, i á cada una de las
39 simientes, su propio cuerpo. No toda carne [es] la
misma carne ; sino que [es] distinta la carne de los
hombres, i distinta, la carne de las bestias, i distinta,
40 [la] de los peces, i distinta, [la] de las aves. I [hai]
cuerpos celestes, i cuerpos terrestres : pero distinta
[es] la gloria de los celestes, i distinta, la de los
41 terrestres : distinta [es] la gloria del sol, i distinta
la gloria de la luna, i distinta la gloria de las estre-
llas ; i aun se diferencia estrella de estrella en gloria.
42 Así también [ha de ser, con respecto á] la resu-
rrección de [nuestros cuerpos] muertos : se siembra
[el cuerpo] en corrupción, ha de resucitar en inco-
43 rruptibilidad : se siembra en deshonra, ha de resucitar
en gloria : se siembra en debilidad, lia de resucitar
* [De la resurrección] de [.rus cuerpos] muertos. Véase Rom. tí.
4,5; ó, por amor de [ uno que está entre] los muertos ; á saber, de Cristo.
Véase Heb. ix. 23, mejores sacrificios, por un mejor sacrificio.
t Ellos; según algunos MSS., [íuj cuerpos] muertos.
j Isa. xxii. 13. § Menander.
348 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
44 en poder : se siembra un cuerpo animal, ha do
resucitar un cuerpo espiritual. Hai cuerpo animal,
45 i hai cuerpo espiritual. Así también está escrito :
“ Se hizo el" primer “ hombre,” Adam, “ un animal
vivo.” 0 El último Adam, [se hizo] un Espíritu que da
46 la vida. Mas no [estuvo] primero el [cuerpo] espi-
ritual, sino el [cuerpo] animal ; después el espiritual.
47 El primer hombre [vino] de la tierra, [i fué hecho]
de barro ; el segundo hombre, [fué nuestro] Señor, [i
48 vino] del cielo. Tal como [fué] el [hombre hecho] de
barro, tales [son] también los [que pertenecen] al f
[hombre hecho de] barro ; i tal como [fué] el [hom-
bre] celestial, tales [han de ser] también los [que por-
49 tenecen] al [hombre] celestial ; i así como hemos
llevado la imágen del [hombre hecho] de barro,
llevaremos también la imágen del [hombre] celestial.
50 I esto digo, hermanos : que la carne i la sangre no
pueden heredar el reino de Dios ; ni tampoco [puede]
la corrupción heredar la incorruptibilidad.
51 Hé aquí que os digo un misterio.] No todos, cierta-
mente, dormiremos, § sino todos seremos mudados,
52 en un momento, en un abrir i cerrar de ojos, al [son
de] la última trompeta ; porque la trompeta sonará,
i [nuestros cuerpos] muertos resucitaran incorrupti-
53 bles, i [todos] nosotros seremos mudados. Porque
es necesario que este [cuerpo] corruptible se revista
de incorruptibilidad ; i que este [cuerpo] mortal, se
54 revista de inmortalidad. I cuando este [cuerpo]
corruptible se haya revestido de incorruptibilidad, i
este [cuerpo] mortal se haya revestido de inmor-
talidad, entonces se realizará la palabra que está
escrita :
“ La muerte ha sido sumida victoriosamente.” ||
55 l Dónde [está], oh muerte, tu aguijón f ¿ dónde,
oh [mundo] invisible, tu victoria
56 Pues el aguijón de la muerte [es] el pecado ; i el
57 poder del pecado [es] la lei ; i á Dios [sean dadas]
gracias, al que nos da la victoria por medio de nues-
tro Señor Jesús Cristo.
* Gen. ii. 7.
t Los [que pertenecen'] al; víaee Rom. v. 18, 19.
t Misterio, ó secreto.
§ Dormiremos, á saber, moriremos.
II Isa. XXV. 8. H Compárese Os. xiii. 14.
EN COBINTO, CABTA I., CAP. XVI. 349
68 Así pues, mis amados hermanos, estad firmes, in-
conmovibles, abundando siempre en la obra del
Señor, sabiendo que vuestro trabajo no ha de ser
vano en el Señor.
XVI. 1 I con respecto á la colecta para los santos : lo
que mandé [hacer] á las asambleas de Galacia,
2 hacedlo también vosotros. Cada primer [dial de la
semana, cada uno de vosotros ponga [aparte] en su
[casa], i atesore [algo], según la prosperidad de que
goce ; para que cuando llegue, no se hagan en-
3 tónces colectas. I cuando hubiere llegado, enviaré
con cartas 0 á cualesquiera que hayais aprobado,
para llevar vuestros [dones] gratuitos] á Jerusalem.
4 Mas si fuere digna [la ocasión] de que yo también
vaya, irán conmigo.
5 I [yo] iré á vosotros, cuando hubiere pasado
por Macedonia; (porque he de pasar por Macedonia ;)
6 i, puede ser, que permanezca, ó aun pase el invierno
con vosotros ; á fin de que vosotros me asistáis en
7 mi salida, donde quiera que [yo] vaya. Porque no
quiero veros ahora de paso ; ano que espero perma-
necer algún tiempo con vosotros, si [lo] permite el
8 Señor. Pero permaneceré en Efeso hasta la [fiesta
9 de] Pentecostés. Porque se me ha abierto una en-
trada grande i efectiva, i [hai] muchos que se [me]
oponen.
10 I si llegare Timotéo, cuidad de que esté con voso-
tros sin temor ; porque trabaja en la obra del Señor,
11 como yo también. Ninguno, pues, lo desprecie ; sino
asistidlo en su salida, [despidiéndolo] en paz, para
que venga á mí : porque estoi aguardándolo con los
hermanos.
12 I con respecto á [nuestro] hermano Apolo, lo ex-
horté mucho, á que fuese á vosotros con los her-
manos ; sin embargo no quiso de ningún modo ir
ahora ; pero irá cuando tenga oportunidad.
13 Velad, estad firmes en la fé, portaos varonilmente,
* Enviaré con cartas, ó hayais aprobado por medio de cartas.
t [Dones] gratuitos, en griego,/aiw ó gracia.
350 A LA ASAMBLEA DE CORINTO, L, XVI.
14 haceos fuertes. Todas vuestras cosas se hagan con
amor.
15 Saheis también, hermanos, que la familia de Esté-
fanas es la primicia de Acaya, i que se ha dedicado
al servicio [de ministrar] a los santos os exhorto
1G rnuesl á que vosotros también, [así como otios],
¿s sometáis á los tales, i & todo el que coopera, i
17 I me gozo con la venida de Estéfanas, i de Fortunato,
i de Acaico ; porque suplieron estos lo que vosotros
18 habíais dejado] [de suplir] : pues dieron descanso
á mi espíritu i al vuestro. Por tanto reconoced á
Iob tales.
19 Las asambleas de Asia os saludan.
Os saludan mucho en el Señor, Aquila i Pnscila,
con [los de] la asamblea [que están] en su casa.
20 Todos los hermanos os saludan.
Saludaos unos á. otros con un ósculo santo.
21 La salutación de [mí], Pablo, con mi mana
22 Si alguno no ama al Señor Jesús Cristo, sea ana
tema.l El Señor viene. § _ . . ,
23 La gracia de [nuestro] Señor Jesús Cristo [sea] con
24 V °Mi'amor [sea] con todos vosotros en Cristo Jesús.
Así sea.
* O, servicio [de ministrar recorro] d los santos. Víase Hech.
xi 29 ; Rom. xv. 31 ; 2 Cor. viü 4; ix. 1.
f Compárese 2 Cor. xi. 8, 9 ; Filip. íi. 30 ; iv. 15.
| aSdí* El original es, Ufaran ota; palabras Aramaieas.
CARTA SEGUNDA DE PABLO, EL ENVIADO,
A LA ASAMBLEA QUE ESTABA EN CORINTO, I A TODOS
LOS SANTOS QUE ESTABAN EN ACAYA.
I. 1 Pablo, enviado de Jesús Cristo, por la voluntad de
Dios, i Timoteo el° hermano : ,
A LA ASAMBLEA DE DlOS QUE ESTA EN COKINTO, CON
TODOS LOS SANTOS QUE ESTAN EN TODA LA ACATA.
2 La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
3 Bendito [sea] el Dios i Padre de nuestro Señor
Jesús Cristo, el Padre de las compasiones, i Dios de
4 todo consuelo, el cual nos consuela en toda nuestra tri-
bulación, para que podamos consolar á los [que esten]
en cualquiera tribulación, por medio del consuelo
con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
6 Porque así como los padecimientos de Cristo abundan
en nosotros, así, por medio de Cristo, abunda también
6 nuestro consuelo. I si somos atribulados, [es] en pro
de vuestro consuelo i salvación : consuelo que obra en
[vosotros] paciencia en sufrir los mismos padecimien-
tos que nosotros también sufrimos ; <5, si somos conso-
7 lados, [es] en pro de vuestro consuelo i salvación. I
nuestra esperanza en pro de vosotros [es] firme ; sa-
biendo, que así como sois partícipes de los padeci-
mientos, así también [lo sois]f del consuelo.
8 Porque no queremos que ignoréis, hermanos, con
respecto á nuestra tribulación que nos sobrevino en
el Asia : que fuimos abrumados sobre manera, mas
allá de [nuestra] fuerza : de modo que desesperámos
9 aun de vivir. Pero nosotros tuvimos dentro de
nosotros la sentencia de muerte, para que no tuviése-
mos confianza en nosotros, sino en Dios que ha de re-
10 sucitar [nuestros cuerpos] muertos ; el cual nos libró
de tan grave muerte, i [nos] está librando, [i] en quien
1 1 esperamos que aun todavía [nos] librará ; cooperando
* El, 6 [nuestro!. t Sois, 6 serás.
352
A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
vosotros también en pro de nosotros en [vuestras]
súplicas, para que muchas personas den gracias en
pro de nosotros, por el don de gracia que [se] nos
[dará] por medio de muchos.
12 Porque aquello en que nos gloriamos es . el testi-
monio de nuestra conciencia, que nos hemos con-
ducido en el mundo, i mas especialmente con vosotros,
con la generosidad o i la sencillez [que vienen] de
Dios, no con la sabiduría carnal, sino con la gracia
13 de Dios. Porque no os hemos de escribir [ningunas]
otras cosas, distintas de las que leeis, <3 de las que
reconocéis también, i [las cuales] espero fi u ° rec °-
14 nozcais también hasta el fin : según algunos de
[vosotros] nos han reconocido también á nosotros,
rá saber] que hemos de ser vuestro motivo de glo-
riaros, así como vosotros también [habéis de ser] el
nuestro, en el dia de [nuestro] Señor Jesús.
15 I con esta confianza, quise ir á vosotros antes, a
1G fin de que recibieseis una segunda gracia ; i pasai
por ahí á Macedonia, i desde Macedoma volver á
vosotros, i por vosotros ser asistido en mi salida para
17 ^Habiendo, pues, determinado esto, ¡ sig^se a-caso
que usé de ligereza? ó, [en cuanto á] lo que determino,
/ [que lo] determino según la carne, á fin de que haya
en mis [palabras, su] “sí, sí,” i [su] “no, no?
18 Pero [tan cierto como] Dios es fiel, lo que os hemo
19 predicado no es,f “ sí i no.” Porque el Hijo de Dios,
Jesús el Ungido, || que hemos proclamado entre voso-
tros, [á saber] yo, i Silvano,] i Timotéo, no Be ha
hecho “sí i no:” pero se ha realizado en el bl
20 Porque cualesquiera que [sean] las promesas de ,
en él [es] el “ sí” [de ellas], i en él, el 1 así es § [de
ellas! para gloria de Dios por medio de nosotros.
21 Ademas, ¿I que está confirmando _á nosotros, junta-
mente con vosotros, [en nuestra fe] en el Unpdo |
22 i nos ha ungido á nosotros, [es] Dios , el cual nos
ha sellado también, i [nos] ha dado en prenda [su]
Espíritu en nuestros corazones.
* Generosidad, ó simplicidad. t Es : alpinos MSS. tienen era.
| tm-dad." En el° original amen, como en
Juan iii. 3, 5, 11 ; v. 19, 24, 25.
II El Ungido, ó Cristo.
EN COKINTO, CARTA II., CAP. II. 353
23 Pero yo invoco á Dios por testigo á mi alma, que
24 para perdonaros, no fui mas á Corinto ; no porque
hemos de enseñorearnos sobre vuestra fé, sino que
hemos de ser cooperadores de vuestro gozo ; porque
en [vuestra] fé estáis 0 firmes.
II. 1 Ademas resolví esto en mí mismo : no volver á
2 vosotros en tristeza. Porque si os entristezco yo,
sin embargo, ¿ quién es el que ha de regocijarme á
3 mí, sino el que se entristece por mí ? I os escribí
[por] esta misma [causa], para que cuando llegase, no
tuviése tristeza por razón de [aquellos en] quienes
debia gozarme ; teniendo confianza en [cuanto á]
todos vosotros, que mi gozo es [el] de todos voso-
4 tros. Porque os escribí movido por mucha tribu-
lación i angustia de corazón, [i] con muchas lágri-
mas ; no para que os entristecieseis, sino para
que supieseis el amor que os tengo mas especial-
6 mente á vosotros. Pero si alguno] ha sido causa de
tristeza, no me ha entristecido [toda la asamblea],
sino una parte [solamente], para que no eche la carga
G á todos vosotros. Al tal bástale esta pena, que [fué
7 impuesto] por los mas : de modo que al contrario
[debeis] mas bien perdonar[lo] graciosamente, i con-
solarlo], no sea que se suma el tal por [su] demasiada
8 tristeza. Por lo cual os exhorto á que le aseguréis de
[vuestroj amor.
9 Porque á fin de esto escribí también, para saber
la prueba de vuestra [fidelidad, esto es], si sois obe-
10 dientes en todo. I [á aquel], á quien [vosotros]
habéis de perdonar algo graciosamente, también yo
[he de hacer lo mismo] ; porque igualmente si yo he
perdonado algo graciosamente, [lo he hecho á aquel]
á quien [lo] he perdonado así, por causa de vosotros,
1 1 en presencia de Cristo ; á fin de que Satanas no nos
defraude ; porque no ignoramos sus intentos.
12 Ademas cuando vine á Tróade para [anunciar] la
buena nueva de Cristo, aunque se había abierto una
13 entrada para mí por] el Señor, no tuve alivio en mi
espíritu por no haber encontrado á mi hermano
Tito : pero me despedí de ellos i salí para Mace-
doriia.
14 Pero gracias á Dios, que está siempre celebrando
* Estáis 6 habéis de estar.
t Alguno, véase quién Ycrs. 2.
X
i Por ó en.
354 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
[sus] triunfos* 5 sobre nosotros eu Cristo, i derramando
por medio de nosotros, el olor de su conocimiento en
15 todo lugar : porque somos para Dios, el olor suave
de Cristo, en [cuanto á] los que se salvan, i en [cuanto
16 á] los que están pereciendo : á los unos, por cierto,
el olor de muerte, para [su] muerte : mas á los otros,
el olor de vida, para [su] vida.
I para estas cosas ¿ quién [es] idóneo ?
17 Porque no traficamos]- [nosotros,] como [lo hacen]
muchos, con la palabra de Dios, para lucro, sino
[la] hablamos, como movido por sencillez, i como
de [parte de] Dios, en presencia de Dios, [i] en
[virtud de] Cristo.
III. 1 i Estamos empezando otra vez á recomendarnos 1 %
Si nó, ¿ necesitamos como algunos, cartas de reco-
mendación para vosotros, ó que vosotros nos las [deis]
2 á nosotros ? Nuestra carta [de recomendación] sois
vosotros, escrita en nuestros corazones, conocida, i
3 leida, por todos los hombres ; pues [es] manifiesto
que sois la carta de Cristo, á la cual nosotros hemos
prestado servicios, § escrita, no con tinta, sino con
el Espíritu del Dios vivo, no en tablas de piedra, sino
en las tablas de carne del corazón.
4 Mas tal confianza [de ser idóneos], || tenemos por
6 medio de Cristo, con respecto á Dios ; no por ser
idóneos por nosotros mismos, para idear algo, como
[si viniera] de nosotros mismos, sino que nuestra
6 Idoneidad [viene] de Dios : el que nos ha hecho
idóneos también [para ser] ministros del nuevo pacto,
no [del pacto] de la letra, sino [de el] del Espíritu ;
porque [el de] la letra mata, pero el [del] Espíritu
da vida.
7 Mas si el ministerio [del pacto] de muerte, [escrito]
en letras [solo, i] esculpido en piedras, fué hecho
glorioso, tanto que los hijos de Israel no podian fijar
los ojos en la faz de Moisés, por causa de la gloria de
8 su faz, á la cual [gloria] habia de ponerse fin ; ¿ cómo
Tes posible] que el ministerio del Espíritu no haya de
9 ser mas glorioso ? Porque si el ministerio [del pacto]
t
♦
§
O haciéndonos celebrar triunfos ; mas véase Col. ii. 15.
Traficamos con, ó adulteramos.
Véase iv. 2 ; v. 12 ; vi. 4 ; x. 12, 18.
Véase Ex. xxxiv. 1, 4.,
Véase ii. 16.
T
EN COKINTO, CARTA II., CAP. IV. 355
de condenación [tuvo] gloria, mucho mas ha de
abundar en gloria el ministerio [del pacto] de la
10 justicia [hecha].* 5 Porque igualmente no ha recibido
[ninguna] gloria aun lo que la ha recibido, [con-
siderado] en esta parte, por causa de la gloria pre-
11 eminente [del nuevo pacto] : porque si aquello á
que habia de ponerse fin, [íué] glorioso, mucho mas
[debe de ser] glorioso lo que permanece.
12 Teniendo pues tal esperanza, usamos de mucha
13 claridad] [en hablar] ; i no [hacemos] como Moisés,
que ponia un velo sobre su faz, para que los hijos de
Israel no fijasen los ojos en el fin de aquello á que
14 habia de ponerse fin. I aun sus sentidos se han en-
durecido ; porque hasta el dia de hoi el mismo velo
permanece en la lectura del pacto antiguo, siendo[les]
todavía [cosa] velada el que se le pone fin [á este]
16 por Cristo ; J i aun hasta hoi, cuando quiera que lean
16 á Moisés, un velo cubre su corazón ; pero cuando
quiera que [este] se vuelva al Señor, se quita el
velo.
17 Pues el [pacto del] Señor es el [pacto del] Espíritu, §
i donde [está] el Espíritu del Señor, alU [está] la
18 libertad. I nosotros todos con la faz ya sin velo,
reflejando, como un espejo, la gloria del Señor, somos
transformados en la misma imágen, de uno á otro
[grado] de gloria, como [procede] del Señor [del
pacto] del Espíritu.
IV. 1 Por esta causa, habiendo recibido este ministerio,
[nosotros,] según [la gracia] que se nos ha concedido
2 misericordiosamente, no flaqueamos ; siuo nos he-
mos prohibido los [artificios] ocultos [i] vergonzo-
sos, || no procediendo con astucia, ni adulterando la
palabra de Dios, sino, por la manifestación de la ver-
dad, recomendándonos á la conciencia de todos los
hombres, en la presencia de Dios.
3 Pero si ha sido cubierta nuestra buena nueva tam-
bién [de un velo], lo ha sido en aquellos que están
4 pereciendo, en los cuales el dios de este siglo ha
* Justicia [hecha'], á saber, para constituir justos á los pecadores:
véase v. 21.
t Claridad, ó libertad.
j O en el Ungido. § Véase vers. 6.
II [2] v ergoraosos : en griego, de vergüenza.
Tí En t ó en [cuanto a].
L 356 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
cegado los sentidos de los que no tienen fé, para que
no relumbrase en ellos la iluminación de la buena
nueva de la gloria de Cristo, el cual es la imágen de
Dios.
5 Porque no nos proclamamos á nosotros mismos,
sino á Cristo Jesús : [que él es] el Señor, i [que] noso-
tros [somos] siervos vuestros, por causa de Jesús.
6 Porque Dios, que mandó [salir i] resplandecer la luz
de las tinieblas, [es el] que ha resplandecido en
nuestros corazones, para la iluminación de [otros con]
el conocimiento de la gloria do Dios, en la faz de
Jesús Cristo.
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para
que la preeminencia del poder [de nuestro ministerio]
8 proceda de Dios, i no de nosotros ■ estamos atri-
bulados de toda [manera], sin embargo, no estamos
estrechados ; estamos perplejos, sin embargo, no esta-
9 mos desesperando ; estamos perseguidos, sin em-
bargo, no estamos desamparados ; estamos póstra-
lo dos, sin embargo, no estamos pereciendo : llevando
donde quiera [i] siempre en [nuestro] cuerpo el
golpe de muerte [dado á]° Jesús, para que la vida
también de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
11 Porque nosotros, que estamos vivos [en él],f esta-
mos siempre entregados á la muerte por causa do
Jesús, para que la vida también de Jesús se mani-
12 tiesto en nuestra carne mortal. De modo que la
muerte obra en nosotros, pero, al contrario, la vida
en vosotros.
13 I tenemos el mismo espíritu de fé, [que tuvo otro] :
según está, escrito : “ Tuve fe, por lo cual hablé : ]
nosotros también tenemos fé, por lo cual [nosotros]
14 también hablamos : sabiendo que el que resucitó al
Señor Jesús, nos resucitará á nosotros también por
medio de Jesús, i [nos] presentará juntamente con
15 vosotros. Porque todas [nuestras tribulaciones son]
por causa de vosotros, para que la gracia que ha
abundado por medio de los mas, haga abundar la
acción de gracias, para [promover] la gloria de
Dios.
16 Por lo cual no flaqueamos ; pero aunque en noso-
* Vado (1 ! en griego, de. Algunos MSS. afiaden el Señor.
t Que estamos vivos [en él}, ó [siíj ] vivos ; v. 15.
í Salín, exvi. 10.
! I
EN CORINTO, CARTA II., CAP. V. 357
tros el hombre exterior está destruyéndose, sin em-
bargo el [hombre] interior está renovándose de dia
17 en dia. Porque el momentáneo [i] ligero [peso] de
nuestras tribulaciones, obra para nosotros un peso
eterno de gloria, [peso que ha de proceder] de uno á
18 otro grado de preeminente [grandeza] : no mirando
nosotros á las cosas que se ven, pero á las cosas que
no se ven ; porque las cosas que se ven, [son] para
poco tiempo, pero las que no se ven, [son] eternas.
V. 1 Porque sabemos que si la tienda ° [que es] nuestra
habitación terrestre se derribare, hemos de recibir un
edificio [que viene] de Dios, una habitación no hecha
de mano [de los hombres], eterna en los cielos.
2 I porque [mientras estamos] en aquella, gemimos,
deseando ardientemente de ser revestidos de nuestra
3 habitación que [ha de venir] del cielo ; ya que, por
cierto, habiéndonos vestido [de ella], no se nos hallará
desnudos.
4 I porque nosotros que estamos en la tienda gemi-
mos, abrumados ; puesto que no queremos despojar-
nos, sino revestimos, á fin de que lo [que es] mortal
sea sumido por la vida.
5 I el que nos ha formado para esto mismo, [es]
Dios, el cual también nos ha dado al Espíritu en
prenda.
6 Por tanto estamos siempre confiados, i sabemos
que [mientras] habitamos el cuerpo, estamos ausentes
7 del Señor : porque procedemos por medio de la fé,
8 no por medio de apariencia : estamos pues con-
fiados, i complacidos mas bien en estar ausentes del
cuerpo, i habitar con el Señor.
9 Por lo cual tenemos á honra también empeñarnos
en serle agradables á él, ya habitemos [el cuerpo],
10 & estemos ausentes [de él] : porque es necesario
que todos nosotros estemos manifestados ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según
lo que hizo por medio del cuerpo, sea bueno, sea
malo.
11 Por tanto, sabiendo [lo que es] el temor del Señor,
persuadimos á los hombres [á lo mismo] : i estamos
manifestados á Dios, i espero que lo estamos también
en vuestras conciencias.
12 Porque no estamos recoi&endandonos otra vez á
* Tienda , esto es, de campaña.
358 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros en pro de
nosotros, para que tengáis [cómo responder] á los
que se glorían en [cuanto á su] persona, i no á [su]
13 corazón. Porque si hemos estado fuera de nosotros,
[ha sido] para Dios, i si estamos cuerdos, [es] para
14 vosotros. Porque el amor de Cristo nos estrecha, pues
hemos juzgado así: que si uno murió por° todos,
15 síguese que todosestos murieron ; i [que] murió por®
todos, á fln de que los que están vivos [en éi],f no
vivan ya para sí, sino para el que murió i resucitó
por ellos.
16 De modo quo nosotros, desde ahora, no hemos do
conocer á nadie según la carne : mas aun si hemos
conocido á Cristo según la carne, sin embargo ahora
17 ya no hemos de conocerlo [así]. De modo que si
alguno [está] en Cristo, [es] una nueva criatura ;] lo
viejo ha pasado ; hé aquí, todo se ha hecho nuevo.
18 I todo esto [procede] de Dios, que nos reconcilió
consigo por medio de Jesús Cristo, i nos dió el
19 ministerio de la reconciliación ; á saber : que Dios
reconciliaba, en Cristo, al mundo consigo, no ponién-
doles en cuenta sus culpas ; i que depositó en noso-
20 tros, la palabra de reconciliación. Por tanto obra- 1
mos como embajadores, en lugar de Cristo ; como
[los] de Dios, el cual exhorta [á los hombres] por
nuestro medio : [les] suplicamos en lugar de Cristo,
21 [diciendoles] : Reconciliaos con Dios. Pues al que
no había conocido el pecado, lo hizo pecado por a
nosotros, á fin de que nosotros fuésemos hechos jus-
ticia§ [que se recibe] de Dios, en aquel.
VI. 1 I cooperando [con él, os] exhortamos también
á que no recibáis vosotros en vano la gracia de Dios :
2 porque dice :
“ Te he oido en tiempo aceptable,
“ I en el dia de la salvación te he socorrido.” ||
Hé aquí ahora [es] el tiempo aceptable, hé aquí
ahora, el dia de la salvación.
3 I á nadie damos ocasión de tropiezo en nada, para
4 que no sea vituperado [nuestro] ministerio ; pero,
como ministros de Dios, nos recomendamos en todo ;
en [cuanto á] mucha paciencia perseverante ; en
* Por, ó en lugar de. t O [íiíj] vivos : véase iv. 11.
t Criatura, ó creadora
§ Justicia, ó la rectitud perfecta. II Isa. xlix. 8.
EN CORINTO, CARTA II., CAP. VII. 359
[cuanto á] tribulaciones, á necesidades, á angustias ;
5 en [cuanto á] azotes, á cárceles, á tumultos ; en [cuanto
6 á] trabajos, á vigilias, á ayunos; en [cuanto á] pureza,
á ciencia, á longanimidad ; en [cuanto á] benigni-
7 dad, al Espíritu Santo, á amor sin hipocresía ; en
[cuanto á] la palabra de la verdad, en [cuanto al]
poder [milagroso] de Dios; por medio de las armas do
8 la justicia á la derecha i á la izquierda ; por medio de
gloria i deshonra, de mala fama i buena fama ; como
9 impostores, i [sin embargo siendo] veraces ; como
desconocidos, i [sin embargo] siendo reconocidos ;
como moribundos, i hé aquí que vivimos ; como
castigados, i [sin embargo] no habiendo recibido la
10 muerte ; como entristecidos, i [sin embargo] estando
siempre llenos de gozo ; come pobres, i [sin embargo]
enriqueciendo á muchos ; como no teniendo nada,
i [sin embargo] poseyendo lo todo.
11 Nuestra boca se ha abierto para [liablarjos, Corin-
12 tios ; nuestro corazón se ha ensanchado. No teneis
entrechez [de afecto] en nosotros, pero la teneis en
13 vuestras entrañas. I para que me correspondáis del
mismo modo, ([os] hablo como á [mis] hijos,) ensan-
chaos también vosotros.
14 No os dejeis uncir extrañamente bajo el mismo
yugo con los que no tienen fé. Porque ¿ qué com-
pañía [hai] entre la justicia i la iniquidad ? I ¿ qué
1 5 participación entre la luz i las tinieblas ? I ¿ qué
concordia entre Cristo i Belial ? I ¿ qué parte [en
común hai] entre el que tiene fé i el que no la tiene ?
16 I i qué concierto [tiene] el templo de Dios con [el
de] los ídolos ? Porque vosotros sois el templo del
Dios vivo ; según ha dicho Dios : 11 Habitaré en ellos,
“ i andaré entre [ellos] ; i seré su Dios, i ellos serán
17 “ mi pueblo.” ° Por lo cual “ salid de en medio de
“ ellos, i estad separados,” dice el Señor ; “ i no
18 “ toquéis [nada] inmundo f “ i yo os acojeré, i
“ seré para vosotros, Padre ; i vosotros sereis para mí,
“ hijos é hijas,” { dice el Señor Todopoderoso.
VII. 1 Teniendo pues estas promesas, amados [mios],
purifiquémonos de toda contaminación de la carne i
* Véase Lev. xxtí. 12 ; Es. xxix. 45 ; Zech. ü. 10 ; Ezek. xxxtii.
26,27 ; Jer. xxxi. 33 ; xxxii. 38.
t Isa. lii. 11. t Isa. xltii. 6; Jer xxxi. 9-14.
360 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
del espíritu, consumando la santidad en el temor de
Dios.
2 Dadnos cabida : á nadie hicimos injusticia ; á
nadie corrompimos ; á nadie defraudámos.
3 No digo [esto] para condenaros ; porque ántes he
dicho que estáis en nuestros corazones, para morir i
4 para vivir en [vuestra] compañía. Os [hablo] con
mucha libertad ; mucho me glorío en vosotros ; estoi
lleno del consuelo ; mi gozo superabunda en toda mi
tribulación.
5 I por cierto, habiendo llegado nosotros á Macedonia,
no tuvimos ningún alivio para [nuestra] carne, pero
[estuvimos] atribulados de toda [manera] ; por afuera
6 altercaciones, por adentro temores. Pero Dios que
consuela á los humildes, nos consoló con la venida de
7 Tito. I no solo con su venida, sino también por el
consuelo que [él] tuvo en vosotros, anunciándonos
vuestro ardiente amor, 0 vuestro lamento, vuestro celo
en mi favor ; de modo que me gocé mas.
8 Porque, aunque os contristé con [mi] carta, no
mudo do parecer, aunque habia mudado de parecer :
(porque veo que aquella carta os contristó, aunque por
9 [poco] tiempo :) ahora me gozo, no porque os con-
tristasteis, sino porque os contristasteis para [obrar]
arrepentimiento ; porque os contristasteis según [la
voluntad de] Dios, para que en nada os sufrieseis
10 pérdida por nosotros. Porque la tristeza que [se
ocasiona] según [la voluntad de] Dios, produce arre-
pentimiento para la salvación, [en cuanto á la cual]
no hai causa de mudar de parecer ; pero la tristeza
[que viene] del mundo produce la muerte.
1 1 Porque hé aquí [con respecto á] esto mismo, [á saber]
el que os contristasteis según [la voluntad de] Dios,
¡qué empeño produjo [la tristeza] en vosotros ! ¡ i aun
[qué cuidado en vuestra] defensa ! ¡ i aun qué indig-
nación ! ¡ i aun [qué] temor ! ¡ i aun [qué] ardiente
amor! 0 ¡i aun [qué] celo! ¡i aun [qué interes en]
hacer justicia ! En todo os habéis hecho recomen-
dables, [dando pnieba] que estáis puros en el ne-
gocio.
12 I por cierto, aunque os escribí, no [fué solo] con
motivo del que hizo la injusticia, ni del que la padeció,
* Amor , ó deseo mas véase ix. 14.
EN CORINTO, CARTA II., CAP. VIH. 361
sino con motivo de que fuese manifestado entre
vosotros, en presencia de Dios, vuestro empeño en
1 3 nuestro favor. Por esto hemos sido consolados en
consecuencia del consuelo [que hemos recibido] de
vosotros : pero mucho mas especialmente nos hemos
gozado en el gozo de Tito, porque su espíritu ha sido
14 tranquilizado por razón de todos vosotros. Porque
si me habia gloriado de algún [modo] en vosotros
[hablando] con él, no filé avergonzado ; pero así
como os dijimos á vosotros todo en verdad, así tam-
bién [lo que dijimos] gloriándonos delante de Tito,
15 fué [probado ser] verdad. I su entrañable [amor]
abunda mas hacia vosotros, acordándose [él] de la
obediencia de todos vosotros, [i] cómo lo recibisteis
16 con temor i temblor. Me gozo de que en todo estoi
confiado en vosotros.
VIII. 1 I hemos de daros á conocer, hermanos, la gracia
de Dios que se ha dado á las asambleas de Macedonia :
2 [á saber] que [estando] puestas á prueba por gran
tribulación, la abundancia de su gozo, i su profunda
pobreza promovieron abundantemente la riqueza de
3 su generosidad : porque doi testimonio de que
[dieron], de su propia voluntad, [lo que fué] según
4 [su] poder, i mas allá de [su] poder ; suplicándo-
nos con mucha exhortación [que recibiésemos ° sus]
gracias, i participásemos en suministrar[las] á loa
6 santos ; i, [de que] dieron, no según lo que habíamos
esperado, sino [según] su propio [deseo], primera-
mente al Señor, i á nosotros por la voluntad de Dios.
6 Así que exhortámos á Tito á que del mismo modo en
que habia empezado anteriormente, así cumpliese
también con vosotros esta gracia ademas de [las
7 otras]. I aun como abundáis en todo, en la fé, i en
la palabra, i en la ciencia, f i en todo empeño, i en
el amor que nos teneis, [deseo] que abundéis en esta
gracia también.
8 No hablo como [dando] mandato, mas para poner
á prueba, por medio del empeño de otros, la sin-
9 ceridad de vuestro amor también. Porque conocéis
la gracia de nuestro Señor Jesús Cristo : que por
causa de vosotros, siendo rico, vivió pobre, á fin
* Véase vera. 19. Algunos MSd. tienen que recibiésemos.
t 1 Cor. i. 5.
X 2
362 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
de que vosotros por medio de su pobreza os enrique-
cieseis.
10 I [os] doi mi opinión en esto ; porque esto es
ventajoso para vosotros, quienes empezasteis hace un
año no solamente á hacer[lo], sino también á querer
1 1 [hacerlo], ántes [de los de Macedonia], Ahora pues
cumplidlo también de hecho, para que asi como
[fuisteis] proutos á querer [hacerlo], asi [lo seáis] . á
cumplirlo] también, con arreglo á lo que teneis ;
12 Porque si alguien es pronto [á dar, es] aceptable, [si
da] según lo que tiene, no según lo que no tiene.
13 Porque no [deseo] que [tengan] alivio otros, i que
14 [tengáis] vosotros tribulación ; sino que, por igual-
dad, que en el tiempo presente, vuestra abundancia
supla su necesidad, para que [en otro tiempo] su
abundancia también supla vuestra necesidad ; para
15 que [haya] igualdad: según está, escrito : “ El que
“ [recojió] mucho, no tuvo mas, 0 i el que [recojió]
“ poco, no tuvo ménos."
1 6 I gracias á Dios que ha dado al corazón de Tito el
mismo empeño [que yo tengo] en vuestro favor.
17 Porque recibid, á la verdad, [mi] exhortación ; pero
ha tenido tanto empeño, que su venida á vosotros ha
sido de su propia voluntad.
18 I hemos enviado con él al hermano cuya alabanza
en [cuanto á] la buena nueva, [ha corrido] por todas
19 las asambleas : i no solo [esto], sino [el cual] ha
sido elegido también por las asambleas f para viajar
con nosotros J con estas gracias que hemos de ad-
ministrar ; para [promover] la gloria del Señor
20 mismo, i [para satisfacer] nuestra § prontitud en
evitar esto: que ninguno nos vituperase en [cnanto á]
estos [dones] abundantes que hemos de administrar;
21 i en ejercer previsión [para hacer] lo bueno, no solo
delante del Señor, sino también delante de ios hom-
bres.
22 I hemos enviado con ellos á nuestro hermano á
quien hemos probado en muchas [cosas i] muchas
veces lleno do empeño, pero ahora mucho mas así,
por la gran confianza que [tiene] en vosotros.
* Mas i ménos, & saber que d homer, medida de cosos secas. V dase
Ex. xri. 18. t A saber, do Macedonia : vers. 1.
t A saber, ñ. Jcrusalera : 1 Cor. xvi. 3. •
§ Algunos MSS tienen vuestra.
EN CORINTO, CARTA II., CAP. IX. 363
23 Si [he de decir algo] en favor de Tito, [es] partícipe
conmigo, i [mi] cooperador con respecto a vosotros ;
6 si [he de hablar de] nuestros [otros] hermanos, [son]
los enviados de las asambleas, [i] la gloria de Cristo.
24 Dad pues á ellos, i en presencia de las asambleas, la
muestra de vuestro amor, i del [motivo] que tenemos
para gloriarnos en vosotros.
IX. 1 Porque, en verdad, con respecto á ministrar [so-
corros] á los santos, es por demas para mí el escri-
2 biros. Porque conozco vuestra prontitud [para
hacerlo], de la cual me glorío en vosotros á los
Macedonios, [diciendo] que la Acaya se ha preparado
un año hace: i [la influencia] de vuestro celo ha
estimulado á los mas [de ellos].
3 Sin embargo, he enviado á los hermanos, para que
no quedemos privados, en esta parte, de aquello de que
nos gloriamos en vosotros ; para que, conforme. á lo
4 que dije, esteis preparados ; no sea que, si vinieren
conmigo Macedonios, i os hallaren sin preparación,
fuésemos avergonzados nosotros, (porno decir vosotros),
6 de esta nuestra confianza. 0 Por tanto he tenido por
necesario exhortar á los hermanos á que se adelanten
[á mí] hácia vosotros, i que, ántes [que venga], perfec-
cionasen pos dones de] vuestra generosidad, t anuncia-
dos ya de antemano, [á fin de] que esos esten prontos,
de tal manera como [siendo dones de] generosidad, t
i no como pos de] avaricia.
6 I esto [digo] : el que siembra escasamente, se-
gará también escasamente, i el que siembra gene-
7 rosamente, segará también generosamente. [Dé]
cada uno según se propone en [su] corazón : no con
tristeza, ni por necesidad ; porque Dios ama al que
da con alegría.
8 I Dios es poderoso para daros abundancia de toda
gracia, á fin de que, teniendo siempre todo lo sufi-
ciente en todas las cosas, abundéis en toda buena
9 obra : según está escrito :
“ Derramó, dio á los pobres ;
“ Su justicia J permanece para siempre.” §
10 I “ el que da simiente al sembrador, i pan para
* Alguno 8 MSS. añaden de gloriarnos.
t Generosidad, ó bendición.
{ Justicia significaba unas veces entre los Judíos beneficencia, como,
eegun algunos MSS.. en Mat. vi. 1 : rilase limosna. § Saino, exii. 9.
L
364
A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
“comer,” 0 [os] darílf [simiente], i multiplicará t
vuestra sementera, i hará crecer f los frutos de vues-
11 tra justicia :] enriqueciéndoos en todas cosas, para
[que uséis] toda generosidad, la cual ha de ocasionar
la acción de gracias á Dios por medio de nosotros.
12 Porque la suministración de este servicio, no solo ha
de satisfacer las necesidades de los santos, sino tam-
bién ha de dar [frutos] abuudantes, por medio de
[ocasionar] muchas ncciones de gracias á Dios :
13 [pues] por medio de la prueba [de vuestra fidelidad,
dada] por esta suministración, han de glorificar á
Dios en consecuencia de la sumisión que [señala]
vuestra confesión [de fé] en la buena nueva de
Cristo, i [en consecuencia de] la generosidad de
14 [vuestras] contribuciones para ellos i para todos : i
[ha de dar frutos abundantes] en las súplicas de
ellos en vuestro favor ; [pues] han de amaros ardien-
temente por causa de la preeminente gracia de Dios
[que está] en vosotros.
15 I [sean dadas] gracias á Dios en consecuencia de
su don inefable.
X. 1 I yo Pablo, os exhorto, por la mansedumbre i la
blandura de Cristo : [yo], el mismo que, en cuanto á
[mi] apariencia, por cierto, [soi] humilde [cuando
estoi] entre vosotros, pero que, ausente, ostoi confiado
2 para con vosotros : sin embargo, [os] suplico, [au-
sente,] á fin de que, estando presente, no [me vea
obligado] á usar tal confianza, con la cual pienso
que habré de atreverme con respecto á algunos que
3 piensan que nosotros vivimos según la carne. Por-
que [aunque] vivimos en la carne, no militamos
4 según la carne ; pues las armas de nuestra milicia
no [son] carnales, sino poderosas en Dios para derri-
5 bar fortalezas. Derribamos los pensamientos, i toda
altanería que se alza contra el conocimiento de Dios ;
i cautivamos todo intento á la obediencia de Cristo ;
6 i estamos prontos á vengar toda desobediencia [entre
vosotros], cuando vuestra obediencia fuere cumplida.
7 l Miráis lo qne respeta á [mi] apariencia 1 Si al-
guno tiene confianza en ser él mismo de Cristo, piense
también esto por sí mismo : que así como él [es] de
* Isa. lv. 10 : según la traducción griega de los LXX.
t Algunos MSS. tienen de 1 , multiplique, i haya crecer. J Véase ver. 9.
EN COKINTO, CARTA IL, CAP. XL 365
8 Cristo, así también nosotros [lo somos]. 0 I porque
aun si me gloriare algún tanto mas de nuestra autori-
dad, que nos ha dado el Señor, para edificar[os], i no
9 para derribaros, no estaría avergonzado. [Pero me
abstengo], para que no parezca como si [yo] fuese á
10 aterraros por medio de [mis] cartas ; porque [hai
quien] dice : “ Sus cartas, ciertamente, [son] graves i
“ fuertes ; pero [su] presencia corporal [es] débil,
11 “i [sus] palabras despreciables.” Piense el tal esto :
que cuales somos en [nuestras] palabras, por medio de
[nuestras] cartas, [cuando] ausentes, tales [seremos]
también en [nuestros] hechos [cuando] presentes.
12 Porque no nos atrevemos á contarnos á noso-
tros, ni á compararnos, con algunos de los que se
recomiendan á sí mismos ; pero nosotros vamos á
medimos por nosotros mismos, i á compararnos con
nosotros mismos, no con los sensatos.]
13 I nosotros no nos gloriaremos desmedidamente,
sino según la medida de la carrera asignada, que
Dios ha medido para nosotros, [carrera] de [tal]
14 medida que alcanza hasta vosotros también. Porque
no vamos á extendernos demasiado, [gloriándonos],
como si nuestra [medida] no os alcanzase á vosotros ;
porque ya hemos llegado hasta vosotros también
15 en [anunciar] la buena nueva de Cristo. No
vamos á gloriarnos desmedidamente, [haciéndolo]
en los trabajos de otros ; pero esperamos que, cre-
ciendo vuestra fé, [nuestra medida] ha de ser en-
grandecida abundantemente mas por] vosotros, según
16 nuestra carrera asignada, para anunciar la buena
nueva hasta en. las [partes] mas allá de vosotros,
sin gloriarnos en la carrera asignada á otro, [i] en
las cosas [ya] preparadas.
17 Pero “el que se gloría, gloríese en el Señor.” §
18 Porque no el que se recomienda á sí mismo, es apro-
bado, sino aquel á quien el Señor recomienda.
XI. 1 Quisiera que me sufrieseis un poco en [mi] nece-
2 dad ; sí, sufrid que yo [me gloríe] también. Por-
que estoi celoso de vosotros con celo de Dios : por-
que os desposé con un [solo] esposo, [á saber] con
* Algunos MSS. tienen de Cristo.
t O, pero ellos, midiéndose por sí mismos, i comparándose consigo
mismos, son unos insensatos.
J Por ó entre.
§ Jer. ix. 24.
366 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
Cristo, para presentaras á él, como] una virgen
3 pura. Pero temo que, como la serpiente engañó á Eva
con su astucia, así sean corrumpidos vuestros senti-
dos, [i se desvien] de la sencilla [fidelidad] que
[tuvisteis] hácia Cristo.
4 Porque si, en verdad, el que viene [á vosotros],
hubiese de proclamar á otro Jesús, á quien no había-
mos proclamado, 6 hubieseis de recibir otro Espíritu,
que no habíais recibido [de nosotros], ú otra buena
nueva, que no habíais abrazado, [sin embargo fuera]
6 bien que [nos] 0 sufrieseis [gloriarnos]. Porque pienso
que no soi en nada inferior á tales] mui superiores
6 enviados : i aunque [soi] indocto en [mis] palabras,
sin embargo no [lo soi] en [mi] ciencia : pero do
todos modos ha sido manifestada nuestra [ciencia]
en todas las cosas, con respecto á vosotros.
7 ¿He cometido un pecado, humillándome para que
fueseis exaltados vosotros ; porque os he anunciado gra-
8 tuitamente la buena nueva de Dios ? He despojado
otras asambleas, habiendo recibido [de ellas] paga
para vuestro servicio. I cuando estuve con vosotros,
9 i fui necesitado, no fu! gravoso á nadie ; pues mi
necesidad satisfacieran los hermanos, cuando vinieron
de Macedonia ; i en todo me guardé [de ser]os á
10 carga, i [me] guardaré [todavía]. La verdad de Cristo
está en mí, que no será enmudecida en mí esta glori-
11 ficacion, en [cuanto á] las regiones de Acaya. ¿ Por
qué ? ¿ [Será] porque no os amo ? Dios [lo] sabe.
12 Pero lo que estoi haciendo, [lo] haré también, á fin do
cortar la ocasión [de hablar contra mí] á aquellos
que la desean, á fin de que en aquello de que se
glorían, sean hallados semejantes á nosotros.
13 Porque los tales [son] falsos enviados, operarios
14 dolosos, transformándose en enviados de Cristo. Ino
[es] maravilloso, pues Batanas mismo se transforma
15 en mensagero de luz. Así pues no [es] mucho, si sus
ministros también se transforman como [si fuesen] mi-
nistros de lo justo : cuyo fin será conforme á sus obras.
16 Otra vez digo : ninguno piense que soi necio ; pero
de otra manera, recibidme aunque [sea] como tal, para
que yo, como también [los otros], me gloríe un poco.
17 Lo que voi á decir, no lo digo según [la voluntad
del] Señor, sino como neciamente, en esta confianza
* [l\’ 0 í], ó [lo], t Tales ó los.
EN CORINTO, CARTA II., CAP. XI. 367
18 de gloriar[me]. Puesto que muchos se glorían según
[la voluntad de] la carne, yo también me gloriaré [así].
19 Porque con gusto sufrís á los necios [que se gloríen],
20 siendo [como sois] prudentes ; porque si alguno os
reduce á servidumbre, si alguno [os] devora, si alguno
[os] coje [por maña], si alguno se alza, si alguno os
21 hiere en la faz, sufrís [que se gloríe]. Digo [esto] en
cuanto á [mi] deshonra, á saber, que fuimos débiles
nosotros ; pero en cualquiera cosa que se atreva al-
guno [á gloriarse], (digo[lo] neciamente), [en aquella]
22 voi á atreverme [áhacerlo] yo también. ¿Son Hebreos?
yo también [lo soi] ; ¿ son Israelitas ? yo también [lo
soi] : ¿ son de la posteridad de Abraham ? yo tam-
23 bien [lo soi] ; ¿ son ministros de Cristo ? (hablo
[como un hombre] fuera de sí), yo [lo soi] mas [que
ellos] : mas en trabajos, superior en azotes, mas en
24 cárceles, muchas veces en [peligros de] muerte. He
recibido de los Judíos cinco veces cuarenta [azotes]
25 ménos uno ; tres veces fui azotado con varas, 0 una
vez fui apedreado, tres veces naufragué, una noche i
26 un dia pasé en alta mar. [He estado] en viajes
muchas veces, en peligros de ríos, en peligros de
ladrones, en peligros [procedentes] de [los de mi]
nación, en peligros [procedentes] de los Gentiles, en
peligros en la ciudad, en peligros en el despoblado,
en peligros en la mar, en peligros entre falsos her-
27 manos ; en trabajo i fatiga, en vigilias muchas
veces, en hambre i sed, en ayunos muchas veces, en
28 frió i desnudez : sin las cosas ademas, la muche-
dumbre que se agolpa sobre mí diariamente, [i mi]
29 afan con respecto á todas las asambleas. ¿ Quién es
débil i [yo] no soi débil [con él] ? ¿ Quién halla
ocasión de tropiezo, i yo no me abraso ?
■30 Si es necesario gloriarme, me gloriaré en las cosas
[propias] de mi debilidad.
31 El Dios i Padre de nuestro Señor Jesús Cristo, el
que es bendito por los siglos, sabe que no miento.
32 [Estando yo] en Damasco, el gobernador de la
gente] [bajo] el rei Aretas, guardaba con soldados
la ciudad de los Damascenos, queriendo prenderme,
33 i por una ventana fui descolgado en una canasta por
la muralla, i escapé de sus manos.
* A saber, por los Romanos.
t Gobernador de la gente en griego, etnarea ; véase Hecb. ix, 23.
3C8 A LA ASAMBLEA QUE ESTABA
Xtl. 1 No es ventajoso para mí verdaderamente el
gloriarme. Procederé pues á [hablar de] visiones
2 i de revelaciones [dadas] por el Señor. Sé [con res-
pecto á] un hombre en Cristo, que el tal, catorce
años ha, (si en el cuerpo, no [lo] sé, si fuera del
cuerpo, no [lo] sé, Dios [lo] sabe,) fué arrebatado
3 hasta el-tercer cielo ; i sé [con respecto al] tal hom-
bre, (si en el cuerpo, si fuera del cuerpo, no [lo] 6é,
4 Dios [lo] sabe), que fué arrebatado al paraíso, i oyó
cosas inefables, que no es lícito á un hombre proferir.
5 Del tal me gloriaré ; pero de mí mismo no me gloriaré,
excepto en mis debilidades.
0 Porque si quisiese gloriarme [do mí mismo], no
seria necio ; porque diría la verdad : pero me abs-
tengo [de hacerlo], no sea que alguno piense de mí
mas que lo que vé que soi, ó lo que me oye [decir].
7 I para que no me exaltase demasiado, por la pre-
eminente [grandeza] de las revelaciones, me fué dada
una espina en [mi] carne, un mensagero de Satanas,
para abofetearme, para que no fuese exaltado de-
8 masiado ; respecto al cual rogué tres veces al Señor,
9 que [el mensagero] se apartase de mí ; i me dijo
[aquel] : “ Mi gracia te basta para tí ; porque mi
“ poder se consuma en la debilidad.” Con mucho
gusto pues, me gloriaré mas bien en mis debilidades,
10 á fin de que el poder de Cristo habite en mi. Por
tanto me complazco en debilidades, en ultrajes, en
necesidades, en persecuciones, [i] en angustias por
[amor] de Cristo : porque cuando soi débil, entónces
soi poderoso.
11 Me he hecho necio ; 0 vosotros me habéis obligado
[á ello] ; porque vosotros debíais haberme enco-
mendado ; } porque en nada fui inferior á tales mui
superiores enviados, aunque no soi nada.
12 Obré entre vosotros las señales por cierto de un
enviado, en [cuanto á] toda paciente perseverancia,
en [cuanto é] portentos, i prodigios, i milagros.
1 3 Porque ¿ qué cosa hai en que fuisteis ménos [favore-
cidos] que las demas asambleas, excepto en que no
os fui yo mismo gravoso á vosotros f perdonadme
graciosamente esta injusticia.
14 Hé aquí esta} [es] la tercera vez, que estoi pronto
* Algunos MSS. añaden gloriándome. f O recomendado .
t Algunos MSS. no tienen esta.
EN COKINTO, CARTA II., CAP. XIII. 369
para ir á vosotros, i no os seré gravoso ; porque no
busco vuestros [bienes], sino á vosotros. Porque los
hijos no deben atesorar para los padres, sino los
15 padres para los hijos. Pero yo, con mucho gusto,
consumiré [lo mió] en gastos á. favor de vuestras
almas, i me consumiré á mí mismo ; aunque [mien-
tras] mas os amo, ménos me amais [vosotros].
16 Pero [supuesto que] sea [dicho], que yo no os fui
á carga, sino que, siendo astuto, os cojí por dolo.
17 ¿ Os defraudé por medio de alguno de los que os
18 envié ? Exhorté á Tito [que fuese á vosotros], i con
[él] envié al hermano : ¿ os defraudó Tito en algo ?
¿No procedimos en el mismo espíritu ? ¿ no en las
mismas huellas ?
19 ¿ Pensáis otra vez, que estamos defendiéndonos
ante vosotros ? Hablamos en [virtud de] Cristo en
presencia de Dios, i todo, amados [míos], á favor de
20 vuestra edificación. Porque temo que, habiendo
llegado, no os halle tales como quiero ; i que vosotros
me halléis tal como no queréis; que [haya entre
vosotros] contiendas, envidias, furores, enredos, in-
famaciones, chismes, envanecimientos [i] tumultos ;
21 que habiendo llegado [esta] otra vez, mi Dios me
hnmille entre vosotros, i que esté pesaroso por muchos
de los que habían pecado antes de [mi visita última]
i que no hubieren arrepentido de la inmundicia i la
fornicación, i la deshonestidad que habian cometido.
XIII. 1 Esta [es] la tercera vez que voi á vosotros.
** Por la boca de dos, i de tres, testigos consta] íl
2 “ toda palabra.” 0 [Lo] dije anteriormente, i lo que
[dije] cuando fui presente por segunda vez, ahora}
también, [mientras] estoi ausente, digo de antemano
á los que habian pecado ántes de [mi visita última]
i á todos los demas : “ Si llegare de nuevo, no [los]-
3 “ perdonaré ; ” puesto que buscáis una prueba de que
habla por mí Cristo, el cual, con respecto á vosotros,
no se [muestra] débil, sino [obra] poderosamente }
4 entre vosotros : porque, aunque fué crucificado en
consecuencia de [su] debilidad, sin embargo vive en
consecuencia del poder de Dios ; i aunque nosotros
hemos de estar débiles en [semejanza de] él, sin em-
* Véase Deut. xix. 15. t Algunos MSS. añaden escribo.
t Poderosamente, ó milagros.
370 A LA ASAMBLEA DE COR1NTO, II., XIII.
bargo, viviremos con él en consecuencia del poder de
Dios, [que ejerceremos] con respecto á vosotros.
5 Probaos á vosotros [para ver] si estáis en la fé ;
poneos á prueba á vosotros. ¿ No sabéis [en cuanto
á] vosotros, que Jesús Cristo está en vosotros, á no
sea que esteis reprobados ?
6 I espero que sepáis que nosotros no estamos repro-
bados.
7 I ruego á Dios que no hagais ningún mal ; no
que parezcamos aprobados nosotros, sino que vo-
sotros hagais el bien, aunque nosotros quedemos
8 como [si fuésemos] reprobados. Porque no tenemos
ningún poder contra la verdad, sino á favor de la ver-
9 dad. Porque nos gozamos cuando nosotros hemos
de mostrarnos débiles, i vosotros estáis fuertes.
I pedimos también esto, que os perfeccionéis.
10 Por esto escribo estas cosas estando ausente, á fin
de que, presente, no tenga que proceder con severi-
dad, según la autoridad que me ha dado el Señor,
para edificar[os], i no para derribar[os].
11 Por lo demas, hermanos, gozaos, perfeccionaos, ex-
hortaos 0 [unos á otros], sed [como] uno mismo en
vuestros pensamientos, guardad la paz, i el Dios del
amor i de la paz estará, con vosotros.
12 Saludaos unos á otros con úsculo santo.
Todos los santos os saludan.
13 La gracia de [nuestro] Señor Jesús Cristo, i el amor
de Dios, i la participación del Espíritu Santo, [sean]
con todos vosotros.!
* Exhortaos, 6 consolaos.
t Algunos MSS. añuden Asi sea, 6 Amen.
CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á LAS ASAMBLEAS DE LA G ALACIA.
I. 1 Pablo, enviado, no de [parte de] los hombres, ni
por medio de [algún] hombre, sino por Jesús Cristo,
i [por] Dios, el Padre, que lo resucitó de entre los
2 muertos ; i todos los hermanos que conmigo [es-
tan] :
A LAS ASAMBLEAS DE LA GaLACIA.
3 La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
4 de Dios, el Padre, i de nuestro Señor Jesús Cristo, el
cual se dio á sí mismo por nuestros pecados, para
librarnos de entre [los d]el presente mal siglo, según
5 la voluntad de nuestro Dios i Padre ; á quien [sea]
la gloria por los siglos de los siglos. Así sea.
6 Me maravillo de que tan pronto os paséis de aquel
que os llamó por la gracia de Cristo, á distinta buena
7 nueva ; la cual no es otra [buena nueva] ; sino que
hai algunos que os turban, i quieren pervertir la
8 buena nueva de Cristo. Mas aun si nosotros ó un
mensagero del cielo, os anunciase buena nueva con-
9 tra ° la que os anunciámos, sea anatema.! Lo que
[ya] he dicho ántes, [lo] digo también ahora otra
vez : si alguno os anunciase buena nueva contra ° la
que recibisteis, sea anatema. t
10 Porque ahora, ¿ [os] persuado yo [á que tuvieseis fé
en] los hombres, 6 [en] Dios ? ó ¿ procuro agradar á
los hombres ? Porque si todavía agradase á los hom-
bres, no seria siervo de Cristo.
1 1 Mas os doi á conocer, hermanos, que la buena
nueva que fué anunciada por mí, no es según el
12 hombre. Porque yo ni la recibí de [algún] hombre,
ni me la enseñó [algún hombre], sino la revelación
de Jesús Cristo.
13 Porque habéis oido de mi conducta, en otro tiempo,
en el judaismo; que yo perseguía sobre manera la
14 asamblea de Dios, i la hostigaba. I progresaba en
* Contra, 6 en lugar de. t Anatema, 6 maldito.
372 A LAS ASAMBLEAS
el judaismo mas que muchos de mi misma edad en
mi nación, siendo mas especialmente celoso de los
preceptos de mis padres.
15 Pero cuando Dios, que me designó desde el vientre
de mi madre, i [me] llamó por medio de su gracia,
16 se complació en revelar á su Hijo en mi, á fin do
que [yo] lo anunciase, como huena nueva, entre los
Gentiles, desde luego no consulté con carne i san-
17 gre ; ° ni subí á Jerusalem, á [ver] á aquellos que
[eran] enviados antes que yo ; pero me fui á la Arabia,
18 i otra vez me volví á Damasco. Después, á los tres
años, subí á Jerusalem, para visitar á Céfas,} i per-
19 manecí con él quince dias ; pero no vi á otro [nin-
guno] de los enviados, sino á Jacobo el hermano del
20 Señor. (I [en] lo que os estoi escribiendo, bé aquí,
21 en presencia de Dios, no miento.) Después, fui á las
22 regiones de la Siria, i de la Cilicia ; i no era cono-
cida mi persona de [los que, en] las asambleas de
23 Judea [estaban] en Cristo ; pero solamente oian
[decir] : “ El que en otros tiempos nos perseguía,
“ ahora anuncia la buena nueva de la té que entonces
24 “ hostigaba." I glorificaban á Dios en mí.
II. 1 Después, á los catorce años, subí otra vez á Jeru-
salem, con Bernabé, i tomé con[migo] á Tito tam-
2 bien. I subí según revelación, i expliqué á los [de
allí] la buena nueva que proclamo entre los Gentiles ;
pero [lo hice] aparte á los de reputación, no sea que
la carrera que seguia, ó la que liabia seguido, quedase
3 en vano. Mas ni aun Tito, que [estaba] conmigo,
aunque Gentil, filé obligado á circuncidarse.
4 I [hice esto] por causa de los falsos hermanos, in-
troducidos furtivamente, que habían entrado de este
modo para espiar la libertad que tenemos en Cristo
5 Jesús, á fin de reducirnos á servidumbre ; á quienes,
ni aun por una hora, nos rendímos por sumisión ;
para que la verdad de la buena nueva permaneciese
entre vosotros.
6 Pero de aquellos que tenían la reputación de ser
algo ; (cuáles habían sido en otro tiempo, no me im-
porta nada ; Dios no hace acepción de [ninguna]
persona ;) [de aquellos no aprendí nada] : porque los
que eran de reputación no tuvieron nada adicional
* Carne i sanfjrc, á saber, el hombre.
1 Algunos MSS. tienen Pedro, la forma griega del mismo nombre.
DE LA G ALACIA, CAP. II. 373
7 que explicarme® á mí ; mas, al contrario, habiendo
visto [ellos] que se me liabia confiado el [anunciar]
la buena nueva á los incircuncisos, como á Pedro [el
8 anunciarla] á los circuncisos ; (porque el que habia
obrado f en Pedro, [repartiéndole dones]} para el
oficio de enviado á los circuncisos, habia obrado] en
mí también, [repartiéndome dones]] para [el de en-
9 viado] á los Gentiles) ; i habiendo conocido Jacobo,
i Céfas,§ i Juan, los cuales estaban reputados por
columnas, la gracia que se me habia dado, [nos]
dieron á mí i á Bernabé [la mano] derecha [en señal]
de participación, á fin de que [fuésemos] nosotros á los
10 Gentiles,! ellos á los circuncisos: [deseando] solamente
que nos acordásemos de [sus] pobres, || lo cual me he em-
peñado}] también, [por] esta misma [causa], en hacer.
1 1 Pero cuando Céfas® ® llegó á Antioquía le resistí cara
1 2 á cara, porque era reprehensible. Porque ántes que
llegasen algunos de [parte de] Jacobo, comía [Pedro]
con los Gentiles ; pero cuando [eHos] llegaron, se
hacía atras, i se separaba [de los Gentiles] temiendo
13 á los circuncisos. I los demas [hermanos que eran]
Judíos, se condujeron hipócritamente también, lo
mismo que él, de modo que aun Bernabé se dejó
14 llevar con [ellos] en su hipocresía. Pero cuando [yo]
vi que no andaban derechos con respecto á la verdad
de la buena nueva, dije á Céfas °® delante de todos :
“ Si tú, aunque Judío, vives como los Gentiles, i no
“ como los Judíos, ¿ por qué obligas á los Gentiles á
15 “judaizar? Nosotros [que somos] de naturaleza
“ Judíos, i no pecadores tt de entre los Gentiles,
16 “ sabiendo que el hombre no es declarado justo por
“ medio de las obras de la lei, sino por medio de la
“ fé en Jesús Cristo, nosotros también [como ellos]
‘i tuvimos fé en Cristo Jesús, para ser declarados
“justos por medio de la fé en Cristo, i no por las
“ obras de la lei, porque por medio de las obras de
“ la lei, 1 no será declarada justa ninguna carne.’} }
17 “ Pero si aun nosotros que procuramos ser declarados
* Explicarme, Téase vera. 2. t Habia obrado, ó obró.
t Véase 1 Cor. xii. 10, 11 ; Col. i. 29.
§ Céfas, á saber, Pedro.
| [Smx] pobres, 6. saber, los pobres hermanos de entre los J udíos.
% O me empeñé. * * Algunos MSS. tienen Pedro.
f f Véase Mat. xx. 18, 19; xxvi. 45 ; Lucas xix. 7.
j i Véase Salm. cxliii. 2 ; Rom. iii. 20.
374 A LAS ASAMBLEAS
“ justos en [virtud de] Cristo, hemos sido convictos
“ de [ser] pecadores, ¿ [es] Cristo, [como seria] en tal
18 “ caso, ministro del pecado ? No se [diga tal], Por-
“ que si he de volver á edificar las [obras de la lei]
19 “ que derribé, me declaro transgresor. Porque yo he
“ muerto á la lei por medio de la lei, á fin de vivir
20 “ para Dios. He sido crucificado con Cristo ; i ya
“ no vivo yo, sino vive en mí Cristo. I la [vida]
“ que ahora vivo en la carne, [la] vivo teniendo fé
“ en el Hijo de Dios, que me amé, i se entregó á sí
“ mismo por mí.
21 “No lie de desechar la gracia de Dios ; porque si
“ Injusticia 0 [viene] por medio de la lei, en tal caso
“ Cristo ha muerto en balde.”
III. 1 O necios Gálatas, ¿ quién os ha fascinado,! á
los cuales, [i] ante [cuyos] ojos, la Escritura babia
señalado de antemano á Jesús Cristo, [como] cruci-
2 ficado por [amor de] vosotros De esto solo quiero
ser informado por vosotros : ¿ recibisteis el Espíritu
por medio de las obras de la lei, 6 por medio de
3 la obediencia de la fé ? ¿ Tan necios sois ? j Ha-
biendo empezado con el Espíritu, ahora habéis de
4 finalizar con la carne ? ¿ Tanto habéis padecido
en vano ? ya que [en tal caso, esto es] en vano tam-
6 bien. Aquel pues que os daba el Espíritu, i obraba
en vosotros el poder [de hacer] milagros, ¿ [lo hacía]
por medio de las obras de la lei, ó por medio de la
6 obediencia de la fé i Como “ Abraham tuvo fé en
Dios, i se le puso en cuenta, para [ponérsele en
cuenta] la justicia.” §
7 Sabed pues que los que tienen fé, esos son hijos de
8 Abraham. I la Escritura, contemplando de ante-
mano, que Dios declarada justos á los Gentiles por
medio de la fé, anunció de antemano la buena nueva
ó, Abraham, [diciendo] : “ En tí serán benditas todas
9 “ las naciones.” || Así pues los que tienen fé, son
benditos con Abraham que la tuvo.
10 Porque todos los que se apoyan en^f las obras de
* Justicia, á saber rectitud perfecta.
t AJgunos MSS. añaden para no obedecer á la verdad.
t O, entre vosotros : pero algunos buenos MSS. no tienen las
palabras. § Véase Gen. xv. 6 ; Rom. ir. 3.
|| Las naciones ; en griego, lo mismo que los Gentiles. Véase
Gen. xü. 3. 1] Se apoyan en ; en griego, son de.
DE LA G ALACIA, CAP. III. 375
la lei, están bajo la maldición ; porque está escrito :
“ Maldito [es] todo el que no permanece en todas las
“ cosas que están escritas en el libro de la lei, para
practicarlas." °
11 I por [esto] es manifiesto que en [virtud de] la lei
nadie [puede] ser declarado justo para con Dios, á
12 saber : “ El justo vivirá por medio de la fé.”f Pero
la lei no es “ por medio de la fé,” sino : “ El % que
“ practicare las cosas” [de la lei], “ vivirá en [virtud
“ de] ellas.” §
13 Cristo nos ha rescatado de la maldición de la lei,
por haberse hecho [objeto de] maldición por [| noso-
tros ; (porque está escrito : “ Maldito [es] todo el
14 “que es colgado en un madero ;)”^[ para que la
bendición de Abraham llegase á los Gentiles en [vir-
tud de] Cristo Jesús, á fin de que recibiésemos la
promesa del Espíritu por medio de la fé.
15 Hermanos, hablo según el hombre : nadie [puede]
desechar, ni sujetar á otros términos, un pacto, aun
16 [sea] de hombre, que ya ha validado. Mas Abra-
ham. i su posteridad 0 ° [fueron aquellos] á quienes
[Dios] hizo [sus] promesas : no dijo : “ I á las [lineas
“ de] tu posteridad,” 0 ° como [si hablase] de muchas,
sino como de una [sola]: “ I á tu posteridad la
17 cual es Cristo. I digo esto : que la lei que filé [vali-
dada] cuatrocientos i treinta años después del pacto
que Dios habia validado ántes, tocante á Cristo, no
[puede] invalidarlo, para poner fin á la promesa.
18 Porque si la herencia [hubo de ser poseída] por medio
de la lei, ya no [lo fué] por medio de la promesa.
Pero Dios [la] habia dado graciosamente á Abraham
por medio de la promesa.
19 l Por qué pues [fué dada] la lei ? Se añadió por
causa de las transgresiones, hasta que viniese “ la
“ posteridad ” á la cual se habia hecho la promesa ;
[i la lei] fué mandada por medio de los mensa-
20 geros [celestiales, i] por mano de un mediador. 1
un mediador no [lo] es de uno [solo] ; pero [la
promesa de] Dios es [la de] uno [solo].f f
* Deut. xxvii. 26. t Hab. ií. 4 ; Rom. i. 17.
t Algunos MSS. tienen el hombre. § Lev. xviii. 5.
|| Por, ó en lugar de. H Deut. xxi. 23.
* * Posteridad : en griego, simiente i simientes. Gen. xvii. 7 ; xxii. 18.
1 1 Por tanto, 'no puede invalidarla el hombre : vers. 17.
376 A LAS ASAMBLEAS
21 i [Es] pues la lei contra las promesas de Dios ? No
se [diga tal]. Porque si se hubiese dado una lei
capaz de dar vida á [los muertos], la justicia liahria
22 sido realmente por medio de la lei. Pero la Escri-
tura ha encerrado á. todos bajo el pecado, á. fin de
que por medio de lo. fé eu Jesús Cristo, lo. promesa
23 fuese dada á los que tienen la fé. Mas ántes que
viniese la fé, estábamos guardados bajo la custodia
de la lei, encerrados, hasta [el tiempo de] la fé que
24 había de ser revelada. De modo que la lei fué nues-
tro ayo, 0 hasta [el tiempo de] Cristo, á fin de que
25 fuésemos declarados justos por medio de la fé. Pero,
habiendo venido la fé, no estamos ya bajo el ayo.°
26 Porque todos sois hijos de Dios por medio de la fé en
27 Cristo Jesús ; porque todos [vosotros] los que habéis
recibido la inmersión para [profesar] Cristo, os habéis
28 revestido de Cristo. No hai en [él] Judío ni Gentil ;
no hai en [él] siervo ni libre ; no hai en [él] hombre
ni mujer; porque todos vosotros sois lino en Cristo
29 Jesús ; i si sois de Cristo, en tal caso sois la posteri-
dad de Abraham, i herederos según la promesa^
IV. 1 I digo que mientras el heredero es pequenuelo,
en nada se diferencia de un siervo, aunque es dueño
2 de todo, sino que [está] bajo mayordomos i adminis-
tradores hasta el [tiempo] señalado anteriormente por
3 [su] padre. Del mismo modo nosotros también, cuando
eramos pequeñuelos, estábamos en servidumbre bajo
4 los rudimentos del mundo. Pero cuando hubo llegado
la plenitud del tiempo, Dios envié á su Hijo, nacido
6 de una mujer, i bajo la lei, para rescatar á [nosotros]
que [estábamos] bajo la lei, á fin de que recibiésemos
6 la adopción [de Dios]. I porque sois [sus] hijos, Dios
ha enviado al Espíritu de su Hijo á nuestros] cora-
7 zones, clamando : •' ¡ Abba,] Padre !” De modo que
ya no eres siervo, sino hijo ; i si hijo, heredero tam-
bién de Dios, por medio de Cristo.
8 Pero [vosotros Gentiles], en aquel tiempo, por
cierto, cuando no conocíais á Dios, erais siervos de
9 los que, por [su] naturaleza, no son dioses : pero
ahora, cuando habéis conocido á Dios, ó mas bien
* Apo, en griego pedagogo, siervo ú otro que enseñaba á los niños
menoros, i conducía á los otros ü las escuelas : 1 Cor. iv. 15.
t Nuestros. algunoB MSS. tienen vuestros.
t Abba, palabra caldea que significa padre.
DE LA G ALACIA, CAP. IV. 377
habéis sido reconocidos ° por Dios, ¿ cómo os volvéis
otra vez á aquellos débiles i pobres rudimentos, de
los cuales queréis ser siervos de nuevo, [como] desde
[vuestro] origen ?
10 ¿ Observáis los dias, i los meses, i los tiempos, i los
11 años ?f Temo [con respecto á] vosotros, que [yo]
haya trabajado en vano pitra vosotros.
12 Llegad á ser como yo, os suplico, hermanos, por-
que yo también [he llegado á ser] como vosotros]
[habéis de ser].
13 En nada me hicisteis daño ; mas sabéis que aun-
que por causa de la enfermedad de [mi] carne os
14 anuncié la buena nueva [la vez] anterior, no des-
preciasteis ni tratasteis con desden, la aflicción de
mi carne que me ponia á prueba, sino que me reci-
bisteis como á un mensagero de Dios, como á Cristo
Jesús.
15 ¿En qué, pues, consistía vuestra felicidad ?§ Por-
que doi testimonio en vuestro favor, que si [hubiera
sido] posible, os habríais sacado los ojos, i me [los]
10 habríais dado. Asi que ¿he llegado á ser vuestro
enemigo, por deciros la verdad ?
17 [Hai algunos que] no tienen buen celo por voso-
tros, sino que quieren excluiros [de nosotros], para
18 que tengáis celo por ellos. Pero bueno [es] que
tengáis celo por el bien siempre, i no solo cuando
19 estoi presente entre vosotros, hijos mios, por quienes
tengo de nuevo dolores [como los] de parto, hasta
20 que Cristo sea formado en vosotros. I quisiera estar
presente con vosotros ahora, i mudar de tono, porque
estoi perplejo con respecto á vosotros.
21 Decidme vosotros que queréis estar bajo la lei ¿ no
22 [debierais] escuchar [lo que dice] la lei 1 Porque está
escrito que Abraham tuvo dos hijos : uno de la
23 sierva, i otro de la libre : pero el de la sierva había
sido engendrado según la carne, || mas el de la libre,
24 al contrario, por medio de la promesa. Cuyas cosas
* Reconocidos, víase Rom. vii. 15 ; 1 Cor. viii. 3.
f A saber, Begun la lei. Véase Col. ii. 16.
j A saber, tal vez, vosotros Gentiles; ó, [ero] como [sois] vosotros :
(i saber, lleno de celo por la lei.
§ Véase Rom, iv. 6. F Véase Juan L 13.
V
378 A LAS ASAMBLEAS
tienen sentido alegórico ; ° porque estas [mujeres]
representan f dos pactos ; el uno, [que vino] del
monte Sinai, pare [hijos] para servidumbre ; el cual
25 se [representa por] J. Hagar ; (porque lo [significado
por] Hagar, es el monte Sinai [que está] en la
Arabia ;) § i correspondió [ella] á la Jerusalem de
ahora ; porque está en servidumbre juntamente con
26 sus hijos. Mas, al contrario, la Jerusalem [que es]
de arriba, es libre ; la cual es la madre de |[ nosotros.
27 l’orque está escrito :
“ Regocíjate, estéril, tú que no has parido ;
“ Frorumpe [en gritos] i clama, tú que no has
“ tenido dolores de parto ;
“ Porque muchos mas [son] los hijos de la aban-
“ donada,
“ Que [los] de aquella que posee el marido.”
28 Nosotros, pues, hermanos, somos, según [fué] Isaac,
29 hijos de la promesa. Mas así como entónces el que
habia sido engendrado según la carne, perseguía al
que [lo habia sido] según el Espíritu, así [es] ahora
30 también. Pero ¿ qué dice la Escritura t
“ Echa fuera á la sierva i á su hijo, porque el hijo
“ de la sierva no heredará con el hijo de la libre.”ff
31 Por tanto, hermanos, no somos hijos de la sierva,
sino de la libre.
V. 1 Estad pues firmes en la libertad que nos dió Cristo ;
i no os dejeis ser colocados de nuevo bajo el yugo de
la servidumbre.
2 Hé aquí que yo Pablo os digo, que si reci-
biereis la circuncisión, Cristo no os aprovechará de
3 nada. I doi testimonio de nuevo á todo hombre que
recibe circuncisión, que está obligado á cumplir toda
4 la lei. Habéis quedado disociados de Cristo, los que
[procuráis] ser declarados justos por la lei ; habéis
5 decaído de la gracia. Porque nosotros, en [virtud
d]el Espíritu, [i] por medio de la fé, aguardamos la
6 esperanza 0 ° [propia] de la justicia. Porque, en
* Alegórico, á saber, otro que el literal.
f Representan, ó, son.
j Se [ representa por ] ; en griego, es.
§ Arabia, la patria de los descendientes de Hagar.
[] Algunos MSS. añaden todos. Tí Isa. liv. 1.
** Esperanza, tx saber, lo esperado. Véase Rom. viii. 19, 20,
25 ; 1 Cor. i. 7 ; Fil. iii. 20 ; Heb. ix. 28. tt Gen. xxi. 10.
DE LA GALACIA, CAP. V. 379
Cristo Jesús, ni vale nada el [ser] circunciso, ni el
[ser] incircunciso, sino la fé, que obra en [nosotros]
por medio del amor.
7 Vosotros seguíais bien vuestra carrera ; ¿ quién os
indujo á acortarla, i] no obedecer á la persuasión de
8 la verdad ? [Vuestra] persuasión no [proviene] del
9 que os llamó. Un poco de levadura hace fermentar
10 toda la masa. Yo tengo confiada persuasión con
respecto á vosotros, en [virtud d]el Señor, que en
nada pensareis de otro modo [que yo] : pero el que os
perturba, cualquiera que sea, habrá de llevar [su]
condenación.
11 I yo, hermanos, si aun he de proclamar la circun-
cisión, ¿ por qué he de padecer aun persecución ? En
tal caso se habrá puesto fin á la ocasión de tropiezo
12 que [hai] en la cruz. Quisiera que los que os amo-
tinan cortasen también sus relaciones con [vosotros].
13 Porque vosotros, hermanos, fuisteis llamados á
[gozar de] la libertad ; solamente no la [uséis] como
ocasión [para servir] á la carne ; sino haceos siervos
unos de otros por medio de [la servidumbre dlel
14 amor. Porque toda la lei se cumple en [el cumpli-
miento de] una [sola] palabra, á saber : “ Amaras
15 “ á tu prójimo como á tí mismo.” 0 Pero si os mor-
déis i devoráis unos á otros, guardaos de ser con-
sumidos unos por otros.
16 I digo : proceded según el Espíritu, i no satisfagáis
17 el deseo de la carne : porque el deseo de la carne
es contra [el d]el Espíritu, i [el d]el Espíritu [es] con-
tra [el de] la carne, i estas cosas se oponen la una
á la otra, [procurando la carne]! que no hagais todo
18 lo que queráis [hacer], Pero si sois llevados por el
Espíritu, no estáis bajo la lei.
19 I son manifiestas las obrasde la carne ; tales son : í
20 fornicación, inmundicia, deshonestidad, idolatría, •
hechicería, enemistades, contiendas, celos, furores,
21 enredos, disensiones, [divisiones] sectarias, envidias,
homicidios, embriagueces, comilonas, i las cosas seme-
jantes á estas ; [respecto de] las cuales os predigo,
como [os] he predicho también [ya], que los que
hacen tales cosas no heredaran el reino de Dios.
22 Pero los frutos del Espíritu son : amor, gozo,
* Lev. xix. 18 ; Rom. xiii. 9. t Rom. iii. 21.
♦ Algunos MSS. añaden adulterio.
380 A LAS ASAMBLEAS
paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, 0
23 mansedumbre, dominio de sí mismo. No lrai lei
contra [los que hagan] tales cosas.
24 I los [que son] de Cristo, han crucificado la carne
25 con sus pasiones i sus deseos. Si vivimos por el
Espíritu, procedamos también según el Espíritu.
26 No seamos vanagloriosos, provocándonos unos á
otros, [i] envidiándonos recíprocamente.
VI. 1 Hermanos, aun si [algún] hombre fuere indu-
cido por sorpresa en alguna culpa, vosotros [que
sois] espirituales! corregidlo en espíritu de manse-
dumbre ; mirándote á tí mismo, [tú que lo haces],
no sea que tú también llegues á ser tentado.
2 Sobrellevad las cargas pesadas unos de otros, i de
3 esta manera cumplid la lei de Cristo. Porque si
alguno piensa ser algo, aunque no es nada, 6e engaña
á sí mismo.
4 I ponga á prueba cada uno su propia obra, i en-
tonces tendrá, como motivo do gloriarse, lo [que per-
tenece] á sí solo, i no lo [que pertenece] á otro ;
6 porque cada uno sobrellevará su propia carga.
6 I el que recibe instrucción [en cuanto á] la palabra,
. contribuya de todo lo bueno [que tiene] al que [lo]
7 instruye. No os engañéis ; nadie [puede] burlarse
de Dios ; porque sea lo que fuere lo que sembrare el
8 hombre, lo mismo será también lo que segará : por
que el que siembra para su carne, de su carne segará
corrupción ; pero el que siembra para el Espíritu, del
Espíritu segará la vida eterna.
9 1 no flaqueemos en hacer el bien ; porque á su
10 tiempo segaremos, si no desfallecemos. Así pues, á
medida que tenemos oportunidad, hagamos bien
á todos, pero especialmente á los de la familia de
la te.
DE LA GALACIA, CAP. VI. 381
bais vosotros la circuncisión, á fin de gloriarse en
14 [cuanto á] vuestra carne. Pero no sea para mí el
gloriarme, sino en [cuanto á] la cruz de nuestro
Señor Jesús Cristo ; por medio de la cual el mundo
ha sido crucificado para mí, i yo [lo he sido] para él.
15 Porque en [cuanto á] Cristo Jesús, ni el [ser] circun-
ciso, ni el [ser] incircunciso, vale nada, sino [el ser]
16 una nueva criatura. I sobre todos los que proceden
según esta regla, [sean] la paz i la misericordia ; i
sobre el Israel de Dios.
17 Por lo demas, no me moleste nadie ; porque yo
llevo en mi cuerpo las marcas [de siervo] del Señor
Jesús.
18 La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [sea] con
vuestro espíritu, hermanos. Así sea.
11 Ved con qué grandes letras os he escrito con mi
mano.
12 Todos los que quieren parecer bien en [cuanto á]
la carne, os obligan á recibir la circuncisión, solo
para no ser perseguidos por [ocasión de] la cruz de
13 Cristo. Porque ni aun los que reciben la circuncisión,
guardan ellos mismos la lei : pero quieren que reci-
* Fidelidad, ó f¿.
1 Espirituales, ó, que [ tenéis dones ] espirituales, como 1 Cor. xiv. 37.
LA CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á LOS SANTOS DE EFESO.
I. 1 Pablo, enviado de Jesús Cristo, por la voluntad
de Dios, ,
A los [que son] santos i tienen fe en Cristo
Jesús, que están en efeso :
2 La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
3 Bendito [sea] el Dios i Padre de nuestro Señor
Jesús Cristo, el cual nos ha hecho benditos con
todo [don] de bendición ° espiritual, entre los
4 [ciudadanos]! celestiales, en Cristo; según nos es-
cojió en él ántes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos i sin mancha en su presencia ;
6 habiéndonos predestinado, en [su] amor, para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesús Cristo,
6 según el beneplácito de su voluntad, á fin de que
se alabe la gloria de su gracia, con la cual nos
7 agració en su [Hijo] amado ; en quien, por medio
de su sangre, hemos recibido [nuestra] redención,
[esto es] el perdón de nuestras culpas, según la
8 riqueza de la gracia de [Dios] ;{ de la cual nos
dió abundancia, en [dones de] toda sabiduría é in-
9 teligencia, habiéndonos dado á conocer el misterio §
de su voluntad, conforme á lo que, de su beneplácito,
10 se propuso [hacer] en [Cristo], | con respecto á la
administración [que instituyese] en la plenitud de
los tiempos, [esto es], reunir á todos en Cristo,
como la cabeza [de ellos], tanto los [que están] en
* [Don] de bendición, véase 1 Sam. xxv. 27 ; i [dones de] generosidad,
2 Cor. ix. 5 ; traducción de la misma palabra griega.
t [ Ciudadanos ], véase ii. 19, conciudadanos ; i Heb. xii. 22, la Jcru -
salan celestial. También Hech. xx. 32 ; xxvi. 18.
J De [Dt oí]; en griego, su ; véase en Cristo, vera. 10.
§ Misterio, 6 secreto. II En griego, en él, ó en sí mismo ; Ui. 11.
% Todos i en griego, todas las cosas, por todos .• véase J üan vi. 37,
39 ; Gal. iü. 22 ; Ef. ii. 14.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. I. 383
11 los cielos, como los [que están] en la tierra; [sí],
en aquel ; en quien recibimos nuestra herencia °
también, habiendo sido predestinados [para ob-
tenerla], conforme al propósito de aquel que obra
todas las cosas en [nosotros] según el consejo de
12 su voluntad, á fin de que viviésemos! para la ala-
banza de su gloria, nosotros que hemos esperado en
Cristo ántes [que otros].
13 En quien vosotros también [recibisteis vuestra
herencia], después de oir la palabra de la verdad,
[esto es] la buena nueva [que fue medio] de vuestra
salvación ; por quien, después de tener fé, fuisteis
sellados también por el Espíritu Santo que [estaba] ]
14 prometido; (el cuales la prenda de nuestra herencia,
para [el dia de] la redención § de lo que ha ad-
quirido || [Dios]) ; á fin de que se alabe su gloria.
15 Por esto yo también, [así como otros], habiendo
oido [hablar] de vuestra fé en el Señor Jesús, i de
16 [vuestro] amor para con todos los santos, no he
cesado de dar gracias por vosotros, haciendo memoria
17 de vosotros en mis oraciones, [i pidiendo] que el
Dios de nuestro Señor Jesús Cristo, el Padre de la
gloria, os dé espíritu dé sabiduría i de revelación,
18 en [cuanto a]l conocimiento de él ; [que sean]
iluminados los ojos de vuestro corazón,^] para que
sepáis cuál es la esperanza [propia] de su llamamiento,
i cuál la riqueza de la gloria de su [don de] herencia
19 entre 00 los santos, i cuál la preeminente grandeza
de su poder para con nosotros que hemos tenido fé,
conforme á la operación en [nosotros] de la potencia
20 de su fuerza, con la cual obró en Cristo, [cuando] lo
resucitó de entre los muertos, i [lo] sentó á su diestra
21 entre los [ciudadanos] celestiales,] ] mas arriba de
todo principado, i potestad, i poder, i dominación, i
de todo nombre que se pronuncia,] { no solo en este
22 siglo, sino también en el que va á venir ; i “ sometió
* Véase v. 5; Col. i. 12. 13.
t Viviésemos, ó estuviésemos.
{ Que [ estaba'] ,- en griego, de. § Rom. viil 23.
|| ITech. xx. 28 ; 1 Ped. ii. 9.
Corazón, algunos MSS. tienen sentido.
* * * * § Véase ii. 19: CoL i. 12 ; Hech. xx. 32; xxvi. 18. O, su he-
rencia en.
i t Véase ver?. 3.
1 1 Pronuncia, ó nombra.
384 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. II.
todas las cosas bajo sus pies,” 0 i le concedió [que
fuese] cabeza soberana de todas las cosas f para [su]
23 asamblea, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel
que llena [consigo mismo] todo en todo.
II. 1 los [dio la vida], cuando estabais muertos en [vues-
2 tras] culpas, i [vuestros] pecados, en que, en otro
tiempo, procedisteis conforme á [los d]el siglo de este
mundo, conforme á [la voluntad" d]el príncipe de las
potestades]; del aire, [la voluntad] del espíritu que
ahora obra en los hijos de desobediencia [i] falta do fé.
3 Entre los cuales todos nosotros también nosconduji-
mos en otro tiempo, en los deseos de nuestra carne, §
haciendo la voluntad de la carne i de la mente, i
eramos por naturaleza hijos de la ira, como los demas
4 también : pero Dios, por ser rico en misericordia, por
6 causa del mucho amor que él nos tuvo, á nosotros
también, [cuando] estábamos muertos en [nuestras]
culpas, nos dio la vida con Cristo ; (por gracia habéis
6 sido salvos,) i [nos] resucitó con [él], i [nos] sentó
con [él] entre los [ciudadanos] celestiales, en Cristo
7 Jesús, para mostrar en los siglos venideros la pre-
eminente riqueza de [su] gracia en [su] benignidad
para con nosotros, en Cristo Jesús,
8 Porque por [su] gracia habéis sido salvos, por
medio de la fé ; i esto no [viene] de vosotros ; [es]
9 el don de Dios : no [viene] de obras, para que no se
10 gloríe nadie. Porque somos obra suya, creados por
Cristo Jesús, para obras buenas, para las cuales pre-
paró de antemano Dios, á fin de que procediésemos
en ellas.
11 Por lo cual, acordaos que vosotros, [que fuisteis]
en otro tiempo Gentiles en [cuanto á] la carne, llama-
dos incircuncisos por los que se llaman circuncisos [á
causa de la circuncisión] hecha de mano en la carne ;
12 '[acordaos] que estabais en aquel tiempo sin Cristo,
agenos de la ciudadanía de Israel, i extrangeros á los
pactos de la promesa, no teniendo esperanza, i [vi-
viendo] sin Dios en el mundo.
13 Pero ahora, en [virtud de] Cristo Jesús, vosotros
que en otro tiempo estabais lejos, os habéis puesto
* Salín, viii. 6 ; 1 Cor. xv. 27 ; Ilob. il. 8.
f De todas las cosas, 6 de todos: véase i. 10, noUu
í Las potestades, 6 la potestad.
§ Carne, ó \_naturaleza'] camal.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. IH 385
14 cerca, en [virtud de] la sangre de Cristo. Porque él
es [la causa de] nuestra paz, [i nos] ha hecho á unos
i á otros, 0 un [solo cuerpo], i ha derribado la pared
15 medianera de la cerca, i ha puesto fin, en [virtud
de] su carne, á la [causa de nuestra] enemistad,
[esto es] á la lei de los mandamientos [contenidos]
en decretos ; para crear, en sí mismo, de [nosotros de]
las dos [partes], un [solo] hombre nuevo, haciendo
16 la paz [entre nosotros] : i para reconciliar á unos i
á otros, en un [mismo] cuerpo, con Dios, por medio
de la cruz, habiendo dado muerte á [nuestra] ene-
17 mistad en [virtud de] ella- I vino i anunció la
buena nueva de paz á vosotros [que estabais] lejos,
18 i á [nosotros] que [estábamos] cerca ; porque, por
su medio, unos i otros tenemos acceso al Padre, en
19 [virtud de] un [mismo] Espíritu. Así pues ya no sois
extrangeros ni peregrinos, sino conciudadanos de
20 los santos, i de la familia de Dios ; [i] habéis sido
edificados sobre el cimiento de los enviados i de los
profetas, siendo Jesús Cristo mismo [la piedra] prin-
21 cipal del ángulo, [unido] en quien, todo el edificio,
trabado [parte] con [parte], crece para [ser] templo
22 santo en el Señor ; [unidos] en quien, vosotros
también habéis sido edificados juntamente con [no-
sotros],! para [ser] morada de Dios en [virtud d]el
Espíritu.
III. 1 Por este motivo, yo Pablo, que [estoi] preso [por
amor] def Cristo Jesús, en pro de vosotros los Gen-
2 tiles : ya que oísteis [tocante á] la administración
de la gracia de Dios, la cual se me dió con respecto á
3 vosotros; [á saber] que se me dió§ á conocer por
revelación el misterio, || (conforme á lo que [ya] he
4 escrito ántes, en pocas [palabras, refiriéndoos] á
lo cual, podéis comprender, cuando [lo] leáis, mi in-
5 teligencia en el misterio de Cristo), [el misterio]
que en otras generaciones no se dió á conocer á los
hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado
* A saber, los Judíos i los Gentiles que tienen fé. Véase vera. 11.
t Véase vers. 18.
t Que [eríoi] preso [por amor ] de; en griego, el preso de: iv. 1 :
Fil. i. 13.
§ Se dió, algunos MSS. tienen dió.
11 Véase i. 9, 10 ; Ui. 9 ; CoL i. 25, 26.
386 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. III.
á los santos enviados i profetas de [Cristo], “ por
6 el Espíritu ; [esto es] que los Gentiles han de ser
coherederos con [nosotros que somos Judíos], i del
mismo cuerpo que [nosotros], i partícipes con [nosotros]
de la promesa de [Dios 0 que se hizo] en Cristo, por
7 medio de la buena nueva, do la cual llegué a ser
ministro por el don de la gracia de Dios, hecho á mí
8 por la operación en [mí] de su poder ; á mí, el mas
inferior de todos los santos, se dió esta gracia, para
anunciar entre los Gentiles la buena nueva de la
9 riqueza inaveriguable do Cristo, i para iluminar á
todos, [respecto de] cual [es] la administración!
del misterio que habia sido encubierto do tiempos
10 antiguos en Dios, que creó todas las cosas;! _ para
que se diese á conocer ahora á los principados, i á las
potestades cutre los [ciudadanos] celestiales, por
medio de la asamblea, la multiforme sabiduría de
11 Dios; según el propósito que, de tiempos antiguosi
12 hizo en Cristo Jesús nuestro Señor ; de J
quien tenemos tal intrepidez, i acceso [a Dios] con
confianza, por medio de [tener] fó en aquel.
13 l’or lo cual pido que no Saqueéis por causa de mis
tribulaciones en vuestro favor, las cuales son vuestra
J4 ^ por este motivo doblo mis rodillas ante el Padre
15 de nuestro Señor Jesús Cristo, del cual toma nom-
bre [de paternidad] § toda familia en los cielos i en
16 la tierra, [rogando] que os conceda, según la ri-
queza de su gloria, haceros fuertes con poder, por
medio de su Espíritu, en [cuanto a]l hombre interior ;
17 que Cristo habite, por medio de la fé, en vuestros
18 corazones ; que, habiendo sido arraigados i cimen-
tados en el amor, seáis mui capaces de comprender,
con todos los santos, cuál es la anchura, i_la longitud,
19 i la profundidad, i la altura [de él], i conocer el
amor de Cristo que excede el conocimiento ; para
que seáis llenos á [la medida de] toda la plenitud
cíe Dios. , ,
20 I á aquel que puede hacer superabundantemente
mas que todo lo que pedimos ó comprendemos, según
* [CWsfo], [Píos], en griego, él. .
f Administración , en algunos MSS. participación.
} Algunos MSS. añaden por medio de Jesús Crulo.
S Véase iv. 6.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. IV. 387
21 [su] poder que obra en nosotros, á él [sea] la gloria
en la asamblea, en [virtud de] Cristo Jesús, por todas
las generaciones del siglo de los siglos. Así sea.
IV. 1 Os niego pues, yo que [estoi] preso por [amor
d]el° Señor, que procedáis de un modo digno del
2 llamamiento que 6e os dió ; con toda humildad i
mansedumbre, con longanimidad, sufriéndoos unos á
3 otros en amor, empeñándoos en conservar la unidad
4 del Espíritu en [virtud d]el vínculo de la paz. [Para
vosotros hai]f un [mismo] cuerpo, i un [mismo]
Espíritu, así como el llamamiento que recibisteis,
6 [fué] en una [misma] esperanza también ; un [mis-
mo] Señor, una [misma] fé, una [misma] inmersión ;
6 un [mismo] Dios i Padre de todos, que [es] sobre
todos, i [obra] por medio de todos, i [está] en todos
vosotros.
7 I á cada uno de vosotros se dió la gracia, según
8 la medida del don de Cristo. Por lo cual dice [la
Escritura] :
“ Subió á lo alto, hizo cautiva á la cautividad ;
“ I dió dones á los hombres.” J
9 I esta [palabra] “ subió,” ¿ qué significa, § sino que
habia descendido [) también, [i entrado] en las partes
10 inferiores^] de la tierra ? El que descendió, es el
mismo que subió también mas arriba de todos los
cielos, para llenar todas las cosas.
11 I él mismo dió unos [por] enviados, i otros [por]
profetas, i otros [por] nuncios de la buena nueva, i
12 otros [por] pastores i maestros ; para perfeccionar
á los santos, para [prestarles] obras de servicio, para
13 edificar el cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos
todos á la unidad de la fé i del conocimiento del
Hijo de Dios, al [estado de] un varón completo, á la
14 medida de la estatura de la plenitud de Cristo ; para
que ya no seamos pequeñuelos, movidos como las
olas, i llevados donde quiera, por todo viento de
enseñanza, en [virtud d]el amaño de los hombres,
[i] de astucia, conforme al artificio de la impostura ;
* Por [amor de] ,• en griego, en ; véase iii. 1.
t Véase 1 Cor. viii. 6. I Salm. Ixviii, 1S.
§ Significa ; en griego, es.
|| Algunos MSS. añaden antes.
Íí A saber, el sepulcro ; véa-e Salm. Ixiii. 9; Mat. xii. 40.
388 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. IY.
15 sino hablando la verdad con» amor, vayamos cre-
ciendo [en] todas cosas para aquel que es [nuestra]
16 cabeza, que [es] Cristo ; de quien, todo el cuerpo,
trabado i unido [parte] con [parte], por medio de
toda coyuntura que [le presta] suministración según
la operación [de Cristo, proporcionada] á la medida
de cada parte, deriva su crecimiento, asi que se
edifique á sí mismo en el amor.
17 Por tanto digo esto, i doi testimonio [de ello], en
[virtud d]el Señor, que ya no habéis de proceder así
como los demas Gentiles proceden, según la [necia]
18 vanidad de su mente, oscurecidos en ella, [i]
agenos á la vida de Dios por causa de la ignorancia
en que están, [i] por causa del endurecimiento de su
19 corazón ; los cuales habiendo perdido el pudor, se
han entregado á la deshonestidad, para obrar toda
20 inmundicia insaciablemente.! Pero no [es] eso lo
que aprendisteis vosotros [como voluntad de] Cristo ;
21 ya que oísteis [tocante á] él, i se os ensoñó en [virtud
22 de] 61, lo que es la verdad en Jesús : [á saber] que
hubisteis de desnudaros, (tocante al modo de [vues-
tra] vida pasada), del hombre viejo, el _cual iba
23 corrompiéndose, según [sus] deseos enganosos ; i
[que hubisteis de] ser renovados en el espíritu de
24 vuestra mente ; i revestiros del hombre nuevo,
creado conforme á Dios, [revestido] de la justicia, i
de la santidad de la verdad.
25 Por lo cual, desnudaos de la mentira, i hablad la
verdad cada uno con su prójimo ; porque somos
miembros [del mismo cuerpo], los unos con los
otros.
26 “ Enojaos i no pequéis no se ponga el sol sobre
27 vuestro enojo ; ni deis lugar al calumniador. §
28 El que hurtaba, no hurte mas ; sino Untes bien
trabaje, ocupándose en alguna obra buena con sus
manos, para que tenga que dar al necesitado.
29 No salga ninguna palabra mala de vuestra boca,
sino la que [sea] buena para la edificación que se
necesitare, para que conceda una gracia & los que
oyen.
* Hablando la verdad con, 6 proccdíndo según la verdad i: víase
25, 1 Gal. iv. 16. t Insaciablemente, 6 con avaricia.
i fíftlm. ív. 4.
§ Calumniador, Éi saber, el diablo.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. V. 389
30 I no contristéis al Espíritu Santo de Dios, por quien
fuisteis sellados para el dia de la redención.
31 Quítense de entre vosotros toda aspereza, i furor,
é ira, i gritería, 6 infamación, con toda malevo-
32 lenciá ; 0 i sed benignos unos con otros, mui en-
trañables, perdonándoos graciosamente unos á otros,
así como Dios, en Cristo, os perdonó graciosamente
á vosotros.
V. 1 Por tanto sed imitadores de Dios, como amados hijos
2 [suyos] ; i proceded en el amor, así como Cristo nos
amó, i se entregó á Dios en pro de nosotros [como]
ofrenda i víctima, para [que le fuese] suave olor..
3 Pero la fornicación, i toda inmundicia, 6 lujuria
insaciable,! ni aun se nombren entre vosotros, como
4 conviene á los santos ; ni [palabras] deshonrosas,
ni fátuas, ni bufonadas, las cuales cosas no convienen ;
6 sino ántes bien [haya] acciones de gracias. ^ Porque
sabéis esto : que ningún fornicador, ni impúdico, ni
lujurioso insaciable,! (el cual es un idólatra), tiene
6 herencia en el reino de Cristo i de Dios. Nadie
os engañe con palabras vacías ; porque por estas
cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobe-
7 diencia [i] falta de fé. No seáis pues partícipes con
8 ellos ; porque [vosotros], aunque, en otro tiempo,
erais tinieblas, ahora [sois] luz en el Señor ; pro-
9 ceded como hijos de la luz ; porque el fruto de la
luz § [consiste] en toda bondad, i justicia, i ver-
10 dad : poned á prueba [todo, para saber] || lo que es
11 agradable al Señor: i no participéis de las obras
infructuosas de las tinieblas, sino ántes bien re-
12 prended[las], ademas de [evitarlas] : porque es cosa
deshonrosa aun hablar de las cosas que hacen aquellos
13 á escondidas; sin embargo, todo lo que ha de ser
reprendido [en aquellos], ha de ser hecho manifiesto
por la luz ; porque todo lo que ha de ser manifes-
14 tado [en vosotros], es luz : por lo cual [hai quien]
dice : “ Despiértate tú que duermes, i resucita de
15 “éntrelos muertos, i te alumbrará Cristo.” 1] Ved
pues cuán exactamente habéis de proceder ; no [pro-
* Malevolencia, ó maldad.
f Lujuria insaciable , ó avaricia: mas véase iv. 19, insaciablemente
t Lujurioso insaciable, ó avariento.
§ La luz, algunos MSS. tienen el Espíritu.
|| [Para saber], 1 Juan iv. 1.
«[ Cristo, ó el Ungido.- véase Isa xxvi. 19 ; li. 4 ; lii. 1, 2 : lx. 1. 19.
z
390 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. V.
cedáis] como sin sabiduría, sino como sabios [prác-
16 ticos], aprovechando la oportunidad, porque los dias
17 son malos. Por esto no seáis necios, sino entended
lo que [es] la voluntad del Señor.
18 1 no os embriaguéis con vino, por [hacer] lo cual
19 viene la disolución ; sino llenaos del Espíritu ; lia-
blaudo unos con otros con salmos, 0 i con himnos,
i con canciones espirituales, cantando [solo], i al
20 [arpa]f al Señor, con vuestro corazón, dando gracias
fi [nuestro] Dios i Padre siempre por todas las cosas,
en nombre de nuestro Señor Jesús Cristo.
21 Someteos unos á otros en el temor de Cristo.];
22 Vosotras, mujeres, someteos á vuestros maridos,
23 como al Señor ; porque el marido es la cabeza de
la mujer, así como Cristo [es] la cabeza de la
asamblea, i es, él mismo, Salvador [de ella, como
24 su] cuerpo ; i aun como la asamblea ha de some-
terse á Cristo, así vosotras, mujeres, también [some
teos] á vuestros maridos en todo.
25 Vosotros, maridos, amad á vuestras mujeres, así
como Cristo amé á la asamblea, i se entregé [a la
26 muerte] por amor de ella, para santificarla ; i [la]
limpió por el baño del agua, en [virtud de] § la pala-
27 bra ; para que él || se presentase á sí mismo á la asam-
blea, gloriosa ; para que no tuviese mancha, ni arruga,
ni cosa semejante, sino que fuese santa é inmaculada.
28 Del mismo modo deben los maridos amar á sus
mujeres como á sus propios cuerpos. Quien ama &
29 su mujer, á sí mismo se ama. Porque nadie aborre-
ció jamas su propia carne, sino la alimenta i quiere,
30 así como Cristo 1] á la asamblea. Porque [nosotros]
somos miembros de su cuerpo, [carne] de su carne,
31 i [huesos] de sus huesos. 00 “ Por causa de esto,”
[se dice], “ dejará un hombre á su padre i á su madre,
“ i se unirá á su mujer, i los dos serán en una [sola]
32 “ carne.”] t Este misterio]: ] es grande: yo en
* Salmos, tal vez himnos cantados al [arpa].
t Cantando al [ arpa ] ,• en griego, salmeando.
j Cristo, algunos MSS. tienen Dios.
§ O, en [ virtud de la Ji en] ¡ véase Juan ivil. 19 ; Ilech. xxvi. 18 ;
Eom. x. 8-10. _ II El, algunos MSS. tienen la.
Cristo, algunos MSS. tienen el Señor.
* * * * § Véase Gen. ii. 23. Algunos buenos MSS. omiten las palabras do
[carne] & huesos. 1 1 d° n * ü. 24.
í J Misterio, 6 secre'o ; & saber, el secreto que hai en esto.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. VI. 39l
verdad [lo] digo con respecto á Cristo i á la asamblea :
33 no obstante, cada uno de vosotros también, individual-
mente, ame tanto á su mujer, como [se ama] á sí
mismo ; i [vea] la mujer que reverencie á [su]
marido.
VI. 1 Vosotros, hijos, obedeced á vuestros padres en
2 [obediencia a]l Señor, porque esto es justo. “ Honra
“ á tu padre i á [tu] madre lo cual es el primer
3 mandamiento con promesa : “ para que te vaya
“ bien, i quedaras largo tiempo en la tierra.” 0
4 I vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros
hijos, sino criadlos en [virtud de] las instrucciones i
de las amonestaciones del Señor.
6 Vosotros, siervos, obedeced á los [que son] vuestros
amos segim la carne, con temor i temblor,] en sencillez
6 de vuestro corazón, como á Cristo ; no sirviendoQos
solo] cuando os ven, como [si solo] para agradar al
hombre, sino como siervos de Cristo, haciendo la
7 voluntad de Dios con el alma, sirviendo con buena
voluntad, como J al Señor, i no [solo] á los hombres ;
8 sabiendo que todo lo bueno que cada uno haga, lo
mismo recibirá del Señor, sea siervo ó sea libre.
9 I vosotros, amos, haced lo mismo con ellos, dejando
la amenaza, sabiendo que el Señor § de vosotros
mismos también, está en los cielos, i que no hai acep-
ción de personas en él.
10 Por lo demas, hermanos mios, fortaleceos en el
11 Señor, i en el poder de su fuerza. Vestios con la
armadura completa de Dios, á fin de que podáis
estar firmes contra los artificios del calumniador ;
12 porque no hemos de pelear con sangre i carne ¡|
[solo], sino [también] con los principados, i con las
potestades, i con las potencias de estas tinieblas del
mundo ; con los [poderes] espirituales de la maldad,
13 [los cuales están] en los cielos [inferiores]. Por esto,
abrazad la armadura completa de Dios, para que
podáis resistir en el dia aciago, i estar firmes, ha-
biéndonos] vencido todos.
14 Estad pues firmes, ciñendo vuestros lomos con
* Ex. xx. 12 ; Deut. v. 16.
t Temor i temblor, ó reverencia i gran humildad : 1 Cor. ii 3.
í Algunos MSS. no tienen como. i Señor, 6 Ama
¡| Sangre i carne, é saber, el hombre.
390 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. V.
cedáis] como sin sabiduría, sino como sabios [préc-
16 ticos], aprovechando la oportunidad, porque los dias
17 son malos. Por esto no seáis necios, sino entended
lo que [es] la voluntad del Señor.
18 I no os embriaguéis con vino, por [hacer] lo cual
19 viene la disolución ; sino llenaos del Espíritu ; ha-
blando unos con otros con salmos, 0 i con himnos,
i con canciones espirituales, cantando [solo], i al
20 [arpa]f al Señor, con vuestro corazón, dando gracias
4 [nuestro] Dios i Padre siempre por todas las cosas,
en nombre de nuestro Señor Jesús Cristo.
21 Someteos unos 4 otros en el temor de Cristo.]:
22 Vosotras, mujeres, someteos 4 vuestros maridos,
23 como al Señor ; porque el marido es la cabeza de
la mujer, así como Cristo [es] la cabeza de la
asamblea, i es, él mismo, Salvador [de ella, como
24 su] cuerpo ; i aun como la asamblea ha de some-
terse 4 Cristo, así vosotras, mujeres, también [somo
teos] 4 vuestros maridos en todo.
25 Vosotros, maridos, amad 4 vuestras mujeres, así
como Cristo amé á la asamblea, i se entregó [4 la
26 muerte] por amor de ella, para santificarla; i [la]
limpió por el baño del agua, en [virtud de] § la pala-
27 bra ; para que él || se presentase 4 sí mismo 4 la asam-
blea, gloriosa ; para que no tuviese mancha, ni arruga,
ni cosa semejante, sino que fuese santa é inmaculada.
28 Del mismo modo deben los maridos amar 4 sus
mujeres como 4 sus propios cuerpos. Quien ama 4
29 su mujer, 4 sí mismo se ama. Porque nadie aborre-
ció jamas su propia carne, sino la alimenta i quiere,
30 así como Cristo 4 la asamblea. Porque [nosotros]
somos miembros de su cuerpo, [carne] de su carne,
31 i [huesos] de sus huesos. 00 “ Por causa de esto,”
[se dice], “ dejaré un hombre 4 su padre i 4 su madre,
“ i se uniré 4 su mujer, i los dos serán en una [sola]
32 “ carne.” 1 1 Este misterio]: [ es grande; yo en
* Salinos, tal vez himnos cantados al [arpa].
f Cantando al [arpa] ¡ en griego, salmeando.
t Cristo, algunos MSS. tienen Dios.
§ O, en [ virtud de la /¿en']; vÉase Juan xvii. 19 ; Hech. xxvi. 18 ;
Rom. x. 8-10. ^ fl El, algunos MSS. tienen la.
Cristo, algunos MSS. tienen el Señor.
* * * * § Vdase Gen. ii. 23. Algunos buenos MSS. omiten las palabras de
[carne] á huesos. # 1 1 Gen. ii- 24.
J \ Misterio, 6 secrefo ; á saber, el secreto que hai en esto.
A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. VI. 39l
verdad [lo] digo con respecto 4 Cristo i 4 la asamblea :
33 no obstante, cada uno de vosotros también, individual-
mente, ame tanto 4 su mujer, como [se ama] 4 sí
mismo ; i [vea] la mujer que reverencie 4 [su]
marido.
VI. 1 Vosotros, hijos, obedeced 4 vuestros padres en
2 [obediencia a]l Señor, porque esto es j usto. “ Honra
“ 4 tu padre i 4 [tu] madre lo cual es el primer
3 mandamiento con promesa : “ para que te vaya
“ bien, i quedaras largo tiempo en la tierra.” 0
4 I vosotros, padres, no provoquéis 4 ira 4 vuestros
hijos, sino criadlos en [virtud de] las instrucciones i
de las amonestaciones del Señor.
5 V osotros, siervos, obedeced 4 los [que son] vuestros
amos según la carne, con temor i temblor, f en sencillez
6 de vuestro corazón, como 4 Cristo ; no sirviendo[los
solo] cuando os ven, como [si solo] para agradar al
hombre, sino como siervos de Cristo, haciendo la
7 voluntad de Dios con el alma, sirviendo con buena
voluntad, como]: al Señor, i no [solo] 4 los hombres ;
8 sabiendo que todo lo bueno que cada uno haga, lo
mismo recibiré del Señor, sea siervo ó sea libre.
9 I vosotros, amos, haced lo mismo con ellos, dejando
la amenaza, sabiendo que el Señor § de vosotros
mismos también, esté en los cielos, i que no hai acep-
ción de personas en éL
10 Por lo demas, hermanos mios, fortaleceos en el
11 Señor, i en el poder de su fuerza. Vestios con la
armadura completa de Dios, 4 fin de que podáis
estar firmes contra los artificios del calumniador ;
12 porque no hemos de pelear con sangre i carne ||
[solo], sino [también] con los principados, i con las
potestades, i con las potencias de estas tinieblas del
mundo ; con los [poderes] espirituales de la maldad,
13 [los cuales están] en los cielos [inferiores]. Por esto,
abrazad la armadura completa de Dios, para que
podáis resistir en el dia aciago, i estar firmes, ha-
biendo[los] vencido todos.
14 Estad pues firmes, ciñendo vuestros lomos con
* Ex. XX. 12 : Beut. v. 16.
t Temor i temblor, ó reverencia i gran humildad : 1 Cor. ii 3.
t Algunos MSS. no tienen como. I Señor, 6 Ama
i[ Sangre i carne, & saber, el hombre.
392 A LOS SANTOS DE EFESO, CAP. VI.
la verdad, i vistiéndoos con la coraza de la justicia,
15 i calzando los pies con prontitud [para anunciar] la
1G buena nueva de la paz ; sobre todo abrazando el
broquel de la fé, con el cual podréis apagar todos los
17 dardos encendidos del malo ; i tomad el yelmo de
la salvación, i la espada del Espíritu, que es la pala-
bra de Dios.
18 Orad con todo ruego i súplica en todo tiempo, en
[virtud d]el Espíritu; 0 i estad vigilantes para lo
mismo, [orando] con toda perseverancia i súplica por
19 todos los santos, i por mí, que se me dé lo que he de
decir, con [poder de] abrir mi boca con intrepidez,
20 para dará conocer el misterio de la buena nueva, en
pro de la cual obro como embajador en cadenas ;
que en [anunciarla, [hable] con intrepidez, como
debo hablar.
21 I para que vosotros, así como [otros], sepáis las
cosas relativas á mí, [i] lo que estoi haciendo, Tíquico,
S uri] hermano amado, i fiel servidor en el Señor, os
ará á conocer todo ; el cual os he enviado para este
mismo fin, que sepáis nuestras cosas, i que consuele
vuestros corazones.
23 La paz [scal con los hermanos, i el amor, con la fé,
[que vienen] de Dios [nuestro] Padre, i de [nuestro]
Señor Jesús Cristo.
24 La gracia [sea] con todos los que aman á nuestro
Señor Jesús Cristo incorruptiblemente.f
* O, con [vuestro] espíritu.
f Algunos MSS. tienen amen, & saber, asi sea.
LA CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á LOS SANTOS DE FILIEOS.
I. 1 Pablo i Timoteo, siervos de Jesús Cristo,
A TODOS LOS SANTOS EN CRISTO JeSCS QUE ESTAN EN
Filipos, con los sobreveedores i los servidores . 0
2 La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
3 Doi gracias á mi Dios, en cada recuerdo de voso-
4 tros, siempre, en cada súplica que [hago] por todos
5 vosotros, haciéndola con gozo, por causa de vues-
tras contribuciones]- para [promover] la buena nueva,
6 desde el primer dia hasta ahora ; teniendo confianza,
[por] esta misma [causa], que el que empezó en voso-
tros la buena obra, la consumará hasta el dia de Jesús
7 Cristo : así como es justo que tenga estos pensa-
mientos en favor de todos vosotros, porque me teneis
en vuestros corazones, i, en mis prisiones, i en [mi]
defensa i confirmación de la buena nueva, habéis
contribuido todos vosotros con [vuestras] gracias á
[socorrer]me4
8 Porque Dios me es testigo de cuan ardientemente
os amo § á todos vosotros en las entrañas de Jesús
Cristo.
9 I lo que pido [es] esto : que vuestro amor abunde
todavía mas i mas, con conocimiento, i todo [poder
10 de] discernimiento, para que discernáis lo bueno de
1° ma J° ! |[ [i pido] que seáis sencillos, i [esteis] sin tro-
* Sobreveedora, i servidora; en griego, epíscopos, (de donde obispos )
idtdconos.
t Vuatras coniribuciones. 6 vuestra participación; mas rénse la
preposición griega eis, Rom. xv. 26, i 2 Cor. ix. 13 : también FiL iv.
14, 15.
t O, sois participes conmigo en la gracia: mas véase vers. 5 ; iv.
H : i gracias, 2 Cor. viii. 4, 19. § Amo 6 deseo.
11 18 bUen ° ** 10 mat0; en grie 2°» cosa * diferentes. Véase Rom.
394 A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. L
11 piezo hasta el día de Cristo, siendo llenos de los
frutos de la justicia, los cuales, por medio de Jesús
Cristo, han de [promover] la gloria i la alabanza de
Dios.
12 I quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que
me [han sucedido], 0 han sobrevenido mas bien para
13 el progreso de la buena nueva ; de modo que mis
prisiones se han manifestado que [son] por [amor de]
Cristo, en todo el pretorio, i [entre] todos los demas,
14 i que los mas de los hermanos, teniendo confianza en
el Señor por [ocasión de] mis prisiones, se atreven
mas á anunciar la palabra sin temor.
16 [Hai] algunos, á la verdad, [que] están procla-
mando á Cristo aun por causa de envidia i conten-
ciosa [oposición] ; mas [hai] otros también [que lo
16 hacen] por causa de buena voluntad; los unos
f [movidos] por amor, sabiendo que estoi constituido
17 para la defensa de la buena nueva ; f los otros
•[anuncian á Cristo [movidos] por enredo, [i] sin mo-
tivos puros, imaginándose añadir tribulación á mis
18 prisiones. [ ¿ Qué [diré] pues ? [Que] no obstante,
de todos modos, ya con pretexto, ya con verdad, se
anuncia Cristo ; i [que] en esto me gozo ; sí, i tam-
19 bien me gozaré. Porque sé que esto resultará en
[promover] mi salvación, por medio de vuestras
20 súplicas, i el don del Espíritu de Jesús Cristo ; con-
forme á [mi] viva expectación, i mi esperanza, en
que en nada seré avergonzado, sino que, teniendo
yo la mayor intrepidez, Cristo, como siempre, ahora
también, será engrandecido en mi cuerpo, sea por
medio de la vida, sea por medio de la muerte.
21 Porque para mí, el vivir [será] Cristo, i el morir,
22 una ganancia. Pero si he de vivir en la carne, esto
me [dará algún] fruto de trabajo ; i lo que elegiré,
23 no [puedo] dar[oslo] á conocer ; porque estoi estre-
chado por los dos lados; deseo [mi] disolución,
i el estar con Cristo, lo que [sena] mui mucho
24 mejor ; pero quedar en la carne, es mas necesario
25 por vuestra causa ; i, confiado en esto, sé que que-
daré [vivo], i que quedaré con todos vosotros, para
26 vuestro progreso i gozo en la fé, á fin de que
* Que me Pian iiicedidoj ; en griego, relativas n mi
f Algunos MSS. trasponen anuncian .... prisiones, Ters. 17,. i
[wioiu'dos] .... nueva, Ters. 16.
A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. 1L 395
tengáis motivo de gloriaros abundantemente en
Cristo Jesús por mí, con ocasión de mi regreso á
vosotros.
27 Solamente, [como] ciudadanos [del cielo], con-
ducios de un modo digno de la buena nueva de
Cristo, para que ya fuere á veros, 6 ya estuviere
ausente, lo que oiga de vosotros [sea] que estáis
firmes en un [mismo] espíritu, manteniendo juntos,
con una [misma] alma, la lucha por° la fé de la
28 buena nueva ; i sin espantaros de nada por los
que se [os] oponen ; lo cual para ellos, á la verdad,
ha de ser muestra de perdición, mas para vosotros,
29 de salvación : i esto [viene] de Dios ; porque se
os ha dado por gracia el [padecer] por Cristo ; no
solamente el tener fé en él, sino también el padecer
30 por él ; [pues] teneis la misma lucha que visteis en
mí, i ois ahora [que está] en mí.
II. 1 Si pues [teneis] algún consuelo en Cristo, si
algún consuelo de amor, si alguna participación
del Espíritu, si algunas entrañas i sentimientos de
2 compasión, colmad mi gozo ; [mirad] que tengáis
los pensamientos en el mismo [fin], que os tengáis el
mismo amor, que [sean vuestras] almas concordes,
que tengáis los pensamientos en [nuestro] único
[fin].t
3 [No hagais] nada por enredo, ni vanagloria ; sino,
por humildad, estimen los unos á los otros por su-
4 perfores á sí mismos. No fije los ojos cada uno [de
vosotros] en su propio [interes solo], sino cada uno en
6 el de los otros también. Tened los pensamientos en
6 este mismo [fin], en que [los tuvo] Cristo Jesús, el
cual, subsistiendo en forma de Dios, no estimé el
haber de estar en igualdad con Dios por cosa [que
7 había de ser] arrebatada, sino que se destituyó á sí
mismo ; pues tomój la forma de un siervo, nació [ en
8 la semejanza de los hombres, i, habiendo apare-
cido como hombre en [su] forma, se humilló á
sí mismo, i se hizo obediente, hasta la muerte, i
9 muerte de cruz. Por lo cual Dios mismo lo ensalzó
sobre [todos], i le dió graciosamente el nombre [que
* Véase ir. 3.
t [Nuestro] único [fin!; en griego, lo uno [solo] : ii. 5 ; iii. 13, 15.
t Pues tomó, nació, ó, habiendo tomado, nacido.
396 A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. II.
10 esl superior á todos los nombres ; á fin de que,
en el nombre de Jesús toda rodilla se doblase ° de
los [que estuviesen] en los cielos, i en la tierra, i bajo
11 la tierra ; i que toda lengua confesase que Jesús
Cristo [es] Señor, para la gloria de Dios el Padre.
12 De modo que, amados mios, así como [lo] habéis
obedecido siempre, ocupaos en la obra de vuestra
misma salvación, con temor i temblor, f no solo como
[lo hicisteis] en mi presencia, sino ahora mucho mas
13 en mi ausencia ; porque Dios es el que obra en voso-
tros tanto el querer, como el obrar eficazmente, por
[su] beneplácito.
14 Haced todas las cosas sin murmuraciones ni pensa-
16 mientos [dudosos],]; para que seáis irreprensibles i
sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de [los
de] “una generación torcida i perversa ;”§ entre
los cuales habéis de resplandecer como lumbreras en
16 medio del mundo ; reteniendo la palabra de la vida,
para que me[deis] motivo de gloriarme hasta el dia
de Cristo, que no he corrido en vano, ni en vano he
trabajado.
17 Pero aun si mi [sangre] ha de ser derramada como
una libación sobre el sacrificio || i servicio^] [suminis-
trado] por 00 vuestra fe, he de gozarme, i he de
18 gozarme juntamente con todos vosotros ; i del mis-
mo [modo] gozaos también vosotros, i gozaos junta-
19 mente conmigo. Mas espero en el Señor Jesús
enviaros pronto á Timoteo, para que yo también
[así como vosotros], esté de buen ánimo cuando [yo]
20 sepa vuestras cosas : porque no tengo ninguna
[persona] de igual ánimo [como el suyo], el cual,
como [mi hijo] verdadero, se afanará por vuestras
21 cosas ; porque todos los [otros] buscan lo suyo, no
22 lo [que es] de Cristo Jesús : pero sabéis la prueba
de su [fidelidad, i] que como un hijo [con su] padre
ha servido conmigo para [promover] la buena nueva.
23 Espero pues enviar[osJlo á él inmediatamente que
24 vea qué resultará de mis negocios. Mas confio en el
Señor que yo mismo también iré pronto [á veros].
* Véase Isa. xle. 23 ; Rom. xiv. 11.
t O, con reverencia [de Dios ], « difidencia [de sí mismos],
t Luc. xxiv. 38. § Deut. xxxii. 5.
II Cap. ít. 18. II Véase vers. 25, 30.
* * [Suministrado] por ¡ en griego, de.
A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. IIL 397
25 Sin embargo he tenido por necesario enviaros á
Epafrodito, mi hermano, i cooperador, i compañero
de armas, i vuestro enviado i suministrador [de
26 socorro] á mis necesidades : puesto que [él] deseaba
ardientemente [ver]os á todos, i estaba angustiado
27 porque habíais oído que habia estado enfermo. I en
verdad lo habia estado, á punto de morir ; pero Dios
tuvo misericordia de él, i no de él solo, sino de mí
también, para que [yo] no tuviese tristeza sobre
28 tristeza. Lo he enviado pues con mas empeño, para
que [vosotros], habiéndolo visto de nuevo, os gocéis,
29 i que yo esté con ménos tristeza. Recibidlo pues cor-
dialmcntc en el Señor, con todo gozo, i tened en
30 honor á los [que son] tales [como él], porque por
causa de la obra de Cristo se habia acercado á [las
puertas de] la muerte, desatendiendo su vida, para
suplir la [oportunidad] que os faltaba de suminis
trarme [socorro].
III. 1 Por lo demas, hermanos mios, gozaos en el Señor.
A mí, por cierto, no me [es] molesto el escribiros
las mismas cosas [de que os hablé], i para vosotros
[es] seguro.
2 Guardaos de los perros ; guardaos de los malos
operarios ; guardaos de pos que confian en] la inci-
3 sion hecha en [su carne] , porque nosotros somos los
circuncidados, que damos culto á Dios en espíritu, f i
nos gloriamos en Cristo Jesús, i no tenemos confianza
4 en la carne : aunque yo tenia confianza aun en la
carne. Si algún otro piensa tener [razón de] con-
5 fianza en la carne, [tenia] mas yo ; [que estuve]
circuncidado el octavo dia ; [nací] del linage de
Israel, de la tribu de Benjamín, Hebreo [hijo] de
6 Hebreos ; en cuanto á la lei [era] Fariseo ; en
cuanto al celo, perseguía á la asamblea ; en cuanto
& la justicia f que [tenia] por la lei, estaba sin re-
7 prensión. Pero las cosas que eran para mí ganan-
ciosas, las he estimado, por causa de Cristo, por
8 [cosas que habían de estar] perdidas ; sí, i cierta-
mente [las] estimo [ahora] también, todas, por [cosas
* [Confian en] la incisión hecha en [su carne], 6 de la incisión.
t A Dios en espíritu, 6, según algunos buenos MSS., por el Espíritu
de Dios.
í Justicia, 6 rectitud.
z 2
898 A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. III.
que han de estar] perdidas, por causa de la superiori-
dad del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor, por
causa de quien las he perdido todas, i las estimo por
9 basura, á fin de ganar á Cristo, i ser hallado en él, no
teniendo mi justicia, la que [es] por medio de la lei,
sino la que [es] por medio de la fé en Cristo, la
10 justicia que [se recibe] de Dios, al [tener] 0 la fé ; á
fin de conocer á [Cristo], f i la eficacia de su re-
surrección, i la participación de sus padecimientos,
11 i de ser hecho conforme con su muerte, si [sola-
mente fuere] posible que llegue á la resurrección de
los muertos.
12 No porque he recibido ya [el premio], ni [porque]
se ha consumado ya mi [carrera] ; sino estoi pro-
siguiendo, [haciendo] lo posible J [para que] me
apodere [del premio yo mismo], por cuanto § Cristo
también se ha apoderado de mí [como premio].
13 Hermanos yo, por mí, no reconozco haberme apo-
derado [del premio] ; pero [esto es lo] único que
hago] : olvidando, por cierto, las cosas de atras, i
14 extendiéndome á las de delante, estoi prosiguiendo,
según [la carrera] en que fijo los ojos,|| hácia el
premio á que [me] llama de arriba Dios^] por Cristo
Jesús.
15 Por tanto, tengamos todos [nosotros] los que [pone-
mos la mira en] consumar [nuestra carrera], 0 0 los
pensamientos en este [fin] ; i si los teneis de algún
[modo] en otro [fin], Dios os descubrirá esto también.
16 No obstante [desde el punto] á que hemos llegado ya,
[pongamos la mira en] proceder en la misma carrera
asignada, [i] en tener los pensamientos en el mismo
17 [fin]. Sed juntamente imitadores de mí,ff hermanos,
i fijad los ojos en los que proceden según el ejem-
18 piar que teneis en nosotros. Porque muchos pro-
ceden [de tal manera, que] de ellos os decia muchas
veces, i ahora [os lo] digo, aun llorando, que [son]
19 los enemigos de la cruz de Cristo ; el fin de ellos
[es] perdición, su Dios [es su] vientre, i [su] gloria
* Al [tener], 6 sobre. t A [Cristo]; en griego, lo.
{ Lo posible; en griego, si. § Por cuanto, 6 para lo cual.
|| Véase vers. 16. 17, i Heb. xii 2.
Tí O, del alto llamamiento de Dios.
* * O, estar completos ; mas véase vers. 12.
f t O, imitadores ¡de Ci'isto] juntamente conmigo.
A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. IV. 399
[está] en su vergüenza ; los cuales tienen los pensa-
20 mientos en las cosas de la tierra. Porque la ciudad
de que nosotros somos ciudadanos está en los cielos,
de donde aguardamos también á [nuestro] Salvador,
21 el Señor Jesús Cristo ; el cual transformará nuestro
cuerpo humillado, [i lo hará] ° conforme con su
cuerpo glorificado, f según la eficacia con que puede
hacer que se sometan á él mismo aun todas las cosas.
IV. 1 Así que, hermanos mios, amados i ardientemente
deseados, [mi] gozo i mi corona, estad así firmes en
el Señor, [mis] amados.
2 Exhorto á Euodia, i exhorto á Syntyche,{ á que
tengan los pensamientos en el mismo [fin], en el
3 Señor. I te ruego á tí también, verdadero compañero
de yugo, que ayudes á esas, las cuales lucharon junta-
mente conmigo en [promover] la buena nueva, i á §
Clemente también, i á § los demas cooperadores mios,
cuyos nombres están en el libro de la vida.
4 Gozaos siempre en el Señor ; otra vez [lo] diré,
gozaos.
6 Sea la blandura de vuestro [espíritu] conocida á
todos los hombres. El Señor [está] cerca.
6 No os afanéis [por] nada, sino, en todo, sean cono-
cidas á Dios las cosas que habéis de pedir, por ora-
ciones i súplicas, acompañadas de acciones de gracias.
7 I la paz de Dios, que sobrepuja á toda comprensión,
guardará vuestros corazones, i los sentidos de vues-
tras mentes, por || Cristo Jesús.
8 Por lo demas, hermanos, [en cuanto á] todo lo que
es verdadero, todo lo que [es] grave, todo lo que
[es] justo, todo lo que [es] puro, todo lo que [es'
amistoso, todo lo que [es] de buena fama, si [hai’
algo [que tiene] excelencia, si [hai] algo [digno de
9 alabanza, tenedlo en estimación. Lo que apren-
disteis, i también recibisteis, i oisteis, i visteis en mí,
hacedlo ; i el Dios de la paz estará con vosotros.
10 Ademas me gozé grandemente en el Señor de que
ahora, al fin, vuestros pensamientos en mi favor
habían reflorecido ; por cuanto, aunque los habíais
tenido, en verdad, [ántes], os había faltado la opor-
* [Lo Tiara]. Algunos MSS. tienen para que se haga.
t Glorificado, 6 glorioso. $ O, Sintique.
§ / d, 6 con. || Por, 6 en: mas véase 1 Ped. i. 5.
400 A LOS SANTOS DE FILIPOS, CAP. IV.
11 tunidad [de manifestarlos]. No porque hablo por
necesidad, pues yo he aprendido á estar contento
12 [con las circunstancias] en que me halle. I sé [cómo]
vivir en humilde condición, i sé [cómo] vivir en
abundancia ; he sido iniciado en todo, i en todas
[circunstancias, para poder] vivir no solo en hartura,
sino también en hambre ; no solo en abundancia,
13 sino también en necesidad. Todo lo puedo, en [vir-
14 tud de] aquel 0 que me fortalece. No obstante,
obrasteis bien en contribuir á mi [socorro], en [mi]
tribulación. .
15 I vosotros también, [como yo,] sabéis, Filipenses.
que, [anunciando yo] al principio la buena nueva,
cuando salí de Macedonia, ninguna asamblea con-
tribuyó á mi [socorro], en cuanto á dar i recibir, sino
16 solo la vuestra. Porque aun [cuando yo estaba] en
Tesalónica, me enviasteis una i también dos veces,
[con que satisfacer] mis necesidades.
17 No porque [vuestra] dádiva [es lo que] solicito,
sino solicito el fruto que ha de abundar por vuestra
cuenta. , . .
18 Mas ya lo tengo todo, i estol en abundancia ; estol
colmado, habiendo recibido de Epafrodito lo que
habéis enviado, [i que es] olor suave, sacrificio acepta-
ble [i] agradable á Dios.
19 Ademas mi Dios colmará todas vuestras necesi-
dades, según sus riquezas gloriosas, [ por Cristo
20 I á nuestro Dios i Padre [sea dada] la gloria por
los siglos de los siglos. Así sea.
21 Saludad á todo el [que es] santo en Cristo Jesús.
Los hermanos [que están] conmigo, os saludan.
22 Os saludan todos los santos, i especialmente los
[que son] de la familia de César.
23 La gracia de [nuestro] [ Señor Jesús Cristo [sea]
con todos vosotros. Así sea.
* Algunos MSS. añaden Cristo.
f Gloriosas, 6 en gloria: véase 2 Cor. iii. 7.
X Algunos manuscritos tienen nuestro en el griego.
7
f
LA CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á LOS SANTOS DE COLOSAS.
I. 1 Pablo, enviado de Jesús Cristo, por la voluntad
de Dios, i Timoteo [nuestro] hermano : ,
2 A LOS HERMANOS EN CRISTO, SANTOS I TENIENDO FE,°
QUE ESTAN EN CoLOSAS.
La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo. f
3 Hemos dado gracias al Dios i Padre de nuestro
Señor J esus Cristo, en las oraciones que hemos hecho
4 siempre por vosotros [desde] que oimos [hablar] de
vuestra fé en Cristo Jesús, i de [vuestro] amor para
5 con todos los santos, por causa de la esperanza re-
servada á vosotros en los cielos, de la cual habíais
oido ántes por la predicación de la verdad de la
6 buena nueva ; que ha llegado á vosotros, como tam-
bién á todo el mundo, i da fruto i crecej [en él], así
como [lo ha hecho] entre vosotros también, desde el
dia en que oísteis i conocisteis la gracia de Dios en
7 [cuanto á] la verdad, § como [la] aprendisteis tam-
bién de Epáfras, nuestro amado consiervo, el cual es
8 servidor fiel de Cristo en vuestro favor, i quien nos
informó del amor que teneis || en [virtud d]el Espí-
ritu.
9 Por esto, nosotros también, desde el dia en que [lo]
oimos, no liemos cesado de orar, [así como él], por
vosotros, ni de pedir [á Dios] que seáis colmados del
conocimiento de su voluntad, por [el don de] *f toda
10 sabiduría é inteligencia espiritual ; [que] procedáis
de un modo digno del Señor, á fin de que [lo] agra-
* Teniendo fé. ó fieles: Téase Ef. i. 2.
t Aliarnos buenos MSS. no tienen i de [ nuestro ] Señor Jesús Cristo.
J Algunos MSS. no tenen t crece.
§ En [ cuanto d] la verdad, ó en verdad.
j| Del amor que tenéis, ó de vuestro amor.
ÍT Por [el don de]: véase Ef l. 8.
402 A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. I.
deis en todo ; [que] deis fruto en toda buena obra, i
11 crezcáis en el conocimiento de Dios; _ [que] esteis
fortalecidos con todo poder, según su gloriosa potencia,
para [ejercer] toda paciente perseverancia, _ i longa-
12 nimidad, juntamente con gozo; i que deis gracias
<L [nuestro] Padre, que nos hizo idóneos para parti-
cipar en la herencia de los santos, en [el reino de]
13 la luz: el cual nos libertó de la potestad de las
tinieblas, i [nos] trasladó al reino de su Hijo a™do,
14 en quien hemos recibido [nuestra] redención, 0 [esto
es] el perdón de [nuestros] pecados. ....
15 Aquel es imágen de Dios invisible, el primogénito!
16 de toda criatura ; porque por él fueron creados to-
dos :t los de los cielos, i los de la tierra, los visibles
i los invisibles, sean tronos, ó dominaciones, o prin-
cipados, ó potestades; todos fueron creados por él
17 i para él ; i él ha sido [desde] tintes de todos, i
18 todos subsisten por éL I él es la cabeza, de [su]
asamblea, [que es su] cuerpo; i es el principio [como]
el primogénito f de entre los muertos, para que entre
todos § tuviese él la primacía.
19 Porque se complació [Dios] en que toda [su] plc-
20 nitud habitase || en él, i en reconciliar á todos J á
sí mismo por medio de él, habiendo hecho la paz
por medio de la sangre [derramada en] su cruz ; [á
todos, digo], por medio de él, sean los de la tierra, 6
los de los cielos.
21 I á vosotros, aunque en otro tiempo erais agenos
i enemigos [de Dios] en la mente, en [virtud de
vuestras] malas obras, ahora [os] ha reconciliado
22 [Cristo], en el cuerpo de su carne, por medio de
[su] muerte, para presentaros santos, i sin mancha,
23 é irreprensibles en su presencia ; si es que perma-
necéis cimentados i firmes en la fé, i no estáis apar-
tados de la esperanza de la buena nueva que oísteis ;
la que ha sido proclamada en [medio de] toda la
creación que [es] bajo el cielo, [i] de la cual yo Pablo
fui hecho ministro.
* Algunos MSS. añuden, por medio de su sangre.
t El~primogénito, bel primer nacido.
i Todos, 6 todas las cosas ,■ mas véase Juan ív. 22 : tí. 39 ; 1 ñor. I.
27- Ef. i. 10 ; tronos, vers. 16 ; reconciliar i hecho la paz, vera. 20.
§ Entre todos, ó en todo. II Véase u. 9.
A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. H. 403
24 Ahora [pues] estoi gozándome en [mis]° padeci-
mientos en pro de vosotros, i cumpliendo aquella
[parte] de las tribulaciones de Cristo! que he dejado
[de padecer] en mi carne, en pro de su cuerpo, que
25 es [su] asamblea ; de la cual fui hecho yo servidor,!
según la administración [que recibí] de Dios, [i]
que se me dió con respecto á vosotros [Gentiles],
para anunciar cumplidamente § la palabra de Dios,
26 [á saber] el misterio que había estado encubierto
desde los tiempos antiguos i desde las generaciones,
27 pero ahora ha sido manifestado á sus santos, á
quienes ha querido Dios dar á conocer cuál [es] la
riqueza de la gloria de este misterio en [cuanto ál
los Gentiles, la cual es [que] Cristo, en [cuanto á]
28 vosotros, [es] la esperanza de la gloria ; á quien
anunciamos nosotros, amonestando á todo hombre,
i enseñándolo con toda sabiduría, para presentar á
29 todo hombre completo en Cristo ; || para cuyo [fin]
trabajo también, luchando según él obra en mí, lo
cual hace poderosamente.
II. 1 Porque quiero que sepáis cuan grande lucha sos-
tengo por vosotros, i [por] los de Laodicéa, i [por]
todos los que no me han rusto presente [con ellos] en
2 [cuanto á] la carne, [pidiendo] que sean consolados
sus corazones ; que sean unidos [unos] con [otros]
por* * * § J el amor, i que [posean] toda la riqueza de la
inteligencia, hasta la plena persuasión, con respecto
al conocimiento del misterio de [nuestro] Dios i
3 Padre, i de Cristo, 00 en el cual [misterio] están
todos los tesoros escondidos de la sabiduría i del
conocimiento.
4 , I digo esto para que ninguno os alucine con palabras
6 persuasivas ; pues aunque estoi ausente [de vosotros]
en [cuanto á] la carne, no obstante estoi con vosotros
en espíritu, gozándome i viendo vuestro órden, i la
solidez de vuestra fé en Cristo.
6 A la manera, pues, en que recibisteis á Cristo Jesús
7 el Señor, proceded según él ; arraigados en él, edifi-
• \Mis\. Algunos MSS. tienen mis.
t Véase 2 Cor. i. 5 ; FiL iiL 10.
X Servidor, 6 ministro. § Rom. xv. 19.
II Véase Ef. iv. 13. Algunos MSS. añaden Jesús.
% Por, 6 en.
* * Algunos MSS. omiten las palabras, i Padre i de Cristo.
404 A LOS SANTOS DE GOLOSAS, CAP. II.
cados también sobre [él], i confirmados en [tener]
la fé [en él], según lo que se os enseñó, abundando
en ella, con acciones de gracias.
8 Cuidad de que no haya ninguno que os arrebate
como despojo, por medio de [su] filosofía i [su]
vano engaño, [enseñándoos] según los preceptos de
los hombres, según los rudimentos del mundo, i no
según Cristo.
9 Porque en él habita toda la plenitud de la Deidad
corporalmente.
10 I se os ha dado plenitud en él, el cual es la cabeza
11 de todo principado i potestad : por el cual fuisteis
circuncidados también con la circuncisión no hecha
de mano, por desnudaros del cuerpo 0 de la carne
12 por la circuncisión [que se recibe] de Cristo ; i
juntamente con él fuisteis sepultados en [vuestra]
inmersión, en la cual fuisteis resucitados juntamente
con [él] también, por medio de la fé que obró en
[vosotros] Dios, el cual lo resucitó de entre los
13 muertos, i á, vosotros, cuando estabais muertos en
[vuestras] culpas, i en vuestra carne incircuncisa,
osf dió la vida juntamente con él : [i] nos perdonó
14 graciosamente todas [nuestras] culpas: i borró lo
que habia escrito [su] mano contra nosotros en los
decretos [de la leí],! lo cual era adverso á nosotros,
15 i lo quitó de en medio, i lo clavó en la cruz : i
despojó á los principados i á las potestades, [é] hizo
escarmiento abiertamente [de ellas], i celebró triunfo
sobre ellas en [Cristo]. §
16 No [dejeis] pues [que] nadie sea vuestro juez en
[cuanto á] la comida, ó á la bebida ; ó en cuanto á
[alguna] fiesta, ó á novilunio, ó á dias de reposo,
17 las cuales cosas son sombras de las que habían de
venir ; pero [las que son] el cuerpo, [son las] de Cristo.
18 No [dejeis que] nadie imponga su arbitrio sobre
vosotros, el cual sigue su voluntad en [cuanto á] || la
humildad i al culto de los mensageros [celestiales],
entremetiéndose en lo que no ha visto, envanecido
19 sin motivo por su mente carnal ; i no adhiriéndose
* Algunos MSS. añaden de tos pecados.
t ArTudos MSS. no tienen os.
1 Víase Ef. ii. 15 : Gal. üi. 13. - ..
5 \ Cristo] en griego, ti; ó, ella, & snljer, la cruz. Víase 2 Cor. ¡i. 14.
H El cual sigue su voluntad en [cuanto é], 2 Ped. lii- 5 ; ó gustando de.
A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. m. 405
á [él que es] la cabeza, [dependiente] de quien todo
el cuerpo, recibiendo suministración, i unido [parte]
con [parte], por medio de [sus] coyunturas i liga-
mentos, va creciendo [con] el crecimiento de Dios.
20 Ya que, pues, fuisteis [apartados], por vuestra
muerte juntamente con Cristo, de los rudimentos del
mundo, ¿ por qué, como [si estuvierais] vivos en
'cuanto a]l mundo, os sujetáis á [sus] decretos : —
21 [tales como] : “ No toques, 55 ni pruebes, ni palpes ’*
22 [manjares],! todos los cuales son [destinados]! P ara
corrupción por el uso [de ellos] : — según los mandatos
23 i la enseñanza de los hombres ? esto es, que aquel
que tiene, ciertamente, la palabra de sabiduría, [lia
de vivir] en culto [prescrito por] la voluntad [de los
hombres], i en [tal] humildad, i en el trato riguroso
del cuerpo, no en algún honor con respecto á la
hartura de la carne. {
III. 1 Ya que, pues, fuisteis resucitados juntamente con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo vive§
2 sentado á la diestra de Dios ; tened los pensa-
mientos en las cosas de arriba, no en las de la tierra ;
3 porque recibisteis la muerte, i vuestra vida [nueva]
4 ha sido escondida, con Cristo, en Dios. Cuando se
manifieste Cristo, [el cual es] vuestra vida, entónces
vosotros también os manifestareis juntamente con
él, en gloria. ||
6 Haced morir, pues, vuestros miembros que [son] de
la tierra : fornicación, inmundicia, pasiones [des-
honrosas],^] malos deseas i la lujuria insaciable, 55 55
6 que es idolatría ; por las cuales cosas viene la ira
de Dios sobre los hijos de desobediencia [i] falta de
7 fé. En las cuales vosotros también procedisteis en
8 otro tiempo, cuando vivíais entre aquellos ; mas
ahora desnudaos vosotros también, [como nosotros],
de todas ellas : [desechad] la ira, el furor, la malevo-
lencia : la infamación, [i] palabras deshonrosas, de
9 vuestra boca. No mintáis los unos á los otros ; pues
* Toques, tal vez para comer.
t Véase 1 Tim. iv. 3, 4.
J O, según la traducción de otros ; los cuales [decretos] tienen cierta-
mente la apariencia de sabiduría, en ... . del cuerpo ; no [ion] en
algún honor con respecto d [ó contra ] la repleción de la, carne.
§ Vive, 6 está.
|| En gloria, 6 gloriosos. V éase Rom. i. 26.
* * Lujuria insaciable, 6, avaricia ; mas véase £f. iv. 19 ; v. 3.
$06 A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. III.
os desnudasteis del hombre -dejo, con sus acciones,
10 i os revestísteis 0 del nuevo, que está renovándose,
con respecto al conocimiento, conforme á la imágen
11 de aquel que lo cre& ; en quien no [hai] Gentil i Judio,
circunciso é incircunciso, extrangerof [i] Escita,;
siervo [i] libre ; sino Cristo [es] todo i en todos. §
12 Revestios, pues, como escogidos [que^sois] de Dios,
santos i amados [hermanos], de entrañas de compa-
sión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre,
13 de longanimidad ; sufriéndoos unos á otros, i per-
donándoos graciosa i reciprocamente, si alguno tiene
algo que vituperar con respecto á otro ; asi como
Cristo os perdonó graciosamente, así [obrad] vosotros
también. _ ,
14 I sobre todas estas cosas [revestios] de amor,
que ha de ser || el vínculo de [vuestra] unión com-
pleta]! . .
15 I la paz de Cristo]] tenga arbitrio en vuestros cora-
zones ; á cuyo [goce] fuisteis llamados también [para
vivir] en un [solo] cuerpo.
I sed agradecidos.
16 Habite en vosotros la palabra de Cnsto en [abun-
dancia] rica; con toda sabiduría ° ° enseñándoos i
amonestándoos unos á otros; con salmos,; t i con
himnos, i con cantos espirituales, cantando con ac-
ciones de gracias, [i] con vuestros corazones, á Dios.|t
17 I [sea] cual fuere lo que hagais en palabra o en
obra, rbacedllo todo en nombre del Señor JeBus,
dando gracias á [nuestro] Dios i Padre por medio
de él.
18 Vosotras, mujeres, someteos á vuestros maridos,
como conviene, en [sumisión a]l Señor.
19 Vosotros, maridos, amad á vuestras mujeres, i no
las tratéis con aspereza.
20 Vosotros, hijos, obedeced á vuestros padres en
♦ vene Gal. iii. 27.
♦ Exlranqero, ó bárbaro.
I Escita, á saber, salvage. § Todos, 6 todo .
|| Ha de ser, 6 es. Be [t mcstra] unión completa, o del complemento.
Sf Cristo. Algunos MSS. tienen Dios.
♦ * Con toda sabiduría. Algunos ponen estas palabras al fin de la
sentencia precedente ; mas véase i. 23.
I I Véase Ef. v. 19.
j t Dios. Algunos MSS. tienen al Señor.
A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. IV. 407
todo, porque esto es agradable, en [obediencia a]l°
Señor.
21 Vosotros, padres, no provoquéis á vuestros hijos,
para que no se desanimen.
22 Vosotros, siervos, obedeced en todo á los que [son
vuestros] amos según la carne, no sirviendo[los solo]
cuando os ven, como [si solo] para agradar al hom-
bre, sino en sencilla [fidelidad] de corazón, temiendo
23 al Señor.f I [sea] cual fuere lo que hagais, trabajad
con [buen] ánimo, como para el Señor, i no [solo]
24 para los hombres ; sabiendo que recibiréis del Señor
la recompensa de la herencia ; porque servís al Señor
26 Cristo. Mas el que hace injusticia, recibirá [según]
la injusticia que ha hecho ; i no hai acepción de
personas.
IV. 1 Vosotros, amos, tratad á [vuestros] siervos con
justicia i equidad ; sabiendo que vosotros también
tenéis un Señor; en los cielos.
2 Perseverad en oración, velando en ella con acciones
3 de gracias ; orando al mismo tiempo por nosotros
también, que Dios nos abra una entrada para [su]
palabra, [á fin de] que anuncie el misterio § de Cristo,
4 por causa [de anunciar] el cual estoi preso ; [rogando]
que [yo] lo haga manifiesto á la manera en que debo
anunciar[lo].
6 Proceded con sabiduría hácia aquellos [que están]
fuera [de la asamblea], apro vechando || la oportuni-
dad.
6 Lo que decis, [se hable] siempre graciosamente, [i]
se sazone con sal.]] [Procurad] saber como deheis
responder á cada uno.
7 Todas las cosas relativas á mí, os dará á conocer
Tíquico, [mi] amado hermano, i fiel servidor, 0 ° i con-
8 siervo en el [servicio del] Señor : al cual os he en-
viado para este mismo [fin], que sepa vuestras cosas,;;
* En [ obediencia olí.- Ef. vi. 1, 5. Algunos MSS. tienen al.
t Señor. Algunos "MSS. tienen Dios.
J Señor, ó amo. § Misterio, 6 secreto.
II Aprovechando ; en griego, rescatando.
*| Sal,& saber, lo que es bueno para la edificación : véase Ef iv. 29.
* * Servidor, ó ministro.
+ 1 Algunos buenos MSS tienen sepáis nuestras cosas, como en
Ef. vi. 21.
408 A LOS SANTOS DE COLOSAS, CAP. IV.
9 i consuele vuestros corazones ; juntamente con
Onésimo [mi] fiel i amado hermano, que es de
vuestra [ciudad].® Os daran á conocer [estos] todas
las cosas [de] aquí.
10 Os saludan Aristarco mi compañero de cautiverio,
i Márcos, primo de Bernabé; (respecto de quien
recibisteis mandatos ; si fuere á vosotros, recibidlo .)
11 i Jesús, llamado Justo, los cuales son de entre los
circuncisos ; f [de quienes] estos solos [son mis]
cooperadores con respecto al reino de Dios, que han
6¡do mi consuelo.
12 Os saluda Epáfras, el cual es siervo de Cristo, de
vuestra [ciudad],® [i] que lucha siempre en vuestro
favor en [sus] oraciones, [rogando] que esteis firmes,
[i seáis] perfectos i completos en toda la voluntad de
13 Dios. Porque le doi testimonio de que tiene mucha
ansia J por vosotros, i por los [que están] en Lao-
dicéa, i por los [que están] en Hierápolis.
14 Os saludan Lúeas el amado médico, i Démas.
15 Saludad á los hermanos [que están] en Laodicéa,
i á Ninfas, i á [los de] la asamblea [que están] en su
casa.
16 I cuando la carta [presente] haya sido leída entre
vosotros, haced que se lea en la asamblea de los
Laodicences también, i que vosotros también [oigáis]
leer la [que ha de venir] de Laodicéa.
17 I decid á Arquippo : “ Mira, [en cuanto] al mims-
“ terio que recibiste en [el servicio d]el Señor, que
“ lo cumplas.”
18 La salutación [mia], de Pablo, con mi mano.
Acordaos de mis prisiones.
La gracia sea con vosotros.§
» Vuestra [««dad] ; en griego, vosotros.
t Circuncisos, & saber. Judíos.
1 Ansia. Algunos MSS. tienen celo.
§ Algunos MSS. añaden Así sea.
CARTA PRIMERA DE PABLO, EL ENVIADO,
1 LA ASAMBLEA DE LOS TESALONICENSES.
L 1 Pablo, i Silvano, i Timoteo,
A LA ASAMBLEA DE LOS TeSALONICENSES, [QÜE ESTA]
en Dios el Padke, i [en] el SEñoR Jesds Cristo :
La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
2 Siempre damos ® gracias á Dios por todos vosotros,
haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones ;
3 acordándonos incesantemente delante de nuestro Dios
i Padre, de las obrasf de vuestra fé, i de los trabajosf
de [vuestro] amor, i de la paciente perseverancia con
que esperáis en nuestro Señor Jesús Cristo.
4 [Pues] sabemos,! hermanos, amados por Dios, vues-
6 tra elección [por él]. Porque la buena nueva [anun-
ciada] por nosotros, no llegó á vosotros solamente en
palabras, sino también en poder, i con [el don d]el
Espíritu Santo, i con [él de] mui plena persuasión.
Así también sabéis cuál fué nuestra [conducta]
entre vosotros, por [amor de] vosotros.
6 I vosotros llegasteis á ser imitadores de nosotros i
del Señor, [i] recibisteis [su] palabra, en [medio de]
mucha tribulación, con gozo [que vino] del Espíritu
7 Santo ; de modo que llegasteis á ser modelos á todos
8 los que tienen fé en Macedonia i en Acaya. Porque
[los que han ido] de entre vosotros, § han hecho
resonar la palabra del Señor no 60 lo en Macedonia
i Acaya, sino aun en todas partes ha corrido [la fama
de] vuestra fé en Dios ; tanto que no tenemos necesi-
9 dad de hablar nada [de ella]. Porque ellos mismos
están declarando, respecto de nosotros, qué entrada
* El enriado habla de si mismo en numero plural ; rilase ii. 18;
111 . 1 , 2 , 6 .
t Las obras, los trabajos ; 6, la obra, el trabajo.
í [Pues] sabemos, ó sabiendo.
§ Véase Ters. 9.
410 A LA ASAMBLEA DE LOS
tuvimos ° entre vosotros, i cómo os volvisteis (le [vues-
tros] ídolos á Dios, para servir al Dios vivo i verdadero,
10 i para aguardar á, su Hijo [venir] de los cielos, á. quien
resucitó de entre los muertos, [esto es] á. Jesús que
nos libra de la ira que ha de venir.
II. 1 Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, [respecto
de] nuestra entrada entre vosotros, que no filé vana.
2 I aunque habíamos padecido [ya] antes, i sido ultra-
jados, como sabéis, en Filipos, [nablámos] con in-
trepidez, en [virtud de] nuestro Dios, [en] anunciaros
la buena nueva de Dios en [medio de] una grande
lucha. .
3 Porque nuestra exhortación no [tuvo nada] de im-
postura, ni de inmundicia ; ni [fué hecha] con dolo ;
4 sino según Dios nos ha aprobado, [para que] se nos
confiase la buena nueva, así [la] anunciamos, no
como agradando á los hombres, sino á, Dios, el cual
pone á prueba nuestros corazones.
6 Porque jamas recurrimos ni al lenguage de adula-
ción, como sabéis, ni á. [ningún] pretexto avaricioso, f
6 [como] Dios [es] testigo ; ni solicitábamos de los
hombres la gloria, ni de vosotros ni de otros, [aun-
que] podiamos estar á carga [de vosotros], como envia-
7 dos de Cristo ; sino que fuimos apacibles en medio de
vosotros ; [i] á» la manera en que una nodriza acaricia-
8 ria á sus mismos hijos, así, apasionados por vosotros,
nos complacíamos en daros, no solo la buena nueva
de Dios, sino también nuestras vidas, porque habíais
llegado á ser amados de nosotros.
9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo,
i de [nuestra] fatiga ; [de que], trabajando, por cierto,
de noche i de dia, á fin de no ser á carga de ninguno
de vosotros, os proclamámos la buena nueva de Dios.
10 Vosotros [sois] testigos, i [lo es] Dios, de cuan
santa, i justa, é irreprensible fué nuestra [conducta]
1 i entre vosotros que teneis fé : como también sabéis
de qué modo os exhortábamos, i [os] confortábamos,
i [os] dábamos testimonio [de la verdad, aun] á cada
uno de vosotros, como [lo hace] un padre á. sus hijos,
12 á, fin de que procedieseis de un modo digno de Dios,
que os llamó á. su reino i gloria.
13 I nosotros damos gracias á, Dios incesantemente por
• Tuvimos. En alguno9 MSS. tenemos, 6 hemos tenido.
f Avaricioso, ó de avaricia.
TESALONICENSES, CARTA I., CAP. UI. 411
esto : que [cuando] recibisteis la palabra de Dios que
oísteis de nosotros, la recibisteis no [como] palabra
de hombres, sino, según [lo que] es verdaderamente,
palabra de Dios, el ° cual obra también en vosotros
que teneis fé.
14 Porque vosotros, hermanos, llegasteis á ser imita-
dores de las asambleas de Dios que en Judea están
en Cristo Jesús : porque vosotros también padecisteis
de [vuestros] propios compatriotas las mismas cosas
16 que aquellos padecieron de los Judíos, los cuales
dieron muerte al Señor Jesús, i también á los] profe-
tas, i nos] han perseguido, i no agradan á Dios, i [son]
16 adversarios á todos los hombres, vedándonos hablar
4 los Gentiles á fin de que sean salvos ; hasta ir
llenando siempre [la medida de] sus pecados : i ya
ha llegado la ira [de Dios] sobre ellos finalmente.
17 I nosotros, hermanos, privados de vosotros por
espacio de una hora, en [cuanto á la] presencia, no
en [cuanto al] corazón, nos hemos empeñado especial-
mente, [i] con mucho deseo, en veros cara á cara.§
18 Por lo cual quisimos ir á vosotros : yo Pablo cierta-
mente, una i también dos veces ; pero nos [lo] im-
pidió Satanas.
19 Porque ¿ cuál es nuestra esperanza, ó gozo, ó corona
en que hemos || de gloriamos ? ¿ No [lo] sois vosotros
mismos, delante de nuestro Señor Jesús Cristo, en
20 su venida 1 Porque vosotros sois nuestra gloria, i
[nuestro] gozo.
III. 1 Por lo cual, sin sobrellevar mas [nuestra ansia],
nos complacimos en que nos dejasen solos en Aténas,
2 i [os] enviámos á Timoteo, nuestro hermano, i servi-
dor de Dios ° ° en la buena nueva de Cristo, para
corroboraros, i para exhortaros, [á que], con respecto
3 á vuestra fé, ninguno [de vosotros] se dejase con-
mover por estas tribulaciones.
Porque vosotros mismos sabéis que para esto hemos
4 sido constituidos ; pues aun cuando estábamos con
* El, ó la. t Los. Algunos MSS. tienen [mi] propios.
t Nos. Algunos MSS. tienen os.
§ Veros cara á cara ,- en griego, ver vuestro rostro.
|| En que hemos ,- en griego, de.
IT Servidor de. Algunos buenos MSS. tienen cooperador con.
* * Algunos MSS. añaden i nuestro cooperador.
412 A LA ASAMBLEA DE LOS
vosotros, os predijimos que Íbamos á estar atribu-
lados, á la misma manera en que sucedió, i [que]
sabéis. _ . . , .,
5 I yo, por esto, sin sobrellevar mas [mi ansia i, envíe
á, saber [de] vuestra fé, [temiendo] que os hubiese
tentado el tentador, i que nuestro trabajo hubiese
sido en vano. , ,
6 Mas ahora que nos ha vuelto Timoteo de voso-
tros, i nos ha anunciado buenas nuevas de [vuestra] fe
i de vuestro amor, i de que teneis siempre buena
memoria de nosotros, deseando ardientemente ver-
7 nos, del mismo modo que nosotros á vosotros, por
esta causa hemos tenido consuelo en vosotros, her-
manos, en todas nuestras tribulaciones i necesidades;
8 por medio de vuestra fé. Porque ahora vivimos, si
vosotros estáis firmes en el Señor.
9 Porque ¿ qué gracias correspondientes podemos dar
á Dios por vosotros, por todo el gozo que sentimos por
1 0 causa de vosotros delante de nuestro Dios ? [á quien]
rogamos de noche i de dia con mui grande [instancia]
que [me conceda] veros cara á cara, 0 i completar lo
que falta á vuestra fé. _ _
11 I nuestro Dios i Padre mismo, i nuestro Senor
Jesús Cristo, dirijan nuestros pasos hácia vosotros.
12 X el Señor[haga] que abundéis i aumentéis en amor
unos con otros, i con todos, del mismo modo que
13 nosotros con vosotros. [Lo ruego] que corrobore
vuestros corazones, [i los haga] irreprensibles en
santidad, delante de nuestro Dios i Padre, en la venida
de nuestro Señor Jesús Cristo, con todos sus santos.
IT 1 Por lo demas pues, hermanos, os rogamos i exhorta-
mos por el Señor Jesús, que, según recibisteis de no-
sotros [preceptos respecto d]el modo en que debeis
proceder i agradar á Dios, abundéis mas [en hacei loj.
2 Porque sabéis qué mandatos os dimos por [la autori-
dad del] Señor Jesús.
3 Porque esta es la voluntad de Dios : vuestra santi-
4 dad ■ que os abstengáis de la fornicación ; que cada
uno de vosotros sepa conservar su vasof en santidad
6 i en honor ; no en pasiones de [mal] deseo, del
mismo modo que los Gentiles que no conocen á Dios ;
* veros cara i cura ; en griego, ver vuestro rostro.
f Vaso, 6 cuerpo : 1 Sari] . xxi. 5 ; 2 Cor. iv. 7.
TESALONICENSES, CAKTA L, CAP. IT. 413
6 que [ninguno de vosotros] agravie ni defraude® á
su hermano en materia [de lujuria] ; porque el
Señor [es] el vengador de todas estas cosas, f como
7 también os [lo] predijimos i dimos testimonio. Por-
que Dios no nos llamó para [vivir en] inmundicia,
sino en santidad.
8 Por tanto el que desecha [esto], no desecha á hom-
bre sino á Dios, el cual [nos] dió también su Espíritu
Santo, para [enseñar]os.|
9 I con respecto á la amistad fraternal, [aunque] no
necesitáis que os escriba, pues Dios os ha enseñado á
10 vosotros mismos á. amaros unos á otros, i pues lo
hacéis [así] para con todos los hermanos que [están]
en toda Macedonia, no obstante, os exhortamos, her-
1 1 manos, á que abundéis mas [en ella] ; i á que tengáis
á honra empeñaros en [vivir] quietos, i en hacer
vuestros propios [negocios], i en trabajar con vues-
tras propias§ manos, como os [lo] hemos mandado ;
12 para que procedáis decorosamente con los [que están]
fuera [de la asamblea], i [para que] no necesitéis de
nada.
13 I no queremos || que ignoréis [la verdad], hermanos,
con respecto á los que duermen ; i[ para que no os
entristezcáis del mismo modo que los demas, que no
14 tienen esperanza. Pues ya que tenemos fe en que
J esus murió i resucitó, así [la tenemos] también [en
que] Dios, por medio de Jesús, haya de traer [de
entre los muertos, conforme] con él, á los que hayan
dormido.
15 Porque esto os decimos en [virtud de] la palabra
del Señor : que nosotros, los que quedemos vivos
hasta la venida del Señor, no nos anticiparemos á los
16 que hayan dormido. Porque el Señor mismo descen-
derá del cielo con aclamación, ° ° con la voz delf f
príncipe de los mensageros [celestiales], i con la
* Defraude ; la palabra griega se refiere algunas veces á lo que es
insaciable, ó lujurioso,- véase 1 Cor. v. 10, 11; vi. 10; Ef. iv. 19;
v. 3, 5 ; Col. iii. 5. f O, de todos los tales.
í Os. Algunos MSS. tienen nos: 1 Cor. vi 19.
§ Algunos MSS. no tienen propias.
II Queremos. Algunos MSS. tienen quiero.
T Duermen, esto es, han muerto.
** Aclamación, ó mandato. \ i Del, ó de un ; véase Jud. 9.
2a
414 A LA ASAMBLEA DE LOS
trompeta de Dios, i los [que hayan] muerto en Cristo,
17 resucitaran primero ; después nosotros, los que que-
demos vivos, seremos arrebatados en ias nubes junta-
mente con ellos al aire, al encuentro del Señor; i
de este modo estaremos siempre con el Señor.
18 Asi que, consolaos unos á otros con estas palabras.
V. 1 Mas con respecto á los tiempos i las ocasiones [de
estas cosas], hermanos, no teneis necesidad de que
2 [yo] os escriba ; porque vosotros mismos sabéis exac-
tamente que el dia del Señor ha de venir asi como
3 [viene] el hurtador en la noche. Porque cuando
digan : “ [Hai] paz i seguridad," entónces destrozo
ha de venir de repente sobre ellos, como [viene] el
dolor [de parto] sobre la preñada ; i no escaparan.
4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en las tinieblas,
de modo que os sorprenda aquel dia como el hurta-
6 dor : todos vosotros sois hijos de la luz, é hijos del
dia ; no [lo] somos de la noche, ni de las tinieblas.
6 Así pues no durmamos como [hacen] los demas, sino
7 velemos i seamos sobrios. Porque los que duermen,
duermen de noche ; i los que se embriagan, de noche
8 se embriagan ; pero nosotros que somos del dia,
seamos sobrios ; vistiéndonos con la coraza de la fé i
del amor, i, por yelmo, con la esperanza de la salvación.
9 Porque Dios no nos ha constituido para la ira, sino
para adquirir la salvación, por medio de nuestro
10 Señor Jesús Cristo ; el cual murió por nosotros, para
que, ya estuviéremos velando,® ya durmiendo,® vi-
viésemos juntamente con él.
11 Por lo cual consolaos unos á otros, i edificaos recí-
procamente, del mismo modo en que [lo] estáis
haciendo.
12 I os rogamos, hermanos, que reconozcáis á los que
trabajan entre vosotros, i os guian en el Señor, i os
13 amonestan ; [i] que tengáis para ellos mui grande
estimación, con amor, por causa de sus obras.
Tened paz entre vosotros.
14 I os exhortamos, hermanos, á que amonestéis á los
desordenados ; que confortéis á los de poco ánimo ;
que os adhiráis á los débiles ; f [i] que tengáis lon-
ganimidad para con todos.
* Vetando, durmiendo, á saber, vivos, ó muertos .- véase Iv. 13, 15.
t Débiles, 6 enfermos.
TESALONICENSES, CARTA I., CAP. V. 415
16 Cuidad de que ninguno pague el mal con el mal
á nadie ; sino daos siempre á [hacer] el bien, unos á
otros, i también á todos.
16 Gozaos siempre.
17 Orad incesantemente.
18 En todo [caso] dad gracias ; porque esto [es] la
voluntad de Dios, en Cristo Jesús, para con vosotros.
19 No apaguéis el Espíritu.
20 No despreciéis [el don de] las profecías.®
21 Poned á prueba todas las cosas ; retened lo bueno.
22 Absteneos de toda mala apariencia.
23 I el Dios mismo de la paz, os santifique entera-
mente ; i consérvense todo vuestro espíritu, i [vues-
tra] alma, i [vuestro] cuerpo, [para ser] irreprensibles
24 en la venida de nuestro Señor Jesús Cristo. Fiel es
el que os llamó, el cual [lo] hará también [así],
25 Hermanos, orad por nosotros.
26 Saludad á todos los hermanos con ósculo santo.
27 Os conjuro por el Señor que se lea la carta [pre-
sente] á todos los santos hermanos.
28 La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [sea] con
vosotros. |
* Véase 1 Cor. xiv. 6.
f Algunos MSS. añaden Amen, esto es. Asi sea.
CARTA SEGUNDA DE PABLO, EL ENVIADO,
X LA. ASAMBLEA DE LOS TESALONICENSE3.
I. 1 Pablo, i Silvano, i Timoteo, ,
A LA ASAMBLEA DE LOS TeSALONICENSES [QUE ESTA]
en Dios nuestro Padre, i [en nuestro] Seüor Jesús
Cristo :
2 La gracia [sea] con vosotros, i la paz [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i [de nuestro] Señor Jesús
Cristo.
3 Debemos dar gracias siempre á Dios por vosotros,
hermanos, de una manera digna, porque vuestra fé
va creciendo preeminentemente, i va abundando el
amor que [os teneis] todos vosotros, cada uno para
4 con los otros ; de modo que nosotros mismos nos
gloriamos en vosotros en las asambleas de Dios, [ha-
blando] de vuestra paciente perseverancia, i [vuestra]
fé, en todas vuestras persecuciones, i [en todas] las
6 tribulaciones que sufrís, [lo cual es] muestra del justo
juicio de Dios, [i] á fin de que seáis reputados dignos
del reino de Dios, por el cual también padecéis.
6 Ya que [es] cosa justa para con Dios pagar con
7 tribulación á ios que os atribulan, i con alivio á
vosotros, los atribulados, juntamente con nosotros, 0
en la manifestación del Señor Jesús desde el cielo
8 con los mensageros de sn poder, [el cual vendrá] en
llamas de fuego, ejecutando venganza en los que no
conocen á Dios, i en los que no obedecen la buena
9 nueva de nuestro Señor Jesús Cristo : los cuales
sufrirán justa pena, [esto es] destrozo eterno, [pro-
cedente] de la presencia del Señor, i de la gloria de
10 su poder, cuando venga para ser glorificado en [las
personas de] sus santos, i objeto de maravilla en. [las
de] todos los que hayan tenido fé : [tendréis alivio]
en aquel dia, porque tuvisteis fé en el testimonio que
os dimos.
* El enviado habla de sí mismo en numero plural : víase 1 Tes i. 2,
nota.
TESALONICENSES, CARTA II., CAP. II. 417
11 Para cuyo fin, oramos también siempre por voso-
tros, para que. nuestro Dios os haga 0 dignos de [su]
llamamiento, i cumpla poderosamente [en vosotros]
todo en lo que se complace la bondad, i [todas] las
12 obras] de la fé ; para que el nombre de nuestro
Señor Jesús Cristo sea glorificado en vosotros, i voso-
tros en él, conforme á la gracia de nuestro Dios i de
[nuestro] Señor Jesús Cristo.
II. 1 I os rogamos, hermanos, con respecto á la venida
de nuestro Señor Jesús Cristo, i el que [hemos de ser]
2 recojidos en torno de él, que no os dejeis conmover
pronto, [de modo que] os apartéis de [vuestros] senti-
mientos,] ni os dejeis perturbar, ni por medio de
[un supuesto don] espiritual, ni por palabra, ni por
carta, como [si fuera] nuestra, intimando que el dia
del Señor § ha de sobrevenir [ya],
3 No dejeis que ninguno os engañe de ningún modo ;
porque [no vendrá], sin que primero haya venido la
apostasía, i el hombre del pecado, el hijo de la perdi-
4 cion, haya sido manifestado ; el cual ha de oponerse
i alzarse preeminentemente contra todo el que se
llama dios ú objeto de culto, hasta [entrar, i] sen-
tarse en el templo de Dios, || demostrando que él
mismo es Dios.
5 ¿ No os acordáis de que estando todavía con voso-
tros, os decia estas cosas ?
6 I [por] ahora, sabéis lo que [lo] está deteniendo, á
7 fin de que se manifieste en su propio tiempo. Por-
que ya está obrando en [los hombres] el misterio ^[ de
la iniquidad ; solo [hai] uno que [lo] está deteniendo
8 ahora, hasta que se haya quitado de en medio. I
entonces se manifestará el inicuo, á quien el Señor 0 °
consumirá con el aliento de su boca, i reducirá á nada
con la manifestación de [sí mismo, en] su venida :
9 [al inicuo], en cuya venida obrará Satanas en [los
hombres] con todo el poder [milagroso], i los pórten-
lo tos, i los prodigios, de la mentira, i con el mayor
* Haga, 6 repute.
t Las obras, o la obra ; víase 1 Tes. i. 3.
t Sentimientos ; en griego, mente.
§ Señor. Algunos MSS. tienen Cristo.
II Algunos MSS. añaden como dios.
IT Misterio, ó secreto.
* * Algunos buenos MSS. añaden Jesús
2 a 2
418 A LA ASAMBLEA DE LOS
engaño de la iniquidad, en los que esten pereciendo ;
porque no hayan recibido el amor de la verdad, á
11 fin de ser salvos. Por cuya causa también, Dios va
á enviarles la impostura para obrar en [ellos], á fin
1 2 de que tengan fé en la mentira ; para que sean
condenados todos los que no hayan tenido fé en la
verdad, sino que se hayan complacido en la iniquidad.
13 Pero nosotros debemos dar gracias á Dios siempre
por vosotros, hermanos, amados por el Señor, porque
Dios os elijió desde el principio para la salvación, re-
vestidos de santidad de espíritu, i de la fé en la
14 verdad ; á cuyo [fin] os llamé por medio de la buena
nueva que anunciamos, para adquirir la gloria de
nuestro Señor Jesús Cristo.
15 Así pues, hermanos, estad firmes, i guardad los
preceptos que se os enseñaron, ya por [nuestra] pala-
bra, ya por nuestra carta.
16 I nuestro Señor Jesús Cristo mismo, i nuestro Dios
i Padre, el cual nos amó, i [nos] dió por [su] gracia,
17 eterno consuelo, i buena esperanza, consuele vues-
tros corazones, i os corrobore en toda palabra i obra
buenas.
III. 1 Por lo demas, orad, hermanos, por nosotros, que
la palabra del Señor se esparza, i sea glorificada, así
2 como [lo es] entre vosotros ; i que quedemos libres
de los desacordados i malos hombres ; porque no
3 todos [tienen] fidelidad. 0 Mas fiel es el Señor, el
4 cual os corroborará, i [os] guardará del malo ; f i
tenemos confianza, en [virtud d]el Señor, en voso-
tros, que estáis haciendo, i también haréis, lo que os
mandamos.
5 I el Señor dirija vuestros corazones al [gozar] el
amor de Dios,]: i paciente perseverancia [por amor]
de Cristo.
6 I os mandamos, hermanos, en nombre de nuestro
Señor Jesús Cristo, que os apartéis de todo hermano
que proceda desordenadamente, i no conforme á los
preceptos§ que recibió de nosotros.
* O, la fé no [es] de lodos ¡ mas véase vera. 3, 4.
t Del malo, ó del mal.
j Rom. v. 5, 8 ; viii. 39 ; 1 Cor. xiii. 13 ; Ef. iii. 19.
§ Preceptos, ó precepto.
TESALONICENSES, CARTA II , CAP. III. 419
7 Porque vosotros mismos sabéis cómo debeis imitar-
nos ; porque no procedimos desordenadamente entre
8 vosotros, ni comimos el pan de ninguno como don,
sino que trabajábamos, con labor i fatiga, de noche i
de dia, á fin de no ser á carga de ninguno de vosotros :
9 no porque no tenemos autoridad [para ello], sino [lo
hicimos así] para darnos [como] modelo á vosotros, á
fin de que nos imitaseis.
10 Porque aun cuando estábamos con vosotros, os
dábamos este mandato : “ Quien no quiera trabajar,
“ tampoco coma.”
11 Porque oímos [decir] que algunos entre vosotros
están procediendo desordenadamente ; que no se
ocupan en ningún trabajo, sino en ser entremetidos ;
12 i á los tales mandamos, i exhortamos por nuestro
Señor Jesús Cristo, á que [vivan] quietos, [i] trabajen,
i coman su propio pan.
13 I vosotros, hermanos, no flaqueeis en hacer el
bien.
14 I si alguno no obedeciere lo que decimos por la
carta [presente], señaladlo, i no os acompañéis con
16 él, para que se avengüence ; sin embargo, no [lo]
estiméis por enemigo, sino amonestadlo como á her-
mano.
16 I el Señor mismo de la paz, os conceda paz siempre
[i] por todos modos.
El Señor [sea] con todos vosotros.
17 La salutación de [mí], Pablo, con mi mano ; lo
cual es [mi] seña en toda carta [mia] ; [lo] escribo
así :
18 La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [sea] con
todos vosotros. Así sea.
CARTA PRIMERA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á TIMOTEO.
I. 1 Pablo, enviado de Jesús Cristo, según el mandato
de Dios nuestro Salvador, i de Cristo J esus,° nuestra
esperanza :
: ¿ A Timoteo, [mi] hijo verdadero en la te :
Gracia, misericordia, [i] paz, [que vienen] de Dios
nuestro Padre, i de Cristo Jesús, nuestro Scuor.
3 Según te rogué que te quedases en Efeso, cuando
iba á proceder á Macedonia, para que mandases á
4 algunos que no enseñasen [doctrinas] extrañas, ni
estuviesen atentos á fábulas, ni á interminables genea-
logías, que mas promueven disputas, . que la admi-
nistración [quo hemos recibido]! de Dios, en [cuanto
á] la fé ; [así te encomiendo este mandato]. J
5 I el fin de [mi] § mandato es el amor [que procede]
de un corazón puro, i de una buena conciencia, i de
6 una fé sin hipocresía ; de cuyos objetos se han ex-
traviado algunos, i se han desviado a[l uso. de] vanas
7 pláticas, queriendo ser maestros de la lei, sin com-
prender ni lo que dicen, ni qué [es] lo que afirman
fuertemente.
8 Pero sabemos que la lei [es} buena, si alguno usa
9 de ella como lei, i sabe que la lei no se constituye
para el justo, sino para los inicuos i los insumisos,
para los impíos i los pecadores, para los que no son
santos i los profanos, para los parricidas i los matnci-
10 das, para los homicidas, para los fornicarios, para
los sodomitas, para los que esclavizan á los hombres,
para los mentirosos, para los perjuros, i [los que
hacen] alguna otra cosa que se oponga á la sana
11 enseñanza, según la buena nueva gloriosa || de Dios
bendito, la cual se me confió á mí.
12 I doi gracias á. Cristo Jesús nuestro Señor, (el cual
* Cristo Jesús. Algunos MSS. tienen el Señor Jesús Cristo.
i Col. i. 25. t Véase vers. 18 .
§ De [mi], ó del. ¡I Gloriosa, adela gloria.
A TIMOTEO, CARTA L, CAP. H 421
me fortaleció,) porque me juzgó fiel, i me puso en
13 [su] servicio á mí, que habia sido ántes, [su] in-
famador, i perseguidor, i ultrajador. Pero recibí
misericordia porque lo habia hecho [cuando] era
14 ignorante, [i] falto de fé. I la gracia de nuestro Señor
superabundó, juntamente con la fé i el amor que
[son] en Cristo Jesús.
15 [Es] digno de fé, i de la mejor 0 acojida, el aserto,
que Cristo Jesús vino al mundo para salvar á los
16 pecadores ; de los cuales el primero soi yo. Mas por
esto recibí misericordia, para que Jesús Cristo mos-
trase en mí el primero, la mayor® longanimidad,
para ejemplo de los que después tuviesen fé en él,
para la vida eterna.
17 I al Rei de los siglos, al incorruptible, invisible,
solof Dios, [sean dados] honor i gloria por los siglos
de los siglos. Así sea.
18 Este mandato te encomiendo, hijo Timoteo, con-
forme á las profecías anteriores relativas á tí, para
que sostengas, en [conformidad con] ellas, la buena
19 milicia, con fidelidad,! i una buena conciencia, la
cual han rechazado algunos, i han naufragado con
20 respecto á la fé ; de los cuales son Himenéo i Ale-
jandro, á quienes entregué á Satanas, para que, casti-
gados, [aprendiesen] á no infamar [la verdad]. §
II. 1 Ruego, pues, que, ántes de todo, se hagan súplicas,
oraciones, rogativas, [i] acciones de gracias, por todos
2 los hombres, por los reyes i [por] todos los superiores
[en autoridad], que pasemos una vida tranquila i quieta
3 en toda piedad i gravedad ; porque esto [es] bueno i
4 aceptable delante de Dios nuestro Salvador, el cual
quiere que todos los hombres sean salvos, i vengan al
6 conocimiento de la verdad. Porque [hai para todos]
un [mismo] Dios, i un [mismo] Mediador entre Dios
6 i los hombres, [que es] el hombre Cristo Jesús, el
cual se dió á sí mismo [á la muerte], en rescate á favor
de todos, [de lo cual se ha dado] testimonio en [su]
7 propio tiempo ; para [anunciar] el cual fui consti-
* La mejor , la mayor ¡ en griego, toda.
f Algunos MSS. añaden sabio.
t Fidelidad, 6 fé.
§ 2 Tim. ii. 18.
422 A TIMOTEO, CARTA I, CAP. III.
tuido yo proclamador i enviado, (hablo la verdad, 0
[i] no miento,) maestro de los Gentiles en fé i en
verdad.]
8 Quiero, pues, que los varones hagan oración en
todo lugar [en que se hace], alzando [al cielo] manos
santas, sin ira, ni pensamientos [dudosos].];
9 Del mismo modo [quiero] también que las mu-
jeres se adornen en traje decente, ion modestia i
[con] cordura, no§ con trenzas, ni oro, ni perlas,
10 ni ropa de mucho precio ; sino con buenas obras,
como conviene á mujeres que profesan dar culto á
Dios.
11 Aprenda la mujer en silencio, con toda sumisión ;
12 pues no permito que la mujer enseñe, ni se ejerza
autoridad sobre el varón ; sino [quiero] que calle.
13 Porque Adam fué el primero creado : después, Eva.
14 I Adam no fué engañado, || sino que la mujer lo fué,
16 i se hizo transgresora. Pero será, salva, por medio
del parto de los hijos, ^[ si [fuere de aquellas que]
continúen en la fé, i en el amor, i en la santidad,
con la cordura.
III. 1 [Es] digno de fé el aserto : si alguno anhela el
2 oficio de sobreveedor, desea una buena obra. Es
necesario, pues, que un sobreveedor sea irreprensible,
marido de una [sola] mujer, sobrio, cuerdo, decente,
3 hospitalario, capaz de enseñar, no dado al vino ; no
pendenciero, 0 ° sino blando ; no altercador, no ape-
4 gado al dinero ; que guie bien á su familia,] ] man-
teniendo á sus hijos en sumisión, con toda gravedad ;
6 pues si alguno no sabe guiar á su familia, ¿ cómo
6 [podrá] cuidar de la asamblea de Dios ? no recien-
convertido,] í para que no sea hinchado de orgullo, i
7 caiga en la condenación del § § calumniador. I es
* Algunos MSS. añaden en Cristo.
f O, fiel i veraz.
t Pensamientos [dudosos], Luc. xxiv. 38, Jac. L 6; 6 disputas ;
Fil. ii. 14.
§ No, ó no [soto].
|| A saber, [por la serpiente ] .• véase 2 Cor. x¡. 3.
Véase Gen. iii. 15, 16 ; de los hijos, ó del hijo [prometido ].
* * Algunos MSS. añaden no [ codicioso de] deshonrosa ganancia.
f f Familia, 6 casa.
t í Recien-convertido ; en griego, neófito.
§ § Del, 6 [infligido] en.
A TIMOTEO, CARTA I., CAP. IV. 423
necesario que tenga también [en su favor] buen testi-
monio de los [que están] fuera [de la asamblea], para
que no caiga en oprobio i [en] la acechanza del
calumniador.
8 Del mismo modo [es necesario] que los servidores 0
[de la asamblea sean] graves, no dobles en [sus]
palabras, no dados á mucho vino, no [codiciosos] de
9 deshonrosa ganancia, manteniendo el misterio de
10 la fe en pura conciencia. Mas estos también sean
ántes puestos á prueba : después obren como servi-
dores [de la asamblea], cuando hayan [resultado]
irreprensibles. J
11 Del mismo modo [es necesario] que las mujeres
[sean] graves, no calumniadoras: sobrias, fieles en
todo.
12 Sean los servidores [de la asamblea] maridos de
una [sola] mujer, [i] los que guian bien á [sus] hijos
lo 1 á sus familias. Porque los que hayan obrado bien
como servidores [de la asamblea], obtienen por sí
nnsmos buen crédito,] i mucha intrepidez en [cuanto
á] la fe que [ha de tenerse] en Cristo Jesús.
i k c f /' e escr * * * § b° estas cosas, aunque espero ir mui pronto
16 á [ver] te, para que, si tardare, sepas cómo deben
conducirse [los hombres]] en la casa de Dios, la cual
es la asamblea del Dios vivo, columna i apoyo firme
de la verdad.
16 I [es] cosa confesada que es grande el misterio de
la piedad ; [á saber que] : Dios se manifestó en carne •
fué declarado justo por el Espíritu ;§ apareció á los
mensageros [celestiales] ; || fué proclamado entre los
Gentiles; se tuvo fé en él][ en el mundo; [i] fué
elevado glorioso 0 0 [al cielo]. J
Pero el Espíritu dice expresamente, que en los
últimos tiempos algunos se apartaran de la fé, dando
crédito á impostores que [profesaran tener dones]
espirituales, i á enseñanzas [inspiradas] por] ] los
* Servidora , en griego, diáconos. t Cridito, ó grado.
X Deben conducirse [los hombres], ó debes conducirte. . . . [como]
columna. ... § Véase Bom. i. 4; 1 Ped. iii. 18.
^ Los mensageros [ celestiales ], 6 mensageros [escojidos], véase Hech.
** Glorioso, 6 en gloría. ^ U ™ de confianza.
1 1 [Inspiradas'] por,- 6, de.
424 A TIMOTEO, CARTA I, CAP. V.
2 demonios, [persuadidos] por la hipocresía de los que
hablaran mentiras, de los que tendrán cauterizada [su]
3 propia conciencia, de los que prohibirán el casa-
miento, [i mandaran] abstenerse de los manjares que
Dios creó para que los tomasen con acciones de gracias
4 los que tienen fé, i conocen la verdad. Porque todo
[manjar] 0 que Dios ha creado [es] bueno, i ninguno
ha de ser desechado, [pero] tomado f con acciones
6 de gracias; porque se santifica por medio de la
palabra de Dios, i de la rogativa.
6 Exponiendo estas cosas á los hermanos, seras buen
servidor de Jesús Cristo, criado con las palabras de
la fé, i de la buena enseñanza de la cual has adquirido
conocimiento. . . .
7 Pero rechaza fábulas profanas i de viejas ; i ejer-
8 cítate para [aprovechar en] piedad. Porque el ejer-
cicio [en prácticas] corporales aprovecha para poco,
pero la piedad aprovecha para todo, pues ha de
recibir lo prometido respecto de la vida presente, i
9 de la venidera. [Es] digno de fé, i de la mejor]; aco-
10 jida, el aserto. Pues para esto trabajamos, ! también
sufrimos oprobio ; porque esperamos en Dios vivo, el
cual es Preservador § de todos los hombres, especial-
mente de los que tienen fé.
11 Estas cosas manda, i enseña.
12 Nadie te desprecie [por] tu juventud; pero sé
modelo para los que tienen fé, en palabra, en con-
ducta, en amor, || en fé, [i] en pureza.
13 Hasta que [yo] vaya, está atento á la lectura, á la
exhortación, [i] á la enseñanza.
14 No descuides el don de gracia [que es] en tí, [i]
que se te dió por medio de profecía, con la imposi-
ción de las manos del cuerpo de los ancianos.
15 Medita estas cosas ; ocúpate enteramente en ellas ;
16 para que sea manifiesto entre todos^J tu progreso. Fija
tu atención en tí mismo, i en [tu] enseñanza. Per-
severa en aquellas [cosas] ; porque, haciendo esto, te
salvaras á tí mismo, i también á los que te escuchen.
Y. 1 No increpes al anciano, sino exhortado] como á
* Víase vers. 3, i CoL ii. 23. i [Pero] tomado, 6 [««] se toma.
$ La mejor ¡ en griego, todo.
§ Preservador, 6 Salvador.
fl Algunos MSS. añaden en espíritu. H Entre todos , o en todo.
A TIMOTEO, CARTA I, CAP. Y. 425
2 padre ; á los jóvenes, como á hermanos ; á las an-
cianas, como á madres ; á las jóvenes, como á her-
manas, con toda pureza.
3 Honra [con socorro] á las viudas que [esten] real-
4 mente desamparadas. 0 Pero si alguna viuda tiene
hijos ó nietos, aprendan á ser piadosos primero con
su propia familia, i recompensar con retornos [debi-
dos] á sus progenitores; porque esto esf aceptable
6 ante Dios. I la [que es] realmente desamparada, i
abandonada, espera en Dios, i persevera en súplicas
6 i en oraciones, noche i dia. Pero la que vive en
7 lujo, viviendo está muerta. I estas cosas manda,
8 para que sean irreprensibles. I si alguno no provee
por los suyos, i especialmente por los de su familia,
ha negado la fé, i es peor que el que no la ha tenido.
9 No se ponga en la lista viuda de ménos de sesenta
años [de edad] ; haya sido esposa de un [solo] marido ;
10 tenga, en [cuanto á] buenas obras, el testimonio de
que ha [bien] criado hijos, de que ha ejercitado la
hospitalidad, de que ha lavado los pies de los santos,
de que ha asistido á los atribulados, de que ha pro-
11 seguido en toda buena obra. Pero no admitas viudas
jóvenes ; porque cuando no hayan podido refrenarse
12 [por amor] de Cristo, quieren casarse, i han de re-
cibir condenación, porque han violado [su] primer
13 empeño.]: I al mismo tiempo, aprenden ademas [á
estar] ociosas, girando de casa en casa ; i no solo
[á estar] ociosas, sino también [á ser] parleras i en-
tremetidas, hablando cosas que no deberían hablar.
14 Quiero pues que las [viudas] jóvenes se casen, tengan
hijos, gobiernen [sus] familias, [i] no den ninguna
ocasión al que se [nos] oponga por motivo de denos-
15 tar[nos]. Porque ya algunas se han desviado para
seguir á Satanas.
16 Si alguno [de los que] tienen fe, hombre ó mujer,
tiene [parientas] viudas, asístalas, i no sean cargo á
la asamblea, para que asista á las [que son] realmente
desamparadas.®
17 Los ancianos que guien bien [á la asamblea] sean
* Desamparadas, ó viudas ; la misma palabra griega significa viuda,
i desamparada. t Algunos MSS. añaden bueno i.
J Empeño, 6 fidelidad, ó fé.
426 A TIMOTEO, CARTA 1., CAP. YI.
reputados dignos de doble honor [de socorro], espe-
cialmente los que trabajan en la predicación ° i en
18 la enseñanza. Porque la Escritura dice : “ No pon-
“ dras bozal al buei que trilla :”f i : “ Digno [es] el
“ trabajador de su recompensa." J
19 Contra un anciano no recibas acusación, á menos
que [conste] por § dos 6 tres testigos.
20 A los que pequen, reprende delante de todos, para
que los demas también teman.
21 Te encargo delante de Dios, i de || Jesús Cristo, i
de los mensageros [celestiales] escojidos, que guardes
estas cosas sin prevención, [i] que no hagas nada por
parcialidad.
22 No impongas dé ligero las manos sobre nadie ; ni
participes de los pecados do otros. Consérvate puro.
23 No bebas ya agua [sola], sino usa de un poco de
vino, por causa de tu estómago, i de tus frecuentes
enfermedades.
24 Los pecados de algunos hombres son mui mani-
fiestos, i van delante de [ellos] para [incurrir] con-
denación ; mas [hai] también otros que los traen
25 detras. Del mismo modo las buenas obras también
[de algunos] son mui manifiestas ; i las que no lo
son no pueden quedar escondidas.
VI. 1 Todos los que están bajo el yugo, [como] siervos,
juzguen á sus amos por dignos de toda honra, para
que no sean infamados el nombre de Dios i [su]
enseñanza.
2 I aquellos cuyos amos tienen fé, no [los] desprecien
porque sean hermanos, sino sirvan [los] mejor, porque
los que reciben la correspondencia de [sus] buenas
obras, tienen fé i son amados.
Enseña i exhorta [conforme á] estas cosas.
3 Si alguno enseña [doctrinas] extrañas, i no accede
álas sanas palabras de nuestro Señor Jesús Cristo,
4 i á la enseñanza [que es] conforme á la piedad, está
hinchado de orgullo, sin saber nada : pero tiene insano
[amor] de disputas i de contiendas de palabras, de que
* Predicación, ó palabra.
f Deut. xxv. 4 ; 1 Cor. ix. 9.
¿ Lúe. x. 7.
§ Por, 6 delante de: 2 Cor. xüi. 1.
|| Algunos MSS. añaden el Beiíor.
A TIMOTEO, CARTA I., CAP. VI. 427
se originan envidia, contienda, infamaciones, malas
5 sospechas vanas discusiones de hombres de mente
corrumpida, i privados de la verdad, [hombres] que
piensan que la piedad ha de ser [medio de] grangería.
6 Apártate de los tales. Pero es grangería grande la
, [unida] con el contentamiento de lo su-
i nciente. Porque nada trajimos al mundo, [i esl
manifiesto que tampoco podemos sacar nada de félL
8 Si tenemos pues alimento i con que cubrirnos, coi
J esto estemos contentos Pero los que quieren ser
ricos, caen en tentación, i en acechanza, i en muchos
deseos necios i dañosos, que hunden á los hombres
1 0 en destrozo i perdición. Porque el amor al dinero es
raíz de todos los males ; [i] anhelándolo algunos, se
lian extraviado de la fé, i se han traspasado por todos
lados con muchas penas.
11 , Jú ¡oh varón de Dios! huye de estas cosas, i
date a la justicia, á la piedad, á la fé, al amor, á la
12 paciente perseverancia, [i] á la mansedumbre. Es-
fuérzate [en] la buena lucha de la fé ; apodérate de
la vida eterna, á cuyo [goce] fuiste llamado, i tam-
test¡gos° 1Ste a buena coufesion 0 delante de muchos
13 Te ruando delante de Dios que ha de darf vida á
todos lost [muertos], i [delante] de Cristo Jesús que
. . d !° L como ] testimonióla buena confesión, ante Pondo
14 Dilato, que guardes [mi] § mandato sin mancha,
i t- lrre P ren sible hasta la manifestación de nuestro
16 benor Jesús Cristo, la cual hará que ocurra en su
tiempo propio el Bendito, i el solo Poderoso: el
Reí , e los <l ue reinan, i Señor de los que dominan ;
16 el solo que es Inmortal, el cual habita en la luz in-
accesible, á quien ninguno de los hombres ha visto,
ni puede ver ; á él [sean tributados] el honor i el
poder eterno. Así sea ||
17 Manda á los [que son] ricos en [las cosas] del pre-
sente siglo, que no tengan pensamientos altivos, i que
* Oñfaítm, ó pro/aion : Rom. x. 9 ; 2 Cor. ¡x. 13 ■ Heb i 23
1 Ha de dar, 6 da.
I ñí? en griego, todas las cosas: véase Ef. i. 10. nota
§ [ - W ‘l 6 eL I! 4st tea. 6 amen.
428
A TIMOTEO, CARTA I., CAP. VI.
no pongan esperanza en las riquezas [que son] incier-
tas sino en el Dios vivo, que nos da rica [abundancia]
18 de todas las cosas para [nuestro] goce ; que hagan
bien que sean ricos en buenas obras, que sean mui
generosos, [i] contribuyan [liberalmente socorros],
19 atesorando para sí un buen fondo para lo venidero,
á fin de que se apoderen de lo que es realmente
vida.
20 i Oh Timoteo ! guarda lo que [te he]t encomen-
dado, 1 desvíate de las pláticas profanas i vacias, i
de las objeciones de la falsamente llamada cien-
21 “cia;”t la cual algunos profesando, so han ex
traviado de la fé.
La gracia [sea] contigo.§
* Realmente. Algunos MS8. tienen eterna.
¡ “ «mió , 8 ”' cnVdeuo, gnósis, de donde viene la palabra gnóstico.
§ Algunos MSS. añaden Asi es.
CARTA SEGUNDA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á TIMOTEO.
I. 1 Pablo, enviado de Jesús Cristo, por la voluntad
de Dios, para [anunciar] la promesa de la vida que
[es] en Cristo Jesús :
2 A Timoteo [mi] amado hijo :
Gracia, misericordia, [i] paz, [que vienen] de Dios
[nuestro] Padre, i de Cristo Jesús nuestro Señor.
3 Doi gracias á Dios, & quien tributo culto en segui-
miento de [mis] progenitores con conciencia pura,
tan incesantemente como hago memoria de tí en
4 mis súplicas, noche i dia ; deseando ardientemente
verte, (acordándome de tus lágrimas,) para llenarme
6 de gozo : recordando la fé sin hipocresía que [hai]
en tí, la cual residió primero en tu abuela Loida, i
en tu madre Eunice, i estoi persuadido de que [re-
side] también en tí.
6 Por cuya causa te recuerdo que avives el don de
la gracia de Dios que está en tí, por medio de la
7 imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio
espíritu de cobardía, sino de poder, i de amor, i de
8 cordura. No te avergüences, pues, del testimonio de
nuestro Señor, ni de mí, preso [por amor] suyo, sino,
para [promover] la buena nueva, sufre con[migo] el
9 mal, según el poder [que has recibido] de Dios ; el
cual nos salvó, i llamó con santa vocación, no con-
forme á nuestras obras, sino conforme á su propio pro-
pósito, i [á su] gracia, la cual se nos dio en Cristo
10 Jesús ántes de los tiempos antiguos, i que se ha
manifestado ahora por medio de la manifestación de
nuestro Salvador Jesús Cristo, que ha puesto fin á la
muerte, i al contrario ha iluminado la vida i la in-
11 corruptibilidad por medio de la buena nueva ; para
[anunciar] la cual yo fui constituido proclamador, i
12 enviado, i maestro de los Gentiles. Por cuya causa
430 A TIMOTEO, CARTA II., CAP. II.
padezco también estas cosas : pero no me avergüenzo ;
porque sé en quien he tenido íe, i estoi persuadido
que es [bastante] poderoso para guardar lo que le he
encomendado, hasta aquel dia.°
13 Adhiérete al modelo de las sanas palabras que oíste
de mi [boca], con la fé i el amor que [son] en Cristo
14 Jesús. Guarda, por medio del Espíritu Santo que
habita en nosotros, el buen depósito que [te he] en-
comendado.
15 Sabes esto : que todos los do Asia se han separado
de mí, de los cuales son Figelo i Hermógenes.
16 Tenga el Señor misericordia de la familia de Onesí-
foro ; porque muchas veces me alentó, i no se aver-
17 gonzó de mi cadena ; sino cuando estuvo en Roma
18 me buscó con mucho empeño, i [me] encontró. El
Señor le conceda hallar su misericordia en aquel
dia.° I tú sabes mui bien en cuantas cosas me sirvió
en Efeso.
II. 1 Tú pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que [es]
2 en Cristo Jesús ; i encomienda las cosas que oiste de
mi [boca], en presencia de] muchos testigos, á hom-
bres fieles que sean idóneos para ensenarlas] tam-
bién á otros.
3 Tú pues sufre el mal, como buen soldado de Jesús
4 Cristo. Ninguno que milita se embaraza en. los
negocios de la vida, á fin de agradar al que lo alistó.
5 Ni tampoco, si luchare alguno [en la palestra], ha
6 de ser coronado, si no luchare según lei. El labra-
dor que trabaja debe, ántes que [otro], participar de
7 los frutos. Comprende lo que digo ; porque [ruego
al] Señor, que te dé inteligencia en todo.
8 Acuérdate de que Jesús Cristo, de la posteridad de
David, ha resucitado de entre los muertos, según la
9 buena nueva que [anuncio] ; por [amor de] la cual
sufro el mal, hasta [verme en] prisiones, como mal-
10 hechor ; pero la. palabra de Dios no está presa. Por
esto, soporto todo con paciencia, por causa de los
escojidos, á fin de que también ellos alcancen la sal-
vacion que [es] en Cristo J esus, con la gloria eterna.
11 Digno de fé [es] el aserto. Porque si hemos muerto
12 con [él], con [él] también viviremos ; si sufrimos
* A saber, el día de la venida de Cristo : véase 2 Tes. i. 10 ; ii. 2.
t En presencia de, 6 [atestiguadas] por.
A TIMOTEO, CARTA II., CAP. II. 431
pacientemente [con él], con [él] también reinare-
13 mos ; si lo negamos, también él nos negará ; si no
tenemos fé, él permanece fiel ; [i] no puede negarse
á sí mismo.
14 Recuerda[les] estas cosas, i encarga[les], en pre-
sencia del Señor, que no tengan contiendas de pala-
bras [que no valen] para ningún [fin] útil, [sino solo]
para la perversión de los oyentes.
16 Empéñate en presentarte [por] aprobado á [los
ojos de] Dios, trabajador que no tiene de que aver-
gonzarse, dispensando, sin torcer[la], la palabra de la
lt verdad. Mas evita [á los hombres de] las pláticas
profanas i vacías ; porque progresaran mas [i mas]
17 en impiedad ; i su palabra corroerá como gangrena.
18 De los cuales son Himeneo i Fileto, quienes se han
extraviado de la verdad, diciendo que la resurrec-
ción ha sucedido ya, i están pervirtiendo la fé de
algunos.
19 Pero el sólido fundamento [puesto] por ° Dios per-
siste firme, teniendo este sello : “ El Señor ha cono-
“cido á los que son suyos;"] i: “Todo el que
“invoca el nombre del Señor,] apártese de la ini.
“ quidad.”
20 Mas en una casa grande, hai no solamente vasos
de oro i de plata, sino también de madera i de barro ;
i los unos [son] para honor, los otros, para [usos]
21 viles. Si pues alguno se purificare á sí mismo, [se-
parándose] de estos, § será un vaso para honor, santi-
ficado, i de buen uso para [su] Señor, preparado para
toda buena obra.
22 Huye ademas de los deseos juveniles ; i date á la
justicia, á la fé, al amor, [i] á la paz, con aquellos
que invocan al Señor con corazón puro.
23 I rehúsa disputas fatuas i necias, sabiendo que en-
24 gendran altercaciones. I el siervo del Señor no debe
altercar, sino ser apacible para con todos, capaz
26 de enseñar, sufrido en el mal, con mansedum-
bre instruyendo á los que se [le] opongan, por si
Dios les diere arrepentimiento para conocer la ver-
26 dad, i [ellos], apresados [i sacados] con vida, por el
* [Puesto] por, ó de.
t Num. xvi. 5, en el griego de los LXX.
í Algunos USS. tiene Cristo.
§ De estos, véase vers. 16 ; ó. de estas cosas.
432 A TIMOTEO, OARTA II., CAP. III.
("siervo del Señor], del lazo del calumniador, se resti-
tuyeren á la sobriedad, para [hacer] la voluntad de
[Dios]. 0
ni. I I sabe esto : que en los últimos dias, sobrevendrán
2 tiempos terribles ; porque los hombres serán ama-
dores de sí mismos i del dinero, .iactansiosos, sober-
bios, difamadores, desobedientes á [sus] padres, ingra-
3 tos, sin santidad, sin afectos naturales, implacables,
calumniadores, incontinentes, inhumanos, sin amor
4 4 los buenos, f traidores, precipitados, hinchados de
orgullo, mas amadores de los deleites que de Dios,
5 que tendían la forma de la piedad, pero que habían
negado su poder. De estos también apártate.
6 Porque de estos son los que entran en las familias,];
i tienen cautivas á las mujercillas cargadas de peoa-
7 dos, guiadas por varios [malos] deseos ; [las cuales]
siempre están aprendiendo, mas nunca son capaces
8 de llegar al conocimiento de la verdad. I así tomo
Jannes i Jambrcs resistieron á Moises,así estos también
resisten á la verdad, hombres cuya mente esté cor-
9 rompida, reprobados en cuanto á la fé. Pero no
progresaran mas [adelante], porque su necedad será
mui manifiesta á todos, así como llegó á ser la de
aquellos.
10 Pero tú has adquirido conocimiento de mi ense-
ñanza, de [mi] modo de vivir, de [mi firme] propósito,
de [mi] fé, de [mi] longanimidad, de [mi] amor, de
11 [mi] paciente perseverancia, de [mis] persecuciones,
de los padecimientos que tuve en Antioquía, en
Iconio, [i] en Listra ; de las persecuciones que sobre-
llevé ; pero de todas me libertó el Señor.
12 I todos los que quieran vivir piadosamente en
Cristo Jesús, serán también perseguidos.
13 Ademas los hombres malos é impostores irán [de
mal] en peor, extraviando [á los otros], i extraviados
[ellos mismos].
14 Pero tú permanece [firme] en lo que aprendiste, i [en
lo que] tuviste plena fé, sabiendo de quien [lo] apren-
15 diste ; i que desde [tu] infancia has sabido las santas
Escrituras, que pueden darte sabiduría para la salva-
16 cion, por medio de la fé en Cristo Jesús. Toda [santa]
* [Dios ] ; en griego, de aquel. t Los buenos, ó lo bueno.
í Familias, 6 casas.
A TIMOTEO, CARTA II, CAP. IV. 433
Escritura [está] inspirada por Dios, i [es] provechosa
para la enseñanza, para la reprensión, para la correc-
17 cion, para la instrucción en la justicia; 0 á fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, [i esté] plena-
mente preparado para toda obra buena.
IV l_[Tej encargo] en presencia de Dios, i de] Jesús
Cristo, que ha de juzgar á los vivos i á los muertos
2 en su manifestación i en [la de] su reino, que pro-
clames la palabra, que insistas oportuna [é] inoportu-
namente, que reprendas, encargues, exhortes, con toda
8 longanimidad i [propia] enseñanza. Porque vendrá
tiempo en que [algunos] no sufrirán la sana ense-
ñanza, sino que, conforme á sus propios deseos, acumu-
laran maestros para sí, teniendo [ellos] comezón de
4 oir ; i apartaran [sus] oidos de la verdad i al con-
6 trario se desviaran para [oir] las fábulas. Tú pues sé
sobrio en todo ; sufre el mal, haz la obra de un anun-
ciador de la buena nueva, § [desempeña] cumplida-
mente tu servicio.
6 Porque [en cuanto ál mí, ha de ser derramada ya
mi [sangre] como una libación, i ha venido el tiempo
7 de mi disolución. He luchado [en] la buena lucha ;
8 he consumado la carrera ; he guardado la fé ; por
lo demas, me está reservada la corona de justicia,
que el Señor, el justo juez, me dará en aquel dia ;||
i no á mí solo, sino también á todos los que hayan
amado su manifestación.
9 10 Empéñate en venir á mí pronto ; porque Dé-
mas me ha desamparado, por amor del presente siglo,
1 se ha ido á Tesalónica : Crescente [se ha ido] á
11 Galacia : Tito á Dalmacia. Solo está conmigo Lúeas.
Tornad á Márcos, i trae [lo] contigo ; porque es mui
12 útil para mi servicio. I he enviado Tíquico á
Efeso.
13 Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troade
en [casa de] Carpo, i los libros, especialmente los ("del
pergamino. J
14 Alejandro el calderero me acusó de muchas cosas
* La justicia, ó lo justo.
f Algunos MSS. añaden pues yo.
t Algunos MSS. añaden el Señor.
§ Anunciador de la buena nueva ; en griego, evangelista.
II Véase i. 12, 18. ^ Toma, 0 recibe d bordo .
434 A TIMOTEO, CAUTA II, CAP. IV.
1 5 malas : 0 paguelef el Señor según sus obras. Guárdate
también tú de él, porque se ha resistido mucho á
16 nuestras palabras. En mi primera defensa, nadie .
llegó [para estar] conmigo, sino que todos me desam-
pararon. [Quiera Dios] que no se les ponga en cuenta.
17 Pero el Señor estuvo presente conmigo, i me fortaleció,
á fin de que por mí lo que ha de ser proclamado
6e [anunciase] cumplidamente, i que todos los Gen-
tiles [lo] oyesen : i fui libertado de la boca del león.
18 I el Señor me guardará, de toda obra mala, i me
preservará para su reino celestial: á él [sea dada]];
la gloria por los siglos de los siglos. Asi sea.
19 Saluda á Prisca, i á Aquilas, i á la familia de One-
síforo.
20 Erasto se quedó en Corinto ; i á Trófimo lo dejé
enfermo en Mileto.
21 Empéñate en venir ántes del invierno.
Te saludan Eubulo, i Pudente, i Lino, i Claudia,
i todos los hermanos.
22 El Señor Jesús Cristo [sea] con tu espíritu.
La gracia [sea] con vosotros.§
* O, me hizo mucho mal.
f Algunos MSS. tienen pagará.
* A él [fía dada], 6 cuya [«].
§ Algunos MSS. añaden Asi sea.
CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á TITO.
I. 1 Pablo, siervo de Dios, i enviado de Jesús Cristo,
[constituido] para que los escojidos de Dios [tengan]
fé° i conocimiento de la verdad que respeta á la
2 piedad, [i] para [anunciar] la esperanza de la vida
eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió
3 ántes do los tiempos antiguos, i ha manifestado en
su propio tiempo, por su palabra, en lo que, para
proclamarlo, se me ha confiado á mí por el mandato
de Dios nuestro Salvador :
4 A Tito, [mi] verdadero hijo, en cuanto á [nuestra]
común fe :
Gracia, misericordia, [i] paz [que vienen] de Dios
[nuestro] Padre, i del Señor Jesús Cristo nuestro
Salvador.
5 Te dejé en Creta por este motivo : para que corri-
gieses lo que faltaba, i constituyeses ancianos en cada
6 ciudad, como yo te [lo] mandé : si [hubiere] alguno
que fuere irreprensible, marido de una [sola] mujer,
con hijos que tengan fé, no acusados de disolución, ni
7 insumisos. Porque es necesario que un sobreveedor
sea irreprensible, como [que es] administrador de
Dios ; no pagado de sí mismo, no irascible, no dado
al vino, no pendenciero, no [codicioso] de deshonrosa
8 ganancia ; sino hospitalario, amante de los buenos, j* * * §
9 cuerdo, justo, santo, continente, adhiriéndose á la
palabra [que], como [la he] enseñado, [es] digna de
fé ; para que sea capaz de exhortar con sana enseñanza,
i también de reprender á los que j”la] contradicen.
10 Porque hai muchos que [son] insumisos, [hom-
bres] de vana plática, i engañadores, especialmente
11 entre los circuncisos, á quienes es necesario en-
frenar ; quienes trastornan familias enteras, ense-
* Petra que los ... . tengan ]é, ó en cuanto i lafé de los.
t Los buenos, ó lo bueno.
436 A TITO, CAP. II.
Bando lo que no deben [enseñar], por una deshonrosa
ganancia.
12 Uno de ellos, uno de sus propios profetas, dijo :
“ Los Cretenses [son] siempre mentirosos, fieras
“ maléficas, ociosos, [de] vientres [insaciables].”
13 Este testimonio es verdadero ; por cuya causa re-
préndelos con severidad, para que sean sanos en la
14 fé, i no sean atentos á fábulas judáicas, i á manda-
mientos de los hombres que se apartan de la verdad.
15 Todos [los manjares], 0 ciertamente, son limpios
para los limpios, f mas para los que están contamina-
dos i no tienen fé, nada es limpio, sino que su mente
16 i también [su] concienoia están contaminadas. Pro-
fesan que conocen á Dios, mas con [sus] obras [lo]
niegan : siendo abominables, i desobedientes, i repro-
bados para toda obra buena.
II. 1 Pero tú, babla lo que conviene á la sana enseñanza.
2 [Exhorta] á los ancianos á que sean sobrios, graves,
cnerdos, sanos en la fé, en el amor, [i] en paciente
perseverancia.
3 [Exhorta] asimismo á las ancianas á, que se conduz-
can como conviene á las santas ; á, que no [sean]
calumniadoras, no adictas á mucho vino ; & que
4 enseñen lo que es bueno, para que instruyan á las
5 jóvenes á que amen á sus maridos i á sus hijos, á
que sean cuerdas, puras, cuidadosas de [su] casa,J
bcné[volas], sumisas á sus maridos; para que no se
infame la palabra de Dios.
6 Exhorta á los [hombres] jóvenes asimismo á que
7 sean cuerdos ; presentándote en todas las cosas
modelo de buenas obras ; [mostrando] en [tu] en
8 señanza incorrupta [verdad], gravedad, § sana pala-
bra, que no puede ser reprendida, para que se aver-
güence aquel que es contrario, no teniendo nada
malo que decir de vosotros. ||
9 [Exhorta] á los siervos á que se sometan á sus
amos, á que [les] agraden en todo, á que no les con-
10 tradigan, á que no se apropien [algo] fraudulenta-
mente. sino á que muestren la mejor fidelidad, para
* [Los manjares'} ; Tóase Rom. xiv. 20.
f Limpios ; véase ii. 14 ; Hech. xv. 9.
t Casa, ó familia.
§ Algunos MSS. añaden incomiplibilidad.
II Vosotros ¡ otros MSS. tienen nosotros.
A TITO, CAP. ni. 437
que adornen, en todas las cosas, la enseñanza de Dios
nuestro Salvador.
11 Porque la gracia de Dios que [es] salvadora para
12 todos los hombres, pareció para instruirnos, en ne-
garnos á la impiedad i á deseos mundanos, i en vivir
13 cuerda, i justa, i piadosamente en este siglo, aguar-
dando la feliz esperanza, i la manifestación de la
gloria de nuestro gran Dios i Salvador Jesús Cristo,
14 el cual se dió á sí mismo [á la muerte] por noso-
tros, para redimirnos de toda iniquidad, i limpiár-
onos] para s!, [como] pueblo de [su] propia posesión, 0
[pueblo] lleno de celo por las buenas obras.
15 Habla estas cosas, i exhorta, i reprende, con fuerte f
mandato.
Nadie te desprecie.
III. 1 Recuérdales que se sometan á los principados, i
á las autoridades, que sean obedientes, que esten
2 prontos para toda buena obra ; que no infamen á
nadie, que no sean altercadores, que [sean] blandos,
mostrando la mayor mansedumbre para con todos
3 los hombres. Porque nosotros también [como otros]
fuimos en otro tiempo necios, desobedientes, extra-
viados, siervos de varios [malos] deseos i deleites,
viviendo en malevolencia i en envidia, odiosos, [i]
4 aborrecedores unos de otros. Pero cuando la benig-
nidad de Dios nuestro Salvador, i [su] amor hacia los
6 hombres, parecieron, nos salvó, no por medio de
obras justas que habíamos hecho nosotros, sino según
su misericordia, por medio del baño del renacimiento,
6 i de la renovación del Espíritu Santo, que derramó
sobre nosotros en rica [abundancia], por medio de
7 Jesús Cristo nuestro Salvador ; para que, declarados
justos en [virtud de] su gracia, llegásemos á ser [sus]
herederos, según la esperanza de la vida eterna.
8 Digno de fé es el aserto : i deseo que afirmes estas
cosas ; [exhortando] á. los que tienen fé en Dios á
que fijen los pensamientos en practicar diligente-
mente buenas obras.
Estas son las cosas buenas i provechosas á los hom-
9 bres. Pero evita disputas fátuas, i genealogías, i
contiendas, i altercaciones sobre la lei, porque son
sin provecho i vanas.
• Propia posesión : Tóase Ex. xix. 5 ; Deut. vii. 6 ; xít. 2.
i Fuerte ; en griego, todo.
438 A TITO, CAP. III.
10 ilechaza al hombre [que causa divisiones] sec-
tarias 0 después de la primera i segunda amonesta-
11 cion, sabiendo que quien [es] tal se ha desviado [de
la verdad], i peca, siendo condenado por sí mismo.
12 Cuando te enviare Artemas, 6 Tíquico, empeñate
en venir á mí á Nicápolis, porque he resuelto ínver-
13 Asiste con empeño en su salida á, Zénas, maestro
de la lei, i á Apolo, de modo que nada les falte.
14 I nuestros [hermanos] también, aprendan & prac-
ticar diligentemente buenas obras para [acudir] á.
las necesidades urgentes, á fin de que no sean sin
fruto.
16 Todos los [que están] conmigo te saludan.
Saluda á los que nos aman por causa de la fé.
La gracia [sea] con todos vosotros.f
* En griego, herético.
f Algunos MBS. añaden Asi sea.
CARTA DE PABLO, EL ENVIADO,
Á FILEMOS.
I. 1 Pablo, preso [por amor] de Cristo Jesús, i Timoteo
[nuestro] hermano :
A Filemos, [nuestro] amado, i nuestro cooperador ;
2 i & Apfia, [nuestra] amada, i á Arquipo 0 nuestro
compañero de armas, i á [los de] la asamblea [que
están] f en su casa :
3 La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Dios nuestro Padre, i de [nuestro] Señor Jesús
Cristo.
4 Doi gracias á mi Dios, haciendo memoria siempre
6 de tí en mis oraciones, oyendo [hablar] de la fé que
tienes en el Señor Jesús, i de tu amor para con todos
6 los santos ; [pidiendo] que tu participación en la fé
obre en [tí] conocimiento de todo benévolo [pensa-
miento], que [ha de obrarse] en nosotros,! para [glori-
7 ficar] á Cristo Jesús. Pues tenemos mucho gozo § i
consuelo en tu amor, porque el entrañable [cariño]
de los santos se ha recreado por medio de tí, her-
mano.
8 Por lo cual [aunque] tengo, en [virtud de] Cristo,
9 mucha intrepidez en mandarte lo que conviene, [sin
embargo], por amor, mas bien [te] exhorto, siendo tal
cual [soi], Pablo, anciano, i también preso ahora [por
10 amor] de Jesús Cristo : te exhorto, [digo] en favor
de mi hijo Onésimo, á quien he engendrado en mis
11 prisiones ; el cual en otro tiempo, te [fué] inútil, pero
12 ahora [nos es] de buen uso para tí i para mí ; el
cual [te] he vuelto á enviar ; i tú, recíbelo cordial-
13 mente, esto es, [como] mis entrañas. Yo habría
* Arquipo. 6 Archipo.
f Véase 1 Cor. xvi. 19.
t Nosotros Algunos MSB. tienen vosotros.
§ Gozo. Algunos MSS. tienen gracias.
440 A FILEMON.
deseado retenerlo conmigo, para que en tu lugar ° me
14 sirviese en [mis] prisiones por la buena nueva ; pero
no quise hacer nada sin tu consentimiento, para que
tu beneficio no fuese como de necesidad, sino volun-
15 tario. Porque tal vez por esto se separó [de tí] por
[poco] tiempo, para que lo recibieses para siempre,
16 no ya como siervo, sino [como] mas que siervo, [como]
hermano amado, especialmente por mí, i ¡ cuanto
mas por tí, en [cuanto á] la carne i también [en
17 cuanto] al Señor ! Si pues me tienes á mí por par-
tícipe, recíbelo cordialmente como á mí [mismo].
18 I si te hizo algún daño, ó [si] te debe [algo], nonio
19 en mi cuenta : yo Pablo [lo] he escrito con mi
mano, yo [lo] pagaré : para no decirte que aun á tí
20 mismo me debes. Sí, hermano, góceme yo de tí en
el Señor : recrea mi entrañable [amor] en Cristo.f
21 Te he escrito [la presente], teniendo confianza en
tu obediencia, sabiendo que haras aun mas de lo que
digo.
22 I al mismo tiempo prepara también un alojamiento
para mí ; porque espero que, por medio de vuestras
oraciones, se concederé graciosamente el que yo
[vaya] á vosotros.]
23 Te saludan Epáfras mi compañero de cautiverio
24 por [amor de] Cristo Jesús, Márcos, Aristarco, Dé-
mas, Lúeas, mis cooperadores.
26 La gracia de nuestro Señor Jesús Cristo [sea] con
tu espíritu.§
* En tu lugar, ó en pro de tí.
t Cristo. Algunos MSS. tienen el Señor.
t Concederá .... ó vosotros, ó [Iú'ojJ me dará graciosamente á
vosotros. Véase vera. 9.
§ Algunos MSS. tienen .-ííi sea.
CARTA, (PROBABLEMENTE DE PABLO, EL ENVIADO,'
Á CIERTOS HEBREOS CRISTIANOS.
I. 1 Dios, que habló antiguamente [en revelaciones] de
muchas partes, i [dadas] 0 de muchos modos, á [nues-
2 tros] padres por los profetas, en estos últimos dias
nos ha hablado por [su] Hijo, á quien ha constituido
heredero de todas las cosas ; por quien creó el uni-
3 verso] también ; el cual, siendo resplandor de [su]
gloria, i la imágen estampada de su sustancia, i con-
duciendo todo por la palabra de su propio poder,]
[después] de haber[nos] purgado § de nuestros peca-
dos por medio de sí mismo, se sentó á la diestra de la
4 Majestad en las alturas, habiendo llegado á ser tan
superior á los mensageros [celestiales], cuanto que
habia heredado un nombre superior a[l de] ellos.
6 Porque ¿ á cuál de los mensageros [celestiales] dijo
jamas :
“ Hijo mió eres tú ; yo hoi te he engendrado ?” |¡
I también ¿ [á cuál] :
“ Yo seré su Padre, i él será mi Hijo ?’’]]
6 Pero [con respecto al tiempo] cuando hubiese in-
troducido 0 0 á su primogénito otra vez en el mundo,
dice :
“ I lo adoren todos los mensageros de Dios.”] j
7 Ademas, con respecto á [sus] mensageros [celes-
tiales], dice :
“ El que hace á sus mensageros [ser como] vien-
tos, ] ]
* [En revelaciones] de muchas partes, i [dadas], ó muchas veces i.
f El universo, ó los siglos: véase xL 3.
t O, por su propia poderosa palabra.
§ Purgar, ó limpiar, se refiere frecuentemente en la Escritura fi la
purgación por sacrificio: Yéase ix. 13; Lev. xii. 8; xiv. 4, 31,32;
xvi. 19, 30. II Salm. ii 7; Hechos xiii. 32, 33.
2 Sam ▼ii. 14.
** Tal vez [de entre los muertos] ; Rom. x. 7 ; 1 Tes. iv. 14 ; Heb.
xiii 20. Algunos traducen : * * * § cuando, también, introduce á su primo-
génito.
f f Deut. xxxii. 43, en el griego de los LXX. ; Salm. xcvii. 7.
j j Vientos, 6 espíritus. Yéase vera. 14.
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13
CARTA A CIERTOS HEBREOS
“ I á sus ministros, [como] llama de fuego. ®
Pero, al contrario, con respecto á [su] Hijo :
“ Tu trono, ¡ oh Dios ! [ha de ser] por Iob siglos de
“ los siglos ;
“ Cetro de rectitud [es] el cetro de tu remo ;
“ Has amado la justicia, i aborrecido la iniquidad ;
“ Por esto, ¡ oh Dios !f el Dios tuyo te ha ungido
11 Con el óleo de alegría mas que á tus compa-
“ ñeros.” J
I [en otro lugar] :
“ Tú, al principio, ¡ oh Señor ! fundaste la tierra,
“ I los cielos son obra de tus manos ;
“ Ellos perecerán, pero tú has de permanecer ;
“ I todos [ellos] envejecerán como vestido,
II I como manto los doblaras, i se mudaran ;
“ Pero tú has de ser el mismo, i tus años no fal-
“ taran." §
Ademas, j á cuál de [sus] mensageros [celestiales]
ha dicho jamas :
“ Hasta que ponga
“ Siéntate á mi diestra,
á tus enemigos por tarimiUa de
“ tus pies ? ” l|
14 i No son todos [ellos] espíritus ministros, enviados
para servicio en favor de los que han de heredar la
salvación ?
H. 1 Por esto, es tanto mas necesario el estar atentos no-
sotros á las cosas que se han oido, no sea que nos
2 desviemos de [ellas]. Pues ya que fué de firme [obli-
gación] lo que se dijo por medio de los mensageros
[celestiales], i toda transgresión i desobediencia re-
3 cibieron justa retribución, ¿ cómo escaparemos noso-
tros de [ella], si hubiéremos descuidado tan gran
salvación 1 la cual, después de anunciarse al principio
por el Señor, nos fué confirmada por los que [lo]
4 habían oido ; dando testimonio también píos junta-
mente con [ellos], por portentos, i prodigios, i varios
milagros, i [dones] del Espíritu Santo repartidos
según su voluntad.
5 Porque no ha sometido á los mensageros [celes-
* Salm. civ. 4. f ¡Oh Dios ! ó Dios.
t Salm. xlv. 6, 7. § Salm. cii. 25-27.
|| Salm. ex. 1 ; Hech. ii. 34-35.
íf Véase Ilech vii. 53 ; Gal iii 19.
CRISTIANOS, CAP. II. 443
tiales] el mundo que [habia] de venir,® [i] de que
hablamos.
6 Mas uno en cierto lugar dió testimonio, diciendo :
“ ¿ Qué es el hombre, que te acuerdas de él,
“ O el hijo del hombre, que lo visitas ?
7 “ Lo has hecho un poco inferior á los mensageros
“ [celestiales],
“ Lo has coronado de gloria i de honor,
“ fl lo has puesto sobre las obras de tus manos :f
8 “ Has sometido todas las cosas bajo sus pies.” j:
Porque, en [virtud de] haberle sometido á él
todas las cosas, no ha dejado nada que no le [esté]
sometido.
Pero [por] ahora no vemos todavía [que] todas las
9 cosas le han sido sometidas. Mas vemos [que] Jesús,
el cual habia sido hecho un poco inferior á los mensa-
geros [celestiales], para que, por la gracia § de Dios,
gustase la muerte en favor de || cada uno [de noso-
tros], 1 U ha sido coronado, por haber padecido la
muerte, de gloria i de honor.
10 Porque convenia á aquel, por cuya causa [existen]
todas las cosas, i por quien [consisten] todas, que,
habiendo de conducir® ° á muchos hijos á la gloria,
perfeccionase al Príncipe de su salvación por medio
de padecimientos.
11 Porque el que santifica] - ! i también los que están
santificados, [proceden] todos de uno ; por cuya
causa no se avergüenza [aquel] de llamarlos her-
12 manos, diciendo :
“ Anunciaré tu nombre á mis hermanos,
“ En medio de la asamblea te cantaré himnos.”! t
13 I también : “ Yo confiaré en éL"§ §
I también : || ||
“ Heme aquí, i á los hijos que Dios me ha dado."
* O, ha de venir ,- mas rúase Hech. xxvi. 22 ; Rom. v. 14 ; Gal. ¡¡L
23; Col.». 17.
t Algunos bueuos MSS. omiten, “ I lo has .... manos"
J Salm. vi». 4-6. § Gracia, 6 favor .
II En favor de, ó en lagar de.
Tí [He nosotros'], vúase vemos, vers. 9: hijos, vera. 10: [su] pueblo,
vers. 17 : nuestros pecados, i. 3 ; 1 Cor. xv. 3 ; 2 Cor. v 21 ; i Gal. iv. 5, 6.
** O, habiendo conducido. Vúase Rom. iii. 25 : Heb. ix. 15.
tt A Baber, por su muerte: vera. 14 Santificar, en esta carta, se
refiere generalmente á purgación por la muerte de una víctima. Vúase
ix. 13 : x. 10, 14. 29; xiii. 12. { í Salm. xxii. 22.
§§ lea. vüi. 17; xii. 2. || || Isa. vi». 18 ; lxx.
414 CAUTA A CIERTOS HEBREOS
14 Ya que pues “los hijos” participan de la carne
i de la sangre, también él, del mismo modo, par-
ticipó de ellas, para que, por medio de [su] muerte,
redujese á nada al que tenia el poder de la muerte,
15 esto es, el calumniador, i librase á aquellos ; todos
los cuales habrían estado, por temor de la muerte,
toda [su] vida, sujetos á, servidumbre.
16 Porque ciertamente no toma [por la mano] ° a los
mensageros [caídos de Dios], sino toma [asi] la pos-
17 teridadf de Abraham. Por lo cual debia asemejarse
en todo á sus hermanos, para llegar á, ser Sumo-Sacer-
dote misericordioso i fiel en las cosas relativas ó. Dios,
á fin de hacer propiciación por los pecados de [su]
18 pueblo. Porque, en haber padecido él mismo, ha-
biendo sido puesto á prueba, puede socorrer á los que
esten puestos á prueba.
XH. 1 Por lo cual, santos hermanos, partícipes del
llamamiento celestial, considerad al Enviado i al
Sumo-Sacerdote de [la fé que] confesamos, [esto esj
2 át Jesús, el cual es “fiel” al que lo constituyo,
como [lo fué] también “ Moisés en toda la casa
de [Dios].§
I 3 Porque este [Enviado] se ha reputado digno de
[tanto] mayor gloria que [lo fué] Moisés, || cuanto tiene
mayor honor que la casa aquel que la ha construido. 'i
4 Pues toda casa se construye por alguno, pero el que
ha construido todo, [aquel es] Dios.
5 Ademas, Moisés [fué] “ fiel en toda la casa de
“ [Dios] ” § como “ sirviente,” para [dar] testimonio
6 de las cosas que habían de ser anunciadas '. 0 ® P®[°>
al contrario, Cristo [loes] como “Hijo," [puesto] sobre
la casa de [Dios] :ff cuya casa somos nosotros, si
mantenemos firme basta el fin, [nuestra] confianza,
i la esperanza en que nos gloriamos.
7 Por lo cual, según dice el Espíritu Santo : —
* véase viii 9. t Posteridad, literalmente simiente.
t Algunos MSS. añaden Cristo.
§ [Dio*], literalmente aquel ; véase ^u. Xii. 7.
H Ex. iii. 10, 12. 14, 15.
•H Construido, 6 preparado véase íx. 2, 6 ; xi. l.
** Ex. xix. 9. 20, 25 ; xx. 19. „ „ , .
tt La casa de [Dior]; cap. i- 21 ; 1 Tlm. iii. 15; 1 Ped lv 17.
6, su propia casa.
445
CRISTIANOS, CAP. IV.
“ Hoi, si [queréis] obedecer su voz,
8 “ No endurezcáis vuestros corazones, como en [el
“ dia de] la provocación,
“ El dia de poner[me] á prueba® en el despo-
“ blado ;
9 “ Donde vuestros padres me pusieron á prueba,
“ [sí], me probaron,
“ I vieron mis obras por [el espacio de] cuarenta
“ años.”
10 Por lo cual [dice] :
“ Me indigné contra aquella generación, i dije :
“ ‘ Siempre están extraviándose en [su] corazón,
“ 1 1 no han conocido ellos mis caminos
11 “ Así que juré en mi ira :
“ ‘ No han de entrar en mi descanso ” f
12 [Asíl, cuidad, hermanos, de que no haya en nin-
guno de vosotros un mal corazón, falto de fé, por
13 haberse apartado | del Dios vivo; pero exhortaos
unos á otros cada dia, mientras que se llama “ hoi,”
para que no ** se endurezca ” ninguno de vosotros
por el engaño del pecado.
14 Porque hemos llegado á ser “ compañeros ”§ de
Cristo, si mantenemos firme [nuestra] primera con-
15 fianza hasta el fin ; según lo que se dice :
“ Hoi, si [queréis] obedecer su voz,
“ No endurezcáis vuestros corazones, como en [el
“ dia de] la provocación.”
16 Porque ¿ quiénes, después de oirpa, lo] provocaron ?
I No [lo hicieron] aun todos los que salieron de
17 Egipto por medio de Moisés ? I ¿ contra quiénes “ se
u indignó cuarenta años ?” ¿ No [fué] contra aquellos
que pecaron, i cayeron muertos en el despoblado ?
18 I ¿ á quiénes juró que no habían de entrar en su des-
canso, sino á aquellos que fueron desobedientes [i]
19 faltos de fé ? I vemos [pues] que no pudieron entrar
por causa de [su] falta de fe.
IV. 1 Temamos, pues, no sea que, quedando todavía la
promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros
[tenga motivo de] pensar que pe] haya faltado.
2 Porque también á nosotros se nos ha anunciado la
buena nueva [de ella], del mismo modo que \\o fné]
á aquellos. Pero la palabra oida, no les aprovechó
* Ex. xvii. 7. t Salm. xcv. 8-11.
{ Se apartado, ó apostatado. § Véase i. 9.
446 CARTA A CIERTOS HEBREOS
á ellos, [por] no haber sido acompañada con la fé en
3 los que [la] oyeron : (porque [solamente nosotros],
los que hayamos tenido fé, hemos de entrar ° en
[su] descanso;) según [lo que] ha dicho : “ Así que
“ juré en mi ira : no han de entrar en mi descanso.
Sí, aunque las obras [de Dios] habían sido [acabadas]
4 desde la fundación del mundo : (porque ha dicho,
en cierto lugar, con respecto al [descanso del], sép-
timo dia, esto : “ I Dios descansó el séptimo dia de
6 “ todas sus obras :”)f no obstante, [ha dicho] tam-
bién, en aquel [lugar] : “ No han de entrar en mi
“ descanso.”
6 Ya que pues, quedaba todavía [la promesa] de que
algunos habían do entrar en él, i aquellos á quienes
se había anunciado la buena nueva ántes, no entraron
7 [en él], por causa de desobediencia [i] falta de fé, otra
vez señaló un dia, diciendo por David, después de
tanto tiempo, “ Hoi,” según [lo que] se ha dicho :
“ Hoi, si [queréis] obedecer su voz, no endurezcáis
“ vuestros corazones.”
8 Porque si Josué % les hubiera dado descanso, [Dios]
no habría hablado después de esto, de otro dia.
0 Queda, pues, todavía el haber de celebrar [tiempo
10 de] reposo § el pueblo de Dios. Porque el que ha
entrado en el descanso de [Dios],|| ha descansado
también él mismo de sus propias obras, 1 como [lo
hizo] Dios de las suyas.
11 Empeñemos, pues, en entrar en aquel descanso, a
fin de que ninguno caiga 00 en [conformidad con]
el mismo ejemplo de desobediencia [i] falta de fé.
12 Porque la palabra de Dios [es] viva, i eficaz, i mas
afilada que cualquiera espada de dos filos, i penetra
hasta dividir el alma i también el espíritu, las coyun-
turas i también los tuétanos; i juzga [aquel] los
13 pensamientos i los intentos del corazón; i no hai
criatura ft que no [se ponga] de manifiesto delante
* Hemos de entrar, ó entramos. . t Gen. 2 » 3-
í Josué; en griego, Jesús, que significa lo mismo que Josué en
hebreo. . , . , ,
§ Celebrar [tiempo <fr] reposo. La palabra griega re den™ de la
palabra hebrea que significa reposo, ó dia de reposo. Véase r.x. xvi.
30; LXX. II De [Dios); en griego, de él.
ÍI Véase Hev. xir. 13. ** Véase líi. 17 ; cayeron.
H f t Véa c e Mar. xvi. 15 ; Col. i. 23.
CRISTIANOS, CAP. Y. 447
de él, pero todos 0 [están] desnudos i descubiertos á
los ojos de aquel, de quien hablamos. f
14 Teniendo, pues, un gran Sumo-Sacerdote que ha
penetrado mas allá de los cielos [inferiores,]: esto es]
á Jesús, el Hijo de Dios, adhiramosnos á la [fé que
15 hemos] confesado. Porque no tenemos un Sumo-
Sacerdote [que sea] incapaz de compadecerse de
nuestras debilidades, sino que ha sido puesto á prueba
en todo á [nuestra] semejanza, sin pecar.§
16 Acerquemosuos, pues, con confianza al trono de la
gracia [de Dios], para que recibamos misericordia, i
hallemos gracia á fin de [ser] socorridos oportuna-
mente.
V. 1 Porque todo sumo-sacerdote sacado de entre los
hombres, se constituye [para serlo] en favor de los
hombres en las cosas relativas á Dios ; para ofrecer
dones, i también sacrificios [de víctimas] por los
2 pecados ; i tiene el poder de condolerse de los igno-
rantes i de los extraviados, ya que él mismo también
3 está rodeado de debilidades ; i, por causa de estas,
debe ofrecer [víctimas] por los pecados, en favor de
sí mismo, así como en favor del pueblo [de Israel].
4 I ninguno ha de tomar por sí mismo, aquel [puesto
de] honor, sino [solo] el que está llamado por Dios,
5 como [lo fué] Aaron. Así también Cristo || no se
arrogó la gloria de llegar á ser Sumo- Sacerdote, sino
que [se la dió] el que le dijo :
“ Tú eres mi Hijo ; yo hoi te he engendrado.” ^[
6 Como [Dios] dice también en otro [lugar] :
“ Tú [eres] Sacerdote para siempre, según el órden
“ de Helquisedec.” ° °
7 [Aquel], que en los dias de su carne ofreció súplicas
i también ruegos [apremiantes], con fuertes exclama-
ciones i [con] lágrimas, al que podia [sacar]lo á
salvo] f de la muerte, i fué oido por [razón de su]
8 temor reverente;]] aunque era Hijo [de Dios],
* Todos, ó todas las cosas „• mas véase Ef. i. 10.
t O, a quien tenemos que dar cuenta mas véase v. 11.
J Véase 2 Cor. xii. 2. § Pecar, ó pecado.
II Cristo, ó el Ungido. «f Salm. ii. 7 ; Iíeb. i. 5.
* * * * § O. Melchisedec ; Salm. ex. 4.
t f [Sacar]lo ú salvo „• véase Judas 5. O. salvarlo.
♦ 1 Por [razón de su] temor reverente, ó [t libertado'] del temor [de ella'].
Véase cap. ii. 9; Wat xxvi. 38, 39 ; Juan xii. 27, 28 ; Salm. lv. 4, 5, 16
448 CAUTA A CIERTOS HEBREOS
aprendió á obedecer[le] por medio de lo que padeció,
9 i [después de] haberse perfeccionado, llegó á ser la
causa de la salvación eterna para todos los que le
10 obedecen; nombrado por Dios Sumo-Sacerdote ‘ se-
“ gun el órden de Melquisedec.”
11 Acerca de él tenemos mucho que decir, difícil de
explicar, puesto que habéis llegado á ser lentos en
12 oir ; i porque, debiendo, por lo [largo] del tiempo,
ser maestros, necesitáis de nuevo que alguno os
enseñe los primeros rudimentos de las palabras de
Dios, i habéis llegado á necesitar leche i no alimento
13 sólido. Porque ninguno que ha de tomar leche, ha
probado la palabra [de Dios] respecto de la justicia ;
14 porque es pequeñuelo; pero el alimento solido es
[el] de los [Tiombres] hechos, f [á saber] de aquellos
cuyos sentíaos, en virtud de costumbre, han sido
ejercitados en discernir el bien del i mal.
VI 1 Por lo cual, dejemos de hablar de los [rudimentos]
primeros [respecto] de Cristo, i vengamos al [conoci-
miento] completo; no echando de nuevo el cimiento,
en cuanto al § arrepentimiento de las obras muertas,
2 i á la fé en Dios ; en cuanto á las inmersiones [pro-
pias] de la l| enseñanza, i de la || imposición de las
manos ; i en cuanto á la resurrección de los muertos,
3 i al juicio eterno : i esto [lo] haremos, si [es] que
Dios [lo] permite.
4 Porque es imposible renovar otra vez para que se
arrepientan, & los que una vez fueron iluminados, i
gustaron el don celestial, i llegaron á ser partícipes
6 del Espíritu Santo, í[ i gustaron la buena palabra
de Dios, i los milagros del siglo que [había de] venir,
6 i [sin embargo,] han apostatado, crucificando de
nuevo para ellos mismos al Hijo de Dios, i presentán-
dolo como escarmiento. .
7 Porque tierra, que ha embebido la lluvia qne cae
muchas veces en ella, si cria yerbas aptas para
aquellos mismos en cuyo favor es labrada, ha de par-
8 ticipar de la bendición [que vendrá] de Dios ; pero
» La justicia, ó [il modo efe] declararse justo ; vfese xi. 7.
t Hechos, 6 perfectos. 5 Del. ó , también el.
§ En cuanto al, ó del.
I T Propia*] de la, ó i la, sin [propia*],
•¡ Del Espíritu Santo, ó [de los done*] del Espíritu Santo.
CRISTIANOS, CAP. VL 449
[si] produce espinos i abrojos, [ha de ser] reprobada,
i [está] cercana á [su] maldición ; [i] su fin [es que]
ha de ser quemada.
9 Pero estamos persuadidos con respecto á vosotros,
amados, [que] las cosas mejores [son vuestras], i [las
que] están próximas á la salvación ; aunque había-
lo mos así. Porque Dios no [será] injusto [para] olvidar
vuestra obra, i 0 el amor que habéis mostrado á su
nombre, [por] haber prestado servicios á los santos, i
1 1 [por] estar prestándonos], I deseamos que cada uno
de vosotros muestre el mismo empeño, para [que ten-
gáis] la plena persuasión [respecto] de [vuestra]
1 2 esperanza, hasta el fin ; para que no lleguéis á ser
lentos, sino imitadores de aquellos que, por medio de
la fé i de la longanimidad, están heredando las pro-
mesas.
13 Porque Dios, [después de] haber hecho f promesa
á Abraham, puesto que no tenia ninguno mayor
S que él mismo] por quien jurar, juró por sí mismo,
íiciendo : “ En verdad te bendeciré grandemente, i
15 “ grandemente te multiplicaré." J I así, [después de]
16 haber tenido longanimidad, alcanzó la promesa. Por-
que los hombres, ciertamente, juran por el [que es]
mayor [que ellos mismos], i [su] juramento, para con-
firmar, [es] término de toda contradicción [que se]
17 les [da]. Por lo cual Dios, deseando mui especial-
mente mostrar á los herederos de la promesa la in-
mutabilidad de su consejo, se interpuso [como tes-
18 tigo] por un juramento ;§ para que por medio de
dos cosas inmutables, en las que [fué] imposible que
Dios mintiese, tuviésemos un poderoso consuelo, los
que nos hemos refugiado para apoderarnos || de la
19 esperanza que se [nos] ha puesto delante : la cual
poseemos como áncora, tan segura como firme, de
20 [nuestra] alma ; i [la cual] entra del velo adentro, en
donde ha entrado por nosotros Jesús, [como nuestro]
precursor, habiendo sido constituido “Sumo-Sacerdote
“ para siempre, según el órden de Melquisedec.”
* Algunos MSS. añaden el trabajo de.
t Gen. xii. 2, 3 : xv. 13-18 ; xvii. 19.
j O, bendiciendo, te bendeciré, i multiplicando, te multiplicaré : Gen.
xxii. 17; (LXX) § Véase Gen. xxxi. 53.
|| O, los que nos hemos refugiado [a él}, tuviésemos un poderoso con-
suelo, para retener: mas véase Fil. iii. 12.
^ Véase cap. v. 6.
2c
450 CARTA A CIERTOS HEBREOS
VII. 1 Porque este Melquisedec, “ rei de Salem,” 0 sa-
cerdote de Dios Altísimo, el cual salió al encuentro á
Abraham [cuando] volvía de la derrota de los reyes,
2 i lo bendijo ; á quien también Abraham “dió la
“décima parte de todo,”] [el cual fué], primera-
mente, traducido [su nombre],]; “rei de justicia,” i
después, “ rei de Salem,” también, que quiere decir,
3 “rei de paz;’’§ sin padre, sin madre, sin genea-
logía ; que no tuvo ni principio de dias, ni fin de
vida, pero que fué hecho [de modo que] se asemejase
al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
4 I ved cuan grande [fué] este [sacerdote], á quien aun
Abraham, el patriarca, || dió un décimo de los mejores
6 despojos: pues aquellos de entre los hijos de Leví que
reciben el ministerio sacerdotal, tienen, en la lei, man-
damiento de cobrar diezmos del pueblo [de Israel],
esto es, de sus propios hermanos, aunque [estos] han
6 salido de los lomos de Abraham ; pero, al contrario,
aquel cuya genealogía no procede de aquellos, cobró
diezmos de Abraham, i bendijo al que recibió las
7 promesas. I, sin ninguna contradicción, el inferior
recibe la bendición del superior.
8 I aquí, hombres que mueren reciben los diezmos ;
pero allí, al contrario, [los recibió aquel, de quien] se
da testimonio que vive.
9 I, por decirlo así, aun Leví, que recibe los diezmos,
10 pagó diezmos por medio de Abraham ; porque
todavía estaba en los lomos de [su] padre, cuando le
salió al encuentro Melquisedec.
11 1 por cierto, si el perfeccionarse habia de ser por
medio del sacerdocio Levítico, (porque sobre él se
habia otorgado la lei con el pueblo,) ¿ Qué necesidad
[hubo] y a de que se levantase otro sacerdote, “ según
“ el orden de Melquisedec," i de que no se llamase
12 según el orden de Aaron ? Porque, mudado el sacer-
docio, de necesidad ha de hacerse cambio de la lei
también.
13 Porque [aquel] con respecto á quien se dicen estas
cosas, es de otra tribu, de la cual ninguno asiBte al
14 altar ; porque [es] mui manifiesto que nuestro Señor
» Gen. xiv. 18. t <5™. xiv. 20.
I A saber, Melquisedec, que tiene, en Hebreo, este sentido.
§ Salem, en Hebreo, significa paz.
||- Patriarca, ó principio de una familia.
CRISTIANOS, CAP. YE 451
ha nacido de Judá, de cuya tribu no dijo Moisés
nada con respecto al sacerdocio.
15 I es todavía mucho mas manifiesto que se levanta
distinto sacerdote, según la semejanza de Melqui-
16 sedee, el cual no está constituido según la lei de
un mandamiento camal, Eino según el poder de
17 una vida indisoluble; porque [Dios] da testimonio,
[diciendo] : “ Tú [eres] sacerdote para siempre, se-
“ gun el orden de Melquisedec.”
18 Porque, por un lado, se anula el mandamiento an-
19 terior, á causa de su debilidad é inutilidad ; (porque
la lei no perfeccionó á ninguno ;)° i, por otro lado, se
introduce [lo que da] mejor esperanza, por medio de
lo cual nos acercamos á Dios.
20 I por cuanto [este Sacerdote] no [ha sido consti-
tuido] sin juramento ; — (porque los otros han sido
21 constituidos sin juramento ; pero él, conjuramento,
por aquel que le dijo : “ Juró el Señor, i no mudará de
“ parecer : ‘ Tú [eres] Sacerdote para siempre, según
22 “ ‘ el órden de Melquisedec ”f) — por tanto ha sido
constituido Jesús fiador de un pacto mejor.
23 I los otros han sido constituidos sacerdotes en mas
[número], porque la muerte les impide permanecer ;
24 pero él, porque permanece para siempre, posee [su]
25 sacerdocio intransmisible : por lo cual puede salvar
también del todo á los que se acercan á Dios por
medio de él, [porque] vive siempre para interceder
en favor de ellos.
26 Porque tal Sumo-Sacerdote nos convenia : santo,
inocente, incontaminado, separado de los pecadores,
27 i ensalzado por encima de los cielos [inferiores] : el
cual no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacri-
ficios [de víctimas], como los príncipes de los sacer-
dotes, primero por sus propios pecados, después por
los del pueblo : porque esto [último lo] hizo una
[sola] vez para siempre, [cuando] se ofreció á sí mis-
28 mo. Porque la lei constituye príncipes de los sacer-
dotes á hombres, que tienen debilidades;]: pero las
palabras]; del juramento, que [se hizo] después de la
lei, [constituye] al Hijo, el cual ha sido perfeccionado
para siempre.
* Ninguno, ó nada ; mas véase Ef. i. 10, nota.
t Salín. ex. 4.
J Debilidades, 6 debilidad las palabras, 6 la palabra.
452 CARTA A CIERTOS HEBREOS
VIII. I I [en] suma, ademas de lo que se ha dicho,
tenemos [por] tal Sumo-Sacerdote, [uno] que se ha
sentado á la diestra del trono de la Majestad en los
2 cielos ; ministro del [lugar] santísimo, i del verda-
dero tabernáculo, 0 que el Señor fijó, i no el hombre.
3 Porque todo sumo-sacerdote es constituido para
ofrecer dones i también sacrificios [de víctimas] ; por
10 cual [fué] necesario que también este tuviese algo
que ofrecer.
4 Pues si [él] estuviese sobre la tierra, no habría sido
ni aun sacerdote, [porque aquí] los sacerdotes son los
6 que ofrecen los dones según la lei ; los cuales dan
culto en [lo que es solo] representación i sombra
de las cosas celestiales ; según fué instruido de Dios
Moisés, [cuando] iba á construir el tabernáculo ; por-
que dijo : “ Cuida de hacer todo conforme al modelo
6 “ que se te mostró en el monte.” f Ahora bien,
al contrario, [Jesús] ha alcanzado un ministerio [tan]
superior, cuanto que es mediador también de un
mejor pacto,]; el cual ha sido otorgado sobre mejores
promesas. , .
7 Porque si aquel primer [pacto] hubiera sido sin falta,
8 no se habría buscado lugar para segundo. Porque,
encontrando[lo] falto, dijo [Dios] á los [Israelitas] :
“ Hé aquí, vienen dias, dice el Señor, en que haré
11 nuevo pacto con la casa de Israel, i con la casa de
9 “ Judá ; no según el pacto que hice con sus padres,
“ en el dia en que los tomé por la mano para sacarlos
“ de la tierra de Egipto ; porque ellos no permane-
•> cieron en mi pacto, i yo no me cuidé de ellos, dice
10 “ el Señor. Porque este [es] el pacto que haré con
“ la casa de Israel después de aquellos dias, dice el
“ Señor : colocaré mis leyes en la mente de ellos, i
“ las escribiré en su corazón ; i seré su Dios, i ellos
11 “ serán mi pueblo. I no enseñará cada uno á su
“ conciudadano^ ni cada uno á su hermano, diciendo :
“ 1 Conoce al Señor ; ’ porque todos me conocerán
12 “ desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque
* Tabernáculo, 6 tienda de campaña : véase Ex. xxvi., xxviL
t Ex. xxv. 40 ; (LXX.) .
* Pacto 6 fuero. La palabra griega diatheke no Bignifica necesaria-
mente qué el pacto ba sido hecho por los de dos partes ; puede haber
sido hecho por uno solo, con respecto 6 otros. Véase Gen. xv. 10-18.
§ Conciudadano. Algunos MSB. tienen prójimo.
CRISTIANOS, CAP. IX. 453
“ seré propicio para [perdonar] sus injusticias, i, de
“ sus pecados i de sus iniquidades no me acordaré
“ mas.”°
13 Al decir “ nuevo," ha hecho antiguo el primero ;
i lo que es antiguo i viejo, está próximo á desapare-
cer.
IX. 1 I, por cierto, el primer [pacto]] tenia ordenanzas
de culto, i [su lugar] santo, [que estaba] en este
2 mundo. Porque se construyó el tabernáculo [llamado]
el primero ; en el cual [estaban] el candelabro, i tam-
bién la mesa, i los panes puestos en la presencia [de
3 Dios] ; J [i] se llama el [lugar] santo ; i detras del
segundo velo, [se construyó] el tabernáculo llamado
4 el [lugar] santísimo, § que contenia el incensario de
oro, i el arca del pacto, cubierta toda al rededor de
oro, en la cual [estaban] el vaso de oro que contenia el
maná, i la vara de Aaron que dió brotes, || i las tablas
6 del pacto ; i mas arriba del [arca, estaban] los que-
rubines gloriosos, í[ que cubrían con [su] sombra el
propiciatorio ° de las cuales cosas no hemos de
6 hablar ahora particularmente. I construidas así
estas cosas, entran continuamente en el primer taber-
náculo los sacerdotes para cumplir las funciones del
7 culto ; pero en el segundo, al contrario, el sumo-
sacerdote solo, [entra] una [sola] vez al año, no sin
sangre, que ofrece por sus propios pecados de igno-
8 rancia,] t i [por] los del pueblo ; dando á entender
el Espíritu Santo esto : que el camino [por el cual
podían entrar] en el [lugar] santísimo, no se había
dado á conocer todavía, habiendo aun de estar en pié
9 el “ primer tabernáculo ;”{ ] el cual [ha sido] un símil
para el tiempo presente, durante el cual se [han]
ofrecido dones i también sacrificios [de víctimas], que
no pueden perfeccionar al que da culto, en cuanto
10 á la conciencia, [sino] solo en [lo que toca á] comi-
das, i bebidas, i diferentes inmersiones, i [otras]
ordenanzas respecto de la carne ; [cosas que] se
* Jer. xxxi. 31-34.
i Algunos MSS. tienen tabernáculo.
j Ex. xxv. ; xxxviL § Ex. xxvi. 33.
|| Núra. xvii. 10. Vf Gloriosos, 6, de gloria.
** Véase Ex. xxv. 10-22 ; xxxvii. 9
f t Pecados de ignorancia ¡ véase Núm. xv. 28, 30 ; 6, errores.
t j V éase vers. 2, 6.
2c2
454 CARTA A CIERTOS HEBREOS
[han] impuesto hasta el tiempo de corregir [lo que
faltaba].
11 Pero Cristo, al contrario, habiendo venido [como]
Sumo-Sacerdote de los bienes que [habían] de venir,
[pasando] por el mayor i mas perfecto tabernáculo
[que] no [ha sido] hecho á manos, esto es, no [do los]
12 de esta creación, 0 ni por medio de la sangre de machos
de cabrío, ni de terneros, sino por medio de su propia
sangre, entró una [sola] vez para siempre en el [lugar]
13 santísimo, i obtuvo una eterna redención. Porque si
la sangre de los toros i de los machos de cabrío, i [el
agua de] la ceniza de una ternera, rociada sobre los
impuros, [los] santifica, con respecto á la pureza de
14 la carne, ¿ cuánto mas la sangre de Cristo, el cual,
por el Espíritu Eterno se ofreció á sí mismo, inmacu-
lado á Dios, purgará vuestra conciencia de las obras
muertas, f para que deis culto al Dios vivo ?
15 I por esto [Cristo] es mediador de un nuevo pacto :
á fin de que, habiendo ocurrido [su] muerte para re-
dención, con respecto á las transgresiones en [lo que
toca al] primer pacto, los que hayan sido llamados,
16 reciban la promesa de la herencia eterna. Porque
donde [hai] pacto, [es] necesario que intervenga la
muerte de la [víctima mediadora] que lo ratifica ;
17 porque un pacto [se hace] obligatorio cuando ha
muerto [la víctima] ; pues ¿ acaso tiene validez rnien-
18 tras vive la [víctima mediadora] que lo ratifica ? Por
lo cual, ni aun el primer pacto ha sido dedicado sin
19 sangre. Porque cuando Moisés hubo anunciado todos
los mandamientos de la lei á todo el pueblo, tomó la
sangre de los terneros i de los machos de cabrío, con
agua, i lana de [color] carmesí, é hisopo, i roció el
20 libro mismo, i también á todo el pueblo, diciendo :
“ Esta [es] la sangre del pacto que Dios os ha man-
21 “ dado.”]: I asimismo roció con la sangre el taber-
náculo, i también todos los utensilios del ministerio.
22 I, según la lei, casi todas las cosas se purgan con
sangre ; i, sin derramar sangre, no resulta perdón.
23 [Fué] necesario, pues, por un lado, que las represen-
taciones de las cosas celestiales se purgasen por
aquellos [medios] ; mas, por otro lado, que las cosas
celestiales mismas [se purgasen] por sacrificios [de
* Yéase vers. 1, 24 ; iv. 14; viii. 2
t Véase vi. 1. t Ex. xxiv. 8.
CRISTIANOS, CAP. IX. 455
24 víctimas] superiores 0 á aquellas [víctimas]. Porque
no entró Cristo en el [lugar] santísimo hecho á mano,
[que es solo] una figura correspondiente al verdadero,
sino que [entró] en el cielo mismo, para aparecerse
25 ahora delante de Dios por nosotros. Ni [filé nece-
sario] que se ofreciese á sí mismo muchas veces, así
como el sumo-sacerdote entra en el [lugar] santísimo
26 anualmente con sangre agena ; (puesto que [en tal
caso] le hubiera sido necesario padecer muchas veces
desde la fundación del mundo ;) pero ahora una
[sola] vez á la consumación de los siglos se ha mani-
festado para anular el pecado, por medio del sacri-
27 ficio de sí mismo. I por cuanto queda reservado á
los hombres el morir una [sola] vez, i después de esto
28 el ser juzgados, así Cristo, habiendo sido ofrecido
una [sola] vez para cargar con los pecados de mu-
chos, aparecerá segunda vez, sin [haber de cargar
con] pecados, f á los que lo aguardan, para [su] sal-
vación.
X. 1 Porque, teniendo la lei, [solo] una sombra de los
bienes que [habían] de venir, no la imágen misma de
las cosas, no puede nunca, por los mismos sacrificios
[de víctimas] que [ellos] ofrecen anualmente, perfec-
cionar para siempre á los que se acercan [á Dios].
2 Pues [de otro modo] ¿ no habrían cesado de ser ofre-
cidos, por causa de no tener ya los que dan [este]
culto, purgados una vez, ninguna conciencia de pe-
3 cados ? Pero en aquellos [sacrificios, se hace] recor-
dación de pecados anualmente.
4 Porque [es] imposible que la sangre de los toros i
5 de los machos de cabrío aparte el pecado. Por lo
cual [Cristo], al ir á entrar en el mundo, dice :
“ No quisiste sacrificio [de víctima], ni ofrenda,
“ Sino que me formaste un cuerpo ;
6 “ En víctimas totalmente quemadas, i [en las que se
“ ofrecen] por el pecado, no te complaciste :
7 “ Entónces dije : Hé aquí vengo,
“ [Conforme á lo que] está escrito de mí en el rollo
“ del libro ;
“ Para hacer, Oh Dios, tu voluntad.” J
* El nlímero plural se usa tal vez para anunciar una conclusión
general ; víctimas por victima ; váase vers. 17 ; i vii 27 ; ii. 12.
t Pecados, 6, pecado.
í Salm. x!. 6-8 ; traducción de loa LXS.
456 CARTA A CIERTOS HEBREOS
8 [Habiendo] dicho mas arriba : “ No quisiste, ni te
“ complaciste en sacrificio [de víctima], ni [en]
“ ofrenda, ni [en] víctimas totalmente quemadas, ni
« [en las que se ofrecen] por el pecado las cuales
9 se ofrecen según la lei ; entonces dijo : “ Hé aquí
“ vengo para hacer 0 tu voluntad (abroga lo pri-
10 mero, para establecer lo segundo :) en [virtud de]
cuya “ voluntad" hemos sido santificados! [noso-
tros] los que [lo hemos sido] por medio de la ofrenda
del “ cuerpo" de Jesús Cristo [hecha] una [sola] vez
para siempre. .
11 I todo sacerdote Qevítico] está en pie diariamente
ejerciendo su ministerio, i ofreciendo muchas veces
los mismos sacrificios [de víctimas], que nunca pue-
12 den quitar los pecados ; pero aquel, al contrario, ha-
biendo ofrecido un [solo] sacrificio [de víctima] por los
pecados para siempre,! se sentó á la diestra de Dios,
13 [en cuanto á] lo demas aguardando “ hasta que se
“ pongan sus enemigos por tarimilla§ de sus pies.” ||
14 Porque, por una [sola] ofrenda ha perfeccionado para
siempre á los que son santificados! [por ella],
15 I [á favor de esto] nos da testimonio el Espíritu
16 Santo también ; porque, habiendo dicho ántes : “ Este
“ [es] el pacto que ratificaré con ellos después de
» aquellos dias, dice el Señor ; colocaré mis leyes en
17 “ sus corazones, i las escribiré en sus mentes des-
pués [dice] también : “ No me acordaré ya mas de
18 “ sus pecados, ni de sus iniquidades." H I donde
[hai] perdón de estos, no [ha de haber] ya mas
ofrenda por el pecado.
19 Teniendo, pues, hermanos, [motivo de] confianza,
hasta el [punto de] entrar en el [lugar] santísimo,
20 en [virtud de] la sangre de Jesús, [por] medio del
nuevo i vivo 0 ° camino que [él] ha inaugurado para
21 nosotros, [i que pasa] por el velo, esto es, su carne ; i
[teniendo] un Gran Sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquemosnos [á él] con corazón verdaderamente
♦ Algunos MSS. tienen Oh Dios. ....
t Santificar se reflere en esta epístola muchas veces a expiación hecua
por el sacrificio de víctimas.
1 O, Se sentó para siempre. .
§ Tarimilla, 6. escabel. II Salm. ex. 1 ; Heb. i. 13.
1 Jer. xxxi. 33, 34; Heb. viii. 12.
* * Vivo, ó tal vez vivificador. Víase Juan vi. 48, 51.
CRISTIANOS, CAP. X. 467
[sincero, i] con la plena persuasión de la fé ; habiendo
sido [purgados, en cuanto á] los corazones, de una
23 mala conciencia, por el rocío [de su sangTe], 0 i baña-
dos, [en cuanto] al cuerpo, en agua limpia, manten-
gamos firme [é] inmoble la confesión de [nuestra]
esperanza ; porque fiel [es] el que ha prometido.
24 I consideremosnos unos á otros, para [dar] estímulo
al amor i á las buenas obras.
25 No cesemos de congregamos, como [es] costumbre
de algunos ; pero exhortemos[nos unos á otros], i
tanto mas, cuanto [mas] veis acercarse el día.
26 Porque [si] pecamos voluntariamente después de
haber recibido el conocimiento de la verdad, no queda
ya sacrificio [de víctima que hacer] por los pecados,
27 sino una terrible expectación de ser condenados, i el
ardor del fuego que ha de devorar á los adversarios.
28 El que haya violado la lei de Moisés, [siéndole pro-
bado] por dos ó tres testigos, [ha de] morir sin [ob-
29 tener] compasión :! ¿ de cuánto peor castigo pensáis
que será juzgado digno el que hubiere hollado al Hijo
de Dios, i hubiere tenido por profana la sangre del
pacto en [virtud de] la cual fué santificado,! i hu-
30 biere ultrajado al Espíritu de gracia ? Porque sabe-
mos quien ha dicho : “ A mí [toca] la venganza, yo
“ he de retribuir, dice el Señor :”§ i también : “El
81 “ Señor juzgará á su pueblo.” [| Terrible cosa [es] el
caer en manos del Dios vivo.
32 Pero acordaos de los dias anteriores [á estos], en
que, [después de] haber sido iluminados, sufristeis
pacientemente una gran lucha de padecimientos ;
33 por una parte, por haber sido hechos espectáculo,^]
tanto por oprobios como por tribulaciones ; i por
otra, por haber llegado á ser socios [i] partícipes de
84 los que eran tratados de aquel modo ; pues, en ver-
dad, os compadecisteis de los presos, 0 ° i aceptasteis
con gozo la rapiña de vuestros bienes, sabiendo que
* [De su lan/jrc]. Véase ix. 13, 19, 21 ; xii.24.
f Ñúm. xv. 30 ; Deut. xvii. 6.
t O ratificado. Véa separa siempre. 14. También, ix. 17 ; Luc. xxiL
20 ; Ex. xxiv. 8 Dedicar, Heb. ix. 18 ; i 2 Cron. xv. 8. Profanar un
pacto, Salm. lv. 20 ; Mal. il 10. Pacto santo. Dan. xi. 28, 30.
§ La venganza, 6. el hacer justicia. Deut. xxxii. 35; Rom. xii. 19.
|| Juzgará, ó, vindicará. Deut. xxxii. 36; Salm. cxxxv. 14
•f Véase 1 Cor. iv. 9.
* * Los presos ¡ algunos MSS. tienen mis prisiones.
458 CARTA A CIERTOS HEBREOS
tenéis para 0 vosotros mejores bienes en los cielos, i
aue son permanentes.
35 No desechéis pues de [vosotros] vuestra confianza,
30 que ha [de recibir] gran recompensa. Porque ■ nece-
sitáis paciente perseverancia, para que, [después de]
haber hecho la voluntad de Dios, recibáis lo prome-
37 tido. Porque dentro de mui breve [tiempo], el que
38 ha de venir, “vendrá, i no tardará, f _ Pero el
“justo vivirá por medio déla fé;”t i “si. [alguno]
“ se hiciere atras, no ha de complacerse mi alma en
39 “ él." í Pero nosotros no somos [los que] se hacen
atras hasta la perdición, sino [los que tienen] fé hasta
alcanzar [la salvación] del alma.
XI. 1 1 la fé es confianza en las cosas que se esperan ;
convicción con respecto á las cosas que no se ven.
2 Porque por ella [nuestros] mayores obtuvieron [buen]
testimonio. . „ . <
3 Por la fé entendemos que el universo § fue for-
mado por la palabra de Dios; en cuanto á que
las cosas que se ven, no fueron hechas de cosas
4 V1 por e ía § fé Abel ofreció á Dios un sacrificio mejor que
Tel del Cain, por medio de la cual || obtuvo testimonio
de que era justo, dándolo Dios en consecuencia de
sus dones ; i por medio de ella,^ [aunque] ha muerto,
todavía había. 0 ° , ,
5 Por la fé Henochfué trasladado para que no viese
muerte, “ i no fué hallado, porque Dios lo había tras-
ladado ;”ft porque ántes de su traslación, había
obtenido testimonio de haber agiadado á. Dios. f +
6 Pero sin fé [es] imposible agradar[le] ; porque es ne-
cesario que el que se acerca á Dios, tenga fé en que
existe, i en que es el recompensador de los que lo
buscan.^ ^ ^ instruido por Dios con respecto á las
cosas que aun no se veían, construyó, con reverente
temor, el arca para la salvación de su familia ; [íj
* Para,- algunos MSS. tienen en. Trn
* vtnh ú 1 f Hab. n. 4 (LXX.I
6 Fq universo 5, los siglos ; vénse i. 2. Visibles, 6, que aparecen.
1 De J H Ella, ó, aquel, & saber, el sacrificio.
* * Habla ; algunos MSS. tienen se habla.
f f Gfin. v. 24 (LXX.1
CRISTIANOS, CAP. XI. 459
por medio de esta [fé] ° condenó al mundo, i llegó á
ser heredero de la justicia que [se recibe] por la fé.
8 Por la fé Abraham, siendo llamado para salir [de
su tierra] al lugar que habia de recibir por herencia,
9 obedeció, i salid sin saber á donde iba. Por la fé moró
como peregrino en la tierra de la promesa, como [en
tierra] extraña, habitando en tiendas, comof Isaac i
10 Jacob, coherederos de la misma promesa. Porque
esperaba la ciudad que tiene los [sólidos] cimientos,
cuyo arquitecto i constructor [es] Dios.
11 Por la fé, también la misma Sara recibió capacidad
de concebir, aun [cuando ya habia] pasado la edad
oportuna, f ya que tuvo por fiel al que habia prometido.
12 Por lo cual aun un [solo hombre], i este ya amor-
tecido, engendró [tanta] muchedumbre [de descen-
dientes], “ como [son] las estrellas del cielo, i como
“ las arenas de la orilla del mar,’’ innuinerables.§
13 Todos estos murieron [teniendo] fé, sin haber reci-
bido las cosas prometidas, sino [solo] habiéndolas visto
desde léjos,|| i habiendo[las] saludado, i confesado que
14 eran extraños i huéspedes en la tierra. Porque los
que dicen tales cosas manifiestan que buscan patria.
15 I, por cierto, si hubieran estado acordándose de
aquella de la cual habian salido, habrían tenido [oca-
16 sion] oportuna de volver atras. Has, en verdad, an-
helaban por [otra] mejor, esto es, por la celestial.
Por lo cual Dios no se avergüenza^] de ellos, [á saber]
de llamarse su Dios; porque les habia preparado
una ciudad.
17 Por la fé Abraham, puesto á prueba, ofreció á Isaac :
i el que se habia acojido á las promesas, ofreció á [su]
18 unigénito, con respecto á quien se habia dicho:
19 “En Isaac será llamada posteridad tuya;” 00 ha-
biendo reconocido que Dios podia aun resucitar[lo]
de entre los muertos; por lo cualff volvió á reci-
birlo aun por [una manera que fué] el símil mismo
[de esto]4 1
20 Por la fé, Isaac bendijo á Jacob i á Esaú con res-
pecto á las cosas que habian de venir.
* [Fe*], ó [arca]. t Como, ó con.
t Algunos MSS. añaden parió. § Gén. xxii. 17.
II Algunos MSS. añaden i habiendo sido persuadidos [de ellas].
7 O. avergonzaba. Habia, ó ha. * * Gén. xxl 12; Rom. ix. 7.
1 1 Por lo cual, ó de donde. í í Esto, es decir, una resurrección.
460 CARTA A CIERTOS HEBREOS
21 Por la fé Jacob, al morir, bendijo á cada uno de loa
hijos de Josef; i “adoró [apoyado] sobre la extre-
" midad de su vara.’’ 0
22 Por la fé Josef, al morir, recordó [la promesa] de la
salida de los hijos de Israel, i [les] clió mandatos res-
pecto de sus huesos.
23 Por la fé Moisés, cuando nació, fué escondido tres
meses por sus padres, porque “ vieron que el niño [era]
“ hermoso f i no temieron el mandato del rei.
24 Por la fé Moisés, “ siendo ya grande," J rehusó ser
25 llamado hijo de la hija de Faraón ; prefiriendo mas
bien ser maltratado juntamente con el pueblo de
Dios, á poseer, por [poco] tiempo, el goce del pecado ;
26 estimando el oprobio [por amor] del Ungido, § por
mayor riqueza que los tesoros de Egipto ; porque
27 ponia la mira en la recompensa. Por la fe dejó á
Egipto sin temer el furor del rei ; porque perseveró
28 como [si] viese al Invisible. Por la fá celebró la
Pascua, || i la aspersión de la sangre, á fin de que el
destructor de los primogénitos, no tocase á los [de
Israel].
29 Por la fé [los Israelitas] atravesaron el Mar Rojo,
como en seco ; el cual, probándolo á [pasar] los Egip-
cios, fueron anegados.
30 Por la fé cayeron las murallas de Jericó, después de
haber dado vueltas [los Israelitas] en torno de ellas
por siete dias.
31 Por la fé Rahab, la ramera, no pereció con los que
no tuvieron fé obediente, [porque] habia recibido á
los espías con paz.
32 I i qué mas diré ? porque me faltará tiempo para
contar de Gedeon, i de Barac, i Samson, i Jefté, i de
33 David, i Samuel, i los profetas ; los cuales, por la fé,
conquistaron reinos, obraron con justicia, alcanzaron
las cosas prometidas, 1] taparon las bocas de los leones,
34 apagaron la violencia del fuego, se libraron del filo de
la espada, se fortalecieron de la debilidad, llegaron á
ser fuertes en la guerra, desbarataron los campa-
35 mentos de los extraños; mujeres [hubo que] reci-
bieron resucitados á sus muertos ; otros también
• G6n. xlvii. 31 (LXX.) ; xlviii. 5, 20.
t Ex. ii. 2 (LXX.) t Ex. ii. 11 (LXX.)
§ El Ungido, ó Cristo. I VCase Mat. xxvi. 2, nota.
Las cosas prometidas, 6 promesas.
CRISTIANOS, CAP. XII. 461
[murieron] golpeados con palos, sin aceptar el res-
36 cate, para alcanzar mejor resurrección i otros su-
frieron burlas i azotes, i ademas cadenas i cárcel :
37 fueron apedreados, aserrados, tentados, asesinados
con espada ; anduvieron girando de una parte á otra,
[cubiertos] do pieles de oveja [i] de cabra, necesi-
38 tados, atribulados, [i] maltratados : de los cuales no
era digno el mundo : [vivieron] vagando en despo-
blados, i montes, i cavernas, i las cuevas de la tierra.
39 I todos estos, [aunque] obtuvieron [buen] testi-
monio por medio de [su] fé, no recibieron lo pro-
40 metido, habiendo [dispuesto] Dios, en su previsión,
algo mejor con respecto á nosotros, para que no fuesen
perfeccionados sin nosotros.
XII. 1 Por tanto, estando rodeados de tan gran nube de
testigos, nosotros también, desechando todo peso, i
el pecado, que estrechamente nos cerca, corramos con
paciente perseverancia la carrera que se nos ha puesto
2 delante ; poniendo los ojos en Jesús, el Autor, f i el
Perfeccionador de lat fe ; el cual, en consideración
del gozo que se le ponia delante, sufrió pacientemente
la cruz, despreciando la vergüenza [de ella], i se sentó
á la diestra del trono de Dios.
3 Considerad pues atentamente á aquel que sufrió
pacientemente tal oposición [hecha] por los pecadores
contra él, para que no os canséis, desfalleciendo en
4 vuestras almas. Todavía no habéis resistido hasta
6 [derramar] sangre, luchando contra el pecado ; i ha-
béis olvidado la exhortación que discurre con voso-
tros como con hijos :
“ Hijo mió, no menosprecies el castigo del Señor,
“ Ni desfallezcas cuando [seas] reprendido por él ;
6 “ Porque el Señor, á quien ama, lo castiga,
“ I azota á cada hijo que recibe.” §
7 Si sufrís pacientemente el castigo, Dios se conduce
con vosotros como con hijos ; porque ¿ cuál es el hijo á
8 quien [su] padre no castiga ? Pero si estáis sin castigo,
del cual todos [los hijos de Dios] han participado, en
9 tal caso sois bastardos, i no hijos [legítimos]. Ademas
los padres de nuestra carne, por cierto, nos castigaban,
* Golpeados con palos, ó enrodados. V Case 2 Mac. vi 19, 28, 30;
vil. 9.
1 f Autor, ó Principe, ó Principiador. Véase ii. 10, i Hechos iii. 15.
X La, ó [nuestra,'] § Prov. iii. 11, 12 (LXX.)
2 D
462 CARTA A CIERTOS HEBREOS
i [los] respetábamos : ¿ no nos someteremos mucho
mas al Padre de [nuestros] espíritus, i viviremos ? 0
10 Porque aquellos [nos] castigaban, por pocos dias,
según les parecía ; pero él, al contrario, [nos castiga]
en ventaja [nuestra], á fin de que participemos de su
11 santidad. I aunque ningún castigo, mientras que
está presente, parece ser [causa] de gozo, sino de tris-
teza, después, al contrario, da el fruto apacible de lo
justo, á los que han sido disciplinados por él.
12 Por lo cual “ restableced las manos desfallecidas, i
13 “ las rodillas paralizadas ;”f i “ haced senderos dere-
“ chos para vuestros pies,” [ á fin de que el que [esté]
cojo no se desvie, sino ántes bien se cure.
14 Daos á la paz con todos [los hombres], § i á la san-
15 tidad, sin la cual ninguno verá al Señor ; estando á
la mira no sea que á alguno le falte la gracia de Dios ;
“ no sea que brotando alguna raiz de amargura, [os]
“ aflija," || i, por su medio, sean contaminados mu-
16 chos ; no sea que [haya] algún fornicador, ó pro-
fano, como Esaú, quien, por una [sola] comida, ven-
17 dió lo que pertenecía á su primogenitura ; porque
sabéis que aun después, cuando deseó heredar la ben-
dición, fué desechado ; porque no halló [ningún]
lugar [para valerse] de arrepentimiento, aunque soli-
citó la [bendición] con lágrimas. ][
18 Porque no os habéis acercado al monte que [podia]
palparse, i “ ardia con fuego ni á “ nubes oscuras,”
19 ni á “ tinieblas,” ni á “ tempestad 0 0 ni á [donde
hubo] “sonido de trompeta,” ff i “la voz [que
anunció]];]: las palabras [de Dios],”§§ [tal que] los
que la oyeron, [la] rechazaron, [pidiendo] que no
20 se les añadiese una palabra [mas] : (porque no [po-
dían] sobrellevar lo que estaba encargado :) ni [á
donde se dijo] : “ Si una bestia tocare el monte, será
21 “ apedreada |¡ || i tan terrible era el espectáculo,
que Moisés dijo : “ Estoi aterrado, i temblando 1]
* Véase Deut. xxi. 18-21. t Ig. xxxv. 3.
t Proy. ir. 26 (LXX.J § [lo, hombres], Rom. xii. 18.
|| Deut. xxix. 18. K Gén. xxvii. 32-40.
* * Deut. iv. 1! (LXX.) 1 1 Ex. xx. 18.
1 1 [Que anuncio], 6 de. § § Deut. iv 12.
li II Ex. xix. 13. Algunos MSS. añaden ó atravesada por un dardo.
UU Deut. ix. 19 (LXX.)
CRISTIANOS, CAP. XIII. 463
22 pero os habéis acercado al monte Sion, i á la ciudítd
o, j D .'° s viv ?’ á la Jerusalem celestial ; i á decenas
23 de millares de los mensageros [de Dios, reunidos]
en° plena [festiva] convocación ; i á la asamblea de
los primogénitos que han sido empadronados en los
cielos; i al Juez [que es] Dios de todos [nosotros] ■
i á los espíritus de los justos que han sido perfec-
-4 clonados ; i á Jesús [que es] Mediador del nuevo
pacto, i á [su] sangre de aspersión, que habla mejores
cosas que [el sacrificio de]f Abel.
25 Cuidad de que no rechacéis al que está hablando •
porque si no escaparon los que rechazaron al qué
reveló [su voluntad] en la tierra, mucho ménos [esca-
paremos] nosotros, [si] nos apartamos del que ría
2b revela] desde los cielos : cuya voz conmovió entonces
la tierra, pero [el cual, en cuanto al tiempo] pre-
sente} ha prometido, diciendo: “Una vez todavía
“ yo he de conmover no solamente la tierra, sino
-7 “ también el cielo.” § I la [expresión] : “ Una vez
“ todavía,” da á entender la mudanza de las cosas
que habían de ser conmovidas, como de las que ha-
bian sido constituidas para que aguardasen las cosas
que no han de ser conmovidas.
28 Por lo cual, recibiendo [nosotros] un reino incon-
movible, adhiramosnos á|| la gracia, [i] por medio de
ella demos culto de un modo agradable á Dios, con
-9 modestia i [con] temor reverente : pues, en verdad
nuestro Dios [es] un “ fuego consumidor.” *¡
XIII. 1 La amistad fraternal permanezca [entre voso
tros]. L
2 No olvidéis la hospitalidad ; porque, por medio de
ella, algunos han hospedado mensageros [celestiales]
sin saberlo. J
3 Acordaos de los presos, como [si] estuvierais en pri-
siones con [ellos] ; [i] de los maltratados, como que
estáis también vosotros en el [mismo] cuerpo. 0 °
* Reunidos en, 6 i la. | O, [la de]; véase cap. xi. 4 ; ix. 13, 14
| (En cuanto al tiempo] presente, ó ahora.
JLfíiü m 9 n0S ’ W ’ d ; Tíase 2 Tim - 1 13 : 6 - ‘jarnos, la gracia,
Tí Deut. iv. 24.
** En el [mismo], ó [víwndo] en el; mas véase 1 Cor. xiL 26.
464 CARTA A CIERTOS HEBREOS
4 [Tengase] en honor el matrimonio entre todos, i
el lecho [nupcial, sea] incontaminado; pero á los
fornicadores i á los adúlteros, los condenará Dios.
6 [Sea vuestra] conducta exenta de amor al dinero ;
contentaos con lo que [tengáis] al presente ; porque
él mismo ha dicho : 11 No te dejaré, ni tampoco te
6 “ desampararé ° de modo que [podemos] confia-
dos decir :
“ El Señor [es] mi socorredor, i no temeré.
“ i Qué [podrá] hacerme el hombre ?” f
7 Acordaos de vuestros gobernadores,]: los cuales os
hablaron la palabra de Dios ; i, contemplando el re-
sultado final de [su] modo de vivir, imitad su fé.
8 Jesús Cristo [es] el mismo hoi que [fué] ayer, i [será]
por los siglos.
9 No os [dejeis] llevar § por enseñanzas varias i ex-
trañas ; porque [es] bueno que el corazón se confirme
por la gracia, no por manjares, || que no han aprove-
chado á los que se han ocupado en ellos.
10 Tenemos un altar, de cuya [víctima] 1¡ no tienen
autorización de comer, los que dan culto en el taber-
11 náculo. Porque los cuerpos de los animales 00 cuya
sangre, [derramada] por el pecado, se lleva al [lugar]
santísimo por el sumo-sacerdote, se queman “ fuera
12 “del campamento.” f f Por lo cual también Jesús,
para santificar f X á [su] pueblo por su propia sangre,
13 padeció fuera de la puerta. Salgamos pues hácia él,
14 “ fuera del campamento,” llevando su oprobio. Por-
que no tenemos aquí una ciudad permanente, sino
que buscamos la [ciudad] que ha § § de venir.
15 Por medio de él, pues, ofrezcamos continuamente
un sacrificio de alabanza á Dios, esto es, el fruto de
labios que alaban su nombre.
16 I no olvidéis la beneficencia, ni el repartir ; porque
tales sacrificios agradan á Dios.
17 Obedeced á vuestros gobernadores,]: i someteos [á
ellos] ; porque ellos velan en favor de vuestras almas,
como que han de dar cuenta, para que hagan esto
* Deut. xxxi. 8 : Jos. i. 5. t Salm. cxviii. C
; A saber, [espirituales.'}
s Llevar, ó, según algunos MS9., llevar donde quiera.
|[ llom. xiv. 2, 3. V Víase 1 Cor. ii. 13.
** Animales, literalmente vivientes. t f Lev. xvi. 27.
; * ** , Víase ii. 11, nota. § § Ha, 6 halia ; li. 5.
CRISTIANOS, CAP. XIII. 465
con gozo i no con quejas ; porque esto os [seria] des-
ventajoso.
' 18 Orad por nosotros ; porque confiamos en que tene-
mos buena conciencia, deseando, en todas las cosas, 0
19 conducirnos bien. I especialmente os ruego que ha-
gáis esto, para que [yo] os sea restituido mui pronto, f
20 I el Dios de la paz que resucitó de entre los muertos
al [que es] el Gran Pastor de las ovejas en [virtud de]
la sangre de un pacto eterno, [á saber] nuestro Señor
21 Jesús, os haga perfectos en toda buena obra, á fin de
hacer su voluntad, obrando en vosotros lo que [es]
agradable á él, por medio de Jesús Cristo : á quien
[sea dada] gloria por los siglos de los siglos. Así sea.
22 I os ruego, hermanos, que Reveis á bien [mis] pala-
bras de exhortación ; pues, en verdad, [es] breve la
carta [que] os he escrito.
23 Sabed que nuestro hermano Timoteo ha sido des-
pachado con el cual, si volviere § mui pronto, os
[iré] á ver.
24 Saludad á todos vuestros gobernadores, || i á todos
los santos.
Los de Italia os saludan.
26 La gracia sea con todos vosotros. Así sea.
* En todas cosas, 6 entre todos.
f Mui pronto, ó mas pronto véase vera. 23.
♦ Despachado, 6 soltado ¡ FiL ii. 23.
§ Volviere, 6 fuere .
D A saber, {espirituales.
CARTA DE JACOB O,
A LAS DOCE TRIBUS.
I. 1 Jacobo, siervo de Dios i del Señor Jesús Cristo :
A LAS DOCE TBIBUS, QUE [ESTAN] DISPERSAS I SALUD.
2 Tened por [motivo de] supremo 0 gozo, hermanos
mios, el caer en varias aflicciones que os pongan á
3 prueba ; sabiendo que lo que pone á prueba f vuestra
4 fé, produce paciente perseverancia. Mas tenga la pa-
ciente perseverancia [su] obra perfecta, para que
seáis perfectos, i enteramente cabales, sin que os falte
nada.
5 Mas si á algnno de vosotros le falta la sabiduría, pi-
dase[la] á Dios, (que da á todos generosamente, i sin
6 reconvenirnos],) i le será concedida. Mas pida[la]
con fé, no andando [en] nada ; porque el que duda
es semejante á una ola del mar movida por el viento,
7 i empujada de uno á otro lado. Porque no se ima-
gine tal hombre que ha de recibir cosa alguna del
8 Señor. El hombre de ánimo doble J [es] instable en
todos sus caminos.
9 Ademas, gloríese el hermano de humilde condición,
10 en su ensalzamiento ; mas el rico, en su humillación,
11 porque, como la flor de la yerba, pasará; pues sale
el sol con [su] calor, i seca la yerba, i su flor cae, i
la hermosura de su aspecto perece : así también el
rico se marchitará en [cuanto á] su proceder.
12 _ Feliz el hombre que sufre pacientemente las aflic-
ciones que [lo] ponen á prueba ; porque después que
fuere probado [fiel], recibirá la corona de la vida, que
el Señor ha prometido á los que lo aman.
13 Ninguno que sea tentado, diga : “ Mi tentación [pro-
“ cede] de Dios,” porque Dios no puede ser tentado
14 por el mal, ni tienta él á nadie. Sino que cada uno
* Supremo, ó lodo. t Véase tribulación, Rom. v. 3.
} Véase ir. 8.
CARTA DE JACOBO, CAP. II. 467
es tentado, cuando es atraído i halagado por su propio
15 [mal] deseo; después, [su mal] deseo, habiendo
concebido, pare el pecado ; i [su] pecado, habiendo
llegado á madurez, engendra 0 la muerte.
16, 17 No os engañéis, amados hermanos mios ; toda do-
nación buena, i todo don perfecto, desciende de arriba,
del Padre de las luces, en quien no [hai] mudanza,
18 ni sombra de variación. Según su placer nos engen-
dró, por la palabra de la verdad, á fin de que fuésemos
como primicias de sus criaturas.
19 Así que, hermanos amados mios, esté todo hombre
20 pronto á oir, lento en hablar, lento en la ira ; porque
21 la ira del hombre no produce lo justo de Dios.f Por
lo cual, desechando toda suciedad i abundancia de
maldad,]: recibid con mansedumbre la palabra plan-
tada en [vosotros], la cual puede salvar vuestras almas.
22 Ademas practicad la palabra, i no [la] escuchéis so-
23 lamente, alucinándoos á vosotros mismos. Porque si
alguno escuchare la palabra, sin practicarla, es seme-
jante á un hombre que mira su rostro natural en un
24 espejo ; porque se mira á sí mismo, i se va, i luego
25 olvida qué [figura] era. Pero el que mira con aten-
ción aquella lei perfecta [que es] la de la libertad,
i persevera [en ella], no siendo oyente olvidadizo,
sino [hombre] que practica las obras [de ella], este
ha de ser feliz en sus prácticas.
26 Si alguno § piensa que es religioso, aunque no re-
frena su lengua, sino que engaña su corazón, la reli-
gión de este [hombre] es vana.
27 La religión pura é incontaminada para con [nues-
tro] Dios i Padre, es esta : visitar huérfanos i viudas
en su tribulación, [i] guardarse de [recibir] mancha
del mundo.
II. 1 Hermanos mios, no tengáis [vuestra] fé en nuestro
glorioso Señor Jesús Cristo [unida] con la acepción
2 de personas. Porque ¿ [no será así], si entrare en
vuestra congregación || un hombre con sortija de oro,
* Engendra, ó pare.
t Lo justo de Dios, ó la justicia [agradable á ] Dios.
t Maldad, 6 malevolencia.
§ Algunos MSS. añaden entre vosotros.
1 Congregación ; en griego, sunagoge.
468 CARTA DE JACOBO, CAP. II.
[i] con ropaje espléndido, i entrare también un pobre
3 con ropaje sucio, i [si] pusiereis los ojos en el que
lleva el ropaje espléndido, i [le]° dijereis : “ Tú, sién-
tate aquí, en buen [lugar] i [si] dijereis al pobre :
“ Tú, estáte en pié allí 6 : “siéntate aquí bajo de
4 mi tarimilla ?” i ¿ no juzgáis parcialmente dentro de
vosotros mismos ; i os hacéis j ueces cuyos pensamien-
tos [son] malos ?
6 Oid, amados hermanos mios ; l no ha escojido Dios
á los pobres del f mundo, [para hacerlos] ricos en la
fé, i herederos del reino que ha prometido á los que
6 lo aman ? Pero vosotros habéis deshonrado al pobre.
I No os oprimen los ricos, i [no] os arrastran ellos de-
7 lante de los tribunales ? ¿No infaman ellos el buen
nombre por el cual sois designados f
8 Si, en verdad, cumplís la lei régia^ según la Escri-
tura : “Amaras á tu prójimo como á tí mismo,” hacéis
9 bien. Mas si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado, i por la lei estáis convictos de transgresores.
10 Porque cualquiera que guardare toda la lei, pero tro-
pezare en [cuanto á] un [solo mandamiento], es reo
11 respecto de todos. Porque el que dijo : “No cometas
“ adulterio,” dijo también : “No mates." I si, aun-
que no cometieres adulterio, matares, te has hecho
transgresor de la lei.
12 Hablad de tal manera, i de tal manera obrad, como
que habéis de ser juzgados por la lei de la liber-
13 tad. Porque juicio sin compasión [se hará] al que
no hubiere usado de misericordia; i [el que use
de] 1 misericordia ha de gloriarse contra la conde-
nación.
14 i Qué aprovecha, hermanos mios, si alguno dijere
que tiene fé, si no tuviere obras ? J Puede [su] fé
16 salvarlo 1 Pues si [algunos] hermanos, 6 hermanas,
estuvieren desnudos, ó careciendo de [su] alimento
16 diario, i alguno de vosotros les dijere : “Idos en paz,
calentaos i hartaos,” i [sin embargo] no les diereis
las cosas necesarias para el cuerpo, ¿ de qué [les]
17 aprovecha ? Así también la fé, si no tiene obras, está,
por sí misma, muerta.
18 Pero alguno dirá : “ Tú tienes fé, i yo tengo obras.”
* Algunos MSS. tienen le.
t Del; algunos MSS. tienen de este.
1 r El aue use del; véase Mat. v. 7 ; xsv. 34-4G.
CARTA DE JACOBO, CAP. III. 469
Muéstrame tu fé sin 0 tus obras, i yo te mostraré mi
19 fé por medio de mis obras. Tú crees t que Dios es
uno [solo] : haces bien : también los demonios [lo]
creen, f i se estremecen.
20 Pero ¿ quieres cerciorarte, ¡ oh hombre vano ! que
21 la fé sin las obras está muerta ? Nuestro padre Abra-
ham, ¿ no fué declarado justo por medio de las obras,
22 cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar ? Ves
que [sul fé cooperaba con sus obras ; i [que] por me-
23 dio de [sus] obras fué consumada [su] fé ; i [que]
se cumplió la Escritura que dice : “ I tuvo fé Abra-
“ ham en Dios, i se le puso en cuenta, para [poner-
“ sele en cuenta] la justicia J i fué llamado amigo
24 de Dios.§ Veis, pues, que el hombre se declara justo
por medio de las obras, i no por medio de la fé sola-
mente.
25 I, del mismo modo, la ramera Rahab también, ¡ no
fué declarada justa por medio de las obras, cuando
hospedó á los mensageros, i [los] envió por otro camino ?
26 Porque como el cuerpo sin el espíritu está muerto,
así está muerta la fé también, sin las obras.
III. 1 No os hagais muchos [de vosotros] maestros, her-
manos mios, sabiendo que recibiremos mas [severo]
2 juicio ; [i] porque en muchas cosas tropezamos todos.
Si alguno no tropieza en palabra, [es] hombre per-
fecto, capaz de refrenar también todo [su] cuerpo.
3 Hé aquí que ponemos los frenos de [nuestros] ca.
hallos en [sus] bocas, para que nos obedezcan, i [pode-
4 mos] hacer mudar de dirección todo su cuerpo. Hé
aquí también las naves, [aunque] son tan grandes, i
empujadas por vientos furiosos, se les hace mudar de
dirección por un timón mui pequeño, á donde se in-
5 cline la voluntad del piloto. Así también la lengua
es un miembro pequeño, i [sin embargo] se jacta de
grandes cosas.
¡ Hé aquí cuan gran monton de leña enciende un
6 poco de fuego ! I la lengua [es] un fuego ; el mundo
de la iniquidad. Tal es la lengua entre nuestros
miembros [que] contamina todo el cuerpo; é inflama
* Sin; algunos MSS. tienen por medio de.
t Crees, ó, tienes fé en. Creen, ó. tienen fé [en ello"].
J GCn xv. 6 : Rom. iv. 3 ; Gal. iii. 6.
§ 2 Cron. xx. 7 ; Is. xli. 8.
2 D 2
470 CARTA DE JACOBO, CAP. IV.
el giro de [nuestra vida] natural, i se inflama por [el
fuego] del infierno.
7 Porque la naturaleza de toda [clase de] fieras i
de aves, de reptiles i de peces, [puede] ser, i ha
8 sido domada por la naturaleza del hombre ; mas la
lengua, ningún hombre puede domarla ; [es] un mal
que no puede ser comprimido ; [está] llena de ve-
9 neno mortífero. Con ella bendecimos á [nuestro] Dios
i Padre, i con ella maldecimos á los hombres que han
10 sido hechos á la semejanza de Dios: de la misma
boca salen la bendición i la maldición. No conviene,
11 hermanos mios, que estas cosas sean as!. ¿ Acaso la
fuente arroja por la misma abertura, [agua] dulce, i
12 [agua] amarga ? ¿ Puede, hermanos mios, la higuera
producir aceitunas, ó la vid higos ? Del mismo modo,
ninguna fuente [puede] dar agua salada i dulce.
13 ¿ Quién [es] sabio i entendido, entre vosotros 1
Muestre por [su] buena conducta, [que sus] obras
14 [tienen] la mansedumbre de la sabiduría. Mas si
teneis la envidia amarga i el enredo en vuestro cora-
1 5 zon, ni os gloriéis, ni mintáis, contra la verdad. Esta
no es la sabiduría que baja de arriba, sino que [es] ter-
16 rena, animal, [i] endemoniada. Porque donde [hai]
envidia i enredo, allí [hai] tumulto, i toda mala obra.
17 Mas la sabiduría [que viene] de arriba, [en] primer
[lugar] es pura, después, apacible, blanda, fácil de
persuadir, llena de misericordia i de buenos frutos,
18 imparcial i sin hipocresía. I el fruto de la justicia se
siembra en paz por los que procuran la paz.°
IV. 1 ¿ De dónde [vienen] las contiendas i las alterca-
ciones entre vosotros ? ¿ No [vienen] de esto : de
vuestros apetitos que guerrean en vuestros miembros ?
2 Deseáis, i no poseéis ; matais i envidiáis, i no podéis
alcanzar. Altercáis i contendéis, pero no poseéis, por-
3 que no pedis. Pedis, i no recibís, porque pedís mala-
mente, para gastar [lo recibido] en vuestros apetitos.
4 Adúlteros i adúlteras, ¿ no sabéis que la amistad con
el mundo es enemistad contra Dios 1 Cualquiera,
pues, que desea ser amigo del mundo, se constituye
6 enemigo de Dios. ¿ Pensáis que la Escritura dice en
* O, I [ la paz que es] fruto de la justicia, se ha sembrado, por [hacer]
la paz, para los que procuran la paz Véase Rom. v. 1 ; Ileb. xii. 11 ;
Ib xxxii. 17.
CARTA DE JACOBO, CAP. V. 471
vano [que] el Espíritu que habita en nosotros se
6 opone ardientemente á la envidia pero [que] ha
de dar mayor gracia ? Por lo cual dice : “ Dios resiste
7 “ á los soberbios, pero da gracia á los humildes.” f So-
meteos, pues, á Dios ; resistid al calumniador, i huirá
8 de vosotros. Acercaos á Dios, i [él] se acercará á
vosotros. Limpiaos las manos, pecadores, i purificaos
9 los corazones, [hombres] de ánimo doble. Aflijios, i
apesadumbraos, i llorad : conviértase vuestra risa en
10 pesar, i [vuestro] gozo en abatimiento. Humillaos
delante del Señor, i [él] os ensalzará.
11 No os infaméis unos á otros, hermanos ; el que in-
fama á su hermano, i loj condena, § infama i con-
dena § la lei ; mas si condenas la lei, no eres observador
12 de la lei, sino juez [de ella]. Uno [solo] es [nuestro]
Legislador i Juez,|| el cual tiene la facultad de salvar
i de destruir. ¿ Quién eres tú para condenar á [tu]
prójimo 1
13 Ea pues, [vosotros] que decis : “Hoi ó*] mañana,
“ vamos á tal ciudad, i empleemos allí un año, i tra-
14 “ fiquemos, i saquemos ganancia [vosotros] que
no sabéis lo que [será] mañana ; pues ¿ qué [cosa es]
vuestra vida ? Es, por cierto, una nube 0 ° que, por poco
15 [tiempo] aparece, i después desaparece : en lugar de
decir : “ Si el Señor quisiere que vivamos i hagamos
16 “ esto 6 aquello.” Mas ahora os gloriáis en vuestras
17 jactancias ; toda glorificación semejante es mala. El
que sabe, pues, hacer el bien, i no [lo] hace, peca.
V. 1 Ea pues, [vosotros] ricos, llorad [i] levantad el
grito, por causa de las miserias que os han de sobre-
2 venir. Vuestra riqueza está podrida, i vuestras ropas
3 están roidas de polilla. Vuestro oro i [vuestra] plata
se han enmohecido, i su orin será testimonio contra
vosotros, i ha de devorar vuestra carne como fuego :
habéis atesorado [iraf f que ha de venir] en los últi-
* Gal. y. 17, 21. VGase2; i resiste, 6 ; i pros, traducido contra, Ef. vi. 11.
t Prov. i 11. 34 ; 1 Pet y. 5.
t Lo, el griego repite, d su hermano. § Condena, ó juzga.
II Algunos MSS. no tienen i Juez. y Kn griego, i.
** Nube, 6 vapor. Véase Hechos ii. 19. ni bes de humo.
1 1 [huj. Véase vera. 5 ; i Rom. ii 5. [Que ha de reñir] en los, ó,
para [estos] ; yéase 1 Ped. i. 20.
472 CARTA DE JACOBO, CAP. V.
4 mos dias. Hé aquí que el jornal de los trabajadores
que lian segado vuestros campos, [i] del cual [los]
habéis defraudado, está clamando ; i los clamores
de los segadores han penetrado en los oidos del Señor
6 de los Ejércitos. Habéis vivido en delicias en la
tierra, i en lujo; habéis alimentado 0 vuestros cora-
6 zones como para el dia de [su] matanza. Habéis
condenado, habéis matado al j usto ; [el cual] no os
resiste, f
7 Por tanto, hermanos, tened longanimidad hasta la
venida del Señor. Hé aquí el labrador aguarda el
precioso fruto de la tierra con longanimidad, hasta
que reciba [el don de] la lluvia temprana i tardía.
8 Tened longanimidad vosotros también ; corroborad
vuestros corazones ; porque la venida del Señor se ha
acercado.
9 No os quejéis unos contra otros, hermanos, para no
ser condenados. Hé aquí el Juez está á las puertas.
10 Tomad, hermanos mios, por ejemplo de sufrir el
mal, i de la longanimidad, á los profetas que han ha-
ll bladoj en el nombre del Señor. Hé aquí que tenemos
por felices á los que perseveran con paciencia. Ha-
béis oido [hablar] de la paciente perseverancia de
Job, i habéis visto el fin [que le dió] el Señor; [i]
que el Señor [es] de mui entrañable [amor], i com-
pasivo.
12 Pero sobre todo, hermanos mios, no juréis, ni por
el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento ;
sino que vuestro “sí” sea sí, i vuestro “no,” no;
para que no caigáis en condenación. §
13 ¿ [Hai] alguno de entre vosotros que sufre el mal ?
haga oración. ¡ [Hai] alguno que está de buen áni-
14 mo ? cante al [arpa].|| ¿Está alguno de entre voso-
tros enfermo ? llame á [sí] á los ancianos de la asam-
blea, i oren por^J él, habiéndolo ungido con aceite en
15 el nombre del Señor. I la oración de la fé salvará al
enfermo, i el Señor lo levantará; i, 6i hubiere come-
tido pecado, se le perdonará.
* Alimentado, 6 cebado.
t O, no os ha resistido ¡ 6, al Justo: [el cual] ¿ no ha de resistiros T
{ Han hablado, 6 hablaron.
§ En condenación: algunos MS8. tienen en hipocresía.
II Cante al [arpa], en griego. Salmodie. Por, ó sobre.
CARTA DE JACOBO, CAP. V. 473
16 Confesaos unos á otros [vuestras] culpas, i orad
unos por otros, para que seáis curados. La súplica
17 eficaz del [hombre] justo vale mucho. Elias era
hombre de pasiones semejantes á las nuestras, i oró
mucho 0 para que no lloviese ; i no llovió sobre la tierra
18 [por espacio de] tres años i seis meses. I oró de
nuevo, i el cielo diá lluvia, i la tierra brotó su fruto.
19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se extraviare
20 de la verdad, i alguno lo convirtiere [á ella], sepa
que el que convierta un pecador del extravío de [su]
camino, salvará un alma de la muerte, i [hará] cubrir
la muchedumbre de [sus] pecados.
* Mucho, literalmente con oración.
CARTA PRIMERA DE PEDRO, EL ENVIADO.
I. 1 Pedro, enviado de Jesús Cristo,
A LOS HUÉSPEDES 1 * DISPERSOS POR EL PONTO, GaLA-
2 oía, Capadocia, Asia, i Bitinia, escojidos, según la
presciencia de Dios, el Padre, [para vivir] en la san-
tidad del Espíritu,! P ara <l' le fueseis obedientes, i ro-
ciados con la sangre de Jesús Cristo :
La gracia i la paz os sean aumentadas.
3 Bendito [sea] el Dios i Padre de nuestro Señor Jesús
Cristo, el cual, según su gran misericordia, nos ha en-
gendrado de nuevo para [que tengamos] una esperanza
viva, por medio de la resurrección de Jesús Cristo de
4 entre los muertos ; [i] una herencia incorruptible, é
incontaminada, é inmarcesible, la cual se reserva en
5 los cielos para vosotros,! que estáis custodiados por
el poder de Dios, por medio de la fé, para la salvación
6 dispuesta á ser manifestada en el último tiempo. En
el § cual os alegráis, [aunque] ahora, por poco [tiem-
po], ya que es necesario, habéis sido entristecidos por
7 varias aflicciones que os han puesto á prueba ; para
que la prueba [de la realidad] de vuestra fé, mucho
mas preciosa que [la del] oro, el cual perece, aunque
sea probado por fuego, se halle resultar en [vuestra]
alabanza, i honor, i gloria, en la manifestación de
8 Jesús Cristo; á quien, [aunque] no lo habéis visto,
[lo] amais ; en quien teniendo fé, aunque ahora no
[lo] miráis, os alegráis con gozo inefable i lleno de
9 gloria, habiendo de recibir, || [por] término de vues-
10 tra fé, la salvación de [vuestras] almas : con respecto á
la cual salvación, inquirieron i examinaron los profetas
que profetizaron acerca de la gracia [designada] para
11 vosotros, examinando para quién, ó qué tiempo
* Huéspedes, es decir, aquellos probablemente cuya patria es el cielo,
que solo son huéspedes en la tierra. Véase i. 17 ; ii. 11 ; Ileb xi 13 ’
t Véase 1 Tes iv. 7 ; 2 Tes. ii. 13 ; 6, en santidad de espíritu.
J Algunos MSS. tienen nosotros.
§ El, A saber. Dios : 6, lo.
II Habiendo de recibir, 6, recibiendo.
1 Vara quien, 6, de quien IhublabaJ
CARTA L DE PEDRO, CAP. I. 475
daba á entender el Espíritu de Cristo que [estaba] en
ellos, cuando daba testimonio de antemano <fe los
padecimientos de Cristo, 0 i de las glorias que suce-
.J 12 derian ; á los cuales fué revelado que, no para ellos
mismos, sino para nosotros, prestaban servicios, [escri-
biendo de] aquellas cosas, que ahora se os han decla-
rado por medio de los que os han anunciado la buena
nueva, revestidos del Espíritu Santo, enviado del
cielo : cuyas cosas los mensageros [celestiales] gustan
mirar con atención.
13 Por lo cual ceñid los lomos de vuestra mente, sed
sobrios, i tened perfecta esperanza en la gracia que
se os ha de traer en la manifestación de Jesús Cristo.
14 Como hijos obedientes, no os conforméis con los
[malos] deseos que antes [teníais], en vuestra igno-
15 rancia ; sino, según [es] santo el que os llamé, tam-
bién vosotros sed santos en toda [vuestra] conducta ;
16 porque está, escrito : “ Sed santos, porque yo soi
17 “ santo.” f I ya que invocáis, [como] Padre, al que
juzga, sin acepción de personas, según las obras de
cada cual, conducios, durante el tiempo de vuestra
18 peregrinación, con temor [reverente] ; sabiendo que
no fuisteis redimidos de vuestra vana conducta, pre-
ceptuada por [vuestros] padres, con cosas corruptibles,
19 con plata ú oro, sino con la preciosa sangre de Cristo,
como [la] de un cordero inmaculado i sin mancha ;
20 al cual [Dios] había tenido en [su] presciencia, cierta-
mente, antes de la fundación del mundo, pero que fué
manifestado en [estos] últimos tiempos, por [amor de]
21 vosotros, que, por medio de él, teneis fé en Dios, quien
lo resucité de entre los muertos, i le dié gloria ; de modo
que vuestra fé i [vuestra] esperanza están en Dios.
22 Habiendo purificado vuestras almas por [vuestra]
obediencia á la verdad, por medio del Espíritu,
para | tener amistad fraternal sin hipocresía, amaos
unos á otros fervientemente, [i] con corazón puro :
23 habiendo sido engendrados de nuevo, no de simi-
ente corruptible, sino incorruptible : por la palabra
24 de Dios, la cual vive i permanece.§ Porque “toda
“ carne [es] como yerba, i toda su|| gloria como la flor
* Ve Cristo. 6, del Ungido. f Lev. xi. 44 ; x : x. 2.
í Para, 6, hasta [t'I punto de].
S Algunos manuscritos añaden para siempre.
II Su, en algunos manuscritos del hombre, como Is. xi. 6.
476 CARTA I. DE PEDRO, CAP. II.
26 “ de la yerba ; la yerba se seca, i su flor cae ; pero
la palabra” del Señor “ permanece para siempre
I esta palabra es la buena nueva que se os ba anun-
ciado.
XI. 1 Desnudándoos, pues, de toda malevolencia,! i de
todo dolo, i fingimientos hipócritas, i envidias, i de
2 todas infamaciones, como criaturas recien nacidas
desead ardientemente la leche no adulterada de la
palabra,}: a fin de que por ella crezcáis para la salva-
Ó benigno " j| ^ habe¡S P robado “ fl ue el Señor [es]
4 A quien acercándoos, [como] á piedra viva, que, por
los hombres, ciertamente, ha sido desechada, pero
6 para con Dios [es] “ escojida [i] preciosa,” T] también
vosotros, como piedras vivas, sois edificados, fcomol
una casa espiritual ; [de que sois] un santo sacerdo-
cío, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptables á
Dios por medio de Jesús Cristo.
6 <. Tr$ r 10 ? ual C 86 halla] contenido en la Escritura :
„ -He aquí que he deponer en Sion una piedra princi-
V „ R d R, án £ ul °’ escojida [i] preciosa ; i el que tenga
i fe en el, no será avergonzado.” f f Para vosotros,
pues los que teneis fé, [hai] tal precio [en eT] ; 1 1 mas
para los que no tienen fé obediente ; “ La piedra que
o desecharon los que edificaban, esta ha venido á ser
8 la cabeza del ángulo,” § § i [es] : “ piedra de tro-
piezo, i piedra de escándalo,” || || [para los] que tro-
piezan en la palabra, estando sin fé obediente ; á
J cuyo fin también fueron destinados. Pero vosotros
[sois] “ hnage escojido,” “sacerdocio real, nación
santa, “pueblo adquirido [por Dios], para que
io,i an R5T S J a ^ e , Scelencias ’' e í de aquel que os
10 llamó de las tinieblas á su luz maravillosa ; vosotros
que, en otro tiempo, no [erais su] pueblo ; pero ahora
[sois] el pueblo de Dios : vosotros, que, [en otro
t d ‘ nUatr ° “ lugar íe dcl &,7or '
j De la palabra, 6, de la viente , como Rom. xii. 1
§ Algunos M8S. no tienen para la salvación
¡I Salm. xxxiv. 8. «r t 8
U ^[^0, ó,WW 6fen ' f f Is - “ ,ui - 1« ; R om. ix. 33.
§§ Salm. cxviü. 22 ; Mat xxi. 42: Hech iv 11
H la. val. 14. i? Is. xliii. 20 (LXX.I * 1 Ex xix 6
* i Ex. XII. 5 ; la. xliii, 21 (LXX.I '
CARTA I. DE PEDRO, CAP. II. 477
tiempo], no habiais recibido misericordia ; pero que
ahora la habéis recibido. 0
11 Amados [rnios, os] exhorto á que, como peregrinos
i huéspedes, os abstengáis de deseos carnales, que
12 militan contra el alma ; manteniendo una buena
conducta entre los Gentiles, á fin de que, por lo
mismo que os infaman como [á hombres] que obran
mal, en consecuencia de [vuestras] buenas obras que
hubieren observado, glorifiquen á Dios en el dia de
[su] visitación.
13 Someteos, pues, por causa del Señor, á toda cria-
tura humana [que tiene autoridad] ; f ya [sea] al
14 rei, como superior; ya [sea] á los gobernadores,
como enviados por él, para hacer justicia en los que
obran mal, i para [dar] alabanza á los que obran
15 bien. Porque esta es la voluntad de Dios, que,
obrando bien, hagais enmudecer la ignorancia de los
necios.
16 [Vivid] como libres, pero no empleeis la libertad
como velo con que encubrir la maldad ; sino [vivid]
como siervos de Dios.
1 7 Honrad á todos ; amad á los hermanos ; temed á
Dios ; honrad al rei.
18 Vosotros, siervos domésticos, someteos con toda
reverencia} á [vuestros] amos, no solo á los buenos i
blandos, sino también á los de áspera [condición],
1 9 Porque [es] cosa grata, si alguno, por causa de con-
ciencia con respecto á Dios, sobrelleva pesares, pade-
20 ciendo injustamente. Porque ¿ qué renombre [ten-
dréis] si, [cuando] pecáis i sois abofeteados, [lo] sufrís
con paciencia ? Pero si, [cuando] obráis bien, i pa-
decéis, [lo] sufrís con paciencia, esta [es] cosa grata
21 para con Dios. Porque para esto fuisteis llamados ; pues
también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejem-
22 pío, para que prosiguieseis en sus huellas : el cual no
23 cometió pecado, ni se halló dolo en su boca ; quien,
denostado, no respondía con denuestos ; padeciendo,
no amenazaba ; sino que [se] entregaba al que juzga
24 justamente ; el mismo que “ sostuvo” en su cuerpo,
sobre el madero, nuestros “ pecados,” § á fin de que
* Oseas ii. 23. t [Q“S dene autoridad] .• véase Rom. xiii. 1.
t Reverencia, ó, temor. Ef. vi. 5 ; Fil. it 12.
§ Is. liiL 12.
478 CARTA I. DE PEDRO, CAP. III.
[nosotros], muertos á los pecados, viviésemos á la jus-
25 ticia, “por cuyas llagas" fuisteis “sanados.” 0 Por-
que erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis
vuelto al Pastor i Sobreveedor de vuestras almas.
III. 1 Asimismo vosotras, mujeres, someteos & vuestros
maridos, á fin de que si también algunos [de ellos]
no tienen fé obediente enf la palabra, sean ganados
por medio de la conducta de [sus] mujeres, sin pala-
2 bra, habiendo observado la pureza de vuestra con-
3 ducta, i vuestra reverencia [ [hácia ellos], [I] no sea
vuestro adorno el exterior [solamente], § de trenzar
los cabellos, ni de cubrir[os] de [atavíos] de oro, ni de
4 vestir [os] con ropas [de gala], sino [mas bien, sea
adornado] el hombre oculto, [el] del corazón, con el
incorruptible [adorno] del espíritu manso i quieto,
6 que es de mucho precio delante de Dios. Porque así
se adornaban en otro tiempo también las santas mu-
jeres que esperaban en Dios. Someteos & vuestros fl
6 maridos, como Sara obedeció á Abraham, llaman-
dolo [su] señor ;^[ de la cual habéis llegado á. ser
hijas. Obrad bien, i no temáis 00 ninguna causa
de espanto.
7 Vosotros, maridos, asimismo, cohabitad con [ellas]
según el conocimiento [de vuestro deber]. Conceded
al cuerpo de la mujer, como al mas débil, honor [de
socorro] ; f f [i vivid] como también coherederos con
[ellas] de la gracia de la vida, para que no sea puesto
estorbo áj J vuestras oraciones.
8 I por fin, [sed] todos del mismo pensamiento ; com-
padeceos unos á otros ; tened amistad, fraternal ; [sed]
9 mui entrañables ; [sed] humildes. § § No paguéis el
mal con el mal, ni el denuesto con el denuesto ;
mas, al contrario, [devolved] bendiciones : sabiendo
que para [hacer] esto fuisteis llamados, á fin de que
10 heredaseis la bendición. Pues :
“ El que gusta de amar la vida,
* Is. HH. 5. t Fo tienen/ ¿ obediente en, ó, no obedecen á.
* Reverencia, o, temor. § [Solamente] ; véase Juan vi. 27.
II Someteos a vuestros, ó, sometiéndose d sus ,. juntando estas palabras
con las anteriores : mas véase ii. 18 • iii 1
V GCn. xviii. 12 (LXX.)
* * Obrad bien, * no temáis, 6, obrando bien, i no temiendo • mas
véase vers. 14. ff [Socorro], véase Mac. xv. 5 ; 1 Tim. v.3, 17.
tt Sea puesto estorbo i. Algunos M8S. tienen sean cortadas
§ § Humildes. Algunos M8S. tienen amigables.
CARTA I. DE PEDRO, CAP. III. 479
“ I de ver dias felices, °
“ Refrene su lengua del mal,
“ I sus labios de hablar con dolo.
11 “ Apártese del mal, i obre el bien,
“ Busque la paz, i se dé á ella.”f
12 Porque :
“ Los ojos del Señor [están fijos] en los justos,
“ I sus oidos [están abiertos] á su súplica”
Pero :
“ El rostro del Señor [se vuelve] contra los que
“ obran el mal.” J
13 I j quién os maltrataré, si fueseis imitadores del
14 Bueno ? Pero aun si padeciereis por causa de [obrar
con] justicia, [sereis] felices. “ I no los temáis á ellos,
15 “ni os turbéis sino “ santificad al Señor” Dios en
vuestros corazones. §
I [estad] siempre dispuestos á. [presentar] defensa
con mansedumbre i reverencia, | á todo el que os pida
cuenta de la esperanza [que hai] en vosotros.
1G Mantened una buena conciencia, para que, por lo
mismo que os infaman como malhechores, se aver-
güencen los que calumnian vuestra buena conducta
17 en Cristo. 0 ° Pues si Dios quiere que padezcáis,
mejor [es] que [sea] obrando el bien, que obrando el
mal.
18 Porque aun Cristo padecióf f una [sola] vez por los
pecados, el justo por los injustos, á fin de admitimos
á [la presencia de] Dios, habiendo sido muerto, á la
verdad, en la carne, pero vivificado por el Espíritu ;
19 (por el cual fué á proclamar [buenas nuevas] á
aquellos también [cuyos] espíritus [están] encar-
20 celados, [i los cuales] no tuvieron J J fé obe-
diente, en otro tiempo, cuando la longanimidad
de Dios estaba aguardando[los] § § en los dias de
Noé, [mientras] se estaba construyendo el arca, en
la cual [unas] pocas personas, esto es ocho, se
21 salvaron, [pasando] por el agua ; [según] lo cual
* Felices, literalmente buenos. t Salm. xxxiv. 12-14.
í Salm. xxxiv. 15, 16. § Is. viii. 12, 13.
¡1 Reverencia, 6, temor. "j Calumnian, ó, acriminan.
* * * * § En Cristo, ó, en [el servicio de] Cristo.
t f O añadase, [la muerte ].
í 1 A aquellos . . . tuvieron, 6, á los espíritus también [yo] encar-
celados, que no habían tenido.
§ § Algunos MSS. añaden, una vez.
480 CARTA L DE PEDRO, CAP. IV.
ahora, 0 figura correspondiente, f la inmersión, no
[como] el desechar la suciedad de la carne, sino
[como] cuestión de buena conciencia con respecto á
Dios,]: nos salva á nosotros también, por medio de
22 la resurrección de Jesús Cristo, el cual se fuó al
cielo, [i] está á la diestra de Dios, habiéndole sido
sometidos los mensageros [celestiales], i las Au-
IV. 1 toridades, i las Potestades.) Por tanto habiendo
padecido Cristo [muerte] por nosotros en la carne,
armaos también vosotros con el mismo propósito ;
(porque el que ha padecido [muerte]§ en la cai-ne, ha
2 cesado de [cometer] pecado ;) á fin de no vivir ya
el tiempo que [nos] queda en la carne, en los [malos]
deseos de los hombres, sino en la voluntad de Dios.
3 Porque || basta el tiempo [ya] pasado de [vuestra]
vida, [en que] habéis obrado [según] la voluntad de
los Gentiles, [i vivido] en deshonestidades, en [malos]
deseos, en embriagueces de vino, en comilonas, en
4 banquetes, i en idolatrías ilícitas ; en [cuanto á]
lo cual extrañan que no corráis [ya] vosotros junta-
mente con [ellos] á la misma sentina^] de disolución,
6 [i] os infaman ; los cuales han de dar cuenta á aquel
6 que está dispuesto para juzgar vivos i muertos. Por-
que con este fin se anunciaron buenas nuevas aun á
los [que ya están] 0 ° muertos, para que fuesen conde-
nados [los que obrasen] conforme á los hombres, en
la carne, i al contrario, viviesen [los que obrasen] con-
forme á Dios, en el Espíritu.f f
7 I el fin J J de todo 6e ha acercado ; sed, pues, cuer-
dos, i sobrios, con el objeto de [hacer] oración.
8 I, ante todas cosas, mantened ferviente [vuestro]
amor unos á otros ; porque “ el amor cubrirá muolie-
“ dumbre de pecados.”§§
9 [Sed] hospitalarios unos con otros, sin murmura-
ciones.
• O, según otros MSS., A lo cual corresponde la figura que nos salva
ahora. t Véase Heb. ix. 24.
t Cuestión, véase Dan. iv. 14, (LXX.) ; Hecb. xxv. 19; ó, como pre-
gunta que una buena conciencia [ñace] para [ obtener el favor ] de Dios.
Rom. x. 20.
6 [Muerte], véase Rom. viii. 9-13. d Algunos MSS. añaden nos.
II A la misma sentina, ó, al mismo abandono.
* * Véaso iii. 19 ; Heb. iv. 2, 6.
t f Véase vers. 2 ; i Rom. viii. 13.
t í Fin, ó, cumplimiento. Véase Lúe. xxii. 37, nota ; Rom. x. 4.
§ § Prov. x. 12. Cubrirá, 6. perdonará.
CARTA L DE PEDRO, CAP. V. 481
10 Comunicaos unos á otros los dones de la gracia, se-
gún cada cual los ha recibido, como buenos adminis-
11 tradores de las varias gracias de Dios Si alguno
habla, [hable] según las palabras de Dios ; si alguno
suministra [socorro, sea] como por medio de la capaci-
dad que Dios da ; á fin de que Dios sea glorificado en
todo, por medio de Jesús Cristo, cuyas son la gloria i
la potencia por los siglos de los siglos. Asi es.
12 Amados [mios], no extrañéis el fuego [de la tribu-
lación] que hai entre vosotros para poneros á prueba,
13 como [si algo] extraño sucediera ; sino por cuanto
participáis de los padecimientos de Cristo, gozaos ; á
fin de que también, en la manifestación de su gloria,
os gocéis con alegría.
14 Si sufrís oprobio por el nombre de Cristo, [sois]
felices ; porque el Espíritu de la gloria, i de Dios, des-
cansa sobre vosotros. Por ellos, [él] es infamado ;
pero por vosotros, al contrario, es glorificado.
15 Ninguno, pues, de vosotros [tenga que] padecer
como homicida, 6 hurtador, ó malhechor, ó por me-
terse en [negocios] agenof.
16 Pero si [alguno padeciere] como Cristiano, [que es],
no se avergüence, sino glorifique á Dios por ello.
17 Porque [esj tiempo de que empiece el juicio por la
familia 0 de Dios ; i si primero [empieza] por noso-
tros, ¿ cuál [será] el fin de aquellos que no tienen fé
18 obediente enf la buena nueva de Dios ? I,
“ Si el justo apénas se salva,
“ i Dónde se hallaran el impío i el pecador ?” [
19 Por lo que, aun los que padecen [viviendo] § según
la voluntad de Dios, [le] encomienden sus almas, ||
obrando bien, como á [su] fiel Creador.
V. 1. A los ancianos de entre vosotros exhorto [yo, que
soi su] compañero [como] anciano, i testigo de los
padecimientos de Cristo, i partícipe de la gloria que
2 ha de ser manifestada, á que apacentéis el rebaño
de Dios que [está] con vosotros,^] obrando como
sobreveedores, no por fuerza de obligación [solo],
* Familia , 6, casa.
t Tienen fé obediente en, 6, obedecen á. { Prov. xi. 31 (LXX.
§ [ Viviendo], véase vera. 6, 16. 11 Almas, 6, vidas.
U O, entre vosotros, 6, d [cargo] vuestro.
482 CARTA 1. DE PEDRO, CAP. V.
Bino voluntariamente ; ni como [codiciosos] de des-
3 honrosa ganancia, sino prontamente ; ni como en-
señoreandoos sobre las herencias [de Dios], sino
4 siendo ejemplos del rebaño. I cuando se manifieste
el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona in-
marcesible de la gloria.
6 Asimismo, oh jóvenes, someteos á los ancianos ; i
todos [vosotros] estad sumisos unos á otros.
Revestios de humildad, porque :
“ Dios resiste ó los soberbios,
“ Pero da gracia á los humildes.” 0
6 Humillaos, pues, bajo la fuerte mano de Dios, para
que os ensalce en tiempo [oportuno].
7 Echad sobre él todos vuestros afanes, porque tiene
cuidado de vosotros.
8 Sed sobrios, [i] velad : ] vuestro adversario el cal-
umniador, como un león rugiente, anda buscando
9 á quien devorar: resistidle, [estando] firmes en] la
fé, sabiendo que los mismos padecimientos se consu-
man en vuestros hermanos [que están] en [todo] el
mundo.
10 I el Dios de toda gracia, que nos llamó á su eterna
gloria en [virtud de] Cristo Jesús, él mismo, [des-
pués] que liayais padecido un poco,§ os perfec-
11 cionará, corroborará, vigorizará, cimentará ; || cuyas
[son] la gloria i la potencia por los siglos de los sig-
los. Así es.
12 Por Silvano, [á quien] reconozco como [nuestro]
fiel hermano, os he escrito pocas [palabras], exhor-
tándoos], i dando testimonio de que esta [gracia]
en que persistís, es la verdadera gracia de Dios.
13 La [asamblea] escojida juntamente con [vosotros, la
cual está] en Babilonia, os saluda ; i mi hijo Márcos.
14 Saludaos unos á otros con el ósculo del amor.
La paz [sea] con todos vosotros que [estáis] en Cristo
Jesús.
* Véase Jacobo iv. 6 ; Prov. iii. 34 (LXX.)
f Algunos manuscritos añaden porque.
t En, ó, por : mas véase Col. i. 23. § O, un poco [tiempo].
I Algunos manuscritos tienen, [quiera] ¿l mismo . . . perfeccionaros,
corroborarlos], vig»rizar[os], cimentaras].
AlgunoB M8S. añaden Asi sea.
CARTA SEGUNDA DE PEDRO, EL ENVIADO.
X. 1 Simón 0 Pedro, siervo i enviado de Jesús Cristo :
A LOS QUE UAN RECIBIDO [POR HERENCIA]] LA FÉ DE
igual precio que [la] nuestra, en] la justicia [obra-
da por] nuestro Dios i Salvador Jesús Cristo :
2 La gracia i la paz os sean aumentadas, con § el co-
3 nocimiento de Dios, i de Jesús nuestro Señor: por
cuanto su divino poder nos ha dado todas las cosas
que [sirven] para la vida i la piedad, por medio del
conocimiento de aquel que nos llamó por [su] gloria i
4 poder ; |¡ por los cuales nos dió*J las cosas prometi-
das, 0 ° grandísimas i preciosas ; á fin de que, median-
te estas, llegaseis á ser partícipes de la naturaleza
divina, habiéndoos escapado de la corrupción [que],
en [virtud de malos] deseos, [bai] en el mundo.
6 I ademas, [por] esta misma [causa], poniendo todo
empeño, acreced,]] por vuestra fé, [vuestra] excelencia
[moral] ; i, por [vuestra] excelencia [moral], [vuestra]
6 ciencia ; i, por [vuestra] ciencia, el dominio sobre
vosotros mismos ; i, por el dominio sobre vosotros mis-
mos, [vuestra] paciente perseverancia ; i, por [vues-
7 tra] paciente perseverencia, [vuestra] piedad ; i, por
[ vuestra] piedad, [vuestra] amistad fraternal ; i, por
vuestra] amistad fraternal, [vuestro] amor.]] Por-
que poseyendo vosotros estas cosas, i abundando
[ellas en vosotros], hacen que no [seáis] ociosos, ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
9 J csus Cristo. [I] porque quien no las tiene, está ciego,
cierra sus ojos,§§ i ha puesto en olvido la purgación de
10 sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, empe-
ñaos mas en confirmar vuestro llamamiento, i [vues-
tra] elección ; porque haciendo estas cosas, no trope-
11 zareis jamas: pues de este modo se os dará, con
* Simón, en griego, aquí, Simeón. t Véase Ef. i. 11.
t En, 6, en [ virtud de] § Con, ó en,
II O tal rez, por [sw] glorioso poder, 6 excelencia.
Tf Dió, 6, ha dado. * * Cosas prometidas, 6, promesas.
1 1 Véase Ef. ir. 16 ; Col. ii 19. í t Amor, & saber, caridad .
§ § O, ex miope, mas véase ciego, i Mat xiii. 15 Hecb. Ixviii. 27.
484 CARTA II. DE PEDRO, CAP. II.
riqueza [de bendición], la entrada en el reino eterno
de nuestro Señor i Salvador Jesús Cristo.
12 Por lo cual, no me descuidaré dc c recordaros
siempre estas cosas, aunque [las] sabéis, i estáis cor-
13 roborados en la verdad que [nos] ha venido.} 1 me
parece justo, mientras estoi en esta habitación,]: des-
14 pertaros, recordando[las] ; sabiendo que pronto he
de despojarme§ de mi habitación,]: así como|| nues-
tro Señor Jesús Cristo me dió á conocer.
15 I me empeñaré en que siempre también, después de
mi salida,^] podáis hacer memoria de estas cosas.
16 Porque no seguimos fábulas ideadas diestramente,
[cuando] os dimos á conocer el poder, i la venida 0 °
de nuestro Señor Jesús Cristo, sino que habíamos ob-
17 servado ocularmente su grandeza ; pues recibió de
Dios Padre honor i gloria, cuando llegó á él una voz
tal [como esta, proferida] por La Magnífica Gloria :
“ Este es mi Hijo amado, en quien me he compla-
18 “ cido.”t t I oímos venir esta voz del cielo nosotros,
estando con él en el monte santo.
19 Tenemos también mas confirmada la palabra pro-
fética, á la cual hacéis bien en estar atentos, como á
una lámpara que resplandece en un lugar oscuro,
hasta que amanezca el dia, i nazca la Estrella de
20 la Mañana. Reconociendo esto primeramente en
vuestros corazones : que ninguna profecía de la Es-
21 critura se origina en explicación propia : pues la
profecía no vino jamas por la voluntad del hombre,
sino}]: santos hombres de Dios hablaron conducidos
por el Espíritu Santo.
11. 1. I hubo falsos profetas también en el pueblo [de
Israel], así como habrá falsos maestros entre vosotros,
quienes introducirán secretamente [divisiones] sec-
tarias de perdición. I [hubo algunos que] negaron § §
al Soberano Señor que los redimió, || || é hicieron
* No me descuidaré de. Algunos MSS. tieneu me dispondré d.
t Que [nos] ha venido, ó presmte.
í Habitación, & saber, su cuerpo. § Véase 2 Cor. v. 1-4.
I Véase Juan xxi. 18, 19. H Salida, & saber, muerte.
* * * * § Venida ; véase iii. 4, 12 ; Hat. xxiv. 3, 27 ; 1 Cor. xv. 23.
t t Mat. xvii. 5. 1 1 Algunos MSS. añaden los.
§ § I [hubo algunos que] negaron, 6, i negaran ¡ mas véase Heb. ix
12, eterna redención.
1 U Véase Ex. xv. 13 : Júdas 5. U U Hicieron, 6, haran
CARTA II. DE PEDRO, CAP. II. 485
2 caer sobre ellos mismos pronta perdición ; i [los] se-
guirán en sus deshonestidades 0 muchos, por causa
de los cuales el camino de la verdad será infamado ;
3 i con palabras fingidas liaran tráfico de vosotros por
codicia ; el juicio de los cuales, de tiempo antiguo
no ha tardado, i su perdición no se ha adormecido.
4 Pues ya que Dios no perdonó á los mensageros [ce.
lestiales] que pecaron, sino que [los] arrojó al infier-
no,} i [los] entregó á cadenas de oscuridad, reservados
6 para condenarse ; i, [ya que] no perdonó al antiguo
mundo, sino que preservó á Noé, proclamador de la
justicia, con siete [personas mas], é hizo caer el dilu-
6 vio sobre el mundo de los impíos ; i [ya que] redujo
á cenizas las ciudades de Sodoma i de Gomorra, i
[las] condenó derribando[las, i] poniéndolas como]
escarmiento para los que después viviesen impia-
7 mente, i [sin embargo] libertó al justo Lot, oprimido
8 por la conducta deshonesta de los inicuos ; (pues,
por [lo que] veia i oia, aquel [hombre] justo, moran-
do entre ellos, hacia padecer [su] alma jnsta, de un
9 dia á otro, por las obras inicuas [de ellos]) : — sabe
el Señor libertar á los piadosos de las aflicciones que
[los] ponen á prueba, i reservar á los injustos hasta
10 el dia del juicio para ser castigados ; i especialmente
á los que siguen la carne en [sus] deseos contamina-
dos, i desprecian á los que tienen dominio ; atrevi-
dos, pagados de sí mismos, que no tiemblan cuando
1 1 infaman á los [que están revestidos] de gloria ; mien-
tras que los mensageros [celestiales, aunque] son
mayores en fuerza i poder, no alegan contra ellos,
12 delante del Señor, juicio} infamatorio. Mas estos,
como [si fuesen] animales irracionales, [teniendo solo
el instinto]§ de la naturaleza, nacidos para presa i
destrucción, [los] infaman en [cuanto á] las cosas
que ignoran, i serán destruidos en su propia cor-
13 rupcion, habiendo de recibir la paga de [su] ini-
quidad. [Son hombres] que tienen por placer delicias
que [disfrutan] de dia ; [son] manchas i máculas ;
viven en delicias por sus engaños, [por] || celebrar
14 convites juntamente con vosotros ; tienen los ojos
* Deshonestidades. Algunos MSS. tienen destrucciones.
f Infierno, en griego, tártaro. i Juicio, ó, tal vez, cargo.
§ [ Teniendo solo el instinto'], véase Judas 10.
U Por, ó, mientras.
2 E
486 CARTA II. DE PEDRO, CAP. III.
llenos de adulterio, 0 i que no pueden refrenarse de
pecar ; halagan á las almas instables ; tienen un
corazón ejercitado en [prácticas] avarientas ; f [son]
16 hijos de maldición ; han dejado el camino recto,]: i
se han extraviado ; han seguido el camino de Balaam,
[hijo] de Bosor,§ quien quiso la paga de iniquidad,
16 mas recibió reprensión por su transgresión : un asno
mudo habló con la voz de hombre, é impidió la de-
mencia del profeta.
17 Estos son fuentes sin agua; nieblas |[ empujadaspor
una tempestad ; para los cuales la oscuridad de las
18 tinieblas está reservada para siempre. Porque, ha-
blando [palabras] hinchadas de vanidad, halagan, con
los [malos] deseos de la carne, [i] con deshonestidades,
á los que, hasta cierto punto, 1] habian huido de entre
19 los que viven extraviados. A ellos les prometen
libertad ; ellos mismos son siervos de la corrupción ;
pues por aquello por lo cual ha sido vencido uno, por
aquello ha quedado hecho siervo también.
20 Porque si, no obstante haber huido de las conta-
minaciones del mundo en [virtud d]el conocimiento
del Señor i Salvador Jesús Cristo, han sido vencidos
por ser envueltos de nuevo en ellas, su postrera [con-
21 dicion] ha venido á ser peor que [su] primera. Por-
que mejor habría sido para ellos no haber conocido el
camino de la justicia, que, habiendo[lo] conocido,
volverse [atras, desviándose] del santo mandato que
22 les fué preceptuado. Pero les ha sucedido lo [que
dice] el proverbio verdadero :
“ El perro se ha vuelto á lo que habia vomi-
“ tado ° °
i : “La marrana, [después de] bañada, á revolcarse
“ en el cieno de [su] estiércol.”
III. 1 Esta carta, amados [mios, es] ya la segunda que
os he escrito ; [ij en ambas he excitado vuestro ánimo
2 sencillo, recordándoos] las predicciones de los san-
tos profetas, i el mandato de nosotros, los enviados de
* Adulterio, ó, la adúltera.
t f Prácticas] avarientas, ó, lujurias insaciables : véase 1 Cor. v. 10,
11 ; Ef. iv. 19; v. 3; Col. iü. 5. J Recto, 6, derecho.
§ Rosor, en Números xxii. 5, Bcor .
n Nieblas, véase Judas 12. Algunos MSS. tienen nubes.
H Ilasta cierto punto, 6, poco. Algunos MSS. tienen realmente.
* * * * § Prov. xvvi. 11,
CARTA II. DE PEDRO, CAP. III. 487
[nuestro] Señor i Salvador, 0 para que os acordéis
3 de [ellas] ; reconociendo esto primeramente, que en
[estos] f últimos dias, vendrán burladores, que se
burlaran de [ellas],] siguiendo sus proprios [malos]
4 deseos, i diciendo : “ ¿ Dónde está su prometida ve-
“ nida ?§ porque desde que [nuestros primeros] padres
“ se durmieron, || todas las cosas han permanecido
6 “ como [estaban] al principio de la creación.” Por-
que esto se les encubre á ellos, de [su propia] volun-
tad : que existieron cielos de tiempo antiguo, i
subsistió tierra, [saliente] de en medio del agua, i
[nutrida] por medio del agua, “ por la palabra de
6 “Dios;” 00 mediante cuyos [cielos, i] cuya [tier-
ra],] f el mundo de entonces pereció por el agua de
7 un diluvio ; pero [que] los cielos i la tierra de ahora,
por la palabra de [Dios] ] ] se han preservado para
[perecer por] el fuego, [i] se reservan para el dia del
juicio, i de la perdición de los hombres impíos.
8 Pero no se os encubra á vosotros, amados [mios],
esto : que un [solo] dia, para el Señor, [es] como mil
9 años ; i mil años [son] como un [solo] dia. Ho
tarda el Señor [en el cumplimiento] de [su] promesa,
según la idea que tienen algunos de [su] tardanza ;
pero tiene longanimidad para con nosotros, no de-
seando que ninguno [de nosotros] perezca, sino que
1 0 todos vengamos al arrepentimiento. Pero vendrá el
dia del Señor como un ladrón, § § en cuyo [dia] los
cielos pasaran con estruendo ; i los elementos arderán
i se disolverán ; i se quemaran la tierra i las obras
que [haya] en ella.
11 Habiendo pues de ser disueltas todas estas cosas,
¡ qué debeis ser vosotros en conducta santa, i en pie-
12 dad, esperando i apresurando la venida del dia de
Dios ; con ocasión de la cual, aunque los cielos, abra-
sados, se disolverán, i los elementos han de arder i
13 derretirse, [nosotros] esperamos, según lo que ha
* O, del Señor i Salvador, [que recibisteis] de nosotros, [ímj] envia-
dos : mas véase Júdas 17.
t [Estos] ; véase 1 Ped. i. 20 ; 1 Juan ii. 18; Júdas 18.
t Algunos MSS. no tienen que se burlaran de [rilas].
§ O [el cumplimiento de] la promesa de su vertida ?
11 Se durmiei’on, á saber, murieron.
*[ Véase Gén. i. 9; ii. 6. ** Salm. xxxiii. 6 ; Ileb. xi. 3.
t 1 Mediante . . . [tierra], 6, después de lo cual.
II De Dios : en griego, su. § § Algunos MSS. tienen de noche.
488 CAETA II. DE PEDKO, CAP. III.
prometido, nuevos cielos i nueva tierra, en los cuales
habitará la justicia ?
14 Por lo cual, amados [mios], esperando estas cosas,
empeñaos en que os halle en paz, sin mancha i sin
mácula.
15 I reconoced que la longanimidad de nuestro Señor
[es para] salvación ; así como nuestro amado her-
mano Pablo también os ha escrito, conforme á la
16 sabiduría que se le ha dado ; i esto lo [ha hecho]
en todas [sus] cartas, hablando en ellas de estas
cosas ; entre las cuales [hai] algunas difíciles de
comprender, que los que no han aprendido [la ver-
dad], 0 i los instables, tuercen, como [lo hacen] tam-
bién [con] las demas Escrituras, para su propia perdi-
ción.
17 Vosotros, pues, amados [mios], sabiendo [esto] de
antemano, guardaos, para que no caigáis de vuestra
estabilidad, [por] haber sido extraviados juntamente
18 con los inicuos. Pero creced en la gracia, i en el cono-
cimiento de nuestro Señor i Salvador Jesús Cristo.
A él [sea tributada] f la gloria tanto ahora como
por el dia sempiterno. Así sea.J
• No han aprendido lia verdad ], Et ir. 20 ; 2 Tim. iii. 7, 14; ó, no
[ionl discípulos [ verdaderos ]. JOdas 4.
f A él isea tributada'], 6, cuya [es] ; Téase 1 red. lv. 11 : v. 11.
J Asi sea, 6, As es.
CARTA PRIMERA DEL ENVIADO JUAN.
L 1 Lo qtie era desde el principio, lo que hemos oido,
lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado, i han palpado nuestras manos, tocante
2 á la Palabra de la Vida ; (pues la Vida se ha mani-
festado, i [la] hemos visto, i [de ella] damos testimo-
nio, i os anunciamos la Vida Eterna que estaba con
3 el Padre, i se nos ha manifestado :) lo que hemos
visto, i hemos oido, os anunciamos, para que vosotros
también, tengáis participación con nosotros ; i nues-
tra participación también, [es] con el Padre, i con su
Hijo Jesús Cristo.
4 I estas cosas os escribimos para que vuestro gozo
sea cumplido.
6 Pues este es el mensage® que hemos oido de su
[boca], i [que] os anunciamos : que Dios es luz, i
6 que en él no hai tiniebla alguna. Si dij eremos que
tenemos participación con él, i procediéremos en las
tinieblas, mentimos, i no obramos [según] la verdad.
7 Pero si procediéremos en la luz, como él está- en la luz,
tenemos participación mutua [Dios i nosotros], i
la sangre de Jesús Cristo, su Hijo, nos purga de todo
pecado.
8 Si dijéremos que no tenemos pecado, nos extravia-
9 mos, i la verdad no está en nosotros. Si confesare-
mos nuestros pecados, fiel i justo.es [él] para perdo-
nárnoslos, i purgarnos de toda iniquidad.
10 Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él
mentiroso, i su palabra no está en nosotros.
II. 1 Hijitos mios, estas cosas os escribo, para que no
pequéis: mas si alguno pecare, tenemos [por] Abo-
2 gadof para con el Padre, á Jesús Cristo, el justo. I
él es la [víctima] propiciatoria por nuestros pecados ;
* El mensage , 6, la nueva. Algunos manuscritos tienen la promesa.
t Véase vers. 3, 6.
♦ Abogado ; en griego, la misma palabra que está traducida Consola-
dor, Juan xiv. 16, 26 ; xv. 26 ; xvi. 7.
2 e2
400 CARTA I. DE JUAN, CAP. II.
i no solo por los nuestros, sino también por [los de]
todo el mundo.
3 I de este [modo podemos] saber que lo conocemos :
4 [esto es] si guardáremos sus mandatos. El que dice :
“ Lo conozco,” mas no guarda sus mandatos, es un
6 mentiroso, i la verdad no está en él. Pero si alguno
guardare la palabra de él, en ese verdaderamente el
amor de Dios ha [llegado á] ser completo.
De este [modo podemos] saber que estamos en él :
6 quien dice que permanece en él, debe proceder como
aquel procedió.
7 Amados 0 [mios, lo que] os escribo no es un man-
dato nuevo, sino un mandato antiguo, el cual teníais
desde el principio. El mandato antiguo es la pala-
bra que habéis oido desde el principio.
8 Otra vez, [lo que] os escribo [es] “un mandato
“ nuevo ;”f lo cual es verdadero en [cuanto á] él, i
en [cuanto á] vosotros ; porque las tinieblas están
9 pasando, i la Luz Verdadera ya resplandece. El que
dice que está en la Luz, mas aborrece á su hermano,
10 está en las tinieblas hasta ahora. El que ama á su
hermano, permanece en la Luz, i no hai en él ocasión
11 de tropiezo. Pero el que aborrece á su hermano, está
en las tinieblas, i procede en ellas, i no sabe adonde
va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
12 Os escribo á vosotros, hijitos, porque [vuestros]
pecados se os han perdonado en virtud de su nombre.
13 Os escribo á vosotros, padres, porque conocéis 'al
que [es] desde el principio. Os escribo á vosotros,
mancebos, porque habéis vencido al malo.§ Os es-
cribo á vosotros, niños, porque conocéis al Padre.
14 Os he escrito á vosotros, padres, porque conocéis al
que [es] desde el principio.
Os he escrito á vosotros, mancebos, porque sois
fuertes, i la palabra de Dios permanece en vosotros, i
15 habéis vencido al malo.]: No améis al mundo, ni
las cosas del mundo. Si alguno amare al mundo, el
16 amor del Padre no está en él ; porque todo lo [que
es] del mundo : los [malos] deseos de la carne, i los
* Amados. Alguno? manuscritos tienen hermanos.
t Véase Juan xiii. 34, 35. í AL malo, o to es, el diablo.
CARTA L DE JUAN, CAP. II. 491
[malos] deseos de los ojos, i la jactancia [de los
bienes] ° de la vida, no vienen del Padre, sino
17 vienen del mundo. I el mundo ha de pasar, f i sus
[malos] deseos ; pero el que hace la voluntad de Dios,
ha de permanecer para siempre.
18 Niños, [esta] es la última hora ; i, según lo que
habéis oido, que ha de venir el adversario del Ungido,]
aun ahora han venido muchos adversarios del Ungi-
do ; { por lo cual sabemos que [esta] es la .última
19 hora. De entre nosotros salieron, pero no eran de los
nuestros, porque si hubieran sido de los nuestros, ha-
brían permanecido con nosotros ; pero [salieron], para
que se manifestase que ninguno de ellos es de los
20 maestros. Mas vosotros habéis recibido uncion§ del
Santo, i sabéis todo.
21 Os he escrito no porque no sabéis la verdad, sino
porque la sabéis ; i que ninguna mentira es [parte]
22 de ella. ¿ Quién es el mentiroso, || sino el que niega
que Jesús es el Ungido 1 Este es el adversario del
23 Ungido : el que niega al Padre i al Hijo. Ninguno
que niega al Hijo, se adhiere tampoco al Padre.
El que confiesa al Hijo, se adhiere también al
Padre.^]
24 [En cuanto á] vosotros, pues, lo que habéis oido
desde el principio, permanezca [esto] en vosotros. Si
permaneciere en vosotros lo que habéis oido desde el
principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo
25 i en el Padre. I la promesa que él nos ha hecho, es
esta : la vida eterna.
26 Os he escrito estas cosas tocante á los que [quieren]
27 extraviaros. Mas [en cuanto á] vosotros, la unción
que habéis recibido de él,° ° permanece en vosotros ;
i no necesitáis que nadie os enseñe ; pero ya que la
misma unción os enseña tocante á todas las cosas,
i es verdadera, i no es mentirosa, i según lo que os ha
enseñado, permaneceréis en él.° °
* Vónse bienes, iii. 17. t Ha de pasar, 6, está ¡mando.
t Adversario del Ungido, ó, de Cristo ; en griego, Anticristo : véase
iv. 1 ; Mat. xxiv. 5, 11, 24.
§ Véa?e vers. 27 ; iv. 2-4 ; LA iv. 18 ; Hecb. x. 38 ; 2 Cor i. 21.
II Véa?e vers. 18, i la nota.
TÍ Algunos manuscritos no tienen la? palabras : *■ El que confiesa ai
Hijo, se adhiere también al Padre.”
* * El, véase vers 28, i iii 1, nota
492 CARTA I. DE JIJAN, CAP. III.
28 Ahora pues, hijitos, permaneced en él ; para que
cuando se manifieste, tengamos confianza, i no haya-
mos de [apartarnos] ° de él avergonzados, á su ve-
nida.
29 Ya que sabéis que [él] es Justo, sabéis que todo
el que practica la justicia, ha sido engendrado
por él.
III. 1 Ved qué [muestra de] amor nos ha dado el Padre,
en que somos llamados hijos de Dios.
Por esto, no nos reconoce á nosotros el mundo : por-
que no lo reconoció á él.f
2 Amados [mios], ahora somos hijos de Dios ; i aun-
que no se ha manifestado todavía lo que seremos,
sabemos que cuando se manifieste [Cristo], seremos
3 semejantes á él, porque lo veremos como es. I todo
el que tiene esta esperanza en él,f se purifica á sí
4 mismo, como élf es puro. Todo el que comete el pe-
cado, comete la iniquidad también ; pues la iniquidad
5 es el pecado.] Sabéis también que élf se manifesté
para quitar nuestros pecados ; i en él no hai pecado.
6 Todo el que permanece en él, no peca ; ninguno que
peca lo ha visto, ni lo conoce.
7 Hijitos, nadie os extravie ; el que practica la justi-
8 cia, es justo como élf es justo. El que comete pecado,
es [hijo] del calumniador ; porque el calumniador ha
pecado desde el principio. Para este fin se manifestó
el Hijo de Dios, para deshacer las obras del calum-
niador.
9 Ninguno que ha sido engendrado por Dios, comete
pecado, porque su simiente permanece en él, i no
puede pecar, porque ha sido engendrado por Dios.
10 De este [modo] quedan manifiestos los hijos de
Dios, i los hijos del calumniador : ninguno que no
practica la justicia, es [hijo] de Dios, ni el que no
11 ama á su hermano. Porque este es el mensage§ que
habéis oido desde el principio : que nos amemos unos
12 & otros. No [son los hijos de Dios] semejantes á
Cain ; era [hijo] del malo, i mató á su hermano. I
* Véase Mat xxv. 41.
t El se usa muchas veces en esta carta por Cristo, 6, Dios: véase 2,
3, 5, 6, 24.
t O. el pecado es la iniquidad .- véaso v. 17. Iniquidad . ó, violación
de la id.
§ El mensage, 6, la nueva.
CARTA L DE JUAN, CAP. IV. 493
¿ por qué motivo lo mató ? Porque sus obras eran
malas, i las de su hermano, justas.
13 No os maravilléis, hermanos mios, de que® os abor-
14 rece el mundo. Nosotros sabemos que hemos pasado
de la muerte & la vida, porque amamos á [nuestros] f
hermanos El que no ama á [su] hermano, permanece
en la muerte.
15 Todo el que aborrece á su hermano, es homicida ;
i sabéis que en ningún homicida permanece la vida
eterna.
16 De este [modo] conocemos el amor [de Cristo] :
que dio él su vida por nosotros ; i nosotros debemos
17 dar [nuestras] vidas por [nuestros] hermanos. Pero
si alguno tuviere bienes de [este] mundo, i viere 5. su
hermano en la necesidad, i le cerrare sus entrañas,
¿ cómo [es posible que] el amor de Dios permanezca
18 en él ? Hijitos mios, no amemos con palabra, ni con
la lengua [solamente], sino con obra [también], i en
verdad.
19 I de este [modo podemos] saber que somos [hijos]
de la verdad : si,J en presencia de él,§ pudiéremos
20 persuadir [de ello] nuestros corazones : porque si
nos reprendiere [nuestro] corazón, [sabemos] que
Dios es mayor que nuestro corazón, i todo lo sabe.
21 Amados [mios] si nuestro corazón no nos repren-
22 diere, tenemos confianza en Dios, i recibimos de él
todo lo que pidamos, porque guardamos sus manda-
23 tos, i hacemos lo [que] le [es] agradable. I este es
su mandato, que tengamos íe en el nombre de su
Hijo, Jesús Cristo, i nos amemos unos & otros, como
24 nos [lo] mandó. I el que guarda sus mandatos, per-
manece en [Dios], || i [Dios] || en él.
I de este [modo podemos] saber que [él] permanece
en nosotros : por el Espíritu Santo que nos ha dado.
IV. 1 Amados [mios], no tengáis fé en todo el que [pro-
fesa tener don] espiritual, sino ponedlos á prueba,
[para saber] si son [hijos] de Dios. Porque muchos
falsos profetas han salido al mundo.
* Que, 6, ti ,- véase Ilech. xxvi. 23 ; 1 Tim. t. 10.
f [Nuestros], 6, los.
* Si, 6, i ; mas véase Heb. vi. 7 ; si cria.
§ El. 6, [Dios] ; Yéase vers. 3, nota. II Dios, en griego, el
% Véase 1 Tim. iv. 1 : 1 Cor. xii. 10: xiv. 2.
494 CARTA I. DE JUAN, CAP. IV.
2 De este [modo podéis] conocer [al que tiene] el
Espíritu de Dios. Todo el que, [profesando tener
algún don del] Espíritu, confiesa que Jesús [es] el
3 Ungido, venido en carne, es [hijo] de Dios : i todo
el que, [profesando tener algún don del] Espíritu, no
confiesa á Jesús, 0 no es [hijo] de Dios. I estos son
los [fingidos dones espirituales] del adversario del
Ungido, f de los cuales habéis oido que liahian de
venir ; i ya ahora están en el mundo.
4 Vosotros sois [hijos] de Dios, hijitos, i los habéis
vencido ; porque mayor es el que [está] en vosotros,
5 que el que [está] en [los d]el mundo. Ellos son [hi-
jos] del mundo ; por esto anuncian [lo que es] del
6 mundo, i el mundo los escucha. Nosotros somos
[hijos] de Dios; el que conoce á Dios, nos escucha á
nosotros : quien no es [hijo] de Dios, no nos escucha.
Por este medio [podemos] conocer al [que, profe-
sando tener algún don del] Espíritu, [es] verdadero ;
i al [que, profesándolo, [es] impostor.
7 Amados [míos], amemosnos unos á otros, porque el
amor viene de Dios ; i todo el que ama, ha sido engen-
8 drado por Dios, i conoce á Dios ; el que no ama, no
9 ha conocido á Dios : porque Dios es amor. De este
[modo] se ha manifestado el amor de Diosá nosotros :
que Dios ha enviado su Hijo unigénito al mundo, para
10 que vivamos por él. En esto consiste [su] amor : no
en que nosotros habíamos J amado á Dios, sino en que
él nos amó, i envió á su Hijo [para ser víctima] pro-
11 piciatoria por nuestros pecados. Amados [mios], si
Dios nos amó de este modo, nosotros también debe-
12 mos amarnos unos á otros. Nadie ha rusto jamas á
Dios : si nos amaremos unos á otros, Dios permanece
en nosotros, i su amor ha llegado á ser completo en
nosotros.
13 De este [modo podemos] saber que permanecemos
en él, i que él [permanece] en nosotros: porque nos
ha [hecho participar] del don de su Espíritu.
14 I nosotros hemos visto, i damos testimonio de que
el Padre ha enviado á [su] Hijo [para ser] Salvador
* A Jesus, algunos manuscritos tienen que Jesús [es] el Ungido, venido
encarne. Véase Juan ix. 22.
t Véase ii. 18; 2 Tes. ii. 9. Adversario del Ungido, ó, de Cristo ; en
griego, Anticristo. J Véase vers. 19.
CARTA I. DE JUAN, CAP. V. 495
15 del mundo. Cualquiera que confesare que Jesus es
el Hijo de Dios, Dios permanece en él, i él en Dios.
16 1 nosotros conocemos, i creemos el amor que Dios nos
tiene. Dios es amor, i el que permanece en amor,
permanece en Dios, i Dios en él.
17 En esto se ha completado el amor [que está] en
nosotros : en que ° tenemos confianza en [cuanto a]l
dia del juicio ; porque cual es él, [tales] somos nosotros
18 también, en este mundo. No hai temor en el amor ;
mas el amor completo echa fuera al temor ; porque
el temor tiene [á la vista] castigo : f aquel, pues, que
tiene temor, no ha llegado á ser completo en el
amor.
19 Nosotros lo amamos á él, porque él nos amó pri-
mero.
20 Si dijere alguno : “ Amo á Dios,” i [sin embargo]
aborreciere á su hermano, miente ; porque quien
no ama á su hermano, á quien ha visto, ¿ cómo puede
21 amar á Dios, á quien no ha visto ? I este mandato
hemos recibido de él : que el que ama á Dios, ame
á su hermano también.
V. 1 Todo el que cree que Jesus es el Ungido, ha sido
engendrado por Dios ; i todo el que ama al que ha
engendrado, ama también al que ha sido engendrado
por él.
2 De este [modo podemos] saber que amamos á los
hijos de Dios : cuando amamos á Dios, i guardamos
3 sus mandatos. Porque esta es [la manifestación] del
amor á Dios : que guardamos sus mandatos ; i sus
4 mandatos no son pesados. Porque todo el que ha
sido engendrado por Dios, vence al mundo ; i la vic-
toria que ha vencido al mundo es esta : [la de] nues-
6 tra té. ¿ Quién es el que vence al mundo, sino el que
cree que Jesus es el Hijo de Dios ?
6 Este es el que ha venido, [atestiguado] por medio
del agua, i por medio de la sangre : Jesus J el Ungido ;
no en [virtud d]el agua solamente, sino en [virtud
d]el agua, i [de la] sangre.
I el Espíritu es el que da testimonio [de él] ; por-
que el Espíritu es la verdad.§
* En que, 6, i fin de ¡ véase que, cap. v. 3.
t Véase Mat. xxv. 46 : Heb. x. 27-
í Jesus, á saber, Salvador : Téase Mat. i. 21.
§ Véase Juan xiv. 17: xv. 26 ; xvi. 13.
496 CAETA I. DE JUAN, CAP. V.
7, 8 Porque tres son los que dan testimonio ; ° el
Espíritu, f i el agua,] i la sangre : § i [el testimo-
9 nio de] los tres es uno. Si recibimos el testimonio
de los hombres,! el testimonio de Dios es mayor.
Porque este es el testimonio que Dios ha dado con res-
10 pecto á su Hijo : (el que tiene fe en el Hijo de Dios,
tiene el testimonio [de Dios] en sí mismo ; el que no
tiene fé en Dios, lo ha tratado de mentiroso, porque
no ha tenido fé en el testimonio que Dios ha dado con
11 respecto á su Hijo :) i este es el testimonio : que Dios
nos ha dado la vida eterna, i [que] esta vida es en
12 su Hijo. El que ha recibido á [su] Hijo, ha recibido
la vida ; el que no ha recibido al Hijo de Dios, no ha
recibido la vida.
13 Estas cosas os he escrito, ^[ para que sepáis que ha-
béis recibido la vida eterna, vosotros que teneis fé°°
en el nombre del Hijo de Dios.
14 I esta es la confianza que tenemos en él : que si le
15 pidiéremos algo según su voluntad, nos oye. I ya
que sabemos que nos oye [en] todo lo que le pidiére-
mos, sabemos que hemos de recibir lo que le hemos
pedido.
16 Si alguno viere á su hermano cometer pecado
que no pleva] á la muerte, pida, i [Dios] le dará la
vida : [á saber] á aquellos que cometen pecado [que]
no pleva] á la muerte. Hai pecado [que lleva] á
la muerte : no digo que en favor de él pida [alguno],
17 Toda iniquidad es pecado, mas hai pecado que no
[lleva] á la muerte.
18 Sabemos que ninguno que ha sido engendrado por
Dios, peca ; pero el que ha sido engendrado por Dios,
se preserva á sí mismo, i el malo f f no lo toca.
* Algunas pocas autoridades añaden las palabras: en el cielo: el
Padre, la Palabra, i el Espíritu Santo; i estos tres son uno. (8.) I
tres son los que dan testimonio en la tierra.
t Hechos ii. 33. 36 : v. 32 ; Heb. ii. 4 } Mat lli. 17.
fi Mat. xxv:, 28 ; Lúe. xxiv. 26, 27 ; Rom i 4.
B Deut. xlx. 15 ; Juan viii. 17, 18.
T Algunos manuscritos añaden, d vosotros que teneis Jé en el nombre
del Hijo de Dios.
* * Vosotros que teneis fé. Algunos manuscritos tienen, i para que
tengáis fé.
1 1 El malo, í saber, el diablo.
CAETA I. DE JUAN, CAP. V. 497
19 Sabemos que somos [hijos] de Dios, i, aunque el
20 mundo entero yace en el [poder del] malo, 0 sabe-
mos que el Hijo de Dios ha venido, i nos ha dado
inteligencia para conocer al [Dios] verdadero ; i
[que] estamos en el [Dios] Verdadero, en [virtud de] f
su Hijo Jesús Cristo. Este es el Verdadero Dios, i
la Vida Eterna.
21 Hijitos, guardaos de los ídolos.]
* El malo, á saber, el diablo.
f En [virtud de], ó. [i] en; véase Ters. 31.
j Algunos manuscritos tienen Amen , á sabet. Asi sea
CARTA SEGUNDA DEL ENVIADO JUAN.
1 El Anciano, a la señora, escojida [por Dios], i a sus
hijos : á quienes yo amo en verdad ; 0 i no solamente
yo, sino también todos los que conocen la verdad,
2 por causa de la verdad que permanece en nosotros i
estará con nosotros para siempre.
3 Serán con nosotros la gracia, la misericordia, [i] la
paz [que vienen] de Dios el Padre, i del Señor Jesús
Cristo, el Hijo del Padre ; con la verdad, i el amor.
4 Me he gozado mucho, en haber encontrado [algu-
nos] de tus hijos procediendo en la verdad, según el
mandato que hemos recibido del Padre.
6 I ahora te ruego, señora, (no como escribiéndote
un nuevo mandato, sino [uno] que temarnos desde
6 el principio) : que nos amemos unos á otros. I esta
es [la manifestación de nuestro] amor : que proceda-
mos según sus mandatos. Este es [su] mandato, según
lo que habéis oido desde el principio : que procedáis
en el [amor.]f
7 Porque han entrado en el mundo muchos imposto-
res que no confiesan que Jesús [es] el UngidoJ que
habia de venir en carne. Este es el impostor i el ad-
versario del Ungido.§
8 Cuidad [en cuanto á] vosotros mismos, para que no
perdamos el trabajo en que nos hemos ocupado ; sino
9 que recibamos cumplida recompensa. Ninguno que
prevarica, i no permanece en [nuestra] enseñanza
con respecto al Ungido, tiene á Dios ; el que perma-
nece en [nuestra] enseñanza con respecto al Ungido,
este tiene tanto al Padre como al Hijo.
10 Si alguno viene á vosotros, i no trae esta enseñanza,
* En verdad, 6, por causa de la verdad.
t El [amor], en griego, él. } Juan ix. 22 ; 1 Juan iv. 2.
§ El adversario del Ungido, en griego, el Anlicrislo. 1 Juan i¡ 22 •
ÍT. 3. ’
CARTA II. DE JUAN. 499
11 no lo recibáis en casa, ni le digáis: “Salud.” Por-
que el que le dice : “ Salud,” participa de sus malas
obras.
12 [Aunque] tengo muchas cosas que escribiros, he
resuelto no [decirlas] por medio de papel i tinta;
pero espero ir á vosotros, i hablar[os] boca á boca,
para que nuestro gozo sea cumplido.
13 Te saludan los hijos de tu hermana escojida. 0
* Algunos manuscritos tienen Amen, i saber, Asi sea.
CAETA TEECERA DEL ENVIADO JUAN.
1 El Anciano, ai Amado Gato, 0 á quien yo amo
en verdad.
2 Amado, deseo mucho que en todo prosperes i goces
salud, como prospera tu alma.
3 Porque me gocé mucho, cuando vinieron hermanos
i dieron testimonio de tu [fidelidad á la] verdad, [i]
4 de cómo procedes tú en ella. Mayor gozo no tengo
que en [esto] : en oir que mis hijos proceden en la
verdad.
5 Amado, haces dignamente de [tu] fé, todo trabajo
en que te ocupares para los hermanos, i para los extra-
6 ños, los cuales han dado testimonio de tu amor, en
presencia de la asamblea ; á quienes haras bien en
7 asistir en su viage de un modo digno de Dios. Por-
que han emprendido su viage por [ su] nombre, sin
8 recibir nada de los Gentiles. Nosotros pues debe-
mos acojer á los tales, para ser cooperadores en la
verdad.
9 Yo habría f escrito á la asamblea, pero Diótrefes, que
quiere ser el primero entre ellos, no nos recibe [bien].
10 Por esto, si llegare, le recordaré las obras que hace,
charlando contra nosotros con malas palabras ; i, no
contentándose con esto, no recibe á los hermanos, i
á los que quieren [hacerlo], los impide, i [los] echa
fuera de la asamblea.
i 11 Amado, no imites lo malo, 6Íno lo bueno. El que
hace el bien, es [hijo] de Dios el que hace el mal,
no ha visto á Dios.
12 En favor de Demetrio han dado testimonio todos,
i la verdad misma ; i nosotros también lo damos, i
sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
13 Muchas cosas tenia que escribirle], pero no
* Oayo, 6, Cayo. t Habría, ó, he.
J Algunos manuscritos añaden mas.
CARTA III. DE JUAN. 501
quiero [hacer uso] de tinta i cálamo, [i] escribir-
14 te[las] ; mas espero verte luego, i hablaremos boca
á boca.
15 La paz [sea] contigo.
Los amigos te saludan.
Saluda á los amigos, á cada [uno por su] nombre.
CARTA DE JUDAS.
1 Judas, siervo de Jesús Cristo, i hermano df. Ja.
cobo :
A IOS LLAMADOS, [QUE] IIAN SIDO SANTIFICADOS 0
tor Dios el Padre, i preservados tor Jesús Cristo.
2 La misericordia, i la paz, i el amor os sean aumen-
tados.
3 Amados [mios, mientras] me empleaba con todo
empeño para escribiros tocante á [nuestra] común sal-
vación, tuve por necesario escribiros exhortándoos]
á que luchéis por la fé que fué encomendada f una
4 vezf á los santos. Porque han entrado furtivamente
algunos hombres, que la Escritura antiguamente se-
ñaló para esta condenación ; impíos, que cambian la
gracia de nuestro Dios en deshonestidad, i niegan
[que] nuestro único Soberano § i Señor, Jesús, [es
el] Ungido.
5 I quiero recordaros, [aunque] vosotros supisteis esto
una vez, que el Señor, después de [sacar] á salvo á
[su] pueblo de la tierra de Egipto, en segundo [lu-
6 gar] destruyó á los que no tuvieron fé; i [que] ha
reservado á los mensageros [celestiales], que no con-
servaron su principado, || sino que dejaron su propia
habitación, en cadenas eternas [i] en oscuridad, para
7 el juicio del gran dia ; así como [los de] Sodoma, i
[de] Gomorra, i [de] las ciudades al rededor de ellas,
los cuales se dieron á fornicación del mismo modo
que estos [hombres], i se fueron en pos de carne ex-
traña, se nos ponen delante [como] escarmiento,
habiendo de sufrir la justa pena del fuego eterno.
8 Del mismo modo, no obstante [tales escarmientos],
estos soñadores, por un lado, contaminan la carne, i
por otro lado desechan á los que tienen dominio, é
* Santificados. Algunos buenos MSS. tienen amados.
■f Encomendada, ó, preceptuada.
t Una vez, 6, una vez [por todas].
§ Algunos MSS. añaden Dios.
¡I Principado, 6, primer [estado].
CARTA DE JUDAS. 503
infaman á los [que están revestidos de] gloria. 0
9 Aunque Miguel, el príncipe de los mensageros [celes-
tiales], cuando, disputando con el calumniador, dis-
curría tocante al cuerpo de Moisés, no se atrevió á
proferir juicio j- infamatorio; sino que dijo; “El
10 “ Señor te reprenda.” { Mas estos [hombres], por un
lado infaman todo lo que no conocen, i por otro lado,
en todo lo que, como animales irracionales, conocen
naturalmente, se corrompen.
11 ¡Ai de ellos! porque han seguido el camino de
Cain ; i se han dedicado con ansia á los extravíos por
paga, como Balaam ; i han perecido por oponerse con
contradicciones, como Coré.
12 Estos [hombres] son manchas § en vuestros [convi-
tes] de amor, [por] celebrarlos juntamente con [voso-
tros] ; “ [pastores] que se apacientan á sí mismos,” ||
sin temor ; nubes sin agua, arrebatadas por los
vientos : árboles marchitos del otoño ; sin fruto ;
que han muerto dos veces ; que han sido arrancados
13 de raiz : olas bravas del mar, que arrojan las espu-
mas de su propia vergüenza : estrellas errantes : [hom-
bres] para quienes la oscuridad de las tinieblas se ha
reservado para siempre.
14 Ademas Henoc, el séptimo desde Adam, profetizó
acerca de estos también, diciendo ; “ Hé aquí vino el
15 “ Señor 0 ° con decenas de millares de sus santos, á
“ hacer juicio contra todos [los pecadores], i [probar]
“ convictos á todos los impíos de [entre] los [hom-
“ bres] f t con respecto á todas las obras de impiedad
“ que han cometido, i con respecto á todas las cosas
“ duras que impíos pecadores han hablado contra él."
16 Estos [hombres] son murmuradores, que se quejan
de [su] condición ; siguen sus [malos] deseos ; i su
boca habla [palabras] hinchadas. Se muestran ad-
miradores de personas, por motivos de provecho.
17 Pero vosotros, amados [mios], acordaos de las pre-
dicciones de los enviados de nuestro Señor Jesús
18 Cristo ; [i de] que os decían que en [este] ] J último
* 2 Ped. ii. 10. t Juicio, ó, carpo. t Véase Zac. iii. 2.
g Manchas, 6, tal vez. escollos ; mas Téase 2 Ped. ii. 13.
j| Véase Ezequiel xxziv. 2. ,
IT Arrebatadas. Algunos MSS. tienen llevadas donde quiera.
** Vino, 6, ha de venir. Véase 1 Cor. zvi. 22 : “ El Señor viene.
1 1 Los [hombres], 6, ellos.
J l Este, véase han entrado, vera. 4 ; 2 Pet. m- 3.
604 CARTA DE JUDAS.
tiempo habrá burladores, que seguirán sus deseos
19 impíos. Estos son los que causan separaciones ; [son]
animales ; no tienen el Espíritu.
20 Pero vosotros, amados [mi os], edificándoos [unos á
otros] en vuestra santísima fé, [i] orando en [virtud
21 d]el Espíritu Santo, conservaos [unos á otros] en el
amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro
Señor Jesús Cristo, para la vida eterna.
22 I de algunos, por cierto, tened misericordia, [como
23 que] estáis en duda 0 [con respecto á ellos], pero á
otros, salvadlos con* temor, arrebatando [los] del
fuego ; f [i] aborreced aun la túnica que ba recibido
mancha de la carne.
24 I al que puede preservarlos % de caida, i ponerQos]
en presencia de su gloria sin mancha i con alegría :
26 al solo § Dios, nuestro Salvador, [sean tributadas], por
medio de Jesús Cristo nuestro Señor, |j gloria i majes-
tad, poder i autoridad, [como suyas] Entes de todos
los siglos, 1 i ahora, i por todos los siglos. Así sea.
* Estáis en duda, 6, mando de discernimiento. Con. 6, en [virtud dcr¡.
f Be algunos . . . fuego ; ó, según otros manuscritos, á algunos, por
cierto, reprendedlos [ porque ] dudan „• á otros salvadlos arrebatándolos
del fuego ¡ de otros tened misericordia, con temor.
t Los. Algunos MSS. tienen os. § Algunos MSS. añaden sabio.
|| Algunos MSS. no tienen por medio de Jesús Cristo nuestro Señor
íl Algunos manuscritos no tienen Antes de todos los siglos.
REVELACION' DE JESUS CRISTO
A SU SIERVO JUAN.
L 1. Revelación de Jesús Cristo, la cual le dio Dios,
para mostrar á sus siervos cosas que deben suceder
pronto ; i [las cuales], habiendo enviado [su mensa-
2 gero celestial], anunció por él & su siervo Juan ; el
cual ha dado testimonio de lo que habló 0 Dios, i del
testimonio f de Jesús Cristo, [i] de] todo lo que
ha visto.
3 Feliz el que lee, i [felices] los que escuchan las pa-
labras de esta§ profecía, i guardan las cosas escritas
en ella. Porque el tiempo [está] cerca.
4 Juan, a las siete asambleas que [están] en Asia.
La gracia [sea] con vosotros, i la paz, [que vienen]
de Aquel que es, i que era, i que ha de venir ; i de
los siete Espíritus que están delante de su trono ;
6 i de Jesús Cristo, [que es] el Testigo Fiel, el Pei-
MOQENITO DE ENTRE LOS MUERTOS, i EL PRINCIPE DE LOS
REYES DE LA TIERRA.
Al que nos ama,|| i nos ha limpiado de nuestros
6 pecados, bañándonos en su sangre, i nos ha hecho
reyes [i]^[ sacerdotes para su Dios i Padre: á él
[sean] la gloria, i el poder, por los siglos de los siglos.
Así sea.
7 Hé aquí que viene con las nubes, i lo verán todos
los ojos ; aun los que lo “ traspasaron ; ” ° ° i haran
duelo delante de él todas las tribus de la tierra. Sí,
así es.
8 “Yo soi el Alfa i la Omega, ’’ f ] dice el Señor
* Lo que habló, 6, la palabra de.
t El testimonio de, ó, lo que testificó.
j [/] de, ó, [acerca de] i algunas autoridades tienen i.
§ Esta, en griego, la.
H Ama. Algunas autoridades tienen ha amado.
■[f Algunas autoridades tienen i. ** Zac. xii. 10 ; Juan xix. 37.
i 1 Algunas autoridades añaden, el Principio i el Fin.
2 F 2
506 REVELA CION, CAP. I.
Dios ; ° “ EL QDE SOI,t I QUE EEA, I QUE HEf DE VENIR ¡
“ el Todopoderoso.”
9 Yo Juan, que [soi] vuestro hermano, i copartícipe
de la tribulación por [amor de] Jesús Cristo, i de su
reino, i de la paciente perseverancia por [amor de] él,
estaba en la isla llamada Patmos, con ocasión de la
palabra de Dios, i del testimonio de Jesús Cristo.]:
10 Fui [revestido] del§ Espíritu, el dia del Señor ; ||
i oí detras de mí una gran voz, como de trompeta,
11 que decía :
“ Lo que ves, escribe[lo] en un libro, i envia[io] á las
“ siete asambleas : 0 0 á Efeso, i á Esmirna, i á Pérga-
“ mo, i á Tiatira, i á Sárdis, i a Filadelfia, i á Laodicéa.’ ’
12 I me volví para ver [de quién era] la voz que
hablaba conmigo ; i habiéndome vuelto, vi siete
13 candelabros f t de oro ; i en medio de los siete can-
delabros, á [uno] semejante al Hijo del Hombre,
vestido [con ropa que le] llegaba hasta los pies ; i
14 ceñido por el pecho con un cinto de oro ; i su cabeza
i [sus] cabellos [eran] blancos como la lana blanca,
[i] como la nieve ; i sus ojos como llamas de fuego ;
15 i sus pies semejantes á bronce fino, como [si] hubie-
. sen sido refinados en un horno ; i su voz, como la voz
16 de muchas aguas ; i tenia en su mano derecha siete
estrellas ; i de su boca salia una espada afilada de
dos filos ; i su rostro [era] como el sol [cuando] res-
plandece en su fuerza.
17 I cuando lo vi, caí á sus pies como muerto.
I puso sobre mí su [mano] J J derecha, diciendo :
“ No temas. Yo soi el Primero, i el Ultimo ;
18 “ i [soi] El que Vive ; i estuve muerto ; i iie aquí
“ QUE ESTOI VIVO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS ; § § I
“ TENGO LAS LLAVES DE LA MUERTE, I DEL [MUNDO] IN-
“ VISIBLE.”
* Algunas autoridades no tienen Dios. t Soi, ó, es. lie, ó, ha.
1 Véase vers. 2. § [ Revestido ] del, 6, en.
|| Del Señor, 6, domingo, que viene de una voz latina quo significa
del Señor.
Algunas autoridades añaden, Yo soi el Alfa, i la Omega, el Pri-
mero i el Ultimo ; i.
* * Algunas autoridades añaden, que [olían] en Asia.
t f Candelabros, por lámparas.
í 1 Algunas autoridades tienen mano, i me después de diciendo.
§ § Algunas autoridades añaden. Así es.
REVELACION, CAP. H. 507
19 “ Escribe, pues, 0 las cosas que has visto, i lo que
“ son ; f i las que han de suceder después de estas :
20 “ el misterio]: de las siete estrellas que has visto en
“ mi [mano] derecha, i [el de] los siete candelabros
“ de oro. Las siete estrellas sonf los mensageros de
“ las siete asambleas ; i los siete candelabros, § sonf
“ las siete asambleas.
II. 1 “ Escribe al mensagero de la asamblea [que esta]
“ en Efeso
“ Esto dice el que tiene las siete estrellas en su
“ [mano] derecha : el que anda en medio de los
“ siete candelabros de oro :
2 “ ‘ Conozco tus obras, i tu trabajo, i tu paciente per-
“ ‘ severancia, i que no puedes sufrir á los malos, i que
“ 1 has puesto á prueba á los que dicen que son envía-
“ * dos, i no [lo] son, i has hallado que [son] menti-
3 “ ‘ rosos ; i que tienes paciente perseverancia, i has
“ 1 sufrido por causa de mi nombre, i no te has can-
sado de trabajo.^]
4 “ ‘ Pero tengo contra tí que has dejado tu primer
6 “ ‘ [fuerza de] amor. Por tanto acuérdate de donde
“ ‘ has caído, i arrepiéntete, i practica [tus] primeras
“ ‘ obras : pero si no, vendré á tí pronto, i removeré
“ ‘ tu candelabro de su lugar, si no te arrepintieres.
6 “ * * § Pero esto tienes [en tu favor], que aborreces las
“ ‘ obras de los Nicolaitas, que también yo aborrezco.
7 “ ‘ El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ 1 las asambleas.
“ ‘ Al que venza, le daré á comer [del fruto] del
“ 1 árbol de la vida que está en el ° ° paraíso de Dios.’
8 “I escribe al mensagero de la asamblea [que
“ 1 esta] en Esmirna : f f
“ ‘ Esto dice el Primero i el Ultimo, el que estuvo
11 1 MUERTO, I [re]vTVIO :
* Algunas autoridades no tienen pues.
t Son, ó, representan .- Mat. xxvi. 26. Lo que son, 6, las que son.
t Misterio, ó, la [ significación ] secreta.
§ Algunas autoridades añaden que viste.
j¡ [Que está] en Efeso. Algunas autoridades tienen de Efeso.
«fí Algunas autoridades tienen, que has sufrido, i que tienes paciente
perseverancia, i que has trabajado por causa de mi nombre, i no te has
cansado. ** En el. Algunas autoridades tienen en medio del.
1 1 [Quea/á] en Esmirna. Otras autoridades tienen de los de Esmirna.
608 REVELACION, CAP. II.
9 Conozco tus obras, i c tu tribulación, i tu po-
“ ‘ breza, (pero eres rico,) i la blasfemia de los que
“ ‘ dicen que son Judíos, i [sin embargo] no [lo] son,
10 “ ‘ sino una congregación de Satanas. No temas nada
“ ‘ de lo que vas á padecer. Hé aquí que el calumnia-
“ ‘ dor va á poner [á algunos] de vosotros en la cárcel,
para que seáis puestos á prueba, i tendréis diez dias
“ ‘ [de] tribulación. Sé fiel hasta la muerte, i te daré
“ 1 Ja corona de la vida.
11 “ ‘ El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ ‘ las asambleas.
“ 1 El que venza, no será dañado por la segunda
muerte.'
12 “I escribe al mensagero de la asamblea [que
“ esta] en Peeoamo :
“ ‘ Esto dice el que tiene la estada afilada de
“ 1 DOS FILOS :
13 “ ‘ Conozco tus obras, i donde habitas : [que es]
“ 1 donde el trono de Satanas [está] ; i [sin embargo]
“ ‘ te adhieres á mi nombre, i no negaste mi fé, aun en
“ ‘ los dias en que Antipas [fué] mi fiel testigo, al cual
“ ‘ se dio muerte entre vosotros, donde Satanas habita.
lá “ ‘ Pero tengo [algunas] pocas cosas contra tí : que
“ 1 tienes ahí á [algunos que] se adhieren á la ense-
“ 1 ñanza de Balaam, que enseñaba, para [agradar] á
“ ‘ Balac, á poner tropiezo ante los hijos de Israel, [ten-
“ ‘ tandolos] para que comiesen [los animales] sacrifi-
“ 1 cados á los ídolos, i que cometiesen fornicación.
15 “ * * * § Así tú también tienes á los que se adhieren á
11 * la enseñanza de los Nicolaitas, como asimismo [á
“ 1 la otra].f
16 “* Arrepiéntete pues ; f pero si no, vendré á tí pron-
“ ‘ to, i contenderé con ellos con la espada de mi boca.
17 “ ‘ El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ ‘ las asambleas.
Al que venza, le daré§ del maná oculto, i le
“ * daré una piedrecita blanca, i en la piedrecita [es-
“ ‘ tari] escrito un nombre nuevo, que nadie conoce
“ ‘ sino aquel que [la] recibe.’
* Algunas autoridades omiten tus obras, i.
t Como asimismo [d la otra]. Algunas autoridades tienen la cual
Lí/o] aborrezco. . J Algunas autoridades no tienen pues.
§ Algunas autoridades añaden, para que coma.
REVELACION, CAP. II. 509
18 ‘“I escribe al mensagebo de la asamblea [que
“ 1 esta] en Tiatiba :
“ 1 Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene sus ojos
“ ‘ COMO LLAMAS DE FUEGO, I CUTOS PIES [SON] SEMEJAN-
“ * TES A BRONCE FINO t
19 Conozco tus obras, i tu amor, i tu fé, i tu serví -
“ ‘ ció, i tu paciente perseverancia, i [que] tus obras 0
“ ‘ últimas [son] mas que las primeras.
20 “ 1 Pero tengo contra tí,f que dejas [en paz] á la
“ 1 mujer J Jezabel, que se dice profetisa, i enseña i
‘ extravia § á mis siervos, para que cometan fomi-
“ ‘ cacion i coman de [los animales] sacrificados á los
21 “ ‘ ídolos. I le he dado tiempo para que se arrepienta,
“ ‘ i [sin embargo] no quiere arrepentirse, [apartan-
“ ‘ dose] de su fornicación. ||
22 “ ‘ Hé aquí que la postraré en un lecho, i á los que
“ 1 cometen adulterio con ella, en gran tribulación, si
23 “ 1 no se arrepintieren de las obras de ella,^[ i daré
“ ‘ muerte á sus hijos con [peste] mortífera,® ° i sa-
“ ‘ bran todas las asambleas que yo soi el que examina
“ 1 las entrañas, f f i los corazones ; i daré á cada uno
“ 1 de vosotros lo que corresponde á vuestras obras.
24 “ ‘ Pero digo á vosotros, los J [ demas que [estáis]
“ 1 en Tiatira, á cuantos no se adhieren á esta ense-
“ ‘ ñanza, [i] § § no han conocido “ las profundidades”
“ ‘ de Satanas, como [las] llaman || || [aquellos], no
25 echo ^[ sobre vosotros otra carga ; pero adherios
“ ‘ á lo que teneis hasta que [yo] venga.’
26 “ ‘ I al que venza, i guarde mis obras hasta el fin,
27 “ ‘ le daré autoridad sobre las naciones ; i las gober-
“ ‘ nará con cetro de hierro, como los vasos del al-
* Algunas autoridades tienen t tus obras, i [gire] las.
t Algunas autoridades añaden, [ algunas ] poras cosas .
j Dejas [en paz] d la mujer. Otras autoridades tienen permites, i al-
gunas, <í tu mujer .
§ I ensena i extravia. Algunas autoridades tienen, enseñar i extraviar.
H / no . - . fornicación . Algunas autoridades tienen, de su fornicación,
i [sin embargo ] no se ha arrepentido.
De ella, 6, [gue ensena] ella ,- véase mis obras, vors. 26. Algunas
autoridades tienen de ellos.
** [Peste] mortífera, ó, muerte,- véase vi. 8 ; xviii. 8.
tt O, los riñones: Jer. si. 20; xvii. 10.
í t Los. Algunas autoridades tienen i.
§ § Algunas autoridades tienen i.
0 II Como [lasl llaman, Juan xv. 15, 6, según lo que dicen.
H U Echo. Algunas autoridades tienen echaré.
510 REVELACION, CAP. III.
“ 1 farero son quebrados ; según [la autoridad] ° que
28 “ ‘ yo también be recibido de mi Padre. I le daré
“ ‘ la estrella de la mañana.
29 “ ‘ El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ 1 las asambleas.’
IIL 1 “ I escribe ai mensaqero de la abamblea [que
“ esta] en Sardis :
“ ‘ Esto dice EL QUE TIENE IOS SIETE ESPIRITUS DE
“ ‘ Dios, i las siete estrellas :
“ ‘ Conozco tus obras, [i] que tienes nombre de vi-
“ ‘ viente, i [sin embargo] estas muerto.
2 '“Sé vigilante, i corrobora lo que queda, que ibaf
“ ‘ á morir ; porque no be encontrado tus obras com-
3 ‘“pletas delante de mi[ Dios. Recuerda, pues, lo
“ ‘ que bas recibido, i oido, i guarda[lo], i arrepiéntete.
“ ‘ Pues si no velares, vendré á tí como ladrón, i no
“ ' sabras á qué hora vendré á tí.
4 “ ‘ Pero§ tienes algunos pocos § en Sárdis, que no
“ 1 han contaminado sus ropas ; i andaran conmigo
“ ‘ [vestidos] de blanco ; porque son dignos.
5 “‘El que venza será vestido de ropas blancas ; i
“ 1 no borraré su nombre del libro de la vida ; i con-
“ 1 fesaré su nombre delante de mi Padre i de sus
“ 1 mensageros.
6 “ ‘ El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ ‘ las asambleas.”
7 “I escribe al mensaoero de la asamblea [que
“ esta] en Filadelfia :
“ ‘ Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la
“ ‘ llave de David, el que abre i ninguno cierra, i
“ ‘ CIERRA I NINGUNO ABRE :
8 “ ‘ Conozco tus obras ; hé aquí que he puesto de-
“ 1 lante de tí una puerta abierta, que || nadie puede
“ ‘ cerrar ; porque tienes un poco de poder, i has
“ * guardado mi palabra, i no has negado mi nombre.
9 “ ‘ Hé aquí [te] concedo que [los que son] de la con-
“ 1 gregacion de Satanas : de los que dicen ser Judíos,
“ * i [sin embargo] no [lo] son, sino que mienten : hé
* Salm. ii. 9. [La autoridad ], ó, [ lo ].
f Iba. Algunas autoridades tienen va.
í Algunas autoridades no tienen vii.
§ Algunas autoridades omiten pero, i añaden aun después de pocos.
I¡ Que. Algunas autoridades tienen í.
REVELACION, CAP. III. 511
“ 1 aquí haré que vengan, i que rindan homenage á
10 “ ‘ tus pies, i que sepan que yo te he amado. Por
“ ‘ cuanto has guardado la palabra de la° paciente
“‘perseverancia [por amor] f de mí, yo también te
“ ‘ preservaré á tí J de las aflicciones de la hora de la
“ ‘ prueba que va á venir sobre todo el mundo, § para
“ ‘ poner á prueba á los que habitan en la tierra.
11 “‘|| Vengo pronto. Adhiérete á lo que tienes,
“ ‘ para que nadie te quite la corona.
12 “ ‘ Al que venza, lo haré columna en el templo de
“ ‘ mi Dios ; i ya no Ealdrá fuera. I escribiré en él *[
“ ‘ el nombre de mi Dios, i el nombre de la ciudad de
“ 1 mi Dios, [el] de la nueva Jerusalem, que baja 0 ° del
“ ‘ cielo [i] de mi Dios ; i [escribiré en élfl] mi nombre
“ ‘nuevo.
13 “ ‘El que tiene oido, oiga loque dice el Espíritu á
“ ‘ las asambleas.’
14 “ ‘I escribe al mensaqero de la asamblea [que
“ ‘ esta] en Laodicea : f f
“ ‘ Esto dice el Amen.J J el Testigo Fiel i Veraz,
“ ‘ EL PrINCIPE§ § DE LA CREACION DE DlOS :
16 “ ‘ Conozco tus obras, [i] que ni eres frió, ni ca-
“ ‘ liente. ¡ Quisiera que hieras frió é caliente !
16 “ ‘ Así, por cuanto eres tibio, i ni frió, ni caliente,
17 “ ‘voi á vomitarte de mi boca. Por cuanto dices :
“ ‘ “ Soi rico, i he llegado á serlo, i no necesito de
“ “‘ nada ; ” i no conoces que tú eres el miserable, i el
“ ‘ digno de conmiseración, i pobre, i |t || ciego, i des-
18 “ * nudo ; te aconsejo que compres de mí oro refinado
“ ‘ por el fuego, para que llegues á ser rico ; i ropas
“ ‘ blancas para vestirte, i que no se manifieste la ver-
“ * güenza de tu desnudez ; i colirio [con que] ungir
“ ‘tus ojos, para que veas.
19 “ ‘ Yo, á cuantos amo, reprendo i castigo ; sé pues
* De la, ó, [que manda.] t 2 Tes. iii. 5 ; Rev. L 9
t Juan xvii. 15. § Lúe. ii. 1.
II Algunas autoridades tienen, Hé aquí. El, ó, ella.
* * Cap. xxi. 2, 10.
f f [Qué esta] en Laodicéa. Otras autoridades tienen, de los Laodicéos.
j i Amen, & saber, la Verdad, 6, el Así-es.
§§ Principe, ó, el Principio : L 5 : Lúe. xii. 11 ; Rom. viii. 38 ; 1 Cor.
xv. 24; Ef. i. 21 ; Col i. 16, 18; ii. 10.
|| || O, tal vez, que tú eres, oh miserable i digno de conmiseración,
pobre, i también.
512 REVELACION, CAP. IV.
20 “ ‘ celoso, i arrepiéntete. Hé aquí que estoi á la puer-
“ ‘ ta, i llamo ; si alguno escuchare mi voz, i abriere
“ ‘ la puerta, entraré á él, i cenaré con él, i él [cena-
“ ‘rá] conmigo.
21 “ ‘ AI que venza, concederé que se siente conmigo
“ ‘ en mi trono, como yo también vencí, i me senté
“ 1 con mi Padre en su trono.
22 11 ‘El que tiene oido, oiga lo que dice el Espíritu á
“ ‘las asambleas.’ ”
IV. 1 Después de estas cosas vi ; 0 i hé aquí una en-
trada]- abierta en el cielo, i la primera voz,]: que
había oido como do trompeta que hablaba conmigo,
dijo :
“ Sube acá, i te mostraré las cosas que deben suce-
“ der después de estas.”
2 I luego fui [revestido] del Espíritu ; i bé aquí ba-
hía en el cielo un trono ; i [Uno] estaba sentado en
3 el trono ; i el que estaba sentado, [era] § semejante,
en apariencia, á una piedra de jaspe, || i á [una] de
sárdio ; ][ i [babia] un arco iris al rededor del trono,
semejante, en apariencia, á la esmeralda.
4 I al rededor del trono [babia] veinticuatro tronos ;
i en los tronos [vi] 0 a veinticuatro ancianos, sentados,
vestidos de ropas blancas ; i [vi] f f sobre sus cabezas
coronas de oro.
5 I del trono salían relámpagos, i voces, i truenos.
I siete lámparas de fuego ardían delante del trono,
las cuales son J J los siete Espíritus de Dios.
6 I [habia] delante del trono como [si fuese] § § un
mar [| || de cristal, [mar] semejante al cristal [de roca].
I en medio [del espacio delante] ][ ][ del trono, i
* VI, tal vez, tú [wna visión ] ; víase Hcch. iL 17 ; Is. xxx. 10.
t Entrada, ó, puerta . I Cap. i. 10.
§ Algunas autoridades tienen era.
I! Jaspe , piedra preciosa, transparente, unas veces purptirca, otras
cerúlea, otras verde, 6 de otros colores. Véase xxi. 11.
TI Sardio, piedra preciosa transparente, roja ó encarnada.
* * Algunas autoridades tienen, tú los,
1 1 Vi,- en algunas autoridades, tenían.
í í Son, 6, representan . Véase i. 4.
Íí § Algunas autoridades no tienen, como [rt fuese],
II || Mar, véase xv. 2 ; Ex. xxx. 18-21 ; xl. 30-32 ; 1 Reyes vii. 23.
U H [bel espacio delante ] : véase en medio del trono, i estaba en pié, i
fué, v. 6, 7 ; i se postraron delante, v. 8.
REVELACION, CAP. V. 513
al rededor de él, [habia] cuatro [criaturas] vivas,*
7 llenas de ojos por delante i por detras. I la primera
[criatura] viva [era] semejante á un león ; i la segunda
[criatura] viva [era] semejante á un ternero ; i la
tercera [criatura] viva tenia el rostro como de hom-
bre ; i la cuarta [criatura] viva [era] semejante á un
8 águila volando. 1 las cuatro [criaturas] vivas, tenían,
cada una de ellas f en sí, seis alas ; al rededor i
por dentro [de estas] estaban llenos de ojos; i no
tenían descanso dia ni noche, diciendo :
“ Santo, santo, santo, [es] el Señor Dios, el Todo-
“ poderoso, el que era, i que es, i que ha de venir.”
9 I mientras las [criaturas] vivas tributaban gloria,
i honor, i acciones de gracias al que estaba sentado
en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro ancianos se postraban delante del
que estaba sentado en el trono, i adoraban al que
vive por los siglos de los siglos, i echaban sus coronas
delante del trono, diciendo :
11 “ Digno eres, Señor, | de recibir la gloria, i el honor,
“ i el poder; porque tú lias creado todas las cosas, i
“ por tu voluntad llegaron á ser,§ i han sido creadas.”
V. 1 I vi en la [mano] derecha del que estaba sentado
en el trono, un libro, escrito por dentro i fuera, se-
Rado || con siete seUos.
2 I vi un fuerte mensagero [de Dios] que proclamaba
en alta voz : ¿ “ Quién es digno de abrir el libro, i de
“ romper los sellos de él ? ”
3 I nadie en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la
4 tierra, podía abrir el libro, ni mirarlo. I yo lloraba
mucho, porque no se habia hallado ninguno digno de
abrir]] el libro, ni de mirarlo.
5 I uno de los ancianos me dijo : “ No llores ; hé
“ aquí que el León de la tribu de Judá, [el que es] la
“ Raiz de David, ha prevalecido [como digno de]
“ abrir el libro, i 00 sus siete sellos.”
6 Ivíff en medio [del espacio delante]];]; del trono,
* Criaturas vivas, ó, animales. Ezeq. i. 5.
t Algunas autoridades no tienen de ellas.
t Señor. Algunas autoridades tienen, nuestro Señor i Dios.
§ Llegaron d ser. Otras autoridades tienen, son, ó, subsisten.
H Libro, ó, rollo: véase tí. 14 ; Ezeq. ii. 9, 10. Fuera, sellado,- 6, se-
llado por fuera. Tí Algunas autoridades añaden, ni de leer.
* * Algunas autoridades añaden, de romper.
t f Algunas autoridades añaden, i hé aquí. 1 1 Véase iv. 6.
ül4 REVELACION, CAP. V.
i de las cuatro [criaturas] vivas, i en medio de los
ancianos, un Cordero que estaba en pié, [pareciendo]
como uno que hubiera sido inmolado : tenia siete
cuernos, i siete ojos, los cuales son 0 los siete Espíri-
7 tus de Dios, enviados á toda la tierra. I fué, i reci-
bió el libro de la [mano] derecha del que estaba
sentado en el trono.
8 I cuando recibió el libro, las cuatro [criaturas]
vivas, i los veinticuatro ancianos, se postraron delante
del Cordero, teniendo, cada uno, arpas, f i copas de
oro llenas de incienso, que son 0 las oraciones de los
9 santos. I cantaban un nuevo cántico, diciendo :
“ Eres digno de recibir el libro, i de abrir sus sellos ;
“ porque has sido inmolado, i nos has rescatado ]
“ para Dios con tu sangre, de entre [los de] toda
10 “ tribu, i lengua, i pueblo, i nación ; i los§ has
“ hecho reyes i sacerdotes para nuestro Dios, i han
“ de reinar || en la tierra.”
11 I vi ; i oí la voz de muchos mensageros [de Dios]
al rededor del trono, i de las [criaturas] vivas, i de
los ancianos ; i el número de ellos era decenas de
millar de decenas de millar, 0 ° i millares de millares,
12 que decían en alta voz :
“ Digno es el Cordero que ha sido inmolado, de re-
“ cibir el poder, i la riqueza, i la sabiduría, i la fuerza,
“ i el honor, i la gloria, i la bendición.”
13 I á toda criatura que habia ff en el cielo, i en la
tierra, i debajo de la tierra, iá lasque había f f sobre
el mar, aun á todas]:]: las que [habia] j-f en [todo]
esto, oí decir :
“ Al que está sentado en el trono, i al Cordero
“ [sean tributadas] la bendición, i el honor, i la
“ gloria, i el poder, por los siglos de los siglos.”
14 I las cuatro [criaturas] vivas dijeron : “ Así sea."
I los § § ancianos se postraron, i adoraron. || ||
* Son, 6, representan.
f Arpas. Otras autoridades tienen un arpa.
t Rescatado, ó, comprado.
§ Los. Algunas autoridades tienen nos.
D Han de reinar. Algunas autoridades tienen reinaremos.
ir Vi, tal vez, ví [ una visión ] ; véase iv. 1.
* * Algunas autoridades no tienen, t el número de ellos era decenas
de millar de decenas de millar. f f Habia, 6, hai.
t J Aun á todas, ó, i á todas las cosas.
§ § Algunas autoridades añaden veinticuatro.
y II Algunas autoridades añaden, al que vive por los siglos de los siglos.
REVELACION, CAP. VL 515
VI. 1 I VI, CUANDO EL CORDERO ABRIO UNO DE LOS SIETE 0
sellos; i oí decir á una de las [criaturas] vivas,
como con voz de trueno : “Ven, i mira.”°
2 I ví ; i hé aquí un caballo blanco, i el que lo mon-
taba tenia un arco ; i le fué dada una corona ; i salió
venciendo, i para vencer.
3 I cuando abrió el segundo sello, oí decir á la se-
gunda [criatura] viva : “ Ven.” f
4 I salió otro caballo, [que era] rojizo. I al que lo
montaba le fué dado [poder de] quitar la paz de la
tierra, i [hacer] que [los hombres] se matasen unos á
otros. I se le dió una gran espada.
5 I cuando abrió el tercer sello, oí decir á la ter-
cera [criatura] viva : “ Ven, i mira.” 0
I ví ; i hé aquí un caballo negro ; i el que lo mon-
6 taba tenia una balanza en su mano. I oí una voz
en medio de las cuatro [criaturas] vivas, que decía :
“ Un quenix J de trigo por un denario,§ i tres que-
“ nices de cebada por un denario ; i no hagas daño
“ al aceite, ni al vino.”
7 I CUANDO ABRIO EL CUARTO SELLO, OÍ la VOZ de Ja
cuarta [criatura] viva, que decía: “Ven, i mira.” 0
8 I ví ; i he aquí un caballo pálido, i el nombre del
que lo montaba era la Muerte ; i el Hádes || lo se-
guía ; i se les ^[ dió autoridad sobre la cuarta [parte]
de la tierra, para matar con espada, i con hambre, i
con [peste] mortífera, 0 ° i por las fieras de la tierra.
9 I cuando abrió el quinto sello, ví debajo del altar
las almas de los que habían sido muertos con oca-
* Algunas autoridades omiten siete; é i mira, 1, 5, i 7.
t Algunas autoridades añaden, i mira.
t Quenix, medida casi igual á la cuarta parte de un celemín.
§ Denario, casi igual á un real de plata i xm tercio.
|| El Hádes, personificación del mundo invisible; i. 18 ; xx. 13, 14.
Algunas autoridades tienen le. * * Véase Ezeq. xiv. 21.
516 REVELACION, CAP. VII.
sion de la palabra de Dios, i del testimonio 0 á que
10 se Rabian adherido. I exclamaron f en alta voz,
diciendo :
¿ “ Hasta cuando, oh Soberano Señor, Santo i Veraz,
“ estas sin juzgar á los que habitan en la tierra, i
“ vengar nuestra sangre en ellos ? "
11 I se dió á [cada uno de] ellos una ropa talar blanca, {
i se les dijo que descansasen todavía un poco do
tiempo, hasta que se hiciesen completos § sus con-
siervos también, i sus hermanos, que iban á ser ma-
tados como ellos lo habían sido.
12 I vi, cuando Auiiio ed sexto sello ; i || sobrevino
un gran terremoto ; i el sol se puso negro como saco
de pelo; i la luna entera se puso como [de] sangro ;
13 i las estrellas del cielo cayeron á la tierra, como la
higuera, sacudida por un recio viento, deja caer sus
14 higos. I el cielo se apartó, como libro ° ° que se en-
rolla. I todo monte, i [toda] isla, se removieron de
16 sus lugares. I los reyes de la tierra, i los magnates, i
los quiliarcas,f f i los ricos, i los fuertes, i todo siervo,
i todo [hombre] libre, se escondieron en las cavernas,
16 i en las rocas efe los montes, i decían á los montes,
i á las rocas : “ Caed sobre nosotros, i escondednos de
“ la presencia del que está sentado en el trono, i de
17 “ la ira del Cordero ; porque el gran dia de su ira ha
“ llegado, i j quién puede estar firme ?”
VII. 1 I después de estas cosas vi á cuatro mensageros
[de Dios], que estaban en pié en los cuatro ángulos de
la tierra, deteniendo á los cuatro vientos de la tierra,
para que no soplase el viento sobre ella, ni sobre el
mar, ni sobre ningún árbol.
2 I vi subir];]: del oriente á otro mensagero [de Dios],
que tenia el sello del Dios vivo. I clamó en alta voz
* Víase i. 2, 9.
t Exclamaron. Algunas autoridades tienen exclamaban.
j Otras autoridades tienen, ttdieron á cada uno de ellos ropas talaies
blancas. § Rom. xi. 25.
II Otras autoridades añaden hé aquí.
Algunas autoridades omiten entera.
* * Los libros do los antiguos tenia, n la forma de rollos.
1 1 Quiliarcas, capitanes de mil soldados.
J í Subir. Otras autoridades tienin, que había subido.
REVELACION, CAP. VII. 517
á los cuatro mensageros á quienes se dió [el poder de]
3 dañar á la tierra i al mar, diciendo ; “ No dañéis á
“ la tierra, ni al mar, ni á los árboles, hasta que se-
“ liemos á los siervos de nuestro Dios en sus frentes.”
4 I oí el número de los sellados : ciento cuarenta i
cuatro mil sellados de entre [los de] toda tribu de los
6 hijos de Israel : de la tribu de Judá doce mil sellados ;
de la tribu de Rubén, doce mil sellados ; de la tribu
6 de Gad, doce mil sellados ; de la tribu de Aser, doce
mil sellados ; de la tribu de Neftalí, doce mil sellados ;
7 de la tribu de Manasses, doce mil sellados ; de la
tribu de Simeón, doce mil sellados ; de la tribu de
Leví, doce mil sellados ; de la tribu de Isacar, doce
8 mil sellados ; de la tribu de Zabulón, doce mil sella-
dos ; de la tribu de Josef, doce mil sellados: de la
tribu de Benjamín, doce mil sellados.
9 Después de estas cosas, vi, i hé aquí una gran mul-
tidud que nadie podía contar, [venida] de entre [los
de] toda nación, i de [todas] tribus, i pueblos, i len-
guas, que estaban en pié delante del trono i del Cor-
dero, vestidos de ropas talares blancas, i [con] palmas
10 en sus manos ; i exclamaban en alta voz, diciendo :
“ [Sea tributada] la salvación á nuestro Dios que
“ está sentado en el trono, i al Cordero.”
11 I todos los mensageros [de Dios] estaban en pié al
rededor del trono, i de los ancianos, i de las cuatro
[criaturas] vivas. I se postraron sobre sus rostros
12 delante del trono, i adoraron á Dios, diciendo :
“ Así sea ; la bendición, i la gloria, i la sabiduría,
11 i acciones de gracias, i el honor, i el poder, i la fuer-
“ za, [sean tributadas] á nuestro Dios por los siglos
11 de los siglos. Así sea."
13 I tomó la palabra uno de los ancianos, diciendome :
“ Esos que están vestidos con las ropas talares blan-
“ cas, ¡ quiénes son ? i ¿ de donde han venido f"
14 I le dije : “ Señor [mió],* tú [lo] sabes.”
“ I me dijo : “ Estos son los que vienen de la gran
“ tribulación ; i han lavado sus ropas talares, i las
16 “ han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto
“ están delante del trouo de Dios, i le dan culto dia i
“ noche en su templo. I el que está sentado en el
* Algunas autoridades tienen mió.
618 REVELACION, CAP. VIII.
16 “ trono habitará entre ellos. Ya no tendrán hambre,
“ ni ya tendrán sed, ni tampoco caerá sobre ellos el
17 “ sol, ni ningún ardor ; porque el Cordero que está
“ en medio [del espacio delante] 0 del trono los apa-
“ centará, i los guiará á fuentes de las aguas de la
“ vida,f i Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.”
VIII. 1 I cuando abrió Er, septimo sello, sobrevino
silencio en el cielo cosa de media hora.
2 I vi a los siete mensaqeros que estaban en pié
delante de Dios ; i les fueron dadas siete trompetas.
3 I otro mensagero vino, i se puso de pié ante el altar,
teniendo un incensario de ovo ; i se le dió mucho in-
cienso para que [lo] ofreciese con las oraciones de
todos los santos sobre el altar de oro que [estaba] de-
4 lante del trono. I el humo del incienso subió de la
mano del mensagero, delante de Dios, con las oracio-
6 nes de los santos. I el mensagero tomó el incensa-
rio, i lo llenó del fuego del altar, i [lo] arrojó á la
tierra ; i sobrevinieron voces, i J truenos, i relámpa-
gos, i un terremoto.
6 1 los siete mensageros que tenían las siete trompe-
tas, se prepararon á tocarlas.
7 I el primero § toco la TROMrETA ; i sobrevinieron
granizo, i fuego, mezclados con sangre ; i fueron ar-
rojados sobre la tierra; i la tercera [parte] de la
tierra se quemó ; || i la tercera [parte] de los árboles
se quemó ; i toda la yerba verde se quemó.
8 I EL SEGUNDO MENSAGERO TOCO LA TROMPETA ¡ í COmO
un gran monte, ardiendo en fuego, fué arrojado en el
9 mar ; i la tercera [parte] del mar se hizo sangre. I
murió la tercera [parte] de las criaturas animadas
que [vivían] en el mar, i la tercera [parte] de los na-
vios fué destruida.
* Véase iv. 6 ; v. 6, 7.
f De la vida. Algunas autoridades tienen fuentes vivas de aguas.
í Algunas autoridades ponen i voces después de relámpagos.
§ Algunas autoridades añaden mensagero.
| Algunas autoridades omiten i la tercera [parte] de la tierna se quemó*
REVELACION, CAP. IX. 519
10 I EL TERCER MENSAGERO TOCO LA TROMPETA ¡ i Cayó
del cielo una gran estrella ardiendo como una tea,* * * §
i cayó sobre la tercera [parte] de los ríos, i sobre las
11 fuentes de las aguas. 1 el nombre de la estrella era
Ajenjo; i la tercera [parte] de las aguasf se hizo
ajenjo ; i muchos hombres murieron por medio de las
aguas, porque se pusieron amargas.
12 I el cuarto mensagero toco la trompeta ; i la ter-
cera [parte] del sol fué herida, i la tercera [parte] de
la luna, i la tercera [parte] de las estrellas ; á fin de
que se oscureciese la tercera [parte] de ellas, i que no
resplandeciese la tercera [parte] del dia, ni tampoco
[la de] la noche.
13 I vi ; i oí un águila f que volaba por medio del
cielo, diciendo en alta voz : “ ¡ Ai, ai, ai de los que
“ habitan en la tierra, por razón de las demas voces
“ de las trompetas de los tres mensageros que van á
“ tocarlas 1 ”
IX. 1 I el quinto mensagero toco la trompeta ; i vi
una estrella que habia caído del cielo á la tierra.
I á aquel fué dada la llave del pozo del abismo.
2 I abrió el pozo del abismo. I subió un humo del pozo,
como el humo de un gran horno ; i se oscurecieron el
3 sol, i el aire, por razón del humo del pozo. I salieron
del humo langostas sobre la tierra. I se les dió poder
4 como el que tienen los escorpiones de la tierra. 1
se les dijo que no dañasen á la yerba de la tierra, ni
á ninguna cosa verde, ni á ningún árbol ; sino á los
hombres§ que no tenian el sello de Dios en sus íren-
6 tes. I se les dió [orden] de que no los matasen, sino
que los hiciesen padecer [por espacio de] cinco meses.
1 el padecimiento que daban || [era] como el de un
6 escorpión, cuando hiere á un hombre. I en aquellos
dias, los hombres buscaran la muerte, i no la en-
* Tea, ó, lámpara. t Algunas autoridades omiten de las aguas.
| Aguila. Algunas autoridades tienen mensagero.
§ Algunas autoridades añaden solamente.
|| Daban : en griego, de ellos.
620 REVELACION, CAP. IX.
contraran; i desearan morir, i la muerte huirá de
ellos.
7 I las langostas [eran] semejantes á caballos prepa-
rados para la batalla; i [tenían] sobre sus cabezas
como coronas semejantes al oro ; i sus rostros [eran]
8 como los de los hombres ; i tenían cabellos como los
9 de las mujeres ; i sus dientes eran como de leones. I
tenían corazas, como corazas de hierro ; i el sonido
de sus alas [era] como el de carros de muchos caba-
lo líos corriendo á la batalla. I tenian colas semejantes
á [las de] los escorpiones, i [tenian] aguijones ; i su
poder [estaba] en sus colas, para dañar 0 á los hom-
11 bres [por] cinco meses, f Tenian sobre sí un rei, el
mensagero del abismo, cuyo nombre en hebreo [es]
Abaddon,t i en griego, Apolion.]
12 El primer ai ha pasado; he aquí que vienen to-
davía dos ayes después de estas cosas.
13 I EL SEXTO MENSAGERO TOCO LA TROMPETA ; i OÍ Una
voz [que salia] de los cuatro cuernos del altar de oro
14 [que estaba] delante de Dios, diciendo al sexto men-
sagero, que tenia la trompeta : “ Desata á los cuatro
“ mensageros que están atados cerca del gran rio
“ Eufrátes.”
16 I fueron desatados los cuatro mensageros que habían
sido preparados para [su] hora, i dia, i mes, i año, á
16 fin de matar la tercera [parte] de los hombres. I el
número de los soldados de á caballo [era] dos decenas
de millar de decenas de millar ; § oí el número de ellos.
17 I así [eran] en [su] apariencia || los caballos que vi,
i los que los montaban : tenian [estos] corazas de
fuego, i de jacinto, i de azufre. I las cabezas de los
caballos [eran] como las de los leones ; i de sus bocas
1 8 salian fuego, i humo, i azufre. Por estas tres plagas : T[
por el fuego, i el humo, i el azufre, que salian de sus
* I [ tenían ] . . . dañar. Algunas autoridades tienen, í había aguijones
en sus colas : i sit poder [era] para dañar.
f Otras autoridades añaden i. JA saber, el Destructor.
§ A saber, doscientos millones. Algunas autoridades añaden i.
I En [su] apariencia, ó, en la visión.
■j Algunas autoridades omiten plagas.
REVELACION, CAP. X. 521
bocas, futí muerta la tercera [parte] de los hombres.
19 Porque el poder de los cabaUos estaba en sus bocas, i
en sus colas. 0 Porque sus colas, semejantes á las ser-
pientes, tenian cabezas, i con ellas hacían daño.
20 I los demas hombres que no fueron muertos por
estas plagas, ni se arrepintieron [apartándose] de las
obras de sus manos, f á fin de no adorar á los demo-
nios, i á los ídolos de oro, i de plata, i de bronce, i de
piedra, i de madera, que ni pueden ver, ni oir, ni an-
21 dar ; ni tampoco se arrepintieron [apartándose] de
sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su forni-
cación, ni de sus hurtos.
X. 1 I vi á otro mensagero [de Dios], fuerte, bajar del
cielo, vestido de una nube, i [con] el arco iris sobre
suj cabeza ; i su rostro [era] como el sol, i sus pies
como columnas de fuego.
2 I tenia en su mano un librito abierto. I puso su
pié derecho sobre el mar, i [su] izquierdo sobre la
3 tierra, i clamó en alta voz, como ruje el león. I
cuando hubo clamado, las voces de los siete truenos
hablaron.
4 I cuando § los siete truenos hubieron hablado, [yo]
iba á escribir. I oí una voz [venir] del cielo, que ||
decia : “ Sella las cosas que hablaron los siete truenos,
“ i no las escribas."
5 I el mensagero [de Dios] que vi estar en pié sobre
el mar i sobre la tierra, levanté su mano derecha J
6 hácia el cielo, i juré por el que vive por los siglos de
los siglos, el cual creé el cielo, i las cosas que [hai] en
él, i la tierra, i las cosas que [hai] en ella, i el mar i
las cosas que [hai] en él, que ya no se [daria mas]
7 tiempo ; pero [que] en los dias de la voz del séptimo
mensagero, cuando estuviese para tocar la trompeta,
el misterio de Dios habría de ser 00 cumplido, se-
gún las buenas nuevas que babia anunciado á sus
siervos los profetas.
* Porque . . . colas. Algunas autoridades tienen, porque sus poderes
estaban en sus bocas.
t Así se llamaban los ídolos. Víase 2 Reyes xxii. 17 ; Is. ii. 8 ; Jer.
L 16 ; xxv. 6 ; Ilech. vii. 41.
í Algunas autoridades omiten su, vera. 1 ; i derecha, vers. 5.
§ Algunas autoridades añaden, las voces de.
|| Algunasautoridadesañaden me. V¡ El misterio, 6, designio secreto.
* * * * § De ser, ó, sido: mas víase xv. 1.
2 Q
622 REVELACION, CAP. XI.
8 I la voz que había oído [venir] del cielo, [oí] que
hablaba conmigo otra vez, i decia : “ Vé, [i] recibe el
“ librito que [tiene] abierto en la mano el mensagero
“ que está en pié sobre el mar, i sobre la tierra.”
9 I fui al mensagero, [i] le dije : “ Dame el librito.”
I me dijo : “ Recibe, i devóralo ; i te hará amargo
“ el vientre ; pero en tu boca será dulce como la miel.”
10 I recibí el librito de la mano del mensagero, i lo
devoré ; i filé en mi boca dulce como la miel ; i
cuando lo hube comido, mi vientre 6e amargó.
11 I me dijo : 0 “Es necesario que profetices otra vez
“ contra f muchos pueblos, i naciones, i lenguas, i
“ reyes.”
XI. 1 I se me dio una caña semejante á ima vara, di-
ciendo :
“ Levántate, i mide el templo de Dios, i el altar, i
2 “ á los que [lo] adoran en él ; pero el atrio exterior |
“ del templo, deja[lo] fuera, i no lo midas, porque se
“ ba dado á los Gentiles ; i bollaran la ciudad santa
“ [durante] cuarenta i dos meses.
3 “I daré [poder] á mis dos testigos, i profetizaran
“ [por espacio de] mil doscientos i sesenta dias, ves-
“ tidos de sacos.
4 “ Estos son § los dos olivos, i los dos candelabros, ||
“ que están delante del Señor ^[ de la tierra.
6 “ I si alguno quiere dañarlos, ha de salir fuego de
“ sus bocas, i ba de devorar á sus enmigos. I si
“ alguno quiere dañarlos, así es necesario que se le
“ mate.
6 “ Estos tienen poder de cerrar el cielo, para que no
“ caiga la lluvia en los dias de su profecía ; i tienen
“ poder sobre las aguas, para volverlas en sangre, i
“ para herir [á los de] la tierra con toda plaga cuan-
“ tas veces quisieren.
7 “I cuando hayan acabado su testimonio, la fiera
“ que sube del abismo les hará guerra, i los vencerá,
8 “ i los matará. I sus cuerpos muertos [yacerán] en
* Dijo. Algunas autoridades tienen dijeron, 6, se me dijo.
t Contra, ó, con respecto ó.
í Exterior. Algunas autoridades tienen interior.
§ Son, ó, se representan por. Véase Zac. iv.
|| Candelabros, por lámparas.
^ Señor. Algunas autoridades tienen Dios.
REVELACION, CAP. XI. 623
“ la plaza de la gran ciudad, la cual se llama espiri-
“ tualmente Sodoma, i Egipto ; [i] donde su® Señor
“ también fué crucificado.
9 “I [algunos] de [entre los de] los pueblos, i tribus,
“ i lenguas, i naciones, verán sus cuerpos muertos
“ [durante] tres dias i medio, i no permitirán que sus
10 “ cuerpos muertos se sepulten. I los que habiten en
“ la tierra se gozaran por causa de ellos, i se daran al
“ regocijo, i se enviaran presentes unos á otros, por-
“ que estos dos profetas hicieron padecer á los que
“ habitaban en la tierra.
11 “ I después de los tres dias i medio, el Espíritu de
“ vida, [que viene] de Dios, entró en ellos, i se pusie-
“ ron en pié, i sobrecogió gran temor á los que los
“ vieron.
12 “ I oyeron una gran voz [que vino] del cielo, [i]
“ que les dijo : ‘ Subid acá.’ I subieron al cielo en la
13 “ nube ; i sus enemigos los vieron. I en aquella
“ hora sobrevino un gran terremoto, i la décima
“ [parte] de la ciudad cayó, i fueron muertos por el
“ terremoto, siete mil hombres. I los demas se ate-
“ morizaron, i dieron gloria al Dios del cielo.”
14 El segundo ai ha pasado ; hé aquí que el tercer ai
viene pronto.
15 I el séptimo mensagero toco la trompeta ; i sobre-
vinieron grandes voces en el cielo, que decían :
“ El reino f del mundo ha llegado á ser [el] de
“ nuestro Señor, i de su Ungido, i reinará por los
“ siglos de los siglos.”
16 I los veinticuatro ancianos que estaban sentados en
sus tronos delante de Dios, se postraron sobre sus ros-
17 tros, i adoraron á Dios, diciendo :
“ Te damos gracias, Señor Dios, el Todopoderoso,
“ que eres, i que eras,]: porque has tomado [en mano]
18 “ tu gran poder, i has reinado. I las naciones se han
“ airado, i [ya] ha venido tu ira, i el tiempo de juzgar
“ á los muertos, i de dar la recompensa á tus siervos los
“ profetas, i á los santos, i á los que temen tu nombre,
* Su. Algunas autoridades tienen nuestro.
t El reino ha. Algunas autoridades tienen los reinos han.
1 Algunas autoridades añaden, i que has de venir.
524 REVELACION, CAP. XII.
“ á los pequeños i á los grandes, i de destruir á los que
“ destruyen la tierra.”
19 I se abrió el templo de Dios [que estaba] en el cielo,
i se vió el arca de su pacto en su templo ; i sobrevi-
nieron relámpagos, i voces, i truenos, i un terremoto,
i gran granizo.
XII. 1 I un gran portento apareció en el cielo : una
mujer vestida del sol, i [con] la luna debajo de sus
pies, i sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
2 I estando en cinta, gritaba con dolores [de parto], i
estaba atormentada [para] parir.
3 I apareció otro portento en el cielo ; i hé aquí una
grandísima serpiente rojiza, que tenia siete cabezas, i
diez cuernos ; i sobre sus cabezas siete diademas.
4 I su cola arrastró la tercera [parte] de las estrellas
del cielo, i las arrojó á la tierra.
I la gran serpiente se puso delante de la mujer que
estaba para parir, á fin de devorar á su hijo, cuando
hubiese parido.
5 I parió un hijo varón, que liabia de gobernar á to-
das las naciones con cetro de hierro.
I fué arrebatado su hijo á Dios i á su trono.
6 I la mujer huyó al despoblado, donde tenia un lu-
gar preparado por Dios, para que allí la alimentasen
mil doscientos i sesenta dias.
7 I sobrevino guerra en el cielo : Miguel i los mensa-
geros [de Dios que estaban bajo] ° él, guerreaban con
la gran serpiente ; i la gran serpiente i sus mensa-
8 geros guerreaban ; mas no prevalecieron, ni se halló
9 lugar para ellos en el cielo. I fué arrojada la gran-
dísima serpiente, [esto es] la antigua serpiente, llama-
da el Calumniador i Satanas, el cual extravia todo el
mundo : fué arrojada á la tierra, i sus mensageros
fueron arrojados con ella.
10 I oí una gran voz en el cielo, que decía :
“ Ahora ha venido la salvación, i el poder, i el reino
“ de nuestro Dios, i la potestad de su Ungido ; por-
“ que ha sido arrojado el acusador de nuestros her-
“ manos, que los acusaba ante nuestro Dios dia i
11 “ noche. I ellos lo han vencido en virtud de la sangre
“ del Cordero, i en virtud de la palabra que [han]
* Los . . . bajo él, 6, sus mensageros.
REVELACION, CAP. XIII. 525
“ testificado ; ° i desamaron su vida hasta [exponerse
“ 6] f muerte.
12 “ Por esto regocijaos vosotros, cielos, i los que en
“ ellos habitáis. ¡ Ai de | la tierra i del mar, porque
“ el calumniador ha bajado á vosotros lleno de gran
“ furor, sabiendo que [solo] tiene poco tiempo.”
13 I cuando vió la gran serpiente que era arrojada á
la tierra, persiguió á la mujer que parió al [hijo]
varón.
14 I se dieron á la mujer dos alas de la gran águila,
para que volase de la presencia de la serpiente al des-
poblado, á su lugar, en donde se alimentaba [por el
espacio de] tiempo, § i tiempos, i una mitad de
tiempo.
15 I la serpiente echó de su boca en pos de la mujer,
[una cantidad de] agua, como un rio, para hacer que
fuese arrebatada por el rio.
16 I la tierra socorrió á la mujer ; i la tierra abrió su
boca, i sorbió el rio que echó la gran serpiente de su
boca.
17 I la gran serpiente se quedó llena de ira contra la
mujer, i se fué á hacer guerra con los demas de la
posteridad de ella, [esto es con] los que guardan los
mandatos de Dios, i se adhieren al testimonio de
Jesús. ||
18 I estuve de pié sobre la arena del mar.
XIII. 1 I vi subir del mar UNA fiera, que tenia diez
cuernos i siete cabezas, i sobre sus cuernos diez dia-
2 demas, i sobre sus cabezas nombres de blasfemia. I
la fiera que vi era semejante á un leopardo ; i sus
pies [eran] como [los] de un oso ; i su boca [era]
como [la] de un león.
I le dió la gran serpiente su poder, i su trono, i gran
potestad.
3 I [vi] ° ° una de las cabezas de ella como herida
de muerte. I su herida de muerte fué sanada.
* Que [fian] testificado, ó, de su testimonio.
t [ Exponerse ó], ó, [padecer'].
¡ Algunas autoridades añaden, los que habitan en.
§ Tiempo, ó, tal vez, un ano : véase vera. 6.
¡I Algunas autoridades añaden Cristo.
Nombres. Algunas autoridades tienen, un nombre.
* * Algunas autoridades tienen rí.
626 REVELACION, CAP. XIII.
I toda la tierra se maravilló, [i fué] en pos de la
4 fiera. I adoraron á la gran serpiente, porque 0 dió
[su] potestad á la fiera ; i adoraron á la fiera, dicien-
do : ¿“ Quién [es] semejante á ia fiera ? ¿ if quién
“ puede guerrear con ella ?"
6 I se le dió una boca que hablaba [palabras] hin-
chadas, i blasfemias.]: I se le dió potestad de liacer-
[lo] cuarenta [i] dos meses.
6 I abrió su boca para blasfemar contra Dios, para
blasfemar su nombre, i su habitación, i á los que ha-
7 hitaban en el cielo. I se le dió [permiso de] hacer
guerra con los santos, i vencerlos ; i se le dió potestad
8 sobre toda tribu, i pueblo, f i lengua, i nación. I lo ado-
raran todos los que habiten en la tierra, cuyos nombres
no hayan sido escritos desde la fundación del mundo
en el libro de vida del Cordero que [fué] inmolado.
9 Si alguno tiene oido, oiga.
10 Si alguno congrega [para si] cautivos, [él mismo]
ha de ir á cautiverio. Si alguno matare con espada,
es necesario que sea matado con espada. En esto ha
de [manifestarse la paciente perseverancia, i la fé
de los santos.
11 I VI OTRA FIERA QUE SUBIA UE LA TIERRA ¡ i tenia dos
cuernos semejantes á [los de] un cordero, i [sin em-
12 bargo] hablaba como una gran serpiente. I ejercia
toda la potestad de la primera fiera, en su presencia ;
i hacia que la tierra i los que habitaban en ella ado-
rasen la primera fiera, cuya herida de muerte quedó
sanada.
13 I obraba grandes portentos, hasta hacer que bajase
fuego del cielo á la tierra en presencia de los hombres.
14 I extraviaba á los que habitaban en la tierra, en vir-
tud de los portentos que se le dió [permiso de] obrar
en presencia de la fiera, diciendo á los que habitaban
en la tierra, que hiciesen una imágen para [el culto
de] la fiera que había recibido la herida de la espada,
15 i [sin embargo] vivió. I se le dió [permiso de] dar
aliento § á la imágen de la fiera, á fin de que la imá-
gen de la fiera hablase, i también hiciese que cuantos
* Porque. Algunas autoridades tienen el cual.
t Otras autoridades no tienen i, vera. 4; ni i pueblo, vers. 7.
í Blasfemia, 6, infamia.
§ Aliento, 6, espíritu.
REVELACION, CAP. XIV. 527
no adorasen á la imágen de la fiera, fuesen matados.
16 I hacia que estampasen® una marca en la mano de-
recha, ó en la frente de todos, de los pequeños i de los
grandes, i de los ricos i de los pobres, i de los libres i
17 de los siervos ; i que ninguno pudiese comprar ni
vender, si no tuviese la marca, [esto es] f el nombre
de la fiera, ó el número de su nombre.
18 En esto ha de [manifestarle la sabiduría. El que
tiene comprensión calcule el número de la fiera ; por-
que el número es [el] de un hombre, i su número [es]
seiscientos sesenta [i] seis.
XIV. 1 I vi ; i hé aquí el Cordero estaba en pié sobre el
monte Sion, i con él ciento cuarenta [i] cuatro mil
[personas], que tenian su] nombre, i el nombre } de
su Padre, escritos en sus frentes.
2 I oí una voz [que vino] del cielo, como la voz de
muchas aguas, i como la voz de un gran trueno ; i la
voz que oí [era] como [la] § de arpistas que tocaban
3 sus arpas. I cantaban como un cántico nuevo delante
del trono, i delante de las cuatro [criaturas] vivas,
i de los ancianos ; i ninguno podía aprender el cánti-
co, sino los ciento cuarenta [i] cuatro mil, que habían
4 sido rescatados || de entre [los de] la tierra. Estos
eran los que no habian sido contaminados con las
mujeres; porque eran vírgenes. Estos eran los que
seguían al Cordero donde quiera que fuese. Estos
habian sido rescatados || de entre los hombres, [i
6 eran] primicias para Dios i para el Cordero. I no se
habia hallado mentira^] en sus bocas ; porque eran
sin mancha. 0 °
6 I vi á otro mensagero [de Dios] que volaba por
medio del cielo, teniendo que anunciar la eterna
buena nueva á los que residían f f en la tierra, i á
7 toda nación, i tribu, i lengua, i pueblo, diciendo en
alta voz :
* Estampasen. Algunas autoridades tienen estampase.
t [lista es] Algunas autoridades tienen, ó.
j Algunas autoridades no tienen su, ni i el nombre.
§ La voz que ot [era] coma [la] Algunas autoridades tienen, oí la vos.
II Jtescatados , ó, comprados.
II Mentira. Algunas autoridades tienen dolo.
* * * * § Algunas autoridades añaden, delante del trono de Dios.
tt Residían, ó, estaban sentados. Otras autoridades tienen, habitaban
528 REVELACION, CAP. XIV.
“ Temed á Dios, i dadle gloria, porque ha llegado
“ la hora de su juicio ; i adorad al que hizo el cielo,
“ i la tierra, i el ruar, i las fuentes de las aguas.”
8 I siguió otro mensagero, diciendo :
“ Ha caido, ha caído Babilonia la grande, 0 por-
“ que f ha hecho beber á todas las naciones del vino
“ del furor de su fornicación.”
9 I los siguió otro { mensagero, el tercero, diciendo
en alta voz :
“ Si alguno adora la fiera i su imágen, i recibe [su]
10 “ marca en su frente, ó en su mano, él mismo ha de
“ beber del vino del furor de Dios, que ha sido vaciado
“ sin mezcla [de agua] en el cáliz de su ira, i ha de
“ padecer en fuego i azufre en presencia de los santos
11 “ mensageros [de Dios], i en presencia del Cordero. I
“ el humo del padecimiento de ellos ha de subir por
“ los siglos de los siglos ; i no han de tener descanso,
“ dia ni noche, los que adoran la fiera i su imágen, ni
“ cualquiera que recibe la marca de su nombre.
12 “ En esto ha de [manifestarse la paciente perseve-
“ rancia de los santos, [i] § los que guardan los man-
“ datos de Dios, i la fé de Jesús.”
13 I oí una voz [que vino] del cielo, [i] § dijo :
“ Escribe : Felices los muertos que desde ahora
“ mueren en el Señor ; sí, dice el Espíritu, para que
“ descansen de sus trabajos : i sus obras los siguen.”
14 I vi ; i hé aquí una nube blanca, i estaba sentado
sobre ella [uno] semejante al Hijo del Hombre, || que
tenia sobre su cabeza una corona de oro, i en su mano
una hoz afilada.
15 I otro mensagero [de Dios] salió del templo, claman-
do en alta voz al que estaba sentado sobre la nube :
“ Mete tu hoz, i siega ; porque ha llegado^] la hora
“ de segar, puesto que la mies de la tierra está seca.”
16 I el que estaba sentado en la nube echó su hoz á la
tierra, i fué segada la tierra.
17 I otro mensagero salió del templo que [estaba] en
el cielo, el cual también tenia una hoz afilada.
* Algunas autoridades añaden ciudad.
t Porque, en otras autoridades la cual.
j Algunas autoridades omiten otro.
§ Algunas autoridades añaden en esto, vers. 12 ; i me, vers. 13.
H Al Hijo del Hombre, 6, d un hijo de hombre.
U Algunas autoridades añaden para ti.
REVELACION, CAP. XV. 629
18 I otro mensagero salió del altar, el cual tenia po-
testad sobre el fuego, i clamó en alta voz al que tenia
la hoz afilada, diciendo :
“ Mete tu hoz afilada, i vendimia los racimos de la
“ vid° de la tierra, porque sus uvas están maduras.”
19 I echó el mensagero su hoz á la tierra, i vendimió
la vid de la tierra, i echó [la fruta] en el gran lagar
20 del furor de Dios. I el lagar fué pisado fuera de la
ciudad, i salió sangre del lagar hasta los frenos de los
caballos, por [espacio de] mil seiscientos estadios. t
XV. 1 I vi otro portento en el cielo, grande i maravi-
lloso : SIETE MENSAGEROS QUE TENIAN LAS SIETE PLAGAS
ultimas, porque en ellas habia de ser cumplido el
furor de Dios.
2 I vi como un mar de cristal mezclado con fuego, i á
los que habian [salido] vencedores de[l combate con-
tra] la fiera, i su imágen, i % el número de su nombre,
[los cuales] estaban en pié ante§ el mar de cristal, te-
3 niendo arpas de Dios ; i cantaban el cántico de Moisés,
siervo de Dios, i el cántico del Cordero, diciendo
“ Grandes i maravillosas [son] tus obras, Señor
“ Dios, el Todopoderoso ; justos i verdaderos [son] tus
4 “ caminos, Rei de las naciones, fl i Quién no te te-
“ merá, Señor, i [no] glorificará tu nombre ? Porque
“ [tú] solo [eres] santo ; [i] porque todas las naciones
11 vendrán, i adoraran en tu presencia ; porque tus
“ [juicios] justos se han manifestado.”
6 I después de estas cosas vi ; i^[ se abrió el templo
del tabernáculo del testimonio [que estaba] en el
6 cielo ; i salieron del templo los siete mensageros que
tenian las siete plagas, vestidos de lino limpio [i]
espléndido, 0 ° i ceñidos al rededor del pecho con cin-
7 tos de oro. I una de las cuatro [criaturas] vivas dió
á los siete mensageros siete copas de oro, llenas del
8 furor de Dios que vive por los siglos de los siglos. I
el templo se llenó de humo por razón de la gloria de
* Al gnnn-s autoridades no tienen de la vid.
f Cerca de veinte i nueve e>tadios hacen una legua castellana,
t Algunas autoridades añaden su marca. ^
§ Ante, ó, sobre ; mas véase a la puerta, iii. 20 ; ante el altar, vui. 3.
H Naciones. Algunas autoridades tienen santos.
Algunas autoridades añaden hé aquí, vers 5 ; también t, vers. o
* '* Espléndido, 6, blanco.
630 REVELACION, CAP. XVI.
Dios, i por razón de su poder ; i nadie podía entrar en
el templo basta que hubiesen sido cumplidas las siete
plagas de los siete mensageros.
XVI. 1 I oí una gran voz [que vino] del templo, [i] que
dijo á los siete mensageros :
“ Id, í derramad las siete ° copas del furor de Dios
“ en la tierra.”
2 I fué el fkimf.ro, i derramó su copa en la tierra. I
sobrevino una llaga malé[fica] i maligna en los hom-
bres que tenían la marca de la fiera, i en los que
adoraban á su imágen.
3 I el segundo MENSAGERO derramó su copa en el
mar ; i se hizo sangre, como [la de] un muerto, i mu-
rió todo animal vivo del mar.
4 I el tercero f derramó su copa en los ríos, i en los
6 manantiales de las aguas ; i se hicieron sangre. I
oí que el mensagero de las aguas decia :
“ Justo % eres, [tú] que eres, i que eras,§ el Santo,
6 11 porque has juzgado así ; puesto que han derramado
« la sangre de santos i profetas, i les has dado á beber
“ sangre : | [lo] merecen.”
7 I oí decir al altar : || “ Sí, Señor Dios, el Todopode-
“ roso, verdaderos i justos [son] tus juicios."
8 I el cuarto f derramó su copa en el sol ; i se le dió
9 [poder de] quemará los hombres con fuego; i se que-
maron los hombres con grande ardor, i blasfemaron
el nombre de Dios que tenia potestad sobre estas pla-
gas ; i no se arrepintieron, para darle gloria.
10 I el quinto f derramó su copa en el trono de la
fiera. I su reino se oscureció, i se mordian sus len-
11 guas por razón del dolor ; i blasfemaron al Dios del
cielo por razón de sus dolores i de sus llagas ; i no se
arrepintieron [apartándose] de sus obras.
12 I el sexto f derramó su copa en el gran rio Eu-
* Algunas autoridades no tienen siete.
t Algunas autoridades añaden mensagero.
J Algunas autoridades añaden, oh Señor, vers. 5 ; porque, vers. G.
§ Algunas autoridades añaden i.
|| Algunas autoridades tienen, oi otro [que vino'] del altar.
REVELACION, CAP. XVII. 531
frátes ; i su agua se secó, para que se preparase el
camino de los reyes que [habían de venir] del oriente.
13 1 vi [salir] de la boca de la gran serpiente, i de la
boca de la fiera, i de la boca del falso profeta, tres
14 espíritus inmundos, como 0 ranas; porque [eran] f
espíritus de demonios, que hacían portentos, [i que]
salían á los reyes J de todo el mundo, á fin de con-
gregarlos para la batalla de aquel [ gran dia, [el] de
Dios, el Todopoderoso.
16 “ Hé aquí que vengo como ladrón. Feliz el que
“ vela, i guarda sus vestidos, para no andar desnudo,
“ ni [dejar] que vean su vergüenza.”
16 1 los congregaron en un lugar llamado en hebreo
Armagedon.
17 I EL séptimo § derramó su copa en el aire ; i salió
una gran voz del templo del cielo, [por la parte] del
trono, diciendo : “Está hecho.”
18 I sobrevinieron relámpagos, i || voces, i truenos ; i
hubo un gran terremoto, cual nunca hubo, desde que
babia habido hombres en la tierra : terremoto tan
19 grave, i tan grande. I la gran ciudad se hizo tres
partes, i las ciudades de las naciones cayeron ; i Dios
se acordó de la gran Babilonia, para darle el cáliz del
20 vino del furor de su ira. I toda isla huyó, i los mon-
21 tes no fueron hallados. I cayó del cielo sobre los
hombres un gran granizo, [cada piedra era] como un
talento. 1 los hombres blasfemaron á Dios por razón
de la plaga del granizo, porque esta plaga fué suma-
mente grande.
XVII. 1 I vino uno de los siete mensageros que tenian
las siete copas, i habló conmigo, diciendo § :
“ Ven, te mostrare la condenación de la gran ra-
“ MERA QUE ESTA SENTADA SOBRE LA8 MUCHAS AGUAS J
2 “ con la cual han cometido fornicación los reyes de la
“ tierra, i con el vino de cuya fornicación se han em-
“ briagado los que habitan la tierra.”
3 I me llevó, en [las visiones d]el Espíritu, al despo-
* Como. Algunas autoridades tienen semejantes á.
t [.Eran], 6, [ representaban .]
j Algunas autoridades añaden, de la tierra i. Aquel, 2 Tes. L 10.
§ Algunas autoridades añaden mensagero, rers. 17; i me, xvii. 1.
p Algunas autoridades ponen i relámpagos después de truenos.
532 REVELACION, CAP. XVII.
blado ; i vi á una mujer sentada en una fiera de [co-
lor! de grana, cubierta de nombres de blasfemia, [íj
4 que tenia siete cabezas, i diez cuernos. I la mujer
estaba vestida de púrpura i de grana, i adornada de
oro i de piedras preciosas, i de perlas, [i] tenia un
c&li'z de oro en su mano, lleno de abominaciones i
5 de las inmundicias de su fornicación. I en su frente
restaba] escrito un nombre [de] misterio: ‘ Babilonia
« la grande, la madre de las rameras, i de las abomi-
“ naciones de la tierra.” , ,
6 I vi á la mujer embriagarse con la sangre de los
santos, i con la sangre do los testigos do Jesús.
I al verla me maravillé mucho. 0
7 I me dijo el mensagero : “ ¿ Por qué te maravi-
ii liaste ? Yo te diré] el misterio de la mujer, i de la
“ fiera que la lleva, [i] que tiene las siete cabezas, i
“ los diez cuernos. . , , . A .
8 “ La fiera que viste, filé, i no es, i va á subir del
“ abismo, i lia de ir á perdición. I se maravillaran
“ los que habiten en la tierra, cuyos nombres no se han
“ escrito en el libro de la vida desde la fundación del
“ mundo, cuando vean la fiera ; porque era, i no es, i
“ [sin embargo] estará presente.]:
9 “ En esto [ha de manifestarse la mente que tiene
“ la sabiduría. . , , ...
“ Las siete cabezas son § siete montes, en los cuales
10 “ está sentada la mujer ; i son § siete reyes ; cinco
“ de ellos han caido,f uno es, otro no ha venido aun,
11 “ i cuando venga, debe permanecer poco [tiempo], i
“ la fiera que era, i no es, esa misma es el octavo, i es
|| [uno] de los siete, i ha de ir á perdición.
12 “ I los diez cuernos que viste, son § diez reyes que
“ todavía no han recibido [su] reino, pero han de
“ recibir potestad como reyes, por una hora junta-
13 “ mente con la fiera. Estos han de tener un [mismo]
“ designio, i han de dar su poder, i su potestad á la
14 “ fiera. Estos guerrearan con el Cordero, i el Cordero
» los vencerá, porque es Señor de los señores, i Reí de
“ los reyes ; i los [que están] con él, [son] los llama-
“ dos, i los escojidos, i los fieles.”
* Mucho • en niego, con gran maravilla. t Viré, 0, explicaré,
t nsin embargo] alará' presente. Algunas: autondadea d^naun-
que es. * ’
|| Otras autoridades añaden t.
REVELACION, CAP. XVIH. 533
16 I me dijo : “ Las aguas que viste, donde está sen-
“ tada la ramera, son pueblos i gentes, i naciones, i
“ lenguas.
16 “ I los diez cuernos que viste, i ° la fiera, estos
“ aborrecerán á la ramera, i la pondrán desolada i
“ desnuda, i comerán su carne, i la quemaran en el
17 “ fuego. Porque Dios ha puesto en sus corazones el
“ hacer su designio, i el hacer el [mismo] designio, i
“ el dar el reino de ellos á la fiera, hasta que se cum-
“ plan las palabras de Dios.
18 “ I la mujer que viste, esf la ciudad grande, que
“ tiene [poder] real sobre los reyes de la tierra."
XVin. 1 I después de estas cosas vi bajar del cielo
otro J mensagero [de Dios], que tenia gran potestad ;
i se iluminó la tierra con su gloria.
2 I clamó con fuerte voz,§ diciendo :
“ Ha caído, ha caido Babilonia la grande, i ha
“ llegado á ser morada de demonios, i guarida de
“ todo espíritu inmundo, i la de toda ave inmunda i
3 “ aborrecida ; porque todas las naciones han bebibo
“ del vino del furor de su fornicación, i los reyes de
11 la tierra han cometido fornicación con ella, i los
“ mercaderes de la tierra han llegado á ser ricos por
“ razón de la profusión de su lujo.” ]|
4 I oí otra voz [que vino] del cielo, diciendo : “ Sal
“ de ella, pueblo mió, para que no participéis [voso-
“ tros] de sus pecados, i para que no recibáis [parte]
6 “ de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta
“ el cielo, i Dios se ha acordado de sus iniquidades.
6 “ Pagadle como ella misma ha pagado [á otros], i
“ dobládselo según sus obras ; en el cáliz en que ha
7 “ vaciado [su vino], vaciad para ella doble. Cuanto se
“ ha glorificado, i ha vivido en lujo, dadle tanto de
“ padecimiento i de pesar ; porque dice en su corazón :
“ ' Estoi sentada [como] reina, i no estoi desampara-
8 “ ' da, 0 ° ni tampoco sentiré pesar.' Por esto en un
* I. Algunas autoridades tienen sobre.
t Es, 6, representa. t Algunas autoridades no tienen otro.
§ Con fuerte voz. Algunas autoridades tienen con fuerza, en alta voz.
H De la profusión de su lujo, ó, del poder de su desenfreno.
•y [A ofroíl. Algunas autoridades tienen, ú vosotros.
** Estoi, o, he de estar. Desamparada, 6, viuda: véase 1 Tim. v. 3.
2 H
534 REVELACION, CAP. XVIII.
“ [solo] dia vendrán sus plagas : [peste] mortífera, i
“ pesar, i hambre ; i será quemada en fuego ; por-
“ que fuerte [es] el Señor Dios que la ha juzgado. 0 .
9 “I los reyes de la tierra, que han cometido forni-
44 cacion i vivido en lujo con ella,f lloraran i liaran
11 duelo por causa de ella, cuando vean el humo de su
10 “ incendio, puestos á lo léjos por miedo de su pade-
44 cimiento, diciendo : ‘ ¡ Ai, ai de [tí], gran ciudad de
“ ‘ Babilonia ! j ciudad fuerte ! porque en una [sola]
“ 4 hora ha venido tu juicio.’
11 “I los mercaderes de la tierra lloraran i se apesa-
“ dumbraran por causa de ella, porque nadie com-
12 “ prará ya sus cargamentos ; cargamentos de oro, i
“ de plata, i de piedras preciosas, i de perlas, i de lino
44 fino, i de púrpura, i de seda, i de grana ; ni ninguna
“ madera de thyia, j ni ningún vaso de marfil, ni nin-
“ gun vaso de madera preciosísima, ni de bronce, § ni
13 “de hierro, ni de mármol ; ni canela, ni amomo, [| ni
“ pebetes, ni bálsamo, ni incienso, ni vino, ni aceite,
“ ni flor de harina, ni trigo, ni ganado, ni ovejas ; ni
“ [equipages] de caballos, i de carruages, i de escla-
44 vos ; ni vidas ^ de hombres.
14 44 1 los frutos deseados por tu alma, se han ido de tí ;
“ i todas las cosas brillantes i espléndidas han pere-
“ cido,° ° [i huido] de tí, i no las encontraras mas.
15 “ Los mercaderes de estas cosas que han llegado á
“ ser ricos por razón de ella, se pondrán á lo léjos, por
“ miedo de su padecimiento, llorando, i apesadum-
16 “brandóse, [i] f t diciendo: ‘¡Ai, ai dé la gran
44 ‘ ciudad, que [estaba] vestida de fino fino, i de púr-
“ 4 pura, i de grana, i [estaba] adornada con oro, i
44 4 piedras preciosas, i perlas ! porque en una [sola]
“ 4 hora se ha convertido en desolación tanta riqueza.'
17 “I todo piloto, i todo el que navegaba por allí, tí
“ i [todos] los marineros, i cuantos negociaban [por]
18 “el mar, se pusieron á lo léjos, i clamaban, viendo
* Ha juzgado. Algunas autoridades tienen juzga.
f Algunas autoridades añaden la.
* Thyia, especie de madera preciosa i aromática: tal vez de cidro.
§ Bronce, ó, cóbre.
H Amomo, arbusto oloroso. Algunas autoridades omiten, t amomo.
í Esclavos, ó, cuerpos. Vidas, véase Ezeq. xxvil 13 ; ó, almas.
* * Perecido. Algunas autoridades tienen, se han ido.
ff [/.] Algunas autoridades tienen i.
j l Todo el que navegaba por allí, 6, al lugar. Algunas autoridades
tienen, toda la muchedumbre [de los que estaban ] en las naves.
REVELACION, CAP. XIX. 535
“ el humo de bu incendio, diciendo : ‘ ¿ Qué [ciudad
19 “ ‘era] semejante á la gran ciudad ?’ I echaron
“ polvo sobre sus cabezas, i clamaban, llorando i ape-
“ sadumbrandose, diciendo : ‘ ¡ Ai, ai de la gran ciu-
“ < dad, en [virtud de] la cual han llegado á ser ricos
“ 1 todos los que tenían naves en el mar, por razón de
“ ‘sus preciosidades.* Porque en una [sola] hora ha
“ ‘ llegado á ser desolada.’
20 “ Regocíjate por causa de ella, cielo ; i vosotros, san-
“ tos, i vosotros, f enviados, i vosotros, profetas ; por-
“ que Dios ha vengado en ella vuestra condenación." 1
21 I un mensagero fuerte tomó una piedra, como una
grande de molino, i [la] arrojó al mar, diciendo : “ Así,
“ con ímpetu, será arrojada Babilonia, la gran ciudad,
22 “ i no se encontrará mas. I no se oirá mas en tí voz
“ de arpistas, ni de músicos, ni de flautistas, ni de
“ trompeteros ; ni se encontrará mas en tí ningún
“ artífice de ningún arte ; ni se oirá mas en tí el so-
23 “ nido de piedra de molino ; ni resplandecerá mas
“ en tí luz de lámpara ; ni se oirá mas en tí, la voz
“ del esposo, ni [la] de la esposa. Porque tus merca-
“ deres eran los magnates de la tierra, [i] porque por
“ tu hechicería se extraviaron todas las naciones.”
24 I en ella se halló la sangTe de profetas, i de santos,
i de todos los que habían sido muertos en la tierra.
XIX. 1 § Después de estas cosas oí en el cielo una gran
voz de muchas gentes, que decían :
“ Aleluya ; || pié aquí] la salvación i la gloria, ^ i el
2 “ poder de nuestro Dios. 0 ° Porque verdaderos i jus-
“ tos [son] sus juicios ; pues ha juzgado á la gran
“ ramera, la cual corrompió la tierra con su fornica-
“ cion, i ha vengado en manos de aquella la sangre
“ de sus siervos.”
3 I segunda vez dijeron : “ Aleluya."
I el humo de ella ha de subir por los siglos de los
siglos.
. j)¿ ,,,, preciosidades, ó, del honor en que ella [re tenia J.
I Algunas autoridades no tienen, * vosotros.
X O, os ha vengado en ella. § Algunas autoridades añaden ú
B Aleluya, palabra hebrea que significa, alabad d Jehovd.
Algunas autoridades añaden, i el honor.
* * Be nuestro Píos. Algunas autoridades tienen, al Señor nuestro Dios.
536 REVELACION, CAP. XIX.
4 I los veinticuatro ancianos, i las cuatro [criaturas]
vivas, se postraron, i adoraron á Dios que estaba sen-
tado en el trono, diciendo : “ Así es : ° aleluya.”
5 I salió del trono una voz que dijo :
“ Alabad á nuestro Dios todos [vosotros] sus sier-
“ vos, i [vosotros] los que lo temeis, los pequeños if
“ los grandes."
6 I oí como la voz de muchas gentes, i como la voz
de muchas aguas, i como la voz de truenos fuertes,
[voz] de los que decían :
“ Aleluya : porque el Señor Dios, el Todopoderoso,
7 ha reinado. Gocemos, i alegremosnos, i tributémosle
“ la gloria : pues ha llegado [el tiempo de] la fiesta
“ de boda del Cordero, i su esposa se ha preparado."
8 , 1 se le concedió que se vista de lino fino, esplén-
dido i limpio ; í porque el lino fino es § la justicia de
los santos.
9 I [el mensagero] || me dijo : “Escribe : Felices los
“ que han sido convidados á la cena de la boda del
“ Cordero.”
I me dijo : “ Estas palabras son verdaderas, rson
“ las] de Dios.”
10 I me postré á sus pies para adorarlo. I me dijo :
“ Cuida de no [hacerlo] ; soi consiervo tuyo, i de tus
“ hermanos que se adhieren al testimonió de Jesús.
“ Adora á Dios. Porque el testimonio de Jesús es [el
“ d]el Espíritu de la profecía.”
11 I vi el cielo abierto, i lié aquí un caballo blanco, .
el que lo montaba se llamaba Fiel i Veraz, i en justi-
12 cia j uzgaba i guerreaba. I sus ojos [eran] como llamas
de fuego ; i sobre su cabeza [habia] muchas diademas ;
[i] tenia un nombre escrito, que nadie entendía sino
13 él mismo; i estaba vestido con una ropa teñida f
14 en sangre ; i se llamaba : “ La Palabra de Dios.” I
los soldados que [habia] en el cielo, lo seguían [mon-
tados] en caballos blancos, [i] vestidos de lino fino,
15 blanco [i]°° limpio. I salía de la boca de él una
espada afilada, para que hiriese con ella á las naciones :
* Así es, 6, Amen. , t Otras autoridades añaden también
♦ Otras autoridades tienen, limpio i espléndido ; otras no tienen i
5 Es. 6, representa. I Véase xtü. 1
TI Tenida, ó, mojada. * * Otras autoridades tienen i.
REVELACION, CAP. XX. 537
i él las gobernará con cetro de hierro ; i pisará el
lagar del vino del. furor ° de la ira de Dios, el Todopo-
1 6 deroso. I tenia escrito en el vestido, i en el muslo, [su]
nombre : “ Rei de los reyes, i Señor de los señores.”
17 I vi un mensagero [de Dios] que estaba de pié en
el sol ; i clamé en alta voz, diciendo á todas las aves
que volaban por medio del cielo: “Venid,® congre-
18 “ gaos para la gran cena de t Dios ; para comer
“ carne de reyes, i carne de quiliarcas,| i carne de
“ [hombres] fuertes, i carne de caballos, i de los que
" los montan, i carne de todos, tanto libres como §
“ siervos, tanto pequeños como grandes.”
19 I vi á la fiera, i á los reyes de la tierra, i á sus sol-
dados congregados para hacer guerra con el que mon-
taba el caballo, i con sus soldados.
20 I fué presa la fiera, i con ella el falso profeta que
habia obrado portentos en la presencia de ella, con
los cuales habia extraviado á los que recibieron la
marca de la fiera, i á los que adoraban su imágen. Vivos
fueron arrojados los dos al lago de fuego que arde con
21 azufre. I los demas fueron muertos con la espada que
salia de la boca del que montaba el caballo. I todas
las aves se hartaron de la carne de ellos.
XX. 1 I vi bajar del cielo á un mensagero [de Dios]
que tenia la llave del abismo, i una gran cadena, en
2 su mano. I agarró la gran serpiente, la serpiente an-
tigua, que es el calumniador i Satanas, i la ató [con
3 la cadena para] mil años; i lo arrojó al abismo, i
cerró [la puerta], || i [la] *[ selló por encima de él,
para que no extraviase mas á las naciones, hasta que
se cumpliesen los mil años ; i después de esto debe
ser soltado [por] un poco de tiempo.
4 I vi tronos ; i [unos que] se sentaron en ellos ; i se les
dió el [poder de hacer] juicio ;° * i [vi] las almas j f
de los que habían sido degollados por causa del testi-
* Otras autoridades añaden i.
f Otras autoridades tienen, la cena del gran Dios.
t Quiliarca, capitán de mil soldados.
§ Tanto, como. Otras autoridades tienen i.
I [La puerta']. Otras autoridades tienen lo.
^ [La] ; véase Dan. vi. 1 7.
* * [Poder de hacer] juicio ; véase Dan. vii. 22, 27 iLXX.»
I I Almas, ó, personas. 9 ^ 0
638 REVELACION, CAP. XX.
monio de Jesús, i por causa de la palabra de Dios, i
[las de] todos los que no habían adorado á la fiera,
ni á su imágen, i que no hablan recibido [su] marca
en la frente, ni en las manos. I [re]vivieron, i rein-
6 aron con Cristo mil años. Pero los demas muertos
no habían de [re]vivir° hasta que se cumpliesen los
6 mil años. Esta [es] la primera resurrección. Feliz
i santo el que tiene parte en la primera resurrección ;
sobre estos la segunda muerte no ha de tener potes-
tad, sino que serán sacerdotes de Dios i de Cristo, i
reinaran con él mil años.
7 I cuando se hubieren cumplido los mil años, será
8 suelto Satanas de su cárcel, i saldrá para extraviará
las naciones que [hai] en los cuatro ángulos de la
tierra, á Gog i á ¡Magog, á fin de congregarlas para la
guerra : cnyo número [es] como la arena del mar.
9 I subieron en la anchura de la tierra, i cercaron el
campamento de los santos i la ciudad amada.
I Dios [hizo] bajar del cielo fuego, que los devoró.
10 I el calumniador que los [liabia] extraviado, fué ar-
rojado al lago del fuego i azufre, donde [estaban] la
fiera i también f el falso profeta ; i padecerán dia i
noche por los siglos de los siglos.
11 I vi un gran trono blanco, i al que estaba sentado
en él, de cuya presencia huyeron la tierra i el cielo, i
no se halló lugar para ellos.
12 I vi á los muertos, pequeños i grandes, estar delante
del trono. J I se abrieron libros ; i se abrió otro libro,
que era [el] de la vida ; i fueron juzgados los muertos,
según sus obras, por las cosas escritas en los libros.
13 I entregó el mar los muertos que [liabia] en él ; i
la muerte i el mundo invisible entregaron los muer-
tos que [liabia] en ellos; i fué juzgado cada uno de
ellos según sus obras.
14 I la muerte, i el mundo invisible fueron arrojados
al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda : el lago de fuego.§
* [Re]vivir. Algunas autoridades tienen revivir.
f Otras autoridades omiten también.
í Del trono. Otras autoridades tienen de Dios.
§ Otras autoridades omiten, el lago de fuego.
REVELACION, CAP. XXI. 639
16 I el que no fué hallado escrito en el libro de la vida,
fué arrojado al lago de fuego.
XXI. 1 I vi un cielo nuevo, i una tierra nueva ; porque
el primer cielo i la primera tierra habían pasado, i ya
no liabia mar.
2 I o vi la ciudad santa, la nueva Jerusalem, bajar
del cielo, [i] de Dios, preparada como una esposa
adornada para su esposo.
3 I oí una gran voz [que vino] del cielo [i] que dijo :
“ Hé aquí la habitación de Dios [es] entre los hom-
“ bres, i habitará con ellos ; i ellos serán su pueblo ;
4 “ i Dios mismo será con ellos, [como] su Dios. I Dios
“ enjugará toda lágrima de sus ojos ; i no habrá ya
“ muerte ; ni habrá ya pesar, ni clamor, ni dolor ;
“ porque las cosas de ántes han pasado.”
6 I el que estaba sentado en el trono dijo : “ Hé aquí
“ que renuevo todas las cosas.”
I me dijo [el mensagero] : j* * * § “ Escribe : porque estas
“ palabras son fieles i verdaderas.” 0
6 I me dijo : “ « Está hecho : yo soi el Alfa i la Ome-
“ ‘ga : el Principio i el Fin. Al que tiene sed, yo le
“ ‘ daré gratuitamente del manantial del agua de la
7 “ ‘vida. El que venza, heredará estas J cosas ; i [yo]
8 “ * seré su Dios, i él será mi hijo. Pero [en cuanto] á
“ ‘ los cobardes, i á los que no tienen fé, i á los abo-
' “ ‘ minables, i á los homicidas, i á los fornicadores, i
“ ‘ ó los hechiceros, i á los idólatras, i á todos los
” ‘ mentirosos : [tendrán] su parte en el lago que arde
“ ‘ con fuego i azufre : lo que es la segunda muerte.’ ”
9 I § vino uno de los siete mensageros que tenian las
siete copas llenas de las siete plagas últimas, i habló
conmigo, diciendo :
“ Vek, te mosteare la esposa, la novla del Cor-
“ DERO.”
10 I me llevó en [las visiones d]el Espíritu á un monte
grande i alto, i me mostró la ciudad [¡ santa, Jeru-
• Otras autoridades añaden, yo Juan, vera. 2 : i trasponen fietu
verdaderas, Ters. 5. f Véase xvii. 1 ; xix. 9 ; xxi. 9 ; xxii. 6
I Estas. Otras autoridades tienen todas las.
§ Otras autoridades añaden me.
|| Otras autoridades tienen, la gran ciudad, la santa.
640 REVELACION, CAP. XXL
11 Balem, que bajaba del cielo [i] de Dios, i que tenia
la gloria de Dios. ° Su lumbrera [era] semejante á
una piedra preciosísima, como piedra de jaspe [que]
12 es cristalina. “Tenia una muralla grande i alta, i
doce puertas, i cerca de las puertas doce mensageros
[de Dios], i nombres escritos en [ellas], que eran [los]
13 de las doce tribus de los bijos de Israel : al Oriente,
tres puertas, i f al Norte, tres puertas, if al Sur
14 tres puertas, if al Occidente, tres puertas. I la
muralla de la ciudad tenia doce cimientos i sobre
ellos los doce J nombres de los doce enviados del
Cordero.
16 I el que hablaba conmigo tenia una caña de medir]:
de oro, para medir la ciudad, i sus puertas, i su mu-
16 ralla. I la ciudad era cuadrangular, i su longitud
[era] § tanto como [su] anchura. I midió la ciudad
con la caña, [i tenia] cerca de doce mil estadios : | su
17 longitud, i su anchura, i su altura eran iguales. I
midió su muralla, [que tenia] ciento cuarenta [i] cua-
tro codos, U [según] la medida del hombre, que era
[la] del mensagero.
18 I el material de su muralla era jaspe ; i la ciudad
19 [era de] oro puro, semejante á cristal puro. I los ci-
mientos de la muralla de la ciudad [estaban] ador-
nados con toda [clase de] piedra preciosa. El primer
cimiento [era de] jaspe ; el segundo, [de] záfiro ; el
tercero, [de] calcedonia ; el cuarto, [de] esmeralda ;
20 el quinto, [de] sardónica ; el sexto, [de] sardio ; el
séptimo, [de] crisólito ; el octavo, [de] berilo ; el
nono, [de] topacio ; el décimo, [de] crisoprasio ; el
undécimo, [de] jacinto ; el duodécimo, [de] amatista.
21 I las doce puertas [eran] doce perlas ; cada una de
las puertas [era] de una [sola] perla.
I la plaza de la ciudad [era de] oro puro, como cris-
tal transparente.
22 I no vi [ningún] templo en ella ; porque el Señor
Dios, el Todopoderoso, i el Cordero, eran el templo de
ella.
23 I la ciudad no necesitaba del sol, ni de la luna,
* Otras autoridades añaden i.
| Otras autoridades om ten i.
í Otras autoridades omiten doce, vera. 14 ; i de medir, vera. 15.
§ Otras autoridades tienen era. II Véase xiv. 20.
■J Codo, cerca do pié i medio.
REVELACION, CAP. XXII. 541
para que resplandeciesen en ella ; porque la gloria de
Dios la iluminó ; i el Cordero [era] su lámpara.
24 I las naciones® andaran por medio de} la luz de
ella : i los reyes de la tierra han de llevar á ella su
26 gloria i su honor. I sus puertas no se cerraran de
26 dia ; porque no habrá allí noche. I llevaran á ella
la gloria i el honor de las naciones.
27 I no entrará en ella ninguno [que es] impuro, ni
[quien] comete abominación, ni mentira ; sino [solo]
los que están escritos en el libro de vida del Cor-
dero.
XXII. 1 I [el mensagero] } me mostró el § rio || del agua
de la vida, claro como cristal [de roca], que salía del
trono de Dios i del Cordero
2 En medio de la plaza de la [ciudad], i del rio, de
una i otra parte [de él, estaba] el § árbol de la vida,
que producía doce [clases de] frutos, [i] daba su fruto
cada mes ; i las hojas del árbol [eran] para sanar á
las naciones.
3 I ya no habrá maldición alguna.
I el trono de Dios i del Cordero estará en la [ciu
4 dad] ; i sus siervos le daran culto. I verán su rostro ;
i su nombre [estará] en las frentes de ellos.
6 I no habrá noche mas ; }[ i no necesitaran lámpara,
ni luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará, i
reinaran por los siglos de los siglos.
6 I me dijo [el mensagero] : “Estas palabras [son]
“ fieles i verdaderas ; i el Señor Dios de los [dones]
“ espirituales de 00 los profetas, ha enviado su mensa-
“ gero para mostrar á sus siervos las cosas que deben
“ suceder pronto.
7 “ ‘ I f f bé aquí vengo pronto. Feliz el que guarda
“ ‘las palabras de la profecía de este libro.’ ”
* Otras autoridades añaden, de los que [habran ] sido salvados.
t Por medio de. Según otras autoridades en, ó, ó.
í Mensagero, véase xxi. 9. § El, 6, un.
E Otras autoridades añaden puro.
Ü Mas. Otras autoridades tienen allí.
* • [ Dones ] espirituales de, ó, espíritus de. Otras autoridades tienen
santos, en lugar de estas palabras.
1 1 Otras autoridades no tienen i.
642 REVELACION, CAP. XXII.
8 I yo Joan [soi] el que oia i veia estas cosas. I
cuando [las] hube oido i visto, me postré á los pies del
mensagero que me había mostrado estas cosas, para
9 adorar[lo]. I me dijo : “ Cuida de no [hacerlo] ;
“ * * * § soi consiervo tuyo, i de tus hermanos los profe-
“ tas, i de los que guardan las palabras de este libro :
“ adora á Dios."
10 I me dijo : ‘“No selles las palabras de la profecía
11 “ 1 de este libro, porque el tiempo está cerca. El que
“ ‘ es inicuo, sealo todavía ; i el que es sucio, sealo
“ ‘todavía ; i el que [es] justo, haga justicia f toda-
“ ‘ vía ; i el que [es] santo, sealo todavía.
12 “ ‘ ° Hé aquí que vengo pronto, i [traigo] conmigo
“ ‘mi retribución, [para] pagar á cada uno según
13 “ ‘sean sus obras. Yo [soi] J el Alfa i la Omega, el
“ * Primero i el Ultimo, el Principio i el Fin.
14 “ ‘Felices los que ejecutan sus mandatos, § para
‘ ‘ que sea suya la autoridad sobre el árbol de la vida,
15 “ ‘ i que entren por las puertas en la ciudad. || Fuera
“ ‘ [de ella quedaran] los perros, i los hechiceros, i los
“ ‘ fornicadores, i los homicidas, i los idólatras, i todo
“ ‘ el que ama i comete mentira.
16 “ ‘ Yo Jesús he enviado mi mensagero para daros tes-
“ ‘timonio de estas cosas tocante á^[ las asambleas.
“ ‘ Yo soi la raiz, i [de]l linage de David ; [i] la es-
“ ‘ trella espléndida de la mañana.
17 “ ‘I el Espíritu, i la esposa dicen : Ven. I el que
“ ‘oye diga: Ven. I el que tiene sed, venga. 00 El
“ ‘que quiera, tome del agua de la vida gratuita-
“ ‘mente.
28 a ioo Yo doi testimonio á todo el que oiga las
“ ‘ palabras de la profecía de este libro, [que] si alguno
“ ‘ añadiere [algo] á estas cosas, Dios le añadirá las
19 “ ‘ plagas escritas en este libro ; i [que] si alguno
“ ‘ quitare [algo] de las palabras del libro de esta
“ ‘ profecía, Dios le quitará su parte del árbolff de la
• Otras autoridades añaden porque, vers. 9: i, vera 12.
f Haga justicia- Otras autoridades tienen sealo.
J Otras autoridades tienen soi, i ponen el Primero i el Ultimo después
de el Principio i el Fin.
§ Otras autoridades tienen. Felices los que lavan rus ropas talares.
1] Otras autoridades añaden pero.
ÍT Tocante á. Otras autoridades tienen en.
* * Otras autoridades añaden I, vers. 17 : i porque, vers. 18.
1 1 Arbol. Otras autoridades tienen libro.
REVELACION, CAP. XXII. 543
“ ‘ vida, i de la ciudad santa, ° que están descritas
“ ‘en este libro.”
20 “ ‘ El que da testimonio de estas cosas dice : Sí,
“ ‘ vengo pronto.’ ”
Así sea : j-ven, Señor Jesús.
21 La gracia del]: Señor Jesús Cristo [sea] con todos
los santos.§
* Otras autoridades añaden i; á saber, * de las cosas escritas.
f Otras autoridades añaden sí.
j Del. Otras autoridades tienen de nuestro.
§ Los sofitos. Otras autoridades tienen vosotros. Asi sea. Otras
no tienen los santos, ni vosotros, ni asi sea.